Capítulo 1. La prueba
Durante mucho tiempo ha habido rumores sobre cómo, exactamente, se maneja la tecnología avanzada de la raza Sheikah en Hyrule. Si bien una gran cantidad de guerreros Sheikah están empleados en el departamento del Laboratorio de Artefactos de Investigación, casi todos ellos hacen el trabajo de bajo nivel. Los trabajadores con altos puestos en el Laboratorio, son Sheikah que pertenecen a un grupo llamado el Clan Yiga. No se sabe mucho sobre ellos. Es sabido que el clan lo conforman los Sheikah más capacitados y fuertes, dividiéndose en dos líneas diferentes: los guerreros que protegen Kakariko; y los investigadores que trabajan en los puestos más altos del Laboratorio de Artefactos de Investigación.
Lo que más llama la curiosidad de las personas y lo ha hecho durante años, es cómo hacen los Sheikah sus artefactos tan innovadores y poderosos. Lo poco que se sabe es que los Sheikah usan algo que ellos llaman "Remanente", son tiras de diferentes colores que viajan a través de grandes rejillas y en vastas cubas en sus dispositivos inteligentes. A partir de ahí, los trabajadores mezclan cuidadosamente los espectros en sus frascos de laboratorio y toman diferentes muestras coaguladas para mandarlas a diferentes partes del laboratorio y así realizar diferentes artefactos e invenciones. Esa mezcla se bombea al piso de abajo, donde otros empleados de bajo nivel la atomizan y la almacenan hasta que Impa, la líder de la tribu Sheikah, la implementa en los artefactos.
Sin embargo, nadie sabe cómo se fabrica el Remanente. Nunca se ve que lleguen suministros, lo que no deja ni una pista. Los turistas, cuando visitan el Laboratorio, son tratados con una pared extremadamente siniestra y sencilla, con puertas macizas y sólidas que impiden la entrada a cualquier persona en cualquier momento. Si bien la mayoría de los diversos letreros y la arquitectura de la instalación son burbujeantes y acogedores, el piso superior del Laboratorio estaba protegido por advertencias ásperas de peligros mortales.
Convertirse en un empleado superior del Laboratorio de Artefactos significa sacrificar cualquier vida fuera de esas paredes negras. Los trabajadores están obligados a guardar secreto y tienen prohibido salir, y viven dentro de la propia instalación. Los pocos que alguna vez lograron salir fuera, estaban retorcidos y perturbados, demasiado dañados como para atreverse a hablar de ello. La gente de Hyrule se ha propuesto muchas teorías al respecto; que los Sheikah y el Clan Yiga son en realidad una secta maligna que práctica magia oscura; el uso de químicos y peligros ambientales que ninguna persona en su sano juicio toleraría; e incluso pensamientos de algun pariente desconocido de la tribu Sheikah que tuviera el don de crear Remanente por su cuenta.
Ninguno de ellos podría estar más lejos de la verdad...
...
La historia de un artefacto no es tan agradable
Como la que conocemos de azúcar y especias
Pero un artefacto es fácil cuando lo conoces
Con la ayuda de la magia del Dispositivo Yiga"
...
—¡Vamos, Minah! ¡Llegaremos tarde a nuestra prueba final!— Sooga llamó a una amiga suya. Él era mayor ahora, cursaba su último año de escuela en la Academia de Guerreros Sheikah de Kakariko. Él, como todos los demás estudiantes en la academia, estaba terriblemente nervioso por la prueba final. A los que pasaron la prueba, se les concedió el título oficial cómo miembros del Clan Yiga de la aldea y fueron libres de encontrar su destino, ya fuera como guerreros protectores de Kakariko, o investigadores en el Laboratorio
Un hecho poco conocido, o al menos poco pensado, fue lo que les sucedió a los Sheikah que reprobaron su prueba. Si bien es poco común, uno o dos de cada clase generalmente no tenían la capacidad para realizar los actos y movimientos rigurosos con la espada. Aquellos que fallaron en sus pruebas fueron despreciados de la peor manera, rechazados y odiados. Kakariko siempre había generado una forma de nacionalismo entre sus ocupantes. Si no eras el mejor, o no mostrabas el potencial de ser el mejor, no se te permitía ser parte del 'colectivo glorioso'.
Sooga se movió un poco hacia un lado cuando Minah, una joven Sheikah alta pero delgada, se sentó a su lado, haciendo un intento preocupado por formar una sonrisa mientras miraba alrededor. Estaban sentados en la gran sala de espera abierta mirando el coliseo, con todos los demás alumnos que se graduaban. Apenas visible en la distancia estaba El Laboratorio de Artefactos. Minah lo miró y tragó saliva.
—¿Qué pasa, Minah? ¿Tienes miedo de conseguir un mal puesto en el Laboratorio ?
Minah se rió un poco, luego cerró los ojos y suspiró —No... Es sólo... No sé. No creo que pueda hacer esto. ¿Qué pasa si fallo? ¿Qué pasa si *no* fallo, pero lo hago lo suficientemente mal como para que a nadie le guste? No sé si puedo soportar ser deportada. ¿A dónde iré si eso pasa?
Sooga le dio a Minah un golpe amistoso. —Nadie lo sabe, tontita. Y no vamos a fallar. Todos aquí van a estar bien. Sé que al menos yo aprobaré —se rió—Gracias a los consejos de Link, seguro que estaré bien.
—Oh, sí, seguro. Eso me tranquiliza. Eso es en realidad tan, tan tranquilizador —dijo sarcástica.
—Deja de entrar en pánico. La única aquí que creo que podría fallar es esa chica —Sooga respondió mientras miraba a una chica en la distancia— Ella es la que estuvo enferma este mes, ¿sabes?
—Oh, sí... —recordó Minah mientras giraba su cabeza en dirección a la chica— La que tuvo ese mal caso de dolor de cabeza. Sin embargo, parece bastante confiada
—Bueno, ya veremos —Sooga se giro para mirar la base del Clan Yiga. Le dio escalofríos, no de miedo, sino de orgullo —Espero conseguir entrar en el Clan Yiga y convertirme en uno de sus guerreros. ¿Te imaginas? Todos en Hyrule me mirarán y dirán: "¡Ahí va Sooga! ¡Qué guerrero tan increíble! —Él sonrió de emoción, olvidando su tensión por el momento.
—Eso sería genial, lo admito. Y más viniendo de Kakariko... ¿quién no estaría asombrado?
—Exactamente —Sooga tomó un par de plátanos bélicos, su fruta favorita, y le entregó uno a Minah —Alabados sean los plátanos.
—Alabados sean los plátanos —Minah lo tomó con una sonrisa y ambos comieron el suyo.
—Atención. Tomen sus lugares ahora —un hombre Sheikah enorme y musculoso caminó hacia la entrada del coliseo —Vamos a irlos llamando por nombre. Por favor, no se alejen demasiado del centro. ¡No repito, NO vayan demasiado lejos! Si los pierden de vista por alguna razón, serán descalificados inmediatamente. Respiren hondo, estirense por última vez. La prueba constará de tres secciones. Agilidad, donde tendrán que llegar al objetivo sin ser dañados por las trampas; Habilidad, en dónde sus movimientos con la espada serán puestos a prueba, tendrán que derribar a todos los mini guardianes antes de que acabe el tiempo, y finalmente; Estrategia, en dónde tendrán que ingeniar su escape en una situación de emergencia. ¿Entendido? ¿Alguna pregunta? —el instructor hizo una pausa y miró cuidadosamente a cada uno de los alumnos en la habitación. Los ojos de todos estaban completamente enfocados en él, y ninguno estaba arrugado por la confusión— Muy bien. Amely. Eres la primera. Agilidad, habilidad, estrategia, completar.
Amely asintió y caminó rápidamente hacia la entrada del coliseo con determinación. Miró a los jueces que observaban, esperó un asentimiento de los tres y luego corrió dentro del coliseo con una fuerza poderosa. Sooga y Minah estaban curiosos sobre que la chica de quién estaban hablando unos momentos antes, fuera la primera en comenzar.
Todos los alumnos observaron cómo Amely atravesaba rápidamente la arena llena de trampas. Con sincronización experta y ángulos inteligentes, esquivando todas las trampas. Sooga y Minah observaron con la boca abierta cómo el primer participante hacía giros rápidos y cerrados, atravesando la arena completa sin ser lastimada. Finalmente, Amely alcanzó el campo de batalla en dónde se enfrentaría a los mini guardianes.
Amely sacó sus kunai y peleó con los guardianes sin ninguna dificultad al inicio, pero pronto, más guardianes comenzaron a salir y ahora ella se encontraba en un problema. Intentaba pelear al mismo ritmo que el de las máquinas ancestrales, pero le fue imposible. El grupo de estudiantes se estremeció de horror cuando todos presenciaron la siguiente escena; un fino y agudo CLING fue escuchado desde la espada de uno de los guardianes, solo para ser reemplazado repentinamente por un grito interminable de Amely. El guardián había cortado su brazo izquierdo.
Los estudiantes estaban horrorizados. Muchos, como Minah, se taparon los ojos con sus manos, mientras que otros, como Sooga, solo podían mirar, aterrorizados, mientras Amely caía en el suelo con un sordo golpe.
Los tres jueces simplemente señalaban hacia abajo y comenzaban a barajar sus papeles, hablando entre ellos, como si nada hubiera pasado —Cath. Agilidad, habilidad, estrategia, completar —hablaron en un tono frío llamando al siguiente participante.
Sooga y Minah se quedaron boquiabiertos, mientras el joven Sheikah que fue llamado tragaba saliva, caminó hacia el camino y se fue. Ambos voltearon a ver hacia el lugar donde Amely cayó y se quedaron mirando. Mientras el viento soplaba los fragmentos que fueron arrojados por la colisión, vieron que el tembloroso cuerpo de la chica intentaba moverse, solo para colapsar con un grito.
—Celica. Agilidad, habilidad, estrategia, completar —los jueces llamaron a la siguiente participante.
Amely todavía luchaba por caminar, gritando con cada paso. Sus piernas no estaban rotas, podía usarlas bien, pero era obvio que el dolor de la articulacion de su brazo y la pérdida de este, la estaban aplastando. Sooga sintió que Minah se movía inquieta, con lágrimas en los ojos mientras fruncía el ceño.
—Edain. Agilidad, habilidad, estrategia, completar —llamaron al siguiente participante.
—Nadie va a venir a ayudarla...— Minah hirvió entre dientes al notar que los jueces seguían con el proceso ignorando totalmente la situación.
Sooga se sintió extremadamente triste por la jóven Sheikah, pero no podía verse ayudándola. Él mismo sería reprobado y enviado lejos de Kakariko y de cualquier lugar familiar en Hyrule, a un lugar donde él y cualquier otro estudiante reprobado nunca podrían manchar la reputación de Kakariko. Fue una lástima terrible, pero Sooga no podía fallar a sí mismo. No podía fallarle a sus amigos, no podía fallarle a su maestro, Kohga, y definitivamente no podía fallarle a Link. No después del cuidado, el amor, y la ayuda que le había brindado durante toda su vida. Sooga parpadeó para quitarse las lágrimas de los ojos y se obligó a mirar a los estudiantes que competían. Uno tras otro despegaron, pasaron con éxito la prueba y se dirigían hacia la puerta este, debajo del lugar de los jueces en las gradas. Eso es todo en lo que se centró Sooga. Aprobar el examen.
—Minah. Agilidad, habilidad, estrategia, completar —los jueces la llamaron.
—...No.
—¿Qué? —el instructor dio un paso atrás— No puedes simplemente rechazar tu prueba. Entra ahí antes de que molestes a los jueces.
—No. ¡N-Ni siquiera finjas que te importa mi futuro si no te importa el de ella! —desafió Minah, insegura de sí misma— Dices que quieres que tenga una buena vida y, sin embargo, ¡dejas que los que fracasan sufran un dolor insoportable!
—¡Métete en ese campo antes de que yo mismo te meta! —gritó el instructor en un tono amenazante.
—Bien —respondió bruscamente, antes de caminar hacia la entrada. Observó a los jueces, esperó los asentimientos individuales y, en cuanto asintieron, se fue. Pasó la prueba con éxito, sin embargo, mucho antes de caminar a la salida, giró bruscamente y se dirigió hacia donde estaba Amely en el suelo desangrándose. Ella se volteó a ver a Minah mientras las lágrimas corrían por su rostro.
—¿Qué... qué estás haciendo? Fracasarás, como yo. Serás exiliada...
—Preferiría ser exiliada de un lugar que trata a las personas así que vivir mi vida mientras los demás no viven la suya.
Amely sonrió, la felicidad reemplazó brevemente a la tristeza en sus ojos hinchados y ennegrecidos, hasta que tropezó de nuevo y un intenso dolor recorrió su cuerpo. Minah se inclinó más cerca, usando su brazo para sujetar a Amely contra sí misma. Miró a los jueces, irradiando odio con su visión. Los jueces miraron hacia abajo, sin verse afectados, y simplemente señalaron hacia abajo, antes de mirar hacia el coliseo en busca del próximo concursante
Sooga se quedó estupefacto apenas escuchó que llamaban su nombre. Se movió aturdido por la entrada del coliseo, sin apartar los ojos de su amiga y la chica por la que se sacrificó. Después de un breve momento, sacudió la cabeza, recuperó sus pensamientos y miró a los jueces. Los pensamientos pasaron por su cabeza mientras los observaba asentir.
—Oh, Hylia. ¿Qué debo hacer? No puedo defraudar a todos los que conozco... pero nunca volveré a ver a Minah... supongo... espero que ella supiera ese riesgo al hacer esto. Estoy seguro de que ella está pensando lo mismo en este momento...
Miró a Minah. Ella no lo estaba mirando. Entonces Sooga caminó dentro del coliseo, desconsolado. El instinto se apoderó de él cuando la familiar ráfaga de viento y las trampas actuando a su alrededor, lo alejaron sus pensamientos para concentrarse en su prueba. Había pasado la primer fase con éxito, llegó al campo de batalla contra los mini guardianes, intacto, entonces desenvainó sus dos espadas y comenzó a destrozar a los guardianes, uno por uno. En cuestión de solo segundos, Sooga había derrotado a todo los guardianes, los cuáles yacían en el suelo desasctivados. Lo único que le faltaba era pasar la última fase, una estrategia de escape. Pronto, los guardianes derrotados comenzaron a activarse de nuevo. Se encendió la luz roja de sus ojos y activaron su puntería hacia Sooga, todos al mismo tiempo, listos para disparar en cualquier momento.
Mientras se concentraba para idear su estrategia, Sooga miró a lo lejos a Minah tomando a Amely en su brazo, dirigiéndose hacia la salida. Esto lo distrajo por un segundo, pero no podía permitir que eso arruinara su prueba. Aunque tampoco le era fácil luchar contra sus sentimientos. ¿Realmente lo correcto sería pasar la prueba? Quizá lo correcto era... Perder a propósito, como hizo Minah, por el bien de alguien más.
Los jueces miraron atentamente para analizar la estrategia que utilizaría Sooga para escapar de su situación. Sin embargo, no esperaban que Sooga no hiciera absolutamente nada. Pronto, los guardianes dispararon sus lásers y una capa de humo invadió la arena. Los jueces trataban de ver entre el humo alguna señal de Sooga.
—¿Estará muerto? Nadie podría sobrevivir a un ataque de tantos guardianes al mismo tiempo.
Los jueces se llevaron una auténtica sorpresa cuando el humo se disipó y miraron entre los escombros, a Sooga, de pie, totalmente sano y en una pieza. Los guardianes estaban totalmente destrozados por el impacto de sus propios lásers. No sabían cómo es que Sooga lo había hecho, pero realmente podía notarse la expresión sorprendida en sus rostros, algo que no se había visto durante toda la evaluación.
Sooga había aprobado. Sonrió al notar que los jueces le aplaudían. Caminó hacia la salida y antes de marcharse, los jueces le entregaron su nuevo uniforme y máscara.
—Hiciste un buen trabajo. Bienvenido al Clan Yiga.
Sooga tomó su uniforme con orgullo. Finalmente su sueño se estaba haciendo realidad. No podía esperar para darle las buenas noticias a Kohga, o a su amado Link. De repente, su mirada se volvió triste al pensar en qué no podría celebrarlo al lado de su mejor amiga, Minah, quién ahora sería expulsada junto a la otra chica. Miró hacia la salida del coliseo y observó que Minah y Amely estaban del otro lado de la calle. Sus instintos por seguirlas eran enormes, pero se controló debido a que no quería meterse en un lío. Entonces observó como una carreta se acercó a ambas chicas y se subieron en ella, para ser llevadas a su nuevo destino lejos de Kakariko. Sooga soltó un suspiro, pero sabía que no podía hacer nada al respecto, conocía perfectamente las reglas. Así que se deshizo de esos pensamientos y miró de vuelta a los jueces.
—Gracias. Juro por mi honor que seré el guerrero que Kakariko y el Clan Yiga necesita.
...
"Profundicemos en la filosofía Sheikah
Mucho más allá de la mitología de Kakariko
Es fácil juzgar mal esa aldea solitaria
Con su decoración llamativa y su psicología"
...
