Pecado.

Día 1.

Esta historia está registrada.

Espero la disfruten.


Bulma se encontraba en su laboratorio, en lo profundo de la Corporación Cápsula, mientras la tensión en el mundo aumentaba con la inminente amenaza de los androides. Estaba absorta en sus investigaciones tratando de encontrar una solución a la creciente inquietud que llenaba el aire. Mientras ajustaba los controles de una de sus máquinas, sintió una presencia que la hacía estremecer y le movía sentimientos que nunca nadie antes le había despertado.

Un aura intensa y poderosa la rodeó, y sin necesidad de voltear supo que Vegeta estaba allí. Aquel príncipe Saiyajin que había dejado una profunda huella en su vida y en su cuerpo. Bulma, con su corazón latiendo con fuerza se volvió para encontrarse con la mirada penetrante del Orgulloso Príncipe.

"¿Qué haces aquí?", preguntó ella, intentando mantener una calma que simplemente no lograba alcanzar, era impresionante lo mucho que se descomponía al encontrarse a solas con él.

Vegeta no respondió de inmediato; caminando lentamente hacia ella con una confianza abrumadora. Sus ojos se encontraron, chispas de pasión brillaban en ellos. Se acercó a Bulma y colocó una mano en su mejilla suavemente, acariciándola con algo que podría ser ternura, las sorpresas que le daba el príncipe eran impresionantes.

"Bulma", murmuró su nombre con una voz profunda y apasionada.

Bulma sintió una oleada de emociones abrumadoras, él casi nunca pronunciaba su nombre. ¿Lo había logrado al fin? ¿Se había convertido en Super Saiyajin?

La fortaleza de Vegeta, su determinación y su vulnerabilidad en ese momento la conmovieron. Tomó la mano que sostenía su rostro y la apretó con fuerza; ellos dos habían aprendido a comunicarse sin palabras, a leer sus expresiones, a sentir prácticamente lo que el otro sentía.

Vegeta bajó la mirada, como si lidiara con sus propios demonios internos. Pero luego volvió a levantar la mirada y la atrajo hacia él con delicadeza.

Bulma se acercó a él, sintió su cálido aliento en su rostro, sus manos fuertes tomándola como siempre, su cuerpo musculoso contra la suavidad de ella; sus labios rozaron los de Vegeta, primero lentamente y luego se dejaron ir en un beso lleno de pasión y promesa.

En ese momento entendieron que estaban unidos por algo más que la batalla que se avecinaba. Tenían un hijo. Había una conexión profunda, una chispa de amor que los unía en medio de la oscuridad y el caos. Juntos enfrentarían lo que estaba por venir, fortalecidos por el amor que habían descubierto en el corazón del otro.

¿O no?


Aquí les dejo este mini one shot, el final es, porque como saben, Vegeta y Bulma no andaban muy bien al inicio de la saga Cell.

La imagen que hice con AI la pueden ir a ver al Harén del Príncipe Vegeta.

Les deseo un lindo día.

Y si quieren playeras de Dragon Ball, vayan a pedir la suya a facebook :)