Contenido: SenGen (Ishigami Senku x Asagiri Gen)
Pareja: Yaoi, oneshot, romance, fluff, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics".
Disclaimer:
Hikari: Con la segunda parte del anime de Dr Stone tan cerca de su estreno, no puedo evitar fantasear con mucho SenGen estos días. Solo me queda decir lo de siempre, ni Dr. Stone ni sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de Riichiro Inagaki (escritor) y Boichi (dibujante), por lo que este fanfic es únicamente escrito por ocio y no tiene fines lucrativos.
o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o
#Flufftober2023, 10 – Tiara de flores
-Oye, Chrome- llamó desde la parte alta del laboratorio un supuesto desinteresado Senku, mirando hacia abajo y rascando con su dedo meñique uno de sus oídos- ¿Has visto al mentalista?
- ¿Gen? - Chrome ladeó la cabeza, tratando de hacer memoria. Finalmente asintió para sí mismo antes de responder- Lo vi irse a las montañas con Suika y otros niños más, hace rato. Gritaban sobre querer aprender la magia floral de Gen o algo así- se hundió de hombros, como si aquella platica trivial entre los más pequeños realmente careciera de gran importancia- ¿Necesitas ayuda en algo? Yo puedo…
-Descuida, iré a buscarlo personalmente entonces- bajaba los escalones de la escalera mientras contestaba- Necesito el punto de vista de alguien de la era moderna.
-En ese caso, Ryusui y Ukyo están con Kaseki dentro de la aldea- A Chrome le pareció curiosa la manera en que Senku parecía haber temblado levemente después de su sugerencia, aunque prefirió mejor solo pasarlo por alto- Los llamaré.
-No. Ellos están trabajando con los planos del sonar del barco. Gen no puede ser el único que esté holgazaneando en estos momentos. Lo traeré a rastras- sin mayor explicación, Senku incrementó el ritmo de sus pasos hacia el lugar que había mencionado Chrome, suponiendo desde un principio cual era el campo de flores donde solían ir a jugar los niños de la aldea.
El camino fue corto y rápido. Sin embargo, esos diez minutos de traslado eran suficientes para que alguien tan eficiente como lo era Senku pudiese tener mil pensamientos pasando por su mente a una velocidad sencillamente impresionante.
Agradecía en demasía la torpeza de Chrome, de otra manera, nadie tendría que ser demasiado perspicaz para percatarse que lo que había mencionado era en realidad una simple mentira. No es como si necesitara justo en aquellos momentos la ayuda u opinión del mentalista. Ni siquiera de cualquier otra persona desertificada.
Y es que Senku comenzaba a irritarse de sobremanera por ese lado irracional de su cerebro que le empujaba a buscar la presencia del mentalista cada vez que se atrevía a separarse de él. Era imposible pensar que apenas llevaban una semana después de la obligatoria jornada en que ambos estuvieron separados debido a la división de tareas del reino científico. Pasaron meses sin verse los rostros, con Gen en el equipo de agricultura y Senku con la búsqueda de recursos, Senku creyó que todo regresaría a la normalidad apenas pudiesen reencontrarse. Sin embargo, su capacidad de concentración disminuía radicalmente cada que el otro se atrevía a irse sin previo aviso.
Odiaba su que su dependencia emocional dependiera de otras personas que no fuesen él mismo. Maldita sea, estar enamorado traía más complicaciones que beneficios, si le preguntaran seguramente respondería que hubiese preferido no haber caído por cierto mentalista.
Y otra vez estaría mintiendo. Porque cada que llegaba a esas absurdas conclusiones los recuerdos de Gen se sobreponían sobre sus críticas, como si el simple hecho de ver su sonrisa, de escuchar el timbre de su voz, sus risas maléficas, sus lloriqueos sobre exagerados, la forma en que toma su mano o jala de su ropa, el cómo sus labios tiemblan en el primer roce de un beso, o cómo su cuerpo dormido involuntariamente se pega al suyo en busca del calor ajeno… dios, esas insulsas cosas parecen ser lo suficientemente importantes para que todo valga la pena.
Y repetía para sí, estúpido cerebro enamorado.
- ¡Oh! ¡Es Senku! -el grito de Suika ante su llegada fue suficiente para disipar la maraña de pensamientos. Sonrió de lado cuando ella y varios niños más se acercaron para rodearlo, dándole una calurosa bienvenida- ¿Que estás haciendo aquí?
-Vine a buscar a cierto mago fraudulento holgazán para que regrese al trabajo- sonrió con cierta maldad mientras levantaba la vista, disfrutando demasiado la manera en que Gen se encorvaba sobre su lugar y ocultaba sus manos debajo de sus enormes mangas.
Los niños, entre risas y algunos saltos, tomaron de los brazos a Senku para acercarlo a la víctima. De haberlo querido, Gen hubiese podido levantarse para hacer un intento de huida, sin embargo, dejó que los infantes atrajeran a Senku hasta donde estaba sentado.
Con cuidado, Senku prestaba atención a cada paso que daba, tratando de no pisar ni maltratar más de lo necesario las flores que estaban a su alrededor. Un campo lleno de lirios blancos se encargaba de rodearlos por completo y de llenar el ambiente de su fresca fragancia con cada corriente de viento que pasaba.
-Chrome dijo que les enseñarías tus trucos de magia- dijo, una vez que logró sentarse a su lado. Eran tantas las flores que era difícil poder encontrar sus propias piernas por debajo de la maleza y los pétalos.
-Esa era la idea, pero, aunque sean niños, admito que me cuesta desvelar mis secretos a las futuras generaciones- contestó con cierto alarde en su voz, nuevamente irguiendo su espalda- Así que mejor decidí comenzar una actividad de manualidades.
Senku bajó la mirada a lo que ahora Gen alzaba con orgullo. Una corona delicadamente trenzada y cubierta por las hermosas flores y varias similares, pero de menor diámetro descansando sobre su regazo.
-Los niños de la aldea Ishigami no sabían hacer coronas ni brazaletes de flores, ¿¡puedes creerlo?!- dijo con supuesta indignación- El papá de Senku-chan debió de haberlas agregado en alguna de las 100 historias, a mi parecer.
-Si claro, el entretenimiento de hacer adornos con flores parece más importante que dejar mensajes sobre la amenaza de ciertos animales salvajes o la utilidad de plantas medicinales. Se escucha como algo completamente lógico- respondió con sarcasmo, tragándose una risa cuando miró como Gen reaccionaba con un puchero ante su comentario.
-De otra manera no podrían hacer esto- Sin más, Gen alzó su cuerpo y, sin previo aviso, colocó la recién hecha corona sobre la cabeza de Senku. Lo que no esperaba es que el diámetro de dicha manualidad no fuese el suficiente para bajar hasta la distancia deseada, quedándose atascada entre el demasiado rebelde cabello de Senku.
Sin palabras, Gen vio la graciosa escena hasta que casi suelta una carcajada de no haber sido porque cubrió su boca con ambas manos
- ¡No te queda para nada! - dijo entre risitas. Senku sintió una venita palpitar sobre su frente- ¿¡Senku-chan, no crees que revelar el misterio de tu cabello es más interesante que la petrificación de hace 3700 años?!
-Si claro, pero ciertamente antes de todo eso me gustaría erradicar las actividades relacionadas con la creación de adornos florales ¿Qué te parece? - aguantando el tic sobre su ceja mientras sonreía, Senku lo tomó de la muñeca para que Gen no pudiese ocultar sus carcajadas detrás de su ropa.
Después de algunos jugueteos más, con mucho cuidado, Gen retiró nuevamente la corona, esta vez no para regresarla a su regazo, sino para ponerla sobre su propia cabeza.
-El que no te quede bien a ti, no quiere decir que sean malas para todos- habló con las lagrimitas al borde de sus parpados, después del arduo esfuerzo de no soltar verdaderas carcajadas, con las mejillas sonrojadas y con una sonrisa que mostraba levemente sus dientes, Gen cerró los ojos con fuerza cuando una imprevista ráfaga de viento se coló entre ambos, levantando los pétalos del campo que los rodeaba.
Las risas de los niños por el peculiar suceso resonaron con fuerza, pero ni siquiera fueron lo suficientemente fuertes para opacar la risita que se escurrió de los labios del mentalista.
A pesar de sentir picazón en sus ojos, Senku se vio emocionalmente incapaz de si quiera parpadear, todo con tal de no perderse aquellas imágenes del mentalista a su lado.
Otro cuadro mental que seguramente Senku vería cada vez que pensara en las ineficiencias de estar enamorado.
¿Y valía la pena? Esperaba que al menos así fuera. De otra manera no podría excusar la razón por la que su cuerpo se inclinó sin poder controlar sus propias acciones, la manera en que su mano se posó tan delicadamente en la nuca del mentalista, atrayéndolo hacia sí, y el modo en que su boca chocó contra la ajena en un aún demasiado inexperto contacto.
La respiración de Gen se detuvo abruptamente, probablemente por la sorpresa, y sentía debajo de las yemas de sus dedos como su pulso se aceleraba con rapidez. Sin embargo, luego de algunos segundos de procesamiento, finalmente el cuerpo del mentalista se relajó y devolvía la acción con su propia voluntad.
Por lo general, a Senku no le gustaba mostrarse con tal honestidad con Gen en presencia de otras personas, o en lugares donde pudiesen ser fácilmente descubiertos. Sabía que seguramente para cuando se separaran, las preguntas inocentes de los niños los atacarían. Pero por este pequeño momento el científico se permitía apagar sus sensores de alerta, desconectar levemente su raciocinio y atender solamente a sus necesidades esenciales.
El calor de los labios, la suavidad de su piel, la fragancia de las flores, los blancos pétalos de la cabeza.
Aparente y efectivamente si, todo valía la pena.
o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o*~o
Hikari: Al fin un fic de dr. Stone sin advertencia de spoilers jajaja y todo gracias a que han animado ya el arco de la construcción del barco, el cual, es uno de mis favoritos. En fin, detengo todo este parloteo que apenas vamos en un tercio del flufftober y yo aun no he terminado de escribir todos los fics. Nos seguiremos leyendo, ¡bye bye-perowna!
