Situaciones

Aquí nuevamente estoy yo, trayendoles un nuevo fanfics con el que estoy participando el ShaMuTober 2023.

El del año pasado no hace mucho lo terminé y contrario a lo que crean si lo voy a subir aquí. En los próximos días iré completando esa historia.

Amo escribir sobre Shaka y Mu, por algo son Mi OTP suprema, así que comience esta nueva aventura.

Declaimer: Saint Seiya y sus personajes no me perteneces, yo solo los utilizo para hacer locuras con mi imaginación


Capítulo 1: Casa de Virgo

Sube el último escalón y se detiene enfrente de las dos estatuas que adornan la entrada de la sexta casa, la de Virgo. Sabía que debía cumplir las normas del Santuario y que no debía usar su poder para teletransportarse, pero no deseaba encontrarse con Shaka, no luego de lo que había sucedido.

Mu, el caballero de Aries sintió que el mundo se había venido encima hacia unos días en los que había estado hablando de más con alguno de sus compañeros.

Y entonces el cangrejo tonto cree que yo estoy súper dolido por lo que sucedió en Asgard con la tal Helena y…— el sueco tuerce sus ojos —a mi qué? ¡ni me gusta ni me importa!

Ante las palabras Camus y Mu se miran. Era extraño que estos caballeros se reunieran, pero Afrodita les había pedido que fuera a su templo para hablar de algo importante y bueno Camus y Mu eran educados y no pudieron negarse ante la constante insistencia.

En fin, ya hemos hablado de Deathmask, y Camus ya no ha explicado lo que sucede con Milo…— toma su taza — ahora es tú turno Mu.

¿Eh? ¿A qué te refieres?—pregunta nerviosa.

¿Estás seguro de qué nadie te gusta?— levanta una ceja —. Anda Mu, habla. Lo que digas, se quedará aquí, ¿Verdad Camus?

El francés suspiraba y solo asiente con la cabeza, no parecía muy interesado en lo que sucedía.

—Pues es que…. No… no puedo hablar nada al respecto — baja su mirada.

¡Jamás! No te voy a creer. Aquí parece que nadie nota ciertas cosas — dice con seguridad y se cruza de brazos —, desde siempre ha sido cercano a Shaka, demasiado diría yo… así que, dinos Mu, ¿qué pasa con el caballero de Virgo?

Afrodita no lo presionas — niega con la cabeza Camus.

No lo estoy presionando, solo quiero que encuentre en nosotros alguien con quien desahogarse — lo mira —, a ti te sirvió, deja que Mu hable.

¡Ay ese tema! Su debilidad.

Es verdad… Shaka y yo fuimos muy buenos amigos de niños, de hecho…—hace una pausa y sonríe con nostalgia — recuerdo que disfrutaba mucho de su compañía y me gustaba más estar en la casa de Virgo que en la de Aries… — ríe, pues ahora eso le parece una tontería.

¿Cómo?

Pues sí, es que el ambiente era demasiado tranquilo y aunque para todos Shaka era aburrido, en realidad era todo lo contrario… No se como explicarlo, pero era agradable y cálido—suspira—. Como Shaka no solía salir mucho de Virgo entonces yo iba constantemente a buscarlo ya compartirle todo lo que a mí me gustaba…. Recuerdo que hacíamos algo parecido a una pijamada y siempre eran en la casa de Virgo, es que en la casa de Aries, no recuerdo quién hizo el comentario pero de verdad a veces parece la portería del Santuario — ríe. La manera como hablaba Mu parecía algo lejano, remoto, eso hace que Afrodita y Camus se miren y hagan gestos de incomodidad.

Mu… tú…

Obvio que todo eso cambió, los sentimientos se transformaron y cada uno ha tomado un camino diferente — se encoge de hombros.

¿Estás seguro?

Pues sí, todavía hablamos, pero el tiempo y el que yo me fuera del Santuario, hubo un desgaste y ya no somos cercanos. Además… — baja la mirada —, pues es que cada vez que debo atravesar la casa de Virgo, Shaka se cree muy iluminada y entonces siento que me echa, es que ni el saludo me da.

¡No te creo! — niega con la cabeza piscis.

¿Ah? No tengo porque mentir, supongo que ya no soy su preferido — le menciona, recordando como cuando era niño Death y Afrodita se la pasaban gritándole que Shaka jamás lo atacaría, ni se atrevería pelear con él porque era su preferido, lo que le causaba incomodidad. , pues aunque sabía que era el único amigo que tenía el hindú no le gustaba sentirse expuesto.

Jajajaja eso es difícil de creer… jum tendría que verlo.

¿Por qué? ¿Acaso Shaka de Virgo no puede sentir nada malo por mi? — frunce su entrecejo — ¿Ustedes de verdad dan por hecho que Shaka y yo estábamos enamorados o algo así?

¡Pues sí! — exclaman al unísono los dos caballeros.

¿Eh?— las mejillas de Mu comienzan a tomarse rojas —¡pero que tontería es esa!

Lo siento, es que era algo que parecía evidente — se defiende Camus y toma su taza.

¡No! E-Eso no… no… por supuesto… n-no…

¿Y por qué te pones nervioso?— pregunta el sueco al ver como el tibetano comienza a tartamudear y sonrojarse.

Es que ustedes no saben nada y… Es que Shaka…¡PUES ES QUE SHAKA NO SABE DE SENTIMIENTOS Y AUNQUE YO HE INTENTADO ACERCARME, ÉL SOLO ME TRATA CON INDIFERENCIA Y ENTONCES YA ENTENDÍ QUE EL ÚNICO QUE A SENTIDO ALGO DE AMOR POR EL OTRO A SIDO YO! — grita al verte acorralado y ya no sabes cómo manejar lo que sentía — ¡ÉL NI TIENE SENTIMIENTOS FIN!

¿¡Cómo!? ¿¡Qué yo qué!? — de entre las sombras aparecen los caballeros de Virgo, leo y Escorpio.

Alguna vez había escuchado que la gente decía "trágame Tierra", pero no creo que pueda verse en esa posición. Trágame Tierra y escúpeme en Jamir o en el Inframundo. Si ese lugar parecía mejor ahora que tener que enfrentar a Shaka.

Actuar como un cobarde no era algo común en él, pero es que aún no sabía cómo explicarle sus palabras al guardián de esa casa, de hecho debía agradecerle a Dohko por llegar justo en ese momento cuando las miradas de todos recaigan en él. El caballero de Libra siguiendo las órdenes de Shion les pidió a todos regresar a sus casas, sin réplicas y sin esperar nada — Ay ojalá Shaka este en la Sala Gemela o meditando y no nos encontremos…— es lo único en lo que piensa desde que su Maestro lo mando llamar.

Nunca antes había sentido tal sensación, la casa de Virgo parecía tan grande, es más era como si el laberinto de Géminis se hubiera trasladado allí y se hubiera multiplicado y él estuviera perdido o caminando en círculos, lejos de la salida.

—Mu? — la voz de Shaka retumba en el lugar —, te estaba esperando.

Si, correr parecía la salida fácil, pero sus nervios no le permitían moverse con facilidad ya pesar de todo no se sentía preparado para enfrentar la realidad. Habían revivido ya hacía unos meses, Athena había logrado ponerle fin a la guerra Santa y todo parecía estar bien, incluso con los caballeros que habían traicionado a Athena y al Santuario.

El problema real era que existían dudas y temores, el tiempo y las diferentes situaciones los habían cambiado. De niños habían logrado ser muy buenos amigos, habían hecho promesas. Todo eso había quedado olvidado o ya no había forma de que existiera.

—Eh…¿me esperabas? Que raro — dice y baja la mirada —n-no recuerdo que hubiera algo de lo que tuviéramos que hablar…—no había duda de que era un desastre.

Frunce su entrecejo.

Aioria, descartado por completo — habla Milo mientras se dirigían al despacho de Shion —, la inteligencia de Shaka no le da para tanto.

Si, eso parece — el castaño se limita a sonreír y mira de re ojo al hindú que iba unos escalones más abajo.

Mu fue muy claro en sus sentimientos — indica y se detiene —, ya lo que sigue depende de él.

Milo parece que no conocieras a Shaka oa Mu, ninguno va a hacer las cosas que tú sueles hacer por captar la atención de Camus — levanta una ceja.

¡Ay! ¡Cállate!

No, nunca le había importado lo que los demás caballeros opinaban y aunque estaba bastante confundido con lo que había escuchado de Mu, las palabras de Milo no le parecieron para nada tontas.

...

—Creo que si lo hay — se le acerca —, sé que hice mal en escuchar gran parte de la conversación, pero Aioria fue quien se dio cuenta que estaba escondido ya Milo… a él le pareció que era bueno aparecer así de la nada.

...

¿Qué se supone qué debería hacer?— la expresión de sorpresa en ambos griegos no se hizo esperar, ¿Shaka de Virgo les estaba pidiendo consejos?

Hablar con Mu — responde Aioria.

Si, claro pero hay que saber hacerlo— señala Milo mirando a sus dos compañeros —, para que funcione. Si presionas a Mu muy posiblemente se alejará y hasta ahí llegan las posibilidades. Todo se volverá más complicado.

—Perdón por interrumpirte, estabas hablando de mi pero no era la manera…

Niega con la cabeza —yo, no debía referirme de esa forma, dije cosas que no pienso realmente — aunque no aclaró a cuáles cosas se refería, pero era mejor o definitivamente su corazón se le iba a salir del pecho —. Y además… Shaka yo solo estoy de paso… mi Maestro me espera. Me voy — lo había conseguido, salir de la casa de Virgo sin tener que dar mayor explicación y sin tener que verle la cara a Shaka.

—¿Puedes quedarte? —no, no era suficiente con su actuar.

Ok, tampoco es como que vas a estar ahí como un idiota aceptando todo — suspira —, digamos que hay que saber cuándo presionar, sino pues no vas a avanzar — señala Milo no muy convencido, es que eso de actuar como consejero no le venía bien.

Ya… pues tus consejos no parecen funcionarte con Camus —Aioria parecía empeñado en remarcarle sus fallas y tenía motivos, pues cada que Acuario lo dejaba plantado o se molestaba, este parecía refugiarse en Capricornio y eso afectaba los intereses de Leo.

¡Ay!— le dedica una mirada asesina al griego —, mira Shaka si de verdad te interesa Mu, tienes que valerte de lo que sea, ve que te sirve del pasado, de cuando eran amigos o del presente cuando han estado juntos entrenando o hablando. Hay que arriesgarse.

—Una vez hayas visto a su Ilustrísima, ven y quédate… — fija sus ojos en los de Aries.

— ¿Eh? Pero es que...

—Prepararé algo de té y… solo quiero demostrarte que no soy el monstruo que describiste. Tú sigues siendo bienvenido en esta casa… eso no va a cambiar nunca — sonríe o hace una mueca parecida —, quiero ser un buen anfitrión, porque al parecer si he sido un poco agresivo contigo… Es que di por hecho algunas cosas… como continuamos hablando no creí que se notará el cambio…y mucho menos que te afectará…

Los nervios no habían desaparecido, pero si estaba un poco más calmado, además para que las cosas funcionaran él debía poner de su parte —esta bien…— le dedicar una sonrisa llena de ilusión.

(...)

Cumpliendo con su palabra los caballeros de Virgo y Aries se reencuentran en la sexta casa. En este primer encuentro el silencio y la incomodidad se apoderan del lugar. Aunque no lo dijeran abiertamente habían temas de los cuales hablar, pero al involucrar sentimientos que los llevaban acompañados por mucho tiempo y que no entendían, prefirieron no abordarlos. Lo principal era recuperar la confianza y mejorar la comunicación.

Mientras tomaba el té Mu aprovechó para mencionar lo que había hablado con Shion, por un tiempo no era necesario que regresara a Jamir, lo que por supuesto causó cierta alegría en Virgo, además de eso surgió el tema de Kiki y que debía continuar entrenando en el Santuario, Shaka quien ahora también estaba entrenando a un caballero le pidió algunos consejos y así fue como estaban surgiendo algunos temas de los que hablar.

Los encuentros en la casa de Virgo regresaron, claro no eran las mismas pijamas que Mu había mencionado anteriormente, pero durante los últimos días, mientras Shaka preparaba algo de té, esperaba que Kiki se durmiera, para ir hasta la sexta casa y llevar algo de comida. Allí ambos se sentaban por horas a hablar sobre la nueva vida, el Santuario, la Guerra Santa, lo sucedido en Asgard. La inexpresividad del hindú por momentos desaparecía mostrando una faceta que solo el tibetano podía decir con seguridad que él solo conocía.

—Gracias por traerme aquí —dice mientras se recuesta sobre el pasto—, no recordaba bien como era la Sala Gemela, y me encanta definitivamente.

—Si… pensé que querías cambiar de ambiente para este picnic — organiza lo que trae —, por cierto Mu…

—¿Qué sucede? —se sienta y lo mira.

—Aún te parece que no tengo sentimientos?— pregunta dejando lo que hacía para arrodillarse enfrente del lemuriano y mirarlo fijamente.

—Eh…Creí que eso había quedado claro —aparece una ligera sonrisa—, solo lo dije por la presión del momento, no porque algo de eso fuera realmente lo que pienso de ti.

Una cosa era lo que Mu dijera y otra lo que pensara y eso era algo que Shaka sabía bien. Los ojos de Mu, esas dos esmeraldas tan puras y tan bellas, le demostraban que mentía y que en realidad si había algo, que sus sentimientos eran más profundos y sinceros, pero que debía encontrar la forma de mostrarle que era correspondido —si, tienes razón… no sé porque lo mencioné —termina de poner todo en el césped.

Ríe—ay Shaka mejor borra eso de tu mente…— susurra sonrojado.

—Si..tal vez…— sonríe.


Nos leemos mañana