Pues aquí está, otro OS de K-on algo loco, y esta vez van a ver por dónde es que viene la locura. Pues ya saben, no soy Kakifly, así que nada de nada con la propiedad de la serie.

La revelación de Guitah

Luego de haber practicado un buen rato en el salón del club de música ligera, Yui había querido quedarse descansando mientras las demás chicas habían salido para atender sus propios asuntos. Eso hizo que el salón estuviera solo... Bueno, no tan solo. Yui contaba a Ton-chan y a los instrumentos como compañía, así que, según su criterio, no estaba sola.

─ ¿Qué tal estás, Ton-chan?

La tortuguita se limita a dar vueltas en su pecera como si nada, aparentemente ignorando lo que Yui acababa de decirle. Eso no desanima a la castaña que se acerca a la pecera para mirar de cerca a Ton-chan, y el animalillo finalmente centra en ella su atención.

─ Ya veo. Parece que estás bien, así que me alegro ─ Yui acaricia el vidrio de la pecera donde estaba la tortuga, y luego se estira un poco ─. Es aburrido cuando no hay nada que hacer, y no hay juegos, ni Mugi-chan ha dejado aquí algún postre para comer, por lo que debo esperarla. Incluso agradecería que estuviera Sawa-chan… Aunque pensándolo bien, todavía tengo a Guitah.

─ Me alegra que digas eso, Yui-chan ─ dice una voz igualita a la de la castaña.

─ ¿De verdad? Es bueno que eso te alegre… ¿Eh? ─ en ese momento Yui ve a una chica bastante extraña mirándola fijamente. Tenía el cabello igual al de Yui pero de color rojo, casi caoba, aunque sus puntas parecían arrojar un destello amarillo, además que vestía completamente de negro ─ ¿Quién eres? No te había visto antes.

─ ¿Cómo que no? Eres mala, Yui-chan ¿Acaso no me reconoces? ─ la chica extraña ve que Yui trata de pensar, pero pronto empieza a humearle la cabeza ─ Parece que no. Pero si hace unos minutos estabas conmigo y me estabas tocando y todo, Yui-chan, además que nos parecemos mucho. Pensé que me verías como alguien familiar.

─ Jeje, lo siento mucho, pero de verdad que no te había visto. No sé quién eres.

─ Supongo que te lo tendré que dejar pasar. Al fin y al cabo nunca antes me habías visto con este aspecto humano que tengo.

─ ¿Are? ¿Qué quieres decir con eso? ─ Yui empieza a alarmarse ─ ¿Acaso me dices que en realidad no eres humana?

─ Efectivamente. En dado caso, no tengo de otra que presentarme adecuadamente ─ la chica se aclara la garganta y se para firme ─. Mucho gusto, Yui-chan. Me llamo Guitah. Ojalá que podamos llevarnos bien.

Yui se queda completamente perdida, mirando fijamente a la chica que aseveraba llamarse igual que su guitarra. En un momento de reacción Yui voltea a mirar al rincón en que estaban los instrumentos, notando que sólo estaban Muttan y Elizabeth, pero de Guitah ni siquiera se veía el estuche. Entonces mira de nuevo a esa chica, notando que el cabello efectivamente tenía el mismo color que su guitarra, y que la ropa que llevaba se parecía al estuche. Yui abre completamente los ojos para entonces mirar a la cara de la chica que tenía ante ella. Era casi como mirarse al espejo.

─ ¿De verdad eres tú, Guitah?

─ Sí. Aquí me tienes, Yui-chan.

─ ¡Guitaaaaaah!

─ ¡Yui-chaaaaaan!

Ambas corren hacia la otra para abrazarse, y Yui parecía que quería llorar.

─ Jamás me esperé poder ver a mi Guitah con este aspecto. Me alegra mucho. Has crecido mucho, Guitah.

─ Yo también estoy feliz por poder hablar contigo, Yui-chan. Y tú no has crecido nada en comparación a la última vez que practicaste conmigo.

─ Es que pasó como media hora de eso, Guitah.

Mientras el abrazo entre ellas continúa, la puerta del salón del club se abre, y justamente las demás integrantes eran quienes estaban entrando.

─ ¿Y esa chica quién es? ─ dice Mugi ladeando la cabeza con curiosidad.

─ ¡No me lo puedo creer! ─ Ritsu se acerca hasta la chica que abrazaba a Yui ─ ¿Será que acaso Yui ha conseguido reclutar a un nuevo miembro para el club?

─ ¿Pero esa chica tan siquiera estudia aquí? ─ objeta Mio ─ Nunca antes la habíamos visto, y ni siquiera lleva puesto el uniforme de nuestra escuela ¿Quién es ella, Yui?

─ No hay manera de que sea Ui-chan, si hace rato la vi y se había ido con Jun-chan ─ dice Azusa frunciendo el ceño.

─ Oh, chicas ─ Yui, sin dejar de abrazar la chica pelirroja, la hace dar un paso al frente ─. Les presento a Guitah, que ahora se ha vuelto humana ¿Verdad que es increíble?

─ ¿Nos estás tomando el pelo, senpai? ─ Azusa claramente se mostraba escéptica ─ Guitah es una guitarra. No hay manera en que…

─ ¿De verdad eres Guitah? ─ Mugi se acerca rápidamente y aprieta la mano de la recién presentada ─ Mucho gusto, me llamo Tsumugi Kotobuki, pero puedes llamarme Mugi si quieres, como lo hacen mis amigas.

─ Ya lo sabía, pero mucho gusto, Mugi-chan ─ Guitah corresponde al saludo de la rubia.

─ ¿Tan rápido le ha creído? ─ dice Ritsu con una gota en la cabeza.

─ ¿Quién eres en realidad? ─ salta Mio de manera claramente desconfiada ─ Puede que te aproveches de la inocencia de Yui y Mugi, pero a nosotras no nos harás caer tan fácil…

─ Bragas a rayas ─ dice repentinamente Guitah señalando la falda de Mio, a lo que esta se lleva las manos allí para estirarse la prenda mientras se pone en posición fetal.

─ ¡Nooooooooooooooo!

─ Ok, ese dato sí que fue espeluznante, pero todavía no estoy convencida, que igual las bragas de Mio no es que fueran realmente un secreto de estado ─ dice Ritsu tomando el relevo mientras que Mio gimotea todavía más al tiempo que se tapa los oídos ─. No sé qué haces aquí ni qué es lo que quieres, pero estaría bueno que digas las cosas sin rodeos, que ahora mismo estamos ocupadas y no estamos para bromas.

─ Es que estoy diciendo la verdad, Ricchan ─ sostiene Guitah poniendo cara tierna ─. Yo soy la guitarra de Yui-chan. No me pregunten cómo le hice para adoptar la forma humana. Ni siquiera yo estoy segura de cómo fue posible, pero la cosa es que estoy con esta forma ahora y sólo quería hablar con Yui-chan y divertirme un rato.

─ Sigo escéptica, pero si la idea no es molestar, supongo que te puedes quedar un rato. No es como que me moleste realmente la presencia de una chica tan llamativa como tú ─ Ritsu deja entonces su bolso a un lado ─. Mugi, ¿tienes un poco de té?

─ Desde luego, Ricchan ─ responde la rubia automáticamente.

─ ¿No que íbamos a practicar? ─ dice Azusa con una gota en la cabeza.


Cinco minutos después

Las cinco integrantes del club de música ligera y Guitah estaban comiendo tranquilamente los dulces que Mugi acababa de traer, esto desde luego acompañado por una buena taza de té que todas disfrutaron, aunque Mio, Ritsu y Azusa seguían viendo con cierta sospecha a Guitah, pues no se terminaban de creer que una guitarra adquiriese forma humana. Yui por su lado estaba de lo más contenta, hablándole de varias cosas a Guitah mientras ésta asentía sonriente. Con lo parecidas que eran ambas (obviando el color de cabello), era fácil pensar que Ui habría venido disfrazada para jugarle una broma a Yui, pero tomando en cuenta lo mucho que Ui se dedica a consentir a Yui, esa idea fácilmente era descartada, además que estaba lo dicho por Azusa acerca de que Ui estaba con Jun, así que igual esa hipótesis se caía por su propio peso.

─ Las aventuras de ustedes cinco son verdaderamente fascinantes ─ dice Guitah emocionada ─ ¿Será que para la próxima pueden llevarme con ustedes?

─ Yo creo que eso es posible. Sólo tendríamos que ver detenidamente nuestras posibilidades ─ responde Sawako a un lado de Tsumugi.

─ ¿Cuándo fue que llegaste? ─ le dice Ritsu sorprendida por la aparición de la profesora.

─ Pues ocurre que tenía ganas de una merienda y no me iba a perder lo que Mugi trae ─ es la respuesta clara de Sawako mientras se ajusta los lentes, y un pequeño brillo aparece en su montura ─. También me ha llamado la atención de que la guitarra de Yui ahora sea humana. Y por lo que estoy viendo, pues la aseveración es bastante creíble ─ remata la sensei mirando los pechos de Guitah, a lo que esta se tapa con los brazos.

─ ¡Es usted una atrevida, Sawa-chan-sensei! Sólo Yui-chan me puede mirar así ─ Guitah reacciona de manera cómica.

─ ¿Cómo que Yui-senpai te puede andar mirando el pecho? ─ se alarma Azusa.

─ Desde aquí veo que tienes unas medidas similares a las de Yui, por lo que seguramente los trajes que hice para ella te deben quedar a ti también ─ Sawako sonríe de manera malévola.

─ Antes de que hagas eso, hay una cosa que me genera curiosidad ─ interviene Ritsu, deteniendo por un momento a la sensei ─. Si eres Guitah como dices, quiero que me digas lo siguiente ¿Qué partes de tu cuerpo son las que toca Yui cuando practica contigo?

─ ¿Qué clase de pregunta tonta es esa? ─ dice Mio mirando severamente a su amiga.

─ Jeje, pues verán, es un poco vergonzoso de decir, pero supongo que les debo decir, en vista de que estamos entre amigas ─ Guitah se rasca la nuca mientras era invadida por un sonrojo algo intenso ─. Cuando Yui-chan practica conmigo, los dedos que van donde están los trastes en realidad están jugando con mis… mis pechos ─ culmina con un hilo de voz que las demás apenas distinguen.

─ ¿Tus pechos? ─ Mio se pone completamente azul.

─ Sí. Las guitarras, los bajos e instrumentos similares tenemos el cuerpo justamente en el orden en que suelen ser acomodados verticalmente, así que yendo por esa lógica, los dedos de Yui-chan cuando están haciendo sonar las cuerdas en realidad están tocando mi… bueno, esa parte. Es muy vergonzoso decirlo, jiji. Por favor no me obliguen a decirlo ─ culmina Guitah llevándose las manos a la cara.

El silencio se apodera completamente del salón. Yui no se podía creer que así fuesen las cosas, Tsumugi se pone completamente roja al imaginarse cómo Yui tocaba su guitarra tiendo esta su forma humana, Azusa y Sawako tienen una pequeña hemorragia nasal que inmediatamente tratan de limpiarse, Ritsu estaba la mar de sorprendida. Y Mio, bueno, ella estaba al borde del desmayo.

─ ¡Un momento! ─ Sawako se levanta de golpe, mirando en todo momento a Guitah ─ Si es verdad lo que estás diciendo, entonces Azusa y Mio también… ¡No! Incluso yo cuando tocaba con los dientes…

─ Eso fue demasiado vergonzoso a decir verdad, Sawa-chan-sensei ─ dice Guitah jugando con sus dedos ─. No sé qué tal con su guitarra cuando la tocaba, pero le agradecería encarecidamente que no vuelva a hacerlo conmigo. Si Yui-chan no llega tan lejos conmigo, tampoco usted debería.

Sawako estaba boquiabierta, no pudiendo creerse cómo resultaban las cosas desde la versión de Guitah. Se lleva una mano a la boca, e incluso se pasa la punta de la lengua por los labios, sonrojándose más y más a medida que lo hacía.

─ ¿Y qué tal en mi caso? ─ Tsumugi alza su mano ─ Yo no toco la guitarra ni el bajo, sino que me especializo con el teclado ¿Cómo son las cosas en ese caso, Guitah?

─ Oh, Mugi-chan. Pues verás, digamos que al tocar las teclas vas pasando los dedos por diferentes partes de su cuerpo, y el teclado siente como si le hicieras cosquillas por varios lados a la vez ─ Guitah parecía meditar lo que estaba diciendo ─. Pero no es como si no quisiera. De hecho, el teclado te quiere mucho, Mugi-chan. Dice que eres muy cariñosa y hábil con los dedos.

─ ¿De verdad? Me alegro mucho de escuchar eso ─ dice Tsumugi llevándose las manos al rostro.

─ ¿Y qué hay con mi batería? ─ Ritsu muestra claramente su curiosidad por lo que Guitah tuviese que decir.

─ A ver, ¿cómo podría decirlo? ─ Guitah se lleva un dedo a la barbilla, y luego se rasca la cabeza ─ Es un poco vergonzoso decirlo, y preferiría no dar demasiados detalles, pero la batería, cuando la tocas, casi siempre dice que le pegues más duro.

─ ¿Entonces la batería de Ricchan es de esas? ─ Tsumugi estaba sorprendida a la par de emocionada.

Ritsu estaba a cuadros. Esa respuesta de parte de Guitah había sido bastante explicativa para no incluir demasiadas palabras. Mira su batería y siente un escalofrío recorrerle todo el cuerpo.

─ De pronto no sé si decir que soy cruel o si mi batería es algo extraña, pero supongo que me lograré acostumbrar a ello.

─ Eso ha sido sorprendente, Guitah ─ dice Yui emocionada ─. Eso significa que la próxima vez que te toque debo ser bastante cuidadosa.

─ No tienes que preocuparte por ese detalle, Yui-chan. Tal y como me tocas creo que lo haces bastante bien ─ dice Guitah sonrojada.

Yui se ríe como si nada y Guitah hace lo mismo. Azusa por dentro se preguntaba si de verdad lo que hacía con Muttan llevaba a lo que decía la extraña pelirroja. Tsumugi se mira los dedos mientras los abría y cerraba lentamente y pensaba en lo que su teclado podría sentir y manifestar cada vez que tocaba sus teclas de una en una al punto de tener ganas de volver a tocar inmediatamente. Sawako por su parte parecía estar cuestionándose algo, aunque no quedaba claro qué, pero de tanto en tanto se tocaba los labios. Ristu se quedaba mirando su batería con los ojos entrecerrados, pensando seriamente en lo que Guitah le había dicho poco antes. Y en cuanto a Mio, pues ella yacía desmayada en el suelo y el alma saliéndole por la boca.

Guitah, sea de verdad o no la guitarra de Yui, había sabido mover a todas por dentro.

─ Ha sido divertido estar con todas ustedes, chicas ─ Guitah se pone de pie, y todas las demás (excepto Mio) se la quedan mirando ─. Por mucho tiempo quise compartir mi tiempo con ustedes de una manera diferente, además de manifestar tanto mi gratitud como el de mis amigos instrumentos por el cariño y la consideración que nos han manifestado.

─ Ha sido un placer, Guitah ─ responde Yui sonriente.

─ Lo mismo digo ─ Tsumugi se pone al lado de Yui ─. Puede que lo que hayas dicho nos haya sorprendido a todas, pero después de esto estoy segura de que daré lo mejor de mí para tocar todavía mejor el teclado.

─ ¿Ese es el incentivo que hace falta para practicar con más frecuencia? ─ dice Azusa para sí misma con una gota en la nuca.

─ En ese caso supongo que puedo volver a la normalidad estando satisfecha por cumplir mi objetivo ─ de pronto Guitah empieza a brillar levemente, sobresaltando levemente a las chicas presentes (finalmente Mio da muestras de reaccionar) ─. En ese caso sigamos llevándonos bien, chicas. Sigan transmitiéndonos nuestro amor, y les prometemos que daremos lo mejor de nuestra parte para hacer con ustedes la mejor música de todas.

Ya con Guitah habiendo dicho todo lo que tenía que decir, con un repentino y breve destello vuelve a convertirse en la guitarra que era originalmente, incluyendo su estuche. Yui se apresura a atrapar su guitarra antes de que se cayera al suelo, y entonces la levanta y la mira sonriente.

─ Eso fue sorprendente. Guitah ha vuelto a su forma de siempre. Me pregunto quién será el siguiente instrumento que se llegaría a adquirir forma humana.

─ A mí me encantaría ver que mi teclado lo haga ─ opina Tsumugi.

─ Había dicho que no sabía cómo se había vuelto humana, y de pronto supo que volvería a ser una guitarra ─ dice Ritsu con algo de duda ─ ¿Será que se transformó en humana sólo para darle las gracias a Yui y se dio cuenta justo al final?

─ Ha sido bastante raro, pero con eso ha demostrado definitivamente que sí es verdad lo que había dicho, además que nos enseñó de que cosas inesperadas siempre aguardan por nosotras en cualquier momento y lugar, creo ─ dice Sawako ajustándose los lentes ─. Esto debe ser un mensaje bastante claro de parte de los instrumentos musicales, aunque todas pueden respirar tranquilas, sabiendo que sus instrumentos están felices, chicas.

─ Ya veo ─ Yui abraza su guitarra antes de sacarla de su estuche ─. Me habría gustado hacer que me acompañara a alimentar a Ton-chan, pero supongo que será para cuando vuelva a ser humana, suponiendo que lo haga. En ese caso deberíamos cumplir su voluntad y empezar a practicar ahora mismo.

─ ¡Claro que no! ─ replica Mio en posición fetal y con cara perturbada ─ Me he enterado de demasiadas cosas. Jamás me había imaginado algo así. Siento mis manos tan… sucias…

─ Vamos, ni que hubieses hecho algo que tu bajo no quería ─ dice Sawako desestimando las quejas de Mio ─. Y tomando en cuenta lo que dijo Guitah sobre la batería, te traje este regalito especial, Ritsu ─ saca de quién sabe dónde un traje de dominatrix ─. No me esperaba que fueras a ser tú precisamente a la que le daría esto, pero aquí tienes, para que así puedas tocar la batería en condiciones.

─ ¡Ni loca me pongo eso, cochina mordelona! ─ reacciona Ritsu adoptando una pose defensiva.

─ No es perversión, es habilidad y técnica ─ se defiende la sensei.

Fin


Pues ya está. Locura realizada. Al final no me salió tan complicado como me esperaba, aunque ya ustedes dirán qué tal quedó. No esperaba llegar a tener tres fics diferentes de K-on justo este año, y aunque alguna idea tengo para un futuro fic, también hay otras cosas que he de hacer antes. Pues nada, sólo me queda despedirme haciendo la siguiente pregunta: ¿Alguien tiene ganas de tocar un instrumento?

Hasta otra