A translation of His First Morning in Korea.


"Eres realmente una belleza, mi amor". Jihyun tarareó, agradecida.

El asombro hábilmente entrelazado en su voz devolvió a MC a cómo se había despertado aquella mañana: con sonidos de grafito raspando contra el papel, líneas escribiéndose una tras otra. Algunas eran curvas, otras rectas y otras sólo sombreados, y todo para capturarla por completo.

Era la primera mañana en dos años que se despertaba en suelo coreano. Había saltado de un avión procedente de Anchorage, con escala en Seattle, apenas once horas antes y su primera prioridad había sido encontrar a la mujer que dominó sus pensamientos durante todo el tiempo que estuvo fuera.

Estaba dispuesto a hablarlo, a explicarse y a decir que realmente necesitaba ese tiempo y que estaría encantado de trabajar para ganarse de nuevo su confianza y su amor, y para que ella, por favor, por favor, le diera una oportunidad.

Ni en sus sueños más salvajes había esperado que MC corriera tan rápido como pudiera con un vestido de diseño alquilado y tacones altos y saltara a sus brazos en cuanto él asomara la cara en aquel local. No es que se quejara. Condujeron lo más rápido posible hasta su casa, que ella se aseguró de mantener lo más ordenada posible en previsión de este momento, y se perdieron el uno en el otro.

Esta mañana, tras toda una noche de conocerse en un sentido bíblico, Jihyun siente la necesidad de conmemorar este momento. Por lo general, eso significaba hacer una foto, pero la idea le inquietaba, viendo otros recuerdos en los que había hecho lo mismo. Por desgracia, decidió pintarlo en un caballete.

"Oh, ¿pero no habías tenido ya toda la noche para decírmelo?". Reflexionó, sin esperar exactamente una respuesta, ya que estaba insinuando los acontecimientos de apenas unas horas antes.

En cualquier caso, no parecían demasiado inolvidables, aunque ella se complaciera en su deseo de expresarlo de alguna otra forma.

El hombre le contó una vez que siempre había tenido algún tipo de salida creativa, desde la poesía hasta la escultura, en su vida, desde que era pequeño, aunque su padre no lo aprobara realmente. Mencionó que era una forma de escapar de todo lo que le rodeaba y de la sensación de ansiedad que le producía el mero hecho de pensar en afrontarlo de otra manera.

Jihyun reconoce ahora que esto no es sano, pero sigue siendo la mejor forma que tiene de expresarse. El arte, especialmente el dibujo, está destinado precisamente a eso, a ayudarle a elaborar sus sentimientos de ese modo, y a proporcionarle un lugar en el que pudiera crear su propio mundo, uno en el que pudiera poseer una sensación de control sobre el espacio mental en el que se encontraba, en lugar del caos de imágenes y sonidos del mundo real.

En cierto modo, dibujar a MC desnudo también nace de esta ansiedad. Un miedo a que se despierte pronto, en Alaska, en Magenta, con Rika, y todo haya desaparecido. Un miedo a que su aceptación de él se rescinda con la misma facilidad con la que se había ofrecido, ahora que un nuevo día aclara su mente. Que él hará algo estúpido o hiriente y ella se habrá ido con razón. Entonces, al menos, tendrá sus dibujos como compañía, como recuerdo de días más brillantes.

"Ya lo hice, pero vale la pena repetirlo". Rezongó. "Eres preciosa, MC".

La joven tuvo que contener una carcajada cuando levantó la vista. Se puso nervioso, ruborizándose al recordar su primera noche juntos.

"Adulador". Se despidió.

Sensaciones de roces ásperos y suaves, él agarrando su cuerpo cada vez más cerca y las uñas de ella arañando más profundamente las de él. Estaban tan enredados en los edredones, con sonidos de pantalones, gemidos, quejidos y quejidos que sólo la ruidosa ciudad que había al otro lado de las ventanas hasta el suelo les recordaba el mundo exterior.

En medio del enfriamiento, mientras se orienta entre una y otra, las palabras de elogio y la respiración agitada cambian el ambiente. Estaba admirando su cuerpo reluciente de sudor bajo el suyo, fijándose en cada detalle antes de cogerla por fin y llevarla al baño para que se lavara.

Su cuello se torció ligeramente, curiosa por saber cuánto había avanzado, pero Jihyun se limitó a mover el cuaderno de bocetos un poco más allá de su vista, sin apartar su atención de él. Debería haber sabido que él haría algo así, aún tenía su vena reservada y Jumin había mencionado una vez que siempre le daba por dejar que la gente viera las obras en las que trabajaba y que aún no estaban listas.

Sonríe con satisfacción. "De verdad, amor mío, ¿qué tiene de malo continuar si no es mentira?".

Su pregunta era claramente retórica porque, ni un segundo después, él se inclinaba para darle un suave beso en los labios, retiraba parcialmente la sábana blanca de su cuerpo para dejarle al descubierto el pecho desnudo y volvía a ponerse manos a la obra.

MC suspiró. "¿De verdad crees que es de buen gusto dibujarme desnuda?".

Mientras el recuerdo se apoderaba de su mente, la sospecha y la incapacidad se apoderaban de la de ella. En los primeros días en que se conocieron, en aquella pequeña temporada que vivió en el apartamento de Rika, ella recordó cómo él había dicho una vez que su prometida, supuestamente muerta, había sido su inspiración. Ella se había maravillado, deseando un amor tan grande como aquel. ¿Quién no lo desearía?

Darse la vuelta ahora y oír lo mismo, de boca del mismo hombre, planteaba algunas preguntas. Sobre todo teniendo en cuenta, sinceramente, que Rika y su figura angelical eran más merecedoras del título de inspiración artística sin fondo.

"MC, tu cuerpo es uno de los más bellos; no, es el más bello que he tenido el privilegio de ver, cada centímetro de él. Me parece de muy buen gusto tenerlo de otra forma". Hizo una pausa y la miró directamente a los ojos. "Sólo si tú quieres que lo sea, por supuesto".

Permaneció en silencio unos segundos para dar la ilusión de que realmente estaba pensando en ello.

"Hablas mucho, ¿lo sabías, Sr. V? Pero tienes mi sí, lleno sólo de gratitud. Adelante". dijo MC, con una sonrisa.

Su cuerpo se echa hacia atrás y se relaja en la cama, tras lo cual emite un ligero suspiro.

Jihyun sonríe ampliamente. "No te arrepentirás, amor mío. Te lo prometo".