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Hola queridos lectores

espero que se encuentren bien, lamento mucho la demora pero sigo aqui jejejeje

les dejo varios capitulos que estuve escribiendo estas semanas pero que no habia subido, espero les guste

aun planeo mas capitulos para este fic

dejenme por favor su voto por el fic favorito y lo actualizare mañana ;D

el mas votado claro

saludos desde CDMX

de su amiga Serenity Moon

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CAPITULO 22 CAMBIOS I

DECISIONES DIFICILES II


Entre el suave cantar de la mañana, entre los dulces y cálidos rayos del sol irradiante

La pereza se asoma al recibir alegres rayos de un nuevo amanecer con mala gana

Pero ¿Por qué razón? Eso pregunta el sol

¿Qué no la luz de mi brillo debería ser suficiente para que quieras estar despierto?

¿Qué no acaso el cobijo de mi amor debe ser suficiente?

¿Por qué no es suficiente para animarte?

¿Por qué no es suficiente para darte calor?

¿Por qué no es suficiente para darte un motivo?

¿Por qué el sol no es suficiente para ti?

Maldita paradoja.

A.P.S.


Arnold miraba un poco molesto a sus padres aquella noche habían hablado con el, ya que llevaba meses evitando quizás lo inevitable.

Estaba algo harto de tener que pensar en eso, por ello no había querido estar a solas con su verdadera familia, porque sabia que inevitablemente tendría que tomar decisiones que no quería.

Amaba a los Wilson, a sus padres, a Helga. ¿Por qué nadie entendía nada?

-No queremos decir que vivas con ellos

Harlette había notado la incomodidad de su hijo por ello intentaba que entendiera, por primera vez sentía que Arnold se comportaba como un niño de 11 años normal, con sus cambios de humor como cualquier preadolescente, pero sabia que de estar en el lugar de los Shortman también se sentiría mal.

-Mama -Arnold intento respirar -Es que….yo…

-No tomaremos decisiones que tu no quieras campeón -Comento Henry colocándose al lado del rubio -Solo queremos que pienses que…tus padres merecen una oportunidad ¿No lo crees hijo?

-Siempre serás nuestro hijo y eso jamás va a cambiar, te adoptamos y legalmente eres nuestro hijo, por eso no queremos que te asustes pero… -Harlette le tomo la mano -Si yo estuviera en el lugar de tus padres -Suspiro -Me sentiría igual o peor de fatal que ellos

Arnold bajo la mirada para evitar la de suplica que le daba su madre.

No podía con eso, así que resignado solo asintió

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Helga le había dado un pequeño regalo para que se lo llevara consigo, miraba aquel osito con un corazón que decía te amo, habían intentando que este tipo de detalles pasara desapercibido por sus padres pero, no pensó que Stella sacaría sus cosas para acomodarlas en la recamara que tenían para el, sin siquiera decirle nada.

Toda la tarde estuvo nervioso pero como estuvo todo el tiempo con Valeria su hermanita, pudo evitar un poco a sus padres, pero ya era noche y el trato era que pasara el fin de semana con ellos.

Era viernes.

Por un momento detesto a su madre adoptiva, ella y sus ojos de suplica.

Pero intento respirar.

El osito ya estaba en su cama, así que sin mas fue hacia esta y lo tomo para aspirar el aroma de Helga.

Se sentiría raro esa noche, pues habían estado durmiendo juntos casi siempre. -Te extraño -Susurro mirando al oso

En ese momento tocaron la puerta, por lo que dejo el osito en su cama un poco cubierto para que no se viera.

-¿Quién? -Pregunto nervioso

-Soy yo…¿Puedo pasar?

Era Miles.

-Si -Susurro resignado, no podía seguir evitándolos siempre aparentemente

-¿Cómo estas hijo?

Arnold hizo una mueca ante lo ultimo pero lo ignoro

-Bien

-¿Necesitas algo? No pudimos platicar contigo ni enseñarte la alcoba…

-Estoy bien, en verdad

Miles le miro apenado

-¿quieres estar solo?

Arnold bajo la mirada algo avergonzado

-Yo…no…es que…

-Entiendo hijo -Miles se acerco al rubio -No te preocupes comprendemos perfectamente bien, solo quiero que sepas que estamos felices de que estes en casa y queremos que también tu estes feliz aquí

Arnold asintió sonriéndole con amabilidad -Gracias

-Bueno ya es hora de bajar a la cocina a cenar, te espero abajo ¿Si?

Arnold susurro un tímido si y su padre salió.

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Helga miraba con melancolía el otro lado de la cama, sabia que era tonto pero extrañaba a Arnold, en todo sentido y era tonto porque no era como si el cabeza de balón no fuera a volver, lo sabia pero…

Se sentía raro

Este tiempo viviendo bajo el mismo techo, a veces pensaba que no era tan bueno que se sintieran ambos de esa forma.

Era una tortura.

Pero ¿Qué mas debía hacer?

Lo amaba y eso era lo malo.

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-Hola hermanito buenos días -Dijo Val feliz despertándolo

-Hola Val -Dijo Arnold adormilado

-¿Y ese oso? -Dijo la pequeña mirándolo

-No…no es nada

-Esta muy lindo ¿Puedo verlo? Yo quiero uno

Arnold solo se sonrojo y escondió el oso aunque no fue tan buena idea pues su hermana comenzó a llorar un poco.

Eso si estaba mal

-¿Qué pasa cariño? -Stella miro a Val y luego a su hijo quien estaba sonrojado

-No me quiere dar el oso

Stella miro a Arnold quien no dijo nada solo estaba rojo como tomate

-Pero es de tu hermano cariño

-Pero…

-Luego podemos comprarte uno pero tienes mas peluches en tu cuarto, tu hermano tiene sus cosas aquí ¿Ok?

Val se molesto pero asintió y se fue del cuarto dejando a Arnold y Stella solos.

-¿Estas bien cariño?

Arnold asintió sobresaltado

-Se que ese oso es especial amor, será mejor que lo guardes para que ella no lo tome, es mas pequeña y a veces es muy traviesa

Stella le guiño un ojo, provocando el nerviosismo de Arnold.

-Yo…

-No te preocupes, no hace falta -Comento Stella -¿Qué quieres desayunar cariño?

Arnold se sonrojo aun mas aunque no sabia si eso era posible ¿no o si?

-Yo…lo que sea estará bien

-Te hare un par de Hotcakes ¿Te gustan?

Arnold sonrió -Si

-Vale, date prisa, pequeño porque quiero llevarlos al centro comercial

Arnold asintió

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La tarde junto a Miles y Stella resulto ser mejor de lo que había pensado o temido, ellos no lo estaban forzando a nada pero lo integraban en las actividades familiares y veía que no hacían diferencias entre el y su hermana, pese a que ella es quien había estado pasando mas tiempo con sus padres.

A ambos les compraron ropa y juguetes, Arnold no quería porque sus padres adoptivos ya le habían comprado varias cosas pero Stella y Miles dijeron que en la casa debía tener sus cosas, no quiso quitarles la intención de nada.

Comieron en la calle y les llevaron al cine y por ultimo a cenar.

Arnold estaba realmente ya exhausto cuando iban de vuelta en el auto, se preguntaba si habría problema si se quedaba dormido en el auto, sin darse cuenta cayo en brazos de Morfeo.

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Helga miraba con una sonrisa a sus padres, estaban algo tristes porque Arnold no estaba con ellos pero estaban felices en el fondo porque habían hecho algo bueno por el y sus padres, ella sabia que era así y aun así como su familia no podía evitar sentirse un poco triste de la falta que les hacia el rubio.

-Princesa ¿quieres que veamos una película?

-¿Podemos verla en su cuarto? -Pregunto la rubia con timidez

-Si mi amor -Dijo Harlette -¿Vamos?

-Si mami

Ambas se subieron junto con Henry, para poder disfrutar de una película antes de dormir, aunque Helga ya no fue a su cuarto por esa noche, supo por primera vez que era dormir entre unos padres tan amorosos como los que había tenido la suerte de encontrar.

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Bob miraba con una sonrisa triste a Miriam a quien había ido a visitar aquella mañana junto con Olga, quien se veía mejor cada vez que salían de terapia.

-Extraño mucho a Helga -Comento Miriam mientras tomaba la mano de Olga -¿No la viste?

Olga negó con la cabeza -No la he ido a buscar, solo papa fue

Miriam miro a Bob, pero este de inmediato negó

-¿Por qué?

-Ella esta bien y esta feliz

-Pero…

-Vi como nuestra pequeña Helga es una niña ahora feliz y no tiene porque cargar con nada de esto -Comento Bob -No podemos irrumpir de nuevo en su vida y quitarle su estabilidad tanto emocional como física, solo porque la extrañamos, no se lo merece y nosotros no merecemos a una hija tan maravillosa como ella, se ve que esta mucho mejor en todos los aspectos.

-Si mama -Dijo Olga seriamente -No creo que merezca que nosotros entremos al menos no por ahora en su vida

Miriam bajo la mirada -Quería verla

-Lo sabemos pero no podemos ser egoístas y no pensar en ella, pero te puedo asegurar que ella esta bien -Comento Bob aunque un poco molesto por lo ultimo que vio hacer a ese niño

Pero intentaba calmarse, pues Helga era harina por el momento de otro costal.

Ahorita debían arreglar sus vidas y sacar toda la basura para poder reclamar a su hija, aunque seguramente ya nunca podrían recuperarla

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Arnold abría los ojos al sentir los rayos del sol colarse por la ventana, se percato entonces de que estaba en su cama y con la pijama puesta, se sonrojo levemente, pues ni sus abuelos le cambiaban la ropa cuando se quedaba dormido.

No sabia como sentirse al respecto.

Estaba bien arropado e incluso encontró a su lado el osito que Helga le dio.

-Buenos días, hijo -Dijo Miles ingresando a la habitación sonriéndole con ternura

Arnold solo atino a contestar un: buenos días

-¿Cómo dormiste? -Pregunto acercándose para sentarse en la orilla de la cama

-Bien… -Miro un poco avergonzado hacia el otro lado -Creo que dormí mucho

-Un poco -Comento Miles pero sonrió -Pesas un poco pero no tanto para tu viejo padre -Comento divertido

Arnold bajo la mirada -Lo…siento…yo…

-Arnold no tienes que disculparte -Dijo Miles seriamente -Además me diste una buena excusa para cargarte, después de tantos años extrañe hacerlo -Comento divertido y con una tierna sonrisa -Hijo quería darte esto -Le enseño un pequeño libro

-¿Qué es? -Pregunto curioso el rubio olvidando por un momento todo

-Fotografías

Arnold le miro con curiosidad

-Son tuyas hijo, todas las que pudimos tomarte desde que naciste hasta el ultimo día que te vimos, esto siempre lo mantuve conmigo, era mi fuerza en los momentos mas obscuros en aquellas condiciones donde me tenia la sombra

Arnold vio como sus ojos se oscurecieron con tristeza profunda.

Se sintió mal.

Miles vio el cambio de humor de su hijo -No quiero que pienses mas en lo que sufrimos nosotros hijo, solo quiero que pienses en lo que podemos disfrutar hoy, eso es lo importante, porque hubo momentos desesperantes tanto de tu mama como míos donde pensamos que jamás te íbamos a volver a ver pero henos aquí -Tomo el hombro del rubio para que levantara la vista del álbum -Y yo quiero celebrar eso contigo, celebrar mi bendita suerte de poder tenerte de nuevo

Arnold sonrió con sinceridad -Tienes razón… -Respiro un poco antes de decir lo ultimo -Papa

Miles le miro con ojos llorosos mientras musitaba un gracias lleno de felicidad y amor.