Capítulo 15 Parte 2
"Mierda…" dijo Yukie, apenas y pudiendo respirar, "Hay una garra en mi abdomen…" se dijo al poco tiempo de que el dolor apareciera y aumentara exponencialmente en tan solo segundos. Al único que escuchó sorprendido fue a Michael. Sintió el carro siendo acelerado mientras ella se giraba hacia Michael, y Aravind empezaba a removerle lo que quedaba del corset.
Entraron a lo que llamaban la sala de seguridad, se imaginaba una sala con última tecnología como la primera que había visitado, pero esto parecía más una casa vieja a punto de caerse con el próximo temblor fuerte que hubiera. Las paredes descarachadas y mugrosas, así como el piso. Puertas de madera gruesa, pero aquello no detendría a un lycan. Para Michael el lugar no tenía lo necesario en seguridad, pero decidió mejor callarse aquello.
Vio a Ellen inclinándose y murmurándole algo a Selene mientras está asentía, después tomando las escaleras mientras Yukie, Aravind y Selene ingresaban en el primer piso. Esta última ingresó a un baño mientras la pareja continuó por el corredor. Por unos segundos Michael se debatió entre acompañar a Selene, o seguir a la pareja a ayudar. Cuando escuchó a Selene quejándose bajamente mientras trataba de quitarse el corset caminó hasta ella, el de Yukie había sido de amarrar, el de Selene era de cierre, que ella lo dejara ayudarla y quitárselo lo sorprendió mas no queriendo invadir su privacidad dio un paso hacia atrás, "¿Te traigo sangre?" se decidió a preguntar.
Selene le asintió, "Sí, cuatro bolsas."
Michael sabía que no eran para beber y dejó la sala, solo en el pasillo estando al tanto que no sabía dónde buscar más pronto encontró. Se las llevó, llegando para verla sentada en una banca y sacando un brazo de su traje de traficante. Michael ignoró aquello y le pasó las bolsas, dejándoselas al lado.
"Ve y ayuda a Yukie," le pidió. Se lo imaginó asintiendo porque un segundo después desapareció, cerrando la puerta tras de sí. Selene se acabó de desnudar con dificultad y después se echó la sangre de las bolsas sobre las heridas, y esperando que esta empezara a trabajar. Si esta fuera sangre real, no tendría que esperar tanto.
Si no fuera tan terca ahora mismo tendría a Michael alimentándola y bañándola en su sangre. Mierda.
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Michael ubicó a la pareja. Ingresando a una sala que lo impactó, sillas metálicas, cadenas conectadas al techo, utensilios médicos. Sin pensar caminó hasta estos ignorando lo que veía, levantó unos fórceps y un bisturí más los encontró manchados de sangre seca. De repente escucho a Aravind diciéndole que mirara en el cajón de la izquierda y allí encontró un paquete sin destapar. Lo hizo inmediatamente, girándose hacia Yukie, encontrándosela de espaldas a él, desnuda de la cintura para arriba. Aravind le pidió los instrumentos, "Soy doctor…" se escuchó diciendo vacilante. "…Tengo más experiencia…" después de decir aquello estuvo seguro que no la tenía, ¿a cuántos lycans no traía para abrir aquí semanalmente?
Yukie miró por sobre su hombro a Michael y le asintió, "Déjalo," le dijo a Aravind. De repente Michael estuvo al lado suyo y le señaló de donde venía el dolor.
Entre sus costillas, Michael tocó, haciendo presión, y haciéndola quejar. Por unos segundos titubeó al recordar que no había nada para quitarle el dolor, y mierda, escuchó a Aravind marchándose mientras él eficientemente hacía una incisión de alrededor de cuatro centímetros de largo y después metía los fórceps en esta, buscando la uña, la encontró tras unos momentos y la sostuvo, trató halarla suavemente, pero de inmediato se dio cuenta que estaba incrustada en una de sus costillas, al menos no fue el pulmón, se dijo mientras hacía fuerza para extraerla. Yukie quejándose y más sangre continuando brotando, cuando por fin está salió se sorprendió ante lo larga y ancha, y la consistencia dura y sucia.
Aravind de repente apareció a su lado, cubriendo la herida con un trapo negro no dejando que más sangre se desperdiciara y colocando sobre la mesa lo que alcanzó a notar como una sudadera.
"Gracias." Dijo la pareja al mismo tiempo.
Michael les asintió, dejando los instrumentos a un lado. Y después de que supo que no le colocaban atención se guardó la garra en el bolsillo.
Por supuesto trató de no estorbar y dejó a la pareja sola. También a Selene sola. Tan solo buscó una sala y se encerró en esta, aun sintiéndose temblando por el susto de hacía rato y por el olor a sangre real. Se tomó su tiempo mientras bebía de una bolsa de sangre para calmarse y recorrer la casa segura mientras los traficantes arreglaban lo que necesitaban. Ascendió los cinco pisos del edificio, nivel por nivel, no dejando habitación ni sala por inspeccionar. La espera se le hizo larga y a medida que revisaba habitaciones con duchas abiertas, varios camastros sencillos por habitación, salas con armas, salas de tortura, se sintió exhausto. Trató de no pensar en lo que estaba presenciando, de cómo había visto a Selene matar aquel lycan; lenta pero efectivamente, y el sentimiento de culpa que le proveyó... Por seguridad volvió a descender el lugar silenciosamente, se dirigió directamente al tercer piso donde había visto una sala con muebles cómodos y se sentó en uno de estos, exhalando cansado.
Lo próximo que supo fue despertarse. No sabía si había pasado mucho tiempo o tan solo cinco minutos. Salió de aquella sala de nuevo, en el cuarto piso sintió a Selene cerca y se dirigió hasta ella, encontrándola con el mismo tipo de sudadera de algodón que había visto a Aravind alistarle a Yukie, "¿Cómo van las heridas?" le preguntó, porque qué no llevara el traje reglamentario de traficante de muerte le dejó ver con certeza que sus heridas habían sido o eran más graves de lo que ella le había dejado saber.
"Ya están prácticamente sanadas." Lo miró de arriba abajo, notándolo todavía sucio, "Tienes tiempo de asearte." Le notificó, "…Nos demoraremos un rato más …" si es que se iban.
"¿Y eso?" preguntó, mirando hacia el reloj de uno de los computadores, pero la hora allí no le dijo nada. No tan disimuladamente la miró a ella, notando bastante el contraste entre aquella sudadera holgada al apretado traje de traficante de muerte.
"Estamos esperando autorización." Le dijo simplemente y vio que él eso lo tomó simplemente como protocolo.
Michael quería hablar de lo que había sucedido entre ellos, pero también sabía que no era el momento, la notaba retraída, pero a la vez siendo cordial con él. Su atención cambió hacia la serie de pantallas que de repente empezaron a parpadear, al parecer los computadores estaban conectados a algún programa que permitía llamadas telefónicas, el nombre Kraven destellando en estas. "Justo a tiempo." dijo Michael sonriendo con desazón. Después de varios timbres, "¿No piensas contestar?"
"Sé mejor que contestar." Le respondió, ya otro lo haría. Y no era Kraven, probablemente era alguno de sus traficantes.
"Apuesto que no eres la única."
Estaba esperando a que se marchara pero no lo hizo, en vez de eso lo vio parándose más derecho y caminado hacia ella decididamente, manteniéndole la mirada y dándole tiempo a negarse. No hubo ninguna sorpresa con el beso, él tan solo tomó su cara entre sus manos y apoyó sus labios juntos. Cuando Michael la volvió a mirar lo hizo exhalando, como si hubiera estado conteniendo el aliento pensando que lo rechazaría.
Michael le quería decir algo, aunque no sabía qué, ella le colocó la mano en el brazo y estiró la cabeza mirando por sobre su hombro hacia la puerta, cerciorándose de que estuvieran solos, aunque muy bien sabiendo que sus compañeros estaban en pisos diferentes. Michael le dio el espacio necesario estudiándola, y después empujándola los cinco o seis centímetros que la separaban de estar apoyada contra la pared.
Tras cerciorarse que no había nadie colocándoles atención Selene colocó la cabeza sobre la pared, volviendo a mirarlo a los ojos. Y él se le acercó completamente atrapándola con su cuerpo firme, una exhalación los dejó a ambos, y debía sentirse atrapada, pero no lo hacía, antes le gustó la sensación.
Michael trató de no pensar tanto en la sensación del cuerpo de ella y con el pulgar le acarició el mentón y ella le colocó las manos en la cadera. Volvió a besarla de la misma manera que lo había hecho anteriormente. Ella manteniéndole la mirada tras separarse después de otros momentos. Lo que sucedió a continuación fue una sucesión de besos inocentes, a veces más largos, a veces más cortos, ella devolviéndole cada uno y mirándolo a los ojos cuando se separaban.
La magia pareció romperse cuando entró otra llamada, ambos mirando a la pantalla, de nuevo Kraven, sintió a Selene exhalando y tomó la quijada de ella entre sus labios para que no se distrajera. "…Te mereces algo mejor que esa basura..." le susurró.
Por primera vez Michael dijo algo que le pareció absolutamente ridículo; buscaba una objeción a algo que no lo beneficiaba a él en este mundo, viendo que desde que entró en este todo prácticamente le cayó en bandeja de plata. "En todo caso no sería a ti a quien mereciera." Decirle aquello mientras le rozaba los costados acariciándolo definitivamente no tendría el efecto deseado.
"No me refería a mí y por -"
"Eres demasiado bueno." Él era quien merecía alguien mejor que ella, y en ese mundo –en su opinión– había muy poca gente que valiera la pena.
Se acercó de nuevo, esta vez masajeando sus labios con los de él, sintiéndola respondiendo con ganas, "-si algo esta es tu segunda excusa." Dijo aquello prácticamente contra sus labios.
Hubo una pausa, pero al final ambos sabían que ninguno estaba escuchando las razones del otro.
Michael sabía que esto no cambiaba nada. Se separó aunque no mucho, apoyó su hombro contra la pared y su otra mano la colocó sueltamente sobre la cadera de ella. Para Michael había una razón por la que él le había llamado la atención a ella y para el momento estaba seguro que era su forma de ser, en esa sociedad llena de guerreros y personajes dominantes para variar era diferente que alguien como él existiera. Y que le prestara atención a ella. ¿Qué tanto apreciaba su vida si había reconsiderando arriesgarla por ella, por una aventura? "Para mi tus excusas, tus realidades si quieres llamarlas así, no son obstáculos." Sabía que aquellas preocupaciones eran reales para Selene pero para él no y si ella quería tener una conversación sería en cuanto a ello la tendrían. Iba a decirle exactamente eso que acaba de pensar pero ella no le dio tiempo.
"…¿Y Kraven si lo es…?" le preguntó con ironía pues hasta hacía quince días lo había sido. Probablemente ya veía al regente como la piedra en su zapato para estar con ella sin tener en cuenta todas las desventajas que ella le veía a querer tener algo con él y que a su vez la refrenaban.
"…No si tu no quieres…" Ya se imaginaba que le iba a salir con algo así. No se sorprendió cuando se quiso salir de la prisión que él le había impuesto y la dejó sin ningún problema, ahora siendo él quien se apoyaba contra la pared.
"¿No se te ha cruzado por la cabeza que Kraven no es el único obstáculo?"
"Tomaremos uno al tiempo entonces." Se remojó los labios, "Llevamos los últimos días jugando al gato y al ratón, y quiero más, y evidentemente tú también…" Había recapacitado.
"Los papeles se han intercambiado." Le admitió, cerrando el espacio entre ellos. "Ahora soy yo quien ve el peligro que Kraven representa."
Michael estaba dolorosamente al tanto de aquello; ella había aceptado darle una oportunidad a lo de ellos solo para él acobardarse por la existencia del regente. "Podemos ser discretos."
Si ella quería él no se negaría, pero ella ya no deseaba negarse, tan solo quería hacerlo entrar en razón porque evidentemente ella la suya ya la había perdido. "No puedo poner tu vida en peligro. No quiero arriesgarte. Sobretodo sabiendo cual la meta es. No puedes valorar tu vida tan poco."
Definitivamente la valoraba poco. "Vales la pena." Sabía que la resolución de ella era tan débil como la suya, se estaba prestando para esa conversación, que ya de por si era demasiado.
"¿Aprecias más un revolcón que tu propia vida?"
Su pulso se aceleró más tan solo de imaginárselo. Se aseguró de pensar muy bien su respuesta antes de darla, más que todo de ser sincero, "Mira no soy un santo, y sí, quiero todo contigo…incluso lo que no me puedo imaginar este mundo tiene por ofrecer. Y aquello también incluye descubrir a donde nos lleva esta conexión que hay entre nosotros…Selene, si fuera solo un revolcón lo que necesitara no estaría siendo tan insistente." Se atrevió a dejarle un beso en el hombro.
La mendada conexión entre ellos, "No nos llevará a ninguna parte. Te marchas dentro de poco."
A él todavía no le habían dado fecha y si de Ziodex estaban mandándole equipo a Ordogaz dudaba que era porque se fuera a marchar prontamente, "Exacto." De nuevo la tomó de la cintura, así lo estuviera rechazando vocalmente no lo hacía físicamente, "Más razón para aprovecharlas…No las palabras más románticas, pero contigo sospecho que romance es mejor evitarlo. Para mí es inconcebible no arriesgarnos a saber a dónde nos lleva esto..."
"La situación con Kraven no va a cambiar. No debería de interesarte buscar dolores de cabezas."
Ya pasaba a ser dolor de bolas, pero sentía que si le contestaba algo así, o si la seguía presionando sería ponerse a la par de cómo Kraven la trataría.
Habló con sarcasmo, "No puedo creer que aprecio más tu vida que lo que tú mismo lo haces."
"Y yo que te aprecio más a ti de lo que tú misma lo haces."
Más palabras absolutamente ridículas, trató de desestimarlo separándose completamente de él. "No trates de endulzarme el oído. No servirá de nada."
"Créeme, cuando te esté endulzando el oído lo sabrás...y tal vez te guste."
¿En verdad le respondió aquello? "¿Esas tonterías en verdad funcionan?"
"Está funcionando contigo. No te has marchado del todo." La mirada fija de ella vaciló en ese momento y él no pudo evitar sonreírse.
Selene se separó por completo, "Para mí esto no es un chiste, Michael. Me importas…demasiado." lo descubrió tras lo sucedido con Kraven, y mucho más esa noche.
Notarla vulnerable estaba siendo familiar esa noche, tal vez era darse mucha importancia decir que era por él, "La química entre nosotros no es algo a lo que uno simplemente le pueda dar la espalda. Piénsalo…"
"Lo peor de todo es que lo estoy haciendo…" aquello hubiera sido mejor no admitirlo pero lo había hecho. Se mantuvieron la mirada y otra llamada telefónica volvió a entrar, miró hacia la pantalla y volvió a exhalar, "Desearía que fueras un cretino como Kraven."
Escucharon pasos por el pasillo, pero estos a final de cuentas no se acercaron, sabiendo que lo mejor por hacer era marcharse y dejarla sola Michael lo hizo. "Con tanta insistidera siento que lo soy."
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Para su gusto estaban pasando mucho tiempo en aquel lugar mas no se atrevió a decírselo a sus acompañantes. Ellos sabían más que él. Sólo sospecho que las cosas se colocarían peor cuando de repente Selene y Ellen aparecieron juntas, Ellen asintiéndole a Selene y después dejándolos solos. "¿Qué pasa?" le preguntó, "¿Aravind, Yukie…los otros?"
"Todos están bien." Le respondió, no estando segura por donde o como comenzar. Se aclaró la garganta, "Nos vamos a quedar todo el día aquí. Les estamos colocando una trampa a unos lycans con el apoyo de Amelia."
"¿Por qué?"
"Puede que esos lycans que nos encontramos hoy sean parte del grupo que se encontró cerca a la mansión. Los que estaban buscando descendientes del clan Corvinus." Vio a Michael uniendo los puntos, "Creemos que hay un infiltrado entre nosotros. Incluso del grupo que te sacó de la mansión."
Michael exhaló, "¿Acaso creen que más lycans vendrán a buscarme?"
"…Es una posibilidad." Se le acercó, "No te preocupes. Estamos preparados."
¿Qué no se preocupara? "No, no estamos preparados. ¿Qué si atacan de día?"
¿En verdad Michael creía que aquello no lo habían tenido en cuenta? "Las posibilidades son pocas y está todo preparado. Sólo un puñado de nosotros sabe dónde estamos, si algún lycan se aparece será más fácil darnos cuenta quien es el infiltrado."
Michael iba a seguir protestando, pero Selene lo interrumpió.
Selene ya había tomado la decisión de romper las reglas, mas no había estudiado las palabras que utilizaría. "Lo que te voy a decir debe quedar entre nosotros dos."
"…Todo lo que me dices siempre queda entre nosotros dos."
Selene lo miró, ese no era el momento, "Hay una cuestión sobre tu sangre de la que no estás al tanto, y siento que no es justo, ni mucho menos prudente, seguírtelo ocultando."
Michael de inmediato se paró más derecho, estudiándola, sus ojos diciéndole que lo sabía, "¿Qué sabes?" le preguntó, había estado tratando de sacarle toda la información a Olivia, a los científicos que habían estado con él, incluso a Amelia, y literalmente había escarbado entre la basura para ver si daba con los resultados de los exámenes que le hicieron, ¿y ahora resultaba que Selene lo sabía? "¿Cómo lo sabes tú?" preguntó casi acusadoramente.
Selene le frunció el ceño, por el tono de voz podía notar que Michael estaba al tanto de algo, más la duda le quedaba sobre si hablaban de lo mismo, "…Amelia me dijo que no estabas al tanto de nada…"
Michael exhaló, "Sé más yo de biología que ustedes. ¿Qué tan idiota me creen para creer que no sospeché nada?"
Tenía toda la razón, "¿Cómo supiste de los resultados entonces? Sólo Amelia, Olivia y yo los leímos." Hasta donde ella estaba al tanto.
"No sé los resultados de los exámenes. Pero sospechaba algunas cosas y cuando trajeron a los tres lycans vi mi oportunidad…James me consiguió un poco de sangre de uno de ellos. Ya el resto fue hacer unos experimentos prácticos." El silencio se dio nuevamente, "Lo que obviamente me confirmó lo que sospechaba y la razón por la que tú, Ellen y Amelia se espantaron cuando se dieron cuenta que yo andaba por los calabozos." Selene para colmo de males no dijo nada más y se preguntó si había más que él no sabía, "El que no sospecha nada es Marcus, hace unos días tanteé la conversación con él y, o es muy buen actor o no le han dicho."
Y allí había estado ella preocupada por guardarle la magnitud de aquel secreto. Por otro lado, haciéndosele extraño que él tuviera más contacto con el Mayor que la mayoría de vampiros que ella conocía. Aquello era un honor, y Michael ni siquiera lo notaba y si lo notaba no le daba importancia.
Michael buscó la mirada de ella, "Gracias de todas formas."
Tanta preocupadera para nada, "No le digas a nadie que te lo dije. Amelia me lo prohibió el día de tu conversión. Ellen tampoco está de acuerdo."
Michael volvió a lo importante de la conversación, "…Mi experimento fue un poco rudimentario…¿De casualidad no te puedes hacer con los resultados de los exámenes?"
Ya quisiera, "Dudo que todavía existan."
Exhaló ante aquello, "Sospecho que hay cosas peores que convertirme en un híbrido pero-"
Selene lo interrumpió, "No hay nada peor que te pueda suceder que convertirte en híbrido. Metete eso en la cabeza. Si no terminas como un titiritero de los lycans terminarás con una bala entre los ojos por nosotros."
Silencio se mantuvo ante aquello, Michael sabiendo que al menos por parte de los vampiros no se podía ver algo mejor venir. La guerra como un todo lo veía como algo sin sentido, pero sabía que era mejor no compartir esa clase de pensamientos con Selene, "…Me pregunto que más me están escondiendo."
"…O que más puedan estar estudiando en Ziodex con las muestras de tu sangre." Selene estaba segura que al menos un par de científicos de los que desarrollan armas contra los lycans habían obtenido muestras. Era su campo, era lo que ella haría. Pero Amelia veía un campo más completo.
Con aquellas palabras notó que Selene en verdad le preocupaba toda esta cuestión, "Le he insistido a Olivia que sé que algo se traen entre manos, pero no me ha dicho nada, si algo has sido tú la que lo ha confirmado."
"No te he confirmado nada aparte de que puedes mantener las dos cepas de ambos virus. Nada más sé." Empezaba a creer que hablar de eso con él fue una mala idea. "Cómo pones tus palabras me puede traer problemas, más si las dices delante de quien no debes."
Michael decidió no decir nada más, en sus planes estaba tratar de sacarle toda la información que pudiera a Olivia. "¿Qué recuerdas de aquellos resultados?"
Se negó, "Solo gráficos en curvas y un montón de palabras que no significaron nada. Nada que te vaya a servir."
Le creía. De repente una idea se le vino a la mente, una idea que tenía las probabilidades muy bajas de que ella aceptara, "¿Qué te parece si tratamos de averiguar algo de más por nuestra cuenta?"
La verdad no quería ni pensar en lo que se podría encontrar, "Antes de que te dejes llevar por tus ideas déjame yo hablo con Ellen, tengo razones para creer que podría-"
Que le diera la oportunidad no lo podía dejar pasar, "¿Que ella te mandara a seducirme?"
La atención de Michael parecía ir de aquí a allá cuando le convenía, "No enteramente…pero eso también." Le dijo sorprendida de que estuviera al tanto de ese tipo de cosas. Más no podía estarlo de que no hacía ni diez minutos le había reiterado aquello. Esperó que él hiciera algún otro comentario capcioso mas no lo hizo. "…Aparentemente estás al tanto de las cosas más de lo que yo creía."
"Tengo más tiempo libre que tú."
De eso no le cabía duda.
"…Y también le caigo mejor a la gente que tú."
Ella 'le caía bien' a la gente adecuada pero también sabía que no era fácil de llevar, "Te dije que no te preocuparas en cuanto a los lycans. Pues preocúpate un tanto más." Le comentó.
Michael exhaló, "¿Qué si somos atacados?"
Selene le hizo una seña para que la siguiera, llevándolo hasta la sala donde se habían estado besando horas atrás. Ahora en los monitores las imágenes de las cámaras dentro de la casa segura.
"Hemos montado bombas de plata en la puerta principal, en todas las escaleras, y en varios pasillos con puntos débiles. Si lycans entran, créeme, no llegaran lejos. Nos vamos a dividir, Selene y yo vigilaremos en la mañana desde la sala de vigilancia, y Aravind y Yukie lo harán en la tarde." Ellen le notificó.
"¿Y yo que voy a hacer?" se decidió a preguntar, aunque ya sabía la respuesta; no lo habían tenido en cuenta para nada.
"Te puedes ir a descansar." Ellen le comentó, "Tuviste tu primer estallido de adrenalina. Nosotros los traficantes de muerte estamos acostumbrados, pero no un recién iniciado. No debes de tener muchas energías."
De hecho, no la sacó de su error, había estado cansado antes de tomarse su siesta, pero ya no más. "Quiero ser de utilidad."
Selene se había imaginado que diría algo así.
"Entonces haz medio turno con nosotras y medio turno con Aravind y Yukie." Le dijo Ellen, "Si algo llega a suceder, este botón de aquí activará todas las bombas. No querrás activarlas justo cuando ellos ingresen, sino cuando ya estén…en el segundo piso, digamos."
Michael asintió, interesado, yendo a sentarse al lado de ella, "¿Colocar bombas en sucesión es algo que se aprende o ya vienen listas de ese modo y ustedes después es solo instalarlas?"
Ellen le levantó una ceja, "Algo que se aprende."
"¿…Cómo?"
"Convirtiéndote en traficante de muerte y si en verdad quieres el trabajo por interés y no por la remuneración económica." Le dejó saber y lo vio interesado, "¿Por qué, quieres aprender? …Creí que no te interesaba convertirte en traficante de muerte."
"No me interesa. Sólo que ustedes parecen tener habilidades que serían de uso aprender."
Ellen le sonrió con sarcasmo, "Entonces bienvenido al club." Le comentó. No había forma de que a él lo dejarían arriesgarse más de lo necesario.
Michael vio a Selene darle una mirada de poca apreciación a Ellen, "¿Cómo siguió Yukie?" se decidió a preguntar.
"Bien." Contestó Ellen, "ahora descansando con su amorcito."
"Bien," asintió y otra pregunta le vino a la mente, "¿Cuando hablas de bombas, te refieres a una explosión que mande polvo de plata volando u…objetos, como minas antipersonales?"
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Fue a eso de las siete u ocho de la mañana que se encontró hablando con Ellen, Selene también, pero los comentarios de Selene tendían a ser de dos a tres oraciones cortas y concisas.
"No te preguntamos, ¿Cómo te fue con la herida de Yukie? ¿Su sangre no tuvo algún efecto en ti?"
"No realmente." Le admitió, lo tuvo más cuando vio a Aravind alimentándose de ella, pero aquello era algo que le revelaría a Selene no a Ellen.
"Supongo que aún estaba en shock por todo lo sucedido…"
Ellen le asintió, "¿Ya has bebido sangre real?" le preguntó y lo vio sacudiendo la cabeza.
Selene mantuvo el silencio hasta que decidió no hacerlo más, "Le dije que sería más prudente hacerlo una vez que su cambio se ajuste…"
Se sorprendió ante aquello más decidió no opinar nada pues que Corvin le hiciera caso a Selene en cuanto a eso era paradójico, "Aquello es insensato cuando dejas la mansión…" se decidió comunicarle a este.
Michael trató de no mirar a Selene. "…¿Por qué?"
"Por lo general para las civiles no hay ningún peligro. Pero imagínate si hoy hubieras salido lastimado y no hubieras podido contener tu sed de sangre. Que ataques a algunos traficantes no es nada…pero si hay humanos presentes es otra historia…"
Selene asintió silenciosamente en cuanto a aquello. "…La salida de hoy no estaba agendada...mucho menos de que terminara como lo hizo."
No, no había estado agendada. Pero sí la había estado su salida a Ziodex y la de hacía casi una semana con Marcus, y aunque esta última tan solo por contar con el Mayor estarían fuertemente protegidos no se podía correr el riesgo. "Marcus está planeando un viaje después de la ceremonia de Amelia…" le dejó conocer a Michael, "Es probable que quiera que vayas." Lo vio asintiendo silenciosamente, pensativo y mirando al piso y leyó en aquello. Michael era del tipo de vampiros que le costaba adaptarse psicológicamente en cuanto a algunas cosas a este mundo. "La última vez tal vez fui un tanto insistente," le comentó, no viendo la mirada que Selene mandó en su dirección, "Te sorprenderás de lo placentero que es…aún más con la guiansa necesaria." después de unos momentos lo vio asintiendo para después colocarse en pie y marcharse. "¿Qué dije?" se giró, preguntándole a Selene.
Selene no contestó, pues sabía que Ellen se estaba haciendo la tonta, muy bien ambas habían visto el bulto en el pantalón de Michael al marcharse…o al menos ella lo hizo.
Ellen exhaló, "No sé qué es peor, si tener recién convertidos imprudentes que brincan ante la primera oportunidad de todo, o aquellos que lo dudan."
"Hasta hace dos semanas era un doctor…" le recordó. "Esto de la sangre no se le debe de hacer fácil."
"Tu podrías hacérselo," se lo recordó colocándose en pie, y pasándose la mano por el cabello, "Ahí sí me lo imagino gustoso." Como fue de esperarse la vio sacudiéndole la cabeza como si no creyera aquello, "¿Me vas a decir que no has notado los ojos con que te mira o la reverencia con que te trata? Lo tienes comiendo de tu mano."
"…No es mi tipo."
"Sí, lo sé." Le respondió con desaliento.
Selene la estudió por el reflejo de una de las pantallas apagadas y vio que no tenía idea de ella y de Michael. Tras unos segundos donde se quedó mirando a la distancia dejó la sala.
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Michael se sintió transformado y erizado mientras hacía su camino por el pasillo, la sangre de Selene y de Yukie en su mente constantemente. Recordando el olor a esta y su textura. Su erección aumentando y aquello le pareció desagradable. Era un médico por Dios santo. Era confuso, estimaba a ambas mujeres e imaginarse atracción a la sangre debía ser un gran no, como un flash le vino a la mente a la orgía vampírica y se quejó bajamente. Entró en una sala de armas y cerró la puerta tras de sí, "Mierda," se dijo, no podía estar deseando la imagen de Selene y Yukie cubiertas de sangre…y se negó a tocarse con aquello en mente. Más bien se concentró en aquellas armas, y meterse miedo al estar a las puertas de un ataque inminente…Selene le había dicho que se preocupara.
Menos de una hora después y recuperado regresó a la sala de vigilancia, en el peor de los casos esperando alguna burla por parte de Ellen y ya estaba preparado para esta cuando encontró a Selene sola. Ninguno se dijo nada y él fue y se sentó en silencio donde había estado anteriormente. Una duda le entró, pero la sacó rápidamente de su cabeza, Selene no tenía que imaginarse que Ellen fue tras él, primero porque las cámaras que cubrían enteramente el lugar se lo habrían dicho y segundo, porque él no era del gusto de Ellen.
Minutos después la incomodidad entre ellos era palpable y dejó el juego de solitario por unos momentos, "¿Alguna vez asistes a los martes de juegos de mesa?" se decidió a preguntar. Recordaba cómo se había sorprendido cuando se dio cuenta que los vampiros armaban actividades para no aburrirse tanto con lo mismo de siempre.
"No." Lo miró, "Y si fuera tu tampoco lo haría. Te dejarán sin nada."
De eso no le cabía duda. Pero tampoco era como si él tuviera mucho, aunque decidió que sería sabio no quejarse ante aquello.
A mitad de mañana volvió a hablar, preguntándole si acaso Ellen se había ido a descansar y ella se encogió de hombros. "…Debe de estar hablando con Yukie, averiguando de quien provino la brillante idea de sacarte de la mansión y quienes estuvieron involucrados originalmente."
Michael dejó que eso le calara la mente sintiéndose incomodo, "¿Hablando o interrogando?" Si era esa última no creía que Yukie tuviera que ver algo en todo este enredo, siempre en sus entrenamientos había sido amistosa con él.
"Hablando." Le contestó con el mismo tono de indignación que él había usado.
"…Mmmm…" se dijo, colocándose en pie y vio que Selene lo miró.
"Están hablando, Michael. Ella no es persona de interés."
"…Tan solo voy a ir a cerciorarme," le dijo, tampoco era como si creyera que, en caso de una interrogación, interrogación como él se imaginaba, Aravind no fuera a intervenir. A decir verdad, no sabía en qué piso estaban, pero al llegar al cuarto escuchó voces, y por los comentarios, las risas, y buen humor de los tres integrantes supo que brincó a las conclusiones. Sin dejarse ser sentido o visto volvió hasta donde Selene.
