Disclaimer: Todo de Isayama

Notas de la autora: No puedo creer que por fin esté publicando este capítulo. Lamento muchísimo la demora. No los canso más, y les dejo leer. Por cierto, no olviden revisar las notas finales, que allá les tengo una noticia relevante para este fanfic.

Pecados cometidos

Capítulo 9

Lo acontecido aquella noche se le había grabado en la memoria con fuego. El recuerdo de Historia emocionándose hasta las lágrimas y las suaves caricias que Armin le dedicaba era tan vívido que casi podía sentir sobre su cuerpo el agua caliente, las burbujas y el aroma potente a flores y hierbas medicinales.

Si le preguntaran si creía en el paraíso, diría sin duda alguna que ya había estado allí y sacaría de los cajones de su memoria ese preciso momento. Había sido tan mágico y puro que por un instante creyó que estaba soñando, pero las risas, los besos y las palabras de afecto que le dedicaron ambos eran la muestra irrefutable de que todo aquello había sucedido en realidad.

Les había dicho lo que desde hace tiempo atrás tenía atorado en la garganta. Quizás por miedo a hacer el ridículo no se atrevió a pronunciarlas, quizás por miedo a complicar las cosas o simplemente por orgullo, porque pensaba que quizás no era digno siquiera de pensar en ese sentimiento. Pero una vez que logró arrancarlas de su boca, no hubo vuelta atrás.

Nunca imaginó que sería la causa de tanta felicidad, pero después de experimentar el impacto que unas pocas palabras podían tener, anhelaba más. Por lo tanto, una idea comenzó a tomar forma en su mente y, una vez que se cristalizó, no pudo evitar seguirla.

Eran casi las seis de la tarde cuando el tintineo de las campanillas colgadas sobre la puerta se hicieron escuchar. Ya era muy tarde para recibir clientes, de hecho, el letrero en la puerta anunciaba que el establecimiento ya estaba cerrado. En cuanto la puerta se cerró, Levi se puso de pie mientras se limpiaba el polvo imaginario de los pulcros pantalones de tela.

Pocas eran las veces en las que Levi se mostraba nervioso, de hecho, el rostro impasible del ex Capitán casi nunca expresaba sus verdaderos sentimientos, pero esa tarde, con Armin frente a él, solamente no podía contenerse. El rostro serio ahora era una media sonrisa, de vez en cuando unas risitas nerviosas abandonaban sus labios y lo único que podía aterrizarlo era sobarse la nuca al tiempo que bajaba la cabeza.

—¿Me vas a decir qué te pasa? —Armin lo miró extrañado, pero también divertido.

—No sé cómo hacer esto. — Sacó del bolsillo una cajita negra y se la extendió a Armin quien ahora portaba una expresión de asombro.

—¿Qué es esto? —Armin abrió la cajita para encontrarse con un anillo plateado—. Si piensas que este es el tipo de anillo que le gustaría a Historia, estás mal de la cabeza. —. Sacó la joya de la cajita para examinarla mejor—. No tiene diamantes ni adornos, además, es un poquito tosco para los delicados dedos de…

—No es para Historia.

—¿No? —Armin se limitó a ver a Levi mientras parpadeaba un par de veces completamente incrédulo. —Si no es para ella ¿Entonces para quién?

—Es para ti… —Levi lo tomó de la mano y acarició suavemente el respaldo de esta. Podía ver la confusión en los ojos de Armin, como si no supiera lo que estaba sucediendo así que decidió ser más explícito en su petición. —. Te estoy pidiendo que te cases conmigo.

—¿Qué? es decir, ¿Por qué? —A pesar del asombro, Armin no le soltó la mano. —. Tomando en cuenta todo lo que ha pasado, lo más lógico es que te cases con ella, que asumas tu puesto en el trono y… No puede ser. Incluso estuve hablando con los ancianos para que te consideraran como Rey, pero… —Tuvo que callarse al ver que Levi se ponía de rodillas. —. Eres el papá de Kuchel y lo más lógico es que…

—También se lo voy a pedir a ella. —Levi sacó otra cajita de su bolsillo, pero esta era roja. —. No puedo imaginar mi vida sin ninguno de los tres.

Si Armin quiso escandalizarse por las intenciones de Levi, no tuvo tiempo. El ex Capitán se puso de pie para robarle un beso. Armin se dejó llevar. Algo tenían los labios del hombre que siempre lograban doblegarlo y hacerlo pedir por más. A pesar de los meses, nunca sería capaz de resistirse a las fuertes emociones a las que Levi lo arrastraba.

Se desplazaron hasta la puerta sin romper el contacto y Levi logró echar el pestillo valiéndose solamente del tacto y cuando estuvo seguro de que nadie podría interrumpirlos, arrastró a Armin hacia la parte trasera de la tienda, allí donde se dedicaba a hacer arreglos florales o cultivar sus hierbas. Depositó a Armin sobre el pequeño camastro que habían utilizado un centenar de veces cuando la pasión que los invadía era mucho más fuerte que ellos y sin perder mucho más el tiempo se despojaron de todas sus prendas.

Armin se revolvía de placer a cada contacto. Las manos duras y curtidas de Levi sabían exactamente qué puntos presionar para enloquecerlo. Poco a poco fue besando el cuello, chupando los pezones totalmente erguidos y fue bajando mientras lamía los abdominales bien marcados del muchacho. Los gemidos de Armin lo incitaban a ir cada vez más lejos y con un hambre casi voraz, Levi engulló el pene erecto.

—Estás completamente loco. ¿Sabes lo que dirían los ancianos?

—Que se jodan.

—Es que es imposible. Simplemente se opondrían a… —Armin pareció pensar en las palabras que utilizaría sin demasiado éxito. —. A esto. Una Reina, casada con dos hombres… Es simplemente inaudito. No pueden existir dos Reyes… es…

—¿Cuándo vas a dejar de ser tan lógico?

Armin se revolvió bajo las sábanas escondiendo el rostro sobre el pecho desnudo de Levi.

—Es que no se necesita tener tanto cerebro para saber que esto está completamente mal.

—Armin… Solo vive.

El joven se vio obligado a mirar a Levi por las recientes palabras. Todo era tan extraño, pero al mismo tiempo se sentía correcto.

—No hay nada que pueda decir para hacerte cambiar de opinión ¿cierto? —La respuesta de Levi fue simplemente un beso. —. ¿Cuándo se lo vas a decir?

—Esta noche, llegando al castillo.

—¿Y ya?

—No veo otra forma de hacerlo.

Armin suspiró largamente, casi resignado.

—Tienes suerte de que yo esté aquí. —Armin se quitó el anillo del dedo para devolvérselo. —. Vas a tener que hacer esto de la manera correcta. A mi no me importa demasiado, pero a Historia…

Levi no fue capaz de contener la carcajada al ver el ligero puchero en los labios de Armin. Sabía que el muchacho mentía al decir que para él no era importante, pero también se daba cuenta de que tenía razón. Debió haber pensado mejor las cosas antes de lanzarse a hacer una proposición tan a la ligera.

—No sé qué sería de mí si no te tuviera. —Volvió a envolverlo entre sus brazos.

Las mañanas en el palacio por lo general eran un tanto caóticas. La pequeña Kuchel se volvía más inquieta con el paso del tiempo. Era común verla corretear por los pasillos sorteando a las nanas hasta que algún guardia lograba capturarla, pero ese día, mientras giraba a toda velocidad en una esquina del palacio, se encontró de frente con su padre. La pequeña, que quiso dar la vuelta y salir corriendo, no logró hacerlo debido a que Levi la cargó en brazos.

—Debemos irnos, princesa. —Le acomodó el pequeño abrigo y los pliegues desordenados del vestido antes de retomar el camino hacia la salida.. —. Mami y el tío Armin nos están esperando.

Historia, quien ya se encontraba en la puerta del palacio miró a Levi intrigada. Ya era lo suficientemente extraño que Levi propusiera ir a dar una vuelta, por lo general prefería estar en su tienda o en las habitaciones en lo más alto del recinto, pero lo que le resultaba aún más inaudito era que lo estaba haciendo todo en secreto. Era de madrugada y sabían, por experiencia de antiguos escapes, que los guardias iban rotando turnos.

Armin llegó halando tres caballos y sin perder demasiado tiempo, partieron a toda velocidad.

Cabalgaron hasta el amanecer, siempre cerciorándose de que nadie los estuviera siguiendo y cuando por fin los rayos del sol fueron visibles en el firmamento llegaron a una pequeña colina.

—¿Me puedes explicar qué estamos haciendo aquí? —Historia bajó del caballo con toda la habilidad que sus días pasados le habían otorgado al tiempo que miraba con admiración un camino de flores que llegaban hasta la sombra de un árbol.. —. Esto es un secuestro real. —Trató de bromear para ocultar su nerviosismo.

—Espera y verás. —Levi le pasó la mano por la mejilla delicadamente antes de mirar hacia el frente.

Levi, Historia, Armin y Kuchel caminaron hasta abajo del árbol, donde se encontraba extendido un mantel blanco con algunas delicias para comer, un ramo de flores frescas y una botella de vino.

Levi sonrió al ver la sorpresa en el rostro de Historia y se quedó un tanto embelesado hasta que un codazo por parte de Armin lo despertó del trance.

—Está bien, algo se traen ustedes dos.

Historia podía ser una Reina paciente y misericordiosa cuando se trataba de su pueblo, sin embargo solamente Levi y Armin la conocían tal cual era. Se desesperaba con facilidad y no soportaba los rodeos en especial cuando no tenían algún sentido diplomático. Levi decidió que lo mejor sería no seguir perdiendo el tiempo y con la ayuda de Armin se arrodilló frente a ella.

—¿Qué estás haciendo? —Historia escondió la mano al ver las claras intenciones de Levi de tomársela.

—¿Puedes dejar de hacer tan difíciles las cosas?

Historia, presintiendo lo que se avecinaba buscó los ojos de Armin. Supo, por las largas conversaciones mantenidas con el joven en la biblioteca o después de hacer el amor, cuánto le había afectado el hecho de no saber si al regresar a Marley las promesas de Levi de seguir con él serían ciertas y temió que una nueva inseguridad estuviera embargándolo en ese momento. No podía no pensar en él cuando también lo quería, pero bastó verle la sonrisa para volver a concentrarse en Levi y en lo que tenía para decirle.

—Nunca creí que un hombre como yo se mereciera esto. —Apretó la mano de Historia cuando vio que la joven iba a reprocharle como siempre hacía cuando tocaba ese tema. —. Pero gracias a todo lo que ustedes me han dado, solamente puedo sentirme honrado y profundamente agradecido. —Levi extendió la mano llamando a Armin quien se encontraba cargando a Kuchel. El joven se acercó un poco tembloroso.

—Levi… —Fue lo único que pudo murmurar Historia. Tenía los ojos bien abiertos y estaban un poco humedecidos, como si estuviera a punto de largarse a llorar de la emoción.

—No sé qué hubiera sido de mí sin ustedes tres. Me dieron una nueva razón para vivir y ahora sé que quiero pasar el resto de mis días con ustedes, siendo una familia.

—Levi ¿Qué estás tratando de decir? —La voz temblorosa de Historia salía un tanto entorpecida por la mano que cubría sus labios.

—Te estoy proponiendo que seas mi esposa. —Lo dijo como si fuera una obviedad, de hecho así era, pero como no era el momento de que el Levi sarcástico hiciera su aparición Armin le puso una mano sobre el hombro para ayudarlo a encontrar nuevamente el punto. —Entonces ¿Qué dices?

Historia volvió a mirar a Armin para cerciorarse de que todo estuviera bien y el joven se limitó a asentir mientras en su rostro se dibujaba una amplia sonrisa.

—Claro que sí, tonto. Si quiero casarme contigo.

Fue recién allí que Levi sacó la cajita roja de su bolsillo y antes de abrirla para revelar el anillo, Levi continuó hablando.

—Armin… Sé que te lo propuse antes, pero quiero hacerlo de la manera correcta, como tú me lo pediste. —Levi abrió la cajita para revelar dos anillos. Ambos sencillos y recatados, con la única diferencia de que en uno brillaba un zafiro. —. Si ustedes me lo permiten, quisiera que mi vida entera les pertenezca a ustedes, después de todo, son los responsables de que este viejo haya encontrado su lugar en el mundo.

Historia se abalanzó sobre Levi sin poder contener más la emoción, pero Armin, como siempre tan correcto, tenía que interrumpirlos.

—¿En verdad no le vas a decir nada?

Historia tuvo que incorporarse un poco para poder mirar a Armin a los ojos.

—¿Sobre qué?

—¡Sobre esto! Eres la Reina de Paradis, no creo que sea lo más recomendable este tipo de relaciones. ¡No puedes estar casada con dos hombres!

Historia se puso de pie ayudando a Levi en el camino.

—Creo que es mejor que estar viviendo en pecado. —Se puso el dedo índice sobre la cabeza como si estuviera pensando profundamente.

—¿Qué va a pensar la gente? ¿Los guardias? ¿Los…?

—Armin… Te han visto salir del cuarto de Historia a primera hora de la mañana. La gente no es tan tonta como crees. Incluso la gente del pueblo. Si no sabe ya que tenemos algo entre nosotros tres, al menos lo presienten.

—¿Qué vamos a hacer con los nobles? Van a poner el grito en el cielo.

—Soy la Reina, tú mismo lo dijiste y puedo persuadir a los ancianos. ¿No me conoces lo suficiente? —Historia se acercó a Armin para robarle un fugaz beso.

—Está bien, suponiendo que logras convencer a los ancianos, de todas maneras esto está mal. No pueden existir dos Reyes.

—Entonces que Levi sea Rey y tú consorte. ¿Estás bien con eso?

La noticia de la boda de Levi, Historia y Armin se esparció rápidamente por todo el reino confirmando así las sospechas de la mayoría de habitantes. Desde hace algún tiempo se venía comentando sobre el parecido de Kuchel con Levi y paulatinamente la leyenda urbana de que Levi se escabullía hacia el cuarto de la Reina cada noche se volvió en una certeza no confirmada. Luego, cuando Levi fundó su tienda de té, varias personas lo habían visto con Armin a través de los cristales. Si bien no sabían a ciencia cierta lo que se cocía todas las noches en el palacio- porque casi siempre Armin y Levi regresaban juntos- decidieron que lo mejor era observar de lejos, después de todo, se trataba de los héroes de Pâradis, si querían armar orgías por las noches, bien merecido se lo tenían.

Así que cuando por fin los rumores que cada vez eran más fuertes se confirmaron, solamente hubo una gran emoción. Después de vivir siglos bajo el miedo de los titanes, una boda de esa magnitud solamente lograba generar esperanza. Y como había dicho Historia, ella podía ser de lo más persuasiva cuando en verdad quería algo.

Así que allí estaban. Con el sacerdote parado frente a los dos hombres, vestidos con sus ropas militares, esperando impacientes la llegada de la novia.

Después de que el sacerdote pronunció las palabras que oficializaron el nombramiento de Levi como Rey y de Armin como Consorte, Historia los miró con complicidad. Por más que la etiqueta la obligaba a guardar una apariencia de solemnidad, la joven no podía ocultar su emoción. Uno de los ancianos apuntó en uno de los libros antiguos la fecha de la ceremonia para tener un registro para la posteridad. Según el protocolo se esperaba que la Reina se retirara por una de las grandes puertas y el novio, en este caso los novios, tendrían que partir por la otra, pero en cambio, Historia tomó la mano de Levi y Armin y los arrastró hacia afuera a pesar de los gritos y reclamos del consejo de ancianos.

Escaparon a caballo hacia las afueras de lo que alguna vez fue el distrito Shiganshina y se refugiaron en una cabaña en la cima de una colina. Historia y Armin, aún vestidos con las ropas ceremoniales, saltaron de los caballos y corrieron hacia la cabaña completamente emocionados, como si se trataran de un par de niños. No los culpaba, la guerra les había arrebatado entre otras tantas cosas, la inocencia. Levi los miró saludarlo desde la cima de la colina y recordó ese mal sueño que una vez tuvo. Quizás sin la ayuda de ambos, ni siquiera hubiera podido levantarse de la silla de ruedas y en cambio, había logrado mantenerse en pie incluso para probar posturas sexuales cada vez más osadas.

Levi bajó del caballo y alcanzó a la pareja para llevar a cabo todo lo que su imaginación le dictaba y mientras cargaba a Historia entre brazos agradeció profundamente que tanto Gaby como Falco hubieran aceptado la misión de cuidar a Kuchel durante algunos días, eso sí, con ayuda de las nanas.

Ingresaron a la cabaña y sin perder más el tiempo, Levi le arrancó el vestido a Historia mientras Armin se dedicaba a desvestirlo a él. Era algo extraño, porque si bien tenían las ganas contenidas de poseerse los unos a los otros, también sentían el momento como la primera vez. Un poco torpes al inicio, chocando con una rodilla por aquí o un codo por allá para luego estallar en risas, besarse… acariciarse. Dejarse envolver por la irrealidad del momento y sentir, por una vez más, que estaban en el lugar al que pertenecían. A ese lugar que siempre había clamado su presencia.

Con el pasar de los meses habían dominado el arte de amarse de a tres, así que mientras Armin le dedicaba extensos cunilingus a Historia, Levi se dedicaba a penetrarlo por detrás. El sonido de excitación que los tres dejaban escapar se extendían por todo lo largo y ancho de la pequeña vivienda, sumiéndolos en un mar de placer que cada vez se hacía más grande. Levi, conteniendo el orgasmo, se apartó y se recostó sobre las mantas e Historia se arrodilló de tal manera de dejar el pene erecto de Levi sobre su rostro. Con golosa ansiedad se lo metió a la boca, Armin por su parte se colocó detrás de la joven y lentamente fue ingresando en su interior para luego empezar con estocadas leves. Ya casi no necesitaban hablar, sus cuerpos se movían por puro instinto y sabían perfectamente cómo y qué tocar para estar en sintonía. Así, mientras Armin arremetía con más fuerza, Historia chupaba el miembro de Levi con furia, al compás del movimiento de cadera del ex capitán. El glande le llegaba hasta la campanilla, pero eso no era impedimento para mantener el ritmo.

Una nueva melodía de gemidos llenó la habitación. Era tan excitante que solo el sonido era suficiente para despertar en ellos nuevas emociones, todas intensas, todas buenas… todas correctas. Historia gateó hacia la boca de Levi para besarlo y luego se incorporó un poco más para alcanzar los labios de Armin. Sentía que iba a enloquecer de un momento a otro y antes de que eso sucediera, quería mirarlos. Encontró en la mirada azul de Armin el reflejo de sus propios ojos, el mismo amor que tenían por el mismo hombre y el cariño infinito e inesperado que había surgido entre ellos. Las vivencias y experiencias pasadas salieron a relucir por una fracción de segundo para luego volverse humo y desaparecer en un beso que llegaba a suplantar todo lo malo. La Reina lloró en ese momento, sintiéndose libre por fin de la carga que significaba comandar un reino que intentaba levantarse de las cenizas. Un nuevo par de labios se posó sobre su mejilla y una mano… una hermosa mano testigo de los horrores de la guerra, curtida por el uso de armas y que en otros tiempos cometió actos atroces para asegurar la supervivencia, esa misma mano ahora le otorgaba paz.

No pudo seguir el hilo de sus pensamientos cuando Levi la agarró de la cintura y la sentó sobre su pelvis, penetrándola lentamente, tanto que bien podría parecer una tortura. El interior de Historia clamaba por más y Levi, con una sonrisa traviesa le dio el gusto. Arremetió con fuerza hacia arriba -un acto osado debido a la cabalgata anterior- y antes de dejarse ir extendió la mano hacia Armin, quien entendió a la perfección las intenciones del ex Capitán. El joven Arlert, ahora Consorte, se posicionó detrás de ella y con cuidado y paciencia también se introdujo dentro de ella. Historia estuvo a punto de desmayarse debido a las nuevas sensaciones y se aferró con fuerza a la espalda de Levi. El vaivén lento poco a poco fue subiendo de intensidad y la Reina, completamente atrapada entre ellos soltó un gemido al cielo, fue casi un grito que hizo eco en toda la vivienda y tratando de aguantar un poco más las estocadas escondió el rostro en el cuello de Levi.

No pasó mucho tiempo para que Levi también se dejara arrastrar por la corriente del orgasmo, y como si se tratara de sus viejas andanzas, se aseguró de llenar a Historia con su semilla. La apretó de la cintura penetrándola hasta el fondo y junto a un espasmo dejó escapar un gemido ronco y profundo que llevó a Armin, que estaba aguantando lo más que podía, a terminar también.

La tensión natural de los cuerpos se desvaneció por completo y ya más relajados se apartaron lentamente. No querían hacerlo, pero el cansancio les pedía tregua.

Armin se recostó al lado izquierdo de Levi y escondió el rostro en su pecho, Historia lo imitó ocupando el otro lado. Rieron cómplices, como si se tratara de un grupo de niños después de cometer una travesura, Levi llenó el rostro e Historia de besos firmes y otros fugaces al tiempo que acariciaba el cabello de Armin. No hablaron, no había necesidad de hacerlo y cuando quiso darse cuenta, descubrió que los dos muchachos dormían plácidamente abrazados a su cuerpo.

Allí, en la calma total de las paredes, Levi alzó la vista hacia el techo y sonrió totalmente complacido. Si alguien le hubiera dicho que iba a tener la fortuna de formar una familia más que completa, nunca lo hubiera creído. De creer no merecer amor, había pasado a un estado de completa dicha y la sombra de sus culpas se habían desvanecido al igual que sus pecados cometidos.

FIN

Aclaración:

Si bien este capítulo fue planeado como el final del fic, Nikola me pidió que haga un capítulo extra. He decidido mantener estas últimas líneas como el final y el siguiente capítulo será como un especial de navidad, ya que es el cumpleaños de nuestro queridísimo Capitán y precisamente la siguiente parte estaría ubicada en esas fechas.