HOLA!! este es mi primer fanfic y antes que nada quiero aclarar unas cositas:

Me hice esta cuenta para apoyar a mi amiga con sus historias, entonces yo no soy buena escribiendo pero ya que tenía la cuenta hecha pensé ¿por qué no? Y pues me anime a subir esto XD Tengo muchas ideas pero no sé escribir, y no tengo mucho tiempo.

Advertencia: Esta historia está escrita tipo "guion" como le llaman por ahí jeje si no te gusta mejor no leas porque aún no se escribir normal XD

Sin mas ojalá les guste...


Él no entendía porque desde hace tiempo le costaba más trabajo sacarla de su mente, tal vez porque era la primera interacción tan cercana con una chica así de extraña. Ella era un poco infantil, alegre y optimista, justo lo opuesto a él.

Yagami sacó un cigarro y se puso a fumar para destensarse un poco, estaba harto de sentirse así.

Y la culpable de todo esto estaba en su casa esa noche, en su habitación.

Ella cepillaba su largo cabello violeta intentando deshacerse de cualquier nudo que pudiera tener, mientras pasaba el cepillo por su cabello recordaba con mucho cariño a ese pelirrojo que le había robado el corazón.

Athena: No sé porque tienes que hacerte el duro todo el tiempo (hablaba para sí misma en su cuarto simulando hablar con Iori) Si tan solo me tuvieras la confianza…

Y mientras continuaba pensando todo eso, su papá, Hiroshi, la sacó de sus pensamientos al tocar la puerta. Athena se levantó del banquito de su tocador y se acercó a abrir la puerta.

Hiroshi: Athena, es tarde, debes dormir ya (la miró de una forma autoritaria).

Athena: Está bien papá, solo voy a terminar de acomodar mis cosas para dejarlo listo para mañana, enseguida me duermo

Hiroshi: Está bien, no quiero ver luces encendidas en media hora jovencita.

Athena hizo un puchero, su padre siempre era así de exigente con ella, pero no tuvo de otra que solo obedecer. Su papá se retiró del cuarto y ella dejó todo listo para el día siguiente… después se fue a dormir.

Al dia siguiente Athena iba saliendo de su escuela junto a sus dos amigas, una rubia y una castaña. Las tres iban platicando de lo aburridas que fueron las clases ese día.

Asuka: Que bueno que terminó por fin la clase, tenía ganas de estirar mis pies.

Maria: Estoy en las mismas.

Athena: Concuerdo, fue un largo día pero lo bueno es que acabó.

Mientras las tres amigas caminaban, Athena fue interceptada por cierto pelirrojo que la tomó de la mano para que detuviera sus pasos.

Iori: Oye.

Athena: (volteó a verlo y se sorprendió al encontrase con el) Iori, ¿qué haces aquí?.

Iori: ¿Como que qué hago aquí?, quedamos en que revisaríamos la letra de la canción que escribiste, si no fuera por esas estupideces ni habría venido.

Athena: Ahhh, si, tienes razón ya lo había olvidado.

Athena empezó a recordar que gracias a que ahora estaban trabajando en colaboración juntos, tenían que tener listas algunas canciones para su próximo concierto. Iori sería sólo el guitarrista, pero Athena le tenía confianza a su criterio a la hora de revisar las letras de las canciones, era muy exigente pero en verdad hacía un buen trabajo.

Asuka: Bueno, nosotras nos vamos (tomó de la muñeca a Maria y empezó a caminar con ella)

Maria: Si, ¡nos vemos Athena!

Y dicho esto las dos se fueron.

Athena: (volteó a ver a Iori sintiendo nervios de quedarse a solas) Bueno, entonces… ¿a donde te parece mejor que vayamos?.

Iori: No se, me da igual.

Athena: Mmm qué tal… ¿a una heladería?.

Iori: Te digo que me da igual, vayamos a donde quieras.

Athena: Bien, entonces andando.

Los dos se dirigieron a una heladería muy bonita que estaba en el centro. Tenía una pinta muy clásica y contemporánea, con un techo de tejas y unos grandes y bonitos ventanales.

Una vez que entraron los dos pidieron unas malteadas y un pastel de fresa y se pusieron a revisar la letra de la canción.

Iori: (leyendo la letra) Bésame, ¿tan extraño es? Tienes el sabor de lo equivocado. Debe ser que desde hace un mes, todo entre los dos se nos ha mezclado.

Athena: (Estaba muy atenta al pelirrojo mientras leía) ¿qué tal esa parte? ¿Te gusta?.

Iori no pudo evitar sentirse identificado con la letra, estaba en la misma situación con ella ahora, tenían un mes interactuando más de cerca y sentía como si las cosas entre los dos estuvieran cambiando.

Iori: Hiciste un buen trabajo. (Se limitó a decir solo eso, estaba muy nervioso)

Athena: Iori… (acercó su mano lentamente a la de él mientras las tenía sobre la mesa), ¿no sientes que algo lindo está pasando entre nosotros?.

Ella se atrevió a preguntar eso pensando en las cosas que habían pasado últimamente entre los dos.

(Recuerdos:)

Esto fue en el último torneo de KOF donde se vieron.

Athena se acercó a Iori para felicitarlo por su gran esfuerzo. Ella tenía un tiempo interactuando con él un poquito, desde el momento que pudo visualizar de algún modo su triste pasado, algo se había encendido dentro de ella y no podía sacárselo de la cabeza.

Athena: I-Iori, tú hiciste un gran trabajo…(sus mejillas se ponían rojas a medida que hablaba)

Iori: No quiero tu lastima, perder contra Kusanagi y encima, por tiempo, no es nada de lo que deba enorgullecerme.

Athena: No pienses así Iori, eres increíble de verdad… quisiera tener ese coraje y esa valentía que tú tienes (su corazón latía muy rápido como cada vez que estaba frente a él) yo… nunca te juzgaría…

Iori: Eso lo sé… (se quedó en silencio y por un momento se distrajo viendo a la chica y pensando cómo podía verse tan hermosa con cada atuendo que se ponía, pero decidió ignorar esos pensamientos).

Athena: Yo… quiero que seamos amigos… (agachó la cabeza avergonzada).

Iori no podía creer que ella le estuviera pidiendo eso, ¿en serio estaba tan interesada en él como para pedirle que sean amigos?.

Athena: No te causaré molestias, sólo quiero ser un poco más cercana a ti… (miró a Iori y vio que él parecía negarse todavía)… solo un poquito…

Iori: (suspiró mientras la veía) Está bien (dijo un poco fastidiado), pero trata de no molestarme tanto.

Athena: A-ahh si, si, lo prometo (se sonrojó y lo tomó del brazo mirándolo a los ojos para ver si se molestaba, pero no fue así).

Desde ese momento, una bonita amistad había nacido. Los dos se tenían mucha confianza aunque para Iori era muy importante hablar en privado, lejos de la gente, era un precio bastante razonable para tener su amistad.

Después de que Athena le hizo esa pregunta a Iori, él no pudo resistirse más y la besó. La tomó por la cabeza y empezó a besar sus labios bruscamente sin poder contenerse.

Athena solo pudo mover sus manos y acercarlas tímidamente a el cuello de Iori para abrazarlo mientras se besaban.

Después de varios minutos los dos se separaron al fin.

Athena: (respirando agitada) I-Iori… me acabas de robar mi primer beso… (sus mejillas se ponían cada vez más rojas)

Iori: Eso es lo que te pasa por provocarme, no te quejes ahora.

Athena: No, pero… me gustó… (admitió al momento que ponía sus manos en su cara sintiendo como se ponía caliente y más colorada)

Iori: No digas tonterías (trataba de escucharse igual de indiferente que siempre intentando ocultar que también le había gustado ese beso y ahora su corazón no dejaba de latir con fuerza por esa chica).

Algunos minutos después, cuando terminaron sus pendientes los dos se fueron de ese lugar.

En el camino…

Athena: Iori… (caminaba a su lado sintiendo como sus piernas aún temblaban por las emociones tan fuertes que había sentido).

Iori: ¿Que pasa?.

Athena: Acompañame a mí casa… ¿si?.

Iori solo asintió con la cabeza sin responder nada y mientras los dos caminaban, Athena se atrevió a tomar su mano.

Los dos iban tomados de la mano sin mirarse y sin decir nada, solo sintiendo como su corazón latía con fuerza por esas nuevas sensaciones que estaban experimentando.

¿Será amor?.

Unos minutos después, los dos llegaron a la casa de Athena. Ella se despidió de Iori con un beso que él correspondió, los dos estaban listos para irse hasta que…

Hiroshi: ¡Athena!.

Athena: (volteó a la puerta de su casa y su padre estaba ahí, acercándose ahora hacia ellos con un rostro muy molesto) Papá… t-tu… ¿no estabas trabajando?.

Hiroshi: ¡ENTRA A LA CASA! (cuando llegó con Athena la tomó de la mano y la estiró fuerte) No quiero volver a verte con ese hombre nunca más.

Athena: (sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas) Pe-pero…

Hiroshi: Te estoy diciendo que entres, vamos a hablar muy seriamente tú y yo.

Athena entró a la casa con lágrimas en sus ojos y su papá miró a Iori quien aún estaba asimilando lo que estaba pasando, sin saber qué hacer.

El padre de Athena no dijo nada más y entró cerrando la puerta.

Iori se quedó ahí por unos segundos sintiéndose horrible, aunque él realidad estaba un poco más preocupado por Athena que por él mismo.