Hola lectores y querida audiencia, cómo están? Bueno aquí yo una vez mas, escribiendo una nueva historia. Antes de empiecen a leerla quisiera disculparme por estar algo atrasado en mis otros fics. La verdad podría tener miles de excusas para eso, pero la verdad es que no tenga una en si.
Espero que si les guste y si es así no olviden dejarme un comentario con su opinión. Los veo al final del capitulo ;)
*Elsa y Anna no son hermanas en esta historia.
*Todo ocurre en un universo alterno.
*Las personalidades o actitud de ciertos personajes puede que cambien, con respecto a sus actitud original.
Todos los personajes de Disney y Pixar que aparecen en esta historia, corresponden a sus respectivos creadores. El único fin de esta historia es el de entretener
Capitulo 1: Chica nueva.
Día soleado en la ciudad de Arendelle. Es un sábado por la tarde y tres amigos disfrutan en la terraza del edificio en donde viven. Anna, Rapunzel y Olaf, son amigos desde hace ya varios años y decidieron vivir juntos hace un año cuando los tres entraron a la universidad. Olaf es el alegre del grupo, un chico simpático de 19 años, siempre quiere abrazar a todos y siempre ve el lado positivo de la vida. Rapunzel es la creativa, estudia diseño, es muy alegra casi todo el tiempo, tiene 20 y sale con un chico llamado Eugene. Por ultimo tenemos a Anna, una simpática pelirroja de 20 años, estudia medios audiovisuales junto con Olaf, suele ser un poco ingenua pero tiene un buen corazón.
Todos viven en el departamento numero #301, del edificio que se encuentra entre las calles "Frozen" y "Snow" en el centro de Arendelle. El departamento de los chicos es bastante amplio, tres habitaciones, dos baños, una pequeña sala, cocina y una pequeño cuarto de lavado. Cada uno pagaba una parte de la renta y así todos se colaboraban. Anna y Rapunzel eran de una ciudad muy pequeña, que se encontraba a tres horas de distancia de Arendelle, ambas se conocía desde la secundaria y habían formado una gran amista, se podría decir que eran las mejores amigas. Por otro lado Olaf era originario de Arendelle, él había conocido a las chicas en una fiesta, un mes antes de que entraran a la universidad y rápidamente se gano el cariño de ambas.
-No me cansare de decirlo, amo esta terraza- decía Anna, que le daba un sorbo a su bebida.
-Y que lo digas- dijo Rapunzel- Tenemos que darle gracias a Olaf, que fue el que encontró este departamento.
-Lo se, se que ustedes me aman- sonrió el chico, provocando las risas de sus amigas- ¿Harán algo mañana?
-Yo saldré con Eugene, ¿tu Anna?- pregunto Rapunzel.
-Creo que me quedare aquí, veré alguna película o algo así.
-Yo tengo que ir a comer con mis padres, supongo que nos veremos poco mañana- dijo Olaf mirando a sus amigas.
La platica continuo entre todos, hasta que empezó a caer la noche. Regresaron al departamento, donde cada quien se fue a su respectiva habitación. La habitación de Anna, era la mas grande de todo el departamento, ella la había ganado en una apuesta que se hizo Olaf el primer día que todos llegaron al departamento. Dentro de esta, Anna la había decorado a su gusto, con algunos posters en las paredes, había unos cuantos peluches, la ropa sucia esparcida por toda la habitación era un extra.
Aunque el lugar era bastante agradable, aún así faltaban cosas. Como una televisión, grabadora, un escritorio para su computadora. Anna seguía dependiendo de sus padres, eso a ella no parecía molestarle en lo absoluto, pero si había ocasiones en las que tenia que ahorrar bastante y eso significaba no gastar el dinero en ciertas cosas. Anna ya había tratado de conseguir un trabajo, para así solventar algunos gastos. Sin embargo, luego de haber sido rechazada en diez lugares, Anna se había resignado un poco sobre la posibilidad de trabajar.
Anna se encontraba acostada sobre su cama, mientras checaba Facebook en su laptop. El semestre en la universidad había iniciado bastante pesado para la pelirroja, ella era buen estudiante y sacaba buenas calificaciones. Había momentos en que su desempeño bajaba, pero no era nada serio. Anna tenia la gran fortuna de tener a Olaf en su mismo grupo y ambos se apoyaban en todo momento.
Mañana seria una largo día. Aunque no le molestaba estar sola del todo, después de todo los tres pasaban casi todo el tiempo juntos, era normal que pasar casi todo un día sola iba a ser bastante aburrido.
Amanecía nuevamente en Arendelle. Anna se levanto bastante ese día, tan era así que no pudo encontrar a ninguno de sus compañeros de piso. Aun en pijama y con el cabello hecho un desastre, Anna empezó a prepararse algo para comer. Con la televisión de la sala encendida, Anna seguía preparando su comida, mientras pensaba que podía hacer ese día.
"Podría quedarme aquí a ver películas o salir a caminar" pensaba mientras revisaba su Facebook en su celular.
Estando inmersa en sus pensamientos, algo la saco de su pequeño trance. El sonido de varias personas que provenía del pasillo, de afuera de su departamento, la hizo llenarse de curiosidad. Impulsada por esa curiosidad, Anna se acerco a la puerta y mirando por la mirilla, pudo ver que a varios hombres subiendo muebles, cajas y muchas otras cosas.
"Alguien se esta mudando" se dijo, hacia tiempo que nadie vivía en el departamento 302.
Anna paso al menos veinte minutos mirando por la mirilla de la puerta, observando como aquellos hombres entraban y salían del departamento 302. Mientras tanto, afuera del edificio, un elegante deportivo se estacionaba frente al camión de mudanza. De este bajo una chica rubia platino, aparentaba tener unos 21 años. Miraba atentamente el edificio, el que seria su nuevo hogar, volteo a mirar su teléfono celular, la mudanza apenas tenia unos cuantos minutos de haber llegado, por lo que se dispuso a entrar en el edificio para supervisar la mudanza.
La pelirroja aun seguía en la puerta. Ahora trataba de agudizar mas su vista, al mirar la llegada de una chica rubia. Hubo un momento extraño, en donde aquella chica miro en dirección al departamento de Anna, por un momento la pelirroja sintió que la estaba mirando directamente, como si supiera que la estaba espiando. La chica no lucia ninguna expresión en su rostro, lucia serio pero había algo mas.
"¿Sera ella la que se vaya a mudar?" pensó al darse cuenta que la chica comenzó a dar lo que parecían ordenes a aquellos hombres.
Después de casi dos horas de trabajo. Por fin los hombres habían por terminada su labor, dos horas en las que Anna no se había despegado de la puerta. Al parecer Anna había encontrado el perfecto distractor para su domingo. La chica rubia aun seguía ahí, mirando su celular sin expresión alguna y quizás cerciorándose de los últimos detalles de la mudanza. Era obvio que aun faltaba varias cosas, pero la parte mas tediosa y pesada al parecer ya había acabado. La rubia platinada hablaba con unos de los hombres, Anna apenas si podía entender que era lo que posiblemente le decía. Los dos terminaron por darse la mano y aquel hombre y sus trabajadores pasaron a retirarse. Anna soltó un pequeño suspiro, su entretenimiento había acabado, pero ahora tenia algo muy bueno que contarle a sus compañeros de piso.
Antes de irse del lugar, la chica rubia volvió a mirar en dirección a la puerta de Anna y como una simple y extraña coincidencia, Anna estaba cruzando su mirada con la de aquella chica. La ahora nueva inquilina del departamento 302, sacudió su cabeza y procedió a salir del edificio. Anna aprovecho ese momento para correr hacia una de las ventanas que daban hacia la calle, el camión de mudanza ya se había ido pero el deportivo de la chica aun seguía ahí. Miraba atentamente como la rubia se subía a su auto y procedía a alejarse poco a poco. Anna se quedo unos cuantos segundo mirando por la ventana, hasta que el deportivo se perdió de su vista. ¿Quién era esa chica? ¿Habrá comprado el departamento o solo rentado? ¿Será amable o no? Esas y muchas mas preguntas eran las que Anna se hacia en ese momento, recordaba que desde la vez en la que ella y los demás se habían mudado, el departamento 302 estaba vacío y nadie parecía haber vivido ahí antes.
La tarde empezaba a caer y Anna volvía a encontrarse aburrida. Había terminado sus deberes de la universidad, ya había visto dos películas y no había nada interesante en Facebook. Como ultimo recurso y también para saber ¿cómo estaban? Anna tomo el teléfono y llamo a casa de sus padres. Anna solía llamarlos casi todos los días desde que ella se mudo a Arendelle. Sus padres no eran precisamente los mas ricos del mundo, pero hasta el momento tenían el capital necesario para que Anna siguiera con sus estudios.
-Si ¿diga?- contesto una mujer del otro lado de la línea.
-Hola mamá, soy Anna.
-Anna me da mucho gusto escucharte. ¿Sucede algo?
-Nada en especial, solo quería hablar contigo y con papá, estoy sola en el departamento así que, tu sabes.
-Entiendo hija. Bueno ¿qué te puedo decir? Tu padre ahorita esta trabajando y…
-Pero es domingo, no se supone que el descansa los domingos.
-Sucede que tu padre esta teniendo mucho trabajo en estos días en la oficina, ¿por qué? No quiere decirme.
-Espero que no sea muy cansado para el…
Anna siguió platicando con su madre de diversas cosas, escuela, amigos, familia e incluso hubo un momento donde empezaron a platicar de la mayor obsesión de Anna, el chocolate.
-Tengo que colgar hija- dijo su madre.
-Comprendo mamá, cuando llegue papá dile que le mando muchos saludos.
-Lo hare hija, que estés muy bien.
-Por supuesto, hasta pronto mamá.
-Hasta luego, Anna.
Pasadas unas horas, Rapunzel y Olaf llegaron al mismo tiempo al departamento. Anna se encontraba en la sala del mismo, aun en pijama, pero había pasado un muy interesante domingo.
-¿Qué tal les fue?- pregunto la pelirroja.
-Bastante bien, ¿hiciste algo el día de hoy?- decía Rapunzel desde la cocina.
-Si, bueno fue un día bastante…interesante diría yo
-¿Así? ¿Por qué?- pregunto Olaf que se escuchaba muy curioso.
-Les tengo una noticia- decía Anna, haciendo que sus amigos se acercaran a ella para escuchar la noticia- ¿Están listos?
-Solo dilo y ya Anna, no nos tengas con la angustia- dijo Rapunzel.
Anna los miro a los dos y con un sonrisa por fin soltaba la tan esperada noticia.
-Una chica se acaba de mudar al departamento 302- la sorpresa en sus compañeros no se hizo esperar.
-¿¡Enserio!? ¿La conociste?- pregunto Olaf.
-No exactamente. Estuve observando toda la mudanza y así. La chica parece ser una persona bastante amable, eso creo.
-Me alegra que vayamos a tener a una persona de nuestra, es algo fastidioso tener que vivir con muchos adultos.
-Tu lo haz dicho.
Los tres chicos empezaron a reír, al recordar en todos los problemas que se habían metido anteriormente con los demás vecinos. Por problemas como el ruido, alguna que otra fiesta, etc. Después todos acordaron que si mañana veían a la nueva chica, le darían una calurosa bienvenida.
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Elsa se encontraba mirando su antigua habitación vacía, aun quedaban algunas cosas por llevar al nuevo departamento, pero mañana mismo ella llevaría algunas cosas. Aunque el semestre en la universidad había ya empezado, su padre se las había arreglado para que la universidad permitiera el ingreso de Elsa. Ella vivía en Arendelle con sus padres, sin embargo había tomado la decisión de vivir sola, aunque sea en la misma ciudad quería sentir esa experiencia de ser un poco mas "independiente".
Ella es una chica bastante seria, siempre con los pies en la tierra y centrada en lo que tiene que hacer. Casi no tiene amigos y algunas personas cercanas a ella, la describirían simplemente como una persona fría, en ciertos aspectos. Cosa que a Elsa no parecía importarle mucho.
Elsa parpadeo varias veces al sentir vibrar su teléfono. Era su madre la quien estaba marcando. Elsa suspiro por un momento antes de atender a su madre.
-¿Mamá?
-Elsa, ¿qué tal el nuevo departamento? ¿te gusta?
-Es bastante cómodo y amplio.
-Me da gusto escuchar eso de ti, tu padre dice que has tomado una elección bastante madura.
-Mamá seguiré viviendo aquí en Arendelle, no es como si me hubiera ido a otra ciudad.
-Aun así la experiencia es la que cuenta. Has estado lejos de Arendelle por un tiempo, así que te deseo lo mejor. También sobre tu decisión de estudiar comunicación y medios audiovisuales. ¿Sabes que día iniciaras?
-Tengo entendido que mañana mismo, papá dice que mandara a los de la mudanza a llevar las ultimas cosas por la mañana. Yo llevara unas cuantas saliendo de la escuela.
-Por cierto hija, ¿cuál es la dirección de tu departamento.
"No puedo creer que aun no lo sepas, te lo dije esta mañana" se dijo Elsa para si misma y soltando un enorme suspiro procedió a responderle a su madre.
-Es el edificio numero 211 que se encuentra entre las calles "Frozen y Snow", el numero del departamento es 302.
-Oh si lo había olvidado, bueno hija tengo que irme. Buena suerte.
-Gracias- Elsa termino por colgar.
Con la vista una vez mas dirigida hacia la habitación vacía. Elsa soltó un enorme suspiro, mañana seria un día pesado.
Hey! Aquí yo de nuevo, ¿qué les pareció? Se que es algo corto pero supongo que es porque apenas esto comienza. Ahora quiero decirles algo antes que nada:
Esta historia en particular tendrá muchos aspectos personales de mi vida (Dato curioso: Yo vive por casi 3 años en un departamento con el numero 302 y en un edificio que era 211) Lo digo porque estoy pasando por una etapa algo delicada en mi vida, muchos me dicen que es la crisis de los 20 y de mas cosas. Eso no quiere decir que no habrá grandes momentos "Elsanna" en esta historia ;) (habrá muchos)
Adoro esta pareja, de Elsa y de Anna, así cuando estaba pensado en esta historia me dije "Si ¿por que no? vamos a escribirla" Y aquí esta :D muchas gracias por haberte tomado el tiempo de leerla y yo espero que si te vaya a gustar :D
Nos vemos luego :)
