Capítulo 16: La Primera Bestia Sagrada Y El Último Emblema
Ha pasado dos días desde que los tamers y sus compañeros Digimons salieran de aquella cueva con los emblemas de la pureza y sinceridad, mientras más se movían hacía el norte más frío hacía.
-Menos mal que hemos traído esta ropa para poder abrigarnos de este frío.-Comentó Allyson mientras se frotaba las mangas del abrigo.
-¿Sabéis donde se encuentra Baihumon?-Preguntó Desi a su compañera.
-Me temo que no, como os dijimos nadie ha sabido de su existencia desde hace tiempo.-Recordó Salamon.
-¿Cómo sabremos si vamos en dirección correcta?-Preguntó Naomi.
-Lo único que podemos hacer es seguir andando.-Contestó Renamon mientras caminaba al lado de su compañera.
-Será mejor que nos pongamos a cubierto, se acerca una tormenta.-Avisó Gabumon mirando hacia adelante y ver como las nubes amenazaban con tormenta.
Haciendo caso a lo dicho por el Digimon empezaron a buscar un lugar donde esconderse, encontrando una pequeña cueva donde ocultarse, y justo a tiempo ya que al poco tiempo de refugiarse empezó a caer una gran nevada.
-Menos mal que Gabumon nos avisó a tiempo, sino nos habría pillado de lleno esa tormenta.-Comentó Max mientras miraba la nieve caer.
-Chicos, creo que tengo algo.-Avisó Mario, haciendo que todos se giraran.-Según he podido averiguar, las cuatro bestias se encuentran en cuarto castillos, señalado por la rosa de los vientos.-Informó mientras les enseñaba la información.
-Entonces ya por lo menos no tardaremos tanto en poder encontrarlos.-Comentó David mientras abría su mochila, sacando unos prismáticos.-Solo tendremos que esperar a que el cielo se despeje y podremos echar un ojo al cielo.
-No creo que dure mucho más la tormenta.-Avisó Renamon mientras observaba como la nieve disminuía la velocidad.
Y así fue, diez minutos después de las palabras de Renamon, la tormenta de nieve ceso dejando un cielo totalmente despejado, aunque la nieve caída les llegaba por las rodillas a los mayores, una vez encontrado una zona sin demasiados árboles, David usó los prismáticos para mirar al horizonte.
-Ahí está, veo la rosa de los vientos.-Avisó David mirando hacia un punto a la izquierda.-Es ese punto rosa.-Les explicó al ver como intentaban ver lo que él veía.
-Entonces será mejor que nos pongamos en movimiento.-Propuso Yuri.
-Alguien se acerca.-Avisó Patamon pasándose en el hombro de Yuri.
-Parece ser que no podremos daros una sorpresa.-Se lamentó una voz desde los árboles a su espalda.
-Gray Masquer.-Dijo David rápidamente al reconocer la voz.
-Es un honor que te acuerdes de mí.-Le contestó haciendo una pequeña reverencia.-Pero recuerdas a Stacy, a y os presento a Zane.-Hablo mientras a su lado se ponía un chico de su misma estatura con ropas negras, a excepción del chaleco blanco con detalles rojos, y pelo lila, el cual iba acompañado por un Gabumon negro.
-Creo que es hora de que acabemos con vosotros.-Les avisó con una sonrisa torcida Zane sacando su D-Power.
-Tienes razón amigo.-Acepto Gray Masquer sacando también su dispositivo junto con una carta.
-Carta de ida, accesorio S de digievolución.-Dijo los dos chicos a la vez pasando las cartas por sus dispositivos digitales.
-BlackAgumon, BlackGabumon digievolucionan en.-Empezaron a decir mientras una luz oscura les cubría.-BlackGreymon, BlackGarurumon.-Terminaron revelando las formas campeón.
-¿Por qué Meicoomon no ha digievolucionado?-Preguntó curiosa Allyson.
-Puede ser que ya esté en esa forma.-Contestó Mario tras pensarlo unos segundos.
-Eso lo podemos averiguar más tarde.-Les dijo David.-Ahora es hora de que nuestros compañeros digievolucionen.-Avisó sacando su D-Power y la carta de digievolución, siendo seguido por los demás.
-Carta de ida, accesorio S de digievolución.-Dijeron los siete a la vez pasando sus cartas por sus D-Powers.
-Agumon/Renamon/Gabumon/Salamon/Terriermon/Lopmon/Patamon, digievolucionan en.-Dijeron los siete Digimons a la vez que una luz blanca les cubría.-Greymon/Kyubimon/Garurumon/Gatomon/Gargomon/Turuiemon/Angemon.-Así los siete Digimons pasaron a su forma campeón.
Una vez que digievolucionaron, ambos grupos de Digimons se lanzaron contra sí, Greymon y Kyubimon fueron a por BlackGreymon, Garurumon y Gargomon a por BlackGarurumon, mientras que los otros tres Digimons se enfrentaban a Meicoomon, pero aun estando en el mismo nivel, y siendo más los Digimons de los tamers, se estaban viendo superado por facilidad por los Digimons oscuros.
-Parece que su estrategia funcionó, Gray Masquer.-Comentó con una sonrisa Zane al ver la escena.
-Claro que funcionó, aunque les enseñamos que habían digievolucionado, nunca les mostramos nuestro auténtico potencial.-Reveló Gray Masquer.
-Puede que nunca nos lo hayáis mostrado, pero nosotros nunca nos daremos por vencidos.-Avisó David.-Vamos Greymon, demostrémosle todo nuestro poder.-Le animó, y con una sonrisa al ver como su compañero se levantaba, con lo que sacó una carta y su D-Power.-Carta de ida, accesorio W de refuerzo.-Dijo una vez que paso la carta.
Con lo que Greymon se preparó para usar su ataque.-Mega llama.-Una vez que la enorme bola de fuego, combinada con el poder de la carta que había usado David salieron de la boca de Greymon se dirigieron hacia BlackGreymon.
El cual se quedó quieto al ver como el ataque se acercaba, ya que pensaba que no le haría nada de daño, pero cuando lo recibió creó una gran explosión antes de caer hacia atrás. Mientras los jóvenes tamers recuperaron la esperanza al ver como el ataque de Greymon había hecho retroceder aquel tipo, pero antes de poder decir nada una figura apareció detrás de ellos.
-Tamers elegidos seguirme, no os conviene seguir con esta batalla.-Les informo un Digimon con forma de hombre, pero con apariencia de león, antes de empezar a correr por donde había venido.
Los tres chicos al reconocer al Digimon solo asintieron con la cabeza, haciendo que las chicas y los Digimons les siguiera. Cuando el humo de la explosión se había disipado, los tres portadores oscuros no vieron rastros de los tamers ni de sus Digimons.
-Esos malditos han escapado.-Reprocho Zane.
-Tranquilo amigo, ellos no olvidaran este combate, y así la próxima vez que acabaremos con ellos.-Le reveló Gray Masquer antes de que su compañero volviera a su forma principiante y dar media vuelta.
Los tamers se encontraban con Leomon cerca de una catarata, donde Leomon les conducía por un pasadizo por uno de los lados de la catarata.
-Gracias por la ayuda Leomon, si no hubiera aparecido no sé qué sería de nosotros ahora.-Le agradeció Mario.
-No tienes que darlas, para mí ha sido un honor ayudaros.-Le restó importancia el Digimon león.
-Chicos mirad.-Avisó David al sacar su circuito y enseñar como brillaba.-El emblema debe encontrarse muy cerca.
-Así es.-Anuncio Leomon.-Ahí es donde nos dirigimos, según se podrá abrir un pasadizo que nos dejará llegar más rápido.-Les comunicó.
-¿A dónde nos llevará ese pasaje?-Preguntó Naomi mientras observaba como el circuito de David brillaba mucho más.
-Junto con Ebonwumon.-Contestó Leomon.
-¿A sido él, el que te ha mandado buscarnos?-Preguntó esta vez Mario.
A lo que Leomon asintió con la cabeza, pero antes de que nadie pudiera decir nada más, llegaron a un enorme muro les bloqueaba el paso, donde nada más llegar el muro y el circuito empezaron a brillar en sincronía, antes de que el dibujo del muro empezará a encoger hasta dirigirse al circuito de David y meterse dentro.
-Increíble el emblema del valor.-Dijo sorprendido al ver su emblema.-Al final están los siete reunidos.
-Buen trabajo, ahora debéis encontraros con las cuatro bestias sagradas, para ayudar a devolver la vida de los caballeros reales.-Les avisó Leomon, una vez que reanudaron el camino.
-¿Los caballeros reales perdieron?-Preguntó impresionado Terriermon.
-Así es, fueron de los primeros en caer, al intentar proteger este mundo de los señores demonios.-Le contestó Leomon.
-¿Os referís a los doce Digimons que están en el nivel híper campeón, son mucho más poderosos que los Digimons de ese nivel?-Preguntó Mario.
-Así es, aunque en realidad son trece Digimons.-Le avisó Leomon.
-No puedo creer que perdieran, después de las historias que se cuentan de ellos.-Comentó Renamon.
-Según se dice en la leyenda, aunque el Digimon más poderoso se enfrente a esos demonios está destinado a perder, ya que solo los Digimons que tienen un fuerte lazo con los humanos son los que les pueden ganar.-Les reveló Leomon.
-¿Y qué pasó con el número trece?-Preguntó Desi.
-Según se dice desapareció antes de que la batalla diera inicio, de eso hace trece años.-Contestó.
-No puede ser que llevéis trece años, ¿por qué no fueron elegidos otros humanos para ayudaros?-Preguntó incrédula Naomi.
-Por qué el tiempo no es igual aquí que en la tierra.-Contestó David.-Puede que ellos lleven trece años con esta guerra, pero en la tierra lo mismo han podido pasar unos meses.-Les explicó recordando aquel sueño del día de antes de conocer a Agumon.
Después de esa charla anduvieron durante unos minutos en silencio antes de ver a lo lejos una luz, revelando el final de la cueva, nada más salir pudieron ver bastante cerca la rosa de los vientos, lo que significaba que el castillo de Ebonwumon estaba cerca. Pero nada más dar unos pasos fueron abordados por un Digimon parecido a un buey.
-Alto ahí, nadie puede continuar por aquí.-Avisó el Digimon mientras sacaba sus dos espadas.-¿Leomon cómo te atreves atraer a unos desconocidos a este lugar?-Le preguntó.
-Vajramon detente.-Le ordenó Leomon sacando el también su espada, al ver como él Digimon se disponía atacar.-Estos humanos y Digimons, son los de la leyenda.-Le explicó, consiguiendo detener a Vajramon.
-¿Estás seguro de eso Leomon?-Preguntó Vajramon observando tanto a los humanos como a los Digimons.
-Lo he visto con mis ojos.-Le respondió.-¿Sino cómo crees que pasamos por la cueva?-Le devolvió la pregunta.
-Si Leomon tiene razón, quiero que me enseñéis los emblemas.-Les exigió, con lo que los siete tamers haciendo caso del Digimon, les enseñaron los emblemas.-Muy bien seguirme.-Les pidió después de que los humanos le enseñaron los emblemas, aceptando lo dicho por el Digimon león.
Con lo que siguiendo a Vajramon y Leomon, los tamers y sus compañeros llegaron al poco tiempo al castillo de la bestia sagrada del norte. Una vez dentro pudieron ver como un enorme Digimon en forma de tortuga gigante, con dos cabezas y un árbol encima de su caparazón.
-¿Así que estos son los famosos humanos que están ayudando a nuestro mundo?-Preguntó el enorme Digimon una vez que vio a los tamers.
-Así es señor.-Contestó Vajramon.
-Increíble estamos enfrente de una de las cuatro bestias sagradas.-Comentó Mario sin acabar de creérselo.
-Le traemos malas noticias, señor Ebonwumon.-Le avisó Desi.
-A si, ¿y cuáles son?-Le preguntó curiosamente.
-Los tres Digimons sagrados un muerto.-Contestó con un lamento Allyson.
-No lo creo, ya sabéis que los Digimons no morimos, sus datos fueron a vuestros D-Powers.-Les explicó.
-Hay otra cosa más.-Avisó David, ganándose la atención del enorme Digimon.-Necesitamos su ayuda para acabar con los Digimons demonios.-Le pidió.
-¿Y por qué deberíamos ayudaros?-Preguntó Ebonwumon.
-Porque se preocupan por el mundo digital, y no dejaran que le pase nada.-Le respondió Max.
-Valla parase que nos conoces bien, paro antes tenéis que hacer una pequeña tarea.-Avisó Ebonwumon haciendo que de una de sus esferas salieran tres tarjetas.
-¿Qué debemos hacer?-Preguntó Yuri al ver como las tarjetas se ponían delante de ellos.
-Solo uniendo vuestro poder con el de vuestros compañeros, seréis capaces de hacer que las digitarjetas cobren vida una vez más.-Les explicó Ebonwumon.
A lo que los siete humanos y sus compañeros aceptaron, una vez que se pusieron en círculo junto con sus Digimons, cerraron los ojos para concentrarse, donde unos segundos después los emblemas empezaron a brillar y mandando una luz de su color bañaron las digitarjetas, haciendo que estas empezaran a mutar, donde los tres tenían forma humanoide, una de esas formas tenía alas y una armadura de colores azules y blancos, la segunda era de piel azul y con armadura dorada, y el tercero era de tonos blancos y detalles rojos, aparte de tener una lanza y escudo.
Aquí está el final del capítulo dieciséis, donde los tamers han conseguido el último de los emblemas que necesitan para hacer digievolucionar a sus compañeros y se han encontrado con la primera bestia sagrada, el cual custodiaba el poder de tres poderosos Digimons. Quiero dar las gracias a todos los que estáis leyendo esta historia, y que cualquier cosa podéis dejar un comentario . Un saludo, y hasta la próxima actualización.
