Continuación de Desayuno en la Cama

Toma mi mano y no me Sueltes

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Albus se sentía nervioso, James no había dejado de hacerle preguntas desde que regresó a su casa. Lily observó a sus hermanos mayores hablar, ella era la única del trío de hermanos que no sabía quién era la Señorita Elwes, era muy pequeña para recordar aquellas tardes donde sus hermanos jugaban con los vecinos.

–¿De verdad te vas a casar con una muggle y encima que no es pelirroja?

–¿Por qué tiene que importar que mi Lottie no es pelirroja? – Ignoró que su hermano llamó muggle a su novia, a pesar de que no tenía magia había digerido bien la noticia de que el era un mago.

–La tradición de los Potter dice que nosotros tanto tú como yo debemos enamorarnos de una chica pelirroja.

–A mi no me interesa ninguna chica que sea pelirroja, yo solo quiero a Lottie a mi lado.

–Pero la tradición dice… –James trataba de convencer a su hermano que lo ideal siempre sería una chica pelirroja, su bisabuela, abuela y madre si cumplían con el estándar de la tradición. La vecina no cumplía con ello, por eso no era la indicada.

Albus ya estaba molesto para esa altura de la discusión. ¿Quién se creía que era su hermano para decirle tales cosas?

–La tradición y tú pueden irse al diablo. Yo amo a Lottie, nada ni nadie me hará cambiar de opinión. – En ese momento se sintió molesto, primero el camarero que los atendió en el restaurante decía cosas que no debería decir, y ahora James le estaba tratando de convencer que ella no era lo ideal por un estúpido estándar que ni siquiera sabía quién había inventado.

¿Tanto quería el seguir con la tradición de los Potter? Pues que se buscara el la pelirroja. Albus no iba a sacrificar lo que sentía desde su más tierna infancia.

–¡Al! –Escuchó el grito de Lily, había olvidado que su hermana estaba presente en la habitación.

–¿Qué? ¿Tú también me vas a decir lo mismo que James?– Por un breve momento se arrepintió de haberle hablado de esa manera tan ruda a Lily pero ya no quería seguir escuchando lo que le decían. No se sentía apoyado en realidad.

–No, yo solo quería decirte que espero que no escuches lo que dice James. – Lily reconoció que Albus no cambiaría de opinión ante James.

–¡Lily! ¡Creí que ibas a apoyarme! –Reclamó sintiéndose traicionado por su hermana.

–James yo te quiero mucho pero no puedo negar lo evidente, nuestro hermano ama a la señorita Elwes. ¿De verdad crees que el va a dejar sus sentimientos de lado solo porque tú le estas diciendo esto?

James no pudo refutar nada ante la lógica de Lily. El esperaba ser el primero en casarse al ser el mayor, el desde joven había prometido que cumpliría con los estándares de sus ancestros, que Albus también lo haría.

Pero Albus no estaba dispuesto a ceder, en ese momento reconoció que no era un capricho lo que su hermano sentía. El de verdad quería a la vecina. La había querido desde que era un niño, recordó que su hermano prefería llevarle flores a la chica que jugar con Matt y con él, también fue testigo de las noches en las cuales su hermano lloraba en silencio en su habitación porque ya no veía a la hija mayor de los Elwes, que se había ido a la universidad.

Después fueron a Hogwarts a estudiar, pero siempre escuchó los rumores de que su hermano lloraba por las noches y mencionaba que extrañaba a una tal Lottie, pero él creía que era alguna noviecita que tenía escondida en alguna de las casas.

Hasta que empezaron a buscarlo las chicas y el las rechazaba a todas porque decía que ya tenía a alguien.

James no notó el momento en el cual Albus se fue de la habitación, se quedó perdido en sus recuerdos. ¿Tan mal hermano era para haber ignorado que Albus llevaba años añorando a la Señorita Elwes?

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Lottie se dio cuenta que algo había pasado con Albus, estaba muy callado el día de hoy. Matt se había ido temprano a trabajar, su padre y su madre habían decidido irse juntos a tener una cita como las que tenían en antaño cuando eran jóvenes.

–¿Al? ¿Sucede algo? – Sus ojos marrones lo observan con preocupación, sin darse cuenta lo tomó de la mano.

El corazón de Albus late con fuerza dentro de su pecho. ¡Es la primera vez que ella lo llama Al! No puede creerlo, siente sus mejillas calientes, está seguro que debe hallarse sonrojado.

–Tuve una discusión con mi hermano mayor, nada grave. – Esperaba que Lottie no lo soltara, se sentía feliz de poder sentir su mano sobre él. Ya que no quería presionarla, por eso aún no la había besado, aunque el moría de ganas de hacerlo.

–¿Seguro? Te veo algo desanimado hoy.

–Mientras tú estés conmigo, todo estará bien. Mi amor. – Tomó su mano entre las suyas y la besó con dulzura.

Lottie sonrió ante el chico de ojos verdes, desde que el se le había "declarado" estaban pasando tiempo juntos, Lottie no sabía si debía invitarlo a la boda de Matt. Muchos esperaban conocer a su Prometido, después de que su tía Ivy se molestó con ella por tener novio se ocupó de decirle a todo el vecindario que su sobrina la solterona tenía un prometido.

Todos lo querían conocer, algunos pensaban que tal vez Lottie le estaba pagando al joven para que fingiera ser su pareja.

Lottie se recostó en el hombro de Albus mientras pensaba en como pedirle que le acompañara a la boda. No sabía si Albus alguna vez había ido a una boda no mágica.

Albus se sentía feliz en ese momento su mano seguía entrelazada a la de Lottie, ahora ella había recostado su cabeza sobre el. Ella solo con su presencia lograba alegrarlo.

Había una sola persona en el mundo que sabía de su amor por Lottie y aunque no la conoce personalmente fue el primero en apoyarlo, Scorpius Malfoy, el fue el único al que le contó que se había enamorado de alguien mayor a él. Y Scorpius lejos de burlarse le dijo que luchara por ella, que si ella le había prometido casarse con el, el debía ser el mejor candidato para ella.

–Confió en ti, Albus. Espero que no sea serio lo que pasó con tu hermano. – Lottie se levantó del lugar donde se encontraba, sin soltar la mano de Albus dijo: – Me dieron ganas de comer un helado. ¿Vienes conmigo?

Albus asintió mientras pensaba que Lottie era lo mejor que le había pasado a pesar de tenerlo todo desde su más tierna infancia. Dinero, fama, prestigio y el amor de su familia.

Pero en ese momento que estaban tomados de la mano, el pedía que el momento durara una eternidad y que ella jamás lo soltara.

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Nota de Autora: Hola queridos lectores lamento mucho la tardanza con los drabbles pero la situación actual de mi país está siendo complicada.

Guatemala actualmente lleva 7 días de protesta por asuntos políticos relacionados a la corrupción.

Espero que esto se solucione pronto. Que hayan tenido un buen día.

Atentamente,

Sharlotte Soubirous.