N/A : La idea original de esta historia le pertenece a *Stop teasing us sensei* del autor *LordOfLust*.
Personaje : Hablando
Personaje : Pensando
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Capitulo 1 : Conociendo.
En el edificio hokage.
-...¿Estás segura de esto?...-, Minato, el cuarto líder de la aldea de konoha, miro con duda a una peculiar pelirroja.
-...Claro que si, será fácil ¡Dattebane!...-, kushina sonrió empujando la solicitud al escritorio de su marido.
Estaba aburrida, no es que le molestara encargarse de los quehaceres del hogar.
Era una vida bastante amena y tranquila, pero ahora que su único hijo estaba a nada de graduarse. Concluyó que ya había estado demasiado tiempo fuera del negocio.
Necesitaba algo de emoción, para matar el tiempo y escapar un poco de la soledad. Si bien Minato y Naruto eran una buena compañía, por diferentes razones.
Minato siempre estaba ocupado con el trabajo, algo que comprendía muy bien, ya que su marido jugaba un papel muy importante en la aldea.
Naruto igual, los últimos doce años fueron ella y el. Pero sabía que ahora que va a ser genin no iba a pasar mucho tiempo en casa.
Por lo que quedaría sola y con los deberes del hogar como única compañía.
-...Supongo que no puedo hacerte cambiar de opinión, ¿Verdad?...-, Minato soltó un ligero suspiro.
No es que no confiará en la fuerza de su esposa, kushina si bien paso a ser una ama de casa para cuidar a su hijo. Nunca dejo del todo su entrenamiento shinobi, por lo que sigue siendo la misma fiera en batalla que conoció en su juventud.
Kushina hizo un puchero, cruzando los brazos en X.
Minato rio por lo bajo, tomando el bolígrafo de su portalápices. Firmo de inmediato la solicitud de kushina.
-...¡Gracias !...-, kushina envolvió en un abrazo mortal al rubio.
-...No hay de que, pero...-, Minato alejo amablemente a su esposa, no es que le molestara que su cabeza fuera aplastada en el suave pecho de la Uzumaki.
-...Aún tengo trabajo...-.
Kushina se calmo.
-...Perdón...-, se limpio una pequeña gotita en su nuca.
-...Tranquila...-, minato saco una carpeta del cajón izquierdo del escritorio. -...Aquí está la información de tus estudiantes, suerte...-.
-...Mmm, nada mal...-, kushina le dió una rápida ojeada, le pondría atención en el camino.
Si bien nunca fue alguien con una gran paciencia, siempre quiso dirigir un equipo genin.
Se encargaría de entrenarlos bien, en parte porque queria presumir en la cara de los otros jounin la superioridad de su equipo.
-...Podrás recogerlos después del mediodía en la academia...-, minato explicó. -...Entiendo...-, kushina cerro la carpeta antes hablar. -...Por cierto ¿Naruto paso?...-, dejo sus propios asuntos de lado, para concentrarse en su pequeño.
-...Si, no te preocupes, lo puse con Kakashi...-, minato se sintió orgulloso de su hijo, no sería el más destacado de su clase.
Pero aún así no se rindió, incluso fue capaz de derrotar a ese chunin traidor.
-...A menos mal...-, kushina tuvo alivio.
Aunque no le agrado mucho que Kakashi fuera el maestro de su hijo, había ciertas actitudes del peli plata que no le agradan. Cómo leer esas sucias novelas en público y llegar tarde a todo lado.
Tendría una pequeña charla con el cíclope más tarde.
Una vez terminado el asunto, kushina se despidió de minato para dejarlo continuar con su trabajo.
Ella iría a su casa a preparar algo de comida para el almuerzo.
[En el hogar]
Kushina mecía el refrito de la sartén.
-...¡Mama llegué!...-, de pronto, una alegre e infantil voz resono en la puerta.
Que saco a Kushina de pensamientos antes de mostrar una linda sonrisa.
-...Hola hijo, ¿Cómo estuvo el día?...-, la pelirroja pregunto sin dejar de cocinar, viendo a su retoño.
-...¡Genial! ¡Por fin voy a graduarme de las aburridas clases de Iruka - sensei!...-, Naruto exclamó en una sonrisa.
Para luego frotar un enorme chichón en su cabeza, cortesía del humeante puño de Kushina.
-...Naruto, no vuelvas a menospreciar el trabajo de la academia y sus maestros. Son personas que guían a la nueva generación a ser shinobis honorables de konoha. ¿Está claro?...-, Kushina lo miro de manera severa.
-...Esta bien mama, perdón...-, Naruto se recompuso mirando a otro lado con un pequeño puchero.
Kushina volvió a su maternal sonrisa, a ella tampoco le agradaban las clases teóricas cuando era niña.
Pero aún si respetaba mucho la labor de ser maestro.
Justo cuando le iba a ordenar a Naruto que se bañe y cambie para comer. Sus agudos ojos notaron una pequeña pero notable hinchazón en la comisura de los labios del pequeño rubio.
-...¿¡Que te paso!?...-, kushina inmediatamente tomo el mentón de su hijo, viendo con detalle la herida.
Su experiencia de Kunoichi le delato que era resultado de una pelea, así que cualquier mentira que Naruto estuviera pensando era inútil.
Y eso el rubio lo sabía muy bien.
-...Solo fue un golpe, el idiota me tomo por sorpresa...-, Naruto le resto importancia.
Haciendo que kushina soltará un pequeño suspiro, su hijo había heredado la apariencia de su padre y, para su pesar, esa terquedad suya que tanto la caracterizo cuando era niña.
-...¿Quien fue?...-, kushina ahora tenía una mirada más pasible.
-...¡Tsk! Fue kiba...-, Naruto casi escupió el nombre del inozuka.
Kushina se froto la frente.
-...¿Y que hizo que se pelearán?...-,
-...El solo es un idiota muy hablador y a veces le gusta joderme a propósito...-, Naruto hizo lo mejor que pudo para evitar decir la verdad.
Por qué le resultaba incómodo y molesto.
Pero lo que hizo que los dos se pelearán, fue unos comentarios bastantes indecentes sobre su madre.
Era muy bien sabido entre sus compañeros que kushina, a pesar de ser madre, aún conservaba una sensualidad y belleza que se terminó volviendo la fantasía de más de uno.
Por eso le cabreaba que el perro pulgoso (como solía llamarlo), dijera cosas muy subidas de tono sobre ella.
-...Bueno, los niños suelen ser idiotas a veces y no miden las consecuencias de sus actos...-, kushina poso una mano reconfortante en el hombre de su hijo, mirándolo con cariño. -...Así que trata de ver más allá de eso y quizás conocerlo mejor, recuerda que en un futuro ellos serán tus aliados en el mundo ninja...-.
-...Trataré...-, Naruto resoplo por lo bajo, solo porque era su madre la que se lo decía.
-...¡Ese es mi niño!...-, kushina sostuvo las mejillas de bigotes del rubio.
-...¡Oye!...-, Naruto tuvo vergüenza, ya iba a ser un ninja y le molestaba que lo tratarán como si fuera un mocoso.
Kushina, en cambio, soltó un pequeña risita antes de soltarlo.
-...Como sea, ve a darte una ducha. El almuerzo estará listo en unos minutos...-, kushina ordeno, más feliz, Naruto se limito a obedecer y retirarse de la cocina.
Después de esa pequeña discusión, kushina termino de preparar el platillo especial de su hijo.
Un buen tazon de ramen de cerdo, como un pequeño regalo por haber pasado la academia.
Dejándolo servido en la mesa, subió a su habitación para alistarse para su primer día como maestra.
Pero antes, una ligera ducha para refrescarse.
Una vez termino, hurgo entre las ropas del armario. Tomando lo que buscaba. Ahora estaba de pie frente al espejo de cuerpo completo, ato su cabellera roja en una cola de cabello dejando dos mechones enmarcando los costados de su delicado rostro.
Colocando la diadema de konoha sobre su frente.
Admiro su figura entallada en el viejo uniforme jounin, el chaleco verde estiro cada hebra de su tela para acoplarse a sus enormes tetas copa D.
Bajando por su escultural cuerpo de caderas anchas y curvas, esbeltas piernas quedaron cubiertas por un pantalón azulado que se fundió como una segunda piel resaltando su redondo culo de mejillas gruesas.
Dándose una pequeña palmada en el trasero, kushina se dió un visto bueno.
Definitivamente aún tenía su toque.
Bajando al comedor, encontro a su pequeño rubio degustando el ramen.
-...Hola mama, ¿Por qué estás vestida así?...-, Naruto le dió un pequeño sorbo al caldo.
Mirando con curiosidad a kushina que tomo asiento para acompañarlo.
-...Oh bueno, desde ahora vuelvo al juego. ¡Seré maestra de un equipo!...-, kushina exclamó.
Naruto trago duro el bocado en su garganta.
-...Espera, no me digas que tú...-, Naruto comenzó a tener nervios.
-...No te preocupes, no seré tu maestra. Me tocó con otros chicos...-, kushina no se tomo a mal la reacción de su hijo, ya que la verdad sería incómodo que tu madre sea tu maestra.
Naruto soltó un suspiro de alivio. ¿Que clase de ninja va con su mami a una misión?
Conociendo a los idiotas de sus compañeros, no tardarían en burlarse de él.
Aunque en el fondo sentía algo de pena por los pobres diablos a los que les tocó su madre como jounin sensei.
Tenía experiencia suficiente con los métodos de aprendizaje de kushina, y no era precisamente amable en ese ámbito.
Después de unos minutos, Naruto termino su almuerzo y fue en compañía de kushina a la academia.
No tardaron en llegar, dónde varios jounin y los graduados llenaban los pasillos por el evento.
Naruto se alejo de su madre para ir hablar con Shikamaru y choji pero kushina no se sintió sola ya que vio un par de caras conocidas en el lugar.
-...¿Kurenai?...-, kushina se acercó a una hermosa mujer joven de cabello azabache y ojos como fuego.
-...Oh, kushina - sama...-, la experta en genjutsu se dió la vuelta, topandose con la mujer que la acogió de genin.
-...Vaya, te has convertido en todo una lindura...-, kushina dió una vista picarona al desarrollado cuerpo de la jounin, ya no quedaba nada de la niña que conoció.
-...Kushina - sama, no diga esos comentarios...-, Kurenai se puso algo roja por la mirada de kushina en su cuerpo.
Sobre todo por qué aún había personas alrededor.
La Uzumaki solo hizo un ademán de manos mientras le restaba importancia.
Kurenai dejo su vergüenza de lado cuando se dió cuenta de la manera en la que estaba vestida la pelirroja.
-...Por cierto kushina - sama, ¿Que hace aquí?...-, Kurenai se mostró intrigada, sabía que una de las razones por la que podría estar aquí es para ver a su hijo.
Pero parecía no ser el caso.
-...Oh bueno...-, kushina iba a explicar hasta que sus pechos fueron apretados por un par de delicadas manos.
-...Vaya, son más grandes de lo que recordaba...-, anko jugo con los senos para soltarlos de inmediato, evitando un zape de kushina.
-...También es un gusto verte anko...-, kushina gruño mirando a la domadora de serpientes.
Le agradaba, pero ese lado desvergonzado suyo, no.
-...Hay, no pongas esa cara...-, anko se rió terminando de comer su dango.
Kurenai suspiro por el comportamiento de su amiga. -...Oigan, ya vamos. La asignación de equipos será en unos minutos...-, la experta en genjutsu comenzó a caminar.
Seguida de las otras féminas.
-...Dime kushina, ¿Por qué volviste al negocio?...-, anko tarareo al lado de la Uzumaki.
-...Aburrimiento, un cambio de escena no me haría mal...-, kushina respondió sin darle mucha importancia.
-...Oh ya veo, pero sabes que también hay otras formas de evitar el aburrimiento...-, anko insinuó tocando con el codo el costado de la pelirroja.
-...Gracias, pero no pienso acompañarte a una de tus "noches"...-, kushina suspiro, anko se había convertido en alguien muy activa sexualmente.
Y desde que se entero de como su vida matrimonial empezaba a secarse.
La adicta al dango siempre le sugería soltarse por un rato de su familia.
Algo que rechazaba con behemencia, si bien su vida matrimonial se ha ido secando. Aún amaba mucho a minato y más a Naruto.
-...No seas aburrida. Solo vas, abres esas lindas piernas y te destrezas un poco. Y nadie se entera, fácil ¿No?...-, anko sonrió de manera sugerente.
Kushina solo sacudió la cabeza.
-...¡Anko! No seas tan desvergonzada con kushina - sama...-, Kurenai reclamo.
-...Hay perdón, monja...-, anko rodó los ojos.
Kushina ignoro al par de sus antiguas protegidas, pensando con algo de seriedad en las palabras de anko.
Últimamente este mes, minato estaba muy ocupado y masturbarse no ayudaba mucho para aliviar sus necesidades más bajas.
Quizás...
Nego de inmediato, estaba felizmente casada y ¡Nada cambiaría eso!
El trío de féminas continuaron con su charla por los pasillos.
[En el salón]
Iruka tenía una lista en sus manos, dictando los nombres de los graduados y sus maestros.
Ya quedaban solo un par de grupos para terminar.
-...Equipo 11 : Hiroshi, Makoto, Kiba Inozuka.
Jounin sensei : Kushina Uzumaki...-, cuando Iruka termino de hablar, los pocos que quedaban en el salón y el incluido, quedaron callados.
Kushina Uzumaki era muy conocida entre maestros y alumnos. No solo por ser la esposa del hokage, sino también por cargar con el título "La milf más sexy de konoha".
Que le quedaba como anillo al dedo.
Iruka maldijo por lo bajo la suerte de los mocosos.
Lo que daría por darle un vistazo a esas enormes tetas que tenía la pelirroja.
-...Vaya, esto será entretenido...-, kiba silbó recargado en su asiento, una sonrisa cruzando su cara.
-...Al menos la espera valió la pena...-, Makoto, aun lado de kiba, hablo en tono burlón.
Siempre había admirado a la milf de lejos, sin duda que va disfrutar mucho está preciosa casualidad del destino.
Hiroshi no dijo nada, demasiado perdido en sus fantasias al oír que una milf sexy iba a ser su nueva maestra.
Naruto, que estaba a dos asientos más abajo, apretó sus puños para calmar su enojo por lo que escuchaba.
Después de unos minutos, ya solo quedaba el equipo 11 y el equipo 7.
Sakura estaba ocupada en tratar de formar una conversación con Sasuke que estaba en modo emo único y diferente.
Mientras kiba y sus compañeros conversaban entre ellos, no falta decir que la mayoría de sus palabras rondaban sobre cierta pelirroja.
Que no tardaron en llevar un confrontación directa con Naruto, antes que kiba y el rubio se agarraran a golpes.
La puerta fue abierta llamando la atención de los presentes.
-...Hola, vengo por el equipo 11...-, kushina entro al aula con una sonrisa.
Viendo como kiba y Naruto estaban sujetando el cuello de la chaqueta del otro. A nada de pelearse, pero se detuvieron al notar su presencia.
-...Como sea, equipo 11 síganme...- kushina soltó un suspiro mental, el hijo de tsume.
Esperaba que no fuera tan problemático como lo era su madre cuando eran compañeras en la academia.
Los tres jóvenes siguieron felices a su nueva maestra fuera del aula. Naruto calmo su enojo, de todas formas, el idiota de kiba nunca podria avanzar con kushina.
En los pasillos de la academia, el equipo 11 avanzaba atrás de su maestra
-...Bien, iremos al campo de entrenamiento 9...-, kushina guió la marcha.
Mientras pensaba en una buena forma de ponerlos a prueba.
Kiba, Makoto, Hiroshi, solo continuaron su camino. Entre ellos compartíeron miradas cómplices por la imagen tan buena que tenían delante.
Y kushina, a medida que avanzaban, decía uno que otro comentario para empezar a crear una conversación y conocerlos mejor.
A lo cual respondían sin darle demasiada importancia.
Ya que toda su atención estaba pegada en el enorme trasero de kushina contoneandose de un lado a otro al ritmo de sus pasos, sus carnosas mejillas vibrando suavemente con cada paso que la milf aterrizaba.
-...Y es por eso que considero el ramen la mejor comida del mundo...-, kushina continuaba hablando sin darse cuenta de las miradas embobadas de sus alumnos.
Quería empezar a generar lazos con ellos despacio, tampoco quería verse muy insistente.
Al no escuchar respuesta de los futuros genin, miro de manera disimulada sobre su hombro.
Un ligero sonrojo cruzo sus pálidas mejillas al darse dónde ellos estaban viendo.
-...Pequeño pervertidos...-, kushina regreso su vista al frente solo que ahora algo avergonzada por las intensas miradas de sus alumnos siguiéndola.
Aunque en el fondo, se sintió un tanto dichosa por eso.
Noto en esas miradas, algo que en minato no ha visto en mucho tiempo.
Deseo.
[Campo de entrenamiento]
Kushina estaba de pie frente a sus alumnos sentados sobre el pasto.
-...Mi nombre es Kushina Uzumaki y desde ahora seré su maestra...-, la susodicha se presento, sin darle muchos detalles sobre ella.
Ya que aún faltaba la última prueba para ver si entraban al negocio shinobi.
El trío se miro entre ellos con una pequeña gota de sudor en la nuca por la presentación tan vaga.
El silencio no duró mucho cuando el primero en romper el hielo fue un moreno de marcas rojas en las mejillas
-...Yo me llamo kiba, me gustan las chicas sexys y mi sueño es liderar el clan inozuka...-,
Una sonrisa paso por su cara, al hacer especial enfasis en "sexy".
Dando una sutil mirada a los pechos de la milf que no le tomo mucha importancia.
Estaba en esa edad, así que no era nada fuera de lo normal. Aunque si debería ver una forma de no dejar que esa confianza se convierta en arrogancia.
Ya conoció muchos shinobis que no terminaron bien por esa misma razón.
Kushina le dió un visto bueno a kiba y señaló a su otro alumno.
-...Soy Makoto, me gustan las hamburguesas y los videojuegos. Aparte, mi sueño para el futuro es convertirme en un gran Espadachín...-, el joven de cabello castaño y piel blanca se mostró feliz.
Mientras apretaba un poco el mango de su espada, vestía un buso de color azul marino bajo un chaleco sin mangas verde oscuro.
Pantalón hasta por encima de la rodilla y sandalias shinobi estándar.
-...Eso es genial Makoto...-, kushina le dió una linda sonrisa que sonrojo un tanto al joven.
Ya que una de sus aficiones y especialidades, era el kenjutsu, así que tendría algo en común con uno de sus alumnos.
Kushina miro al último muchacho que faltaba, el cuál parecía distraído.
-...Hmph...-, kushina tosió un poco para llamar la atención del joven.
-...¡Oh! si...-, se bajó de su nube antes de ponerse serio. -...Mi nombre es Hiroshi. Me gusta el sushi y mi pasatiempo es ayudar en las cosechas de mi familia, la fotografía. También práctico jutsu médico, ya que me gustaría ser un doctor para ayudar en las misiones...-,
-...Ok, eso es muy lindo...-, kushina se sorprendió un poco, creyó que era de esos chicos callados cuando lo vio a primera vista.
Ya que vestía un pantalón deportivo color negro, una chaqueta roja y por debajo una camiseta sin mangas color crema.
Y no pudo negar que su cabello rubio le recordó un poco a su hijo.
Una vez que se presentaron, kushina analizó el equipo que tenía.
Un combatiente cuerpo a cuerpo, Un defensor de combate a mediana distancia y Un aficionado al jutsu médico.
Menudo equipo, aunque algo común pero iba asegurarse de llevarlos muy lejos. Así podría fanfarronear con los otros jounin sobre sus estudiantes.
Pero primero, tenía que ver si pasaban la primera prueba.
-...¡Genial!...-, kushina choco sus palmas en un aplauso atrayendo las miradas de sus alumnos. -...Ahora empezaremos con su verdadero examen...-,
Esto último saco de onda a los aspirantes a genin.
-...¿Otra prueba?...-, Makoto pregunto, sin mucho ánimo, ya tuvo suficiente con la academia.
-...Si, pero está vez es diferente...-, kushina movió su dedo índice con una sonrisa. -...El que falle, deberá regresar a la academia otro año más...-.
El trío palideció ante la declaración. A excepción de kiba, ya que a diferencia de sus compañeros civiles, el creció en un clan ninja por lo que ya sabía más o menos como funcionaba.
Pero lo que lo hizo palidecer fue el hecho de que si perdía está prueba, no solo su madre le daría un escarmiento.
Sino que también perdería la oportunidad de estar cerca de la milf definitiva.
-...Y sensei, ¿Cómo es la prueba?...-, Hiroshi levantó la mano, haría lo mejor que pueda aunque no tenía muchas esperanzas.
-...A pues...-, kushina se quedó de piedra. -...¡Aún no se me ocurre nada!...-, se recriminó, no podía decirle eso a sus alumnos. Dejaría una muy mala imagen de ella como maestra.
-...Deberán atraparme en el bosque, tendrán una hora para hacerlo y el que lo logre podrá jugar un poco con estos...-, kushina ideo lo mejor que pudo en segundos, apretando las manos contra sus senos dándoles un pequeño espectáculo a los chicos.
-...¿¡Enserio!?...-, el trío exclamó al unisono, motivados a pasar la prueba por más de una razón.
-...Solo si ganan...-, kushina dio un guiño para disimular los nervios
-...¿¡Pero que dije!?...-, volvió a recriminar, sin saber bien el porque rayos propuso eso.
Pero al notar el como el ánimo de los tres subió, preferío no retractarse.
Además, es una jounin. Manejar a un par de mocosos recién salidos de la academia no será un desafío.
-...Ahora, ¡Comienzen!...-, sin mediar más palabra, kushina dio la orden para después escaparse en una estela de humo.
Los futuros genin no tardaron en asaltar al bosque en busca de su recompensa.
En la copa de un árbol, kushina miro a los niños que tenían sonrisas infantiles en su rostro.
-...Motivarlos fue más fácil de lo que pensé...-, la Uzumaki tenía una pequeña gotita en la nuca antes de esfumarse entre las hojas.
[En el bosque]
Kiba, usando su desarrollado sentido del olfato, trato de seguir la débil escencia de kushina. Le era difícil, pero no sé sorprendió, ocultar los rastros era algo que todo jounin que se respete debía saber.
Pero la recompensa que tiene por delante, hacía que valiera la pena todo el esfuerzo.
-...Nada mal, "Alfa"...-, kiba sintió un ligero escalofrío rodar por su espalda, cuando la burlona voz de kushina rebotó en su oído.
Saltando a un costado, se topo con kushina a unos pocos metros lejos de el.
Kiba no tardo en dejar las dudas atrás y se lanzó en dirección al generoso valle de kushina, que al ver el acto tan predecible solo pudo reírse.
Esquivando con facilidad al inozuka , que paso de largo antes de aterrizar de cara en el suelo.
-...Buena velocidad, pero te falta algo más de ingenio si quieres un poco de esto...-, kushina empujó sus senos contra el chaleco jounin dándoles un ligero rebote que dejo embobado a kiba.
-...¡S-si sensei!...-, kushina estuvo tentada a reírse por la forma tan torpe de kiba, ni siquiera trato de ocultar su erección.
Que no era nada pequeño la verdad.
Dejo de perderse en las divagaciones cuando sus agudos sentidos detectaron alguien a sus espaldas.
Dando un simple paso aún lado, miro la forma marrón de Makoto tratar de alcanzarla con su espada.
-...Atrevido...-, kushina fijo su atención en el, sin dejar su postura relajada. -...Veamos que tienes...-, le dió un sonrisa burlona para que le atacara.
Makoto mordió el anzuelo, lanzando una estocada al centro de kushina. Que la misma esquivo con gracia, no se mostró preocupada.
En está prueba era natural que los genin ataquen a matar.
Un pequeño combate empezó, aunque más bien era makoto lanzando estocadas a diestra y siniestra a la escurridiza silueta de kushina.
Que se mostraba divertida por la determinación de makoto, tenía un buen agarre y estabilidad a la hora de blandir la hoja. Pero se notaba que era solo un principiante, dejaba demasiadas aberturas y movimientos de pies con un patrón fácil de memorizar.
Había mucho que pulir.
Sabiendo que el tiempo límite corría, termino el combate de manera abrupta. Aprovechando una de las tantas aberturas del castaño, solto una patada en el estómago del chico que salió disparado al suelo.
Dónde quedó fuera mientras recuperaba el aire.
-...Bien, quedan ustedes dos...-, kushina hablo, notando como kiba despareció del lugar.
Aunque su sentido de sensor le decía que no estaba lejos, se sorprendió de manera leve al notar que Hiroshi estaba junto a el.
En el fondo se alegro, kiba no fue tan cabeza dura después de todo y trato de atacar de manera coordinada con su equipo.
Ya era un avance para ella.
Se quedó en el medio del valle, ya que sintió que ambos estaban viniendo hacia ella.
Le intrigo saber que es lo que planearon.
El primero en aparecer fue kiba, pero está vez no hubo un ataque directo. En cambio, el Inozuka lanzo unas rápidas bombas de humo que rodearon a kushina.
-...Basico, pero nada mal...-, kushina aflojo un poco su cuerpo para estar atenta. Alzando la mano, bloqueo un kunai volando a su espalda con otro.
Sintiendo la ligera brisa aun costado de ella, se giró para detener con su antebrazo una patada cortesía de Hiroshi.
Pero el genin no se quedó ahí, girando sobre si mismo. Se aparto, aprovechando la distancia para tirar un kunai directo a kushina. Que tomo con la guardia baja a la Uzumaki al ver que el kunai solo era un henge, ya que al repeler el objeto.
Este explotó en una pantalla de humo que la obligó a cerrar sus ojos y tapar su nariz.
Dejándola indefensa por unos instantes, que no fueron desperdiciados por un makoto ya recuperado.
A nada de atraparla, lo único que makoto logro agarrar fue un pedazo de tronco.
-...Sustitución...-, gruño el castaño por el truco.
A fuera, kushina salió de la cortina de humo.
Algo incómoda por qué aspiro un poco de polvo, no debió tentar tanto a los mocosos.
Con gran habilidad, se agachó para evitar el agarre de Hiroshi, aprovechando su posición para hacerle un barrido de piernas que tumbó al rubio.
-...No lo han hecho nada mal...-, kushina felicito a los niños, le hubiera gustado enseñarles.
Pero el tiempo ya estaba a nada de acabarse.
-...Prueba termi..-, antes de que kushina pudiera terminar su frase, se tenso visiblemente cuando kiba salió de la tierra bajo sus pies.
Atrapando uno de sus tobillos.
-...No tan rápido, sensei...-, kiba exhaló, cansado por la prueba pero emocionado por ganar.
Sobre todo por la recompensa que le esperaba.
Kushina suspiro mientras un ligero sonrojo cruzaba sus mejillas.
Un Uzumaki nunca rompe sus promesas.
[Minutos más tarde]
Tanto Hiroshi como Makoto descansaron en las faldas de un árbol, bebiendo las botellas de agua que kushina sensei les había ofrecido generosamente.
-...¿¡Ya puedo!? ¿¡Ya puedo!?...-, kiba era el único que no mostraba cansancio, ya que saltaba de un lado a otro como un cachorro emocionado alrededor de kushina.
-...Mira, solo un minuto...-, la milf advirtió, abriendo el chaleco jounin y quedando en una apretada camiseta negra que moldeo muy bien sus generosas delanteras.
A kiba le hubiera gustado que también se sacará la camiseta, pero no se iba a quejar. Por hoy tomaría lo que pueda.
-...Comienza...-, kushina disimulo su vergüenza y saco un cronómetro para contar el tiempo.
Kiba tiró sus manos hacia su tan preciado botin. Los enormes pechos de su sensei se sentían genial, suaves y pesados, llenaban su palma con suma facilidad. Pero no sé detuvo, con hambre, empezó a mover sus manos asegurando de acariciar cada centímetro de esos deliciosos melones.
Kushina al principio pensó que sería torpe pero ciertamente se llevó una sorpresa cuando kiba se movió sobre sus senos con gran habilidad.
-...Te quedan 30 segundos ¡Ah!...-, las mejillas de kushina se tornaron de un leve color rosa, avergonzada por el tímido gemido que escapó de ella cuando kiba dió un audaz apretón.
-...¿Acaso le gusta sensei?...-, kiba se aventuró, para sorpresa de sus otros dos compañeros, volvió a su ataque apretando los dulces pechos de su maestra.
-...No te emociones mocoso...-, kushina trato de estar molesta por la burla. Pero aún así, le encantó como se sentía. Las manos acariciando sus pechos sin recelo alguno, hizo que cierta región suya empezará a calentarse.
Kiba estuvo en lo que creía lo más cercano al paraíso, pero el clic del cronómetro lo saco de su ensoñamiento.
-...Bien, agotado...-, kushina alejo las manos de kiba antes de volver a ponerse el chaleco.
-...Oficialmente son genin, los veo mañana aquí a las 8 AM...-, kushina anuncio con una voz alegre, para desaparecer de la vista de sus alumnos.
Que no le tomaron mucho importancia ya que rápidamente makoto e Hiroshi abordaron a kiba.
Entre celos y ansias de saber cómo se sentía el cuerpo de una milf tan sexy.
Kiba solo regodeo a sus compañeros mientras se retiraba a su casa.
[En la tarde]
Kushina, vestida con su clásico delantal, preparaba la cena para Minato y Naruto.
Ya faltaban solo unas horas para que estos llegarán, pero aunque estaba preocupada de que Naruto no haya pasado la prueba de kakashi.
Su mente estaba ocupada en otra cosa, la peculiar recompensa que tuvo que dar a su alumno.
Que ahora le traían muchas dudas de si fue lo correcto.
Ya que en el calor del momento no lo pensó mucho, hasta disfruto el como un niño de la edad de su hijo manoseaba sus pechos.
¡Hasta pudo hacerla gemir!
Nego furiosamente lo último, eso paso por qué la tomo con la guardia baja.
Era impensable que un mocoso la hiciera sentir así.
Pero no podía negar que fue una sensación muy emocionante, ver esos ojos tan llenos de lujuria devorarla lentamente.
Hacía que cada vez dudará aún más de ella misma.
Antes de que sus propios pensamientos se enreden.
Escucho la particular voz de Minato y Naruto entrando a la casa, se relajo para dejar de lado el asunto de su equipo.
La familia ceno con tranquilidad, entre ligeras conversaciones. Mas por parte de kushina y Naruto. Minato es alguien reservado que disfruta la calma.
Después de la cena, todos se retiraron a sus habitaciones.
-...Minato, sabes...-, kushina ronroneo en el pecho de su marido.
Su mano bajando lentamente por el trabajado torso del Namikaze con claras intenciones.
-...Sabes que me encantaría...-, Minato detuvo amablemente a su esposa. -...Pero hoy fue un día pesado, solo quiero descansar...-,
-...Entiendo cariño, no te preocupes...-, kushina solo emulo una sonrisa plana, dando un beso a Minato para acurrucarse en el.
Pero por dentro estaba frustrada.
-...JAJAJA, NO ME DIGAS QUE ESE MOCOSO TE DEJO CON GANAS DE MAS...-, una profunda voz sono en la mente de kushina.
Que solo pudo fruncir el sueño al saber de quién se trataba.
-...Ahora no estoy de humor para ti, kyubii...-, kushina escupió.
-...PERO SI QUE LO ESTABAS, CUANDO DEJASTE QUE ESE CHICO PERRO JUGARA CON TUS TETAS JAJAJA...-, el gran zorro siguió burlandose, no es que hubiera mucho que hacer en una jaula.
Kushina, molesta, ingreso a su espacio mental para confrontar a la bestia.
-...¿Que quieres zorro? Ese es mi problema...-, kushina se paro a un par de pasos de los grandes barrotes que retenían al kyubii.
-...¿QUE QUIERO? ¿DE UNA VULGAR RAMERA COMO TU? MMM NADA, LA VERDAD...-, kyubii mostró una sonrisa de dientes afilados que solo hicieron que kushina se enojara.
Aún más por la forma en que la llamo.
-...Tsk, si solo vas a joder, mejor duérmete...-, kushina se preparaba para irse.
-...AUNQUE ME DIVIERTA JODERTE...-, kyubii acercó su cara más cerca de la celda. -...ESTA VEZ, ESTOY PARA ADVERTIRTE...-.
Kushina se detuvo.
-...Habla...-, la Uzumaki fue directa.
-...ESTE PEQUEÑO JUEGO CON LOS MOCOSOS, ¿HASTA QUE PUNTO PLANEAS LLEVARLO?...-, kyubii planteo una interrogante.
Kushina sabía a lo que se refería.
-...Eso no importa, al final del día eso no es más que un simple juego. Estoy casada felizmente con Minato y nada va a cambiar eso...-, aclaro con seriedad, en el fondo negando que ser mirada de esa forma por sus estudiantes la hacía sentir muy sexy y deseada.
Algo que ha ido perdiendo en sus años de casada.
-...NI TU LO CREES...-, kyubii se recargo en sus patas. -...HE VIVIDO MAS TIEMPO QUE CUALQUIER MISERABLE NINJA, CONOZCO LA NATURALEZA HUMANA COMO LA PALMA DE MI PATA...-.
-...No te atrevas a decir que me conoces...-, kushina aclaro con enojo creciente. -...Tu solo eres una vil bestia ¿Porque debería creer algo de ti?...-.
El gran zorro solto una cavernosa risa, que lejos de asustar a kushina solo hizo que se molestará aún más.
-...OH, TONTA...-, kyubii soltó un bufido. -...ME IMPORTA POCO SI CREES EN MI O NO, AL FIN Y AL CABO. ESO NO CAMBIARA EL HECHO DE TU VERDADERA NATURALEZA...-, con sus grandes ojos rasgados, miro fijamente a kushina.
-...PUEDO VERLA A SIMPLE VISTA, SOLO ESPERANDO A SALIR...-, kushina retrocedió un poco, no por miedo. Pero si avergonzada de que sus deseos más profundos empezarán a tomar más forma.
-...Solo cállate...-, kushina se paro firme. -...No voy a caer en tu estúpido juego, tengo una familia que amo y esos chicos no serán más que un simple pasatiempo de paso...-, aclaro, mientras no les abriera las piernas ¿Todo estaría bien? ¿No?
Lo único que se escuchó fue la risa burlona de kyubii.
Kushina decidió irse de una buena vez, no iba a dejar que el zorro siga jugando con ella.
-...REALMENTE VOY DISFRUTAR COMO DESTRUYES TU PROPIA VIDA, SERA UN ESPECTÁCULO MUY DIVERTIDO UZUMAKI...-, kushina no respondió a la provocación.
Saliendo de su espacio mental, abrió los ojos en la realidad donde fue recibida por la cálida respiración de Minato y el suave latir de su corazón.
Lo abrazo con cariño, estaba feliz con su vida y nada iba a cambiar eso.
O eso pensaba...
