Ahí estaba yo, en las sombras. Observando como la gente caminaba por las calles.
Pero entre toda esa multitud, había un chico de cabello azul con ojos dorados. Él es mi presa.
A comparación de las muchas personas que tuvieron la mala suerte de toparse conmigo, este chico es especial, ya que él me puede dar el suficiente poder que necesito.
Una vez que viaje en el tiempo, podré evitar que tanta gente muera, y también podré cumplir mi venganza.
Así que lo siento Shido Itsuka. Normalmente mi comida no son chicos indefensos como tú, pero por esta vez haré una excepción contigo.
Haré que caigas ante mí, y una vez que te coma tendré el suficiente poder para volver treinta años al pasado.
—¡Muy bien, ya puedes entrar!
Ante el llamado de la maestra, abro la puerta corrediza. Una vez que me dio la tiza, empeze a escribir mi nombre en el pizarrón para después dirigir mi mirada hacia los demás estudiantes.
—Mi nombre es Kurumi Tokisaki.
A la vez que hice esa simple presentación, di una simple sonrisa. La cual hizo que varios estudiantes reaccionaran, sobre todo estudiantes varones.
La maestra simplemente tocó las palmas de sus manos mientras formaba una sonrisa que seria capaz de parar el llanto de un niño o una niña pequeña.
—Muy bien, ahora déjame buscarte un asiento.
Se giró en dirección a los estudiantes en busca de un asiento para mí, sin embargo la interrumpí.
—Antes de eso, ¿puedo pedir algo?
La maestra se giró nuevamente hacia mí.
—¿Qué cosa?
—Todavía me estoy familiarizando con esta escuela.
Dije esto mientras entrecerraba los ojos manteniendo mi sonrisa
— Si a alguien no le molestara mostrarme los alrededores de la escuela después de clase, le estaría muy agradecida.
Inmediatamente uno de los estudiantes varones levantó su mano y contestó emocionado.
—Yo puedo hacerlo.
—No, gracias.
—¿Eh..?
Camine hacia uno de los estudiantes que se encontraba en uno los puestos más atrás del salón, ahí estaba mi presa.
—¿Podría pedirle que lo haga? Shido-San.
—¿Eh..? ¿Yo?
