¡Regrese luego de muchos años para traerles una nueva historia. Espero que les guste y tengan paciencia con alguien que vuelve a escribir luego de milenios y pandemias! Cualquier critica o comentario será bien recibida siempre y cuando sea con respeto.
¡A comenzar!
No vivamos con mascaras
La historia de NATSU DRAGNEEL.
No está mal.
Negativo… sostuve ese papel durante al menos treinta minutos frente a mi rostro en el laboratorio. Ese documento me hizo sentir un poco menos enfermo, levemente normal. Aunque sabía que de todas maneras soy un fenómeno.
-¿Hay algún problema? – me preguntó la encargada, seguro mi semblante ha de ser terrible. Traté de esbozar una de mis mejores sonrisas de catálogo antes de hablar.
-¡No! Es solo la sorpresa, estoy bien – me ofreció agua e incluso un café. Pero rechacé todo antes de retirarme.
Llamé a uno de mis mejores amigos y este accedió a vernos para tomar hasta el amanecer si con eso lograba que me mejorara el ánimo. Lo dudo mucho, pero es mejor que nada.
…
Nos vimos en un bar bastante exclusivo y cuando llegaron los primeros tragos le dije a Gajeel Redfox la verdad – No soy hijo de Igneel – escupió la bebida, por suerte no había bebido casi nada o hubiera terminados empapado.
-¡¿Qué?! – Le tendí el papel revelador, ese qué me había devuelto a la vida – ¡Dios mío!
-Eso mismo pienso yo – El Whisky me quemó la garganta – ¡Hubiera hecho esa maldita prueba hace 11 años!
-Aún me cuesta creer esto – pedí otra raya – y eres el más parecido a tu padre – levanté la vista molesto - ¡Disculpa que no me acostumbre a llamarlo de otra manera!
-Maldición, si tan solo lo hubiera hecho – tuve que apoyar mi cabeza en la palma de la mano.
-¿Habría cambiado algo? – suspiré.
-Me hubiera ahorrado años de auto desprecio.
"Yo tuve una vida normal hasta los 10 años. Eran los primeros días de primavera cuando Harry trajo a la casa una niña. Era rara, no hablaba demasiado y el cabello blanco. Recuerdo que mamá no me dejaba hablarle, decía muchas cosas malas de ella pero no entendía porque, la pobre se veía tan triste.
-¿Quién es papá?
-Ella es tu hermana Natsu – en su momento no lo comprendí. Lissana era la manifestación física del amorío de ese señor y yo era lo mismo pero del engaño de mamá"
-¿Estás bien? – Gajeel me despertó del letargo.
-Claro que no, ya ni siquiera tengo ganas de tomar. Me voy a casa – este se encogió de hombros, me dejó ir sin emitir un sólo comentario. Ni bien llegué al departamento, tomé un calmante y me acosté. Necesitaba saber esto, pensar que si por lo menos tenía una idea de la posibilidad no hubiera sido tan severo conmigo mismo. Lo que siento por ella no está tan mal.
Me olvidé que debía reunirme con Lisanna esa noche, la dejé sola a causa de la conmoción. Encima tuve que quitarle a ese miserable de su ex marido de encima, si tan solo pudiera restregar en su cara que todos sus celos sobre mí tenían fundamentos y ahora ninguno de los dos podría tenerla. Pero al menos, yo si podía permanecer a su lado…
Le presente un proyecto a Igneel el aceptó sin ojearlo demasiado. Pensé que se debía a su fanatismo por los luchadores y demás, pero cuando me pidió sentarme, temblaron mis rodillas - ¿Cómo te sientes?
-De maravilla – mentí.
-Esa cara solo funciona con tu madre – no podía saberlo. No le he dicho a nadie además de Gajeel.
-¿Qué?
-Me llamó un viejo amigo, que dirige un laboratorio – No puede ser… – ¿Hay algo que quieras preguntar?
-… No – Más mentiras.
-Natsu soy tu padre – me levante de un tirón, él sonrió con lástima. Tuve que desviar la mirada, él lo sabía.
-¿Desde cuándo? – me invitó a sentarme.
-Desde que naciste – casi me rompí el cuello a causa de la velocidad con la que giré la cabeza.
-¿Por qué no dijiste nada? – suspiró.
-Ambos teníamos la culpa, habías nacido dentro de nuestro matrimonio y por ende eras hijo mío. Porlyusica te tenía a ti y yo a Lisanna – un nudo se formó en mi garganta – Ninguno de ustedes es responsable de nuestras acciones.
-¿Sabes el daño que me ha hecho desconocer ese detalle? – Enarcó una ceja, un gesto que siempre compartimos - ¿Lo miserable que me he sentido todos estos años?
-Eso no cambia nada – no lo dejé continuar.
-¡Lo cambia todo! – mi reflejo en el gran espejo de decoración me asustó.
-¿Natsu?
-La amo – toco sus labios en un gesto nervioso – Pero eso también lo sabías, ¿verdad?
-Lo sospeché – aventé un jarrón al girar bruscamente para salir. Estaba a tan solo tres pasos de la puerta cuando volvió a hablar – Igual sigue siendo tu hermana, legalmente ustedes son familia.
-Ya lo sé… - quería huir a cualquier lugar, pero me dijo que en el almuerzo discutiremos sobre la propuesta que le acababa de hacer – Te veré ahí.
Le avise a Lisanna que acepto y ella dijo que personalmente se encargaría de recibirlos a los modelos de la campaña. Durante toda la comida el único tema fue la nueva línea de ropa deportiva, no quería ni que por asomó mencioné algo sobre lo que hablamos a la mañana. Lo odiaba y entendía al mismo tiempo. Tiene razón en que nunca podremos ser más que hermanos, porque en documentos ella lleva la misma sangre.
…
Me agrada el muchacho aspirante a estrella Rogue, es callado y se nota que quiere dar una buena primera impresión. El ex luchador Sting si me genera más recelo, aunque estoy casi seguro que es por la manera en que lo mira la mujer de la que llevo enamorado 16 años de mi vida. Estoy celoso, entiendo eso y me siento un soberano imbécil a causa de estos sentimientos. Lo peor de todo; lo único que consigo es alejarla más de mí.
Busqué a una mujer hermosa para pasar la noche con ella e intentar olvidarme de Lisanna por lo menos durante esa velada, y solo logré imaginarla en el lugar de la modelo que elegí. Maldije cuando pronuncie su nombre al terminar y para completar lo malo, es que para solucionarlo le di un trabajo en la empresa. Es preciosa, hasta que abre la boca, lastimosamente ahí arriba está vacía.
Siempre la traté como una reina, quería que de alguna manera sintiera lo que sería salir conmigo; era una fantasía de la cual ella jamás se enteraría. Me hice unas ilusiones estúpidas cuando creí que estaba celosa al reclamarme que debía dejar de meter a mis aventuras a la oficina, y sin darme cuenta la empujé más hacía el ex peleador. No confíe en él, lo investigué como un demente, me di cuenta de lo mal que estaba, en el momento que, fui a su departamento a sabiendas que podrían volver ahí y estuve a nada de escucharlos en pleno encuentro. Ya no puedo seguir así, me desconozco.
Miré el cielo desde mi coche, las palabras hirientes siempre iban dirigidas hacia mí y esta no sería la excepción – Eres patético, estás enfermo, necesitas ayuda… Tienes que dejarlo salir…
No puedo describir cuanto dolor vi en sus ojos cuando se lo dije, ahí realmente entendí que siempre fue unilateral. Lisanna no me ama de la misma manera y nunca me verá como algo más. Yo no tengo espacio aquí, necesito escapar. Le conté todo lo que había descubierto y creo que sólo logré hacerle daño. Porque solo me repetía una vez tras otra, que siempre sería su hermano.
-¿Sirvió de algo? – Zeref me estaba esperando en el patio; yo había salido hecho una furia de la cocina donde confesé mis sentimientos.
-No me digas que tú también lo sabías – me invitó a sentarme a su lado. Él era muy parecido a mí, pero con afilados ojos oscuros y el cabello negro como la noche. No era tan alto como yo y no era muy fanático del gimnasio, pero es bien parecido. Si no fuera por su infantil apariencia se habría conseguido, una mujer más llamativa.
-Sí, lo investigué cuando comencé a trabajar en la empresa. Quería probar que ella no es nuestra hermana y al final solo no es TU hermana.
Le di un puñetazo a la puerta -¡Carajo! – creo que me rompí un dedo.
-Gracias a eso entendí tu actitud, no solo parecías un idiota enamorado; lo eras.
-Lo soy – suspiró, se colocó de pie al ver que no me acercaba y me tendió un pasaje de avión.
-Se abrirá una sucursal en , deberías ir en mi lugar – fruncí el ceño.
-¿De verdad me hablaras de trabajo ahora? ¿No debería un hermano mayor ayudar a su enfermo hermano menor? – junto los labios y me volvió a tender el pasaje.
-Eso hago. Tienes que olvidarte de ella. No pasará nunca lo que deseas y si sigues viéndola todos los días será cómo derramar una tonelada de sal a tu herida – Lo miré sorprendido, de verdad se ve preocupado por mí.
-Pareces amable y todo cuando hablas de ese modo – acepte su regalo.
-No sé lo digas a mi Mavis – suspiró y ambos al mismo tiempo dijimos.
-Ni a mamá – la risa no llegó a abandonar mis labios, me sentía poco dado a la alegría en éste momento.
-Si puedes, quédate allá – asentí, al final recibí ayuda de quien menos esperaba y eso en parte es un consuelo. Porqué a pesar de todas nuestras discusiones desde niños, él siempre está para mí si lo necesito.
…
En dos días había tomado gran parte de mis cosas y estaba en un vuelo de ida al otro lado del mapa. El señor Jude Heartfilia me estaba esperando para recibirme y hacer de guía durante mi estadía. Él es uno de los principales inversores en la nueva sucursal de Fairy Tail e íntimo amigo de Igneel, gracias a este hombre se nos hizo más fácil la apertura aquí.
-¿Igneel? – Era un hombre mayor, cálculo que de unos 50 o 60 años más o menos - ¿Eres Igneel?
-Soy Natsu – apretó mi mano fuertemente.
-El menor de los Dragneel – al sonreír de vuelta me jalo hasta que comenzábamos a caminar – Tu vuelo se retrasó y cómo quería recibirte me quede, pero tengo qué arreglar algunas cosas en la firma antes de poder hacerte de guía.
-Conozco la ciudad, no me gustaría retrasarlo. Podemos vernos mañana si desea – negó con el dedo.
-No pienso dejarte solo en tu primer día – En el auto nos esperaba una joven de cabello largo y rubio. Estaba hablando por teléfono y colgó al ver a su jefe. Es bastante atractiva.
-Te tardaste – se cruzó de brazos – Llevo 45 minutos clavada aquí con el abuelo – antes de que culminará la frase, alguien más salió del vehículo. Era un señor de avanzada edad.
-Lo siento señor, no pude lograr que se mantenga dentro – Jude le palmeo el hombro y negó con la cabeza.
-Si ni yo puedo manejar a este demonio, que puedo reclamar – ambos se giraron a mirarme de pies a cabeza.
-Lucy saluda al señor Dragneel – Ella hizo una leve inclinación de cabeza – Natsu, ella es Lucy; mi hija – No se parecía absolutamente en nada a su padre. Intente disimular la incredulidad con una de mis mejores sonrisas y creo que funcionó con todos menos con la hija – Me dejaran a mí en la firma y ella te acompañará por hoy.
-No es necesario señor-.
-Llámame Jude – tragué saliva.
-Jude, yo conozco la ciudad y -.
-Pamplinas, Lucy estará encantada – La aludida solo asintió, pero no me paso por alto el gesto que hizo con los ojos – Debe aprender del negocio.
-De acuerdo.
Era sumamente incomodo el ambiente en el auto, la chica se había sentado adelante con el chófer y el señor Jude me hablaba un poco sobre que había preparado para mi llegada al país. Prácticamente había ocupado mi agenda hasta el fin de semana; entre visita a posibles inversores y reuniones con periodistas. Por lo que entendí no solo me arrastraría a mí, sino también a su hija. Una vez que lo dejamos, la chica se cambió de asiento y se cruzó de brazos para mirar por la ventana en el resto del camino.
-¿A dónde vamos? – Pregunté con la intención de entablar una conversación.
-Al complejo de departamentos para que pueda dejar sus maletas – asentí.
-Como le dije a tu padre, de verdad no es necesario – me miro de reojo.
-Si te dejo solo, ese chismoso se lo dirá a mi padre y tendré problemas – el anciano carraspeo – Así que, trata de tolerar mi presencia todo lo que puedas.
-No me molesta que esté aquí – Trató de disimular la sonrisa en su rostro girando más la cabeza – pero seguramente estás ocupada y.
-La señorita no tiene otras actividades – hablo el hombre al volante.
-Ok… - había caído a un maldito infierno y con el humor que traigo no sé cómo lo tolerare. Me ha tocado lidiar con la pequeña engreída de papá…
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Esta historia tendrá ambos puntos de vista. Se conocerá la historia del lado de Lucy más adelante y está en M, porque más adelante tendrá lemon, Bye! :3
