Howard miraba con algo de preocupación la puerta de la habitación de su hijo, habían pasado ya unos días desde aquel terrible día donde había hablado con Lincoln y su estado había empeorado considerablemente, al menos en lo que le respecta a él no había visto salir al muchacho del cuarto la casi semana que llevaba dentro, su esposo le había estado dejando una bandeja con las comidas del día y al rato las encontraba sin alimentos por lo que al menos sabía que se estaba alimentando, pero no ver la luz del sol, socializar con nadie, dejar la escuela y ni siquiera aceptar ir con la doctora López le preocupaba.
Tenía que respetar el espacio de su hijo, era un chico en crecimiento después de todo, pero su preocupación hacía él era superior con cada momento, tocando la puerta firmemente, reuniendo toda su determinación para poder ayudar al chico.
- Clyde, cielito, ¿Puedo pasar?
Pero al igual que en los otros días, no había ninguna respuesta por parte del chico.
- Clyde, me gustaría que pudieras expresar lo que sientes conmigo, podríamos llegar a una solución para que te sientas mejor.
Y tal como los días anteriores, el silencio era la única respuesta.
- Clyde, escucha, lo que paso fue algo terrible, a nadie le gusta perder una amistad y menos una tan buena como la que tenías con Lincoln, pero en tu vida podrás conocer a mucha más gente, encontrarte con más cosas, incluso su amistad podría volver a existir, nadie sabe el futuro.
Aquellas últimas palabras fueron la mayor esperanza del hombre, mencionar el nombre de ese chico ya fuese por un descargo de ira, dolor o anhelo, cualquier respuesta le servía, sería el primer paso para que su condición mejorase, pero tal como todas las palabras anteriores, no tuvieron ninguna respuesta por parte del chico.
- Entiendo, por favor hijo, recuerda que Harold y yo estamos para ti en cualquier momento si quieres conversar, solo quisiera al menos ver a mi chiquitín especial.
Y con la misma pesades en su corazón que en el comienzo, Howard se retiró cabizbajo, deseando poder ayudar a su hijo de alguna forma.
Mientras, Lincoln se preparaba en su habitación para salir, aunque había sido una semana algo incomoda llevaba bastante esperando el sábado, sobre todo por la salida que había programado con sus amigos, serian un par de horas de ser rodeado por gente que no le tratarían con la misma lastima y cuidado que sus hermanas provocando que su irritación aumentase, estaba harto de las miradas con lastima y todo apuntaba a que esa salida sería algo así, incluso puso colgando su cámara de su cuello por si las cosas apuntaban a alejarse de lugares conocidos y tenía la oportunidad de inmortalizar algún agradable momento o lugar, para él, ese sábado iba a ser un día agradable y todo inició con él saliendo de su habitación con una sonrisa en su boca.
- ¡Voy a salir con los chicos mamá!
- ¡Cuídate cariño!
Rita le observaba con una sonrisa algo culposa mientras sostenía a su hermana Lynn, quién estaba bufando de la rabia.
- ¡Esos tontos puede que intenten algo similar y lo acerquen al nerd de cuatro ojos! ¡Déjame escoltarlo mamá!
- No Lynn, tu hermano ya te dijo lo que quiere y debes respetarlo.
- ¡A mí no me engañan! ¡No dejaré que lastimen más a mi hermanito! - Dijo hacía chirriar sus dientes.
- Sigh, no te preocupes Lincoln, controlare a tu hermana, ten un agradable día.
- (Incomodo) G..Gracias mamá.
- ¡Grrrrr!
- N..Nos vemos Lynn.
No se detuvo a esperar que Lynn se liberase o su madre cambiase de opinión y se alejó los primeros metros trotando, agradeciendo todo el infierno que Lynn le había hecho pasar para ganar algo de velocidad durante los meses pasados antes de relajarse al ya no poder siquiera distinguir su hogar, de allí continuó caminando por la calle con una agradable felicidad, era una extraña sensación, como haberse quitado un peso de encima, había hablado relativamente poco con ellos durante la semana excepto con Rusty quien lo busco a la hora del almuerzo cada día para conversar, sentía curioso el cómo se estaba poniendo al día con él, como si no hubiesen conversado profundamente en mucho tiempo, algo que cuando se detuvo a pensarlo, le había pasado con varios de sus amigos.
Generalmente solo eran charlas intrascendentes que duraban pocos minutos antes de hacer alguna actividad, pese a que se conocía desde hace un poco más que McBride apenas habían conversado sobre cosas más serias o que pudiesen abrir un debate, generalmente todo eso lo hacía con McBride, solo con McBride, termino agitando su cabeza, no quería pensar en el muchacho ni menos ahora, quizás ambos pertenecerían al mismo grupo de amigos pero si había una cosa que pensaba dejar claro ese día que estarían todos juntos, era que no deseaba formar bandos, solo que respetasen su deseo de alejarse de McBride.
La caminata hasta el parque se le hizo extrañamente corta desde ese punto, pensando donde podrían ir, que podrían almorzar, que podrían hacer juntos, realmente no pensaba limitarse por su propia condición con tal de reírse un poco, y al llegar, pudo notar que el único que ya había llegado era Liam.
- Hey hermano, ¿Qué tal?
- Hola Linc, te ves bastante feliz.
- ¿Cómo no estarlo? Es un buen día, no tengo familia rodeándome con lastima, pasare una tarde agradable con mis amigos, a mi me suena a que están todas las condiciones para ser un buen día.
- No puedo negar tanta positividad hombre.
La charla entre ambos chicos continuo por un rato hasta que apareció Stella, quien saludo a Lincoln con un abrazo antes de unirse a la conversación casual que sostenían el peliblanco y el granjero sobre algunos conejos silvestres que Liam había atrapado esa mañana, Rusty llego unos 10 minutos después, algo sudado, sabiendo que estaba llegando tarde se dejó caer al suelo al momento de saludar, respirando con dificultad gracias a todo el rato que había estado corriendo para risa de los presentes, cuando notaron que solo faltaba Zach decidieron esperar, al principio la conversación era cualquier cosa que pasaba por sus mentes, todo era un ambiente casual entre los cuatro, pero cuando ya habían pasado 15 minutos, cerca de media hora de la hora a la que habían mencionado reunirse y pudieron notar que Zach no había llegado, los muchachos comenzaron a preocuparse.
- Esto es extraño, - Liam sonaba preocupado. - Generalmente Zach no es de los que llegan tarde.
- Diría que es más de los que descubres que han estado escondidos a tu lado todo el tiempo esperando a que lo descubrieras. - Dijo riéndose Stella.
- Definitivamente, aunque mi sensor esta apagado, no siento que haya nadie oculto en las cercanías. - Lincoln sonaba todo lo serio que alguien podría sonar al decir algo así.
- ¿Sensor de gente oculta? ¿Qué eres un guerrero reencarnado o algo? - Replico Rusty riéndose.
- Lucy es lo más cercano que he conocido a un ninja de la vida real, créeme que tengo algo de experiencia encontrando gente oculta gracias a ella.
- Entonces no ha llegado, me pregunto si le paso algo. - Dijo ahora más preocupada Stella.
- Creo que mejor lo llamare. - Dijo Liam aún preocupado.
En otro sector del Royal Woods, Zach caminaba por las calles mientras apretaba con una de sus manos un de las correas de su mochila mientras su mirada se centraba más en el camino, encontrándose ligeramente agachada, durante la semana había intentado más de una vez comunicarse con Clyde para mencionarle la junta, no iba a hacer la tontería que había hecho la vez pasada de forzar el encuentro sino que pensaba en conversar con él, aprovechar la ocasión de conversar con Lincoln y acordar una reunión entre ambas partes, una en una situación más cómoda y aunque inicialmente pensó en ir con el peliblanco, seguía sintiéndose mal por Clyde, si las cosas habían avanzado a un punto donde ambos no se podían ni ver, juntarse con Lincoln sería casi como traicionarle, y si tenía que escoger a alguno de los dos, no le costaba hacer una elección.
- Podríamos estar reunidos como cualquier otro día jugando videojuegos.
El muchacho nunca había sido de muchas palabras con la gente, durante la primaria había sido la definición de "bicho raro" en el salón, más bajo que los demás, un color extraño de cabello, gafas, un enorme gusto por lo paranormal y lo desconocido, de por si sus padres tenían pocos amigos y gracias a ello su capacidad de socializar con gente fuera de la escuela disminuía, pero si había un chico con el que podría decir que congeniaba, ese era Lincoln.
Sus madres eran viejas amigas de la escuela, aun con todas las excentricidades que su familia pudiese tener, la familia de Lincoln era disfuncionalmente divertida, cuando les visitaban, siempre le era divertido ver a Lincoln junto a alguna de sus hermanas hacer una aventura de algo simple, tanto como verlos pelear por las cosas más mundanas como una moneda tirada en el piso, bajo esas condiciones, él y Lincoln podrían haber sido los mejores amigos, ser "bichos raros" juntos, pero aunque les visitaban, aunque convivió algunas veces con esas chicas, ellas le veían tal como sus compañeros de escuela le veían, él era un bicho raro a sus ojos, socializaban por su forma de ser y la amistad de ambas madres, pero eso era todo a lo que pudo aspirar, lo pudo notar, y aunque podía conversar más con Lincoln, este siempre hizo lo mismo.
Si sus hermanas le ordenaban, él obedecía.
Si él era un bicho raro para ellas, Lincoln lo vería de la misma forma.
Por más que conversaban, Zach podía notar que su amistad nunca llegaría a ser una gran amistad, aun con todas las palabras de apoyo y aceptación, la sensación de ser una máquina que repetía las palabras que otros le habían dicho no se iba, no era un mal chico, pero no podía terminar de confiar en él, aunque su amistad continuaba y se divertían juntos, para él siempre fue un amigo más, solo eso, con los años comenzar a escucharle hablar mal de sus hermanas solo le hizo incrementar ese sentimiento de desconfianza.
¿Eran amigos? Si.
¿Le apreciaba? Si.
¿Le apoyaría incondicionalmente o se esforzaría por mantener a través de los años su amistad? Era su gran no.
Esa era su relación con Lincoln Loud, y durante mucho tiempo pensó lo mismo de Clyde McBride, pero con el tiempo esa visión comenzó a cambiar considerablemente.
Desde que habían descubierto que poseían gustos similares habían convivido un poco más y había visto más de cerca su vida, alguien tranquilo, alguien servicial, generalmente siempre evocando a Lincoln, una persona que tiene presente siempre a sus amigos y no le importaría hacer hasta la tontería más grande frente a todos mientras fuese junto a su amigo, no podía decir que sentías celos de la amistad que tenía con Lincoln pero si sentía que una amistad como la suya era algo envidiable, y sabiendo que el muchacho era una persona así, sabiendo como se comportaba Lincoln, si tenía que escoger, preferiría sin dudarlo a Clyde.
Y si lo pensaba bien, eso era lo que estaba haciendo, pues estaba a pocas casas de llegar a la residencia McBride, siendo el momento donde su teléfono comenzó a sonar.
- ¿Qué paso Liam?
- ¿Estás bien amigo?
- Eh… sí.
- Oh, eso es bueno, entonces cambio mi pregunta, ya estamos todos aquí y te estamos esperando, ¿Cuánto te falta para llegar?
- Yo creo que no iré Liam, no me siento con ganas.
- Entiendo, ¿Y si vamos a tu casa? Podríamos animarte si vamos a…
- No es necesario, simplemente no tenía ganas de salir hoy, pídele disculpas a los demás de mi parte.
Y sin esperar a que Liam le respondiese cortó la llamada, tenía suficiente con la extraña sensación que estaba sintiendo como para escuchar preocupación o recriminación por parte del chico granjero, y con eso en mente termino llegando frente a la residencia McBride, tocando el timbre esperando que pudiesen recibirlo, algo que, para su suerte, paso.
- Oh, Zach, hola.
- Hola señor McBride, estoy buscando a Clyde, ¿Cree que podría pasar y conversar con él?
El adulto pelirrojo quedo pensativo por un momento antes de dar un paso atrás y permitirle el pase al chico.
- Quizás le ayude a Clyde conversar contigo, ha estado encerrado en su habitación casi una semana desde que Lincoln termino con su amistad.
- Estaba un poco informado sobre eso, de hecho por eso quería conversar con Clyde.
- Solo ten cuidado de que hablas con él, cuando Lincoln le dijo en la sala todo eso… el pobrecito estaba destrozado.
- Espere, ¿Lincoln termino su amistad aquí?
- Si, vino el domingo pasado y le dijo de frente lo que sentía, honestamente nos tomo por sorpresa también a nosotros, ese fue un día terrible para Clyde.
Zach pensó un poco sobre eso, de lo poco que había conversado con Lincoln durante esa semana él menciono que había decidido alejarse de Clyde, enterarse de que lo hizo directamente y en su hogar le causaba sentimientos encontrados, puesto que por una parte pensó que era algo cruel hacerlo de esa forma, y por otra, que fue directo y en un lugar donde podrían cuidarlo inmediatamente, algo que no podía negarle era mejor que dejarlo tirado con el corazón roto por cualquier parte.
- Entiendo, gracias señor McBride, intentare hablar con él.
Con algo de nerviosismo se encamino hacía el cuarto del moreno, observando la puerta cerrada con algo de tristeza.
- Clyde, cariño, uno de tus amigos vino a verte.
- H..Hola Clyde, soy Zach, ¿Qué tal amigo?
Pero tal como las señales anteriores hacía sus padres, Clyde no realizó ningún gesto o sonido desde el interior, provocando que la expresión adolorida del adulto aumentase.
- No funciono tampoco.
- Señor McBride, intentaré hablar un poco más con él, ¿Puedo?
Una triste sonrisa se creo en el rostro del adulto, acariciando ligeramente la cabeza del niño.
- Intenta todo lo que quieras.
Por parte de Liam, en el momento que su amigo le cortó era fijamente observado por los demás, podía notar que la respuesta que había obtenido había provocado diversas reacciones en los tres, siendo el que más le preocupaba Rusty al notarlo con una expresión tan molesta.
- Ese enano.
- Si no quería venir no es problema, - Lincoln para mayor sorpresa de los demás se le seguía viendo tranquilo, ni enojado ni triste. - Podemos continuar nuestro día y si en algún momento decide unirse, nos avisara, ¿No lo creen?
- Pero habíamos conversado de que nos juntaríamos y la pasaríamos bien entre los 5.
- No puedes obligarlo, - Lincoln alzo su brazo en buen estado en señal de no darle importancia. - ¿Nos vamos?
- Eh… claro, ¿Por donde partimos? - Dijo Liam en un intento de relajar la situación.
Lincoln propuso en ese momento varios lugares, pocos habían sido visitados por el grupo antes, la idea del muchacho era pasar un buen día y mostrarles los lugares que había conocido con sus nuevas actividades y amistades, su principal intención era volver a hacerlos parte de su vida pese a la distancia que se había generado, partiendo por un parque que había conocido a las afueras de la ciudad, uno curiosamente cerca de la casa de Liam y que el chico reconoció, pero Stella no, emocionando al peliblanco al poder mostrarle algo nuevo a su amiga.
La chica por su parte observaba con algo de incomodidad a Lincoln, la conversación era banal y siempre con un tono alegre, con una normalidad absoluta y una alegría natural, algo que no le cuadraba, si algo había aprendido en el tiempo que llevaba en el pueblo y siendo parte de ese grupo era lo unidos que eran Lincoln y Clyde, además de como el grupo generalmente actuaba como uno solo, si algo realmente le había atraído a formar parte era ese sentimiento de unidad y apoyo, pero ahora no solo Lincoln había rechazado la existencia de Clyde, sino que un miembro se había apartado y él no mostraba ni la menor señal de preocupación, como si no le importase.
Eso no le agradaba, sentía que algo no andaba bien, y quizás era por la emoción del peliblanco o porque estuviese fingiendo no darse cuenta, pero podía notar que el ambiente con Rusty y Liam no era el mejor.
Rusty no había dejado de pelear con Zach en esos días, no tan intenso como en un principio pero si podía notar que sus reacciones eran más agresivas, Liam estaba nervioso, realmente no sabía como comportarse ante esa situación, le seguía a la conversación de Lincoln tan normal como podía pero su expresión no era la de alguien que estuviese completamente distraído en una caminata con amigos, podía sentir la incomodidad.
Y ella, ante toda esa situación, no sabía realmente cómo reaccionar.
Lo único que sabía, es que ese no era el grupo de amigos que había conocido en la primaria, y probablemente, ya no lo sería nunca más.
- …y así fue como conseguí una buena toma del atardecer junto con la pareja mirándola, realmente he pensado en buscarlos y ofrecerles la imagen ya que creo que quedo bastante bien, pero sería difícil de encontrar jajaja.
- Suena a que realmente estás metido en eso de la fotografía. - Dijo Liam tan entusiasmado como podía.
- ¿Qué puedo decir? Capturar una buena escena es algo que me agrada y relaja, además de que me obliga a pasear un poco más y conocer lugares como al que vamos.
- Si tú lo dices…
- Si… si yo lo digo… ¿Saben chicos? La verdad había otra razón por la que quería juntarme con ustedes, y aunque es una lastima que no este Zach, creo que lo mejor es decirlo ahora que dejar que pase el día y tal vez arruinar el día.
- (Preocupada) ¿De que hablas Linc? ¿Arruinar el día?
- He pensado en toda esta situación, mi conflicto con McBride.
En el momento que escucharon "McBride" en vez de "Clyde", tanto Liam como Stella sintieron un ligero escalofrío.
- Creo que me deje llevar por muchas cosas durante mucho tiempo, sobre todo con Clyde, lo considere mi mejor amigo, mi hermano de otra madre, pero… - Miro su brazo enyesado. - Creo que estaba siendo algo ingenuo al respecto, gracias a la forma en la que ambos nos pegamos al otro es probable que haya generado varios momentos extraños con ustedes, incluso… me di cuenta de que era poco lo que realmente compartía con ustedes, y no quiero hacer eso más.
Lincoln se detuvo en seco, volteándose para ver fijamente a los tres.
- Realmente quiero alejarme de McBride, pero no quiero ponerlos en una situación incómoda como escoger bandos, me da igual si lo siguen viendo, después de todo soy yo el que no quiere verlo, solo les pido que respeten mi decisión. - Dijo esto mirando a Stella, quién evito la mirada incomoda. - Eso es todo, prometo ser un mejor amigo de ahora en adelante.
Los tres chicos se miraron entre ellos, evidentemente confundidos por aquellas palabras del sonriente peliblanco.
- (Alegre) ¿Qué dicen? ¿Empezamos de cero?
En la residencia McBride mientras tanto Zach se encontraba hablando frente a la puerta, hablando de un jarrón que había encontrado en una subasta a la que había ido con sus padres hace unas semanas, hablando casualmente, como si nada importase, simplemente quería sacarle una respuesta a Clyde, la que fuese, pero esto no ocurría.
- …desgraciadamente al comprarlo no pudimos seguir adquiriendo más cosas, papá no tenía mucho dinero después de todo.
Sonrío algo entristecido, dado todo el tiempo que llevaba hablando y no tenía alguna respuesta.
- Vamos Clyde, entiendo que puede ser difícil, pero eres más fuerte que esto, al menos déjame saber que me estás escuchando, no te pido más.
Y por primera vez pudo escuchar algo proveniente desde el interior, el sonido de un quejido.
- ¿Clyde? ¿Estás bien?
Luego vino un segundo sonido, un golpe.
- (Preocupado) ¿Clyde? ¡¿Clyde?!
Luego de eso, para terror de Zach, nada.
- ¡¿Clyde?! ¡Respóndeme viejo! ¡¿Qué paso?!
Ante sus gritos, ambos adultos se acercaron al lugar corriendo.
- ¡¿Qué paso?!
- ¡No lo sé! ¡Escuche un quejido adolorido, luego un golpe fuerte y luego se quedó en silencio!
- Dios Harold, ¡Pudo haberse golpeado o algo!
- ¡Al demonio! ¡Si algo le paso a mi hijo no quiero dejar que un estúpido consejo de espacio me impida salvarlo!
Y con una actitud diferente a su usual calma, Howard intento abrir la puerta bloqueada y al notar que está no cedía, comenzó a patearla.
- ¡No te preocupes Clyde! ¡Lo que sea que te pasó, papá te ayudará!
Y luego de 3 patadas, la puerta finalmente cedió, encontrándose con una escena que solo les lleno de terror.
- ¡Clyde!
