¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!
Nos acercamos rápidamente al final de esta historia, y nuevamente me gustaría agradecerles a todos por el gran apoyo que le han brindado a este proyecto.
A tres capítulos del final, hemos llegado a más de 160mil lecturas y 16mil favoritos en Wattpad, por lo que realmente estoy muy contento al ver lo lejos que ha llegado esta historia. Incluso se me hace un poco raro pensar que esto comenzó hace 3 años, y que actualmente ya está a punto de terminar.
En esta ocasión, no me gustaría contestar las reviews, solamente quiero agradecerles de corazón a todos los que siguen las actualizaciones constantemente, ya que ustedes fueron los que más apoyaron esta historia.
Dejando el sentimentalismo de lado, es hora de comenzar.
¡Disfruta!
CAPÍTULO 91: EL FIN DE UNA ERA.
"¡Observen y regocíjense ante la entidad más poderosa de este mundo!" Sirzechs extendió ambos brazos mientras reía con cierta locura.
El polvo finalmente comenzó a ceder terreno cuando una fuerte ventisca recorrió el campo de batalla, por lo que todos observaron a la figura misteriosa con mucha ansiedad.
Finalmente, los ojos carmesís y el cabello largo oscuro hizo presencia. Su mirada completamente seria era acompañada por un aura extremadamente poderosa.
Y entre sus brazos se encontraba una Penemue con un leve rubor quien observaba la nueva apariencia de su amado con gran fascinación.
El único ojo visible de Issei brillaba de un fuerte color carmesí mientras observaba al gran ejercito enemigo que se encontraba a sus pies.
La expresión cubierta de sorpresa por parte de los Demonios y Ángeles Caídos comenzó a cambiar lentamente a una de conmoción y miedo al darse cuenta de quien se trataba.
"¿Cómo-cómo puede ser posible?" Pensó Sirzechs en voz alta, quien no podía y no quería creer lo que estaba presenciando.
Issei volvió su mirada a su tan preciada Caída, observando que ella también lucia muy conmocionada. Esto hizo que una leve sonrisa apareciera en su rostro cuando la acunó aun más en sus brazos, haciendo que Penemue lo mirara con aun más intensidad.
"Hiciste un gran trabajo. Déjame el resto a mí." Issei le susurró con cariño, para luego darle un beso.
No fue muy largo como los habituales, pero aun así ella apretó sus manos sobre el pecho de su amante con fuerza al sentirse realmente llena.
Finalmente, Issei rompió el beso y le entregó una última mirada. La Cadre captó la indirecta de inmediato, por lo que no tardó en separarse de sus brazos para comenzar a descender hacia donde se encontraban los demás.
"¿Ese es Issei?" Se preguntó Azazel, quien hace unos momentos había logrado recobrar su consciencia, aunque apenas podía moverse.
"¿Qué le sucedió?" La pregunta la hizo Vali, quien llegó junto a Tiamat y Tannin, que también lucían bastante sorprendidos.
"Esa es la verdadera forma de un Dragón Reencarnado." Todos observaron a los recién llegados, viendo que se trataba de Ophis y Great Red.
"Ya veo, su presencia es increíble…" Pensó Tiamat en voz alta, sin ser capaz de ocultar su admiración ante el poder tan sorprendente que estaba emitiendo su futuro esposo.
"¿Quién es ella?" Michael hizo una pregunta que desvió la atención de todos momentáneamente, por lo que rápidamente se dieron cuenta que Great Red llevaba alguien entre sus brazos.
"Es Trihexa. Logramos quitarle el objeto que la volvía loca, pero aun así no sabemos como reaccionara cuando despierte. Pero eso será un caso que se resolverá dentro de algunos días." Great Red dejó bien en claro que Trihexa no se despertaría pronto, por lo que rápidamente fijó su mirada en Issei. "Ahora vamos a enfocarnos en lo que está a punto de suceder."
Los ejércitos comenzaron a alejarse del centro al ver como Issei descendía lentamente, por lo que los ejércitos terminaron separándose por completo.
Ni bien Issei colocó sus pies en el suelo él observó a sus aliados, y esa mirada fue mensaje suficiente para que todos comenzaran a correr hacia atrás para no salir lastimados por el poder de Issei por accidente.
Finalmente, el protagonista volvió a enfocar su mirada en los enemigos, y en esta ocasión, su mirada siempre relajada y seria se transformó en un ceño fruncido.
"Jugaron con la bondad de las personas."
Las palabras de Issei fueron seguidas de un eclipse de color sangre que lentamente comenzó a formarse, cubriendo todo de una oscuridad repentina.
"Jugaron con la vida de los inocentes."
Issei comenzó a caminar hacia el frente, haciendo que los guerreros comenzaran a sudar considerablemente, incluso varios de ellos se encontraban temblando, y otros daban varios pasos hacia atrás con claro terror.
"Y como si eso no fuera suficiente, quisieron jugar con los hilos del destino."
Los pasos de Issei comenzaron a acelerarse lentamente, logrando que todos los enemigos se aferraran a sus armas con aun más fuerza.
"Todo por un simple deseo egoísta. Y eso es…"
El ceño fruncido de Issei se profundizó considerablemente cuando comenzó a correr hacia ellos.
"Eso es simplemente imperdonable."
"¡¿A QUE LE TIENEN MIEDO?! ¡ES SOLO UNO!" Gritó Sirzechs a todo pulmón, para luego agitar su mano con gran fuerza para hacer énfasis en sus siguientes palabras. "¡MATENLO!"
Todos los guerreros comenzaron a gritar cuando obtuvieron confianza de la nada misma, comenzando a correr hacia una muerte segura.
Los gritos enardecidos ensordecieron el campo de batalla. Lo único que podías hacer era observar como los miles de Caídos y Demonios estaban a punto de colisionar con Issei.
Finalmente, Issei se introdujo entre las filas enemigas y la reacción fue instantánea.
Una gran cantidad de cuerpos salieron volando por doquier cuando el polvo y los temblores se presentaron en la zona. Issei continuaba avanzando entre los enemigos sin ningún tipo de problemas, matando a todos los que se cruzara en su camino prácticamente al instante.
"¡Por los Dioses, esto es increíble!" Exclamó Loki quien se encontraba sobrevolando la zona, observando con completo deleite como la gran cantidad de cuerpos inertes no paraban de salir volando en todas direcciones. "¡Es como si estuviéramos en presencia del mismísimo Heraldo de la Muerte!"
Issei se detuvo sobre la cabeza de uno de los tantos hombres que se veían claramente aturdidos. Él no tardó en usarlo como impulso para saltar lejos, por lo que la parte superior del hombre no tardó en ser aplastada por la gran fuerza que se había utilizado sobre su cuerpo.
Issei aterrizó sobre varios enemigos, propinándoles una doble patada realmente contundente. Lo siguiente que hizo fue esquivar y usar las propias armas de sus enemigos en su contra para matarlos, demostrando una gran habilidad en cada uno de sus movimientos.
Issei continuó avanzando, neutralizando cada oponente que se colocaba en su camino con dos simples movimientos, por lo que rápidamente comenzó a sentirse como si él se tratara de un objetivo imparable. Eso se ratificó cuando un ataque mágico intentó golpear su punto ciego, pero sorprendió inmensamente a todos cuando usó a uno de los hombres que tenía cerca para cubrir su espalda, deteniendo el ataque. Aun así, Issei no se detuvo allí, ya que se dio la media vuelta en un rápido movimiento, arrojando al hombre agonizante sobre sus adversarios, quienes se vieron abrumados por la fuerza con la que chocó contra ellos, por lo que cuando querían recuperarse, ya era demasiado tarde.
Todos solo pudieron observar con gran horror como Issei había creado un pequeño circulo mágico sobre uno de sus dedos.
"¡PRAAFFF!"
Una gigantesca explosión sacudió las espaldas de Issei, quien había retomado su lucha rápidamente con los enemigos que tenía enfrente. El protagonista bloqueó y utilizó la katana de uno de sus enemigos para bloquear y matar a otro que se había abalanzado por su otro costado, para luego extender sus alas y dar un pequeño salto para esquivar el golpe cubierto de magia que intentó propinarle un enemigo, quien observó atónito como Issei se había quedado flotando sobre él.
Issei rompió el brazo del hombre que aun sostenía la katana para luego matarlo con un rápido corte. Acto seguido invocó su katana en un rápido movimiento, apuntando al hombre que se encontraba debajo suyo.
Un gran impacto resonó por doquier cuando el arma de Issei atravesó el cráneo de su enemigo sin problemas. Eso no acabó allí, ya que Issei se sostuvo sobre su katana con ambas manos para dar dos fuertes patadas laterales que mataron a sus objetivos prácticamente al instante.
Issei desenterró la katana del cuerpo, y lo que sucedió a continuación fue una completa masacre.
Issei demostró su enorme habilidad con la espada cuando atravesó todas las defensas de mediante una gran ráfaga, rebanando a todos los que se cruzaban en su camino, por lo que los cadáveres mutilados se multiplicaron a una enorme velocidad. Lo único que podían sentir eran esos destellos sorprendentes y las fuertes explosiones que mataban a una gran cantidad de personas al mismo tiempo, por lo que era imposible intentar seguirle el ritmo.
Uno de los tantos Demonios temerosos agitó su espada hacia el frente por pura inercia al sentirse invadido por el miedo al ver como las explosiones se acercaban a un ritmo impresionante. Grande fue su sorpresa cuando sintió como su arma chocó contra algo, y más grande fue su consternación al notar que había golpeado el rostro de Issei, pero no le había hecho ni siquiera un rasguño.
Issei no lo dudó y lo cortó a la mitad de un rápido movimiento, para luego darse la media vuelta a una gran velocidad para desviar una gran cantidad de ataques mágicos con su katana. Su frenesí no se acabó allí, ya que se acercó a una gran velocidad hacia los invocadores para matar a cada uno, hasta que sorpresivamente se detuvo cuando tomó del cuello a la persona que estaba liderando ese pequeño grupo.
Issei se quedó en silencio cuando levantó un poco a cierta pelirroja para que sus pies no tocaran el suelo.
"Issei, yo no quería…" Rías intentó hablar, pero la palabra intentó era clave, ya que solo pudo vomitar un poco de sangre ante la gran fuerza que se estaba ejerciendo sobre su cuello.
"Descuida, no te guardo ningún tipo de rencor." Aclaró Issei, haciendo que una esperanza surgiera en la Demonio.
"¡Issei…!" Antes de que ella siguiera hablando, el único ojo visible del castaño brilló sin emoción.
"Adiós."
Fue una sola palabra…
Pero esa palabra sin duda que llenó de terror a Rías.
Aunque ese miedo no duró más que un segundo, ya que el sonido horripilante de un cuello roto resonó por todo el lugar.
Las manos de Rías perdieron la fuerza al instante ante la mirada imperturbable de Issei, quien solo observaba en silencio lo que acababa de hacer.
Su pequeño momento de reflexión fue interrumpido cuando una gran explosión mágica sacudió toda la zona, matando a todos los que se encontraban cerca de Issei. El mismo castaño salió despedido a una gran velocidad por el ataque tan repentino, aunque él no tardó en recomponerse en el aire para luego aterrizar sin dificultades, creando una leve línea de destrucción ya que sus pies se arrastraron por el suelo por varios segundos, hasta que finalmente volvió al punto de inicio.
Issei se recompuso lentamente mientras observaba a los enemigos sin expresión alguna.
"Atacamos todos juntos, y ni siquiera le hizo un rasguño…" Pensó Sirzechs con dientes apretados mientras observaba como Issei se quitaba el polvo de sus pantalones maltratados. "Pero eso no es lo más importante…" Sirzechs miró en todas direcciones, dejando en claro que estaba buscando algo o alguien.
De hecho, era una duda que todos compartían junto a él.
"¡¿Dónde diablos está el Trihexa?! ¡¿Por qué no reacciona al dispositivo?!"
Issei dejó de sacudirse el polvo, para luego alzar un dedo hacia el frente.
Una pequeña esfera apareció en su dedo, y eso fue más que suficiente para que todos se alarmaran a más no poder.
"¡RAPIDO, FORMEN DEFENSAS!" Shemhazai gritó sin dudar, siendo imposible para ella ocultar el miedo en su tono de voz.
"DRAGON SHOT."
La diminuta esfera se transformó en una gigantesca masa de energía mágica que estaba dispuesta a arrasar con absolutamente todo lo que se cruzara en su camino.
Una larga y gruesa fila de barreras se presentó cuando todos los Demonios y Caídos hicieron sus mayores esfuerzos para detener el ataque.
El Dragon Shot no tardó en colisionar contra las miles de barreras, generando una gran onda de choque que agitó todo a su alrededor. La gran fuerza del ataque no se hizo esperar, ya que las barreras comenzaron a ceder a una gran velocidad, hasta el punto de haber destrozado a la gran mayoría.
"¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!"
Los gritos agónicos de diversos Caídos y Demonios se escuchaban por encima de la gran conmoción que estaba causando el ataque. Pero eso era lo único que podía distinguirse de ellos, ya que el fuerte brillo carmesí no permitía ver absolutamente nada.
"¡Esto es ridículo!" Gritó Sirzechs mientras se cubría como podía.
Finalmente, la luz carmesí se achicó por un corto segundo, para luego formar una gigantesca explosión que envió a cientos de escombros muy lejos. El sonido ensordecedor lentamente cedió, haciendo que todos los que se encontraban desde el otro extremo se quitaran las manos de los oídos para observar con bastante asombro como Issei yacía frente a una gran nube de polvo.
Uno de los pocos Demonios sobrevivientes se levantaba lentamente entre el polvo mientras tocía sin parar. Su expresión aterrada y confusa no se hizo esperar cuando observó en todas direcciones, dándose cuenta de inmediato que no había forma de ver nada con una nube de polvo tan espesa como esta.
Aunque esa era la menor de sus preocupaciones…
El hombre observó hacia el frente tras escuchar un sonido extraño. Sus ojos se ensancharon levemente al mismo tiempo que un destello oscuro atravesaba su cuerpo.
Él ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando su cuerpo se partió en dos de un segundo al otro.
Los disturbios y la angustia comenzaron a sentirse dentro de todo el polvo cuando una gran cantidad de ráfagas oscuras chocaban en todas direcciones, cortesía de Issei y su katana.
"¡Ya lo entiendo!" Sirzechs apretó sus puños con fuerza. "¡Fue la Profecía! ¡Fuimos engañados frente a nuestras propias narices!" El enojo y la impotencia no se hizo esperar, los gritos agónicos solo aumentaban más esos sentimientos.
"¡No hay otra opción! ¡Tenemos que escapar…!" Exclamó Tamiel con una clara expresión de terror en su rostro, pero ni siquiera pudo dar más de dos pasos cuando fue cortado a la mitad.
"¡Tamiel!" Gritó Baraqiel con horror, y no pasó ni un segundo para que él terminara de la misma manera.
Todos los Cadres fueron cayendo como moscas, incluso la misma Shemhazai que había intentado escapar con sus alas.
"¡¿Pero cómo…?! ¡¿Cómo es que él planeó todo esto?!" Sirzechs se tomó el cabello con gran frustración al saber que su derrota era más que inminente.
"Quizás esa sea la única cosa en la que concordemos."
Los ojos de Sirzechs se ensancharon notoriamente tras escuchar esa voz, pero cuando quiso alejarse ya era muy tarde.
El Rey Demonio escupió sangre de forma repentina justo en el mismo momento que un sonido metálico vicioso se escuchó.
Sirzechs bajó su mirada lentamente, observando como una katana estaba atravesando su pecho de par en par. Sus ojos se guiaron lentamente hacia atrás, y lo primero que pudo percibir fue el aura oscura y corrosiva.
"Elohim es alguien realmente aterrador. Puede que sea el Dios más compasivo entre todos los Reinos, pero secretamente él resultó ser el manipulador más grande del mundo." La katana de Issei se deslizó aun más profundo, haciendo que Sirzechs volviera a escupir sangre. "Incluso resultó ser mejor que tú."
Una leve sonrisa sangrienta se dibujó en el rostro de Sirzechs tras escuchar esas palabras.
"Por lo menos, me es gratificante saber cual fue mi error…" Las manos del Demonio se aferraron con fuerza sobre la katana, ante la mirada atenta y sobre todo curiosa de Issei.
"¿Acaso no intentarás escapar?" La pregunta hizo que Sirzechs se riera, aunque su risa fue cortada prácticamente de inmediato cuando volvió a toser sangre.
"¿Podría escapar cuando estoy malherido y tengo enfrente a alguien que claramente me supera? Sé aceptar mi derrota, Hyoudou." Concluyó el pelirrojo, sintiendo que sus fuerzas se estaban agotando lentamente.
"Eso es algo raro, viniendo de una persona como tú." Aclaró Issei, quien reforzó el agarre sobre su katana ante la mirada de Sirzechs.
"Supongo que tienes razón…" Declaró el Demonio, para luego mirarlo con cierta intensidad. "Pero antes de morir, tengo una última pregunta." Issei lo meditó por un corto segundo, pero no tardó en asentir. "Cuando te desechamos, era imposible que sobrevivieras. Entonces, eso me lleva a pensar… ¿Quién eres exactamente?"
"No soy solo el último Sekiryuutei, también soy el Verdadero Dios Dragón del Apocalipsis." Explicó Issei, y los ojos de Sirzechs se ensancharon un poco ante tal revelación.
"¿Un Dios Dragón? Entonces, en la Profecía siempre se hablaba de ti. En realidad, el Apocalipsis solo se refería a nuestra especie…" El Demonio dedujo con avidez, para luego volver a sonreír. "¿Qué se siente tener que convertirte en un monstruo? Después de todo, tú…"
"Lo sé, también tendré que matar a los niños y bebes. Tendré que exterminarlos por completo para asegurarme que no vuelvan a causar problemas, y para eso debo convertirme en un monstruo." Issei lo interrumpió cuando alzó una de sus manos, creando un gran circulo mágico que comenzó a girar a una gran velocidad.
"Pero, si debo convertirme en un monstruo para asegurarme que nadie inocente sufra en el futuro…" Los ojos de Issei brillaron con gran intensidad, y el circulo mágico lo siguió cuando un brillo oscuro comenzó a emanar de él.
"Si es así, entonces me convertiré en el peor monstruo de tus pesadillas."
Una rotunda explosión sacudió el escenario, haciendo que la gran nube de polvo se disipara de un instante a otro.
Todos observaron en completo silencio hacia una dirección en concreta. El ruido constante de las gotas de sangre deslizándose por el metal rellenaban el ambiente silencioso.
Finalmente, Issei sacudió la katana con fuerza, logrando que toda la sangre se manchara en el suelo.
Y, por último, su mirada relajada cambió lentamente a una sonrisa.
"Se acabo."
Eran dos palabras…
Dos simples palabras…
Pero esa simpleza tenía un trasfondo tan complejo que sacudió el corazón de todos.
La primera en reaccionar fue Rossweisse, y su mirada que se cubría de alegría y lagrimas era una clara prueba de ello.
"¡Issei!" La Reina Valquiria exclamó en completa felicidad cuando comenzó a correr hacia él, y ese simple movimiento hizo que todos los demás por fin reaccionaran.
"¡WWWWWWWWWOOOOOOOOOOOAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!"
El grito de victoria se escuchó en todo el campo de batalla mientras todos los guerreros alzaban sus armas con mucha energía.
Vali y su grupo se reunieron, y como siempre era habitual en ellos, no mostraban muchos sentimientos, pero el hecho de que todos estuvieran sonrientes eran una prueba de que también estaban muy satisfechos con el resultado.
Cuando Rossweisse pasó corriendo al lado de Tiamat y Penemue, ambas mujeres se sonrieron y no tardaron en seguirle el paso.
Azazel se dejó caer en el suelo mientras daba un gran suspiro, aunque nadie le robaba esa media sonrisa que tenía su rostro.
Loki se acercó a su padre para ayudarlo a que se mantenga de pie, algo que Odín recibió con una sonrisa.
"Ve." Fue lo único que dijo Great Red, viendo que Ophis estaba muy ansiosa al ver como sus tres amigas se acercaban rápidamente a Issei.
"¡Cariño, lo hiciste!" Exclamó Ross con gran alegría cuando se abalanzó sobre él con un gran abrazo, algo que lo sorprendió visiblemente.
La sorpresa de Issei fue reemplazándose con una leve sonrisa cubierta de compresión al escuchar como su dulce Valquiria sollozaba sobre su hombro.
"¡Estaba muy preocupada!" Ella le dio un golpecito sobre su pecho, logrando que la sonrisa de Issei incrementara un poco más cuando la abrazó con aun más fuerza.
"Ya no tendrás que preocuparte nunca más." Fue la simple respuesta de Issei, que se ganó un asentimiento y un pequeño "¡Hum!" cubierto de emociones por parte de la mujer que amaba tanto.
"¡Issei!" Tiamat exclamó a todo pulmón cuando llegó junto a Penemue, saltando a sus brazos, por lo que se vio obligado a sostenerla al estilo nupcial.
"Fue increíble." Penemue acompaño la emoción de sus amigas con su típico temperamento serio, aunque no se abstuvo de abrazarlo con cariño.
"Jeje, gracias." Issei respondió con un leve sonrojo al mismo tiempo que volvía a su forma original.
Ese hecho no pareció importarles mucho a sus amantes, ya que todas estaban muy centradas en demostrarle el gran amor que le tenían. En especial Tiamat, quien aprovecho la posición favorable en la que se encontraba para frotar su mejilla contra la de él con mucho afecto, como ella siempre hacía.
Ese momento fue roto abruptamente cuando una Ophis flotando de cabeza apareció frente a todos, los cuales la miraron con mucha confusión.
Ophis se acercó sin decir nada para tomar los labios de Issei ante la mirada atónita de sus tres amigas.
"Ahora, él también es mío." Declaró la Diosa con una leve sonrisa cuando separó sus labios con los de Issei ante la mirada penetrante que se dirigía exclusivamente a Issei, dejando a entender que buscaban una respuesta inmediata.
"Bueno, pasaron muchas cosas ahí adentro…" Issei no pudo evitar frotar su cabello con cierto nerviosismo.
"Lo importante es que todo haya acabado." Declaró Rossweisse con una linda sonrisa en su rostro, aunque la seriedad de Issei indicaba exactamente lo contrario.
"Aún no ha terminado. Todavía hay muchos grupos peligrosos allá afuera, como la Facción de Héroes. También debemos encargarnos de todos los remanentes que quedaron de los Demonios y Ángeles Caídos para que esto no vuelva a suceder." Esa respuesta hizo que todas volvieran a una expresión seria.
"Entonces, déjanos ayudarte." Todos miraron hacia el frente, viendo que se trataba de Michael y Yasaka.
"Yasaka tiene razón. Es injusto que usted solo cargue con la presión de realizar un gran genocidio." Declaró Michael con seriedad. "Es cierto que son dos especies muy traicioneras, pero no debe ser sencillo acabar con vidas tan jóvenes."
"¿Estás de acuerdo con que los Ángeles quieran participar en una causa como esta?" Preguntó Rossweisse con ligera curiosidad tras escuchar las palabras de Michael.
"Esto fue el deseo de mi Padre. Puede ser cruel, pero si esto garantiza el nacimiento de una nueva era en la que solo reine la prosperidad y felicidad, entonces debemos hacer ciertos sacrificios para que podamos cumplirlo." Aclaró el Ángel con mucha seguridad en sus palabras, ganándose un asentimiento por parte de Issei.
"En ese caso, quiero darte las gracias. Ha ambos." Esas palabras hicieron que una sonrisa apareciera en el rostro de Michael y Yasaka.
"No tienes porqué agradecernos. De hecho, nosotros somos los que debemos hacerlo." Concluyó la mujer, para luego hacer una leve reverencia. "Si me lo permiten, ya me marcho. Estoy segura que mi hija debe estar muy preocupada en estos momentos." Esas palabras hicieron que todos asintieran como gesto de despedida.
Justo antes de que la líder de los Yokais se fuera, ella fijó su mirada en Issei una vez más.
"Por cierto, espero que la fiesta de la victoria sea pronto."
"Oh, es cierto, la fiesta…" Comentó Michael, viendo a los cinco con mucho interés. "Por lo que tengo entendido, iban a celebrar su matrimonio como la fiesta de victoria. ¿Cuándo será?" Esa pregunta hizo que las amantes de Issei lo observaran con mucha intensidad, ya que ellas no habían recibido más noticias desde aquella vez.
"Bueno, no lo había pensado mucho por todo lo que debíamos enfrentar antes. Además, ahora también debo encargarme de pensar en la felicidad de otra mujer que amo." Issei fijó su mirada en Ophis, dejando bien en claro quien era la nueva amante que participaría en la boda como actora principal. "Además, debo hacer varios preparativos. Probablemente esté todo listo en unos tres días…" Issei concluyó, frotándose el mentón mientras pensaba en todas las cosas que debía hacer.
Evidentemente, él deseaba que fuera la boda más perfecta que se haya visto nunca.
"Entonces, si no te molesta, me gustaría hacer una reunión para que todos sepan cuando se celebrará la fiesta." Declaró Michael, recibiendo un asentimiento por parte de Issei.
El Ángel se marchó para ver como se encontraban los suyos, por lo que Issei se encontró solo junto con sus futuras esposas una vez más.
"¿Ni siquiera nos puedes dar una pista de lo que harás?" Tiamat hizo la pregunta que todas tenían en mente.
La respuesta de Issei era más que obvia cuando una sonrisa misteriosa emergió de su rostro.
"Es un secreto."
¡FINAL DEL CAPÍTULO!
(En realidad, hay una corta escena más abajo)
¡Espero que hayan disfrutado el capítulo!
Este ha sido el cierre de la batalla final, y ahora nos dirigiremos directamente a un momento que muchos estaban esperando, y ese momento es que Ophis e Issei formalicen su relación desde todos los aspectos. Es obvio que en el próximo capítulo habrá lemon, pero no se preocupen, haré un aviso para cuando se introduzca la escena.
Creo que casi todo el próximo capítulo se enfocará en el sexo, pero habrá ciertos momentos interesantes después, así que veo necesario que no se salteen todo el capítulo a todos aquellos que no les gusta el lemon. Para ser sincero, no sé cual será su longitud exacta, pero el hecho de que tenga una idea sobre como trataré la escena sexual ayuda a que el capítulo pueda salir dentro d días, incluso menos.
Una vez más, les quiero agradecer a todos por haber alcanzado esa meta increíble en Wattpad.
Sin nada más que aclarar, es momento de despedirse.
¡Muchas gracias por leer!
Luego de chocar puños con Vali y Tannin, y hacer un pequeño asentimiento mutuo con Odín y Loki, Issei finalmente se acercó a un maltratado Azazel que estaba siendo muy bien cuidado por ciertas mujeres.
"¡Ya les dije que no hay necesidad de preocuparse!" Azazel aclaró por undécima vez, pero las Valquirias que había salvado no entraban en razón. "¡No necesito que me cuiden, y mucho menos no necesitan sentirse culpables!"
"¡Pero…!" Una de ellas quiso quejarse, ganándose un suspiro por parte del Cadre.
"Escúchenme. Si tendría que repetir ese momento para salvarlas, lo haría un millón de veces sin arrepentirme." Declaró el hombre con completa seriedad. "Así que no se vean en la obligación de cuidarme, ya que es completamente innecesario."
En esta ocasión, las Valquirias si lo escucharon…
…
…
…
Aunque solo la primera parte.
Eso era obvio de descifrar por el gran rubor que decoraba el rostro de las 10 hermosas mujeres, y eso fue algo que Azazel captó al instante, por lo que no pudo evitar palmearse el rostro.
"Lo siento chicas, lo tomaré por un rato." La voz de Issei hizo que todas las mujeres salieran de su enamoramiento para observar al héroe de la Reina Valquiria, por lo que rápidamente hicieron una profunda reverencia antes de alejarse.
"Gracias, mocoso. Me volviste a salvar." Aclaró Azazel con un ligero apretar de dientes cuando se sentó sobre la camilla improvisada.
"¿Qué se siente tener tus primeras fans?" El castaño le preguntó con clara burla en sus palabras, ganándose una mirada en blanco por parte de Azazel.
"Sabes, en estos momentos me doy cuenta que te enseñe bien. Demasiado bien." El Cadre se río entre dientes, dejando en claro que Issei había adquirido su característico humor, aunque solo lo demostraba en ocasiones.
"Sé que quizás no es el momento, pero necesito que me hagas un favor." La mirada seria de Issei hizo que Azazel lo observara con atención.
"¿Qué es lo que necesita un impresionante Dios Dragón de una persona tan simple como yo?" Issei observó hacia cierta dirección tras la pregunta.
Azazel no tardó en seguir su mirada, y rápidamente comenzó a entender lo que el mocoso quería.
Los ojos de Issei reflejaron a sus cuatro futuras esposas, quienes se encontraban hablando con felicidad y tranquilidad.
"Necesito que me consigas los anillos de bodas más majestuosos del mundo."
(Lamento si algunas escenas transcurrieron de una manera apresurada. Quería terminar este capítulo lo más antes posible)
