Levemente editado.
Disclaimer Applied.
Lenguaje obsceno, lemmon y lime.
Sin más que decir ¡A leer!
CAP 1 So hot.
El ruido de voces, risas y cuchicheos se extendía a lo largo del patio del instituto a lo largo del almuerzo. Las múltiples mesas se encontraban estratégicamente posicionadas sobre el césped de verde vivo, a la sombra de los árboles frondosos, meciéndose ante el viento fresco de la primavera, dando la oportunidad a los privilegiados estudiantes del prestigioso instituto de pasar el receso allí, hasta que el invierno los obligara a usar el comedor interno del imponente campus.
-Es demasiado sexy ¿no lo crees? – dijo con una voz casi orgásmica, que no pudo disimular, descansando su mejilla sobre su mano, sin despegar sus gemas del objeto de sus deseos.
-Lo es frentona, pero ya deja de mirarlo pareces una acosadora sexual – escuchó su querida amiga decirle en un tono burlón - además me pregunto ¿qué diría Hyuga si te escuchara?
-Ya lo sabes cerda, haría un escándalo, después yo y mi sensualidad nos haríamos cargo de que se calmara con un buen polvo – mencionó guiñando su ojo en señal de complicidad.
-Es cierto, hay tantos beneficios en ser muy candentes- añadió
-¿Crees que si lo invito a salir aceptaría? – preguntó volviendo al tema anterior.
-¿Estás loca?- se escandalizó- Si lo invitaras a salir, aceptara y terminaran follando te drogarías con su semen- poso sus ojos sobre el mismo chico que la pelirrosa - ese chico ha consumido de todo Sakura, es terriblemente sexy pero eso es repugnante, solo míralo, estoy segura que eso no es un cigarrillo normal.
¿Qué lo mirara? Si eso había estado haciendo los últimos 40 minutos, desde que sonó la campana del almuerzo y ella y su mejor amiga Ino tuvieron la fortuna de sentarse en una mesa cercana a la que él estaba sentado, solo.
Le encantaba. De punta a punta.
Su cabello azabache desordenado con esos inusuales destello azules a la luz del sol. Su cara perfecta, con cejas perfectamente perfiladas, unos ojos negros arrolladores, afilados y profundos, su nariz recta, unos labios pálidos totalmente besables, y una quijada perfectamente delineada y masculina. Su cuerpo trabajado, que cincelaba sus músculos marcados de los apenas visible de su anatomía, cubierta por ese estilo único con que vestía el uniforme, las mangas recogidas hasta los codos, dejando a la vista los tatuajes que recorrían sus fuertes brazos, con los primero botones sin apuntar, y un par de cadenas colgando de sus caderas, como ya era cotidiano.
Ino tenía razón eso no era solo un cigarrillo, pero le daba esa imagen de chico rudo, malo, de esos que no tendrían contemplación, se moría porque ese chico la hiciera suya durante horas, no le interesaba si Neji se molestaba, después de dos años, ella sabía cómo apaciguar su mal humor.
Sasuke Uchiha, desde que recordaba, él siempre había estado en el instituto, y a pesar de cursar el mismo grado jamás habíamos tenido ninguna clase en común, hasta este año, nuestro último año, y habíamos coincidido en todas nuestras clases, y fue ahí donde empecé a interesarme en él, tal vez era su apariencia de chico rudo lo que me atraía de él o simplemente que estaba buenísimo, no lo sabía, solo quería que llegara el día en que tuviera su pene dentro de mí, incluso si eso molestaba a Neji.
Neji…
La mejor manera de describir su relación con el ojiperla era algo así como un noviazgo, habíamos empezado a salir por darle gusto a nuestras familias, quienes adulaban y adoraban la idea de un futuro compromiso entre ellos, y frente a estas y al mundo aparentábamos ser una pareja y no puedo negar que lo quiero, y me encanta que tengamos sexo, y si bien había un acuerdo tácito de fidelidad, yo follaba con otros chicos y el con algunas chicas, por lo que él continuaba molestándose cuando se llegaba a enterar, pero no me importaba, yo soy como un lagarto no puedo digerir mi comida sin algo calientito debajo.
Y allí es donde Sasuke entraba en mi juego, lo quería besándome, recorriéndome con sus manos, dándome fuerte.
Pero si yo no daba el primer movimiento él no lo haría, eso era claro, el chico parecía no mirar absolutamente a nadie, pero este era mi último año y estaba decidida a aprovecharlo, así que tenía que ser decidida y fuerte. Vamos Haruno puedes hacerlo, eres lo suficientemente fuerte y bella como para conquistar a un chico como él.
Y eso no estaba a discusión, ella se amaba por muchas cosas, sobre todo esa sensación de que al entrar en un lugar se robaba la atención de muchos, no se podía quejar, su cabello era de un rosa, lo que los chicos que coqueteaban con ella llamaban exótico, sus ojos verdes iguales a los de su abuela, sus senos tenían un buen tamaño, era delgada y curvilínea, y su mayor orgullo era su trasero, el cual ejercitaba cada noche para que siguiera siendo firme y grande, y sus piernas largas, delgadas y torneadas, ¿Quién se resistía a algo así?
Repitiendo esto en su cabeza, lo decidió.
-Lo invitare a salir – dijo decidida.
-¿Qué dijiste frentona de porquería?- dijo Ino casi atragantada con el burrito que se estaba comiendo.
-Iré hasta su mesa y le pediré que salgamos – no esperó respuesta de su amiga, solo se puso de pie, acomodo un poco su camisa y su falda escolar, se aseguró de caminar firmemente para que sus caderas se balancearan al ritmo de sus pasos cargados de sensualidad.
Cuando estuvo suficientemente cerca, aclaro su garganta.
-Sasuke, ¿puedo sentarme? – bastó con decir eso para que el la mirara con esos profundos ojos negros que tanto la intrigaban.
-Hmp… me da igual – se encogió de hombros, mientras le daba otra calada a lo que sea que estuviera fumando.
-bien Sasuke he estado pensando que tal vez podríamos hacer algo el viernes- le dijo con una voz cargada de sensualidad mientras con su dedo acariciaba levemente el dorso de su mano, donde terminaba uno de sus tatuajes.
-Pensé que salías con Hyuuga – escuchó que le decía vagamente.
-eso no importa Sasuke – confesó insinuantemente.
Él ni siquiera se molestó en disimular que recorría su cuerpo con la mirada de arriba abajo.
-Lo pensaré – dijo simplemente.
¿Lo pensará? ¿No le bastaba con verla para aceptar?
-Sakura- escuchó como la llamaban, no pudo evitar brindar un poco al reconocer la voz profunda a sus espaldas.
Neji.
Bastó con una mirada para saber qué era lo que estaba pensando el castaño, su ceño fruncido y hombros encorvados le dejaban claro que no estaba contento, se puso de pie, y guiñándole el ojo a Sasuke se encamino a la mesa donde antes se encontraba, y donde ahora no sólo se encontraba Ino, sino otros de sus amigos y su…novio.
-¿Por qué hablabas con él? – pregunto directamente, como siempre, en cuanto la tuvo suficientemente cerca.
Y ella como siempre sabia como solucionarlo, con la sonrisa más inocente que tenía en su repertorio lo tomo del cuello y lo besó intensamente hasta que sintió que se relajaba.
Lo tenía domesticado.
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Jadeo nuevamente, mientras sentía el sudor empapando su ropa, todos creían que ser una animadora sólo se trataba de lucir bonita con poca ropa, ser popular y ser la comidilla en los escándalos más trascendentales de la vida escolar.
Deberían venir a verlas corriendo y ejercitando al mismo ritmo que lo harían los jugadores de rugby.
Estaba haciendo su mayor esfuerzo por rendir en el entrenamiento, pero estaba realmente agotada, y todo se debía a su flexibilidad, esa que siempre había tenido y gracias a su madre, quien la inscribió desde que era una niña a clases de ballet, había desarrollado.
Y ahora gracias a ello, Temari le exigía mucho, siempre la ubicaba en la cima de las pirámides haciendo splits en las coreografías, habían estado practicando una nueva rutina toda la tarde para el próximo partido.
Trotó hasta donde había dejado una botella de agua, y sólo ahí notó la presencia del pelinegro que había estado rondando su mente, apoyado al lado de la entrada del gimnasio, con los brazos cruzados, estaba acompañado del único chico que se atrevía a hablarle, el idiota de Naruto, quien parecía hablar incesantemente, a pesar de que Sasuke no parecía prestarle atención.
La estaba observando, de una manera extraña, dio un vistazo rápido a su cuerpo, encontrándose con su camisa blanca totalmente pegada a su anatomía, se había transparentado y dejaba a la vista su sostén negro, la forma de sus senos y su abdomen, sonrió orgullosa. Nada mal. Caminó en su dirección, dispuesta a dejar claras sus intenciones.
-Sakura ¿Qué crees que estás haciendo? Solo 10 minutos más y terminamos la práctica ven acá – gritó Temari con autoridad, y ella solo pudo detener su paso mientras mascullaba una maldición y volvía donde estaba el resto de chicas.
Los siguientes minutos pasaron lentamente, mientras la rubia exuberante terminaba de ultimar y pulir detalles de su nueva creación, y después salió hacia las duchas con el pecho inflado de orgullo, seguida de varias chicas más, que se sorprendieron al ver el par de chicos guapos.
-Haruno – llamó su voz profunda, detuvo su rutina de estiramiento y se giró para verlo, a la expectativa de lo que le diría – viernes, a las 7 en mi casa – dijo dándole un papel casi quemado, con un extraño olor que juraría era marihuana.
-De acuerdo – siguió su camino con una sonrisa victoriosa.
-parece que lo conseguiste, frentona – dijo Ino alcanzándola y rodeándole los hombros con el brazo
-Así es, cerda – concluyó orgullosa.
Sólo 4 días más y tendría su polla dentro.
Solo con pensarlo podría tener un orgasmo.
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Un par de retoques para adaptar un poco la historia a mi estilo actual, espero que las personas que lo seguían desde el principio sigan aún por acá, y a las que se unan les agrade.
Gracias por leer :)
