Capítulo 15: Pasado.

Si algo dice que has pasado mucha mierda, es que te llegue un libro relacionado a la muerte sin remitente y que tus amigos lo tomen como un lunes cualquiera. Draco no ha visto este libro antes en la biblioteca y a diferencia del libro de Orion Blake no este encriptado, tampoco es de un gran tamaño y hay varias anotaciones sobre el velo de la muerte que hacen sospechar a Draco. Luego de explicarles a sus amigos que lo esperaron toda la noche lo sucedido con Umbridge, quitando del lado que Michael salió del closet, el evento de la noche era el extraño libro que todos miraron preocupados.

No parecía maldito.

Tampoco había runas o maldiciones a su alrededor.

Así que como buenos Ravenclaw curiosos que eran, lo leyeron. El velo de la muerte está dentro del ministerio y el libro como tal no mencionaba mucho más de lo que podrían averiguar, pero había algunos aspectos de la muerte que probablemente no deberían ver chicos de 15 años. Desde algunas repercusiones en el cuerpo humano luego de una maldición imperdonable, enlaces de magia de alma o investigaciones bastante perturbadoras que hicieron los innombrables en el pasado.

Lo cual es divertido, porque se supone que eso es clasificado.

Leer este libro debía estar prohibido.

Por dicha nadie comentaba nada, desde los eventos de La Profesora Trelawney y el nuevo profesor de adivinación que era un centauro, por el cual la hermana de Padma parecía encantada como todos sus estudiantes, estaba siendo centro de atención; aunque parecía ser que su primera clase fue bastante controversial en muchos aspectos.

—A pesar que no tiene sentido, es tan común que a Draco le pasen estas cosas que incluso es aburrido—musita Anthony comiendo su manzana roja, una abominación, como hacerlo cuando hay una perfecta manzana verde frente a él.

Bien.

Mejor para Draco más manzanas verdes para él.

—Según la leyenda de Beauxbatons la lagrima de la sirena se ha perdido en el velo de la muerte, pero incluso este libro no habla mucho al respecto—dice Luna con pesar al verlo frente a ella, como si buscara algo que nadie más encontraba.

Tristemente tampoco lo hizo.

El Velo de la Muerte es una enigmática estructura ubicada en el Departamento de Misterios. Parece ser la manifestación de una barrera entre el país de los vivos y el país de los muertos. No se puede viajar libremente entre ambos mundos, ya que es solo un viaje de ida. Probablemente, los Inefables que trabajan en el Departamento de Misterios han tenido ocasión de estudiarlo de cerca.

Aunque se trabaja en la cámara de la muerte, no se sabe mucho si no eres un inefable. La Cámara de la Muerte es una habitación en el Departamento de Misterios dedicada al estudio de la muerte. Se encuentra en el noveno nivel del Ministerio de Magia en Londres, Inglaterra.

Draco se vería interesado en convertirse en un inefable solamente para obtener información, sus amigos son tan curiosos como él, así que puede que no fuera el único en pensar eso.

—También, aunque el traslador ahora nos lleva a la cámara de los secretos, la verdad es que los otros trasladores que hemos trabajado no estamos seguros a que parte del país nos lleve; incluso con coordinadas, luego de ver que terminaran en la habitación de Umbridge tal vez sería mejor no utilizarlos por ahora—brama Terry luciendo también algo cansado, es quien más ha estado trabajando en cálculos, sintiéndose culpable por el incidente de Draco y Michael.

No importa que tanto dijeran que no era culpa de este.

Draco mastica su manzana tarareando.

Harry tampoco parecía muy emocionado con que siguiera con trasladores creados por chicos de 15 años, pero en su defensa, eran chicos de 15 años muy talentosos; mejor enfocarse en el DA, siempre es una opción segura. Aunque era la opción más segura practicarlo en el colegio, porque su traslador de emergencia siempre los llevaría a Hogwarts.

Supone que será un trabajo en proceso para su sexto año.

Maldición.

—Pansy y Blaise han dicho que escucharon a Umbridge patrullar más seguido, parece ser que sospecha algo—musita Padma por bajo.

Era genial tener agentes encubiertos de su lado, incluso si Blaise casi lo hechiza por su comentario, siempre es encantador tener amigos que tengan conexiones cercanas con enemigos potenciales; sus amigos deben ignorarlo durante el día para que eso funcione, pero Draco supone que vale la pena.

Pansy ha logrado hacer un patronus en forma de serpiente el día anterior, si bien todos hicieron burla de que era un Slytherin de pies a cabeza, la chica estaba demasiado orgullosa para verse afectada; Draco la había visto riendo con Parvati y Lavander, luciendo bastante satisfecha con su patronus y dándole sonrisas brillantes que Draco llevaba mucho tiempo sin ver.

Blaise tiene problemas con el patronus, pero el hechizo elemental ya era natural para él y una pantera en llamas era bastante asombrosa para todos.

Sus dos amigos estaban creciendo en magia, si bien hay una posibilidad que al final de la lucha no eligieran su bando, no importa; Draco les daría las herramientas para sobrevivir si fuera necesario.

—Todo solamente se hace más tenso, pero al menos mi hermosa novia siempre está ahí para mi—dice Anthony dándole ojos de corazón a su novia, haciendo a todos reír divertidos; puede que Anthony fuera demasiado tímido al inicio de la relación.

Lo sigue siendo.

Pero a veces Anthony hace estos comentarios para aligerar el ambiente, lo que funciona y también provoca sonrisas satisfechas en el rostro de Padma.

—Dime algo que no sepa tesoro, tal vez así pueda darte una recompensa—habla juguetona y Draco se estremece, porque, aunque sabe que sus amigos no han tenido sexo (Anthony no se silenciaria por eso) toda esta charla parece de doble sentido.

Son sus bebés, no quiere saber esas cosas, aunque su parte cotilla puede que quiera un poquito.

—Draco tiene un tatuaje en la espalda—responde Anthony sin dudarlo, provocando que Draco escupa su trozo de manzana cuando todo el grupo voltea a verlo sorprendido.

Le da una mirada de traidor a Anthony que parece no arrepentido, Padma lo mira con ojos de águila, antes que todos demanden ver el tatuaje y que Draco se niegue. Cuando admite luego de una coacción que puede que lo tuviera en la espalda, suelta gritos impotentes cuando todos lo arrastran al baño más cercano, porque quieren verlo.

En el camino donde es literalmente sujeto de pies y manos, mientras es cargado como si fuera una bolsa, se topa a Harry con sus amigos; suplica por ayuda.

Su novio solamente lo ve, antes de dar un paso atrás como Ron y Hermione.

Miserables traidores.

.

.

—¿Por qué te secuestraron tus amigos? —

—Ahora quieres hablar conmigo, gracioso, yo solamente estoy viendo a un traidor que me dejo solo con ellos—

Harry bufa sin darle mucha importancia, ambos sentados en el pasillo de siempre, ese que usualmente nadie visita y que tiene una vista sombrosa al lago. Eran pocas veces que pueden sentarse ahora por el trabajo que tienen, ser un maldito quinto año es peor de lo que otros hicieron notar, lo cual ya era bastante mal. Luego de ver a una Hufflepuff literalmente romperse en herbología, Draco intento que estos momentos fueran más comunes, pero era algo difícil.

Ahora que ambos estaban juntos, Harry con varios libros de transformaciones, pero además su libreta de dibujo, el muy mal novio quiso preguntar.

Pero ese día no quiso ayudarlo.

En fin.

La traición.

—No te estaba traicionando, simplemente no iba a meterme en camino de 5 Ravenclaw decididos—

—Eso es traición—

—Tan dramático—

Harry se ríe esquivando la patada que quería darle, sujetando su tobillo contra su costado, sus piernas como siempre parecen una maraña de lazos, pero Draco disfruta el contacto y especialmente cuando Harry mantiene su pierna a su lado dándole leves caricias.

La mirada del chico es cálida y Draco maldice que eso le afecte, después de algunas semanas saliendo quería pensar que su efecto disminuiría en él; tristemente solamente empeora, lo cual es bastante decepcionante para el futuro si esto sigue así.

No le dirá a Harry.

El mocoso ya tiene demasiado poder sobre él.

—No debes decir nada—le reprende, a lo cual Harry asiente emocionado, suspira antes de ver por el ventanal pensativo—puede que de forma muy ilegal obtuviera un tatuaje en vacaciones, Anthony soltó la sopa a pesar que él también se hizo un tatuaje y Padma demando verlo…todos apoyaron la noción—

—¿Tienes un tatuaje? —

—Si—

—¿No eres muy joven? —

—Otra vez, si—

—¿Qué es? —pregunta Harry impresionado, pero por la mirada que le da, solamente bufa divertido—ok pregunta estúpida, debe ser un dragón…quiero verlo—es increíble como a pesar que es una bolita de algodón de azúcar, Harry puede ser increíblemente demandante cuando quiere.

Draco mira por el pasillo, pero niega con la cabeza explicando que no puede mostrarlo porque debe quitarse la camisa, en retrospectiva puede que no fuera la mejor idea de comentar; ya que Harry no tuvo reparos en llevarlo rápidamente a la sala de los Menesteres. Quiso argumentar que ir por aquí tan seguido debe ser peligroso, especialmente con Umbridge olfateando los alrededores, pero Harry solamente movió las manos emocionadas por ver el tatuaje.

A diferencia del día donde sus amigos casi lo desvistieron a la fuera, ahora si estaba un poco incomodo y abochornado.

Como si no se hubiera desvestido ante varias personas antes.

Tomando asiento en el sofá dándole la espalda a Harry, que sigue viéndolo porque es difícil no sentir la mirada del chico, comenzó a desabotonar su camisa. Fue una buena idea para que sus manos levemente temblorosas no fueran vistas por el chico, tampoco es que tuviera que bajar totalmente la camisa, solamente mostrar la parte superior de la espalda donde en el medio se encontraba su tatuaje de dragón.

Hizo algo de frio, la habitación creo una chimenea.

Excelente servicio.

Draco espero al menos dos minutos con la camisa al medio de su espalda, donde nadie dijo nada y eso comenzó a preocuparlo.

Esto es una mala idea.

—Estas muy silencioso—hablo sin voltear el rostro, lo había sentido caliente y no quería que lo viera sonrojado, así que esperaba poder colocarse la camisa antes de voltear a verlo.

Pero no paso.

No hubo respuesta y Draco solamente bufo por bajo listo para subir la camisa, al menos que fuera totalmente ciego ya habría podido darle una buena vista de su tatuaje; estaba por subirla y hacer bromas sobre el día que se tatuaron, sin incriminar a Dora y solamente comentar los gritos de Anthony cuando algo lo detuvo totalmente.

Cual escalofrió en todo su cuerpo o que un rayo cayera literalmente sobre su cuerpo, unos labios tocaron su espalda exactamente dónde estaba su tatuaje, cualquier capacidad neurológica acaba de morir por al menos unos segundos antes que procese que de alguna extraña forma, su novio acaba de besar su espalda. Por un momento piensa que son imaginaciones suyas, porque si bien se han besado seriamente estas semanas en cada momento que puede (tristemente no muchos), Harry era el mismo chico que en febrero se había emocionado por un simple apretón de manos.

¿No es esto demasiado rápido?

Es como acelerar un automóvil de golpe y Draco detiene su línea de pensamientos, porque por un momento todo es simplemente mucho.

Pero no se detiene, son besos simples, pequeños aleteos de labios contra la piel de su espalda, que parece ser demasiado sensible y no sabía, porque en este cuerpo nunca había sido besado ahí; como Orion no era de gestos dulces, era de acostarse con personas al azar donde la dulzura era lo último que ambos pensaban y por eso se siente totalmente desprotegido.

Es como el pensar en tener una relación, siempre fue terrorífico porque era algo nuevo que no conocía, esto ahora es algo nuevo que no conoce. Draco podría manejar la lujuria de Harry si llegara, tal vez con algo de dificultad porque también era alguien con hormonas, pero podría controlarlo; esta exposición es un poco devastadora porque es un borde demasiado delgado entre adoración, ternura y probablemente lujuria si lo piensa ahora.

Harry sigue besando, Draco no puede evitar el escalofrió vergonzoso que aparece.

Su cerebro decide irse de vacaciones ya que esta paralizado como un idiota.

—No había pensado mucho en tatuajes antes, pero puedo decir que veo el encanto sobre tu piel—dice con voz levemente divertida y un poco ahogada, que hace que Draco se muerda los labios sin poder confiar en que la voz no salga nerviosa.

Maldición.

¿Cómo termino metido en este embrollo?

Un beso justo en la parte atrás de su cuello, casi donde inicia su cabellera lo hace saltar para alejarse de la sensación. No es que no quiera sentirla, todo lo contrario, quiere sentirla muy seriamente. Le da a Harry una mirada enojada, pero este parece casi divertido de verlo alejarse al otro extremo del sofá.

Se encoge de hombros inocente.

Draco se apresura a subirse la camisa, alegre que al menos entre sus pantalones no se note nada anormal, estuvo a un poco de que comenzara a sentir cierto amigo del sur despierto y por suerte no sucedió; pero no iba a tentar su suerte.

—Eres una pequeña mierda sabes, el autocontrol no es tu fuerte—gruñe abotonando rápidamente su camisa, sintiéndose un poco más seguro ahora que hay distancia.

Su corazón parece al borde de un paro cardiaco, pero supone que sobrevivirá.

Harry ladea la cabeza sobre el borde del sofá.

—¿Por qué debería controlarme? —

—Bueno porque llevamos apenas unas semanas juntos, si actúas de esa forma podría hacer cosas que podrías arrepentirte—la mirada de su novio ahora parece incrédula, haciendo que Draco se sonroje avergonzado—somos jóvenes, no hay que apresurar las cosas—aunque tal vez debería, no sabe si sobrevivirán a la guerra y bueno podría hacer cosas al menos este año antes que todo se complique el próximo año si lo hace.

Aleja el pensamiento, no ocupa ser tentado.

Ya se tienta solito.

Que desastre.

—Dudo que me arrepienta de algo que hiciéramos en el contexto que hablas—dice Harry de forma desvergonzada y Draco lo ve sin poder bajar el rojo de sus mejillas por sus palabras.

—Harry—

—Oh Draco por favor, no es que no me guste besarte porque sería una gran mentira, pero no me molesta avanzar; pero si te molesta no hay problema—

—No es que me moleste, pero es…se supone que deberíamos llevar las cosas con calma—

—¿Por qué? —

—¿Respeto? —

Harry sonríe de forma cariñosa, Draco quiere decir algo de que es mejor irse, pero cuando este literalmente gatea hacía él se queda sin palabras; traga saliva cuando este toma asiento de forma descarada sobre su regazo, con ambas piernas a su costado y es probable que ningún pensamiento puro pase ahora por su mente. Sus pechos no chocan, ya que Harry solamente lo mira expectante, a lo cual Draco traga saliva un poco nervioso.

Sus ojos parecen más oscuros de lo normal, pero hay una naturalidad en sus acciones que lo derriten un poco; Harry quien odiaba el contacto de otros cuando era niño, parece totalmente encantado con el acercamiento a él y se siente especial por eso.

Vale retira lo dicho.

Puede que tampoco pueda con un Potter cachondo.

Una mano suave en su mejilla lo hace estremecer un poco, pero la caricia de Harry es bastante inocente y de forma instintiva, Draco lleva su mano para colocarla sobre la de él para perdurar un poco más el tacto; eso genera una sonrisa en su novio.

—Tengo curiosidad, sé que te gusto, pero a veces es…me pregunto qué tanto te gusto, como si físicamente ya que no pareces interesado en tocarme a veces—su voz parece un poco preocupada.

Maldita sea este mocoso, el rostro de Draco se vuelve rojo, pero Harry parece verlo curioso esperando la respuesta.

Solamente tuvo que enseñarle a charlar y resolver problemas.

Maldición.

Hubiera sido genial no tener esta conversación, nunca, por su salud mental; pero en una relación sana era sin duda lo mejor.

Joder.

—Bueno si me gustas, me preguntaba todo lo contrario, ya sabes…ni siquiera sabía que te gustaban los niños este año—Harry lo ve con cansada exasperación por su comentario.

—Bueno me gustaban las niñas, cuando era pequeño creo, pero es difícil de pensar, siempre me has gustado; físicamente también si te lo preguntas—

—¿Tenemos que tener esta charla? —

—Tú eras el que quiere solucionar las cosas hablando, y Hermione me dijo que era mejor que lo hablara—

—¿Qué hablas con ella? —

—¡Draco! —

Lo ve fijamente un segundo, notando que este hace un puchero, pero realmente se ve preocupado, así que suspira y toma aire. Harry suelta un grito ahogado cuando lo toma por la cadera (bastante esbelta para un chico), atrayéndolo rápidamente contra él; es divertido ver sus mejillas rojas cuando ambas entrepiernas están en contacto, con ropa de por medio. No está totalmente duro, pero ahora que lo está tocando o esta tan cerca, su amigo del sur piensa que es hora de presentarse de forma emocionada, sonríe al sentir algo duro contra él.

Se acerca para darle un beso en el cuello al chico, que se escalofría bastante notorio sujetándose de su pecho para estabilizarse.

—Pienso que eres hermoso Harry, tanto así que es difícil contenerse a veces—admite sorprendido por la sinceridad en su voz, porque eso sonó totalmente bochornoso.

Vale la pena, porque el rostro de Harry solamente carga esa sonrisa brillante que tiene para él, sus ojos por otro lado si bien emocionados, muestran muchas cosas que Draco no había pensado antes; especialmente una sensualidad que debería ser jodidamente ilegal.

Su cabello algo despeinado, su piel ligeramente bronceada que brilla por la llama de la chimenea.

No miente.

Es hermoso.

Sus ojos verdes que parecen brillar con adoración.

Tal vez demasiado para Draco, pero es egoísta así que, no va dejarlo ir.

—Entonces no lo hagas—expresa con tranquilidad, antes de tomar sus mejillas para darle un beso que lo hace suspirar.

Deberían estar haciendo la tarea.

Pero no lo hacen.

Draco disfruta de besarse con su novio un rato más, pasando sus manos sobre sus costados sin adentrarse dentro de su ropa; a pesar de todo realmente quiere ir un poco despacio, aunque la idea de quitarse la ropa es tentadora especialmente en la sala de los menesteres. Tiene autocontrol, aunque no tanto, porque una vez que Harry parece pillar un movimiento balanceante sobre él, sus estúpidas hormonas adolescentes hacen que poco después ambos estén gimoteando sobre los labios del otro antes de correrse con la ropa puesta; haciendo que todo sea extremadamente brillante y vigorizante.

Debería sentirse avergonzado, pero la sonría perezosa de Harry totalmente deleitada, hace que no importe.

Y para que ese mocoso deje de pensar que no le gusta, Draco se asegura de dejar una serie de marcas en su cuello que Harry parece desfilar con orgullo el día siguiente.

Ron lo ve claramente luciendo miserable, Hermione admite que tal vez Harry puede hablar demasiado de él y eso lo hace reír en su clase.

Snape parece compartir el horror de Ron en la clase de pociones.

En fin.

Un día normal en su vida actual.

.

.

La primera vez que Draco se encuentra con Firenze en realidad estaba buscando a su padrino, sabe que es inútil por la situación actual, pero quiere hablar con él con respecto a sus clases con Harry. Su padrino suele estar siempre en las mazmorras, pero al irlo a buscar a su oficina la encuentra cerrada y eso lo hace deambular por los pasillos confundido por su ubicación; no debió confiar en Fitch cuando lo envía a una dirección, pero una parte de él pensó que si dudaba podría ser peor. Había meditado sobre pedirle a Harry su mapa, pero si este preguntaba más, no cree que este feliz de que interceda con Severus por él; porque Harry es así de estúpido y noble.

Es la primera vez que ve un centauro, dado que no ha estado en clases de adivinación y usualmente no pasa por ahí, simplemente lo ignora.

Pero apenas el centauro lo ve, se queda detenido en su lugar y Draco tiene esa sensación incomoda en su ser, desde niño siempre ha sido amado u odiado por las criaturas mágicas; aunque en general son solamente las acuáticas que lo odian. El centauro Firenze es como mitad hombre y mitad caballo. De medio cuerpo para abajo es un caballo blanco con la cola rubia, y de medio cuerpo para arriba es un apuesto joven rubio y de ojos azules.

No tiene nada en contra de las criaturas, pero ahora entiende porque algunos jóvenes (especialmente mujeres) lo han descrito como alguien atractivo a su manera.

Al menos su parte similar a la de un humano.

Que este camine hacía él y lo invite a pasar a su salón de clase, hace que Draco dude y maldiga estar solo para no poder escaparse.

¿Por qué acepta?

Bueno, no tiene una buena razón para negarse y es curioso por naturaleza.

—Es interesante conocerte, había escuchado a las criaturas marinas hablar de un niño de su legado, pero verlo siempre es impresionante—habla Firenze caminando por el aula de adivinación de este, que es como entrar a un maldito bosque.

10 de 10 en decoración.

Draco no era uno que disfrutara del lago, tampoco había entrado tanto al bosque como quisiera, pero era mil veces mejor el bosque que el lago y esta habitación lo hizo lamentar un poco no haber estudiado con esta adivinación; incluso si pensaba que la adivinación era algo inexacto y casi abstracto.

¿No tenía Draco una profecía?

Bueno.

Por eso no le gustaba.

—¿Legado? —

—Decir su nombre es maldito, pero hablo del mago oscuro con el nombre de una constelación—Draco se irgue en su asiento en un tronco, viendo a Firenze de forma sorprendida, pero el centauro apenas si parece afectado mientras toma un poco de té—por lo que puedo percibir, hay una maldición ya sobre tu persona, interesante que no se hubiera afectado totalmente—

Todo golpea el rostro de Draco de golpe.

Se emociona.

Se aterra.

Algo dentro quiere gritar en victoria.

Hay tanto por preguntar, Draco no se ha encontrado con muchas personas que supieran sobre Orion Blake, pero en general el padre de Megumi que era el único que parecía conocer un poco al respecto, no había sido de mucha ayuda; pero Firenze no parecía tenerle miedo.

Tanto.

No importa.

Debió conocerlo antes.

—Sabes quién es Orion Blake—declara casi con deleite, el centauro frunce el ceño cuando menciona el nombre, pero tampoco lo corrige.

Positivo.

Toda la alegría explota en su pecho, porque esto sin duda es útil, claro que tiene el libro de Orion Blake; pero a veces un poco de ayuda sería tan genial. Desde primer año han estado haciendo malabares por ellos mismos, sus Ravenclaw han trabajado casi de la nada y cada pequeña ayuda de otra persona los ha llevado a descubrir un poco más del misterio que hay detrás de Orion Blake.

Un centauro.

Jamás pensó que la ayuda vendría que aquí, pero eso no lo detiene.

Un momento.

—Sabes que estoy maldito—musita Draco frunciendo el ceño, eso tampoco suena muy bien que digamos.

Suena terrible.

—Agradecería que no mencionaras ese nombre en mi presencia, es un nombre con un gran poder y las criaturas mágicas no lo apoyamos…muy pocas de ellas no lo ven como algo negativo—expresa Firenze haciendo que Draco pestañee algo perdido—ese hombre es algo que toda criatura mágica conoce, dentro de la historia su presencia tiene tantos significados negativos que es increíble; fue el único mago que desentraño misterios de las criaturas mágicas para su uso persona, un mago impredecible—

Hay un tono algo misterioso en su voz, Draco solamente arrugo la nariz un poco incomodo.

Un centauro es una criatura mágica nativa de Europa (Grecia, Gran Bretaña, Croacia) cuya cabeza, torso y brazos aparentemente humanos están unidos a un cuerpo de caballo. Según ellos, son su propia especie, y no son cualquier tipo de mestizo. A pesar de ser muy inteligentes, los centauros son clasificados como bestias por el Ministerio de Magia, ya que estaban descontentos por tener que compartir su estatus con arpías y vampiros.

Son seres astrólogos, con mentes profundas. Saben mucho, pero comparten poco, y no se puede tratar de obtener una respuesta directa de un centauro.

Draco tiene que jugar sus cartas si quiere obtener alguna respuesta.

—Las criaturas del lago quisieron matarme en mi tercer año, dijeron que me parecía a este—no dice que las criaturas del lago técnicamente lo llamaron su legado y rencarnación, no cree que pueda ser útil que Firenze piense que es un rencarnado de Orion Blake.

Ni siquiera sabe que tanta verdad sea, solamente está omitiendo algunas cosas.

Firenze lo ve como si supiera que está mintiendo u ocultando algo, pero solamente se acomoda mejor en su roca alta.

—En el principio de la humanidad las criaturas mágicas ya existían, durante muchos años antes que un humano apareciera para intentar dominarnos, estábamos nosotros; por eso cuando los humanos aparecieron se instauraron algunas reglas, las cuales Orion Blake fue criado al romperse una y siguió rompiendo otras—

—¿Qué reglas? —

—Las criaturas mágicas no deben tener descendencia con humanos—Draco ve confundido al centauro, pero este solamente suspira viendo al techo donde se puede ver un cielo nublado—claro que ahora muchas criaturas mágicas y humanos han procreado, pero incluso ellos son vistos como una aberración por las criaturas mágicas…Hagrid aunque es un humano que respeto y es un cuidados de criaturas mágicas con mucho esmero, seria visto como una aberración por los grandes seres mágicos que gobiernan entre nosotros—

Quiere defender a Hagrid, probablemente un Gryffindors lo hubiera hecho, así que con una disculpa mental a su gigante amigo deja que su Ravenclaw interno gane la partida; porque está obteniendo información y eso no es algo que pase tan a menudo.

—Eso significa que Orion era una mezcla de mago y criatura mágica—conecta rápidamente con interés, no era algo que habían pensado, pero sin duda Orion era un mago oscuro.

¿Sería de una criatura mágica oscura?

No está seguro si es importante, pero podrían investigar al respecto sobre criaturas mágicas y si algo podría guiarlo al velo de la muerte; ahí fue la última vez que se vio la lagrima de la sirena.

¿Qué tenían de conexión ambas cosas?

—Un dragón—los ojos de Draco giran a verlo incrédulo, pero Firenze solamente lo ve fijamente—Astraion, uno de los 7 dragones primordiales—¿Por qué siempre el maldito numero 7?, piensa Draco con molestia, antes de darse cuenta que por primera vez no entiende de que habla alguien sobre dragones—dice la historia que tuvo un hijo con un humano, el hijo era el mago oscuro del que buscas saber—

Espera.

—Eso no dice la historia, si hubiera un hibrido de un dragón y un humano se sabría—salta rápidamente ofendido, porque es un nerd de dragones y es la primera vez que escucha eso.

Además.

¿Cómo procrean un dragón y un humano?

Nada de esto tiene sentido.

Firenze no parece ofendido por la interrupción.

Tampoco entiende.

¿7 dragones primordiales?

—La historia de nuestra gente siempre será nuestra historia, solamente revelo parte de esta información, porque dentro de ti en tu sangre, corre el legado maldito de ese hombre; aunque no son los primeros que vemos con ese linaje—Draco comienza a querer pegarse un golpe con la pared más cercana, porque los malditos centauros no pueden ser más claros; por piedad u cualquier cosa, Firenze parece apiadarse de él—la sangre Black es una sangre maldita, todos tienen la misma maldición sobre ellos, pero tu Draco Malfoy, has desencadenado un terrible futuro al buscar sobre este hombre—no fue como si fuera intencional.

Pensó en sus amigos, comenzó a preocuparse.

Dejo de lado su deseo de saber más sobre Orion, porque, aunque Firenze está siendo demasiado amable al hablarle sobre cosas; no sabe cuánto puede durar y posiblemente es mejor que elija a sus amigos antes que Orion Blake.

Tiene tantas preguntas, pero se muerde el labio y dice la importante.

—No sabía que estaríamos malditos, no quiero que mis amigos sufran, ¿hay forma de librarse de la maldición? —ni siquiera sabe que maldición es, pero no es la primera persona que ha hablado del tema y antes que haga algún efecto o algo por el estilo, deberían hacer algo al respecto.

No han descodificado todo el libro de Orion Blake, pero en ningún lugar habla sobre alguna maldición y nadie parece verla.

Es como si existiera y al mismo tiempo no.

Draco se alarma cuando ve los ojos de Firenze tristes, como si tuviera lastima por él.

—La maldición que tienes fuera de tu línea de sangre es una maldición que todo humano obtiene cuando investiga sobre ese mago, una maldición creada por el señor de los espíritus del agua Vodník—bueno eso sin duda es más de lo que esperaba, su mente recuerda que había leído sobre la criatura en el libro de Orion varias veces—solamente él puede liberar la maldición si quisiera, pero esta tan avanzada que probablemente antes que puedas encontrarlo surtirá efecto—bueno ahora eso si era deprimente.

Traga saliva inquieto.

—¿Qué hace la maldición? —pregunta tentativo, porque aunque puede que no sirva de nada, tal vez pueda prepararse de alguna manera para ralentizarla hasta que pueda encontrar a ese espíritu maldito.

—Si es la maldición que creo, está destinada a muchas cosas, puede ser mala suerte hasta que el destino te destruya condicionadamente en su interior…hasta llegar a romperte y asesinar algo que amas; algo es cierto en todo esto, la maldición ha avanzado y puede que ya hiciera algunas cosas negativas en tu vida, pero antes que termine este año sin duda, puedo ver como alcanzara un punto de no retorno—

Draco se queda ahí, con el rostro tenso y una sonrisa casi por cortesía.

Un solo pensamiento coherente en su mente.

Maldita sea.

Firenze lo despide con un rostro serio, mientras Draco corre de regreso a la torre Ravenclaw, una parte de él dudando sobre decir o no; cuando Anthony lo ve pestañea sorprendido, pero rápidamente lo ayuda a tomar aire con una bolsa de cartón cuando comienza a hiperventilar.

Solamente pensando ahora en que este año se supone que moriría Sirius, y Draco no quiere que eso se repita.

.

.

Al final les dice, intenta ocultarlo por dos días antes que sus amigos saquen la sopa al verlo mortalmente pálido, Draco siente la necesidad de disculparse por esto, pero nadie parece culparlo; aunque el traslador de Hogwarts está terminado, deciden de forma unánime trabajar sobre la tumba de Dargavs hasta el próximo año y ahora buscar más sobre esta misteriosa criatura que parece controlar la maldición. Incluso con la ayuda de Firenze que podría ser más de la que han recibido de un tercero hasta ahora, no hay forma fácil de obtener información de Vodník; una leyenda rusa Muggle, pero con mucha menos información por ahora en Hogwarts y sus amigos recurren rápidamente a sus familiares para saber más de este.

Debe haber alguna forma de romper la maldición antes que alguien salga herido o muera.

Sirius.

No quiere que muera.

No quiere que muera Dora o Remus.

Si esta maldición sigue, es probable que muchos eventos de la historia original se repitan y Draco no puede evitar sentirse algo enfermo al respecto.

¿Hay algún hechizo para mantenerlos con vida?

Cedric estaba con vida, pero de alguna forma fue a costa de la vida de Viktor y Draco no sabe cómo sentirse al respecto; se pregunta si salva a Sirius si alguien tomara su lugar y eso lo vuelve loco. Pero sería ridículo pensar que puede salvarlos a todos, es imposible que en una guerra todos sobrevivan y mucho menos pensar en una vida sin muertes; pero si tan solo pudiera librar de la muerte aquellos que son importantes para él.

Que pensamiento tan egoísta.

No se arrepiente de eso.

—Pareces pensativo, nunca es bueno—comenta Anthony sentándose a su lado en el suelo, mientras el resto de estudiantes del DA se encuentra practicando frente a ellos.

Su mirada se posa sobre Harry, quien claramente era el mejor en usar un Expelliarmus y parecía decidido a ayudar a Neville, quien lucía nervioso mientras Luna y Ginny lo victoreaban. Luna claramente era su amiga, era suya y era su hermana, pero al no estar en su año se había unido también a Ginny y de alguna forma en este DA comenzaron adoptar a Neville.

Draco lo apoyo totalmente, su pequeña niña merecía más amigos.

Luna siempre le decía que los Ravenclaw iban primero, Draco es egoísta al sentirse feliz al respecto.

—Es la maldición—no hay motivo para mentir, no a Anthony al menos, este sabe demasiado sobre él y sería ridículo pensar que a estas alturas puede decirle algo que sea mentira y le crea.

Blaise gruñe cuando Michael se sube a su espalda declarando que es ahora que luche contra ellos, Terry gimotea mientras intenta alejarse de ambos, pero Blaise parece decidido a no dejarse torturar por su cuenta. Por otra parte, Pansy parece hablar de forma divertida con Lavander y Parvati, señalando su patronus corpóreo con una sonrisa satisfecha.

Padma por otro lado gruñe a los gemelos sobre tomarse las cosas más en serio, mientras Megumi está siendo instruida por Cedric.

Un buen grupo de autoaprendizaje donde todos ayudan a todos.

—No puedes dejar que eso determine tu vida—habla Anthony con seriedad, pero Draco solamente tuerce el labio en una mueca.

—Sirius—

—No inicies, eso ya no va a suceder, han cambiado muchas cosas de las que nos contaste y eso no tiene que repetirse—

—Entonces alguien tomará su lugar y será mi culpa—

—Eres tan dramático—Draco le da una mala mirada, pero Anthony solamente se ve exasperado—es tu culpa solo si tu asesinas a alguien, si ocurre de otra manera no es tu culpa; lamento decírtelo, pero incluso si eres alguien poderoso, el mundo no gira a tu alrededor—voltean a ver nuevamente al grupo donde Zacharias se está quejando con Justin sobre algo y Justin parece hastiado—nada de esto fue tu culpa, no pediste que nada sucediera y puede que si seas egoísta, pero nunca has querido herir a otros, solamente estas viviendo tu vida y no veo que eso sea malo; que fueras un bastardo egoísta me hizo pensar que eras genial, dices las cosas que nadie quiere decir y aun así…eres una buena persona—finaliza con una sonrisa, que es tan contagiosa que Draco la regresa sin poder evitarlo.

—Piensas demasiado bien de mi—

—Es el trabajo de un mejor amigo, ahora vamos, es hora de los duelos—

Anthony se pone de pie de un salto, ofreciendo la mano que Draco acepta gustoso, con ambos de pie van donde Padma parece notar la mirada de ambos y comienza a llamar la atención de todos; su niña es tan buena dirigiendo y organizando, un talento que deberá explotar en el futuro.

Mientras camina hacia el centro, su mirada se desvía a Zacharias que está gruñendo mientras se levanta del suelo donde estaba; hay un ligero gesto de este sujetando parte de su lóbulo con una mano como si estuviera nervioso que lo congela confundido.

Siente que ha visto eso antes.

Zacharias voltea a verlo, soltando su lóbulo y fulminándolo con la mirada, pero Draco lo sigue viendo intentando adivinar donde ha visto eso antes.

Un empujón en el hombro lo hizo salir de su ensoñación para ver a Harry a su lado, este luce algo curioso de su intercambio de miradas. Sonríe intentando no mostrar su propia confusión, Harry ha sido una gran persona en estos días, si bien parece comprender que preguntar todo sobre Orion no lleva a ningún lado; no sabe que es Orion, pero sabe que es un tema prohibido, eso no evita que siga a su lado.

Se ha vuelto muy físico.

No de forma incómoda para otros, aparte de abrazarlo por la espalda o su extraña necesidad de tomar su mano, Harry deja cualquier material subido de tono solo cuando puedan estar solos; tristemente no es tanto como quisieran.

Pero es una manera de apoyo muy apreciada.

Va a decirle que todo está bien, cuando sucede.

La puerta de la habitación se abrió y se cerró. Draco miró alrededor para ver quién había entrado, pero no parecía haber nadie ahí. Esto pasó momentos antes de darse cuenta que la gente ubicada cerca de la puerta había hecho silencio. Lo siguiente que supo fue que alguien tiraba de su túnica en alguna parte cerca de las rodillas. Miró hacia abajo y vio, con gran asombro, a Dobby, el elfo de la casa, mirándolo desde debajo de sus ocho sombreros de lana habituales.

—¡Hola, Dooby! –lo saludó Harry— ¿Qué estás…qué te pasa? —

El elfo tenía los ojos abiertos con terror y estaba temblando. Los miembros del AD que se encontraban más cerca de Draco habían guardado silencio; Todos en el salón observaban a Dobby. Los pocos Patronus que la gente había logrado conjurar se desvanecieron en una niebla plateada, dejando la habitación mucho más oscura que antes.

—Harry Potter...señor – dijo el elfo con voz aguda, temblando de la cabeza a los pies –Harry Potter, señor…Dobby ha venido a advertirle…aunque los elfos de la casa han sido prevenidos para que no hablaran... —

Él corrió con la cabeza hacia la pared. Harry, quien tenía experiencia de los hábitos de Dobby para autocastigarse, intento detenerlo, pero Dobby tan apenas rebotó sobre la piedra, mientras sus ocho sombreros le servían de almohada. Hermione y unas cuantas chicas más dejaron escapar chillidos de miedo y simpatía.

—¿Qué está pasando, Dobby? – preguntó Harry, agarrando al elfo por el diminuto brazo y alejándolo de cualquier cosa con la que pudiera tratar de lastimarse.

—Harry Potter...ella...ella... —

Dobby se golpeó fuertemente en la nariz con el puño libre. Harry lo detuvo nuevamente.

—¿Quién es "ella" Dobby? —Draco se congelo de inmediato, aunque Harry parecía saber de quien se trataba a pesar de hacer la pregunta—¿Umbridge? – preguntó Harry, horrorizado.

Dobby asintió, luego trató de impactar su cabeza contra las rodillas de Harry. Este lo sujetó a prudente distancia.

—¿Qué pasa con ella? ¿Dobby...ella no habrá averiguado sobre esto...sobre nosotros…sobre el AD? —

Él leyó la respuesta en la afligida cara del elfo. Aferró sus manos mientras el duende intentaba golpearse y caía en el suelo.

—¿Ella está viniendo para acá? – preguntó Harry, quedamente.

Draco intercambio mirada con sus amigos rápidamente, todos ellos parecían algo en shock, pero cuando su mirada se encontró en Anthony este rápidamente toma la mano de Padma que parecía confundida; Michael quien inusualmente es un desastre salta alerta para correr donde esta Luna, quien parece confundida y Terry rápidamente sujeta a Blaise por el cuello quien luce algo blanco.

Dobby soltó un aullido y empezó a batir con fuerza sus pies desnudos contra el piso.

—¡Sí, Harry Potter, sí! —

Harry se enderezó y miró a las personas que lo rodeaban que, inmóviles, contemplaban aterrorizadas al elfo que se retorcía. Su mirada cayo en Draco, pero cuando este asintió, algo pareció brillar en el rostro de Harry con determinación.

—¿QUÉ ESTÁN ESPERANDO? – bramó Harry — ¡CORRAN! —

De inmediato, todos corrieron hacia la salida, formando un follón en la puerta, mientras la gente la atravesaba a empujones. Draco podía oírlos correr a toda velocidad a lo largo de los corredores y esperó que tuvieran el buen sentido de no intentar hacer todo el recorrido hasta sus dormitorios. Eran apenas las diez y nueve minutos; bastaba con que se refugiaran en la biblioteca o la lechuceria que quedaban más cerca.

Draco se quedó atrás esperando que todos salieran, sus amigos no fueron juntos, cada uno de ellos se fue con un grupo de personas dirigiéndolos y conociéndolos ellos los guiarían en la dirección correcta.

Megumi parecía algo alarmada y por eso Draco se la dio a Cedric, quien literalmente la cargo sobre su hombro como un costal de papas mientras tomaba la mano de Cho para salir corriendo; mientras ella estaba preocupada por su amiga que no iba asistido ese día.

Marrieta.

Sintió un mal sabor de boca, volteo a ver a Harry, pero este solamente lo empujo para que se apresurara a salir y antes de saberlo estaba corriendo en el pasillo con nada menos que Zacharias. Ambos se vieron bastante enfermos por el hecho, pero los pasos hicieron que ambos comenzarán a correr alejados de eso.

—Esto era una mala idea, siempre pensé que era una estúpida idea—chillaba Zacharias corriendo a su lado con una gran facilidad, Draco sentía como si eso fuera también familiar, pero no tenía tiempo para procesar.

Una sombra se apareció al final del pasillo, abriendo la puerta empujo a Zacharias quien cayó de culo, pero la cerro para que no lo atraparan.

¿Por qué?

No tenía la menor empatía por el sujeto, pero de alguna forma su cuerpo reacciono de alguna forma por sí misma y Draco se alarmo de quien pudiera atraparlo. Su rostro quedo en blanco cuando Theo apareció al final del pasillo con la varita en alto, los ojos de su amigo lo vieron fijamente y Draco se sintió un poco incomodo.

Así serían las cosas supuso, de ahora en adelante, ambos al lado del otro.

Espero que no encontraran a Pansy y Blaise, no es que quisiera que alguno de sus amigos recibiera un castigo, pero sus dos Slytherin tendrían mucho más que un castigo si eran atrapados. De forma similar a como hizo con Zacharias, Theo rápidamente lo tomo de la muñeca antes de arrastrarlo contra la esquina de la pared y lanzarle un hechizo.

Pensó que dolería, pero no sucedió nada.

No hubo dolor.

—Theo aquí estabas—dijo la voz de un chico de Slytherin de séptimo año.

Adrian Pucey, el primo de Michael.

Draco estaba congelado y quieto, pero Theo no lo miraba a él, miraba Adrian y al chico a su lado, Cassius Warrington; sintió el corazón latirle en las orejas. Adrian y Cassius habían estado dentro del equipo de Slytherin de quidditch, pero no los había visto jugar últimamente; estaban en su séptimo año.

—Pensé escuchar pasos, pero no encontré a nadie—mintió Theo de forma magistral, con su rostro como una roca; Draco miro rápidamente a Adrian que parecía pensativo.

Cassius por otro lado bufo por bajo.

—Son como ratas, había muchos, pero no pudimos capturarlos…escuche que alguien atrapo a Potter—hablo Cassius, Draco se mordió el labio para no gritar, porque sería estúpido gritar ahora.

Claro que atraparían a Potter.

¿Por qué siempre él?

Estúpido protagonista de este mundo. Si fuera un Gryffindor, Draco saldría de su escondite, gruñiría, maldeciría y probablemente terminaría en la misma oficina de Harry, pero eso no aportaría ningún bien para nadie. Se mantiene en silencio mientras ve a Cassius dar media vuelta para irse, Adrian ve a Theo con intensidad unos momentos antes de irse.

Todo queda en silencio, Draco espera que Zacharias al final del pasillo no sea tan estúpido para salir.

—Umbridge se enteró de su club secreto, tienen un soplón dentro de Ravenclaw—no sus Ravenclaw, Draco sabe que no serían ellos y así el rostro de Marrieta cae en su mente con odio; incluso siendo amiga de Cho nunca debió aceptarla—pensé que serias más inteligente que ser atrapado, solo la suerte hizo que fuera yo—casi parece una broma cuando usa un movimiento de varita para quitar el hechizo.

Ahora Draco puede verlo y este también.

Theo sigue teniendo el cabello castaño prolijamente peinado, sus ojos siguen siendo azules como cuando lo conoció cuando era niño; es más alto, no tanto como Draco, pero ha crecido y su rostro se ha cincelado bastante bien este año. Draco puede admitir que su viejo amigo de la infancia es un chico bastante atractivo, se ve diferente del año pasado y ese beso incomodo entre ambos, ahora parece casi un joven criado para el éxito.

Lo extraña.

Extraña a su amigo con quien hablaba de libros cuando tenían 4 años en medio de las fiestas aburridas de sus padres.

Pero algo en su mirada, hace que Draco trague saliva, porque hay una barrera ahí entre ellos que puede palpar.

¿Desde cuándo está ahí?

Parece que mucho antes que ese horrible viaje en tren en cuarto año.

—¿Te gusto el libro? —pregunto casualmente, Draco detiene sus pensamientos recordando un libro de muerte y el velo que había aparecido hace unas semanas.

—Tú lo enviaste—no fue una pregunta, fue una afirmación que lo hace sentir inquieto, pero Theo se encoge de hombros.

Se siente perdido.

No sabe que pasa aquí.

Años sin hablar, años donde todo parece confuso, pero aquí Theo lo había ayudado y también le regalo un libro interesante; no quiere sospechar de este, pero su ceño se frunce sin poder evitarlo. Algo en su mirada hace a Theo sonreír divertido y su pecho duele de anhelo, de regresar un poco a esos días donde la vida era fácil y solamente eran ellos contra el mundo; Blaise, Pansy, Theo y Draco hablando dentro de un vagón de tren emocionados por lo que les esperaría el primer año en Hogwarts.

Era tan codicioso.

Había mantenido a Blaise y Pansy dentro de su grupo del DA, pero aun quería a Theo con ellos.

Siempre queriendo algo que no puede tener.

—Pensé que te gustaría—

—¿Por qué? —

—Siempre tan desconfiado, algunas cosas no cambian, pero otras sí; eres un Ravenclaw, adivínalo—no hay malicia en la voz de Theo mientras se marcha por el pasillo, Draco se queda ahí confundido viéndolo marchar.

Suspira antes de ir por Zacharias, que le da un puñetazo apenas sale de la habitación y Draco lo quiere maldecir, pero no puede, aparentemente cuando lo lanzo contra la habitación fue tan duro que le hizo un esguince en el tobillo. Así que Draco tuvo que arrastrarlo a la torre Ravenclaw, donde sus amigos ya habían llegado y Padma tuvo que curarlo a pesar de sus quejas; parece que curar la nariz rota de Draco era menos importante que su pie.

Zacharias se quedó toda la noche.

Fue una tortura.

.

.

Draco no tiene ningún aprecio por Dumbledore, duda que lo llegue a tener en algún momento, pero incluso él no puede evitar pensar que lo que hizo fue tanto estúpido como interesante; al final se había cumplido la palabra de sus amigos y Dumbledore había tomado la culpa del DA, Draco no se siente para nada culpable de su ausencia. Todos piensan que va ser un desastre ahora que él no está, y tal vez sea así, no es que hubiera hecho algo demasiado drástico hasta ahora y por lo tanto su ausencia no le molesta en absoluto. Para su novio por otro lado, parece que le dijeron que la navidad se canceló y actúa bastante deprimido al respecto, como si de alguna forma fuera todo su culpa, cuando en realidad no lo era.

Entiende un poco mejor las palabras de Anthony ahora, sobre como algunas cosas no eran culpa de uno a pesar de que uno se siente como si lo fueran.

Además de Umbridge como directora y la Patrulla Inquisidora, que era formada especialmente por Slytherin, todo sigue siendo tan malo como recuerda.

No puede hablar con Pansy y Blaise ahora menos que nunca, estar en grupos es casi una situación drástica y todo esto es tan fuera de los derechos de magos que Draco piensa que es un asco.

Los adultos no aportan nada.

Solo decretos estúpidos.

Por suerte los gemelos en ocasiones hicieron algún destrozo para animar un poco el ambiente, pero eso no evitaba que todo fuera un poco complicado para todos en general; este año no estaba siendo muy divertido y solamente parece empeorar cada día más.

Así que fue difícil para Draco poder concertar una cita con Flitwick, era un día un poco tarde pero el hombre lo había aceptado de forma emocionada y como Harry estaba en lecciones con Snape supuso que podría tomar su raro tiempo libre para averiguar cosas.

Siempre parecen necesitar saber cosas ahora.

No solamente a Padma gruñendo sobre su tarea de herbología, que Neville muy amablemente como siempre ayudaba.

—Es raro verte por aquí Draco, usualmente siempre estas metido en alguna investigación con tus amigos—amablemente el profesor no comenta sobre el asunto del DA que, si bien los profesores no deben apoyar, han sido suficientemente amables en ayudarlos a recuperar los puntos de casa que la brigada inquisitoria parece encantada con quitarles todo el tiempo.

—Realmente estoy aquí para investigar un tema, si no es mucha molestia claro—acepta el té de forma amable, recordando como Harry comento sobre Umbridge cuando lo llamo hace unos días.

Algo sobre un té extraño sabor, que ambos supusieron podría contener suero de la verdad.

Esa perra.

Marrieta parecía alejada de todos últimamente también, no puede culparla, pero al mismo tiempo lo hace; el DA había llegado a ser algo especial para Draco que sí tiene el dicho de no encariñarse con otras personas fuera de su grupo de amigos, bueno, el DA era suyo. No lo era totalmente, Harry era el líder, casi todos sus amigos podrían ser profesores y en general Draco solo guiaba un poco las clases o hechizos difíciles.

Pero eran suyos.

Y Marrieta los traiciono.

Cho parecía tan apenada cuando se disculpó por su amiga, Draco había sonreído y dicho que todo estaba bien, pero no lo era.

Draco no perdonaría fácilmente esta traiciono, no haría nada contra ella, pero jamás volvería a confiar en Marrieta.

—He estado investigando sobre mi herencia, la genética dentro de la generación Black y me he encontrado algo interesante que quisiera discutir con alguien; pero no sé si sería un tema delicado—

—¿De qué se trata? —

Hay tanta honestidad y deseo de ayudar de su jefe de casa, que Draco se siente un poco culpable por lo que va hacer.

—Tengo la teoría casi totalmente cierta de que dentro de la familia Black hay sangre de criaturas mágicas, no solo de magos—no es una teoría totalmente, quiere comentar como dentro del lago casi muere por eso, pero a veces es mejor no contar toda la información.

Flitwick toma de su tasa de té evaluándolo antes de asentir.

—No es extraño en el mundo mágico, aunque tampoco tan común—

—Puede que la sangre fuera mezclada antes de la fundación de Hogwarts—no sabe exactamente que antes, pero Orion había ayudado a cuidar a Salazar cuando era niño, así que podría ser mucho antes.

Algo en el rostro de Flitwick cambia, parece un poco tenso antes de ver su propia tasa y eso provoca que Draco beba de la suya.

Quisiera que fuera café, pero no se puede obtener todo en la vida.

—Bueno eso es un poco diferente entonces, las criaturas mágicas siempre han sido un misterio para muchas personas, pero en antaño era todo mucho más complicado; no es común estos casos, pero al ser una familia tan longeva y pura no es de extrañar, la pureza de sangre mágica se mantiene incluso con descendencia de criaturas mágicas después de todo—su voz ha bajado un poco, sus ojos parecen algo perdidos al verlo y Draco piensa que es un poco irrespetuoso preguntarle al respecto; pero algo le dijo que Hagrid no podría ser de mucha ayuda esta vez—¿Cuánto sabe de las criaturas mágicas? —la pregunta lo toma desprevenido.

—No he tomado este año el curso de criaturas mágicas, pero me gustan mucho los dragones…aunque no parece que sepa suficiente de ellos—habla con amargura recordando sobre Firenze comentando sobre dragones primigenios y Draco sigue sin haber visto nunca esa información.

Para ser un friki de dragones, se siente decepcionado.

—Las criaturas mágicas tienen alma diferente a los humanos y magos, durante generaciones ellos mantienen sus recuerdos, no suelen compartirlo con los humanos—

Eso habían dicho las sirenas, Draco lo ve confundido.

—¿Como? —

—Rencarnan—la palabra hace que su boca se seque, sienta como si ha tragado una cantidad de lava por su boca y todo dentro de él quiere explotar; Flitwick no sabe sobre él, sería imposible, pero esa palabra es suficiente para desestabilizarlo—puede que suene poco fiable de mi parte, yo no puedo darlo tampoco por hecho, pero eso fue lo que me conto mi padre que tenía descendencia de duende; el alma de una criatura mágica al morir regresa al mundo de forma misteriosa, pero conservando la mayoría de sus recuerdos…por eso hay que tener cuidado cuando ofendemos a una criatura mágica, tienen excelente memoria—bromea este, pero Draco sigue pálido, deja la tasa de té frente a él porque duda que sus manos puedan sujetarla.

Orion era descendiente de dragones.

¿Es por eso que recuerda?

Si Draco era descendiente no tiene sentido, pero sí de alguna forma tuviera el alma del mismo Orion Blake como mago oscuro, es por eso que recuerda su vida pasada; pero eso no tiene sentido, porque no recuerda su vida como mago, si no una vida de un mundo donde no tenía magia.

Que dolor de cabeza.

—Pero si bien ahora no es del todo bien visto la mezcla de magos y criaturas mágicas, en antaño era peor; no se toda la historia, pero mi padre comento que hace siglos había un pacto entre magos y criaturas mágicas para no tener descendencia juntos—expresa Flitwick ahora pensativo.

Draco traga saliva.

Orion rompió el pacto.

¿Orion fue el resultado del pacto roto?

Las criaturas acuáticas lo siguen odiando a pesar de los siglos que debe haber entre ambas vidas, pero Draco no recuerda nada de eso, no tiene sentido. También algunos como los Thestral o hipogrifos no lo odian totalmente, los dragones tampoco muestran descontento.

Está perdiendo algo importante aquí.

Lo que, si sabe, es que las historias de Firenze y Flitwick se alinean alarmantemente cercanas, lo que lo hace sentir aterrado de conocer más de la verdad. Su lado Ravenclaw estaba emocionado por descubrir cosas, pero algo dentro de él también parecía advertirle del peligro de la verdad sobre sus hombros; si bien toda la información es crucial para tomar una decisión.

Esto es peligroso.

Algo dentro de él gritaba que conforme más se acercaba a la información podría ser más peligroso.

—¿Sabes cómo nacieron los magos? —pregunto Flitwick con tranquilidad, pero Draco solamente lo vio sin poder decir nada y su profesor tomo su silencio para continuar—la magia estaba en el ambiente, algunos pensaron que los magos nacieron así con magia, otros piensan que fueron las criaturas mágicas quienes les enseñaron magia a los humanos y de ahí nació una especie nueva conocida como magos actualmente; nadie puede saber la verdad, pero lo que si es cierto es que hay que tener cuidado con el pasado—

—Profesor—dice Draco luego de ver a Flitwick silenciado por un largo rato, este levanta la mirada sonriendo amablemente, pero Draco no puede sonreír.

—Este mundo está lleno de magia, no debes dejar que el pasado dicte tu futuro Draco, debes hacer tu propia historia—sus palabras intentan reconfortar, no funcionan.

—¿Sabe que tan peligrosa es la sangre que llevo? —pregunto un poco alarmado, el rostro de Flitwick se volvió blanco antes de suspirar con una gran tristeza la mirada al suelo.

—Hace algunos años un chico muy parecido a ti me hizo esa misma pregunta, no sé qué tanto hubiera averiguado, dudo que fuera tan consciente como tú del pasado de su familia; pero Regulus Black también sospecho que algo no estaba del todo bien…lo mismo que le dije en ese entonces aplica para ti pequeño—la mirada de Flitwick se vuelve firme—las criaturas mágicas tienen el peso de cientos de recuerdos y se creen superiores a los demás, nosotros somos magos, sin importar la sangre dentro de nosotros…somos elegidos por una varita y tenemos el poder de crear algo hermoso; pero solo podemos hacerlo si aprendemos de nuestros errores—

¿Regulus Black?

Draco no cree que saliera de esta conversación bien mentalmente, hay tanto en su cabeza que le cuesta organizarlo y camina sintiendo su cráneo palpitar de forma desagradable a la torre Ravenclaw; el pasado, el presente, el futuro, todo es un dolor de cabeza. Está organizando información en su cabeza cuando llega frente a la estatua de la torre, donde sorpresa, hay una persona sentada frente a ella abrazando sus piernas y luciendo casi tan mal como Draco se siente actualmente.

Es extraño.

Todo es confuso, hay tanto por catalogar, pero igualmente Draco encuentra dejando todo de lado para ayudar a Harry a ponerse de pie y caminar dentro de la sala común. Ha pasado el toque de queda, pero el único prefecto que esta presenta a esa hora de la noche, no les da más que una vaga mirada cuando dirige a Harry al sofá cerca de la chimenea.

Le dice que espere mientras va a su habitación para traer algunas mantas, descubriendo que todos sus amigos ya están dormidos e incluso Michael ronca ligeramente.

Bien.

Al regresar al sofá le pasa una manta a Harry y se queda la suya propia, ambos sentados al lado del otro viendo el fuego de la chimenea un rato.

Entonces, Harry comienza hablar, habla sobre sus clases de Oclumancia, sobre Snape, sobre un recuerdo de su padre que era un idiota como siempre dijo Snape, de no querer ver a Ron y Hermione, de sentirse perdido y de estar frente a la torre Ravenclaw antes de darse cuenta.

Luce tan decepcionado, como persona que ha tenido dos padres que son un dolor de culo, piensa que tiene derecho de comentar al respecto.

—Los recuerdos en pensaderos están basados mucho en la perspectiva del dueño del recuerdo, no digo que tu padre no fuera un poco idiota, pero claramente Snape debe recordarlo con mucho odio—Harry parece encogerse en su lugar, por una vez en su vida, totalmente de acuerdo con su profesor de pociones y eso era sinónimo del fin del mundo—no voy a defender a tu padre, porque suena como un idiota, pero sigue sin ser peor que mi padre; además, todos a esa edad somos un poco idiotas y hacemos cosas que nos arrepentiremos cuando seamos adultos—añade con un suspiro pensativo.

La noche es algo fresca, pero al menos el fuego chispeante frente a él, hace que se sienta cómodo; Harry sigue luciendo totalmente indefenso.

Draco quisiera poder quitarle esa mirada triste, así que solamente se le ocurre sacar su mano debajo de su manta para tomar la de Harry; hay una ligera sonrisa de agradecimiento, antes de voltear a ver a la chimenea.

—No solo era papá, también era Sirius…me pregunto porque me dolió más ver a Sirius ser un idiota con el Snape, todos podemos ver que se odian, es solo…siempre pensé que era por Snape—tan perdido al hablar, Draco bufa al ver que su mano no parece ayudar en mucho.

Se acomoda mejor en la esquina del sofá, para dejar ahora sus piernas sobre el sofá, Harry cual niño deprimido se deja maniobrar para estar entre sus piernas, con la espalda contra su pecho. Lo abraza por la cintura manteniéndolo cerca de él, disfrutando de la sensación de su respiración y la calidez de todo su cuerpo, coloca su cabeza sobre su hombro y nota la mirada aun perdida de Harry en ningún lado.

Le da un suave beso en la mejilla, que lo hace suspirar.

—No digo esto de mala manera, pero tal vez es porque Sirius es una figura paterna para ti, mucho más presente que James Potter solamente por el hecho de que esta con vida y ahora es quien te cuida—un cambio del cual Draco está muy orgulloso y que le hace pensar que todo lo que hizo vale la pena.

Harry se retuerce entre sus brazos, pero no parece querer irse, solamente se acomoda mejor y se ve nervioso.

Le gusta esta sensación.

Le gusta tenerlo contra él.

Sentirlo vivo a su lado.

—¿Eso no me hace una mala persona? —odia la culpa en su voz, Draco se encuentra preocupado de por cuanto tiempo Harry se ha sentido culpable de ver a Sirius como padre, pero por ahora no es lo importante.

—No, te hace un adolescente normal que quiere una figura paterna y si bien Sirius es una figura cuestionablemente moral, es familia y él probablemente te ve también como su hijo si la cantidad de cartas que te envía dice algo—casi todos los días, al menos una vez por semana, con muchos dulces que le envía a Harry o ropa, u obsequios.

Sirius ama a Harry, no solamente por ser el hijo de sus amigos muertos, lo ama al igual que Draco quiere a Harry, solamente porque es Harry y se gana su cariño. Draco habría dado cualquier cosa por tener una figura paterna en su anterior vida, pero en esta, a pesar de todo y cuan roto es su relación, Draco sigue viendo a Lucius como padre.

Uno cuestionable.

Pero no ha buscado un remplazo y eso lo hace sentirse incomodo, porque hay muchas figuras potenciales, como Ted Tonks; pero para él solo son familia y adultos que le gusta sentir que le cuidan. Narcisa y Lucius son sus padres y lo seguirán siendo, para bien o para mal, no lo ha decidido.

—Siempre quise conocerlo, a James, mi padre, pero…es la primera vez que conozco algo que no me gusta—

—Sirius y Remus lo idealizaron, ¿Verdad? —

—Bastante, sus historias siempre hicieron que pareciera tan genial—

—Estoy Seguro que lo era, conquisto a tu madre, ella parece ser sensata; solamente que, aunque seamos buenas personas, para otros no lo somos tanto. No somos una bóveda llena de oro que alegre a cualquier persona, tenemos bien y mal; lamento que lo descubrieras así—

Harry no contesta, solo tararea un asentimiento por bajo, antes de acomodarse un poco mejor contra él; Draco lo ve curioso cuando nota que este cierra los ojos, parece tan cansado. Las clases de Oclumancia no están funcionando incluso con la guía de los herederos para sus bases y eso hace a Draco preocuparse.

Con un último beso en la parte superior de la cabeza de Harry, que hace sonreír a este sin abrir los ojos.

Ambos caen dormidos.

Disfrutando por el momento, de la presencia del otro para reconfortarse luego de un muy largo día.

Continuara…

Algunas cosas solamente empeoran, pero otras mejoran. Me encanta como, aunque Draco tiene a sus amigos y claramente son su pilar, la manera en cómo Harry y Draco se reconfortan a su manera, es algo que había estado planeando desde el inicio y que puedo decir, me gusta el resultado. No es que no vayan a discutir, ambos tienen un temperamento para discutir por cosas estúpidas, pero ambos ahora parecen tener mucho en su plato.

Aun así, ambos, aunque no siempre sobre el otro, están ahí para animarse y eso me encanta.

Cada capítulo descubrimos más cosas, pero nos acercamos al final y créanme que es mejor estar preparados para lo que se viene.