Capítulo 2
Termina la incursión.
-Hipo ¿te lastimaste? - preguntó tan pronto estuvo cerca y comenzó a revisar si había alguna herida.
-E-estoy bien Seren, yo sólo—
El sonido de la madera crugiendo los detuvo, no fue una sorpresa cuando la madera cedió y se derrumbó justo al lado de ellos.
Seren se estremeció al ver toda la destrucción que siguió a la caída y para terminar los dragones lograron huir gracias a eso, con mucha de su comida y ganado.
-Ay por todas las nornas- murmuró Seren.
-Lo siento... papá. - escucho a Hipo decir.
(POV. Seren)
¡Oh! ¿no les dije? bueno ...
Hipo es él hijo del jefe Estoico; él principal heredero de la tribu de los Hooligans de Berk.
Es verdad, lo totalmente opuesto al estilo de vida vikinga es el heredero.
Y no es que sea un problema; Hipo es brillante en muchos aspectos, pero para todos es difícil salir de lo que conocemos y estamos acostumbrados.
Seren no sabía que decir que podría ayudar en esta situación. Pero siempre puedes contar con Hipo para eso.
– Pero le di a un furia nocturna. – Su padre lo agarro del cuello de su chaleco peludo, Seren casi chilla cuando tuvo el mismo destino, aunque Hipo se mantuvo de pie y camino, Seren se encogio en si misma por los nervios y como resultado ella termino siendo llevada como un cachorro mal portado.
–"Que humillante" –
Tenia miedo de decir algo; ella temia los días que el jefe Estoico se ve molesto, especificamente cuando esta molesto con ellos.
Escucho con medio oido como Hipo decia algo sobre Punta Cuervo. Entonces recordó lo que Hipo dijo antes.
–"¿Le dio a un furia nocturna?"
Pero Estoico no tenia paciencia está mañana.
–¡Basta! – Ambos fueron soltados y el jefe se giro para encararlos– Cada vez que pones un pie afuera se desata el caos, ¡y tu siempre lo cubres! –miro a cada uno de ellos. Ella no pudo apartar la mirada. –¿no entienden que tengo problemas más grandes? el invierno se acerca y tengo todo un pueblo que alimentar.
Hipo no era muy bueno en no ser quién tiene la última palabra, lo lleva a hacer un poco...
–Aqui entre nos, al pueblo le hace falta menos alimentos, ¿No crees? –
...Sarcastico.
Seren se mordio la lengua para no reir.
–¡Esto no es un juego Hipo! agh ¿Porque no puedes seguir las más simples órdenes?
_ "¿porque no escuchas a tu único hijo?" - ella pensó.
–No puedo evitarlo- se defendio– veo un dragón y tengo que matarlo.
– "Eso no suena a ti" - No pudo evitar pensar Seren, algo en la oracion se sintió...mal
– Eres muchas cosas Hipo, pero un cazador de dragones no eres, vualvan a casa –levanto la vista para hablar con Bocón – asegurate que cada uno llegue. Tengo que limpiar su desastre.
Bocón les dio una palmada en la cabeza a ambos y los empezo a llevar por el incómodo camino de regreso.
Pero claro que no podian faltar las risas y las burlas de Patán y los gemelos, Patapez y Astrid no dijeron nada, solo miran.
–"Como siempre" – Seren pensó resentida; para ella son igual de malos. Y ella eventualmente les cobrará por ello.
Dejando que las burlas entraran por un oido y salieran por el otro se quedo al lado de Hipo, rozó sus nudillos con los de él, para hacerle saber que ella sigue alli, y que ella siempre va estar. Esperaba haber transmitido el mensaje; y parece que lo hizo, si el que Hipo le devolviera el toque fue una señal.
– En serio le di a uno. – insistió Hipo durante el camino de regresó
–Claro Hipo. – apaciguó Bocón, aunque su tono no demostraba tanta confianza.
–Tu me crees ¿verdad? – le preguntó en voz baja a su amiga esperando que ella le creá, ella no defraudó.
–Claro que si – dijo con firmeza, igualado su tono– pero tenemos que planear esto bien.
–Mi papá no escucha. – se quejo abatido.
–Es de familia– dijo sin dudar Bocón, mientras estaban llegando a la entrada del hogar del jefe. La casa de Hipo.
–Y cuando escucha tiene este tono de... decepción. Como si alguien le hubiera puesto poca carne a su comida – y con un mal actuado tono grave en su voz, tratando de imitar a su padre dijo– Disculpe moza, creo que me trajo al vástago equivocado, yo pedí a un niño extra grande, con brazos fuertes, agallas y gloria de guarnición, ¿esto? ¡esto es un pescado parlanchín! –acompaño todo su monólogo gesticulando con las manos y brazos.
.
.–¿Cual dijo que es su apellido señor? – ella intento bromear al ver la cara larga de su rayo de sol (ella tiene muchos apodos vergonzosos para Hipo)
..
Y valio la pena, ya que Hipo puso los ojos en blanco, pero vio el movimiento de sus labios, aún no una sonrisa, pero lo más cercano a una.
–No, ambos lo estan viendo del angulo equivocado. No es como te ves afuera, es lo que llevas dentro lo que no soporta.
Mala elección de palabras Bocón.
Ninguno de los adolescentes lucía impresionado; ambos con una mirada de "¿hablas enserio?"
–¿en serio?
–Gracias por recordarmelo. – Dijo Hipo sarcástico, se giro para abrir la puerta.
–El punto es –siguio Bocón – deja de esforzarte tanto en ser algo que no eres.
¿Pero Hipo realmente tiene otra opción?
Era la duda que nunca dejaba a Seren tranquila.
–Solo quiero ser uno de ustedes – Hipo sonó tan derrotado cuando dijo eso. Finalmente abrió la puerta, invitanto a pasar a la pelirroja.
–Oye, tengo que llevarte a tu casa. –intervino Bocón.
–Pijamada mañanera. –fue la elocuente respuesta de Hipo y Seren antes de cerrar la puerta.
Bocón solto un pequeño suspiro tanto preocupado como exasperado por los chicos.
Decidio que era mejor dejarlos por ahora, se dio la vuelta y empezó su camino al Gran Salón, para participar de la reunión que siempre se hacen luego de las incursiones.
–ya se fue– Hipo dejo de mirar por una rendija de la ventana.
–Muy bien, vamos. – Seren guardo unos elementos basicos en su bolsa atada a su cintura, ambos guardaron sus dagas y salieron por la puerta de atrás.
Seren lo negaría; pero esta asustada, un Furia Nocturna es prácticamente un elemento de cuento hecho verdad, pero muy peligroso, nadie a visto uno y vivido para contarlo. O eso le dijo Bocón hace años cuando preguntó.
Y ahora, ella y su mejor amigo se van a meter al bosque, a una de las partes más alejadas como lo es Punta Cuervo, para buscarlo.
Solos.
Ruega a Odín para que todo salga bien
(En el Gran Salón)
–O los liquidamos o ellos nos liquidan– resonaba la voz del jefe– solo así no libraremos de ellos si hallamos el nido y lo destruimos se buscarán otro hogar– Tomó una daja y la apuñalo en un mapa, en una zona marcada con niebla y dragones.– una búsqueda más, antes de las heladas.
– quiénes van nunca regresan– habló un vikingo
–somos vikingos eso es un gaje del oficio, entonces, ¿quién irá conmigo?– preguntó Estoico.
La gente murmuraba excusas, sin querer emprender una misión tan arriesgada tan cerca del invierno, dejando solo una minima cantidad de guerreros capaces en Berk.
–Esta bien – aparentemente aceptó el jefe– los que se queden cuidaran a Hipo.
O tal vez no.
No cabe aclarar que prácticamente todo el pueblo aceptó...incluida Brenda, la tía de Seren.
Uh, raro, ¿no creen?
Con la deciciones tomadas la gente salio a prepararse, el Salón estaba casi vacio cuando Bocón se levanto y bebió lo ultimo de su hidromiel se su jarra-protesis.
–Bueno, empacare mis calzones.
–No, necesito que te quedes y entrenes nuevos reclutas.
–Ah perfecto. Y mientras este ocupado Hipo cuidara el horno, ¡oh! Seren puede afilar espadas, fundiran metal y estarán mucho tiempo solos. ¿que podria salir mal?
Estoico suspira miemtras se sienta al lado de su viejo amigo.
–¿Que voy a hacer con él?
–Que entrené con los otros. - ofreció Bocón – Seren también tiene la edad para entrenar.
–Hablo enserio
– Yo tambien.
– Estará muerto antes de que saques al primer dragón de su jaula, y Seren terminara matando a alguien.
–Bah, eso no te consta.
–Claro que si, estoy segura.
–Claro que no.
–No, de hecho si lo sé.
–¡Claro que no! – Bocón dijo con más firmeza.
–Escucha, ya lo conoces– se puso de pie mientras hablaba– desde que empezo a gatear fue...diferente. No escucha, tiene la atencion de...¡un gorrión!, lo llevo de pesca y se pone a cazar trolls.
–Los trolls existen, se roban los calcetines, aunque solo los izquierdos, ¿que se creen? – dijo lo ultimo más para si mismo.
–Seren también me preocupa, la conocemos desde que era bebé, Hilda e Ivar eran amigos por Thor. Es prácticamente familia, tiene gran potencial pero siempre parece lista para lanzar una flecha a cualquiera que no sea Hipo. No trabajara bien en equipo.
–Ella solo quiere cuidarlo, Hipo tambien la cuida mucho, solo que no se nota. Asi es como ellos son. – intentó explicar Bocón, pero parece que Estoico no escucho realmente.
–Cuando era niño...
–ay, ahi va. – se lamentó Bocón.
–...mi padre me dijo que le diera un cabezazo a una roca, y lo hice, creí que estaba loco, pero no lo cuestioné, ¿sabes que pasó?
–Te dio jaqueca. –
–Esa roca se partió a la mitad. Me enseño de lo que un vikingo es capaz, puede aplastar montañas, derribar bosques, ¡domar mares!, ya desde niño sabía lo que era y lo que me convertiría.
El jefe de tribu suspiro mientras se sentaba de nuevo junto a Bocón; una montaña de hombre, alguien que encara a los dragones con las manos desnudas, parece tambalear cuando se trata de esos 2 niños.
–No puedes frenarlos Estoico, solo nos queda prepararlos, se que no tienes mucha fé, pero tu y yo sabemos que no vas a estar todo el tiempo para cuidarlos. Ambos volveran a salir, probablemente ya estén afuera.
Cuanta razón tenia Bocón.
Pero lo que nadie más hubiera esperado, era que ambos encontrarian algo que cambiaria sus vidas...
Para bien o para mal.
