Día 3
El clima de ese día era excelente para ir a la playa; lugar donde se encontraban Ash, Brock, Cynthia y Dawn, en un sector en la ruta 213 que la campeona de Sinnoh conocía y que en ocasiones utilizaba para escapar y descansar un poco.
— Qué agradable. — dijo Dawn dando un largo respiro, vistiendo un traje de baño azul de una sola pieza.
— Sí. — Contestaron tanto Brock como Ash.
Los jóvenes disfrutaban de la brisa marina y dejaban que el agradable ambiente los relajara, en especial a la coordinadora pokémon, ya que había estado muy molesta con sus compañeros de viaje por irse sin avisar junto a Cynthia y dejarla sola por dos días.
La joven coordinadora desconocía por completo los actos sexuales que sus amigos habían realizado con la sensual rubia, pues los detalles que el trío le había contado eran ambiguos, pero suficientemente creíbles para que una visita a la playa le hiciera olvidar el abandono de sus compañeros y pudiera relajarse.
Dawn disfrutaba de la hermosa vista que ofrecía el océano, mientras que Ash y Brock tenían sus miradas puestas en el atractivo cuerpo de la campeona, que estaba utilizando un elegante pero provocativo bikini de color negro, el cual resaltaba mucho con su hermosa y pálida piel.
La elección de prendas de la campeona fue cortesía del chico de Ciudad Plateada, quien estuvo meditando entre un bikini blanco o uno negro, eligiendo el que en su opinión resaltaba más el cuerpo erótico de la rubia.
Algunos de los pokémon del trío de jóvenes disfrutaban jugando en la arena y el mar, con la Garchomp y Gastrodon de la campeona teniendo el trabajo de tenerlos apartados y a la distancia de sus entrenadores, ya que ni Cynthia ni los muchachos querían desperdiciar la oportunidad de poder follar y divertirse en la playa. La idea de hacerlo al aire libre ya los emocionaba bastante.
— Fue una buena idea venir aquí. — dijo la rubia contemplando el paisaje marítimo, y mirando de reojo las entrepiernas de sus amantes las cuales podía ver con claridad que estaban erectas — Qué tiernos. — pensó.
Otro factor que dificultaba al trío el poder tener sexo era Dawn. Las veces anteriores estaban en completa libertad de fornicar como Lopunny en época de celo donde ellos quisieran, pero ahora con la presencia de la compañera coordinadora debían ingeniárselas y ser más dinámicos para poder disfrutar de Cynthia.
— He leído que por esta zona se pueden encontrar una gran variedad de perlas de distintos tamaños. — dijo Brock iniciando con un plan que se le ocurrió camino a la playa — ¿Qué les parece si hacemos una competencia en pareja?
— ¿Qué tipo de competencia? — preguntó Ash, siguiéndole la corriente a su amigo.
— El equipo que encuentre la perla más grande deberá acatar alguna petición del equipo vencedor. — explicó el entrenador de Kanto.
— Me parece bien, ¿Cuáles serán las parejas? — preguntó Dawn, interesada en poder disfrutar de alguna actividad con sus amigos.
— Estaba pensando en que tú y Ash sean un grupo, mientras que Cynthia y yo seamos el otro. — expresándose de la típica forma en que lo hacía con las chicas, de forma coqueta hacía la rubia.
— Típico de Brock. — pensó la entrenadora de Pueblo Hoja verde, viendo la manera que actuaba el moreno al lado de Cynthia — Está bien. — dijo, a lo que Ash asintió.
El entrenador de Pikachu en el fondo estaba celoso de que su amigo fuera el primero en disfrutar a Cynthia en la playa, pero también entendía que debían ser precavidos en la situación que se encontraban.
Fue entonces que los grupos se juntaron y fueron por direcciones opuestas iniciando la "competencia" de encontrar perlas, con Cynthia llevándose a Brock tomado de la mano.
X - X - X
Apenas el dúo llego al lugar alejado de la playa publica, la tetona mujer beso a su negro amante, Brock devolviéndole el beso con el mismo furor, las lenguas de ambos luchando por el dominio mientras que Brock embestía contra el muslo de la rubia.
— Ara ara. — se rió Cynthia, apoyando las manos en los hombros del Harrison. — Estás muy impaciente hoy. —
— No puedo evitarlo, viéndote con este bikini tan sexy. — dijo Brock como el galán que pretende ser.
La campeona le dio un último beso antes de tirarse de rodillas en frente del nativo de Kanto, bajando los shorts del joven y revelando la enorme y gruesa verga de Brock.
El cuidador pokémon solo alcanzó a ver como la mujer mayor se lamió los labios, antes de que él cerrará aún más los ojos por el placer que le provocó la boca de la Shirona, que no perdió el tiempo y rápidamente tragó la mitad de la polla frente suyo.
La hermosa entrenadora miró con lujuria y travesura al bien dotado macho, lamiendo la mitad de la polla del joven mientras que masturbaba la otra mitad con su mano, sus dedos apenas envolviendo la grande polla en su boca.
— MMM… — tarareo Cynthia, moviendo su mano lentamente. — ¡MMM! —
Brock trató de moverse, pero la campeona agarró sus bolas con la mano izquierda y casi parecía que lanzó un ataque de parálisis, porque el criador sólo se enderezó y se quedó quieto, gimiendo en voz baja.
A la rubia le encantó escuchar los gemidos del joven, sintiéndose poderosa al ver su poder sobre los calientes hombres, y le recompensó al comenzar a mover su cabeza hacia atrás y adelante, sus labios rojos besando cada pulgada de la verga dentro de su agujero oral.
Brock acarició la cabellera dorada de la campeona, tragando saliva al sentir a la fémina lamer su cabeza baja con entusiasmo, la mujer moviendo la cabeza hacia atrás hasta que solo su glande estuviera dentro de la boca de la mujer más hermosa de Sinnoh.
Cynthia mordió levemente la verga del chico de Ciudad Plateada, que sólo comenzó a jadear ante sus acciones, la rubia ahora moviendo con rapidez su mano por diez segundos, su mano pareciendo un borrón pajeando al Harrison, antes de presionarla contra la base del falo.
– Ahh… – suspiro la mujer, besando el oscuro falo. – Apenas lo puedo meter en mi boca. – mintió la rubia, sabiendo el efecto que tenían sus palabras sobre el joven.
Brock embistió contra la boca de Cynthia, alcanzando a meter la cabeza de su polla y poco más de dos pulgada antes de que la mano de la rubia lo detuviera, Cynthia mamando y lamiendo el pedazo de carne dentro de su agujero oral, sonriéndole a Brock con sus rojos labios envolviendo luego el grosor del falo.
La mano izquierda de la rubia bajó a su entrepierna acariciando su coño sobre el bikini, la fémina gimiendo mientras mamaba la mitad de la polla del nativo de Kanto, su mano apretando la otra mitad.
– Por favor Cynthia, chupa toda mi polla. – rogó el Harrison, luego de moverse sin éxito contra la boca de la rubia.
Brock pudo sentir el aire de triunfo de la Shirona, antes de que él gruñera del placer, sus piernas tiritando cuando Cynthia soltó su polla y se movió con fuerza contra su pelvis, la polla oscura desapareciendo en el agujero oral de la campeona.
– Oh, por Mew. – apretó los puños Brock, aguantándose las ganas de correrse.
Cynthia aguantó la respiración, y pegó su rostro a la entrepierna de Brock por más de un minuto, lamiendo cada parte de la polla que podía, moviendo su labio inferior hacia la derecha e izquierda contra la base del enorme pene.
Brock no aguanto las ganas, y agarró la cabeza de la rubia, alejándose de su polla, y luego acercándola, golpeando la cabeza de Cynthia con su ingle, su polla entrando en lo más profundo de la garganta de la Shirona.
– ¡ARGGRG! – se atraganto Cynthia con la polla del Harrison, los ojos de la rubia mirando a Brock con diversión.
El Harrison siguió moviendo la cabeza de la rubia contra él, alejándose menos de la mitad de su verga antes de que la necesidad de sentir su polla dentro de Cynthia lo dominara y él moliera el rostro de la campeona contra su gruesa verga.
– Eso, chupa toda mi verga. – dijo Brock con falsa bravuconería.
Apenas él sintió la fémina queriendo tomar aire, Brock cambió su agarre y presiono la parte trasera de la cabeza de Cynthia con sus manos, ahora él embistiendo contra el rostro de la mujer más hermosa de Sinnoh, la nariz de la rubia tomando una tonalidad rosada por el choque contra la pelvis de él.
– Que adorable. – pensó Cynthia, su coño mojado por la excitación.
La enorme polla golpeando su campana, lastimándole la garganta con cada embestida, las grandes bolas golpeando su mentón, las manos del chico agarrando su cabeza con dureza, el chico está haciendo todo lo necesario para calentarla y dejarla lista para follar.
Pero antes de eso, ella debía bajar un poco los humos al extranjero.
La rubia apretó las bolas del criador pokémon, haciendo que este afloje su agarre, antes de que ella le golpee en la parte trasera de las rodillas del criador pokémon.
– ¡Ouch! – se quejó Brock, doliéndole bastante su pierna por el certero golpe a sus nervios.
Otro golpe hizo que el Harrison cayera sobre la arena, la cabeza de Cynthia pegada a su entrepierna, antes de que sus brazos perdieran la fuerza cuando su espalda tocó el suelo.
La rubia aprovechó que el chico relajó su agarre para comenzar a moverse ella, levantando y bajando la cabeza con rapidez, besando la cabeza del pene un segundo, el escroto del nativo de Kanto el siguiente, sus tetas presionando los muslos de Brock.
El joven negro solo pudo mirar con asombro como la rubia tragaba su polla con facilidad, moviéndose mucho más rápido que él pudo mover la cabeza de la Shirona, la chica lamiendo cada parte de su verga con aun más entusiasmo que el día de ayer.
– Cynthia, me voy a correr. – advirtió Brock, a merced de la campeona de Sinnoh.
– No tan rápido. – dejó de mamar la verga la rubia, masturbando la oscura polla en su poder. – Quiero sentir esta enorme verga en otro de mis agujeritos.
La tensión entre ambos entrenadores era muy caliente, queriendo concretar el acto sexual con el moreno penetrando a la rubia.
— ¿Cuál quieres usar? — preguntó de forma provocativa y lasciva, mientras se sentaba lamiéndose los labios.
La verga de Brock estaba muy dura y cubierta por la saliva de la campeona. Estaba ansioso de follarla duro al aire libre tal y como había fantaseado en todos los agujeros posibles de la rubia.
Sin embargo, tanto Cynthia como Brock sintieron unos pasos en la arena que se acercaban y que los obligó a reincorporarse y a arreglar sus prendas desacomodadas, con el chico de Ciudad Plateada ocultando lo más que podía su erección dentro de su traje de baño.
— ¡Aquí están! — dijo Dawn con entusiasmo, mostrando a Cynthia y a Brock las perlas que había encontrado junto a Ash.
El equipo de la coordinadora de Sinnoh y el entrenador de Kanto había recolectado varias perlas, entre ellas unas bastante grandes.
— Esta sería la más grande que encontramos — dijo Ash mostrando una perla del tamaño de una baya aranja — ¿Cuál es la que ustedes encontraron?
Brock y Cynthia desviaron la mirada, no teniendo una con la cual competir, estando un poco sudados por la acción previa que tuvieron y por el nerviosismo.
— Ehh… aquí está — tomó Brock una pequeña perla que se hallaba a los pies de la rubia, moviéndose de forma rígida para mantener oculta su verga erecta de su amiga — Se me había caído.
Ninguno de los presentes dijo nada, dejando todo en un silencio bastante largo e incómodo para el moreno.
— Jajajajajajaja — se rieron tanto Dawn como Ash.
El criador estaba avergonzado, viendo de reojo como la campeona también se reía.
— Eso quiere decir que ustedes ganaron — comentó Cynthia parándose entre Dawn y Brock — Entonces, ¿Cuál será la petición que quieren que nosotros hagamos?
Dawn se quedó pensando un poco, siendo la única que seguía la corriente de todo, pues Ash lo que quería era su turno de follar junto a Cynthia.
— Ya se, en la Orilla Valor venden unos helados muy deliciosos — contó Dawn, encantada con la idea de probar uno de esos deliciosos postres que Zoey le había contado en una ocasión — ¿Tú qué dices Ash?
— Por mí no hay problema, también se me están antojando — habló el Ketchum mirando detenidamente los pechos de la rubia.
— Muy bien, aunque yo iré — demandó Brock a lo que Cynthia iba a hablar — Perdimos por mi culpa, así que yo debo hacerme responsable — habló de manera coqueta acercándose a Cynthia.
Ya era el turno de Ash estar con Cynthia, sólo faltaba buscar una excusa para que la coordinadora también se aparté y les dé un momento de privacidad a los amantes.
— Yo también iré contigo Brock, quisiera ver por mi misma cómo son esos helados — dijo la joven entrenadora de Sinnoh.
Cynthia en el fondo reprimió su deseo de ir también, ya que quería ver todas las opciones de helados para elegir el indicado a probar. Sin embargo, no podía dejar pasar esa oportunidad otorgada por Arceus de quedarse a solas con su otro amante.
— Brock, tú eliges el sabor por mí, ¿ok? — suplicó la rubia, rompiéndose internamente por elegir el placer del sexo antes que del helado.
El moreno simplemente hizo un gesto para parecer genial frente a Cynthia mientras se alejaba junto a Dawn a comprar los helados para todos.
A Ash le causó gracia que no le hubiera preguntado cuál sabor de helado quería, ya que su amigo de Kanto sabía a la perfección que el Ketchum iba a disfrutar algo mucho mejor que el postre frío.
Tan pronto como la pareja de entrenadores vio al criador y a la coordinadora desaparecer en el horizonte, se lanzaron a unir sus cuerpos cómo si fueran un imán y un metal.
Rápidamente Ash puso su rostro entre los grandes pechos de la campeona de Sinnoh, mientras que su entrepierna se frotaba en la pierna de la rubia, tal cual fuese un canino emocionado con su dueña.
— Tu también estas muy impaciente hoy — comentó Cynthia al ver el mismo comportamiento tanto en Brock como en Ash.
— No puedo evitarlo, viéndote con este bikini tan sexy — dijo el chico de Pueblo Paleta, siendo las mismas palabras que su compañero.
Fue entonces que ambos se besaron, acercando sus cuerpos más y más a lo que iban frotando sus genitales, mientras sus lenguas peleaban en un duelo. La rubia podía sentir el miembro del Ketchum bastante erecto debajo de la tela de su traje de baño.
Quería continuar lo que no pudo concretar con Brock, sentir una enorme verga en alguno de los agujeros inferiores. Sin embargo, Ash tenía otros planes en mente en lo que Brock y Dawn regresaban.
El entrenador de Pueblo Paleta quería sentir los suaves pechos de su amante mayor alrededor de su miembro, que lo masturbará a modo de actividad previa para a continuación poder follarla en serio en su culo o coño.
— Cynthia — exclamó con deseo Ash, sacando su dura polla de su traje de baño.
Tan pronto su miembro salió al exterior fue atrapado por la mano de la rubia, quien sabía a la perfección cómo tratarlo y estimularlo, y que le causaba gracia que el Ketchum moviera sus caderas por inercia.
— ¿Cuál quieres usar? — repitió la pregunta que le había hecho a Brock, de igual forma lasciva y provocativamente, queriendo que la polla entre sus dedos le diera duro en sus agujeros inferiores.
— Tus pechos — dijo Ash, acercando el cuerpo de la campeona más hacía él, volviendo a presionar su rostro contra los pechos de la rubia — Quiero sentir mi pene entre esos grandes pechos tuyos — dijo el oriundo de Kanto sin pelos en la lengua.
Cynthia en un primer momento se sintió algo urgida de querer que le follen duro por detrás, no obstante, también apreciaba y le calentaba la manera en la que Ash había expresado lo que quería que le hiciera a su dura y caliente polla.
El entrenador menor se sentó en unas rocas cercanas, siendo seguido por la campeona que se arrodilló frente a él, liberando sus pechos de la parte superior de su bikini negro. Dicha acción había logrado que la verga del Ketchum se emocionara más, listo para recibir el tan esperado trato de su amada rubia.
— Ahhh! — gimió Ash, sintiendo los suaves y grandes pechos de su amante atrapar su polla.
La punta de su miembro sobresalía de los senos de Cynthia, que comenzó a masturbar con ellos el pedazo de carne como la profesional que era, ganando gemidos de Ash en el proceso, siendo eso música para sus oídos.
La rubia movía sus pechos de arriba a abajo reiteradas veces, teniendo calculado la presión y velocidad con la que tenía que hacer su trabajo para que su amante no se viniera tan rápido y que disfrutara de su par de senos.
— ¡Cynthia! — gimió el Ketchum con cuidado de no alzar tanto la voz.
Sus pokémon junto al resto de sus amigos se encontraban cerca, siendo distraídos por los pokémon de la campeona, pero aun así no quería llamar la atención en ese sentido a ninguna de las criaturas.
Tenían que aprovechar todo el tiempo que tenían para disfrutar juntos, aunque el tiempo acotado igual los emocionaba y ponía más cachondos.
— ¡Mmm! — gimió Cynthia con la punta del pene de Ash en su boca.
Con la ayuda de su lengua estímulo el glande, y con sus pechos presionó un poco más la base de la polla de Ash.
Una descarga eléctrica se sintió en toda la espalda del chico de Pueblo Paleta, quien demostraba lo aprendido por la rubia para no correrse de inmediato al sentir la tonelada de placer que Cynthia le hacía sentir.
— ¡Ahhh! — volvió a gemir el Ketchum, presionando sus labios.
La vista que tenía Ash era espectacular. Ignorando el paisaje marítimo que tenía delante de él, la imagen de la campeona de Sinnoh en un bikini negro y usando sus pechos para masturbarlo mientras atrapaba la punta de su pene con su boca, era algo que se quedaría guardado en sus retinas hasta que Arceus decidiera llevárselo de este mundo.
Estaba haciendo su máximo esfuerzo para no acabar, su polla se había vuelto más dura al ver la preciosidad de la rubia complaciendo su miembro con su más que perfecto par de pechos.
— ¡Cynthia! — gimió el muchacho de Kanto con el corazón en la garganta.
La mencionada sentía como el miembro de su querido entrenador estaba comenzando a palpitar, siendo la señal típica que indicaba que debía prepararse para recibir una gran carga en su boca.
— ¡AHHH! — gimió de vuelta Ash, alzando un poco más la voz.
Cynthia había succionado con más fuerza el glande del muchacho, mientras que sus pechos presionaban el resto del pene con intenciones de ordeñarlo por completo.
— ¡MMMM! — gimió la rubia recibiendo de lleno la descarga de leche del chico de Kanto, quien arqueó la espalda por la sensación placentera de liberación.
La campeona no separó su boca del miembro de Ash, tragando hasta la última gota de semen que el chico había liberado directamente en su boca.
Ash respiraba pesadamente, había soportado todo lo que podía la habilidosa boca de la rubia, sin embargo, pese a todo lo que se había corrido todavía tenía su miembro duro y excitado, queriendo seguir follando a su amada rubia.
— ¿Qué quiere hacer ahora? — preguntó de manera coqueta mientras se lamía los labios.
El chico miró sonrojado la expresión de la campeona, estando más emocionado y con más ganas de estar con ella.
— En cuatro — dijo débilmente, todavía cansado por haberse corrido mucho.
— Lo siento, creo que no te escuche bien. — dijo en broma Cynthia, queriendo que su entrenador lo dijera más alto.
— Quiero follarte en cuatro, Cynthia — exclamó el Ketchum de una manera más firme — Quiero meter mi pene en tus agujeros.
— Ara ara. — se rió Cynthia, mientras se acomodaba en cuatro patas, tal como el prometedor entrenador le pidió.
Ash admiro por unos segundos el enorme culo de la mujer más hermosa de Sinnoh, la tela negra del bikini apenas tapando las blancas nalgas de la Shirona, pegándose al redondo trasero, tentándolo con cada segundo que él tomaba para observar el mejor culo de las regiones.
Cynthia respiró pesadamente cuando Ash movió su braguita a un lado, dejando a la vista sus dos agujeros, su coño empapado por la excitación.
— Ahhh. — gimió la rubia, cuando Ash eligió el primer agujero que sería follado en el día. — Te has vuelto todo un travieso, Ash. —
El azabache no le respondió, presionando la cabeza de su polla contra el agujero fruncido de la rubia, para luego comenzar a meter su polla en el apretado agujero de la campeona.
Ambos entrenadores gimieron por la placentera sensación, la rubia mordiéndose el labio para disimular sus gemidos mientras movía levemente la cola de lado a lado, expectante por sentir una gran polla en su ano.
Pero Ash se tomó su tiempo, metiendo y sacando su cabeza baja del culo de la fémina
– Mierda, métela más profundo… - demandó Cynthia de una manera muy poco elegante.
Pero la rubia no iba a actuar como siempre cuando lo que quería era que Ash la rompa en dos.
El entrenador de pueblo paleta presionó sus manos en la espalda de Cynthia, dejando a la rubia en su lugar, y embistiendo con fuerza, metiendo casi la mitad de su polla en el culo de la campeona, antes de que él debería sacarla de golpe del apretado agujero, evitando sus ganas de correrse en ese mismo momento.
Cynthia mordió con más fuerza sus labios, apretando la toalla y cerrando los ojos, dejando que el Ketchum tenga la percepción de estar en control por unos minutos.
— Cynthia, sigue tan apretada… — respiro pesadamente el pelinegro, la mitad de su polla dentro de la campeona. — Se siente tan bien como ayer. —
— Métemela completa querido, y se sentirá mucho mejor. — dijo lo obvio la belleza de Sinnoh.
El entrenador asintió, y con determinación sacó casi toda su polla del ano de la Shirona, y tomó aire, para luego moverse con toda su fuerza contra la campeona.
La mujer gritó al cielo cuando el joven extranjero enterró su larga y gruesa polla en su necesitado culo, el falo llegando a lo más profundo de su esfínter, justo como a ella le gustaba.
— Si, bien hecho Ash, — elogió la rubia al joven, que se apoyó en su espalda. — Extrañaba una polla en mi culo. —
— Pero si ayer me corrí en tu culo más de tres veces. — dijo Ash, mientras se acostumbraba a la presión sobre su verga.
— Es mucho tiempo sin sentirte dentro. — contestó picara la mujer más hermosa de Sinnoh.
Ambos entrenadores se rieron, antes de que la mujer comenzara a gemir cuando el Ketchum comenzó a moverse contra su agujero más apretado.
El joven se inclinó hacia adelante y oculto su rostro en la cabellera dorada de la Shirona, moviendo sus caderas hacia atrás, sacando apenas dos pulgadas de su polla antes de moverse contra Cynthia, su entrepierna hundiéndose en el enorme culo de la campeona.
Dicha campeona movió sus caderas tanto como podía a pesar del peso de Ash, su trasero moviéndose en círculos para permitirle sentir el largo falo de Ash sacudiendo contra sus paredes anales.
— Amo una polla en mi culo. — dijo para sí misma la rubia, sintiendo como Ash se tensaba arriba de ella. — Dame más duro, Ash. —
Ash le respondió la orden agarrando sus enormes tetas, haciendo que la rubia se retuerza en el agarre del azabache, antes de gritar cuando Ash aumento la velocidad de sus embestidas, restregando su pecho contra la espalda de la mujer más fuerte del mundo.
La polla del Ketchum entró y salió con rapidez del recto de la Shirona, los gruñidos y gemidos de él siendo eclipsados con facilidad por los gritos de gozo de Cynthia, que movió su culo tanto como podía en la posición para sentir la verga revoloteando en su interior.
La imagen que todas las niñas del mundo tenían sobre Cynthia Shirona, aquella mujer que conquistó el mundo de las batallas pokémon contra todo pronóstico, no podía estar más alejada de la realidad.
La cara de la rubia estaba roja por la excitación y el placer, su lengua casi saliendo de su boca mientras su cuerpo era movido hacia adelante y atrás por un joven mucho más joven que ella.
Ash apretó con fuerza las tetas de Cynthia, sus dedos desapareciendo en medio de los montículos de carne, moviendo su pelvis tan rápido como la pose le permitía para enterrar su verga en el ano de la rubia, el agujero resistiéndose a la penetración al igual que siempre.
Cynthia no pudo aguantar las embestidas de su dotado amante, y sus brazos de Cynthia perdieron su fuerza, la voluptuosa mujer cayendo sobre la toalla, el joven entrenador cayendo con ella…
Haciendo que su apretado ano reciba casi toda la verga del Ketchum con toda la fuerza de la gravedad del lado del chico.
— ¡AHHH! — chillo la mujer, abrumada por el placer. — ¡Por el amor de Arceus! —
Ash no quiso perder su ritmo, y dobló sus piernas y levantó las caderas, sacando la mitad de su verga, antes de ir con todo hacia abajo, aplanando el enorme trasero de Cynthia con su pelvis, el recto de la mujer recibiendo casi toda su polla.
La rubia sólo pudo ocultar la cara en la toalla, tratando de callar sus gemidos, tratando de mantener una postura más refinada, ignorando como su coño dejaba la toalla empapada de sus jugos, y de como Ash metía y sacaba su larga verga de su apretado agujero anal.
— Me voy a correr Cynthia. — le dijo Ash a la mujer mayor, jadeando por el esfuerzo. — Te voy a llenar el culo, tal como querías. —
La rubia no levantó la cabeza, pero alzó un poco las caderas para que Ash golpee el punto G de su recto, ambos entrenadores llegando al borde de sus orgasmos…
— ¡Ash! — escucharon la voz de Dawn los cachondos entrenadores.
— ¡Mierda! — maldijeron Ash y Cynthia, aunque la rubia gritó en la toalla.
El azabache iba a sacar la polla del culo de la rubia, pero tuvo una idea.
La rubia levantó la cara para exclamar de la sorpresa, Ash levantando sus enormes nalgas con la pelvis, quedando la polla del azabache dentro de su ano, pulsando de una manera muy placentera dentro de ella.
— ¿Qué pasa Dawn? — le preguntó Ash a su amiga en voz alta.
— Siempre me sorprendes Ash. — sonrió Cynthia, fingiendo ser una campeona elegante en vez de la puta que en verdad es.
— Te estaba buscando. — dijo la linda peliazul, acercándose al dúo y sonrojándose al ver a Cynthia sin sostén. — ¿Qué están haciendo? —
— Cynthia me pidió que le ponga bronceador. — levantó bronceador solar el Ketchum. — Me es mucho más cómodo ponerme así para ayudarla. —
Ash movió lentamente sus caderas, su polla moviéndose dentro de la rubia, que sólo tapó su cara, para que Dawn no vea su rostro rojo por la vergüenza…
Y su boca sonriendo de oreja a oreja…
El azabache siguió embistiendo contra el culo de la Shirona, hablando con Dawn y distrayendo para no notar como la campeona de su región era follada como una puta de Kalos.
Pero el Ketchum no pudo disfrutar mucho, porque Brock llegó al grupo y vio a Ash poniendo otra cosa a la rubia.
— Hey Dawn, tu helado y el de Ash los dejé junto a los de nuestros pokémon — dijo el oriundo de Ciudad Plateada acercándose con dos helados.
— ¡Cierto! — se giró la peliazul — Acompáñame Ash, Zoey dice que son los mejores helados de la región.
— Voy… — dijo reacio Ash, viendo el culo de su amiga mientras ella se alejaba.
— Tranquilo Ash, yo le ayudo a Cynthia. — 'tranquilizo' Brock a su mejor amigo.
Ash solo lo vio con molestia, levantándose y sacando su verga del ano de Cynthia, ambos entrenadores suspirando decepcionados por la ausencia de penetración, el chico de Pueblo Paleta poniéndose los shorts y alejándose de la rubia antes de que su lujuria le gane.
— ¿Así que me vas a ayudar con el bronceador? — sonrió la mujer más hermosa de Sinnoh. — ¿O quieres ayudarme con algo más? —
— Sólo digamos que quiero retomar donde nos quedamos — dijo Brock, sacando su polla al aire la cual estaba bastante dura y rígida como una piedra — Me costó un poco llegar hasta aquí así.
Cynthia se rio mientras contemplaba desde su posición la polla morena del chico de Kanto.
— ¿Vas a seguir lo que Ash estaba haciendo? — meneando su culo de un lado a otro ansiosa de que su agujero rectal sea utilizado nuevamente.
— Después, lo que ansió es otro agujero — dijo mientras se masturbaba al ver a la rubia moviendo el culo, ansioso del coño de la campeona — Y me gustaría que estuvieras acostada en otra posición.
— Ara ara — se rio Cynthia — ¿Qué posición quieres que adopte?
— Misionero — respondió sin pelos en la lengua — También quiero disfrutar de tus labios y tus pechos.
A la rubia le gustó la forma en que Brock había manifestado su antojo de cómo la quería follar, así que cambió de posición a misionero para que su amante la pudiera coger como él quería. Hizo a un lado la parte inferior de su traje de baño negro, exponiendo al aire libre su coño húmedo y con necesidad de polla en su interior.
El moreno se arrodilló con la polla alineada en la entrada vaginal de la campeona, para rápidamente introducirse en su interior.
— Ahh! — gimió Cynthia, arqueando la espalda sobre la arena de la playa.
No perdieron el tiempo y comenzaron con el vaivén, con Brock moviendo firmemente sus caderas contra el coño de la rubia, tratando de disfrutar al máximo su momento con Cynthia antes de que fueran interrumpidos otra vez por sus compañeros.
Desde su punto de vista el chico moreno podía ver a la gloriosa rubia acostada recibiendo cada centímetro de su polla dura como roca, con su rostro sonrojado y su boca liberando gemidos de placer y su nombre de manera disimulada.
La campeona tampoco se quedó quieta y acercó a su amante más hacía su cuerpo, dejando el rostro de Brock entre sus pechos que también querían algo de atención del chico de Ciudad Plateada.
— Mmm! — gimió la rubia, tratando de hacer el menor ruido posible por la cercanía de Dawn donde estaban ellos.
El chico estaba en el paraíso disfrutando no sólo del coño húmedo de su amante madura, sino también gozando de sus suaves y grandes pechos. Tenía en su boca el pezón izquierdo de la chica, mientras que el otro era presionado por su mano.
Las estocadas de Brock no se detenían, estando llenos de energía y logrando que Cynthia no dejará de reprimir gemidos de placer.
— Mmm! — gimió la rubia, esta vez siendo callada por un beso del criador de Kanto.
La fricción en los genitales de ambos amantes era altísima, el interior del coño de Cynthia era cálido y a la vez húmedo. Una placentera experiencia para Brock, quien sentía que su verga estaba siendo devorada por la intimidad de la campeona de Sinnoh que quería recibir más y más duro.
— Mmm! — volvió a gemir Cynthia.
La rudeza y dureza en las embestidas de Brock eran cada vez más evidentes, estaba pasándola en grande cumpliendo sus fantasías con una amante de primera categoría con el tiempo nunca estando a su favor.
Cada segundo con ella era indispensable, para momento dentro de ella, metiendo y sacando su polla en alguno de sus agujeros era tiempo valioso. Sí hubiesen estado sólo los tres, Brock aseguraba que iba a morir de tanto que se iba a mover y correr contra la campeona de Sinnoh.
La rubia acercaba más al muchacho a su cuerpo, la situación en la que estaban también la hacía apreciar cada minuto con sus jóvenes amantes, no podía dejar escapar la oportunidad de disfrutar un momento en la playa con la emoción de ser atrapados en el acto.
— ¡Vamos! — suplicó en voz baja la campeona presionando su pecho en la cara de Brock — Se lo que quieres hacer.
Hacía rato que sentía que el moreno se movía con más rapidez y que su polla estaba palpitando ligeramente. Ella sabía lo que iba a venir y las posibles consecuencias y problemas si dejaba que el chico se corriera dentro de su coño.
Sin embargo, eso a ella no le importaba. Quería recibir el semen caliente en su húmedo agujero vaginal, cuando eso sucediese se preocuparía de cómo ocultar eso a la joven coordinadora que seguía rondando la zona playera.
El criador atendió a las órdenes de su rubia, moviendo más fuerte y rápido contra su coño, besando a Cynthia en el proceso para callar los gemidos y quejidos de placer que ambos amantes estaban expulsando en su apasionado vaivén.
— Mmm! — gimieron ambos durante el beso.
La corrida de Brock fue rápida como ambos querían, pero su disparo de semen llegó hasta lo más profundo de la campeona, quien se quedó quieta junto a su amante que estaba descansando encima suyo, acomodando su cabeza entre sus grandes pechos.
Se mantuvieron quietos para que toda la carga de semen de Brock se acabará y llenase por completo el coño de la rubia. No obstante, sintieron unas pisadas en la arena que rápidamente los hizo separarse y arreglarse para no levantar sospechas de las perversiones que estaban haciendo en público.
Los dos quedaron sentados sobre la toalla, un poco sudorosos y con la respiración algo entrecortada por lo que habían hecho, con sus trajes de baño un tanto descuidados y desarreglados.
— ¿La terminaste de ayudar? — preguntó el Ketchum apareciendo como si nada, sorprendiendo a la pareja.
Brock y Cynthia habían sudado frío por nada, el otro amante se había presentado dispuesto a continuar lo que había quedado inconcluso al notarse su erección por sobre su traje de baño.
Dawn se había quedado para darle helado a sus pokémon y a los de sus compañeros también, por lo que el chico de Pueblo Paleta aprovechó la oportunidad para escapar y poder seguir follando con Cynthia.
Ash no perdió el tiempo, y liberó su gorda verga del traje de baño, ante la hambrienta mirada de la mujer más fuerte y puta del mundo.
— Hay que terminar lo que empezamos. — dijo Ash, sacudiendo su verga.
— Sin duda, como campeona nunca dejó las cosas a medias — se rió la rubia.
La campeona se acercó a la larga polla del Ketchum gateando, sus senos ondeando con cada movimiento, su culo hipnotizando a Brock detrás de ella.
Cynthia acercó su boca a la verga del azabache, que solo le sonrió y presionó el glande contra sus labios, la rubia abriendo su boca para lamer la verga de Ash por segunda vez en el día.
Brock admiro el enorme culo de la Shirona por unos segundos, escuchando los gemidos de su mejor amigo al recibir la divina mamada de la campeona, antes de notar como Cynthia meneo las caderas, claramente invitándolo a continuar con la faena.
La rubia metió la mitad de la polla del entrenador menor dentro de su experimentado agujero oral, lamiendo cada parte del pene que tenía a su alcance, mirando al azabache con sus hipnotizantes ojos plateados, tratando de seducirlo aún más.
Las acciones de Cynthia fueron interrumpidas por Brock, que no perdió el tiempo y de un solo impulso enterró su verga en el culo de la campeona.
– Mierda, apenas y pude meterla – suspiro contento Brock, acostumbrándose a la presión sobre su enorme verga.
– ¡MMMM! – grito la rubia en la verga de Ash.
Las piernas de Cynthia temblaron por la abrumadora sensación de su recto siendo invadido por una polla tan grande sin advertencia, y ella trató de moverse lejos de Ash para reclamarle a Brock su impulsiva penetración.
Pero Ash le agarró la cabeza, inmovilizando a la sexy entrenadora.
– No, no - sacudió la cabeza Ash – Se lo que quieres hacer. –
La fémina trató de moverse, pero el azabache tenía más fuerza que ella en esa posición, y la rubia solo pudo cerrar los ojos y aguantar las embestidas de Brock, que comenzó a moverse contra su más apretado agujero.
Brock agarró las caderas de la mujer mayor, sacando la mitad de su polla y luego embistiendo con fuerza contra Cynthia, su polla entrando en lo más profundo del culo de la Shirona y haciendo que ella se estremece entre su amigo y él.
– Todavía sigue muy apretado – acariciando las curvas de Cynthia – Este culo sí que es uno de clase maestra – declaró el Harrison.
Ash se rio, y disfruto de como la cara de Cynthia se acercaba a su verga con cada embestida que su mejor amigo le daba a la belleza de Sinnoh, la rubia acostumbrándose a la follada anal y retomando su actividad favorita.
Chupar pollas.
La rubia se atraganto con la verga del Ketchum cuando una potente embestida de Brock la impulsó hacia el chico menor, Cynthia besando la base de la larga verga, su garganta recibiendo la gruesa carne sin posibilidad de que ella deje de chuparla.
– Se vuelven cada vez mejores amantes. – pensó feliz la mujer mayor.
Las tetas de Cynthia chocaron contra los muslos de Ash, que cerró los ojos y agarró la cabeza de la rubia para que ella no deje de chupar su polla, el entrenador de Kanto sintiendo como la lengua de la rubia lamía cada parte de su verga, los labios de la rubia sintiéndose divinos contra sus bolas.
Brock aceleró sus movimientos, golpeando con fuerza los muslos de Cynthia con los suyos, el enorme culo de la mujer más hermosa de Sinnoh sacudiéndose contra su pelvis, su polla entrando y saliendo del recto de la Shirona.
Los chicos rápidamente se coordinaron, Brock llenando el culo de la rubia, cuyo gemido fue callado por la verga de Ash, que casi sacó el falo dejando solo la cabeza del pene dentro de la campeona, Cynthia tosiendo cuando el azabache embiste contra el hermoso rostro de la Shirona, cuyo cuerpo se mantenía quieto por las manos de Brock, que estaba preparándose para otra penetración.
– Ash, ¿te he dicho lo mucho que me encanta el culo de Cynthia? – preguntó el chico mayor, sus caderas en constante movimiento.
– Más de una vez. – respondió el Ketchum, golpeando la cara de la rubia con su pelvis.
– Los adolescentes son demasiado cachondos. – rodó los ojos Cynthia.
La rubia ignoro olímpicamente como sus caderas se movían en círculos para aumentar la sensación de la penetración anal, y como su lengua se movía tan rápido como le era posible para lamer la mayor parte de la polla disfrutando de su boca.
La mujer más hermosa de Sinnoh siguió moviéndose entre ambas vergas, moviendo su cabeza para que la verga de Ash entre en lo más profundo de su garganta, levantando las caderas para que el pene de Brock le golpee justo el punto sensible de su recto, su coño chorreando sus jugos mezclados con el semen del líder de gimnasio.
Ash y Brock miraron al otro, comunicándose de una forma que solo dos amigos que casi han muerto juntos pueden hacerlo, y asintieron.
Ash sujeto la cabeza de Cynthia, dejando la mitad de su verga dentro de la rubia, tratando de no jadear cuando la rubia presiono la lengua contra su uretra, el entrenador sabiendo lo hambrienta de verga que era la mujer más fuerte del mundo, y aguantando las ganas de darle en el gusto.
Pero no todavía.
Brock le dio una fuerte nalgada al perfecto culo de Cynthia, haciendo que ella suspire feliz en la polla de su amigo, el oriundo de Kanto dejando de penetrar el recto de la mujer mayor, dejando solo la punta de la polla dentro del agujero más apretado de la campeona de Sinnoh.
– ¡MMM! – se quejó Cynthia, en medio de ambos chicos extranjeros.
La rubia quería seguir sintiendo ambas pollas dentro de ella, y tener a ambos hombres mantenerla quieta, tentándola con verga pero sin follarla como se debe, era como una tortura.
– Esto te va a gustar. – dijeron Ash y Brock al unísono.
La rubia chilló cuando Ash metió la polla hasta su garganta, mientras que su culo era llenado por la verga de Brock, la rubia siendo embestida por ambos extremos al mismo tiempo.
La rubia solo pudo relajarse cuando Ash movió sus caderas hacia atrás, dejando de golpear la campana de su boca, y Brock dejando de romperle el trasero con su falo, hasta que los amigos volvieron a penetrarla.
Y volver a mover las caderas hacia atrás, y adelante, una y otra vez…
– Me quiere dejar seco. – se maravillo Ash.
– El culo de Cynthia quiere romperme la polla. – comentó Brock.
Cynthia no pudo hacer más que gemir, Ash agarrando su cabeza y Brock agarrando sus caderas, impidiendo que ella se mueva, y sea simplemente participe del vaivén de ambos chicos.
Los extranjeros estuvieron unos buenos minutos embistiendo contra la perfección que era Cynthia como un equipo, ambos moviéndose adelante al mismo tiempo, la boca y el culo de la campeona recibiendo una gorda y una larga polla, respectivamente, y luego los jóvenes privándola de su más grande pasión.
Las pollas.
Pero ni Ash ni Brock tenían mucha energía para seguir follando a la rubia, cosa que noto Cynthia, cuando sus nalgas dejaron de sonar por el choque con la entrepierna de Brock, y cuando su nariz dejó de dolerle cada vez que Ash le llenaba.
Y sumado a eso…
– ¡Chicos, el agua está genial! – grito Dawn desde lejos.
Los compañeros de viaje de inmediato alejaron sus pollas de la hermosa mujer mayor, poniendo bien sus trajes de baño, que no podían ocultar sus evidentes erecciones.
Afortunadamente, Dawn tenía una pésima visión a larga distancia, y no vio bien lo que le estaban haciendo sus amigos
– Vamos en un minuto. – dijo tranquilamente Cynthia, enmascarando su decepción.
Brock pudo ver el ano de la rubia totalmente dilatado por la fuerte penetración, mientras que Ash se sonrojo cuando Cynthia le dio una sonrisa socarrona mientras se levantaba, colocándose el traje de baño con velocidad, como si no fuera la primera vez que ella deba ponerse la ropa luego de haber sido follada.
Teniendo en cuenta los últimos días, a Brock no le sorprendería que eso fuera verdad.
Cynthia se acomodó el traje de baño y se acercó a la linda peliazul en el agua, moviendo sus caderas de lado a lado para hipnotizar a los chicos, que la siguieron sin perder sus erecciones.
– Diablos, quedé con las ganas de correrme. – se quejó Cynthia.
— ¡El agua está perfecta! — dijo Dawn volviendo a sumergirse y a nadar un poco más lejos de la orilla.
La rubia junto a sus amantes le seguían el ritmo a paso lento dado la acción que habían tenido previamente a la invitación de la coordinadora de disfrutar en el agua antes de que el día terminará.
Ash y Brock no se alejaban mucho de Cynthia dado a que aún se encontraban con sus pollas erectas y suplicantes por la atención de la campeona, queriendo ser atendidas en ese preciso momento.
— Cynthia. — susurró Ash, tomando la mano de la rubia bajo el agua para que pudiese masturbarlo a placer.
Esa situación era un tanto arriesgada para Cynthia, ya que la amiga de sus amantes se encontraba bastante cerca y sospecharía si los tres seguían todavía juntos en medio del agua. Necesitaba pensar en algo para distraer a Dawn y poder complacer esas pollas que anhelaban más de su atención.
Junto a ellos algunos pokémon acuáticos disfrutaban también, como el Buizel de Ash y el Piplup de Dawn con este último nadando junto a su entrenadora. El pokémon de Ash entrenaba de manera individual su nado para mejorar su velocidad en un entorno acuático.
Eso le dio una idea a la rubia, que habló psíquicamente con su Spiritomb para que le lanzará una pokéball de una de sus pokémon en concreto que atrapó fácilmente.
— ¡Sal, Milotic! — ordenó la campeona sacando a uno de los pokémon más bellos que existían.
La pokémon de agua surcó la playa nadando alrededor de la rubia, alejando un poco a los entrenadores de Kanto quienes se sorprendieron de lo que había hecho Cynthia.
— ¡Qué hermosa! — dijo Dawn acercándose al pokémon de tipo agua de la campeona y haciendo que sus amigos se alejaran un poco más de la rubia.
Milotic se dejó acicalar por la coordinadora, que estaba bastante fascinada por el pokémon que Cynthia había sacado, ganándose un poco de los celos de Piplup que también quería atención de su entrenadora.
— Me gustaría que te enseñara alguno de sus trucos y destrezas en el agua que te pueden servir para concursos futuros. — contestó Cynthia, también consintiendo a su pokémon que la tenía desde que era una pequeña Feebas.
La chica de Pueblo Hoja verde estaba maravillada por lo que la campeona le estaba diciendo, subiéndose de manera sorpresiva al lomo del pokémon tierno para irse a un lugar un poco apartado y siendo seguida por Piplup y Buizel.
— ¡Ahhh! — gimió Cynthia repentinamente.
Tan pronto como vieron que Dawn junto a los pokémon de agua se habían alejado un poco, ambos extranjeros de Kanto sucumbieron a sus instintos y procedieron a acercarse a la rubia y a tocarle el culo.
El masaje de sus amantes a sus nalgas la volvió a calentar dado a que ellos tomaron la iniciativa. Su movimiento fue agarrar ambos penes firmemente bajo del agua para comenzar a masturbarlos, mientras aún seguía a la joven entrenadora con la mirada.
— ¡Ahhh! — gimió Ash.
La sensación de ser estímulos en un entorno diferente se sentía bastante genial, más aún con la campeona utilizando a la perfección sus técnicas de manos para administrar unas sensacionales pajas.
— ¡Qué rico! — exclamó Brock con una cara de placer al poder disfrutar de una masturbación acuática.
La mirada de los dos varones permanecía clavada en el cuerpo erótico de la campeona, aprovechando por manosear su culo debajo del agua. Cynthia se emocionó bastante, ya que debía mantenerse atenta por si Dawn llegase a sospechar de verlos tan juntos y sin moverse por el agua, pero al mismo tiempo también tenía que complacer ambas pollas que sujetaba y masajeaba con sus manos.
— ¡Ahh! — gimió de imprevisto la rubia al sentir algo en su entrepierna.
El responsable era Brock, quien no quería que Cynthia únicamente los estuviera complaciendo, sino que también ella tenía que ser complacida por todo lo que había hecho por ellos.
— Tenías ganas de correrte, ¿Verdad? — susurró Brock.
El moreno había hecho a un lado la parte inferior del bikini de la rubia, procediendo a meter dos dedos al interior de su coño siendo una sensación interesante al estar en otro medio.
— ¡Ahhh! — gimieron esta vez Ash y Brock al mismo tiempo.
Cynthia había cambiado su agarre a uno un poco más intenso mientras los seguía ordeñando. Disfrutaba y en verdad le gustaba que el criador pensará en que ella también quería disfrutar, pero no podía permitir quedarse en una posición vulnerable y ser atrapada por las tácticas manuales de Brock.
— ¡Mmm! — calló un gemido que casi se le escapaba.
Ash se quería unir a la diversión, así que decidió apoyar a su amigo y masajear el culo de Cynthia a la par que Brock iba introduciendo sus dedos en su coño. Los oriundos de Kanto tenían la intención de que la rubia se corriera sin necesidad de introducir sus pollas en alguno de sus agujeros.
Dawn sonreía y observaba el movimiento oscilante en el agua que era replicado por su Piplup, sin prestar atención a lo que sus amigos y la madura estaban haciendo a solo metros de ella, ya que estaba atenta al nado estilo libre que su pokémon estaba aprendiendo y que podía replicar para los concursos que estaban a la vuelta de la esquina.
— Ahh! — gimió la rubia.
Los demás estaban en un combate dos contra uno viendo cual de las partes cedía primero. Se podría decir en primera instancia que los chicos tenían la ventaja por ser mayoría, sin embargo, no se podía omitir la experiencia que la campeona de Sinnoh había tenido en todos sus encuentros no solo con ellos, sino con otros entrenadores afortunados.
— Cynthia. — gimió Brock, sintiendo una presión mayor en su glande.
La rubia movía la yema de sus pulgares alrededor de los glandes de los jóvenes mientras hacía presión en la punta, mientras que con los demás dedos los usaba para continuar con la estimulación.
El criador no se iba a rendir y el aspirante a maestro pokémon tampoco. Brock introdujo más dedos en el coño de Cynthia moviéndolos con más intensidad y salvajismo. Ash por su parte daba nalgadas submarinas al culo de la campeona, mientras agarraba el traje de baño de la rubia para tirarlo y hacer que este presionara más su ano.
— Mmm! — reprimió un gemido la campeona.
— No es todo lo que tenemos. — susurró Ash.
— Ahh! — volvió a gemir Cynthia.
Ash se había acercado a la madura para bajar un poco su sostén y tomar uno de los pechos, comenzando a chupar sus pezones siendo algo que la rubia no podía detener.
— Bien pensado Ash. — dijo Brock imitando la acción de su amigo.
— Mmm! — se limitó a gemir Cynthia.
Brock y Ash iniciaron por chupar los pezones de su amada rubia, sin dejar de estimular sus partes inferiores. Brock desplegaba su lengua, succionando el pecho de Cynthia mientras metía sus dedos más adentro y con mayor rapidez.
El chico de Pueblo Paleta no se quedaba atrás, imitando lo que su amigo moreno hacía con el pecho de la rubia mientras introducía dos dedos en el recto de la campeona.
Esto último la hizo enderezarse, sintiendo una descarga eléctrica recorrer toda su espalda. Esa sensación hizo que agarrara los penes de ambos chicos con más fuerza, en un intento de ataque sorpresa y que se corrieran, pero no fue así.
La batalla estaba en su límite, el trío estaba en la recta final a poco de correrse en medio del agua. La mirada de Cynthia se perdió por un momento hacía donde estaba Dawn por el incremento de placer que su cuerpo estaba sintiendo y que le obligaba a apartar la mirada de la coordinadora.
Hacía un acto de fe de que la chica no los estuviera viendo haciendo las cochinadas en las que estaban metidas, aunque ese pensamiento sólo la calentaba más y era un estímulo adicional a lo que los jóvenes le estaban haciendo a su cuerpo.
— Ya casi. — susurró Cynthia frotando más rápido y con más fuerza los falos de sus amantes.
Brock y Ash siguieron chupando sus pechos mientras sus dedos seguían bien metidos en su coño y culo respectivamente. El chico de Ciudad Plateada podía sentir como la intimidad de la rubia se contraía, siendo una señal de que estaba por venirse.
Del mismo modo, Cynthia sentía a través de sus manos como las vergas de los chicos de Kanto estaban palpitando y sintiéndose más gordas entre sus dedos.
— MMM! — gimió la campeona, tratando de callar todo ruido lascivo que salía de su boca.
Los muchachos también gimieron, pero sus bocas ya estaban ocupadas con los pechos de la chica, así que les fue más fácil disimular sus quejidos de placer una vez Cynthia terminó por ordeñar sus pollas.
El agua alrededor de Cynthia y los muchachos comenzó a ponerse blanca producto de las corridas de ambos chicos. La experiencia fue placentera dado a que ninguno de los dos había eyaculado antes debajo del agua.
La respiración tanto de Ash como de Brock era pesada, pero sus cuerpos estaban más relajados, casi ligeros. La campeona se sentía igual que sus amantes, por fin llegando al dichoso clímax con que se había quedado a medio camino en su anterior encuentro.
Esperaron un momento antes de arreglar sus prendas para alejarse de la zona donde los chicos habían acabado para no levantar sospechas a Dawn, que se seguía divirtiendo con Milotic.
La corriente marítima de la zona ayudó a disipar el esperma de Ash y Brock y así eliminar toda evidencia de la acción que realizó el trío, mientras que los jóvenes quedaron flotando en el agua bastante satisfechos, con una expresión de placer que no se podía quitar de sus rostros.
Cynthia por su parte se metió debajo del agua para simular y hacer ver a Dawn que había estado buceando todo ese tiempo, aprovechando también de descansar sus piernas por el orgasmo que acababa de tener.
Al cabo de un rato Dawn volvió junto a la Milotic de Cynthia, Piplup y Buizel, encontrándose a sus compañeros y a la campeona relajados en el agua.
— ¿Cómo te fue? — preguntó Brock.
— Bastante bien, Piplup y yo aprendimos mucho. — acariciando la cabeza de Milotic — Ustedes se ven bastante relajados. — viendo el rostro de sus amigos, los cuales reflejaban un placer indiscutible.
— Bueno, el agua aquí es muy agradable. — dijo Ash, quien seguía flotando en el agua.
Dawn tenía una sospecha que sus amigos de nuevo le estaban ocultando algo, sin embargo, no sabía con exactitud qué era.
— Cynthia, tienes una mancha de bloqueador en tu muslo. — comentó Dawn, señalando la inusual mancha en el cuerpo de la rubia.
— ¿Eh?, oh, muchas gracias Dawn. — dijo Cynthia, limpiando rápidamente la mancha de semen que tenía en el muslo derecho, agradecida de que la joven coordinadora no descubrió lo que en realidad era — Gracias a Arceus. — pensó la rubia.
X - X - X
La noche había llegado a la ciudad, y los jóvenes de Kanto esperaron ansiosos a que la rubia llegara al punto de encuentro que ella les dijo.
– ¿Cómo crees que ella distrajo a Dawn? – le preguntó Ash a su mejor amigo.
– Ni idea, pero ojalá que sirva. – respondió Brock.
El dúo de chicos entró a la escuela privada que Cynthia les dijo, usando a Pikachu y Croagunk para abrir la puerta trasera del lugar, yendo a una sala de clases que se veía en buen estado.
Brock llamó a la rubia apenas ellos llegaron y en un parpadeo, el Spiritomb de Cynthia la teletransportó al lugar.
La Shirona les sonrió a sus viriles amantes, y los chicos sonrieron de vuelta, notando como la campeona, tan despampanante como siempre en su vestido negro, tenía una bolsa en las manos.
– Me costó, pero Dawn duerme como un Snorlax. – sonrió la mujer más hermosa de Sinnoh. – ¿Les gustó el lugar? –
– ¡Si! – respondieron al unísono ambos oriundos de Kanto.
– Perfecto, eso hace las cosas más fáciles. – vio con hambre los bultos de los chicos Cynthia. – Necesito que cierren los ojos por unos minutos mientras me cambio. –
– Prefiero ver tu cuerpo. – se quejó Brock, mientras que Ash ya había cerrado el ojo.
– Confía en mí, te va a gustar la sorpresa. – le guiño un ojo la fémina al chico mayor. – Y nada de espiar. –
Brock asintió frustrado, y se unió al Ketchum en esperar la sorpresa cerrando los ojos, entrenador y criador oyendo el sonido de la mujer mayor cambiándose en frente de ellos, sin ver la magnífica figura de Cynthia.
La espera era casi una tortura…
– Listo chicos, abran los ojos. – se escuchó la dulce voz de Cynthia en la sala.
Ash y Brock abrieron los ojos, y al segundo, la quijada.
La campeona de Cynthia sonrió mientras daba un lento giro, mostrando cada parte de su voluptuoso cuerpo… cubierto por un uniforme de colegiala.
– Guau… – dijo Ash.
– Que sensual te ves… – agregó Brock.
Cynthia solo se rio, dándoles la espalda por un segundo para mostrar su enorme trasero cubierto por una falda roja a cuadros, levantando la falda para mostrar una braga string que desaparecía en medio de sus nalgas.
La rubia se giró, y vio con deseo las entrepiernas de ambos.
– Muéstrenme sus ricas pollas. – les ordenó de repente Cynthia.
Los jóvenes casi se cayeron mientras se sacaban los pantalones y los bóxer, mientras que Cynthia cruzo sus brazos para realzar sus enormes tetas, cubiertas por una blusa blanca corta con un nudo en medio de sus pechos, que no tapaba el sostén negro que levantaba los montículos de carne.
La rubia miró detenidamente ambas vergas, Ash sonriéndole mientras masturbaba su verga enfrente de ella, Brock babeando al ver su prominente escote, sacudiendo su larga polla.
– Siéntense. – señaló Cynthia dos pupitres cercanos.
Los chicos obedecieron, ambos viendo como la rubia se acercaba meneando las caderas, sus pechos moviéndose levemente, el sostén haciendo un mal trabajo en mantener los melones de la Chirona en su lugar.
– Han sido unos chicos muy malos. – comenzó a hablar la rubia. – Espiando en los baños de mujeres, queriendo ver nuestros cuerpos. –
– ¿De qué está hablando? - preguntó Ash a su amigo con la mirada.
– Sigue el juego. - respondió el Harrison. - Perdón, no nos pudimos aguantar cuando la vimos entrar al camarín, sensei. – cambió el rol a la campeona.
– ¿Oh, fue por mi? - sonrió Cynthia. – Lo suponía, por eso me vestí así. - pasó las manos la fémina por su cuerpo del pecado. – Pienso que su pasión debe ser castigada y motivada al mismo tiempo. - llegó la mujer al medio de ambos extranjeros.
La rubia agarró ambas vergas, su sonrisa ampliándose al escuchar los jadeos de Ash y Brock.
– Es bueno que sean chicos con el libido normal - dijo la mujer. – Pero es malo que invadan la privacidad de las chicas. – apretó las pollas.
– Lo siento, no lo volveremos a hacer. – dijo Ash.
– Se que no lo harán. - comenzó a mover las manos la belleza de Sinnoh. – Yo tengo una idea para bajar sus niveles de hormonas. –
Ambos chicos gimieron cuando la mujer mayor los comenzó a masturbar.
– Estos grandulones necesitan una mano firme. – dijo la campeona.
La rubia movió sus manos arriba y abajo, escuchando los gemidos de Ash y Brock, sonriendo ante el poder que ella tenía sobre los viriles jóvenes de Kanto, sus manos moviéndose al mismo ritmo, mostrando nuevamente su experiencia con múltiples hombres.
– Por Arceus, que pollas tan apetecibles. – miró Cynthia con hambre ambas vergas. – ¿Quizás necesitan de mi boca para calmar sus hormonas? –
– Si, por favor chúpame la polla. – habló el Harrison con desesperación.
– Yo también quiero sentir su boca. – continuó el entrenador pokémon.
– Parece un si a mi pregunta. – sonrió la mujer más hermosa de Sinnoh.
La rubia soltó la polla de Brock y bajó la cabeza sobre la verga del impaciente extranjero, Ash viendo celoso como el hombre mayor fue el primero en disfrutar de la boca de la campeona.
– Ah, se siente muy bien. – dijo maravillado el chico de tez oscura.
Cynthia solo sonrió y bajó la cabeza hasta tragar la mitad de la polla oscura, presionando al mismo tiempo la verga de Ash para que el joven no se sienta olvidado.
Brock embistió hacia adelante, metiendo casi toda su verga en la boca de la rubia, que se atraganto por la verga, pero siguió lamiendo las pulgadas de carne dentro del agujero, el Harrison gruñendo por el placer que le provocaba la mujer mayor.
La rubia dejó de mover la cabeza, dejando que el chico mayor embistiera con libertad contra su experimentada boca, la verga entrando y saliendo de su agujero.
La mano de Ash golpeando con fuerza una de sus enormes tetas le recordó que ella tenía más de un chico malo que disciplinar.
Brock embistió la boca de la rubia por unos segundos, disfrutando de la lengua lamiendo sus pulgadas de carne, antes de que ella le acariciara las bolas, sacándole un gemido.
Cynthia aprovechó la debilidad de Brock para levantar la cabeza, guiñándole un ojo al Harrison, antes de moverse al medio de las piernas de Ash, que sacudía la verga de lado a lado.
– Yo también necesito una lección. – dijo Ash, bien metido en su papel.
– Estaré encantada de darte una que valga la pena. – coincidió la rubia.
La campeona de Sinnoh abrió la boca y tragó la punta del pene, escuchando los gemidos del azabache por la sensación, antes de comenzar a bajar la cabeza.
El entrenador de Kanto dejó que la rubia mame su verga al ritmo que ella prefiera, bajando la mano y acariciando uno de los melones de Cynthia, el otro siendo apretado por Brock, que se levantó de su mesa para no esperar tanto a la bella campeona.
La rubia gimió en la polla de Ash, llevando su mano a la verga de Brock y la masturbo, sus tetas siendo presas de las enérgicas manos de ambos extranjeros, que acariciaban las masas de carne sobre la fina tela.
– Ahhh, estoy aprendiendo - gimió el Ketchum.
– Yo también quiero aprender - desesperadamente señaló el Harrison.
La rubia no aguantó la tentación, y dejó de mamar la polla de Ash, un hilo de saliva formándose entre sus labios y la gruesa verga.
– Me encanta cuando mis alumnos están atentos a las clases. – jadeo la sonriente campeona. – Ahora voy a enseñarles a compartir. -
La entrenadora no esperó a que sus chicos contestaran, y juntando ambas vergas, la rubia abrió la boca y tragó las puntas de ambas vergas.
– ¡AHHH! – jadearon los chicos más suertudos del mundo.
Cynthia lamió los glandes de Ash y Brock, tratando de acomodarse debido a la incómoda posición en la que la dejaron, con Brock parado y Ash aun sentado en la mesa.
Pero eso no era un impedimento para la mujer más fuerte del mundo.
La rubia inclinó su cabeza para poder mamar más ambas vergas, la polla de Ash quedando debajo y la de Brock arriba, los chicos gimiendo cuando ella trago más pulgadas de carne, su cabeza bajando sobre la polla de Ash.
Los oriundos de Kanto ignoraron la incomodidad de sentir la verga del otro, ya que la lengua de Cynthia lamia sus vergas con su usual habilidad pero aún más entusiasmo que de costumbre.
– Me arden los labios. – pensó la mujer mayor, con una enorme sonrisa – Pero esto es genial. –
La mujer de Sinnoh no paró de mover la cabeza adelante y atrás, los chicos no pudiendo mover los cuerpos para embestir con el bello rostro de la rubia, tal era el poder de ella sobre los adolescentes.
Pero las manos de Ash y Brock aún tenían fuerzas, y siguieron jugando con las tetas de Cynthia, Ash agarrando el pecho derecho de su futura rival, y Brock golpeando el izquierdo.
La Shirona solo jadeo, pero en ningún momento pensó en levantar la cabeza, bajando y subiendo su cabeza alrededor de ambas vergas, tragando lo máximo posible sus dos preciados juguetes.
– Se-sensei, quiero ver sus tetas - pidió Brock entre jadeos.
– Yo igual. – agregó el Ketchum, apretando con fuerza el seno derecho de la rubia.
La campeona tarareo en las vergas de los chicos, haciendo que estos jadeen y pierdan la voz, mientras que la mano de la rubia soltó las bolas de Ash y Brock y las llevó a su espalda.
Cynthia no paró de mamar las vegas por ningún segundo.
Con un click que pareció durar una eternidad para los chicos, la rubia desabrochó con facilidad su sostén sobre la blusa.
La prenda de ropa cayó en dos segundos que parecieron interminables para el dúo de Kanto, pero por fin fueron revelados los grandes pechos de la campeona.
Pechos que fueron agarrados por la mano izquierda de Ash y la mano derecha de Brock, que apretaron los redondos orbes para estimular a la preciosa mujer.
Cynthia gimió en las pollas de sus chicos favoritos, antes de abrir los ojos al sentir dos manos agarrar su cabeza.
– Vamos a mostrarle que si aprendimos. – dijo Ash.
– Sabemos compartir. – agregó el chico de tez oscura.
Como uno, los amigos de Kanto bajaron la cabeza de la Shirona sobre sus duras pollas, haciendo que ella trague la mitad de ambas.
– ¡MMM! - gritó en pánico la mujer.
Los labios de la rubia se separaron a más no poder por la cantidad de carne abusando de su boca, los chicos levantándole la cabeza por un segundo, dándole la esperanza de que le fueran a soltar la cabeza.
Cynthia no tuvo tanta suerte.
– Ahhh… - jadearon entrenador y cuidador pokémon cuando bajaron la cabeza de la campeona sobre sus vergas.
La lengua de Cynthia no dejó pulgadas sin lamer, la mujer moviéndola por instinto, su dolor no pudiendo compararse con la excitación.
– Cada vez se acercan más a mi ideal del amante perfecto. – pensó feliz la mujer. – Me están tratando como si fuera una mujer de Kalos. –
No pasó mucho tiempo para que ambos chicos no pudieran aguantar las ganas de correrse, sus vergas palpitando contra la otra y contra el interior de las mejillas de Cynthia, que levantó las manos.
Ambos extranjeros perdieron su fuerza cuando la rubia apretó sus bolas, pero la rubia no levantó la cabeza.
Con lágrimas en los ojos, Cynthia bajó lo máximo posible su cabeza, tragando casi todas las pulgadas de vergas de sus dos chicos especiales.
– ¡Me corro! – escucho la campeona la voz de Ash y Brock.
Dos potentes y saladas corridas de semen salieron disparadas de las uretras de entrenador y cuidador, el semen entrando directamente por la garganta de la rubia, que trago cada gota de semen expulsada por las grandes vergas.
Las manos de Ash y Brock siguieron acariciando las enormes tetas de Cynthia, que gimió y se aseguró de tragar todo el semen liberado en su boca, antes de levantar la cabeza, las manos de los amigos de Kanto cayendo a los lados.
– Aprendieron muy bien la lección – recuperando la claridad y el comando de la situación la Shirona. – Pero espero que puedan seguir, el cansancio no es impedimento para sus lecciones. – dijo divertida.
– ¡No, señora! - respondieron animados los amigos de Kanto.
Cynthia sonrió de oreja a oreja al ver las vergas de Ash y Brock recuperar sus exquisitas (en su mente) erecciones, sus tetas siendo objeto de las miradas de los cachondos chicos.
– ¿Ash, puedo comenzar yo? - preguntó el Harrison, caminando y rodeando a la rubia.
– Adelante. – asintió el futuro maestro pokémon. – Hay que compartir. – compartieron una risa los chicos más afortunados del mundo.
– Esos son mis chicos. – pensó la rubia, limpiándose los labios rasgados con la lengua.
Ella no desperdició ni una gota de semen.
El chico de Ciudad Plateada se acomodó mejor y se acostó en el suelo de la sala de clases con la verga parada, ansioso de seguir en lo que se había quedado con la preciosa rubia de Sinnoh.
— Vamos Cynthia. — dijo Brock, viendo desde su posición el ardiente cuerpo de la campeona con su vestido de colegiala.
La mujer rubia no dijo nada, le seguía dando gracia como el moreno era bastante ansioso a su manera, lo mismo que Ash. Se posiciona encima de Brock, dándole la espalda para comenzar a bajar y tomar la polla morena del entrenador con su ano.
— Tal y como me gusta. — pensó Brock sintiendo la presión de las paredes rectales en su miembro duro.
Cynthia bajó de lleno, afirmándose en el pecho del criador pokémon para no perder el equilibrio. No tardó mucho en comenzar a moverse, cabalgando la polla de Brock como bien sabía hacerlo ella.
Brock arqueó la espalda por los movimientos de la campeona, mientras contemplaba desde su posición a su querida amante vestida de colegiala. Desde que conoció a Giselle en Kanto, ansiaba follar con una chica con un uniforme escolar, era algo que realmente le excitaba.
Ash ya sabía lo que tenía que hacer, acercándose donde la rubia aprovechando que su rostro se encontraba a la altura de su polla, introduciéndola repentinamente en la boca de la chica.
— Mmm! — gimió Cynthia con el pene del Ketchum quien lo introducía más en su boca.
— No me dejen a un lado. — dijo Ash, comenzando a mover su pelvis contra el orificio oral de la rubia.
A la madura le hizo gracia el comentario, pero aún así continuó moviendo sus caderas de arriba a abajo contra el duro miembro de Brock. Su agujero rectal parecía que quisiera absorber la polla de su amante moreno, no dándole chance de que estuviera mucho tiempo afuera del cálido y estrecho orificio.
El único del trío que no se movía era Brock, dejando que la mujer encima de él hiciera todo el trabajo al igual que Ash, ya que el muchacho de Pueblo Paleta que movía su pelvis contra la boca de la rubia.
— ¡Sigue así! — exclamó Ash, tomando a la campeona por el cabello para tratar de controlar la mamada que le estaba haciendo.
Cynthia se dejo controlar, queriendo en esa ocasión que Ash volviese a mostrar un dominio de la situación, como un verdadero entrenador pokémon debía serlo a la hora del sexo.
— Así se hace chicos, buen trabajo. — pensó la rubia moviendo sus caderas de arriba a abajo.
A la campeona le estaba gustando esa dualidad que estaba haciendo con sus amantes, el más mayor se mantenía quieto mientras el más joven no dejaba de moverse, ambos estimulando su culo y boca respectivamente.
— ¡Mmm! — gimió la campeona de repente.
Mientras se seguía moviendo su culo contra la polla de Brock, él aprovechó la posición para apretar sus pechos y jugar con sus pezones, haciendo que la chica rubia gimiera contra el miembro del aspirante a maestro pokémon.
— ¡Sigue moviendo ese culo contra mi duro pene! — exclamó el moreno, emocionado por la vestimenta de la mujer — ¡Colegiala puta, te gusta tener muchas pollas para tí!, ¿Verdad?
— ¡Mmm! — volvió a gemir la rubia, esta vez por la nalgada que Brock le había propinado a su gran culo.
La mujer estaba sorprendida de cómo el moreno se había metido dentro del personaje, y la trataba como una colegiala guarra, similar a sus días de colegio.
— Cuantos buenos recuerdos. — pensó Cynthia mientras seguía chupando la polla de Ash.
El chico de Pueblo Paleta la tenía bien aferrada por la cabellera rubia, moviendo su cabeza de adelante hacia atrás, viendo como la campeona de Sinnoh lo miraba fijamente con toda su polla en la boca.
— Mierda. — exclamó Ash arqueando un poco la espalda — Cynthia, te ves muy sexy con mi polla en tu boca.
La campeona se rió por el comentario tan inocente y a la vez tan morboso de Ash, usando su lengua para estimular el tronco mientras sus labios se enfocan en la punta.
— ¡Mmm! — gimió Cynthia por otras nalgadas que Brock le había propinado a su culo.
Por un lado esa actitud de Brock le gustaba en sus amantes, que fueran algo bruscos y la emocionaran con sus acciones pervertidas. Sin embargo, ella también era la campeona de Sinnoh y no podía darse el lujo de que los jóvenes amantes que seleccionaba meticulosamente se descarrilaran en cuanto al control que podían tomar con respecto a la relación.
Ella estaba vestida de colegiala puta, teniendo aún la falda a cuadros y la camisa blanca, pero ella en este candente juego era la sensei, y debía actuar como tal. Tenía que bajar de su nube al moreno, aunque debía admitir que le gusta mucho ser tratada como una estudiante guarra.
— ¡Mmm! — gimió Brock, aunque más que un gemido parecía un quejido por un movimiento un tanto brusco por parte de la rubia.
— Me gustó mucho tu actitud, Brock. — dijo Cynthia, sacando el pene de Ash de su boca para comenzar a masturbarlo — Pero, creo que se olvidó que yo era la sensei.
Mientras masturbaba al chico de Pueblo Paleta, la rubia comenzó a quitarse la camisa blanca para quedar únicamente con la falda a cuadros. Mientras así eso no se movió de encima del criador pokémon, solamente permanecía quieta con el miembro de Brock alojado en lo más profundo de su recto.
El moreno sentía la presión que estaban ejerciendo las paredes anales de la campeona sobre su polla, y eso que ni siquiera se estaba moviendo para hacer un efecto como ese, era realmente impresionante.
— No lo olvides Brock. — dijo la mujer con un poco coqueto mientras lamía la punta del pene de Ash. — La sensei soy yo, ¿Está claro?
Antes de que Brock pudiese responder, Cynthia había hecho un sentón lo suficientemente potente como para paralizar al muchacho, hacer que arqueara la espalda y se corriera inesperadamente, llenando el culo de la campeona con semen.
— Ara ara, veo que no pudiste soportar ese sentón. — dijo la campeona dándole un peso a la punta del pene de Ash antes de levantarse del cuerpo relajado de Brock.
Ash se apartó para darle espacio a la mujer de levantarse, viendo como su amigo y compañero yacía en el suelo con el pene algo flácido y con un rostro de fuera de combate.
— No hay que subestimar a Cynthia. — pensó el Ketchum viendo como del recto de la rubia comenzaba a desbordar el semen de su compañero.
La campeona estiró un poco las piernas antes de dirigirse a su otro amante que permanecía de pie a un lado suyo con su miembro aun con signos de poder continuar.
— Muy bien Ash, veo que ahora es tu turno. — dijo la rubia con una sonrisa pícara, viendo que el entrenador pokémon frente de ella seguía con energías y quería usar alguno de sus agujeros íntimos — ¿Cómo quieres poseerme?
El muchacho tragó saliva por la forma en que la campeona le dijo, haciendo que su miembro palpitase más.
— Quiero que te acuestes en el piso de la sala. — dijo Ash un poco ansioso de querer introducirse en la rubia, que solamente le quedaba la falda a cuadros.
Cynthia simplemente sonrió y acató el pedido de su amante, acostándose en el piso a un lado de Brock mientras veía como Ash se posicionaba entre sus piernas con su polla erecta.
— Puedes meterla donde quieras. — dijo la campeona con algo de cariño, viendo que tenía su miembro agarrado, pero sin saber dónde ponerlo — Ahhh! — gimió la rubia.
El chico de Pueblo Paleta optó por usar la húmeda intimidad de la madura, la cual lo recibió de la mejor manera al presionar sus paredes vaginales contra su miembro cada que este ingresaba en su interior después de salir.
Ash comenzó a embestir el coño de Cynthia con estocadas firmes, levantando las piernas de la campeona para tener más facilidad a la hora de meter su pene y que pudiese ingresar hasta lo más profundo.
La rubia se limitaba a gemir, viendo desde su posición sus muslos y algo del cabello negro de su amante que no dejaba de moverse contra su vagina, y al mismo tiempo veía a un lado suyo como su otro amante seguía paralizado luego del sentón que casi le quita el alma y lo envía a Arceus.
— Tal vez me excedí un poco. — pensó la rubia, para volver a lo que estaba haciendo con el chico de Kanto.
En esta ocasión la campeona no se estaba moviendo, sino que era Ash el activo en el coito. A diferencia de Brock, el aspirante a maestro pokémon no era tan brusco ni agresivo, pero si era alguien asertivo al saber con precisión la fuerza y que partes tenía que estimular del coño de la rubia.
— Ahhh!, ¡Así se hace Ash! — gimió Cynthia dejándose llevar por el ritmo del Ketchum — Mi coño lo necesita.
La sesión anal con el entrenador de Ciudad Plateada le había dejado cierta necesidad que su coño debía cubrir, ya que era un agujero que igualmente necesitaba atención y Ash se la estaba dando a la perfección.
— Ahhh! — volvió a gemir Cynthia al sentir como su amante se introducía a más no poder dentro de su intimidad.
Ash se mantenía moviéndose firme y con ganas de seguir dentro de la hermosa rubia, aunque también se debía al coño de la misma, pues sentía como su cálida intimidad no lo dejaba afuera por mucho tiempo.
— Siento que me absorbe la polla. — pensó Ash con algo de dificultad.
El miembro de Ash no permanecía mucho tiempo fuera del coño de Cynthia, ya que el mismo órgano reproductor pareciese que lo conducía de vuelta a su interior.
El dúo de entrenadores seguía en su momento íntimo, sin preocupaciones y con el único objetivo de follar y de sentirse bien el uno con el otro. Dicha situación sólo confirmaba que Ash había sido buena elección para ser uno de sus jóvenes amantes.
— Qué bueno que me hice tu sensei. — pensó Cynthia, viendo que el chico de Kanto tenía un buen potencial de desarrollo como entrenador y como follador.
Sin que Cynthia o Ash se den cuenta Brock comenzó a levantarse, con la respiración un poco entrecortada y un poco mareado por la repentina corrida que la rubia le hizo hacer y que fue un clímax espectacular que no pensó en vivir para poder contarlo.
Al darse vuelta vio a la querida rubia siendo follada por el coño por su compañero de viaje, el cual la tenía con los pies levantados y dándole duro contra el suelo. Dicha situación hizo que su polla comenzará a ponerse dura otra vez.
Brock se movió de rodillas para acercarse a la pareja de entrenadores, quedando su miembro justo a la altura del rostro de la campeona de Sinnoh.
— He vuelto, sensei. — dijo el moreno agarrando su pene.
Cynthia ya sabía las intenciones que Brock tenía con ella, algo que en verdad quería al hacerle agua la boca el tener una polla tan cerca de su rostro.
— Bienvenido de vuelta. — dijo la campeona mientras lamía sus labios y abría su boca.
El chico de Ciudad Plateada aprovechó para introducir su miembro, comenzando con la punta que fue rápidamente bienvenida por la lengua de la rubia.
— Mmm! — gimió Cynthia, sintiendo que la polla de Brock cada vez se introducía más en su orificio oral.
Ya estando lo más adentro posible que podía y en una posición cómoda, Brock comenzó a mover su pelvis de adelante hacia atrás. Su pene se sentía realmente bien en la cavidad oral por lo cálido y húmedo que era su interior, sin contar con el increíble trabajo de lengua que Cynthia realizaba por el tronco y el glande.
— Intentemos coordinarnos. — comentó Brock a su compañero, el cual se encontraba medio ido de estar constantemente embistiendo el coño de la rubia.
Sin embargo, respondió positivamente moviendo la cabeza y agarrando más firmemente los muslos de la campeona para levantar sus piernas.
— Mmm! — gimió Cynthia casi ahogándose con el pene de Brock.
El moreno había metido lo más profundo su miembro dentro de la garganta de la rubia, dejándolo quieto por unos momentos mientras su joven compañero seguía dando estocadas fuertes y firmes a la vagina de la mujer.
Brock esperó un poco, sintiendo como las embestidas de su amigo seguían dentro del coño de Cynthia antes de comenzar a moverse también. Ya sentía el ritmo de las estocadas de Ash, sincronizó sus estocadas con las embestidas que le realizaba a la boca de la rubia.
La campeona estaba fascinada de cómo su dupla de amantes podía moverse a la par penetrando agujeros diferentes y que se encontraban en extremos opuestos de su cuerpo.
— Son asombrosos. — pensó la rubia lamiendo el tronco de Brock con su lengua.
Pasaba de un lado a otro su lengua por la polla del moreno, asegurándose de estimularla y dejarla cubierta con su saliva. El miembro de Ash por su parte se cubría y lubricaba con los propios jugos de la mujer, además del líquido preseminal que la punta del pene liberaba por la constante estimulación de las paredes vaginales.
Todo eso le dio una idea a la campeona, pero antes de realizarla quería disfrutar un poco del movimiento paralelo de sus dos amantes, sintiendo como Ash alcanzaba a tocar su útero y como Brock se alojaba en lo más profundo de su garganta.
Ash estaba disfrutando mucho tener el agujero íntimo de la campeona solo para él, más aun con el hecho de que de las dos partes era el único que se movía y por tanto podía controlar el ritmo de las penetraciones.
Lo mismo pasaba con Brock, disfrutando de la mamada que Cynthia le estaba haciendo, viendo con deleite como su miembro salía y entraba de la boca de la mujer, siendo un espectáculo increíble y placentero.
La mujer también podía sentir cómo las pollas de ambos estaban a punto de correrse, sin embargo, quería intentar algo más antes de que eso sucediera.
Con bastante habilidad, Cynthia se apartó de ambos entrenadores, los cuales la miraban confundidos y enojados, ya que querían seguir usando sus agujeros para complacerse, queriendo llegar al clímax definitivo de esa noche.
— Cálmense, yo también quiero venirme. — comenzó a decir la rubia — Pero, quiero hacerlo desde una posición en particular.
Ash y Brock no entendían muy bien a lo que Cynthia se refería, pero si captaban que iban a seguir follando con ella por lo que aceptaron su propuesta asintiendo sus cabezas.
—Muy bien, lo que quiero es que se acuesten en el suelo. — dijo Cynthia mientras sonreía pícaramente — También necesito que crucen sus piernas y acerquen sus genitales hasta que estén uno al lado del otro.
Ambos miraron con extrañeza la petición de la campeona de Sinnoh, no obstante, iban a hacer el intento de recrear lo que ella quería que hicieran. Fue entonces que los dos acataron la demanda de la rubia y se acostaron en el piso.
Primero el Harrison se acostó en el suelo, y solo pudo ver algo asqueado como su amigo se acercó a él y se acostó en la misma posición que él.
– Esto es incomodo. – se quejó Brock, cuando Ash se acostó pegando las bolas a las suyas.
– Somos dos. – gruño Ash, tratando de ignorar como la polla de su mejor amigo tocaba la suya.
– Ufufu, no tengan asco ahora, que les va a gustar lo que sigue. – dijo Cynthia, viendo a los hombres cruzar sus piernas. – Bueno, me va a gustar a mí. –
Y eso era lo importante para la campeona.
La belleza de Sinnoh levantó su falda, la única prenda que le quedaba del conjunto sexy que compró, y caminó hasta quedar sobre las vergas de sus amantes viriles.
– Déjenme todo a mí. – prometió la campeona.
La mujer agarró ambas vergas con su mano izquierda, la derecha levantando la falda de su trasero, dejando descubiertos sus agujeros necesitados de polla, la rubia doblando las rodillas hasta que las vergas estuvieran a pulgadas de su ano.
Cynthia soltó su falda y apoyó la mano en el muslo de Brock, que tocaba el de Ash, bajando aun más hasta que la punta de ambos penes tocaran su agujero anal.
– ¿Cuánto falta? - preguntó Brock, queriendo sentir el culo de la rubia. –
– No seas impaciente. – calló la campeona al chico de tez oscura.
Ash no dijo nada, esperando que la rubia rebote sobre su verga, aunque lo ideal hubiese sido no sentir el pene de Brock.
La Shirona tomó un largo respiro, antes de comenzar a bajar sobre la larga verga de Brock y la gruesa polla de Ash…
Ambas vergas entrando por su agujero fruncido.
– ¡AHHH! - gritó de placer la rubia. – Y solo han sido las puntas. – pensó excitada la fémina.
Hace tiempo que la campeona no disfrutaba de un buen doble anal, y eso se notaba con su leve renuencia a seguir bajando sobre las pollas.
Pero sus alumnos estaban tan calientes que su excitación superó su incomodidad.
– Sensei… - comenzó Ash.
– Vamos a mostrarle lo que hemos aprendido. – finalizó Brock.
Los muslos de la rubia fueron agarrados por sus viriles amantes, y la rubia solo pudo abrir los ojos a más no poder cuando el dúo presionó su cuerpo hacia abajo…
¡Directo en las grandes vergas!
Cynthia chilló de placer, su recto recibiendo lentamente dos pollas al mismo tiempo, cada par de pulgadas de carne haciendo que ella sienta como si la estuvieran partiendo por el culo, haciéndola recordar porque no frecuentaba probar el doble anal.
Eso no lo supieron los adolescentes, que gruñeron, gimieron, jadearon mientras luchaban por bajar a su sensei puta sobre sus vergas, los falos pegándose al otro por lo estrecho del agujero que querían llenar.
– Apenas entra. – dijo el Harrison, sudando por el esfuerzo.
– Falta poco. – fue optimista el Ketchum.
El culo de Cynthia se sentía genial para los chicos, pero desafortunadamente, ellos no podían bajar más a la rubia sobre sus vergas.
– No puedo aguantarlos al mismo tiempo. – pensó la campeona. – ¿Es mucho para mí? – se recuperó la rubia.
Ash y Brock jadearon cuando la rubia, apoyando una mano en uno de sus muslos, levantó las caderas, casi sacando sus vergas del agujero fruncido de la Shirona.
La rubia bajó con fuerza, gritando por el esfuerzo y el placer, la gruesa polla de Ash y la larga polla de Brock entrando más profundo en su culo.
– ¡SI! – grito eufórica Cynthia, en señal de triunfo. – Esto no es nada para mí. – declaró la campeona en su mente.
La rubia procedió a rebotar lenta, pero firmemente, sobre las grandes vergas, sus paredes vaginales pidiéndole un descanso, prometiendo que ella no podría caminar el día siguiente si ella seguía así.
– Que rico es tener dos pollas en mi culo. – anunció Cynthia. – Es la mejor prueba de trabajo en equipo. –
– Es mucho para nosotros. – entendió Brock, luego de la lección que le dio la rubia antes por pasarse de la raya.
– Quiero llenar este culo. – pensó Ash, mucho más honesto.
La rubia solo siguió chillando de placer, perdiendo la cordura, moviendo sus caderas para que su culo por fin engulla todas las pulgadas de verga que tienen sus dotados amantes.
Un grito escapó de parte de los tres integrantes del trío, cuando con un potente sentón, Cynthia pudo sentarse en las pelvises de Ash y Brock.
– Que culo… - perdió las fuerzas Ash.
– Mierda… - siguió a su amigo el líder de gimnasio.
– ¡OHHHHH! - bramo la 'sensei'.
El recto de Cynthia fue ensanchado como nunca, la punta del pene de Brock llegando a su colon, la gran verga de Ash rasgando su interior, el placer de la doble penetración anal siendo el mayor goce que la rubia ha sentido en su vida.
El coño de Cynthia explotó encima de las bolas de ambos hombres, el agujero chorreando una enorme cantidad de jugos vaginales, que salieron disparados en todas direcciones…
Ya que la Shirona nunca paró de rebotar sobre ambas vergas.
– ¡AHH! - babeo la mujer - ¡AUUHHH! - incapaz de vocalizar alguna palabra.
El enorme culo de la rubia tragó las igual de grandes vergas cada vez más rápido, Cynthia montando a entrenador y cuidador como si solo fuera un falo dentro de su recto, todo su cuerpo sacudiéndose con cada rebote.
– No voy a aguantar. - agarró Ash un grueso muslo de Cynthia.
– Yo tampoco. – agarró Brock el otro.
Los chicos de Kanto se acomodaron y apoyaron sus pies en el suelo, comenzando a embestir contra el culo de la local de Sinnoh juntos, sintiéndose muy incómodos…
Pero muy cachondos.
La mujer solo chilló más fuerte, ambas pollas bombeando su recto de manera errática, una primero y otra después, haciendo estragos en su agujero, como si quisieran arruinarla para otros hombres.
Pasaron unos pocos minutos, y los dos adolescentes comenzaron a jadear y a disminuir la velocidad de sus embestidas, apenas metiendo y sacando sus vergas del lleno agujero, las paredes anales de la Shirona
Cynthia recuperó la cordura al notar como su culo no era follado como se debía, y solo pudo sonreír, baba goteando de su barbilla, y dar un potente sentón sobre las vergas de sus amantes.
– ¡Ohhh! - jadeo Ash.
– Eso es injusto. – lamentó Brock.
– Quiero que me llenen el culo. – soltó una risita. – Es su última lección, terminar juntos como equipo. – acomodándose
– Claro. – dijeron al unísono, los chicos sudando como cerdos.
Follar el culo de la rubia se convirtió en una placentera tortura, el agujero apretando y juntando sus vergas, las nalgas de la mujer moliéndose contra sus bolas, los comentarios de la rubia incitándolos a llenarla de leche.
– No se contengan… –
– Me encanta como me follan el culo. –
– Estoy tan llena… –
La imagen de Cynthia como una modelo a seguir para las jóvenes en un mundo cargado de testosterona como lo eran las batallas pokémon hubiera sido destruida al instante si la vieran en ese momento.
Sus enormes tetas rebotando en todas las direcciones, sus muslos marcados por los dedos de dos personas, su recto recibiendo dos penes al mismo tiempo, su concha cubierto con sus jugos…
– Me voy a correr. – anunció Brock.
– Yo igual. – coincidió Ash.
De inmediato, Cynthia se sentó de nuevo en las vergas, gritando al mismo tiempo que sus amantes gimieron, la rubia moviendo sus caderas adelante y atrás, no dejando ni una pulgada de carne fuera de su culo.
– Córranse dentro, maldita sea. – murmuró la campeona. – No se les ocurra sacarlas. –
Los adolescentes solo asintieron, cerrando los ojos y gimoteando por la presión sobre sus vergas, moviéndose lentamente contra Cynthia, que molió su culo contra ellos.
Un segundo, dos segundos, diez segundos…
– ¡Me corro! –
La rubia vio a Arceus cuando dos abundantes corridas salieron disparadas directo en sus intestinos, la belleza de Sinnoh retorciéndose a medida que sus amantes gemían y liberaron toda la leche dentro de ella.
La rubia no pudo continuar en esa posición, cayendo hacia atrás, las pollas de los chicos saliendo del abusado agujero, un río de semen formándose a partir del dilatado ano de Cynthia, que solo se rio…
– Lección terminada. – declaró la campeona, con una sonrisa de oreja a oreja. – Ambos aprobaron con distinciones. – llevando una mano a su trasero.
La Shirona pasó su mano por su chorreante agujero, antes de llevarla a su cara, lamiendo el semen combinado de entrenador y cuidador de Kanto.
Ninguno de los adolescentes respondió al comentario, ambos inconscientes luego de tal intensa corrida, y la mujer solo pudo acariciar su mejilla con la mano limpia.
– Parece que debemos entrenar su resistencia. – musitó la rubia. – Tendré que pensar una buena rutina.
Continuará.
Espero que les haya gustado.
Comenten que les pareció.
nadaoriginal: Gracias por el comentario, respecto a Dawn, ella permanecerá fuera de momento, uno nunca sabe lo que podría pasar de un día para otro.
Guest: He aquí el capitulo 3.
misery680: Trío de principio, es una regla primordial.
