"¿Por qué no me llevas a otro lugar? A un lugar al que yo no pertenezca y nos escondemos hasta mañana".

"Eterno resplandor de una mente sin recuerdos"


Cuando Gwen despierta solo puede distinguir las luces fluorescentes que brillaban encima de ella. Parpadeó un par de veces para poder ajustar mejor su vista.

El pitido constante de una máquina llamó su atención y giró la cabeza a un lado notando una máquina que mostraba sus signos vitales. Confundida trata de moverse, pero una punzada dolora la golpea desde la punta de sus pies hasta la coronilla de su cabeza.

Ella gime adolorida, pero aun así trata de moverse. Una mano cálida le aprieta la mano llamando su atención.

-Hermosa – susurra la voz ronca a su lado. Gwen gira la cabeza a su izquierda y ve a Miles sosteniéndole la mano.

-Hola – la voz le sale rasposa por la falta de uso. Gwen tose un par de veces al sentir la garganta seca.

-Espera… - dice Miles ayudándola a sentarse, luego le pasa un vaso con agua. Gwen toma un par de tragos refrescando su garganta seca.

-Gracias…

Ella le sonríe levemente. Miles besa la mano pálida llena de rasguños.

-¿MJ, Betty y Glory están bien? – pregunta la rubia al ver su brazo derecho enyesado.

Miles suspira entrelazando los dedos con ella.

- Si, están bien. Solo deben descasar.

Gwen cierra los ojos.

-Mierda, casi muero de nuevo.

Miles frunció el ceño apretando la mano que tenía entrelazada con ella.

-Me salvaste de nuevo, Miles – dice ella con una sonrisa triste, sus ojos azules brillantes como estrellas.

-Te prometí que no te dejaría morir. No te dejaré ir fácilmente, Gwen Stacy

Ella ríe con cansancio. Sus ojos se llenan de lágrimas.

-Lo siento. Solo me siento muy triste…siempre soy una carga – solloza Gwen. Miles frunce el ceño y se sienta a su lado en la cama. La cama es pequeña, pero es perfecta para ellos dos.

-Nunca serás una carga para nadie.

Miles pasa un brazo por los hombros de Gwen y la trae a él. Ella se acurruca contra él, esconde el rostro en el pecho del chico mientras solloza.

Miles la acaricia y besa la cabeza de la chica.

Cuando ella se tranquiliza, ella juguetea con la chaqueta de Miles con su mano buena.

-¿Dónde están los demás? – pregunta con la voz ronca por las lágrimas.

-Tu papá está ultimando algunos asuntos y Peter y su tía acaban de salir a comprar un café

-Mmm…

Ambos se quedan en silencio por unos segundos. Miles besó la frente de la chica mientras ella se acurrucaba aún más en él.

-Desearía tener super poderes – murmura Gwen. Miles ríe un poco.

-¿Super poderes?

-Sí, así podría patear el trasero de los idiotas que hicieron esto. Sería cool.

-Sí, lo sería

Ambos ríen.

-Lo peor de esto es que no podré tocar la batería por un tiempo – gime con molestia Gwen mirando su brazo derecho enyesado.

-No te preocupes, conociéndote te curaras más rápido de lo que te imaginas. Pronto estarás golpeando tus sentimientos con las baquetas.

Ella le sonríe besándolo en la mejilla.

El teléfono de Miles vibra. Miles de mala gana se separa de la rubia y revisa el teléfono.

Gwen lo observa fascinada. Lo ve como si nunca antes lo había visto, incluso se siente más enamorada de él que nunca.

El rostro de Miles se arruga de molestia y suspira. Guarda el teléfono nuevamente en el bolsillo de sus pantalones.

-¿Qué sucede?

-Cosas del Merodeador

Gwen frunce levemente el ceño. Miles vuelve a mirarla.

-No quiero irme.

- No te vayas. Quédate conmigo. Crearemos una banda de jazz.

Miles ríe, luego se acerca a ella y la besa en los labios.

-Suena perfecto

-Quédate conmigo. Huyamos juntos – murmura Gwen besándolo nuevamente.

-De acuerdo

Ella sonríe entre besos.

Ambos sabían que era imposible, pero disfrutaron estar en su propia dimensión solo por un momento donde solo eran ellos dos. Lejos de todos, del merodeador, de los Seis Siniestros , de sus amigos… solo eran Miles y Gwen.

-Te amo

-Te amo

La habitación parecía iluminarse con colores acuarelas, el aroma a desinfectante y el pitido de la máquina a un lado era todo lo que necesitaban ahora. Todo era perfectamente imperfecto.


Nota de la Autora: Hasta aquí esta pequeña historia que nació de divagaciones tontas. No es un final espectacular, pero creo que el mejor final que pueden tener es que estén juntos.

La frase - No quiero irme. - No te vayas. Quédate conmigo. Crearemos una banda de jazz. fue tomada de la película Lost In Translation. Esta frase me hizo recordar a Miles y Gwen así que quise agregarlo.