Prologo: El nuevo Cazarrecompensas

Una noche estrellada en un páramo desértico, una estrella fugaz corre el firmamento, un impacto súbdito dejando un gigantesco cráter. En su interior un cuerpo, un robot con forma equina del cual se encontraba maltrecho.

*Iniciando secuencia de reparación del sistema automático*

*Secuencia finalizada*

*Error critico en el sistema de archivos de memora*

*Iniciando secuencia de reparación de memoria*

*Fallo en la reparación de memoria*

*Iniciando eliminación de archivos corruptos*

*Iniciando Modo de Auto preservación*

El equino se levantó con varias partes de su cuerpo expuestas revelando ser un robot, su armadura plateada chispeante, ennegrecida por el polvo y arena.

Aquella maquina comenzaba a caminar lenta y tambaleantemente, sin rumbo por días y noches enteras, hasta encontrar un una cabaña de la cual entro y lo que encontró y se desplomo en la entrada.

*Terminando Modo de Auto preservación*

*Arrancando sistema principal*

*Error en la base de memoria*

*Iniciando purga del sistema de memoria*

*Finalización de purga de la memoria*

*Sistema de memoria ha vuelto a su estado de fábrica*

El robot se despertó sin recordar absolutamente nada de lo ocurrido, miro su alrededor y lo primero que miro fue su rostro frente a un espejo, de pelaje marrón oscuro, completamente calvo, ciertas partes de su cuerpo expuestas mostrando la ingeniería avanzada de este.

— ¿Quién soy?— se preguntó a sí mismo.

El equino se sentó en una polvorienta cama e intento recordar, pero nada podía hacerle recordar, hurgando en su armadura encontrando cantidad de material erótico, y una fotografía de él junto con un grupo de ponys y un potro blanco, pero nada parecía ayudar.

El equino siguió intentando encontrar algo que le ayudase, lo mucho que encontró fue una palabra "Vulcan"

Poca cosa fue la palabra aunque algo curioso, la sentía familiar por alguna razón.

Se deshizo de su armadura para comenzar a repararla, pero con las pocas herramientas a su disposición no logro hacer gran cosa, necesitaba un mejor equipo de reparación así como algunos materiales, al menos para poder hacer funcionar su armadura.

El robot inspecciono toda la cabaña, encontrando una gabardina negra y un sombrero, el cuales tomo para vestirse, un revolver de alto calibre y un viejo rifle de cacería de plasma con cerrojo y varias tiras y cajas de munición para ambas armas, además de dos mazos cortos que parecían estar en buen estado e incluso una vieja motocicleta aerodeslizante con sistema de anti gravedad, pero este no funcionaba para nada ya que el motor ocupaba reparación.

El pony camino por el sendero y encontró un pueblo en medio del desierto, fue caminando hasta ahí para poder recoger información de los lugareños. El lugar se veía bastante animado había también más ponis como nuestro robot de diferentes colores e incluso algunos tenían alas, nuestro robot los reconoció rápidamente como pegasos, grifos se podían ver deambulando, había varios animales antropomórficos como gatos, conejos, chacales y zorros, e igualmente niños de dichas especies jugaban juntos. No parecía tan rustico, la tecnología del lugar era moderadamente avanzada teniendo vehículos de carga que se movían con un sistema de anti gravedad, había varios robots como el, pero no parecían tener mucha inteligencia

El robot entro a un cabaret y lo que encontró fue un ambiente de lo más tranquilo, el bar tender era una liebre macho de pelaje color arenisca con gris, de ojos cafés, vestía camisa de vestir blanca con un chaleco negro y moño negro.

El robot se sentó en la barra y el conejo le atendió.

— ¿Qué le sirvo extraño?— pregunto el del bar.

—Un whisky en las rocas por favor— respondió nuestro amnésico robot.

—Marchando

En lo que nuestro robot esperaba su bebida se acercó un gato de pelaje negro con una dona blanca en su ojo izquierdo, de ojos dorados, vestía con unos pantalones de tirantes color caqui, camisa café y una de esas gorras de repartidos de periódicos.

—No eres de por aquí verdad— intento sacar algo de platica el gato.

—No— respondió secamente el robot.

—Lo sabía, conozco a cada habitante de este pueblo, me llamo Cliff ¿Tu eres?— se presentó el gato negro sonriente y extendiendo su brazo.

—Vulcan— se llamó a sí mismo el robot, aunque aún se sentía extraño ante dicha palabra.

— ¿Vulcan? Debes de esos que prefieren mantener su anonimato lo más posible— sonrió el gato.

—Aquí está su bebida señor— le entrego el cantinero su bebida al robot, el cual degusto rápidamente, dejo el pago en la barra y se marchó.

Fuera de cabaré y el gato Cliff le siguió.

—Lárgate— le ordeno Vulcan con cierta molestia.

—Oh, vamos amigo, puedo serte útil, ¿Eres un caza recompensas verdad? Porque necesitaras un permiso del Sheriff para poder operar en el pueblo— le explicaba el joven gato.

—Bien, guíame para poder trabajar— resignado el robot acompaño al gato.

Llegando a la estación, se encontraron con viejo lobo de pelaje crema y rojizo, con larga barba y bigotes prominentes.

—Sheriff Albert— le llamo Cliff. No respondía el lobo que dormía plácidamente.

—Je, je, ya le queda medio año para su jubilación— se reía angustiado el gato — ¡SHERIFF ALBERT!— le grito con más fuerza el gato, haciendo que el lobo se despertara de golpe y al mirar a Cliff le diera un golpe en la cabeza con un palo que tenía a la mano.

—Condenado gato idiota, espero que tengas una buena razón para despertarme de mi siesta y no trames nada estúpido o hare que te pudras un mes en prision— molesto el viejo lobo, miro de reojo al equino.

— ¿Quién es este?— pregunto el lobo con amargura.

—Él es Vulcan y viene a por el permiso de caza recompensas— explico el gato.

—Así que vienes por el empleo, bueno sígame jovencito.

Vulcan y Cliff entraron a la estación del sheriff donde había otros cuatro oficiales trabajando, uno de ellos era un joven chacal de pelaje amarillo cálido, con una subcapa negra, el joven empleado parecía más un secretario que un agente del pueblo.

—Tobi, haz un permiso para el pony y este imbécil gato, estaré en mi oficina— ordeno el viejo lobo.

—Buenas tardes, soy Tobi, vienen para el permiso, cierto— un poco nervioso y torpe el joven chacal trajo el formulario el cual Vulcan lleno con algunas mentiras, ya que su memoria estaba algo nublada.

—Muy bien, señor… ¿Vulcan?— se cuestionó el joven oficial.

— ¿Algún problema?— pregunto el robot.

—No ninguno, solo que no puede usar su seudónimo como su nombre en la solicitud.

—Vulcan es mi nombre— hablo secamente el robot.

—Ya veo, una disculpa, el proceso de solicitud tardara 24 horas en ser procesada, le enviaremos la respuesta a través de mensajería.

Ambos se marcharon de la estación y caminaron por el pueblo, para conocerlo mejor.

—Cliff, ¿Sabes de un lugar con equipo y refacciones?— pregunto Vulcan.

—Sí, eso queda a la vuelta de la esquina.

Entraron en un local, parecía tu típico taller mecánico, aunque también tenían equipo de alta tecnología, ahí les atendió una coneja de pelaje blanco, usaba una camisa amarilla y overoles azules aunque tenía algunas manchas de grasa en su rostro y ropa.

—Bienvenidos al Taller de los hermanos Warth, ustedes traen y nosotros reparamos— recito el eslogan la coneja.

—Hola Sally— saludo Cliff.

—Eres tu Cliff, espero que no estés haciendo alguna idiotez que el Sheriff Albert te advirtió que otra tontería y estarás encerrado en prisión por todo un mes.

—Je, je, no esta vez. De hecho mi amigo aquí presente busca equipo y refacciones— hablo el gato negro un poco avergonzado.

—Supongo que eres el idiota del pueblo— comento Vulcan a Cliff.

—Je, je, una mala fama que me hice desde joven.

Vulcan se acercó al mostrador que estaba siendo atendido por la coneja.

—Me gustaría un soldador de alta precisión, varias láminas como filamentos de cobre, fusibles de plasma de 100 vatios y si existe un mini generador de partículas de alta gama.

La coneja algo confundida ante la última petición del equino, que se disculpó con este y subió las escaleras para hablar con sus empleadores. Regreso junto con un equino de pelaje color tierra, crin verde oscuro y su cutie mark era una llave inglesa.

—Buenas tardes, mi nombre es Wrench Warth, mi empleada me comento sobre su generador de partículas y debo decir que para eso tendría que ir al laboratorio que se encuentra a 100 kilómetros de aquí.

—Ya ¿Y de lo otro?— pregunto Vulcan.

—Se lo podemos proporcionar, Sally puedes ir al almacén y traer lo solicitado por nuestro caballero.

—Claro jefazo— sonrió con su lengua de fuera, para irse dando pequeños saltitos.

Sally regreso con una pequeña caja con todo lo que pidió Vulcan.

—Aquí esta jefe, aunque no tenemos fusibles de plasma del 100, solo de 150 ¿No hay problema verdad?— pregunto la coneja.

—Me sirven igual— respondió Vulcan amablemente.

Wrench hizo la venta del material y Vulcan pago con el dinero que había en la cabaña donde se aloja temporalmente.

Ya con el equipo necesario regreso a la cabaña acompañado por Cliff.

—Entonces ¿Eres familiar del viejo Mac Duncan?— pregunto el gato negro.

—No, solo me alojo aquí.

—Tiene sentido, el viejo Duncan nunca tuvo esposa o hijos, dejo esta cabaña vieja como un recuerdo de cuando estaba vivo.

Vulcan comenzaba a reparar su armadura, pero el generador de esta era lo más complicado de hacer funcionar nuevamente, por más que lo intentara necesitaba una fuente de poder mucho más grande que los simples fusibles de plasma, así que tomo ambos mazos cortos y tomo el generador lo desarmo por completo y creo dos pequeños generadores eléctricos los cuales acoplo a las cabezas de ambos mazos para que al momento de golpear a un enemigo suelten una descarga eléctrica potente, también logro reparar el motor de la motocicleta, aunque el ocaso estaba por terminar.

—Que hambre tengo amigo, ¿Quieres ir al cabaret a cenar y ver hermosas chicas bailar?— pregunto Cliff, cosa que a Vulcan le gustó la idea.

Regresando al Cabaré, el cantinero ahora era un chacal de pelaje gris además que a su lado se encontraba un gato de pelaje gris palido, ambos vestían igual de elegantes. El ambiente había cambiado por completo, la música alegre, las camareras eran lindas zorras, gatas y liebres, vistiendo únicamente un ajustado leotardo y un moño en su cuello.

—Cliff— hablo el minotauro que vestía con un traje negro formal.

—Hey, Augusto, que lindo recibimiento.

— ¿Tienes el dinero de Madame Beatrix?— pregunto seriamente el minotauro.

—Claro que lo tengo, sino porque entraría aquí durante su turno.

Sus palabras ahogadas ante el estrangulamiento del toro, este lo soltó y lo tomo de la cola, Vulcan solamente se limitó a mirar la escena y seguirles.

Atravesando el lugar, entraron en la zona administrativa, en una oficina decorada como si fuera el camerino de una vieja artista, con luces cálidas, muebles de gran calidad, y mucho afiches de viejos musicales, en un escritorio leyendo el periódico una coneja de gran tamaño con mucho sobre peso, vestía con un largo vestido rojo con guantes negros, bufanda roja peluda, su maquillaje estaba bien cuidado, pero su peso decía que sus mejores años ya habían pasado, aunque el referirse a ella como coneja era querer ignorar a un elefante, pues sus astas, colmillos y alas eran una gran evidencia que se trataba de un jackalope, los tres entraron y el minotauro anuncio.

—Madame Beatrix, aquí está el callejero de Cliff y un compañero suyo.

—Gracias Augusto cariño, cierra la puerta y vigila que no intente salir.

La jackalope cerró el periódico y miro fijamente a ambos.

—Cliff, cariño, tesoro mío, me alegra que vinieras a dar tu pago del préstamo— con una voz maternal, pero a su vez intimidante para el pobre gato negro, mientras el robot no se inmutaba ante el ataque psicológico.

—Aquí esta lo que debía Madame— con temor sacaba un sobre amarillo y se lo entrega.

La jackalope abre el sobre y cuenta el dinero, al contar y verificar que es la cantidad correcta sonríe.

—A si me gusta, que mis niños sean buenos y paguen a tiempo, o de lo contrario tendría que enviar alguno de mis hijos para que te rompiera las piernas nuevamente.

Cínicas palabra salieron de la mujer, Vulcan inmutable ante el espectáculo, la jackalope llamada Beatrix fijo su atención en este.

—Entonces querido, debes ser amigo de mi preciado Cliff.

—No estoy interesado en ser el recadero de nadie.

Beatrix soltó una risotada ante la respuesta del equino.

—Me gustan los tipos como tú, sin miedo a la muerte. Tengo un trato, me haces un encargo de mucha importancia y como recompensa te daré lo que desees— propuso la jackalope.

—No gracias.

Vulcan se hecho a su lomo al aterrado Cliff y camino hacia la puerta que era bloqueada por el minotauro.

—Madame Beatrix te hizo un encargo, escucha su petición o muere— amenazo el minotauro.

Vulcan sin tanto rodeo levanto un gancho con su casco izquierdo y a pesar de no tener su armadura tecnológica derrumbo a su rival de un solo golpe, ambos salieron tranquilamente, el minotauro molesto se levantó para confrontar al equino, pero la jefa se lo negó.

—Augusto, olvídalo, es obvio que no estas a la altura de ese pony.

—Si Madame.

Regresando a la zona principal, ambos se encontraban en una mesa cerca del escenario donde se podía ver a un grifo macho vestido como mujer bailando eróticamente junto con otros bailarines exóticos, las camareras pasaban mientras meneaban sus colas y caderas de manera sensual para los comensales. Cliff devoraba un pedazo de bistec bastante grande con una guarnición de patatas mientras lo acompañaba con cerveza, Vulcan por su parte no se sentía con hambruna y solo había consumido un vaso con whisky, era extraño tenía un platillo gourmet y vino tinto y apenas había consumido algo, aunque igualmente no le dio mucha importancia, una linda camarera gata de pelaje azul pasaba delante de la mesa del dúo y Cliff pellizco el trasero de la camarera para luego colocarle en el leotardo un fajo de dinero, la gata rodo los ojos y le susurró al oído.

—Espérame en la habitación 3, cielo.

La camarera siguió su recorrido mientras Cliff corría rápidamente hacia las escaleras del fondo para subirlas.

Vulcan tomo la última gota de vino en su copa y le toco le hombro a una zorra para pedirle amablemente si le podrían traer la botella esta vez, a lo que accede la zorra.

—Caballeros de buenos gustos, estamos por iniciar nuestra atracción principal, ella es nuestra bailarina estrella, mas ardiente que el sol de mediodía, aquella que se queda con tu dinero de fin de mes, denle una gran ovación a nuestra estrella ¡ROXY FOXY!

Anuncio el comentarista y del escenario la música lentamente comenzaba a sonar, de entre las cortinas una despampanante zorra de pelaje predominantemente rojo como el fuego, acompañado de un amarillo suave, usaba un elegante vestido de plata donde el escote casi parecía sostenerse por fuerza de sus pechos, el corte del vestido entallado para resaltar aún más su figura y al dar un paso dejaba mostrar sus tonificadas piernas dejante entre ver que no llevaba nada debajo del vestido.

Roxy cantaba lentamente y sensual mientras su baile hipnotizaba hasta al más aguerrido de los machos presentes, la cantante se postro en el suelo y se arrastraba hasta quedar frente a Vulcan quien poso su mirada en su escote, la vulpina aprovecho esto para insinuarse un poco más acercando sus voluptuosos pechos quedando en el rostro del equino, lentamente se alejaba para levantarse de manos mostrando su sensual lencería y a su vez quitarse el vestido plateado, la música aumento la velocidad y Foxy igualmente asiendo que su baile fuera mucho más hipnótico, algunos de los comensales incluso se les notaba un ligero hilo de baba ante dichos movimientos de cadera.

—Es espectacular— hablo Cliff.

La voz del gato saco del hipnótico transe al pony de tierra, quien miro al gato negro con la ropa a medio poner, con el pelaje completamente alborotado y con marcas de labial rojo en su cuello y rostro.

— ¿Te divertiste?

—Agatha es sin duda la mejor en la cama, salvo por Roxy.

Vulcan bufo ante el comentario, tomo al gato por la cola y se lo llevo arrastrando hacia la salida, aunque este quería ver el final del espectáculo.

Regresando a la cabaña, Cliff dormía plácidamente mientras Vulcan investigaba sus cosas personales, tenía varios objetos muchos de estos femeninos, como medias largas o alguna que otra tanga, también había cientos de fotografías donde Vulcan se encontraba en medio de momentos locos, como estar volando por los aires donde Vulcan sonreía a la cámara y al fondo un gusano gigante de arena con la boca abierta para tragarlo, en otra fotografía se podía ver que se encontraban en una ciudad que estaba sumergida en el océano y la foto tomaba el encuadre del trasero de unas yeguas locales de dicha ciudad, otra fotografía se podía ver a Vulcan junto con una potra sombría ambos tumbados en camas de playa a lado de una piscina mientras tenían ambos medio coco con una pajita y sombrita, en otra foto también en el mismo lugar, Vulcan siendo perseguido por una turba enfurecida de yeguas, otra foto se encontraba de espalda junto con un semental de pelaje blanco y de crin rubia con mechones blancos, ambos rodeados por un sinfín de ponis soldados con armaduras tecnológicas de alas blancas o de dragón, todas estas fotografías no le decían nada al pony salvo tres fotos que le llamaban bastante la atención en la primera se podía ver junto a un grupo de ponis de las tres razas más un potro de pelaje y crin blancas como la nieve, simplemente estaban posando para la cámara y detrás del grupo una gigantesca nave que llevaba su nombre en el armazón "Infinity", la segunda foto se encontraban en un gran salón donde todo el grupo de la primera foto junto con otros personajes miraban como un potro alicornio de pelaje azul cielo y crin rubia bastante larga y sus alas de luz blancas, era coronado, la tercera foto se encontraban en un gran barco celebrando lo que parecía ser el cumpleaños de una potra, ahí se encontraba el mismo grupo de ponis de la primera y segunda fotografía, además que también se encontraba una yegua de gran tamaño de pelaje blanco con crin dorada con luces plateadas, al igual que un zorro antropomórfico de pelaje blanco con manchas celestes, sus ojos también de color celeste pero sus pupilas tenían la forma de una estrella, usaba un uniforme militar de alto rango, el potro de la coronación era ya todo un semental donde tena cargada en su lomo a una linda potra de colores pelaje blanco y crin rubia con detalles rojos. En las tres fotografías así como el potro blanco, el joven pony siendo coronado y el semental parecían ser el mismo, Vulcan le parecía extraño sabía que los conocía a todos, pero a la vez no recordaba a nadie.

El semental terrestre continuo trabajando en sus dos nuevas armas, un rifle de caza de cerrojo antiguo, en buenas condiciones, solo un poco de mantenimiento y una revolver de alto calibre, además logro desacoplar una gatling de la armadura que ahora estaba dañada, el arma parecía en buena condición, solo ocupaba limpiarse un poco

Cliff se despertó de golpe al escuchar disparos a alta velocidad afuera de la cabaña, salió corriendo para ver a Vulcan con la gatling disparando a diferentes objetivos.

—Viejo, esa cosa es monstruosa— miraba Cliff el devastador poder de dicha arma de cilindros.

—500 balas por ronda, el problema es que no tengo mucha munición para esta cosa, será mejor que la guarde para casos de mucha importancia.

Cliff curioso ante el comentario continúo mirando al pony con el arma pesada y pregunta.

— ¿Por qué dices que tienes poca munición?

—A diferencia de la carabina o la revolver, puedo comprar munición de estas en el pueblo y son relativamente baratas, en cambio esta cosa ocupa *Muestra un pequeño tanque con un líquido rojo* estos tanques son su munición, no tengo idea de que sea, pero estaban acoplados en un compartimiento de la arma— explico el pony.

—Aja, pero sigo sin saber porque tienes poca munición de esa bestialidad— se quejó el gato.

—Eso se debe a que cada tanque le da a la gatling una cantidad de dos mil disparos de energía y solo tengo seis tanques disponibles.

—Tienes razón es muy poca munición para estar malgastándola— entrenándose a lo que se refería el semental.

En ese momento caminaba el cartero, este se veía cansado, ya que se tuvo que desviar de su ruta normal, entregando un sobre grande a Vulcan y se despidió.

El pony abrió dicho paquete y lo que se encontraba era su carta y la licencia para ejercer como caza recompensas.

—Mi licencia ha llegado— comunico el pony.

—Genial, ahora podremos hacer los trabajos que están disponibles en el tablón de la guardia del sheriff o de otros pueblos o ciudades— agrego Cliff.

Ambos fueron directo al tablón y miraron los diferentes anuncios de trabajo.


Primero antes que nada, se que es raro que yo suba algo aqui, pero a veces tiendo a escribir muchas cosas, de ahi que siempre tenga tiempos largos para actualizar.

Bueno es una historia de Vulcan sin la patrulla, y si se preguntan porque Vulcan y no Ocelot en una historia de vaqueros, bueno es el personaje con el que mas puedo jugar y el me mas me agrada de toda la patrulla. Ademas que esta historia esta entre el Retorno de la Patrulla Harmony y Amistad Multinuiversal.

Y Silver, no quiero censura, asi que yo lo publicare.