¡Saludos, queridos lectores!
¡Sorpresa! Para el tema del día cuatro, tengo dos historias que espero que les gusten n.n La primera, fue la actualización de Placeres compartidos y ahora tenemos esta nueva historia n.n
La portada está en proceso y esperemos que pronto esté lista, pues los avances que he visto, es muy linda n.n
Día 4: Adaptación SasuKarin Month Junio 2023
¿Cuál es la historia que estoy adaptando para este fic? Si te interesa saberlo pese a posibles spoilers, sigue leyendo, de lo contrario, salta a la historia n.n
Esta historia es una adaptación del hentai XL Joushi, un hentai romántico de ocho capítulos de no más de cinco minutos cada uno. Como es una adaptación, el fanfic no es una copia del anime que les comento, así que espero que disfruten la historia aún con esas diferencias n.n
Karin trabajaba en la empresa Mantis como asistente de la jefa en administración donde ganaba bastante bien para ser una recién graduada. Además, debido a las reglas de la empresa, ella podía participar como "probadora" de alguno de los productos de diseño nuevo, lo que le otorgaba juguetes gratis.
Sí, juguetes, porque la empresa Mantis estaba dedicada al diseño y fabricación de productos sexuales como juguetes y preservativos y como cualquier empresa que ofrecía productos nuevos cada cierto tiempo, necesitaban de personas que los probaran.
La dinámica de la empresa para hacer esas pruebas, era dar algunas muestras a sus trabajadores y con ellas, algunos cuestionarios para hacer una evaluación. Si el producto tenía buen recibimiento, repetían el experimento ofreciendo a sus empleados muestras, con sus respectivos cuestionarios, para amigos y familiares y finalmente, si había buenas críticas, se conseguía un público más amplio como último filtro antes de ponerlos a la venta.
Pues bien, Karin trabajaba allí porque una de sus maestras le dio el contacto de su actual jefa poco antes de salir de la universidad, fue aceptada y le pagaban muy bien. Algo que, además de ser un deseo de cualquier trabajador, resultaba benéfico, ya que ella, junto a sus amigos de la universidad, planeaban fundar su propia empresa… aunque no de la misma rama, y para ello necesitaban dinero para invertir.
Ella ya tenía un muy buen ahorro, pero sus compañeros no habían tenido tan buena suerte como ella para encontrar trabajo enseguida que se graduaron ni que les pagara tan bien, así que aún había que esperar. Sin embargo, cuando salió el último producto de la empresa, hubo un problema para conseguir voluntarios a medida, por lo que se les ofreció un bono a quienes encontraran personas interesadas.
Las mujeres de la empresa se deslindaron por completo de la tarea, ya que, por un lado, el producto era de uso masculino y por el otro, les avergonzaba la idea de tener que preguntar un detalle importante e íntimo a amigos y familiares para poder cumplir, aún si a algunas les daba curiosidad.
A pesar de todo, Karin decidió arriesgarse a intentarlo para poder seguir ahorrando, lo que levantó algunas burlas y dudas entre sus compañeros de trabajo. Incluso, se enteró de que había una apuesta sobre si ella sería capaz de conseguir algún voluntario.
Por supuesto, dicha situación la hizo enfadar y en el calor del momento entró a la apuesta asegurando que conseguiría cinco voluntarios, lo que equivaldría a cinco mil ryō de bono más lo que ganara de la apuesta que era casi el doble.
—¿Y cuál es el producto? —preguntó Suigetsu curioso, cuando Karin se había reunido con sus amigos de la universidad a buscar voluntarios y quejarse de su mala decisión.
—Condones y lubricante.
—¿En serio? ¿Cómo puede ser tan difícil encontrar voluntarios? —el albino se rió burlón— Si lo dices porque quieres ser tú quien los pruebe y no tienes con quién…
—Extra grandes —Karin lo interrumpió.
—¿Tan difícil es encontrar a alguien de la medida? —preguntó Juugo sorprendido.
—No es tan común —comentó la pelirroja muy arrepentida de haber apostado, pues buscó sobre ello en internet y resultaba que para encontrar hombres con la medida para esos condones, debería ir al otro lado del mundo donde la media podría usarlos.
—¿Por qué decidieron sacar un producto que difícilmente alguien compraría? —preguntó Sasuke interesado por el argumento empresarial.
—Porque aunque sea una población muy reducida, existen clientes y nadie más cubre ese mercado en el país, así que debe haber algo de ganancia —explicó Karin— Así que están dispuestos a cubrirlo, especialmente porque se vienen las campañas de salud sobre el cuidado de las ETS y anticoncepción.
—¿Y cuánto se supone que mide? —preguntó Juugo.
—Es para tamaños de dieciséis punto cinco centímetros en adelante.
—Bien, hoy es tu día de suerte, bruja. Yo puedo ayudarte con eso sin problemas —sonrió Suigetsu orgulloso— Lo probaré y sólo te faltarán cuatro, pero deberás darme la mitad de tú bono por mi ayuda.
—Tienes que responder un cuestionario después de usarlo y si mientes, será muy obvio —respondió Karin muy seria, porque aunque era una excelente oportunidad para devolverle una de tantas bromas, estaba demasiado preocupada por la apuesta— Las preguntas están diseñadas para evidenciar falsos testimonios y me lo descartarán si mientes.
—Yo puedo hacerlo —Suigetsu insistió con su sonrisa orgullosa y Karin lo miró seriamente a los ojos hasta que él se rindió— De acuerdo, no me quedan. ¿Contenta? —refunfuñó el albino encogiéndose en su asiento y dándole un trago grande a su cerveza— Dáselo a Juugo.
—¿Te queda? —Karin preguntó al hombre más alto del grupo.
—¿Cuándo debes entregar el cuestionario?
—Tengo diez días.
—Supongo que puedo ver a Hiroko el fin de semana y probarlos.
—¡Perfecto, serás el primero de cinco! —exclamó Karin abriendo la caja de cartón que generó la pregunta que dio pie a la conversación sin ella tener que dar el primer paso en esa conversación, y sacó una caja más pequeña que entregó a su amigo— Dentro hay veinte condones de cuatro tipos diferentes, un frasco de lubricante y el cuestionario —el chico tomó la caja avergonzado sin decir nada— ¡Ah! Y hay un cuestionario para ella también.
—Presumido —bufó el albino.
—Sasuke, ¿qué hay de ti? ¿Calificas para ayudarme? —Karin preguntó más animada y mirando con mucha curiosidad al azabache.
—Eso no importa, porque no tengo novia para probarlos.
—Si tu quieres, yo puedo…
—¿Crees que él va a querer acostarse contigo cuando puede elegir a cualquier chica que él elija? —Suigetsu intervino burlón.
—No estoy interesado en buscar a nadie —respondió el azabache manteniendo su gesto estoico.
—Me pregunto si tú realmente puedes ponerte uno de esos condones —el albino lo miró acusadoramente— ¿No estarás alardeando con toda esa actitud arrogante?
—¿Qué harás para buscar a los que te faltan? —Sasuke evadió al albino para preguntarle a la pelirroja.
—Pues… supongo que mañana iré con una amiga que trabaja en una sexshop y esperaré a ver si llega alguien que pueda y quiera hacer la prueba —respondió Karin dando un suspiro de resignación— Iba a ir desde ahora, al parecer hay más ventas los viernes por la noche, pero hoy no le tocó turno, así que tendré que esperar hasta mañana.
—¿Cómo vas a saber si alguien puede usarlo y no te miente? —preguntó Juugo, pues ella no ganaría la apuesta si no conseguía los adecuados.
—Ya perdió la apuesta. Le van a ver la cara de pendeja —comentó Suigetsu riendo y al poco recibió un golpe de parte de la pelirroja.
—Según lo que me dijo Tayuya, es fácil darse cuenta cuando mienten, así que ella va a ayudarme. No me quedará de otra que confiar en ella.
—¿Conoces a Tayuya? —preguntó Sasuke sorprendido, pues no sabía que ellas se conocieran.
—Sí, claro. Le daba asesorías de estadística en la universidad —respondió la pelirroja.
—Es eso ¿o es que eres clienta frecuente de la sexshop donde trabaja? —señaló Suigetsu— No me sorprendería si no tienes pareja, algo debes buscar para desahogarte.
—¡Deja de decir estupideces! —Karin volvió a golpear al albino tirándole la cerveza encima.
—¡Maldita bruja! ¡Mira lo que…!
—Déjala en paz —Sasuke intervino levantando la voz lo suficiente para oírse imponente, pero sin gritar.
—¡Me debes una cerveza! —exclamó el albino apuntando a la fémina mientras se levantaba de su silla.
Frustrado, Suigetsu se fue al baño a secar lanzando maldiciones en el camino.
—Creo que me voy. Mañana tendré un día muy largo y pesado —comentó Karin levantándose de la silla, tomó la caja de cartón de la mesa del bar y soltó un suspiro de resignación— Deseenme suerte —dejó un billete en la mesa y se dio la media vuelta para comenzar a caminar hacia la salida, pero se volteó a los chicos una última vez— Me avisarán si conocen a alguien a quién pueda darle esto. ¿Verdad?
—Claro —respondió Juugo, pero no recibió ni siquiera un gesto del azabache para confirmar o negar la ayuda.
Al día siguiente, Karin llegó al turno de Tayuya que iniciaba a las tres de la tarde y terminaba a la media noche y desde el primer momento la pelirroja supo que no iba a ser un día fácil, pues al parecer, en general habían dos tipos de clientes: los que compraban como si estuvieran comprando droga y los pervertidos que intentaban ligárselas.
La verdad, es que por lo menos ambas tenían un carácter fuerte y Tayuya que ya sabía lidiar con hombres igual o peores, evitaba que las cosas llegaran más lejos, pero sin duda, Karin se llevaba los momentos más horribles si su amiga le señalaba un posible candidato a la prueba y este se ponía pesado cuando ella intentaba hacer el ofrecimiento del producto. Aún si les daba la tarjeta de su empresa para comprobar que era una prueba, los idiotas pensaban que ella buscaba coger con alguien de tamaño grande.
Cinco minutos antes de que el turno de Tayuya terminara, Karin ya había encontrado dos de los cuatro faltantes, lo que la haría regresar al otro día junto a su amiga, pues no creía que lograría encontrar al menos un tercero en el poco tiempo que restaba. Sin embargo, en el último momento apareció un candidato que, por desfortuna de la pelirroja, quería pasarse de listo con ella.
Poco antes de que Tayuya pudiera intervenir, Sasuke apareció tomando de la muñeca al tipo cuando había intentado halar a Karin y debió ser tal su agarre, que el hombre se quejó y soltó de inmediato a la fémina.
—Largo de aquí —ordenó Sasuke.
—¿Acaso quieres pelear? —preguntó el hombre con una sonrisa socarrona en el rostro y por su complexión y postura, probablemente practicaba boxeo.
—¡Largo de aquí maldito idiota! —exclamó Karin dándole una patada en los bajos y aunque el hombre se dobló del dolor, quiso hacer un intento por volver a su postura amenazante, hasta que Tayuya le mostró una pistola eléctrica activa y el hombre terminó por salir del lugar lanzando maldiciones y aún encorvado por el dolor que le causó la patada.
—Excelente patada —Tayuya felicitó a la pelirroja— Pero la próxima vez, déjame meterle esto en las bolas y va a llorar.
—¿Sasuke? ¿Qué haces aquí? —preguntó Karin muy sorprendida, porque jamás se imaginó verlo en una tienda de esas.
—Supongo que viene por algún juguete —dijo Tayuya siendo lo más obvio en una tienda como esa. Sólo los despistados entraban allí sin motivo.
—Iba pasando enfrente de la tienda y oí tu voz gritando, así que entré —respondió el azabache sin inmutarse a lo dicho por la otra mujer.
—Ajá y nosotras nos chupamos el dedo.
—¿Ya terminaste? —Sasuke ignoró a Tayuya para dirigirse a Karin.
—No, me faltan dos, pero el turno terminó —respondió la pelirroja suspirando resignada— Aunque estoy sorprendida que a pesar de las estadísticas pudiera conseguir la mitad —miró a su amiga de reojo— Y que Tayuya tenga ojo para eso.
—Llevo tres años en este negocio. Los pendejos que cacarean ser enormes hablan con las bolas hinchadas cuando preguntan por productos, pero al final no lo compran si su presunción es para ligarse a alguien de la tienda. En todo caso que lo compren, siempre van a pedir lo más barato porque no vale la pena gastar tanto en algo que los imbéciles no pueden usar —respondió Tayuya burlona— Y por el contrario, los de verga grande, cuando no son reservados, se inventan patrañas como bromas o que es para alguien más. También están los weyes que piden las cosas como si compraran cualquier cosa, pero raro es el que presume de lo que le cuelga entre las piernas si tienen de qué presumir. Además, muchas veces se les nota en el pantalón cuando ven las portadas de las películas.
—Te llevo a casa —Sasuke no prestó mucha atención a lo dicho por la mujer y se dirigió a su amiga.
—Lárgate con él, si quieres —dijo Tayuya antes de que Karin le dijera que quería aceptar la propuesta del chico, aun cuando ella había quedado de llevarla— Al menos una de las dos debería coger hoy.
—¡No vamos…!
—Vámonos —dijo Sasuke caminando a la salida.
—Oye, espera, vamos a esperar a…
—Kakuzu es puntual o no le pagan completo, así que lárgate y móntalo duro.
—Si al menos se dejara… —murmuró Karin, pero sacudió la cabeza y fue detrás de Sasuke tras tomar su bolsa y despedirse de Tayuya.
Era una verdadera ironía que a pesar de ser la que más ganaba del grupo, Karin aún no se hubiese podido comprar un auto, pero de alguna manera Sasuke tenía uno y preguntarle no era precisamente una opción porque no iba a contestar. Suigetsu ya lo había hecho y aún si era un fastidio apocalíptico cuando se lo proponía, no había podido sacarle información.
—¿Qué harás ahora que te faltan dos? —preguntó Sasuke cuando arrancó el carro después de que Karin se subiera y se pusiera el cinturón.
—Volveré mañana y espero encontrar a los otros dos —respondió la pelirroja— Espero que al menos haya menos idiotas mañana.
—¿Lidiaste con más imbéciles así?
—Es mi maldición por ser bonita. ¿No te parece? —respondió Karin fingiendo que sufría y Sasuke hizo una mueca de desagrado, lo que enfadó a la pelirroja— ¿Qué diablos fue ese gesto?
—Conozco a alguien que puede usarlos —respondió disgustado sin mirar a la chica.
—¿En serio? ¿Por qué no me lo dijiste antes? —reclamó la chica.
—Si no haces ninguna pregunta, te llevaré con él —respondió el azabache, lo que sólo despertó más la curiosidad de la fémina, pero ante su desesperación por terminar con ese asunto y que él le estaba asegurando que esa persona era de la medida, optó por aceptar.
—De acuerdo, prometo no preguntar nada —dijo con sinceridad y el varón dio vuelta en la primera calle en la que tuvo oportunidad— ¿Vamos a ir ahora? ¿No es muy tarde?
—Estoy seguro que sigue despierto —Sasuke aseguró y aunque Karin iba a hacer más preguntas, se abstuvo a tiempo, pues lo había prometido y conociendo el temperamento del varón, sabía que podía dar la media vuelta si insistía en preguntar.
¿Quién es la persona a la que Sasuke se refiere? ¿Karin logrará ganar la apuesta de su trabajo? ¿Sasuke tiene la medida requerida para el producto? ¿Qué otras preguntas les han nacido?
Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n
Algunas curiosidades del fic:
La descripción de cómo se prueban los juguetes antes de sacarlos al público, es un método que, según un artículo que encontré en gogle, es normal en este tipo de empresas, así que si quieren juguetes gratis antes de la venta, empiecen a enviar su CV a estos sitios de trabajo.
Para quién tenga duda sobre las medidas... resulta que busqué al respecto y mientras hay artículos que mencionan que la procedencia no influye en el tamaño, hay artículos que dicen que si hay medidas estándar, por lo que usé algo de ello para mencionar una medida y establecer cuál es el XL de la región donde vive Taka. Por supuesto, pude haber exagerado como hacen los hentais, pero preferí usar datos reales.
En un rato más estaré subiendo el fic correspondiente al tema del día de hoy, así que espérenlo pronto n.n
¡Hasta la próxima actualización!
Anuncio para el SasuKarin Month: Este anuncio estará en todas las historias y capítulos que se estarán publicando durante el SasuKarin Month del 2023, así que si ya lo has leído en otra historia, puedes saltártelo.
Este año tengo cubierto la mitad del mes, así que verán historias según los temas, o bien capítulos que estarán asociados a los temas como he hecho en otros años. Así mismo, yo sé que aún tengo muchas historias en proceso y de momento estarán en hiatus hasta que termine el mes.
Dicho lo anterior y ya que debo muchas historias (y admito que abriré algunas este año), quiero informarles que terminado el mes de Junio, me daré una semana de descanso de escribir y para cuando regrese a la escritura, haré una evaluación de follows en Fanfiction y votos en Wattpad sobre las historias que tengo incompletas, y aquellas que tengan más de estos "likes", serán las que retome en ese orden para poder seguir actualizando. Si hubiese algún empate, tomaré en cuenta el número de comentarios.
Con algunas historias me tomaré algunas libertades debido a que están a muy poco de terminar, pero haré caso principalmente al favoritismo de ustedes, mis lectores n.n
Los resultados de lo anterior, los estaré subiendo a mi página de Facebook — SaKaSu Fanfics.
También quiero anunciar que espero en este mes pueda subir historias a Ao3, pero en esa plataforma intentaré subirlas en inglés. Por supuesto, esto me obligará a ir más lento porque me tomará un tiempo tenerlas en un idioma que no domino, pero lo hago porque me gustaría que mis historias llegaran a más personas.
Finalmente, quiero invitarlos a apoyarme en Ko-fi, donde su aporte será muy bienvenido, pero que de ningún modo, es una condición para que yo siga actualizando. Yo seguiré escribiendo haya o no apoyo en Ko-fi, pero tendré algunas consideraciones para quienes lo hagan sobre qué actualizaré. El link lo encontrarán en mi perfil o en mi página de Facebook. Si no puedes hacer una aportación, no te preocupes, un buen comentario es un excelente motivador para seguir escribiendo n.n
Lamento si el anuncio ha quedado largo. Te dejo seguir leyendo las historias de este mes y espero que las disfrutes n.n
