hola gente lectora :)
No me odien pls
Playa
Los personajes no me pertenecen
Advertencia: Lemon sucio
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El calor estaba siendo insoportable ese verano. Sinceramente, no sabía si debía estar ofendido o agradecido con Nabiki, ella había costeado el viaje para todos en la casa con el dinero que había reunido con sus fotos.
La verdad, en lo más profundo -no tan profundo- de su ser estaba total y absolutamente agradecido. El ver a su tonta prometida con ese traje de baño infantil era lo mejor del mundo. Cualquier persona que la viera pensaría que es una chica inocente y tierna con un traje de baño con florcitas y vuelitos, pero él sabía que aquella mujer con rostro y aura inocente era una pervertida de primera. Tenía una sonrisa inocente y tímida pero era capaz de engullir su verga de un bocado.
También estaba agradecido de que el agua del mar fuera helada y estuviera como una chica justo ahora o estaría completamente duro. Odiaba sentirse excitado estando como mujer, la humedad en su entrepierna era molesta, pero prefería esto que estar con una evidente erección.
— Ranma! ven al agua! — le gritó Akane moviendo los brazos, el agua le llegaba a las rodillas. La muy cobarde no se sumergía más por no saber nadar, así que solo chapoteaba en la orilla. Ranma se puso de pie y se acomodó el traje de baño prestado. Tomó un par de respiraciones y comenzó la actuación.
— Akane!! acompáñame más adentro!! —se movió de forma tierna para atraer las miradas de los babosos que estaban asediando a su fea prometida. Prefería él aguantar las miradas a que miraran a su mujer. — ¡Vamos! Vamos!! — Akane gritó cuando fue jalada de la mano hasta unos metros más allá, donde el agua le cubría hasta un poco más abajo de los hombros.
— ¿Qué haces Ranma? — lo regaño Akane dándole un apretón en su cintura.
— Alejarte de esos buitres. —dijo abrazándola bajo el agua. Junto la espalda de su prometida con su pecho y apoyó el mentón en su hombro. — Se podían indigestar si te siguen mirando.
— Que gracioso, bobo. —respondió Akane haciendo un mohín. — ¿Qué haces? — volvió a preguntar cuando sintió las inquietas manos de su prometido metiéndose bajo su traje de baño para tomar sus pechos.
— ¿Está fría el agua? —preguntó mientras rozaba suavemente los pezones de su prometida. Ella se estremeció y asintió. Una de las manos de Ranma bajó y corrió a un lado la tela que cubría la entrepierna de Akane.
— Ranma, no. Alguien puede vernos. — se quejó mirando para todos lados. Nadie las miraba, solo eran dos amigas en el agua. Tomó aire cuando Ranma apretó su pezón derecho y su clítoris al mismo tiempo. El condenado sabía bien cómo tocarla.
— Aquí nadie nos verá. — le dijo mientras movía sus dedos suavemente. Dios, tenía unas ganas enormes de poner su cabeza entre las piernas de su prometida hasta hacerla correrse en su boca. — Separa las piernas, Akane, quiero follarte con mis dedos.
— Por Dios Ranma, eres un sucio. — se rió y separó más las piernas. Ranma le mordió el lóbulo de la oreja y susurro bajito un gracias.
Ranma se acomodo mejor para poder introducir uno de sus dedos en su prometida. Odiaba que su cuerpo de mujer fuera más pequeño, sus brazos eran cortos y no alcanzaba a rodearla bien y sus dedos eran delgados.
No pudo evitar suspirar cuando su dedo fue envuelto por la suave seda cálida de la estrechez de su prometida. Su interior estaba ardiendo y estaba completamente empapada. Volvió a apretar su pezón mientras movía su dedo como si estuviera rascando algo, quería encontrar ese punto tan dulce que volvía loca a su chica. La sintió relajarse un poco más e introdujo dos dedos más, sabía que tres dedos de su forma de chica eran dos de su forma masculina, y él quería llenarla. Quería que ella necesitará su forma masculina, que deseara su verga.
— Eres una sucia. — le susurro, su voz femenina estaba ronca. — mira que excitarte tanto al ser tocada por tu prometido, y estando en público. La escuchó soltar un oh y supo que había entrado lo que estaba buscando. Movió sus dedos de la misma forma una y otra vez, haciendo temblar a su prometida. — ¿Vas a correrte? — le preguntó mientras movía su mano más rápido y amasaba su suave pecho. — Correte para mi preciosa, acaba para mi, Akane. — solo unos movimientos más y Akane se corrió en su mano. Ella alcanzó a cubrir su boca con sus manos antes de que gritara a todo pulmón y Ranma disfrutó de los deliciosos apretones espasmódicos que recibían sus dedos aún enterrados en el coño de Akane. — Buena chica.
— Se…sintió muy bien…—susurro cuando ya pudo respirar mejor.
— Por supuesto que sí, si eres una sucia. — le dijo Ranma mientras miraba triste sus dedos, el agua de mar había limpiado el rastro de su prometida. Akane lo miró preocupada y un poco inconforme, no le gustaba recibir placer y no poder entregarlo.
— Te espero en las duchas…— dijo y corrió como pudo a la orilla de la playa. Ranma la miró confundido. — no demores, bobo.
La vio alejarse en dirección a las duchas pagadas que estaban al rincón de un local de helados y refrescos. La siguió algo incómoda, la humedad entre sus piernas era bastante molesta. Ignoro los comentarios de los seudos galanes que le ofrecían un trago. En cualquier otro momento se habría aprovechado y habría pedido un sin fin de comida gratis por dejarse coquetear pero tenía curiosidad por lo que quería mostrarle su prometida. Sintio una mirada pesada sobre él y vio a Nabiki sonriendo, por supuesto que ella se habia dado cuenta de lo que hizo con su prometida. De solo recordar todo el dinero que tuvo que pagar para que ella no dijera nada cuando los había escuchado en aquella clase virtual en plena pandemia, le daba dolor de estómago. Camino más rápido y busco con la mirada a su prometida.
— Oh!! Aqui esta mi hermana!! — gritó Akane y lo tiró del brazo. — Ambas ocuparemos una ducha por lo que será doble tiempo, por favor. — dijo y le dio a la encargada un billete. — Con agua caliente, por favor. — agregó y le dio a Ranma una sonrisa. Ranma entendió la suave indirecta y sonrió, su tierra prometida era un ángel. Le dieron las gracias a la encargada y entraron.
Las duchas eran individuales pero al ser mixtas los cubículos estaban completamente cerrados y ahí mismo te daban unos frascos individuales con shampoo, jabón y demás. Buscaron el número de la ducha que les habían asignado y entraron. Akane abrió rápidamente la llave del agua caliente.
— Quítate el traje de baño. — le dijo apresuradamente mientras ella hacía lo mismo.
— Pero que hermana mas sucia. — se burló mientras hacía una pose extraña y femenina. Akane le sonrió y lo jalo del tirante de su traje de baño hasta ponerlo bajo el chorro de agua caliente. Su cuerpo cambió y se quejó molesto por lo apretado que le quedaba el bañador. Y por supuesto que estaba erecto, si como mujer había estado prácticamente chorreando.
Akane sacó con cuidado su pene del apretado bañador y lo miró de esa forma tan sensual e inocente que Ranma se le curbaron los dedos de los pies, luego, lo engullo completamente. Joder, amaba cuando Akane estaba tan caliente que se olvidaba de toda la timidez que la caracterizaba. Sintió la suavidad de su garganta en la punta de su verga e hizo todo lo posible por no gritar como condenado. Tomó a Akane del cuello y comenzó a mover su cadera. Eso le gustaba a ella, que le follaran la boca.
Era estupido creer que siendo ambos adolescentes y prometidos no hubieran incursionado en los placeres que podían otorgarse. Luego de aquella clase virtual en donde habían tenido ambos su primera vez, no habían parado de experimentar. En el dojo, en la casa, en la escuela, en el metro, en algún parque solitario y ahora en la playa. Ambos estaban obsesionados el uno con el otro, el probarse, el tocarse, el excitarse y el darse placer.
— Mírame, bonita…— le pidió en voz baja. — dejame ver como te ves con mi verga en tu boca…— hace tiempo había descubierto que a su prometida le encantaba que le hablen sucio mientras estaban teniendo relaciones y él no perdería la oportunidad de hacerlo. Sonrió cuando ella levantó sus ojitos y lo miró. Aquella imagen tan obscena se intensificó cuando vio una de las manos de su prometida entre sus piernas y la otra apretando uno de sus pechos. Dios, ella era tan lasciva. Se retiró de la boca de Akane y comenzó a juguetear con ella, golpeando con su verga sus labios, sus mejillas y su lengua, ella bajó su boca al saco de sus testículos y mordisqueo suavemente mientras él se masturbaba. — ¿Te gusta? — preguntó, mientras sujetaba la cabeza de su prometida contra sus testículos.
— Me encanta…— le respondió ella tratando de engullir nuevamente su verga, él sonrió y la alejó de la boca de Akane.
— Quiero tu coño. — le dijo y se apartó para que se pudiera poner de pie. Se escuchó una tos en el cubículo de al lado y ambos se rieron cómplices. Akane se levantó y se apoyó en la pared que estaba bajo el chorro del agua y levantó el trasero para darle la bienvenida a Ranma. La sonora palmada que le dio en el trasero volvió a ocasionar risillas antes de que él entrara de golpe en ella.
Cuando llegaran a casa tendrian que tachar de la lista el estar juntos en la playa. Una lista que comenzaron a escribir luego de que ambos se escabulleron a escondidas y se casaran en secreto, con Nabiki como único testigo nupcial.
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Espero que lo disfrutaran tanto como yo.
Votaciones:
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Noche de Bodas
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Saluditos!!
Kiaritha
