En alguna parte de la ciudad de Townsville, se encontraban tres pequeños chicos caminando bajo el cielo nublado, la temporada de lluvias había llegado y el agua se hacía presente todos los días, hoy no sería la excepción.
Los ya mencionados chicos caminaban sin rumbo alguno, no tenían a donde ir. Niños de esta edad normalmente se encontrarían jugando, riendo, bromeando o compitiendo entre ellos.
Pero no, ellos no
No tenían ganas, no estaban de humor, de hecho no recuerdan la última vez que se sintieron genuinamente felices o animados por algo.
Algo había pasado para que actuaran de esa manera especialmente ese dia, se notaba a kilómetros en sus rostros que se esforzaban por sobrellevarlo, y realmente no funcionaba.
Deambulando cabizbajos en la ciudad, sin decir palabra alguna, sin levantar la mirada...
—Hermano, tengo sueño—Decía un pequeño rubio de ojos azules, mientras bostezaba y hacia un esfuerzo para mantenerse de pie, realmente estaba agotado.
—Es tu turno—Indico un pelirrojo a su hermano azabache de coleta a su lado, quien le miro con cierto recelo.
—Adelante— El de coleta soltó un suspiro de fastidio antes de hincarse y permitir que su pequeño hermano se montara en su espalda. —Cada día te vuelves más pesado, deberías empezar a hacer más ejercicio en vez de quedarte dormido cada dos horas—Le dijo el pelinegro al rubio, quien solo soltó una risilla a lo dicho.
Los tres siguieron caminando rumbo a quien sabe dónde, y al poco rato el pequeño pecoso se quedó completamente dormido, siguieron así durante casi una hora vagando y explorando aquel lugar hasta que unas pequeñas gotas de agua se hacían presente indicando el comienzo de la lluvia.
— ¿Y ahora qué?—Pregunto Butch a su hermano mayor mientras lo miraba esperando su respuesta
—Solo camina—Respondió, saco una gorra roja que llevaba haciendo bulto en su suéter y se lo puso a su pequeño hermano, siguió el paso aún cabizbajo, el otro lo miro de reojo y no dijo nada.
Continuaron así un rato más hasta llegar a un callejón al cual la lluvia no llegaba, el pelinegro acostó con cuidado a su pequeño hermano en el suelo quitándose su suéter para ponérselo encima y que no sintiera frio, después de todo él era muy sensible
Acomodo la gorra que momentos atrás Brick le había dejado, el azabache lo miro por un momento, suspiro y se sentó a su lado recargándose en la pared, pronto sintió como algo caía sobre él, era el suéter de su otro hermano.
—Evita resfriarte—Fue todo lo que dijo antes de sentarse de cuclillas a su lado, el de coleta lo miro, no dijo nada y acomodo el suéter tal cual cobija para posteriormente cerrar los ojos y descansar.
El mayor observo por un momento a sus hermanos, no dijo nada, su rostro era inexpresivo, pero, aun así, el ambiente en esos momentos se sentía mal.
La noche empezó a caer y la lluvia no cesaba, se quedó despierto unos momentos más cuidando al par a su lado, se encontraba perdido en sus pensamientos repasando una y otra vez los sucesos de los últimos días, pronto empezó a sentir sus parpados pesados y poco a poco se fue quedando dormido, estaban sumamente cansados, ese no había sido precisamente el mejor día de sus vidas y el estar enfrentando con eso por mucho tiempo realmente los ha dejado agotados
Así que aquí se encontraban, en un momento de paz al fin, descansando, intentando despejar sus mentes e intentar dejar todo para la mañana siguiente.
Finalmente, Brick durmió...
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