UN REGALO INESPERADO

Bien, antes que nada les aclaro que este One shot correspondía al día 02 de octubre del flufftober, pero hasta hoy quise subirlo. Y sí, es la continuación de "Baile bajo la lluvia".

—¿De verdad no quieres ir? — Insistió Makoto Aquella mañana— Me siento una mala anfitriona solo de pensar en dejarte aquí.

—No te sientas mal— Respondió Rei— Además. Estoy muy desvelada y necesitas que alguien haga ruido dentro de tus aposentos para que no parezca que saliste sin permiso.

Mako, quien hasta entonces se encontraba frente al espejo caminó a la cama, se sentó en el borde y descubrió el rostro de su amiga.

—Dime una cosa—Pidió Makoto

—¿Qué?

—¿Te besó? — Cuestionó Makoto con curiosidad y emoción.

—¡Claro que no! — Exclamó Rei — Darien es un hombre serio, decente, respetuoso. No como la mayoría de hombres

Makoto soltó una carcajada ante la respuesta de Rei.

—Qué te expreses tan bien de un hombre es tan extraño. Estoy segura de que bien quisieras que te falte un poquito al respeto.

Rei se sonrojó ante el comentario de su amiga, y de inmediato tomó uno de los cojines y le dio un almohadazo.

—¡Ándale, ya vete antes de que se haga más de mañana! — Exclamó Rei— Y cuida que Andrew no te falte al respeto.

De inmediato, la bella princesa de Júpiter salió al balcón, desde donde bajó a través de una escalera en forma de enredadera qué ella misma había creado.

Cuando finalmente la princesa de Marte se quedó a solas, entrecerró los ojos, y a su mente vinieron los recuerdos de los momentos que había vivido en esas últimas dos semanas al lado Darien, a quien por supuesto veía por las noches y a escondidas, pues el Rey Thor de Júpiter era amigo íntimo de su padre así como lo eran ella y Makoto, y ambos habían acordado cuidar a ambas princesas de cualquier casanova u hombre inconveniente en ausencia del otro, y además, estaba el hecho de que Rei no podía arriesgarse a que alguien la descubriera como la princesa de Marte frente a él.

De nuevo, Rei cerró los ojos para tratar de dormir, sin embargo, de pronto un recuerdo de lo que había vivido con Darien en esas dos semanas llegó a su mente

Flash Back

Como cada noche, después de que todos se fueran a dormir en el Castillo Ios, Rei bajó por el balcón de los aposentos de Makoto utilizando la escaleras de enredadera que usaba su amiga para escapar y dar sus paseos matutinos a caballo.

Después, con paso presuroso, logró burlar a los guardias jovianos y marcianos y salió del territorio perteneciente a la familia real de Júpiter para dirigirse al bosque que se encontraba a las afueras de Io que se había convertido en su lugar de encuentro, pero se llevó un susto cuando esa noche lo encontró rodeando los confines del Castillo Ios.

—¡Darien! ¿Qué haces aquí? — Preguntó asustada— Quedamos en que nos encontraríamos a las afueras del Ios.

Antes de responder, Darien rompió la distancia que los separaba y la sorprendió con un abrazo.

—¡Tardaste en llegar y creí que te había pasado algo en el camino! — Exclamó mientras acariciaba su cabello

Rei, que no estaba acostumbrada al contacto físico porque no era parte de su cultura al principio se sorprendió, sin embargo, aunque no correspondió a aquel abrazo no quiso apartarlo de su lado

—¡Ay, Darien! No soy una damisela en aprietos. Soy una guerrera. En Marte todos somos guerreros antes que otra cosa— Le susurró

Darien entonces recordó que para los marcianos los abrazos no eran parte de su cultura, así que se apartó de su lado.

—Perdón. No quise incomodarte Hanabi

—Te juro que no lo hiciste— Respondió Rei apenada— Y por cierto. ¿Te molestaría si esta noche vamos a nadar a la cascada Cloris o prefieres ir a otro lugar?

—Mientras sea a tu lado voy a donde sea

Rei sintió como si mariposas revolotearan en su estómago ante tal respuesta, y poco después, montados en el caballo de Darien, llegaron hasta la cascada.

Fin del Flash Back

—¿Una fuente mágica, Endymion? — Cuestionó Andrew— ¿Crees que regalándole una fuente mágica seguirá creyéndose el cuento de que eres un guardia? ¡Tú y yo sabemos que para que un guardia compre eso debe de quedarse muchos meses sin comer!

—Es que si hubieras visto su cara, Andrew— Dijo el príncipe Endymion— Estaba fascinada con la cascada, con la comida y comer algo más que arroz y semillas en Marte es un lujo qué sólo la clase alta marciana puede darse.

Flash Back

La cascada Cloris era uno de los mayores atractivos turísticos del Satélite Ios, pues sus aguas eran de colores tornasol qué oscilaba entre el verde menta y el rosa pálido, además de que por las noches emitían luces del mismo color que iluminaban el espeso y florido bosque que los rodeaba.

—¡Es hermoso! — Comentó Hanabi embelesada al ver aquel hermoso paraíso

—¡Vaya qué sí! — Comentó el Príncipe Endymion conmovido al ver la emoción en el rostro de la marciana.

—¡Quiero bañarme! — Dijo — ¿Te molestaría darte media vuelta?

El príncipe se sorprendió ante el comentario de la muchacha.

—Pretendo desnudarme y evidentemente no quiero que me veas.

Darien, de inmediato se dio media vuelta, y así se quedó hasta que unos segundos después Rei le habló.

—Ya puedes voltear

Darien, con las mejillas ruborizadas se dio media vuelta, y entonces miró la ropa de la joven a la orilla y a ella dentro de la cascada, a suficiente profundidad qué sólo podía percibir de sus hombros hacia arriba.

—¡Esto es maravilloso! — Comentó la joven nadando de un lado a otro. —¿No vas a venir?

—¿No te haría sentir incómoda? — Cuestionó elka

Rei entonces se le quedó mirando.

—Sí creyera qué te vas a propasar conmigo no te estuviera invitando.

Darien se quedó un momento dudando

—Me daré media vuelta para no ver.

Darien se desvistió rápidamente, y poco después, se unió a la joven marciana, donde estuvieron nadando por largas horas, hasta que el cansancio se hizo presente.

—Eres un buen nadador— Dijo Rei—¿Lo haces frecuentemente?

—Pues sí — Dijo Darien — ¿Y tú?

Rei se le quedó mirando un momento, y esbozó una media sonrisa.

—¡Qué más quisiera, pero no! — Respondió ella— En Marte el agua es escasa. Tenemos una zona qué hace miles de años debió ser una cascada, pero se secó. Me encantaría que en Marte hubiera cascadas y cenotes como en Jupiter, mares como en Neptuno, lagos como los de Venus, o que al menos un mes al año pudiéramos tener un lago con agua descongeladas como en Mercurio, pero nada de eso, y hay marcianos qué ni siquiera conocen una cascada, un lago o el mar. Y por supuesto, como el agua es escasa también su uso está regulado y es cara, así que una ducha no debe de durar más de diez minutos.

Darien al escucharla hablar se sintió apenado.

—Lo siento— Respondió.

—No es tu culpa— Dijo Hanabi

De pronto, ambos se quedaron en silencio, hasta que el estómago de Hanabi emitió un gruñido qué la avergonzó.

—¿Puedes darme un poco de fuego ? — Preguntó Darien

—Sí — Respondió Rei—¿Tienes frío?

—Es para calentar la comida— Respondió él — Puedes usar mi capa para secarte—Agregó el dándose media vuelta para no ver su desnudez cuando saliera.

Poco después, ambos salieron de la cascada, y en una fogata qué ella hizo, él calentó un poco de ternero qué había llevado y el cual acompañaron de pan y vino de frambuesa.

—¡Qué delicia! — Exclamó Rei

—Es mi comida favorita —dijo él —¿Cuál es la tuya?

—Pez fugu. Me encanta comerlo

Rei de pronto cayó en cuenta de lo anormal qué era que una mucama marciana pudiera comer comida exportada de Neptuno,así que de inmediato buscó darle una explicación.

—Por supuesto no puedo comerlo diario, pero es un gusto que me doy en año nuevo y para el que ahorro todo el año.

Fin del Flash Back

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Aquel día era el último que Rei pasaba en Júpiter durante esa temporada, pues sus deberes como heredera de la corona la obligaban a regresar a Marte; y por primera vez, Rei estaba triste ante la idea de volver a casa, pero el dueño de esa tristeza tenía nombre, y era nada mas y nada menos que Darien Chiba.

Así pues, aquella noche cuando todos se durmieron en el Castillo, Rei como de costumbre burló a la guardia de la familia real Joviana y fue a la Cascada Cloris para encontrarse con Darien, quien en esa ocasión había acudido en un carruaje tirado por caballos.

—¿Donde conseguiste un carruaje?— Preguntó Rei sorprendida

—El señor Andrew Hansford me lo prestó. Escuchó cuando le comenté al Príncipe que quería dar un paseo por el Satélite en carruaje y mi deseo fue concedido.

—¡ Andrew es muy amable y buena persona!— Comentó Rei

—¿Conoces al señor Hansford?— Preguntó el Príncipe al ver que la mujer que él creía una mucama se refería a su primo como "Andrew" en lugar de "Él señor Hansford".

—¡Perdón! Quise decir, el señor Hansford— Se corrigió Rei— No lo conozco personalmente, pero la princesa Rei habla muy bien de él.

—Ya veo— Comentó el Príncipe— ¿Qué te parece si cenamos?

Rei, que el día anterior ya había quedado de llegar con el estómago vacío asintió; y enseguida, el principe bajó una frazada que colocó en el pasto y una canasta.

—¿Adivinas qué hay para cenar?

—¿Ternero asado?— Dijo Rei sentándose en el piso

Darien destapó la canasta, y Rei se sorprendió ante lo que había en sus ojos.

—Fugu frito como plato principal y de postre fresas y dátiles de Urano cubiertos de chocolate.

—¡El fugu es carisimo, no debiste gastar en eso!— Exclamo Rei, pues aquel tipo de pescado era caro para cualquier persona fuera de Neptuno que no perteneciera a la clase alta, y Darien, al ser guardia, definitivamente no pertenecía a la clase alta de Terra.

—Tengo ahorros, y si es para verte feliz vale la pena.

Rei se sonrojo ante el comentario de Darien

—Sé que te encantaría acompañarlo con sake, pero…

—¡Espera!— Lo interrumpió Rei, y entonces, de su morral sacó dos botellas de sake— Son un regalo que traje para ti porque me dijiste que te gustaba el sake

—No debiste molestarte, Hanabi.

—Lo hice con mucho gusto— Comentó Rei

Darien destapó una botella, y entonces, disfrutaron de aquella deliciosa cena hasta quedar saciados. Después dieron una caminata por el bosque, y más tarde, se dieron un baño en la cascada, hasta que entonces, para desgracia de ambos, comenzó a salir el alba; y fue entonces, cuando ambos salieron de la misma manera pudorosa y se vistieron sin mirarse el uno al otro.

—Estas dos semanas han sido increíbles — Confesó Rei sintiendo que se desmoronaba. No quería perder contacto con él, y estaba dispuesta a emprender un viaje a Terra pronto, pero antes de que pudiera decírselo, él se adelantó.

—No quiero perder el contacto contigo, Hanabi— Dijo Darien acercándose a ella— ¿Puedo ir a Marte en dos semanas a visitarte?

Al escuchar aquella pregunta, Rei sintió un cúmulo de emociones y el corazón comenzó a golpearle desesperado en el pecho. Le hacía feliz saber que él estaba dispuesto a viajar a Marte para verla a pesar de creerla una plebeya, sin embargo, al mismo tiempo temía que en algún momento la verdad saliera a la luz.

—Me haría muy feliz pero quizá no te guste— Dijo Rei— La poca vegetación que hay es de fuego, es caluroso, arenoso y…

—Y estas tú — Dijo Darien atreviéndose a acariciar una de sus mejillas

Por un momento ambos se quedaron en silencio, perdidos en la mirada del otro, y entonces, Darien rompió la distancia que los separaba y se agachó para unir sus labios a los de ella en un beso, que fue el primero que recibía Rei, pero al que supo corresponder a pesar de no tener experiencia.

—Te amo, Hanabi— Susurró él

—También te amo— Confesó Rei, y entonces, ella se alzó nuevamente de puntas para rozar los labios de Darien con los suyos

—¿Sabes encender una fogata— Preguntó ella cuando sus labios se separaron

El río ante la pregunta de ella.

—Claro. No tengo poderes de fuego pero puedo.

—Entonces me haría muy feliz si por las noches encendieras una— Dijo Rei— A esa hora medito frente al fuego, y si enciendes una fogata a esa misma hora podremos charlar y vernos a través de el.

—Ten por seguro que no habrá noche que no lo haga.— Prometió él, y por cierto, antes de que te vayas quiero darte un regalo.

El principe se apartó de ella, fue al carruaje, y de este bajó una canasta de mimbre dentro de la cual había muchas frutas como fresas, cerezas, frambuesas y zarzamoras que se daban en Júpiter; ambrosia que se daba en Terra, Dátiles que se daban en Urano, chocolates, mermeladas, dos botellas de vino de chocolate y una pequeña cajita dorada.

—Y no te preocupes por pagar importación cuando llegues a Marte. Los gastos ya los absorbi yo— Dijo Darien

—¡Ay, Darien, esto es carisimo! No debiste gastar

—Tenía ahorros, descuida— Dijo él— Pero creo que lo que más te va a gustar viene en esa cajita dorada. Me encantaría que la abrieras.

Rei tomó la cajita dorada, la destapó, y dentro de esta vio una diminuta cápsula.

—¿Medicamento de Terra?— Preguntó sorprendida.

—No— Respondió Darien, quien de inmediato tomó la cápsula y la lanzó con fuerza en una zona donde no había nada; y tras algo parecido a una explosión, apareció una hermosa fuente artificial que parecía una cascada real, la cual emitía luces tornasol de colores morado y azul cielo.

Rei, al ver aquella fuente mágica, quedó maravillada. Había escuchado que un grupo de científicos estaban trabajando para crear algo así, sin embargo, no creyó que ya fuera de una realidad

—¡Es bellísima! — Comentó

—Y la puedes expandir un poco más si quieres y cambiarle los colores— Comentó el Principe pulsando un botón para mostrar que se hacía más grande y mostrando qué el agua podía tornarse de color menta o rosa.

—¡No lo puedo creer! — Dijo Rei embelesada

—Y también tiene otras funciones— Dijo Darien pulsando un botón con lo cual le mostró qué podía convertirse en una simple regadera, una tina o incluso un jacuzzi— Y si te preguntas por el agua. No se le termina.

—¡Oh!

—Y también puedes hacer que huela a lavanda,rosas o cítricos.

El principe pulsó otro botón, y finalmente, la fuente se redujo hasta convertirse en una fuente tan diminuta qué podía figurar de adorno.

—También las puedes reducir y usarla para adornar tu habitación — Dijo él tomándola entre sus manos— O guardarla en la cápsula si lo prefieres— Añadió haciéndola desaparecer.

—Nadie en Marte tiene esto. Ni siquiera la familia real— Dijo Rei

—En ningún lugar del sistema solar porque aún no sale a la venta, pero pronto se comenzará a comercializar. De hecho el rey de Urano está interesado en una.

Rei sabía que algo así solamente estaría al alcance de las familias más ricas de la galaxia, y dentro de ese reducido grupo no entraba un guardia.

—¡No puedo aceptarlo!— Exclamó Rei devolviéndole la cajita donde iba la cápsula

—¿No te gusta?— Cuestionó el principe— Hace días me comentaste que anhelabas qué hubiera cascadas en Marte o poder darte una ducha de más de diez minutos. Sólo quería hacerte feliz.

—¡No necesitas endeudarte para hacerme feliz! — Exclamó Rei

—¿Entonces?

—Tú compañía es suficiente— Dijo Rei— Devuelvelo para que te regresen tu dinero. No puedo aceptar esto cuando implica que te endeudes por años

Ver la preocupación de la Marciana le pareció demasiado tierno a Darien, pues estaba acostumbrado a que las mujeres lo acecharan sólo por ser el heredero a la Corona de Terra, sin embargo, Hanabi estaba interesada en él aun creyéndose qué era un humilde guardia, y eso sólo hacia que la admirara y que el sentimiento de amor hacía ella creciera un poco más.

—¡Qué adorable eres! — Exclamó él

—¿Yo? — Se sorprendió Rei— Adorable es un adjetivo qué nadie utilizaría para describirme. Tal vez ácida, sanguinaria, fría y…

—¡Eso es porque seguramente no han sabido ver más allá de tu coraza, mi llamita!

Rei se sonrojó nuevamente.

—Me haría feliz qué aceptes este regalo y que lo disfrutes

—Pero tu economía…

—Por mi economía no te preocupes —La interrumpió el príncipe — Es cierto que como un guardia no soy rico, pero soy hijo único y mis padres ahorraron por años para dejarme un poco de dinero. Con ese dinero compré la fuente, así que no tengo una deuda.

De pronto, en medio del bosque escucharon el trote de caballos, y una voz femenina llamando en voz alta a "Hanabi". Una voz que ambos identificaron como la de la princesa Makoto, y que provocó qué ambos se asustaran. Él porque sabía que la princesa Joviana podría reconocerlo, y ella porque sabía que ya era de mañana y que la Guardia real de Júpiter así como Phobos y Deimos debían estarla buscando.

—¡Debo irme o me regañarán!

Una vez más, él la atrajo de la cintura y se despidieron con un apasionado beso. Después, ambos se separaron, quedando de que se encontrarían en el fuego y que dentro de dos semanas él viajaría a Marte.

Bueno, espero les haya gustado este One shot.

¿Tendrá continuación?

Seguro sí, pero aún no termino de escribir el flufftober.

¡Saludos!

Edythe