Como suele ocurrir con los rumores y chismes, la historia de amor de Darcy se embelleció tanto que algunas damas incluso afirmaron que durante los largos períodos que Darcy había estado fuera de Londres, que no estaba en Pemberley como afirmó, sino visitando a su dama en América. No importaba que dicha señora fuera casada en ese momento… Por otro lado, Lady Victoria, estaba siendo cortejada por el hijo mayor de un conde, de la misma edad que Darcy, les dijo a sus amigas y conocidas que se alegraba que Darcy se había casado con otra mujer ya que ella no tendría remordimientos de conciencia por no casarse con él.

Si alguien le creyó o no, ella nunca lo sabría...

Dado los chismes románticos y trágicos que estaban circulando sobre los Darcy, sumados a la influencia de Lady Matlock tenían como consecuencia que la alta sociedad estuviera con buena disposición para aceptar a Elizabeth siempre y cuando ella misma, Lady Matlock, hiciera un esfuerzo por "educar" a su nueva sobrina.

Tenía muy pocos días para hacerlo antes del Gran Baile, y por lo tanto, el día que Elizabeth llegó a Londres, lo primero que hizo Lady Matlock fue reunirse con ella durante casi toda la tarde para contarle con gran detalle todo lo que Elizabeth necesitaba saber sobre la alta sociedad de Londres, especialmente sobre las principales damas, temas que debería y no debería hablar, qué decir y a quién...

"Señora Darcy, aunque me hubiera gustado que mi sobrino se casara con una mujer de nuestro círculo social, lo hecho, hecho está. Ahora eres parte de mi familia y debo ayudarte a facilitar tu entrada en la alta sociedad londinense. También debes saber que no estoy haciendo esto sólo por ti, sino que lo estoy haciendo por el nombre de mi sobrino y de la familia Fitzwilliam".

Elizabeth simplemente asintió ya que lo que Lady Matlock estaba diciendo ya lo sabía.

"Lo primero que debes saber es que muchas mujeres, y algunos hombres, intentarán encontrar fallas en tu apariencia y comportamiento. Debes tener mucho cuidado con quién hablas y qué dices. Hay algunas mujeres con las que te recomiendo que trates a la ligera y otras con las que sería mejor que tengas una relación amistosa. Prometo guiarte". Hizo una pausa y añadió: "Eres una mujer hermosa, pero hay mujeres mucho más hermosas que quisieron, sin éxito, casarme con mi sobrino. Algunos de ellas pueden hacer comentarios maliciosos, por ejemplo, que hubo un compromiso y estás embarazada. Lo importante es que, si se difunden un rumor, deberías difundir otro que sea más interesante y creíble que el anterior…"

Al día siguiente, Lady Matlock llegó temprano a la casa de Darcy. En esta ocasión, inspeccionó los vestidos de Elizabeth y; con un dejo de decepción; ella declaró que la vasta mayoría de ellos no eran adecuados, pero ella ya tenía un plan.

"No, señora Darcy, definitivamente no. Tu guardarropa puede ser adecuado para tu situación anterior en la vida, pero ahora eres una de las mujeres más ricas de Inglaterra y debes vestirte de acuerdo con tu nueva posición social. Ya he concertado una cita con Madame Depree y mañana por la mañana vamos de compras".

Como Lady Matlock era precavida, ya le había pedido a Madame Depree que cerrara la tienda por unas horas para atenderlas exclusivamente. Varios de los clientes se sorprendieron al ver que había un cartel en la puerta de Madame Depree que decía que la tienda estaba cerrada hasta las 2:00 p. m. de esa tarde.

Durante varias horas Elizabeth y Lady Matlock miraron telas de distintos colores y texturas, delicados encajes y bordados. Después de eso, mientras tomaban té y sándwiches, Madame Dupree les mostró varias revistas con diferentes diseños e incluso hizo algunos bocetos de acuerdo a las preferencias de Elizabeth y Lady Matlock.

Por sugerencia, o más bien insistencia, de Lady Matlock, Elizabeth encargó diez vestidos de noche y otros tantos vestidos para el día. Después de tomar las medidas de Elizabeth, la tan solicitada modista prometió enviar al menos dos de cada uno de ellos a la casa de Darcy antes de que se celebrara el baile.

Después de eso, fueron al zapatero a comprar varios pares de zapatos a juego con los vestidos, y por último, Lady Matlock insistió en que revisaran las joyas de Elizabeth y la colección de la familia Darcy para determinar si era necesario comprar algunas joyas.

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"…Solo han pasado tres días desde que llegamos a Londres y ya quiero ir a Pemberley. Apenas veo a Elizabeth en todo el día y todo es culpa de tu madre. Sé que es importante que Elizabeth de una buena primera impresión en el baile, pero tu madre está exagerando. ¡Como si me importara si los vestidos de Elizabeth tienen demasiado o muy poco encaje!" Darcy se quejaba por segunda vez desde que Richard había llegado un par de horas antes.

"No te enojes con ella, Darcy. ¡Conoces a mi madre! Ella siempre soñó con tener una hija o una nieta y organizar su presentación en sociedad, y tuvo que conformarse con dos hijos y un nieto. Estaba muy feliz cuando organizó el baile de entrada en sociedad de Georgiana."

Darcy sonrió con tristeza, aunque estaba inmensamente feliz con Elizabeth e Isabella, todavía estaba triste por la muerte de su hermana. "Lo sé, no debería quejarme. Pero desearía tener más tiempo para estar solo con mi esposa. ¡La extraño!"

"Sólo quedan dos días para el baile en casa de mis padres y después de eso, estoy seguro que todo volverá a la normalidad, o mejor dicho, a la normalidad que se puede esperar en temporada social de Londres..."

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Como estaba estipulado, Madame Dupree envió varias cajas que contenían algunos de los vestidos con las boletas para que Darcy las pague. Elizabeth estaba horrorizada por los altos costos de la modista ya que eran al menos el doble que las mismas telas que le podía comprar a los Thompson y tres veces más lo que cobraba la modista de Jane. Le hizo saber a Darcy su indignación. Divertido, escuchó a Elizabeth, mientras ella caminaba furiosamente de un lado a otro en su oficina.

"¡Es increíble! ¡Estas telas y encajes son vendidos por el Sr. Thompson por menos de la mitad del precio! ¡Las tres veces que le pregunté a la modista por el costo, tu tía desvió la conversación! ¡Si hubiera sabido que iba a costar tanto dinero, nunca habría aceptado ir a esa tienda!"

"Mi amor, por favor, cálmate. Puedes darte el lujo de comprar los vestidos en las tiendas más exclusivas de Londres. Sé que mi tía no te habría dejado comprarlos en ningún otro lugar."

"¡Lo sé! Sé que tu tía piensa que otra opción era inaceptable. Pero no quiero convertirme una mujer frívola y tonta que gasta mucho dinero innecesariamente en vestidos que sólo va a usar una vez sin tener en cuenta el costo. ¡Quiero dar un buen ejemplo a mi hija y a nuestra futuros hijos!"

Darcy se levantó de su silla y la abrazó con fuerza. "Amor mío, nunca serás una frívola, tonta. Esa es una de las muchas cosas que amo de ti…"

Elizabeth lo miró a los ojos y comenzaron a besarse. Afortunadamente, la puerta estaba cerrada con llave ya que varios minutos después estaban ambos desnudos, entrelazados en un cómodo sofá…