EL HOMBRE DEL MAÑANA
¿Cómo andan, señoras y señores? ¿Les está yendo bien en uno de los últimos meses del año? ¿O están corriendo de un lado a otro para terminar sus asuntos pendientes antes de que llegue el 2024?
Yo por mi parte (Aparte de estar medio atareado con algunas cosas que debo hacer) les vuelvo a traer otro de mis fics especiales (De inmediato muchas personas refunfuñan y preguntan qué otra locura voy hacer ahora)
Oh, les aseguro que será algo especial que creo que pocas veces he hecho antes debido a esto sería una especie de homenaje a un actor muy famoso y que hace ya casi dos décadas pasó a mejor vida pero que su legado aún persiste incluso al día de hoy.
¿Adivinan de qué se trata? ¿No? Pues los invito a leer esto para que se sorprendan ;D
CAPÍTULO UNO: EL NACIMIENTO DE UN HÉROE
Smallville siempre se ha caracterizado por ser un pueblo tranquilo que carece de muchos de los males que azotan a ciudades más grandes e industrializadas. De todos los pueblos del estado de Kansas de los Estados Unidos de América, podría decirse que es el más pacífico y con el índice de criminalidad más bajos que pueda haber.
Podría deberse a que es una comunidad rural dedicada casi exclusivamente a la agricultura y ganadería en dónde sus habitantes trabajan prácticamente codo a codo, lo que los hace mucho más cercanos entre sí apoyándose mutuamente y en donde el vecino siempre ofrece una mano al que crea que necesite de algún respaldo estando muy conectados con la naturaleza al también trabajar junto a los preciados animales bajo su cuidado y de los que sacan el sustento.
Pero eso no significaba que estuviese libres de pecados, porque cualquier comunidad sin importar su sistema económico o el estatus social que posea la mayoría de sus residentes, siempre tendrá individuos que dediquen sus vidas a obrar a favor del mal y perjudicar a los ciudadanos de bien al querer ganarse la vida de modos de lo más deshonestos y ruines.
Siendo una banda de ladrones de ganado un buen ejemplo de eso al asaltar un establo industrial bajo la luz de la Luna metiendo en camiones las preciadas vacas que ahí se hallaban junto a sus becerros luego de haber amordazado a los guardias de seguridad para que nadie los detuviese.
-¡Muevan más rápido a esas hamburguesas con patas! No quiero tener que aguantar por más tiempo su asqueroso olor a estiércol- apuró el jefe de los rufianes haciendo una mueca de asco y se llevó un pañuelo a la nariz.
-¡Andando, vaquitas, muevan el trasero!- uno de sus compinches le pegó con el látigo a uno de esos pobres bovinos que se reusaba a subirse a ese transporte haciendo que mugiese del dolor.
-Espero que si nos den una buena pasta por estas bolas de carne y que ensuciarme así haya valido toda la pena- otro también estaba muy asqueado al estar cubierto de diferentes suciedades y su humor empeoró porque otro de los rumiantes le dio una bofetada con su cola.
Tan enfocados se hallaban en movilizar a esos animales, que no se dieron cuenta de cómo uno de los guardias que inmovilizaron con cuerdas comenzó a arrastrarse como un gusano para dirigirse a la radio de la cabina de su puesto de trabajo.
Su sentido del deber no iba a permitir que se saliesen con la suya y debía hacer lo que pudiera para detenerlos tal y como lo haría un verdadero ciudadano de bien cuyo deber moral es evitar que los malos triunfen.
Pudo deshacerse del trapo que le pudieron en la boca y se arrodillo para quedar a la altura del aparato intentando usar su lengua para encenderlo.
-"Vamos… vamos…"- pensó desesperado y la iban a salir muchas peladuras en la lengua por cómo presionaba los botones -"¡Lo logré!"- pensó triunfante al lograr su cometido.
-¿Estación de policía? Aquí el Establo Industrial Routh- habló en voz baja para que los bellacos no lo oyeran -nuestras vacas están siendo robadas, necesitamos que vengan a…
-¡BANG!- pero el disparo de un revolver lo interrumpió al destruir por completo la radio.
-Maldito boca floja…- el criminal al mando fue el responsable de eso y le apuntó con el humeante cañón de su arma -por tu culpa deberemos irnos de inmediato sin poder llevarnos a todas esas vacas inmundas. ¡MUCHACHOS! Regresen a los camiones para irnos con todas las que tenemos y dejen al resto- dio sus indicaciones.
-Y en cuanto a ti, grandísimo imbécil… ni creas que te vas a librar así como así de esto- no vaciló en preparar el fierro para dispararle directamente en la cabeza.
-No… ¡POR FAVOR NO! Yo tengo esposa, hijos que dependen de mí. ¡NO ME MATE, POR FAVOR!- tan aterrorizado como cualquier otra personas en su lugar, el guardia suplicó ahora arrastrándose sentado en un desesperado intento de escapar.
-¿Decir que tiene familia esperando a que su ejecutor le tenga piedad y no lo aniquile? ¿En verdad todos los que están en su posición dicen el mismo cuento de siempre como si fuesen discos rayados?- eso le generaba mucha risa al maleante y jaló el gatillo.
El sonido del disparo se combinó con el grito del guardia resonando por todos los alrededores del establo asustando aún más a las vacas y que los demás ladrones riesen divertidos al compartir la misma falta de humanidad de su líder y valiéndoles poco las vidas de otras personas.
Risas que fueron interrumpidas por algo que no se esperaron.
Más bien, por alguien que los tomó completamente con la guardia baja.
Una persona que debido a su estatura y constitución daba a entender de que se trataba de un adolescente, usando un casco de motocicleta que le cubría toda la cabeza, camiseta naranja de manga larga con el dibujo de un naipe en el pecho y algunos detalles en color rojo, pantalones de mezclilla y guantes negros se puso en el medio recibiendo ese disparo.
Pareciera que salió de la nada, pero lo realmente impresionante es que la bala del revolver al dar en el centro del esternón quedó embutida sin herirlo, ni siquiera dañó su ropa, estando pegada a él por unos segundos hasta que se cayó como una moneda.
-¡¿PERO QUÉ DEMONIOS…?!- retrocediendo unos pasos por el asombro, el jefe criminal quiso disparar de nuevo.
Esa persona actuó rápido y extendió hacia adelante el índice derecho metiéndolo en el cañón del arma causando que explotase y que él se lastimase su propia mano diestra nuevamente dejando sin habla a la banda, al guardia que acaba de salvar y a los compañeros de este.
-Pe… pe… ¿Pero quién es usted?- era la única pregunta que pudo formular.
-Un amigo que lo mantendrá a salvo de estos malhechores- giró levemente la cabeza hacia atrás para verlo y transmitirle una sonrisa de confianza a pesar de que no podía mostrar su cara.
-¡NO SE QUEDEN AHÍ COMO IMBÉCILES Y MÁTENLO!
Apenas escuchó esa orden por parte del líder de la pandilla, esa persona notó como los demás también sacaron sus propias armas de fuego dispuestos a dispararle sin importar herir en el proceso al guardia al que acaba de rescatar.
Levantó la oscura visera de su casco dejando al descubierto un par de puntos brillantes de color rojo que se volvieron unas delgadas líneas de energía que al dar contra las armas derritió los cañones dejándolos totalmente inutilizados y también lastimando las manos de sus portadores.
-Parece que ustedes son los discos rayados al actuar de la misma manera que todos los otros maleantes que he detenido antes- les hizo mofa al devolverles las palabras que su líder usó antes.
Y antes de que pudieran decir o hacer algo más, se movió más rápido que una bala y darles unos suaves golpes que no podían ser detectados por el ojo humano pasando al lado de cada uno de ellos hasta que al pegarle al último se detuvo estando dándoles la espalda a todos.
-…- todos se quedaron inmóviles en su lugar por unos segundos, emitiendo unos casi inaudibles gemidos hasta que de uno en uno cayeron inconscientes ya no representando amenaza alguna.
-Y también caen del mismo modo- continuó burlándose y desató a los guardias que seguían sin comprender que es lo que acaba de pasar -descuiden, señores. Estos ladrones ya no representan una amenaza, así que llamen a las autoridades correspondientes para que…
-¡POWM!- pero el sonido de un nuevo disparo lo interrumpió y la parte derecha de su casco fue reventada por una bala causando que los pedazos desprendidos se volviesen peligrosa metralla que por poco dan contra los guardias.
-¡JODIDO PENDEJO, QUÉDATE MUERTO!- resultó ser que un malhechor permaneció en uno de los camiones esperando el momento oportuno para atacar y pisó el acelerador para huir con las vacas que tenía creyendo que lo eliminó.
Ignorando que su tiro tampoco logró herir a ese joven que se limitó a sacudir un poco la cabeza.
-Genial, a Jordan le encantará ver como quedó el caso que me prestó…- refunfuñó llevándose una mano al deforme agujero que tenía esa protección y que dio vistazo a una pequeña porción de su cara, a uno de sus ojos azules.
Y a un peculiar cabello tan blanco como la nieve.
-Así qué, si me disculpan…- nuevamente se movió tan rápido que esos guardias ni siquiera se percataron de que los dejó sino hasta un segundo después de que se fuese.
-¡YA CIERREN SUS INMUNDOS HOCICOS, CONDENADAS VACAS!- gritaba el ladrón que conducía el camión a toda velocidad por la carretera siendo dominado por una desmedida desesperación.
No tenía idea de cómo ese joven fue capaz de resistir sin problema alguno un tiro a quemarropa o como derritió las armas de sus compinches, hasta creyó que alucinaba, pero no iba a correr riesgo alguno y debía escapar con su preciada carga confiando en que el disparo que le propinó lo dejó incapacitado para perseguirlo.
Soltó un grito de terror cuando el camión tembló y lentamente fue elevado por los aires.
-¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!- al mirar por la ventana descubrió que está a decenas de metros del piso.
-¿Dando un paseo de medianoche?- recibió otra broma tonta por parte del chico que se había posicionado debajo del pesado vehículo alzándolo con toda facilidad para llevarlo de regreso a establo industrial.
-Creo que voy a vomitar…- ser movido así generó en el ladrón la misma sensación que puede experimentar alguien que está dentro de un avión en pleno vuelo y se sujetó la frente.
Una vez devuelta en la escena del crimen, el chico inmovilizó a los ladrones con cadenas y tomó a cada vaca para dejarla en su lugar con el mayor de los cuidados.
-¿Seguros que son todas las vacas que habían?- quiso saber luego de sacudirse las manos.
-Emmm… sí… según el conteo están completas- afirmó uno de los guardias que tenía una lista del inventario de los bovinos, aunque tal vez se haya equivocado debido a la enorme impresión que él le generó.
-Perfecto. Ahora esperen aquí a las autoridades para que se hagan cargo de ellos y que tengan una buena noche- despidiéndose como si no hubiese pasado nada, quiso irse volando.
-¡ESPERA!- lo llamó el guardia que casi es asesinado -¿Quién eres tú, chico?
-Ya se lo dije: un amigo con el que siempre podrán contar para detener a los maleantes que les gusten hacer de las suyas- otra vez sonrió por debajo de su caso y se fue.
Los demás guardias se vieron entre sí intentando asimilar lo que acaba de pasar. El que habló con ese joven fue a la cabina en dónde está la radio destruida y de un cajón sacó una botella de licor.
-Juro que nunca más volveré a tomar en el trabajo- pensó que alucinaba y tiró a un lado la bebida.
(…)
-"… y ahora entrevistaremos a los celadores del Establo Routh sobre el milagro que los salvó y a las vacas de esa banda de contrabandistas de ganado. ¿Qué dicen que fue lo que los rescató?"- a la mañana siguiente se mostró en todas las TV de Smallville a una reportera hablar sobre el caso.
-"¡UN CHICO! No pudimos ver su cara por el casco que tenía, ¡Pero fue un joven el que nos salvó el pellejo de esos buitres! Lo hubiesen visto, ¡Las balas no le hicieron nada y expulsó fuego de sus ojos! Y luego levantó uno de esos camiones llenos de vacas con sus propias manos para traerlo de regreso al volar por los aires"- decía el guardia que prometió no volver a beber alcohol.
-"Parecerá una total locura, pero con este ya es el décimo caso en el que un misterioso vigilante con habilidades sobrehumanas detiene a grupos criminales tanto en Smallville como en pueblos cercanos. ¿Quién será? ¿Algún tipo de Ángel Guardián como el que muchas de las personas que ha salvado describen? ¿Alguien que debido a un experimento científico ganó poderes especiales? ¿O una persona que tiene a su disposición tecnología súper avanzada que ha decidido usar a favor del bien?"
-Me sorprende que de entre todas esas hipótesis no se les haya ocurrido la opción de un ser de otro mundo con apariencia humana- eso generaba mucha risa en un granjero de larga nariz y poco cabello castaño que veía el noticiero en la sala de su hogar.
-Es mejor así, papá. Que piensen que es un ser terrenal el que los ayuda en lo que pueda, que un extraterrestre al que consideren que no encaja para nada en este bello mundo.
Le dijo el mismo joven que detuvo a la banda, siendo efectivamente un adolescente de como mucho 16 años, albino y que a pesar de ser delgado se le notaba una buena condición física y tenía en manos el dañado casco y las prendas que utilizó ayer.
-Descuida, mi cielo. Cuando termine el lindo traje que te estoy preparando todos podrán ver la maravillosa persona que tú eres tanto dentro por fuera- habló una mujer rubia que también miraba la TV y sentada en una mecedora tejía una prenda.
-Entonces voy a llevarle el casco a Jordan, espero que no se moleste por como quedó. Regreso más tarde- después de despedirse se dirigió a una de las ventanas para irse volando.
-¡Espera ahí, Lincoln!- lo llamó su madre -¿Te ibas a olvidar de esto otra vez?- le extendió una peluca castaña y gafas redondas.
-¡Oh, casi se me olvida! Gracias, mamá. Últimamente he tenido la cabeza en otro lugar y las cosas me dan vueltas- río apenado y se colocó el peluquín cubriéndose todo su cabello blanco.
-¿Desde qué te metiste en ese tornado que te hizo girar como un trompo sin parar cuando quisiste evitar que arrasara con la granja de los Sherman el mes pasado?- su padre le hizo una burla comparable a la que él usó con esos malandros; eso explica dónde las aprendió.
-¡LYNN!- lo regañó su esposa y se encogió de hombros diciendo: "¿Acaso dije una mentira, Rita?"
-Ah… ni me lo recuerdes, papá- de solo recordar los giros que dio dentro de ese vórtice sintió náuseas y agitó la cabeza para no pensar en eso -¡Los veo más tarde, adiós!
Emprendió vuelo y recorrió los tranquilos cielos de Smallville con cuidado de que la peluca no se le cayera mientras canturreaba una alegre canción.
No podía sentirse más dichoso de lo que está, es más, nunca antes en su joven vida se ha sentido tan feliz como ahora mismo se encuentra.
Todavía recuerda que cuando era más chico sufría miles de complejos e inseguridades al sentir que no encajaba entre las demás personas debido a que poseía dones que ningún ser humano tiene y que lo harían parecer el más aterrador de los adefesios ante las personas que temen y repudian a aquellos que se salen de los límites de normalidad.
No va a negar que en varias ocasiones usó esos poderes para facilitarse la vida en algún aspecto y para ayudar a sus padres con los asuntos de su granja ahorrándoles mucho sudor, pero siempre trató por todos los medios posibles aparentar ser una persona más del montón temiendo hacer algo que lo exponga a él y a ellos y que se ganen diversas opiniones despectivas.
¿Cuántas veces no vio las estrellas en el Firmamento buscando la respuesta de quién o qué es en verdad y por qué es cómo es?
Desde una edad muy tierna sabía que sus padres no eran sus verdaderos padres y eso le sumaba más angustias y complejos. Si esos dos granjeros que tanto amor y cariño le han dado junto con valiosas enseñanzas y códigos morales para que fuese una honesta persona de bien y haciendo todo lo posible para que pudiese dominar sus habilidades especiales no son sus consanguíneos, ¿Entonces quiénes lo son? ¿Y dónde estaban?
La respuesta a esas y todas las preguntas que rondaron en su mente como si tuviese un tornado dentro de su cabeza fueron respondidas el año pasado cuando le dijeron que lo encontraron en una pequeña nave espacial cuando él era un bebito, lo que significaba que no era un humano sino un alienígena, un extraterrestre que no pertenecía a la Tierra.
Y si eso no bastase, le dieron un recipiente que estaba en ese transporte que se conectó con su mente dándole un leve vistazo a Krypton, su mundo de origen, y a sus padres bilógicos Pop-El y Myrtle que le explicaron que era el último de su especie, que su nombre original es Kal-El y que lo mandaron a este planeta para salvarlo de un cataclismo que terminó por destruir su hogar, en un último acto de amor puro por él y tuviese una mejor vida.
Inicialmente fue un duro impacto emocional al corroborar su peor temor al no ser un humano, sino algo totalmente diferente que no pertenece a la Tierra sintiéndose un monstruo, un fenómeno y miles de apelativos más que casi le hacen perder la cabeza.
Hasta que tomó en cuenta las palabras que el holograma de su madre biológica le dijo:
-Algunos te tendrán miedo, incluso tratarán de destruirte, sin embargo, tú podrás usar tus dones para cosas maravillosas que a la larga harán que te ganas el afecto y confianza de todos los habitantes de la Tierra.
Esa era la respuesta al desmedido terror que le daba ser rechazado por las otras personas.
Ya antes ha ayudado ocasionalmente a cualquier persona que estuviese en grave peligro, pero jamás se le había ocurrido la idea de volverse un defensor que luche por la paz, la verdad y la justicia para hacer de este mundo, su hogar, un mejor lugar al mismo tiempo que inspira a los terrícolas a también ser personas de bien y sacar lo mejor de ellos con sus acciones heroicas.
Siendo esa la razón por la que ahora tiene una sonrisa que no le cabe en la cara. La satisfacción de ayudar al prójimo, de proteger al inocente, de hacer lo correcto, de evitar que los malos se salgan con la suya y que las personas lo admiren dándole las gracias con también grandes sonrisas, era algo que no cambiaría por nada y lo motivaban a seguir con el caminó que ha elegido seguir.
Y lo que tenía pensado hacer dentro de poco potenciaba aún más ese entusiasmo.
-Con permiso, amiguitos- le habló a una parvada de patos que volaban cerca suyo -ya llegué- detuvo su vuelo limitándose a flotar en el aire para ver su destino.
Una vivienda, qué sin ser una granja como la suya, era un poco más grande que las casas promedio de Smallville y poseedora de un bello patio delantero lleno de flores. Luego de asegurarse de que nadie estuviese cerca, aterrizó, se acomodó la peluca y carraspeó para tocar el timbre.
-¡LINCOLN!- fue recibido por una bella chica castaña de su edad que sin pena alguna lo abrazó besándolo directamente en los labios haciendo que se pusiese colorado de la vergüenza.
-Vi el noticiero, ¡Así se hace! Sigue dándoles bien duro a esos bellacos- lo felicitó.
-Uh… eh… pues… justo vine a hablarte de eso, Jordan- carraspeó para quitarse la pena y le extendió el dañado casco -creo… que estropee el casco que me prestaste- sonrió nervioso.
-¡OH NO, OTRA VEZ NO!- ella también se puso roja, pero del coraje y lo tomó viéndolo de arriba abajo -¡YA ES EL CUARTO QUE ME DAÑAS, GRANDÍSIMO TONTO!- lo usó para pegarle en la frente con todas sus fuerzas sabiendo que no podría herirlo y así desquitar su molestia.
-¡YA, YA! ¡No fue mi intención!- pidió perdón cubriéndose por instinto la cara con los brazos.
-Ahora deberé pensar en otra excusa que decirle a mis padres… esto es lo que me pasa por querer ayudarte con tus locuras- resopló y se apartó un mechón que le cubrió el ojo derecho.
-De hecho, por eso vine aquí. Porque de nuevo necesito de tu ayuda.
-¿Y ahora qué será? ¿No será acaso los protectores nuevos que mis papás me compraron para mis competencias de patinaje? Pues si es así, ¡Cuernos es lo único que te voy a dar!- hizo la señal del Rock and Roll con la mano izquierda y se la llevó a la frente emulando cachos de toro.
-Nada de eso, es sobre… cómo voy hacer pública mi existencia al mundo.
De inmediato la expresión de la chica cambió a una de perplejidad. Desvió la mirada y se acomodó su larga trenza que había reposado sobre su hombro izquierdo porque no estaba preparada para ayudarle con esa cuestión que es cualquier cosa, pero no un tema fácil de tratar.
-Caray… sube a mi cuarto- le dio permiso para que entrara a su hogar y subieron por las escaleras.
-Entonces… ya decidiste hacer pública tu existencia, ¿Eh? ¿Estás seguro de eso, Lincoln?- cuestionó cuando se sentó en su cama y él en una silla frente a un escritorio poseedor de una PC.
-Claro que lo estoy. Ya llevó un año ayudando a las personas desde las sombras y quiero que todos vean mi verdadero yo- agudizó su mirada para usar Visión de Rayos X corroborando de que no hubiese nadie cerca y se quitó la peluca y los lentes para que viese su rostro real.
-¿O piensas que es mala idea?- necesitaba saber de la opinión de alguien que sea de su confianza absoluta y volvió a colocarse esos implementos.
-No lo sé en verdad, es difícil de decidir… ¿Qué te dijeron tus papás?
-Pues ellos me apoyarán en la decisión que tome, pero también desean que me muestre al mundo como realmente soy y deje de esconderme y mucho menos use una máscara para cubrir mi verdadera identidad cada vez que ayude a las demás personas porque de hacerlo solo conseguiría que todos me vean con desconfianza. ¿Crees que es mala idea y debo usar algo para tapar mi identidad real?
Es por eso que requería de su opinión, porque a diferencia de Lynn o Rita, no le dirá lo únicamente lo que quiere oír sino también los posibles contras que podría traer su decisión siendo más objetiva y no tan condescendiente como ellos.
-Si lo que deseas es transmitir confianza en las personas y que estas no te vean como un bicho raro o algo parecido, Loud, entonces haz tus inigualables hazañas heroicas mostrando tu linda cara; no vaya a ser que piensen que eres como… no recuerdo su nombre, el tipo ese de Ciudad Gótica que desde hace un año hace justicia por su cuenta y usa un traje de murciélago que asusta tanto a los criminales como a las personas que se supone él debe proteger.
-El problema es las represalias. Al mostrar tu cara no solo las personas a quiénes salvas sabrán quién eres, sino también los malosos que detienes y estos a modo de venganza podrían herir a tus padres… y a las demás personas que quieres- tomó su mano viéndolo con preocupación.
También era que obvio que entre ambos había sentimientos más fuertes que los de una amistad.
-Sí, sé que mantener oculta mi identidad real es fundamental y los que más quiero correrán un grave peligro si los que derroto descubren que soy Lincoln Loud- apretó levemente su mano -pero eso ya lo tengo resuelto. Solo debo seguir usando mi peluca y anteojos ante las demás personas y nadie sabrá quién soy yo en verdad. Solamente tú y mis padres saben que soy la única persona en Smallville en tener cabello blanco natural.
-¿En verdad piensas que por usar esas ventanas en la cara nadie se dará cuenta de quién eres?- pudo sacarle una risa con esta broma a costa suya, logrando aligerar su angustia propia.
-Lincoln… sabes que también puedes contar con mi apoyo para lo que sea. Solo deseo que si sea la decisión correcta y que al dar ese paso no caigas como un árbol revoloteado por un tornado.
-No te preocupes. Mi corazón me dice que es lo correcto. Gracias Jordan, tu opinión es lo último que necesitaba para dar el siguiente paso- saber que contará para ella también aumentó sus ansias por llevar eso a cabo.
-Y también porque… aún no se me ocurre un nombre para mi nueva identidad. He pensado en algunos y ninguno me convence, ¿Qué se te ocurre?- algo de vergüenza le daba preguntarle eso.
-¿Es en serio? Para ser supuestamente tan listo, no se te pueden ocurrir buenos nombres o títulos para las cosas que te propones a hacer- lo regañó cruzándose de brazos y negando con la cabeza como un Sensei ante un aprendiz que hizo algo indebido -¿Qué se te han ocurrido?
-Pues… The Salvador, El Enviado de Krypton, The Guardian, El Protector de la Verdad, la Paz y la Justicia, White Angel, Ultraboy, Shield y otros más, pero se me hacen algo trillados o cursis.
-¿Solo "algo"? ¡Super Cursis, querrás decir! Es que en serio, ¿Cómo a alguien se le pueden ocurrir semejantes nombres tan disparatados?- todos esos apodos le volvieron a dar mucha risa a la castaña y él solamente se encogió de hombros a modo de excusa.
-Tampoco soy buena para inventar nombres. Pero te diré los que pueda y no suenen tan disparatados- quemando neuronas, también se puso a idear posibles títulos que el albino usase en la profesión que decidido llevar a cabo.
(…)
Esa misma noche, en la Granja Loud, llegó el momento que Lincoln ha esperado con ansias.
-¡TADAN! ¿Verdad que es de lo más lindo, mi cielo?- Rita sonrió enternecida por lo que veía.
El traje que ella le confeccionó con sus propias manos y con todo su amor y cariño.
Era un leotardo azul marino, que lo cubría desde los pies hasta el cuello, usando altas botas rojas que casi les llegaban a las rodillas, una capa que caía en cascada hasta la mitad de las pantorrillas y usando calzoncillos por afuera también rojos con un cinturón amarillo, un triángulo invertido de color amarillo en el pecho y cuyos bordes exteriores son carmesís al igual que la gran S en el centro que era lo que más llamaba la atención.
Al tenerlo puesto, Lincoln se admiró a sí mimo viéndose primero las manos, después el resto de su cuerpo, agarró la capa para ver que ahí también tenía un triángulo invertido con una gran S solo que totalmente amarilla y al finalizar mirándose las zuelas de las botas sonrió enormemente.
-¡ESTÁ GENIAL! ¡Muchas gracias, mamá!- por la emoción no pudo evitar darle un aplastante abrazo que la puso azul por la falta de aire -¡Lo siento, lo siento! Es que en verdad te quedó tan lindo este traje... aunque, estos calzones me aprietan un poco ahí abajo- empezó a rascarse sus partes íntimas.
-Desde que esos amigos tuyos de la feria te visitaron esa noche tuve la idea. Se veían adorables con esos trajes, en especial ese chico que parecía un ciborg o androide de película de ficción- la mujer que lo acogió como un hijo río al recordar eso y se llevó una mano a la espalda para tronarse las vértebras al inclinarse hacia atrás haciendo una mueca de dolor.
-Aunque en mi opinión son casi iguales que los usados por los payasos de los circos- agregó Lynn haciendo que ambos lo viesen con reproche -así que… ¿Unas poses heroicas para la cámara?- pidió teniendo en mano una cámara instantánea.
-Claro que sí, papá- la primera pose que hizo fue sencilla, pero a la vez imponente que consistió en colocar los puños a cada lado de su cintura, inflar el pecho y sonreír con confianza.
Gesto y emoción que desea transmitirle a todos los que ayude a partir de este momento ahora que tiene una cara que exponer sin tener que ocultarla nunca más.
Por lo que sin demora alguna y después de recibir una bendición por parte de los humanos que lo tomaron como hijo, volvió a emprender vuelo usando sus potentes sentidos de vista y oído para detectar problemas y a posibles miembros de su comunidad que estén en apuros.
Escuchó el ruido de objetos rompiéndose y el grito de alguien que fue interrumpido de tajo. Al girar la cabeza a la derecha pudo ver a través de diversas estructuras como otra banda de rufianes asaltaban una tienda de finos muebles de madera subiendo varios de estos en un camión.
-¿En serio no se saben otra canción?- ironizando por esa táctica tan cliché, se dirigió a ellos.
-Por favor, ¡No se lleven mis preciados muebles! Sin ellos estaré en la ruina y terminaré en la calle- imploraba el dueño de la tienda, poseyendo un gran chichón y siendo pisado en el estómago por uno de los asaltantes que le apuntaba con una escopeta.
-Y terminarás con la cabeza hecha puré si no dejas de decir estupideces- tembló de pavor porque ese despiadado puso el cañón del arma contra su frente.
-Esta cama será perfecta para cuando mi novia y yo debamos liberar tensión- uno de sus amigos tenía pensamientos no muy loables e hizo reír a los demás.
-Dudo que te permitan conservarla en la cárcel, ni siquiera para visitas maritales.
Todas las risas se detuvieron cuando vieron a Lincoln descender lentamente manteniéndose cruzado de brazos y sonriendo con burla mientras un suave viento ondeó su capa.
Se miraron entre sí no sabiendo cómo reaccionar ante su aparición. ¿Qué pensaría alguien, sea criminal o persona de bien, si estuviese en su misma posición en la que ve a un adolescente con la capacidad de levitar en el aire y usando un colorido traje aterrizar delante suyo?
Seguramente creería que perdió la cabeza y está viendo cosas que no existen.
-¿Les comió la lengua el gato acaso?- al no tener nada que le cubra la cara podía demostrar la sonrisa burlona que varias veces le ha dedicado a los muchos malhechores que ha detenido antes.
-¡PIÉRDETE, MOCOSO!- uno de ellos al superar su asombro, le apuntó con un rifle.
Justo cuando iba a jalar el gatillo, Lincoln se puso delante de él y de uno de sus colegas parado a su derecha y extendió hacia adelante las manos presionando con los pulgares los dedos índices para darles unos suabes golpes en sus frentes mandándolos a volar y chocasen contra un muro.
Otro de ellos tenía un machete y lo golpeó en la parte trasera del cuello para decapitarlo, pero la filosa hoja de partió en decenas de pedazos no cortándole ni un solo pelo.
-Oye, me despelucaste- al girarse volviendo a sonreír bromista lo noqueó al darle el mismo golpe delicado que les dio a los otros.
Escuchó el sonido de una pistola recargándose y al voltearse ahora a la derecha vio el cañón de una pistola a tan solo diez centímetros de su cara.
-¡MUÉRETE!- el dueño de esa arma no dudó en jalar el gatillo revelando lo ruin que es al querer asesinar a sangre fría a un jovencito.
Pero esa bala al salir del cañón seguida de una pequeña llamarada al chocar contra el ojo izquierdo de Lincoln no hizo nada más que embutirse tampoco pudiendo herirlo, lo que causó que abriese enormemente la boca y ojos por la impresión.
-¿Y bien…?- arqueó una ceja divertido por la expresión de perplejidad que tenía.
-¡DESAPARECE!- vio que el malhechor que portaba la escopeta dejó de pisar al dueño de la tienda y le apuntó ya aterrado por lo que pudiera pasarle.
Esta vez, Lincoln sopló una leve brisa gélida que despacio congeló esa arma envolviéndola en una gruesa pared de hielo que después de unos segundos hizo que se reventara como un cristal.
-Hora de dormir también- lo tomó del cuello y al que le disparó en el ojo para que chocasen cabeza contra cabeza noqueándolos como a los demás.
-¿Se encuentra bien, señor?- le ofreció la mano al dueño del local.
Igual que los ladrones, tampoco sabía que decir o hacer al respecto por lo irreal que era que un jovencito haya hecho cosas que ninguna persona sería capaz de hacer y parecía que le tenía más miedo que a los propios maleantes en sí.
Sentimiento que Lincoln no desea para nada infundir en aquellos que ayuda ahora que no oculta su rostro, recordando que habrán muchos que le temerán por no ser algo que esté dentro de los parámetros y límites de un humano promedio.
Deberá esforzarse más para conseguir la aprobación, afecto y confianza de las personas no limitándose únicamente a ayudarles cuando lo vea necesario.
-No tiene nada que temer, señor. Yo estoy aquí para ayudarle- recurrió a una sonrisa sincera con la que esperaba transmitirle seguridad y confianza para que dejase de tenerle pavor.
-Muchas… muchas gracias, niño- vacilante, el señor tomó su mano para levantarse -¿Cómo tú…? ¿Cómo es posible que…? ¿Quién eres?- la lengua se le enredó por las diversas preguntas que ahora mismo transcurrían por su mente.
-Como lo he dicho antes, lo digo de nuevo: soy un amigo con el que pueden contar siempre para detener a aquellos que disfruten de hacer el mal. Puede llamarme… eh…
Se detuvo porque a pesar de todos los nombres que se le ocurrió y a Jordan, no hubo ninguno que le gustó lo suficiente para usarlo como alter-ego.
-Solo… un amigo y ya- sonriendo apenado, lentamente emprendió vuelo extendiendo hacia arriba el puño derecho dejándolo con muchas más preguntas que antes.
Recorriendo otra vez el oscurecido cielo, nuevamente intentó visualizar y escuchar algo que le dijese que otro inocente esté corriendo peligro. Agradecía que sus padres, usando una casi infinita paciencia, le hayan ayudado a saber como controlar su visión y audición para que no se volviera loco cuando percibía cosas que nadie más puede de todo lo que sucede tanto a su alrededor como las que ocurren a grandes distancias, porque aún con lo tranquilo que es Smallville, el ruido generado por sus habitantes en el día a día puede ser de lo más abrumador.
Incluyendo lo que sucede a las afueras, porque pudo escuchar perfectamente el sonido de disparos y al dirigirse al origen de ese ruido vio a otros asaltantes que usaban rifles automáticos contra unos oficiales cuya patrulla que estaba en llamas y trataban de defenderse con sus propias pistolas que no eran rivales para esa potencia de fuego.
-¡¿QUÉ LES PASA, CERDOS?! ¿No iban a detenernos? ¡AQUÍ ESTAMOS! ¡¿A QUÉ ESPERAN?!- dominados por la euforia de doblegar así a los representantes de la ley y el orden, los retaban muy ansiosos por llenarlos de plomo.
-¡AQUÍ EL OFICIAL MURTAUGH! ¡Estoy a las afuera del pueblo cerca de la Ruta Getz! Mi compañero, el oficial Riggs, está herido y necesitamos de refuerzos cuanto antes- llamaba por radio uno de los policías mientras que su colega se hallaba tendido en el piso retorciéndose agonizante por una herida en su costado izquierdo.
Hasta que también gritó del dolor cuando un disparó le arrebató su arma de las manos quedando ambos a la completa merced de esos malandros.
-¡Hora de mandar al matadero a estos cerditos!- uno de ellos se les acercó para acribillarlos al cerrar un ojo y sacar la lengua para apuntarles mejor.
Justo cuando jaló el gatillo, Lincoln se movió más rápido que la primera bala que salió de esa arma para ponerse en medio como una barrera salvando a los oficiales recibiendo todos los disparos.
-¿Qué los de su tipo no se cansan de causar tantos problemas?- hizo la misma pose heroica que usó cuando su padre le tomó la primera foto, solo que dedicándoles una seria mirada.
Al igual que los otros rufianes, estos maleantes también se vieron confundidos por lo que acaba de pasar, pero a diferencia de ellos no se demoraron en disparar todas sus armas al mismo tiempo.
En vez de únicamente permanecer estático, lo que el albino hizo fue atrapar cada una de esas balas con las manos haciendo movimientos invisibles para el ojo humano.
-¿Ya terminaron de malgastar este plomo que podría ser usado para propósitos más productivos?- cuando las balas en los cartuchos se acabaron, él sostuvo delante suyo dos grandes cúmulos conformados por esos proyectiles que se desparramaron por el piso cuando los soltó para sacudirse las manos.
-¡¿PERO QUÉ ESTA LOCU…?!- cuando intentaron recargar, volvió a moverse más rápido que una bala y les arrebató sus armas antes de que ellos pudieran tan siquiera procesarlo.
-Creo que con todo esto podrían hacerse muchos clips, ¿No lo creen?- las comprimió volviéndolas bolas de metal deformes que no podrán hacerle más daño a nadie y prosiguió a noquearlos.
-¿Están bien oficiales?- fue hasta los policías, siendo recibido únicamente por Murtaugh que mantuvo la boca abierta en todo momento mientras que Riggs seguía perdiendo sangre.
-Déjenme ayudarlos- al arrodillarse a su lado usó Rayos X para examinar esa herida viendo a través de la carne, órganos, venas y arterias para asegurarse de que no fue lastimado de gravedad.
Frunció el ceño y tuvo que apurarse. Con la mayor delicadeza posible metió dos dedos en la herida para sacar la bala, haciendo que el oficial gritase más fuerte, y una vez logrado eso ahora expulsó una delgada línea de energía láser de sus ojos para cerrar esa lesión con precisión quirúrgica y dejara de expulsar sangre.
-Creo que eso bastará, pero le recomiendo lo lleve al hospital para que reciba los cuidados necesarios. Hasta la próxima y espero que sigan ejerciendo su labor como un ejemplar representante de la ley- no habiendo nada más que decir, se retiró.
-…- el oficial Murtaugh seguía boquiabierto no despegando sus ojos de él hasta que estuvo demasiado lejos y parpadeó llevándose una mano a la frente.
-Riggs… tú, mi esposa y mis hijos tienen razón. Ya estoy demasiado viejo para esto y lo mejor es que me pensione de una buena vez.
Yendo más allá de los límites de Smalville, Kal-El debía usar sus sentidos no únicamente para descubrir a gente que sufra algún percance, sino también detectar algo que pueda poner en peligro potencialmente mortal a alguien y remediarlo antes de que fuese muy tarde.
Notó un puente sobre un abismo que unía dos extremos elevados y que estaba dañado. Recordó que hace poco un fuerte terremoto sacudió la región y seguramente por eso quedó en tan malas condiciones, así que se paró sobre las vías frotándose la quijada pensando en como repararlo antes de que algún tren pasara por ahí.
Su potente audición captó el inconfundible sonido de esa poderosa maquinaria y al mirar al frente pudo ver a la lejanía un gran tren de carga que se dirigía hacia su dirección.
Se estremeció al imaginarse lo que podía ocurrir.
De inmediato se acercó a la poderosa maquinaria y voló al lado de la cabina para hablarle al conductor.
-¡Deténgase, deténgase! Las vías del puente más adelante están dañadas y no podrá pasarlas.
El maquinista tenía la misma cara de perplejidad que esbozaron las demás personas que lo ha visto y como cualquier ser humano que le teme a lo que no comprende, se dejó dominar por el pánico y en vez de pisar los frenos lo que hizo fue aumentar la velocidad del tren para dejarlo atrás creyendo que él quería lastimarlo.
-¡NO, AGUARDE!- lo llamó, pero nada de lo que dijese podría disuadirlo.
En vista de que con palabras no iba a evitar una calamidad, no le quedó más opción que recurrir a la fuerza. Se volvió a parar en las vías, a una distancia de al menos mil metros del puente al que le dedicó una mirada y luego al tren que se acercaba sin intención de detenerse.
-Dios… por favor dame la fuerza para lograr esto- pisó con firmeza arqueando un poco las piernas y extendió hacia adelante las manos al respirar hondamente.
Ya antes ha demostrado hazañas de fuerza y resistencia increíbles como alzar vehículos e incluso grandes porciones de terreno, ¿Pero ser capaz de detener un tren a toda marcha que pesa miles de toneladas para evitar que caiga a su perdición?
Ahora más que nunca debe dejarse de prudencias y usar todas sus fuerzas sin contenerse.
Un violento estruendo se produjo cuando el tren chocó contra él generando un fuerte temblor; casi como si una fuerza imparable chocase contra un objeto inamovible.
No lo detuvo en seco y mucho menos, sino que la maquinaria lo impulsó en reversa sin mermar su velocidad rumbo al puente, pero al tener los pies hundidos en el suelo creó largas zanjas y volvía añicos los tablones unidos a las vías férreas y que poco servían para ayudarle a frenarlo.
-Vamos… vamos… detente, detente…- parecía ser la primera vez en su corta vida que realmente debía esforzarse físicamente para lograr algo, eso se corrobora por como le temblaban los brazos y como las manos al hundirse en la parte frontal del tren tenían venas palpitantes sintiendo como su cuerpo trabajaba a máxima potencia.
Pero luego de unos tortuosos segundos en los que no supo cuánto le faltaba para llegar hasta el puente dañado, logró que lentamente el tren se detuviese cuando sus ruedas metálicas botaron chispas y sus motores generaran humo al estar fallando.
-Ya casi… ya casi…- sonrió de medio lado al notar que lograba su propósito.
Y a buena hora lo consiguió, porque cuando al fin pudo frenar la poderosa maquinaria, sus pies estuvieron a tan solo unos escasos centímetros de las vías dañadas del puente causando que las pequeñas piedras que estaban en el borde cayesen y se perdiesen en el abismo.
-Fiu… sí que estuvo cerca- suspiró aliviado y con el dorso de su mano diestra se secó el sudor de la frente.
-Pero… pero…- el maquinista volvió a actuar como las otras personas que han sido ayudadas por él y las palabras se le atoraron en la garganta no teniendo la más mínima idea de que decir.
-¿Lo ve? Por algo le dije que se detuviese. ¿Qué hubiese pasado si no lograse parar su tren a tiempo?- fue regañado por el albino y no se atrevió a alegar de alguna forma.
-Ahora si me disculpa, debo volver a patrullar y buscar a más personas que requieran de mis servicios. Que tenga buena noche- amañó con irse.
-¡ESPERA!- al ser llamado por el conductor, creyó que iba a repetir la misma pregunta que le han hecho los demás sobre quién es -¿Y los vagones? ¿Vas a dejarlos ahí tirados?
No comprendió su pregunta, pero al mirar lo que había detrás del tren, se percató de que todos los vagones se habían descarrilado por la fuerza del impacto desparramándose en diferentes direcciones como troncos talados que se caen de un camión de carga.
-Oh, oh…- ahora una gruesa gota de sudor escurrió por su sien derecha -eh… de inmediato los acomodo, señor. Solo espero que recuerde que acabo de salvarle la vida- riendo nervioso por las posibles repercusiones que esa acción le traería, los tomó de uno en uno para ponerlos en las vías.
Una pequeña lección de prudencia que le recordará que por más nobles y altruistas sean sus actos, debía tener el mayor de los cuidados al realizarlos porque podría hacer más mal que bien si no toma en cuenta todos los efectos colaterales que pueda causar.
Capítulo uno completado el 01/10/2023.
Y así finaliza el primer capítulo de este nuevo fic, que como ya se habrán dado cuenta, es una precuela de mi Metaverseo Crossover de TLH con DC Comics en dónde Lincoln es Superman… bueno, en dónde en algún futuro será Superman porque aquí aún no se le había ocurrido un buen nombre para su alter-ego XD
Tal vez no posea la misma acción intensa que los fics de esa temática de héroes y villanos, pero si es el inicio de este Kal-El peliblanco como el máximo héroe de la humanidad, lógicamente no iba a enfrentarse a primera instancia a seres mega poderosos que lo pongan a él y a la Tierra en Jaque y que le generen fuertes dolores de cabeza.
Por lo que debía primero enfrentarse a situaciones más… "tradicionales" en dónde defienda al humano promedio de otros humanos promedios que les gusten hacer fechorías, y claro está, tomándome la libertad de hacer referencias tanto a cosas relacionadas con DC y Warner XD
Si decidí hacer esta historia, es que me di cuenta de que ya han pasado dos años desde que comencé el proyecto THL x DC Comics y quise hacer algo que le recuerde a los que han leído esos fics míos el inicio de este proyecto al mismo tiempo que las personas que no hayan visto esas historias sepan de que se trata y cuál es el origen de este Lincoln porque esto va de la mano con el primer fic que hice de ese Metaverso: "SUPERMAN: EL HOMBRE DE ACERO"
Pero si recuerdan, dije que en las notas de autor esto es un homenaje a un famoso actor que fue muy querido en su tiempo que ya ha pasado a mejor vida y que está fuertemente relacionado con el ícono de Superman.
Estoy seguro de que tal vez algunos ya sepan de quién hablo, pero los que aún no lo hayan captado, pues esperen el segundo capítulo que espero subir dentro de poco para que vean de quién me estoy refiriendo y que los dejará sorprendidos ;D
