Chapitre 5
I love Rock & Roll
Take It Easy
Cada uno se fue a casa, sin despedirse más que un "Nos vemos mañana" (el de Alya furica y el de Nino fatigado). No se saludaron al llegar a clase al día siguiente, ni siquiera se esperaron en la entrada. En el receso de ese día, tampoco se vieron para almorzar, así como tampoco se juntaron a hacer equipo ni se hablaron durante los cambios de clase. Asì estuvieron hasta el jueves.
— Nino, gracias por estar conmigo…
— Siempre, hermano— Adrien le sonrió y respondió a su choque de puños.
— Pero no es tu pelea. No lo conviertan en algo de ustedes— le palmeó los hombros—. Si quieres a Alya, no dejes que ustedes sean los siguientes en terminar por algo que no es su problema.
Al final del día, Nino se acercó al lugar de Alya y le dijo que quería hablar con ella. Lila, su compañera de mesa, volteó a ver a su amiga con una mirada que preguntaba si estaba todo bien, a lo cual Alya asintió y le dijo que hablarían más tarde.
Caminaron en silencio, sin tomarse de las manos, solo Nino llevaba la mochila de Alya por la inercia de hacerlo siempre. Fue hasta mitad de camino, en un parque cerca de la casa de ella que Nino infló el pecho y paró a ambos. Hubiera sido bueno que se vieran a los ojos, pero aún no estaban listos para encararse por completo.
— ¿Cómo…-comenzó a Alya- cómo está Adrien?
Aquello tomó por sorpresa a Nino, creía que su novia estaba furiosa con su mejor amigo, pero ahora parecía preocupada.
— Pues no muy bien. Hoy tenía su primera cita con la psicóloga— Alya asintió— Oye, no sé qué decir, es muy complicado todo—se frotó la nuca, nervioso.
— Si, lo sé— asintió—. Lila estaba muy asustada. Se ha ido calmando y me ha explicado que él susto le hizo ver todo en rojo, que Adrien nunca tuvo intenciones de lastimarla. Aún así,él me decepcionó. Revisó sus pertenencias y la acusó…
— Adrien sabe que no debió hacer eso y ya pidió disculpas—la interrumpió al tomar su mano —. Si no quieres acercarte a Adrien está bien, por eso te pido lo mismo si yo no quiero estar cerca de Lila — Alya asintió,no de muy buena gana, pero sabía que esa sería la única forma si es que no quería perder a su novio—. Cada uno apoya a su amigo y cuidamos que no se lastimen más. Tú y yo volvemos a lo nuestro, ¿si?
Alya se abrazó a él y murmuró un "de acuerdo" antes de besar su mejilla.
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Put Another Dime in The Jukebox, Baby
La escuela para él no volvió a ser la misma. Tenía el presentimiento de que jamás volvería a serla.
Su grupo de amigos se había cuarteado, la mayoría apoyaba a Lila y a Adrien solo le dijeron que cuando se disculpara con Lila y ellos supieran que está dispuesto a cambiar, hablarían con él e intentarían ser como antes. Los únicos que estaban de su lado eran Nino, Nathaniel y Alix.
— Creo que ambos hicieron mal— dijo Alix en un receso, en el nuevo lugar dónde todos se reunían a almorzar: debajo de las gradas de las canchas—. No debieron prohibirles hablar, al contrario, deberían hablarlo, sin sus mamás, y así solucionarlo.
Nathaniel estaba de acuerdo con la resolución de su mejor amiga.
La mayoría del tiempo eran Nathaniel y Adrien almorzando juntos, Alix iba y venía porque se estaba con las chicas algunas veces. Nino quería estar más con ellos, pero Alya ahora se lo lleva para almorzar juntos, y no pueden culpar a Nino de querer perderse con ella un rato. Querían creer que era la siguiente etapa de su noviazgo y no uno de los muchos intentos de Alya de alejar a Nino de Adrien lo más que pudiera.
Entre tareas, trabajo y exámenes, un frío febrero llegó.
Adrien estaba en una típica escuela preparatoria parisiana, por supuesto que cada pasillo vomitaba un corazón o un bebé en pañales. Claro que todas las parejitas estaban emocionadas y cuchicheando en cada esquina.
El colegio tenía una tradición: vestir o utilizar rojo si tenías pareja, rosa si estabas soltero. Los rebeldes hacían lo que querían, aunque eran poquitos. Adrien este año se unió a ellos, iba de azul y negro. No tenía el humor de celebrar nada ni de contagiarse de nadie, estaba amargado y con justa razón.
Las últimas dos semanas de enero ya estaba volviendo a recuperar su humor. Las charlas con la psicóloga, sus amigos apoyando y sus mamás le habían ayudado mucho, sentía que pronto volvería a ser todo como antes.
Tontamente olvidó Febrero.
Facebook le lanzó Los Fantasmas de los San Valentin Pasados y él devolvió la agresión cerrando la cuenta definitivamente. Cuando estuviera de humor volvería a abrirse uno. Cuando nadie lo veía, Adrien pinchaba un globo, si alguien escuchaba él fingía demencia.
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Death By A Thousand Cuts
Lo peor vino el día 14. Lila llegó el martes con una blusa rosa, pero con pantalones y suéter rojo, con una rosa roja natural adornando su cabello. Todas las chicas corrieron hacia ella e hicieron esos ruiditos (como él se imagina que hacen las chinchillas en manada), esas risitas de alegría y complicidad que tenían entre ellas. Un " ¡Qué romántico! " fue lo que hizo a Adrien dar media vuelta y salir de la escuela.
Lila alzó la vista del celular y se encontró con una sonriente Alya de cabello oscuro y corto. Le extendía una rosa roja acompañada de una enorme y contagiosa sonrisa.
— ¿Me estás pidiendo ser tu San Valentin?
— Tú y yo siempre seremos San Valentín — "que boba" dijo riendo Lila al tomar la rosa de su mano—. Esta viene de tu enamorado.
— Aw, es un lindo— olió la rosa y ahora ella era la que actuaba boba.
— Oh, es más que eso.
Lila solo musitó un "¿mh?" y su amiga entró al salón primero, ella aún esperaría a que llegara Adrien para agradecerle la rosa.
— Buenos días, Lila.
— Buenos…— Sabrina le estaba entregando otra rosa— días.
Max, Nino, Milene, todos sus compañeros de salón y los chicos del otro curso le dieron rosas. Lila estaba maravillada del enorme buque que tenía en las manos, tenía ganas de saltarle a su novio para agradecerle, pero él no llegaba.
Ella entró a su lugar, tomó asiento, la profesora entró diciendo que ya empezaría la clase y justó detrás de ella estaba Adrien, no tenía oportunidad de acercarse a él y decirle lo buen novio que era.
Adrien desapareció tan pronto sonó la campana de receso. Lila corrió para alcanzarlo pero fue sorprendida por chicos desconocidos a su paso que le entregaban rosas. ¡Oh por Dios! Todo el largó de la escalera, cada escalón era una rosa que le aguardó. Al final estaba Adrien, sonriendo divertido de tenerla corriendo por todos los pasillos con las manos ocupadas.
— Feliz San Valentin, bébé.
— Eres un tonto — dejó sus rosas en una banca, tenía ganas de abrazarlo, pero Adrien le detuvo al deja colgando de su mano una cadena con una rosa de cristal rojo. El rostro de Lila se encendió en emoción. Se colgó de sus hombros y le llenó el rostro de besos— ¡Es hermoso! ¡Tú eres hermoso! ¡Te amo, te amo!
— También te amo —iba a besarla en medio de todos, pero el carraspeó de un profesor les detuvo—. Vamos— le susurró y le tomó de la mano para ir a esconderse a su lugar para besarse.
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Please, Stop The Rain on My Parade
Sabía a dónde ir, ningún amigo le buscaría y nadie de la escuela llegaría ahí ni por error. El café Jagger, ese que ha visitado desde la última vez que se perdió y probó el pan. Se había vuelto su refugio del mundo, un lugar de color, música y olor a chocolate que le calmaba del día. Había dos o tres personas, lo normal por ser horas de escuela. Adrien se deslizó en un sofá que por primera vez vio desocupado. Acomodó los cojines tras su espalda, sacó la Switch y bebió del moka frío mientras jugaba.
— Un Cœur Brisé ? — La voz de una chica le sacó de la partida.
Entornó la vista y se sorprendió de quien estaba inclinada frente a él. Una bonita sonrisa, pequeñas coletas y unos brillantes ojos azules le saludaban.
— ¿Marinette?
Debía ser una sorpresa encontrarla tan casual, en horario de clases y en una pequeña cafetería dónde eran los únicos dos clientes. Pero no fue así. La chica que conoció en vacaciones y ayudó tanto a que no se amarra a la cama con canciones de Kyo* , la que por tonto olvidó por dos meses, le daba las mismas sensaciones de una taza de té caliente después de mojarse bajo la lluvia.
— Hola, Adrien—se sentó en el sillón de al lado— . ¿Es la primera vez que vienes?
— Temprano, si. Encontré este lugar hace poco. Es…muy genial.
— Súper genial— acordó Marinette— . Pero, nunca creí verte aquí. No parece tu tipo de lugar…
— ¿Por qué no soy un guapo rockero indie o un artista?
— Perdón—se rió Marinette— . Pero si. Suelen venir más los de las academias de música y arte. Casi todos los chicos de mi escuela se la pasan aquí.
— ¿Estás en una escuela de artes?
— Si, en Elysium, ¿la conoces?
Si, la conoce. Una preparatoria especializada en artes. Cada alumno escoge cuatro materias obligatorias por el sistema de educación, pero el resto de las clases son las que ellos eligen de acuerdo a lo que quieren especializarse: música, pintura, dibujo, escultura, redacción, etc. Es tan prestigiosa como criticada por ciertos conservadores. Nathaniel aprobó el examen de ingreso, pero no entró.
— ¿No deberías estar en clases?
— Shh — se llevó los dedos a la boca, sonriendo traviesa—. Me estoy tomando mis cinco minutos de descanso contigo— le mostró la caja que llevaba en las manos—. La panadería de mis papás surte a Jagger y hoy es el día más ocupado. Nos quedamos sin un repartidor, así que aquí estoy yo, ayudando con las entregas.
— ¿Tus papás hacen ese pain au chocolat ?
Marinette casi pudo ver la baba cayendo de la boca de Adrien.
— Mi papá, si. ¿Te gustó?
— Creo que todos subimos un kilo en casa por culpa de ese pan— Sonrió al escuchar la carcajada de Marinette.
— Bueno, debes probar los C œur Brisé entonces. Solo los hace en San Valentin—vio la hora en su celular—. Debo irme o se me hará tarde para el siguiente pedido. ¿Vendrás en la noche?
— ¿Qué habrá?
— El volante, la noche de los corazones rotos. La banda de mis amigos tocará hoy. ¿Vienes?
—Vendré— ni lo pensó.
—Genial. nos vemos entonces. ¡Prueba los Cœur Brisé !
Marinette salió corriendo, la vio irse en una motoneta.
Adrien fue al mostrador y pidió la recomendación del chef. Era un macaron rojo del tamaño de su mano, tenía dibujado una herida y venditas en una orilla, su relleno parecía ser frambuesas y crema. Lo mordió y era superior a lo que imaginò, las frutas estaban ácidas pero el dulce de la crema lo hacía perfecto. Pensó era un bonito macaron adecuado a la temporada, pero lo que le hacía especial es que a la mordida uno podía ver que ahora le escurría un líquido rojo (jalea de frambuesa) . Un corazón herido, Adrien sonrió de nuevo.
Volvió a casa como si hubiera vuelto del colegio. Llevaba una bolsa de panes y otros Cœur Brisé para sus mamás. Fue una sorpresa tener un visitante en su habitación antes de su llegada.
— ¿Nath?— Adrien dejó su mochila a un lado de su escritorio.
Normalmente Adrien ordena su habitación si alguno de sus amigos iba a visitarlo, la naturaleza del cuarto era tener cosas tiradas y en desorden, la cama destendida y el pijama por dónde él estuviera corriendo al levantarse. La habitación de Adrien era la favorita de todos sus amigos. Un gran ventanal iluminaba toda la habitación, no necesitaba encender focos. Una televisión se encuentra montada en la pared, frente a ella un sofá dónde bien podrían caber cuatro personas. Bocinas en las esquinas del cuarto, una mesa de futbolito, una cama gigante y hasta tenía su propio baño.
— Hola, traje apuntes y tarea— Estaba tirado en el sofá, leyendo un manga de la colección de Adrien.
Adrien se sentó a su lado y le ofreció la bolsa de pan para que tomará uno.
— ¿Desde cuándo vas a Jagger? — arqueó una ceja al tomar el pan.
— Desde enero, lo encontré hace poco. ¿Has ido? El pan es el más delicioso.
— Si, voy con mis amigos de la academia.
Nathaniel nació siendo artista. Desde niños Adrien ha admirado el talento, la imaginación que tiene su amigo. Le maravilla que con un lápiz pueda hacer tanto. Cuando le vio "dibujar" con una goma de borrar fue superior.
En la primaria, Adrien, Nino y Nathaniel descubrieron Digimon. Se enajenaron, tenían los digivices y en las repisas aún se pueden ver muñecos. La temporada tres, cuando el digimon que dibujó Takato se vuelve real, alucinaron en digital. Todo el tiempo discutían sobre cómo sería el Digimon ideal para cada uno: los colores del Digivice y del digimon, el tamaño (que si volaban o flotaban, si se les daba mejor o peor nadar), si eran de atributo virus, vacuna o datos,su línea evolutiva, poderes,y un larguísimo etc. Adrien y Nino tenían dibujos horribles, ojos chuecos, colas más grandes que los torsos y los dedos parecían salchichas quemadas. Tenían todo tan organizado, datos completos y horas invertidas en sus tristes cuadernos de dibujos pero se lamentaban tanto que se vieran tan terribles sus creaciones.
En la Navidad más cercana al terminar sus compañeros digitales, Nathaniel les alegró la vida: en un lienzo a acuarelas para cada uno, su compañero digital personal que cada uno había diseñado , con todo y su línea evolutiva ahí mismo. Ahora de grandes, Nathaniel dice que tiene millones de errores esos dibujos, pero Adrien y Nino los siguen viendo perfectos, de un profesional y claramente no les importa, son un tesoro.
Es de los mejores regalos que le han dado a Adrien en la vida. El dibujo está enmarcado, colgado a un lado de su cama .
No hay nada que Nathaniel no pueda dibujar.
— ¿Podría —Nathaniel despegó la vista del manga y volteó a Adrien que le hablaba —quedar entre nosotros Jagger?
— ¿No querías decirnos? — Le sorprendió, su amigo no era de guardarse esas cositas. Adrien le volteó a ver, su vista viajó rápidamente a la derecha de él y luego volvió a Nathaniel. Lo entendió —. No quieres que le diga a Nino.
Jaló el cojín del sofá y enterró la almohada ahí para ahogar el quejido.
— Se que parezco un mal amigo, pero es que no quiero que nadie se entere. Y si Nino sabe…
— Lo sé. Alya— se negó él mismo a decir cualquier cosa, Alya también era su amiga.
La chica por momentos está fuera de control. Una cosa era no creer en Adrien, no querer hablar e incluso ayudar a que Lila no se topara con él ni tuvieran trabajos juntos. Pero hay días en que parece que quiere liderar una campaña de odio contra Adrien Agreste, en la cual las chicas del salón le siguen y propagan el club en la escuela. Un día llevarán botones con la cara de Adrien bajo una gran cruz roja.
Adrien se acomodó en el sofá, vio los apuntes que se habían perdido y Nathaniel le explicó y dio los avisos. Después de eso jugaron un rato videojuegos hasta que un mensaje llegó a Nathaniel y con eso fue su partida.
— Una amiga me dijo del concierto en Jagger, ¿irás?
Nathaniel alzó la vista, murmuró unas cosas (pretextos). Adrien le conocía tanto que sabía que no tenía planeado ningún evento ni inventario.
— De acuerdo. Suerte con tu proyecto.
— Gracias. Diviértete con tu nueva amiga. Te lo mereces.
Nathaniel se fue y dejó a Adrien con el tiempo para arreglarse.
Floating in Daydreams Every Day
Sentirse extraño entre la gente se estaba convirtiendo en un mood que Adrien no quería perpetuar.
Sabe que la gente de Jagger son artistas, su ropa lo refleja siempre. Van desde los chicos coloridos y manchados de pintura, hasta los que visten de negro y camisas de rock. Eligió irse por el camino más sencillo: un pantalón negro desgastado, una camisa de The Beatles, una gabardina de color vino y unos tennis igual negros. Nadie se le quedaba viendo raro, lo cual significaba que no desentonaba, pero tenía esa sensación, ese raro agujero en el estómago de que no estaba bien estar en ese lugar, que en cualquier momento se notaría que él no pertenecía a ellos, qué le dirían que no debía volver a ir.
— Oh, Adrien, llegaste.
Un chico palmeó su espalda.
A su derecha encontró a alguien más alto que él. Una estrella de rock, esa es la forma en la que describe a ese chico de ojos verdes y cabello aqua. Su apariencia podría ser algo intimidante, con los piercings en sus orejas y uno en su labio, pero su mirada y sonrisa era la de los hermanos mayores de los manga de chica.
—Lo siento, no te recuerdo…
El chico se rió.
— No, claro que no. No nos conocemos personalmente. Eres amigo de Marinette. Te reconocí por las fotos de su Instagram — Adrien musitó un ahh —. Soy Luka Couffaine, amigo de Marinette. Nos dijo que vendrías.
— ¿Dónde está?— Una sutil mueca de disgusto apareciò en los labios de Luka, claramente estaba molesto por el paradero de su amiga.
— Llegará tarde — agitó la cabeza, disipando el repentino mal humor —. Pero ven conmigo, te presentaré a los demás.
Pasaron el mar de enamorados, de globos y peluches hasta llegar a la tarima, dónde los chicos arriba de ella resultaron ser los amigos de Luka y por consecuencia de Marinette. Con una guitarra, una rubia de cabello corto y que parecía una muñequita en rosa, a su lado una rockera de largo cabello morado ajustando el bajo, otro chico de cabello negro (no tan brillante como el de Marinette), el más tranquilo en vestimenta entre ellos, y ahí acompañadolos, la unica que chica que conocía y le sorprendió encontrar. En orden, Luka los presentó.
— Rose, nuestra voz femenina y segunda guitarrista, mi hermana Juleka y Marc en la batería. Ella es nuestra estilista estrella..
— Zoé Lee — sonrió.
— Adrien Agreste.
Zoé se colgó de él entre risas.
— Oh, ya se conocían — Luka mostró un poco de asombro.
— Desde niños — dijo Zoé —. Mi hermanita nos unió.
— Seguro fue muy divertido — habló Marc, con una sonrisita burlona. Zoé le enseñó la lengua.
— Oh, bastante — correspondió la sonrisa, pero también puso los ojos en blanco.
Chloé Burgois, el terror de los maestros y el mundo.
Chloé llegó en quinto año y lanzó un malévolo embrujo sobre Sabrina Raincomprix, a quien tuvo en calidad de sirvienta por casi todo un ciclo escolar. Al inicio, todos intentaron ser sus amigos, Adrien sobre todo, que creía que podría hacer que Chloe cambiara, fuera amiga de todos y que dejara de utilizar a Sabrina . Pero fue desistiendo poco a poco, era muy ingenuo.
Adrien conoció a Zoé en un evento familiar en la escuela. Se veía frustrada y de mal humor escondida en la esquina de la cancha.
— ¿Te sientes bien? — se acercaron Mylene y Adrien al verla como ratoncito acorralado.
— Si…no— murmuró. Estaba sonrojada por llamar la atención —. Me obligaron a venir y… no quiero participar, lo siento.
El desplante de Chloé retumbó por toda la escuela. Su padre intentó calmarla, todos los demás padres voltearon a ver la escena, con pena y murmullos de desaprobación. La chica de la esquina se encogió aún más de hombros. Cabello rubio, ojos azules, era igualita a Chloé, pero sus pómulos eran más redondos, sus ojos más rasgados. Era su hermana menor, y claramente estaba avergonzada de lo que estaba ocurriendo.
— Esto es ridículo, nada de esto es importante — habló la madre de Chloé. Vámonos, estamos perdiendo el tiempo. ¿Dónde está Zoé?
Zoé se mordió el labio, se quería volver una con la pared.
— Ah, ¿la niña rubia? Se fue —contestó Adrien.
— Mejor, me tiene cansada — escupió Chloé, saliendo con su altanera madre y avergonzado padre.
Zoé suspiro y agradeció a los chicos, los cuales le ofrecieron quedarse hasta que se calmara.
A partir de ese día, Zoé siempre buscaba a esos chicos en las reuniones escolares. Se alejaba de su familia y se resguardaba con ellos, más con Adrien, con quien tuvo más apego al ser quien paraba los reclamos de su hermana.
Muchos llegaron a pensar que Zoé era hermana de Adrien, siendo ella chiquita, rubia y de ojos juguetones, siempre de la mano de Adrien, era normal que lo pensaran. Hubo un cariño especial entre ellos, la diferencia de un año no era mucha, pero Zoé en ese tiempo era tan tímida y pequeña de estatura que Adrien en verdad la sintió una hermana menor.
Los problemas familiares alcanzaron a Zoé y estaban rebasando a toda la familia. Sus abuelos ofrecieron que se quedará en E.U.A con ellos, para alejarla de ese ambiente,en lo que todo se calmaba.
— Supe que Chloé está en un internado.
— Si, mis papás se divorciaron y papá me dijo si quería regresar a vivir con él. Así que aquí estoy — dijo, con esa sonrisa infantil que Adrien tenía en su memoria.
Los chicos estaban afinando sus instrumentos y fue cuando Adrien preguntó qué tipo de música tocaban y contestaron que rock. Tenían canciones propias pero en su mayoría tenían covers de todo tipo, desde música en francés hasta en inglés, incluso versiones en francés de bandas anglosajonas y japonesas, era todo muy variado.
Adrien sabía muy poco de música, solo de lo que a él le gustaba. Hubo un tiempo en el que él y Nino estuvieron en el club de música: Nino la guitarra y Adrien el teclado. Por ese tiempo ambos investigaron más de las marcas de los instrumentos que de partituras y notas. Se salieron del club cuando los demás chicos, los que sí estaban estudiando y esmerandose, les superaron y empezaron a asistir a eventos. Ese corto tiempo en el club era el que estaba ayudando a Adrien a mantener la conversación con la banda, sobre cada instrumento que tenían y cómo sonaban.
— No parece que sepas poco— dijo Luka, dando un golpecito de hombro con hombro —. ¿No será que te contienes?
Aquello le tomó por sorpresa, nunca le habían dicho algo parecido. Siempre se expresaba como quería, hacía lo que tenía ganas. ¿La música le gustaba más de lo que creía?
— Creo que es la primera vez que me doy cuenta de que esto me gusta mucho.
— ¡Listo! — gritó Zoé.
— ¿Ah? ¡Zoé!
La chica se aprovechó de que Adrien estaba distraído y embelesado hablando con Luka, le pintó las uñas de negro. Adrien amenazó con despintarlas, pero ella le hizo pucheros para que no lo hiciera, alegaba se veía genial. Se rindió, no podía negarse.
— Bueno, es hora de empezar — Luka se levantó del sofá y guiñó un ojo a Adrien —. Espero nos sigas el ritmo.
El café se llenó de aplausos al ver a la banda arriba del escenario. Luka se presentó a todos y deseaba una velada romántica, ofreciendo que quien quisiera dedicar alguna canción a su enamorado se sintiera libre de pedir alguna pieza. Rose tomó el micrófono, al centro, teclado y bajo comenzaron a acompañar su angelical voz con una melodía suave y conocida, pero la letra era diferente a lo que registraba. Un cover.
Si tu savais que je vois. Oui, je n'ai d'yeux que pour toi
Je donnerais tout pour tes bras, pour te serrer contre moi
C'est enfin l'heur de l'amour
La voz grave y suave de Luka acompañó el canto de Rose
Et Dieu merci c'est mon tour
Si tu savais que je vois. Oui, je n'ai d'yeux que pour toi
Rose volvió a continuar.
Pardonne-moi je m'égare, dés que je croise croise ton regard
Je pourrais m'évanouir, je n'ai pas les mots pour le dire
Luka volvió a cantar.
Mais si j'ai su te séduire, á quoi bon me faire languir
Dis-moi que quand tu me vois
Tu n'as plus d'yeux que pour moi
Ahí la guitarra se desgarró, no había una banda de guerra, no había orquesta más que Juleka y Luka haciendo unos raspados na na na en . La batería que iba marcando el paso lentamente entró de lleno con la locura que eran todos ellos en el escenario. Rose bailaba y hacía que el público saltara con ella. Juleka agitaba el cabello, Luka se movía como dueño en el escenario y Marc, que parecía tímido y discreto, estaba rompiendo la batería.
Sin darse cuenta, algunas parejas estaban bailando de las manos en la segunda parte lenta, pero volvían a brincar y cantar ahora que se habían memorizado el coro, o sencillamente cantaban en inglés. Adrien no se dio cuenta de que estaba igual hipnotizado, solo porque Zoé se paró frente a él y entonaron juntos a todo pulmón I love you baby , brincando con ella y quedándose sedientos.
La canción acabó pero no dejaron de tocar. Las notas cambiaron pero el ánimo siguió. La Vie En Rose , Amour Plastique , Candide Crush , y más canciones de amor populares en versión rock, el ánimo no decayó hasta que en la sexta canción tomaron una pausa y avisaron que ahora continuarán con las dedicatorias al volver de su descanso.
—Wow…
— Lo sé. Son geniales ¿verdad?
— Geniales se queda corto.
Definitivamente no estaba en la banda escolar. Los chicos modestos, ordenados y de pop clásico no se comparaban a estos apasionados y alborotadores. Adrien nunca había asistido a un concierto, la música en vivo no era algo que había experimentado más que en restaurantes con algún cantante en el piano. ¿Cómo se había perdido de todo eso?
La banda se bajó, sudados y buscando las botellas de agua que tenían en la hielera. Adrien, con el cabello húmedo pegándose a su rostro, los miraba con los ojos brillosos y una gran sonrisa.
—¿Qué tal? ¿Ya eres nuestro fan? —dijo Luka.
— Quiero el autógrafo de todos. Son…increíbles —Zoé se reía del asombro de su hermano — Rose, me sorprendió tu voz.
— Es una genio para fingir que tiene voz de princesa y en realidad es toda una vikinga— Marc alabo a su amiga. Rose se sonrojó y agradeció a los chicos.
— Pero tu igual, Marc. Parecías otro. Bueno, todos parecían otros.
— ¡Ah, por fin nos dejaron pasar!
Todos voltearon para ver a la recién llegada Marinette.
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Cupid Is So Dumb
Su cabello suelto estaba despeinado y se veía como sus dos pasadores dorados daban una lucha para mantenerse en su cabello. Acomodó un tirante que se había resbalado en su hombro, en sus brazos tenía el abrigo que se quitó tan pronto se metió en el mar de calor de la cafetería. Traía un vestido rojo cereza con vuelo arriba de las rodillas, no se veía para nada que estuviera en una tocada de rock, pero a los ojos de Adrien ella encajaba completamente.
— ¿Acabas de llegar?— Luka preguntó, algo receloso.
— Claro que no, pero no me dejaban pasar. Estuvieron grandiosos, como siempre. Juleka, tu versión de Can't Take My Eyes Off You fue maravillosa.
— Gracias. Me alegra que fuera un éxito— se sonrojó, volvió a ser una chica tímida.
— Ah, ¿tú hiciste el arreglo? — Juleka asintió.
— ¡Adrien! — Marinette apenas veía que él estaba ahí — Llegaste, qué gusto.
— Si, y antes que tú — le dijo, con una sonrisa burlona.
— Es que mi San Valentin se estaba divirtiendo.
Tras de ella apareció un chico asiatico,más alto que todos los presentes, de hombros y espalda ancha, con brazos fuertes pero una sonrisa que Adrien catalogó al instante como tonta.
—Kim— Rose, Marc y Juleka hicieron hi5 con él.
— ¿Qué tal la cita, palomitas? ¿Eh, eh?— Rose los enlazó con el cable del micrófono.
— Fue un primer San Valentin muy divertido— dijo Kim, empujando suavemente a su amiga. Hasta ese momento Adrien se dio cuenta que el chico que llamaban Kim también iba más formal, con pantalón de vestir y camisa, el sacó también lo tenía en los brazos— ¿Quién es él?
— Es Adrien, mi amigo que hice en Londres, ¿lo recuerdas?
— Ah, si, si. Hola, mucho gusto, soy Kim — extendió la mano para saludarlo—
— Adrien Agreste — el fuerte apretón le tomó desprevenido, un poco màs y le entume la mano.
— Es mi novio— Marinette se colgó del brazo de Kim. Adrien asintió con una sonrisa que le costó trabajo mantener.
Zoé y Juleka tomaron a Marinette de los brazos para guiarla a sentarse, Rose empujó a Kim por la espalda (hacia él intento, era claro que una chica tan pequeña y menudita no podría con tremendo gorila).
— No me puedo quedar, solo vine a acompañar a Marinette.
—¿Qué? ¿Por qué?— se indignó Rose.
— Tengo entrenamiento mañana temprano. Si el entrenador me ve desvelado hará mi rutina más pesada.
— Me mandas un mensaje cuando llegues a casa— la voz de Marinette era puro dulce.
— Claro.
Marinette se estiró para recibir un beso, pero en cambio recibió unas palmaditas en su cabello. El desaliento lo camufla muy bien, excepto para Adrien…y para Luka, a quien Adrien pudo notar que estaba callado y con eso último dobló los ojos y hasta bufó.
— ¿Lo han tratado bien?— Marinette volvió a ser la misma con Adrien, le sacudió de los hombros.
— ¿Al hermano perdido de Zoé? Claro que sí. Ya lo adoptamos— dijo Luka, su ánimo también volvió a ser el mismo.
—Le falta un poco de color, pero nada que Juleka no pueda arreglar— Marc continuó.
— Verde…negro— Zoé le agarró un mechón de cabello— Negro. El verde se te vería genial pero en tu tono de piel se perdería.
— Ya sé que verde piensas y tengo un esmalte de ese color—Rose gritó, emocionada— La guardaré hoy mismo para la próxima vez.
Adrien dijo que eso no pasaría, pero nadie lo tomaba en serio; al principio creyó que estaban jugando, molestando, pero se dio cuenta de que hablaban muy en serio sobre hacerle un cambio de imagen, es decir, la mayoría de ellos tenìan el cabello teñido y perforaciones, claro que no era una broma para ellos. Entre risas y cafés helados, Adrien se preguntó a qué se referían como "próxima vez".
El descansó terminó y todos volvieron al escenario para volver a afinar sus instrumentos antes de continuar. Zoé se encontró con unos amigos y fue con ellos un momento, dejando a Marinette y Adrien solos.
— Son muy divertidos, tus amigos. Más bien…son demasiado geniales.
— Lo sé, son los mejores— Marinette estaba orgullosa—. Les caiste muy bien.
— Eso espero. Estaba nervioso de venir. No había estado nunca en una tocada, ni con chicos que no fueran de mi escuela. Sinceramente, me hacía mucha falta algo así.
Adrien le dio un sorbo a su café y vio el cambio de Marinette, más erguida y viendo hacia otro lado, sumiendo sus labios para ocultar, muy mal, su mueca.
— Hablaste con Kagami— era más que claro que ella sabía algo.
— Le dije que te vi y ella me preguntó cómo estabas—jugó con el popote —.No sè que tantos detalles me dio, solo…que no la has pasado bien en la escuela, que tus amigos están del lado de tu ex. Es todo.
— Ya— murmuró, apenado de la situación.
Marinette tomó la mano de Adrien sobre la mesa y la apretó con suavidad. Su sonrisa se iluminó con las luces del escenario al empezar una nueva canción.
— Aquí también somos amigos, recuerdalo.
— ¿O sea que podemos cantar a orillas del río Sena?
— Y arriba de la torre Eiffel. Y esta vez llevaremos hasta coristas.
Con esas palabras, Marinette le estaba ofreciendo a Adrien no solo su amistad, sino que le abría la puerta a su mundo, a sus amigos. Le estaba invitando a formar parte de ellos, a no ser solo una noche casual con personas agradables de las que contaría después "si, le conocí una vez". Le abría al mundo que no sabía que quería formar parte.
Bonjour~:
Después de un tiempo de vueltas, computadoras a punto de explotar, inicios de semestre y mil revisiones, por fin me animo a subir el siguiente capítulo.
Notas:
La canción de la banda de los chicos es Can't Take My Eyes of You, interpretada por muchas personas increíbles; la versión que ocupo en este capítulo es la de Muse. La letra de la versión en francés es por parte de unos youtubers: leTradapteur.
Pd: Disculpen los acentos graves, el teclado nunca se quiso configurar.
Espero lo disfruten -inserte un corazoncito azul aquì-
À plus ~
