Capítulo 27. "Luz y Sombra"
Había permanecido encerrado en la habitación revisando con suma efusividad las cintas obtenidas de Sakura TV por Souichiro Yagami, prestando cuidado a cada menor detalle de los juicios y respectivas respuestas a las decisiones que pudo darle la policía al autor de éste de no haber intervenido ellos. Nunca fue interrumpido por el grupo formado, pues requería la mayor concentración posible alegando que todos necesitaban relajarse ya que superar el luto por el fallecido Ukita no sería cosa de segundos, y además recuperarse de tantas noches en vela les tomaría un buen lapso. Estaba de más insinuar que no le servían en su 30% de capacidad, así que el mejor detective del mundo se dedicó a trabajar como estaba acostumbrado: completamente solo, al menos por ahora. Casi se sintió mal de no haber asistido al funeral de su compañero, pero se consoló al recordar que había enviado a Watari para transmitir sus condolencias.
Al término de la penúltima cinta grabada, no pudo evitar divagar sobre lo inaudito que resultaba el hecho que Kira matase con solo mirar a la persona; no era algo que hubiese sucedido anteriormente, así que este Kira debía tratarse de un impostor, considerando que todas las victimas utilizadas en el programa de aquella fatídica noche eran criminales exclusivamente anunciados en revistas o programas estrictamente femeninos. Su estilo además se trataba de algo que a L simplemente no terminaba de agradarle respecto al Kira que ya se había acostumbrado, pensarlo le llevó considerar invitar al hijo de Yagami a la investigación; su intelecto le serviría de mucho. Y si él resultaba ser Kira, le vendría perfecto mantenerlo vigilado desde una distancia más corta, pues el chico parecía el modelo perfecto de un asesino tan frío como calculador. La idea electrificó su cerebro con un recuerdo que hasta el momento no había tomado en cuenta.
Beyond Birthday.
Si, cuando estuvo con él Beyond le había confirmado que poseía un don especial para elegir a sus víctimas, con el cual se ayudó para encontrar personas compartiendo la inicial de su nombre y apellido. ¿Sería sensato considerar que el Segundo Kira poseyese el mismo don en sus ojos? Kira tenía el poder de matar a distancia, usando sólo un rostro y un nombre. Al Segundo Kira le bastaba un rostro. Y B podía ver las fechas de muerte y nombre con sólo visualizar a la persona aunque en su caso mató personalmente. A pesar de que se reprendió por recordarlo en un momento de arduo trabajo, no podía descartar la posibilidad de que este poder para asesinar estuviese estrechamente relacionado. Siendo así valdría la pena tenerlo en consideración.
Necesitaría mencionárselo a su equipo pero, ¿cómo revelarles información tan exclusiva? Si ninguno estaba al tanto del caso de su medio hermano y hacer la menor mención pondría en una postura delicada su credibilidad y moral también. Después de todo siendo un aspecto relativamente importante, debió mencionarlo desde el primer momento que formaron el escuadrón. A menos que se saltara los detalles y soltara el comentario como estuvo haciendo hasta ahora cada que alguno llegaba a sentir interés por preguntar sobre Beyond; podría fingir que por su don era que había sospechado que Kira se trataba de una persona en primer lugar y no una organización entera como muchos en un principio sospecharon.
Si, esa era su opción más sensata.
Tomó el control remoto del mueble a un costado de su sillón, deteniendo el casete para acto seguido levantarse y caminar a la videocasetera, cambiando el video con claras intenciones de proseguir con la revisión. Probablemente seguiría de esta manera (repasando los videos una y otra vez en busca de algo que podría estársele escapando), hasta que su equipo estuviera de vuelta para escuchar su veredicto final. Del mismo modo podría estructurar un plan para hacer visible lo que había obtenido de Beyond, enlazándolo al caso Kira para que sonase creíble, algo que dudaba fuese difícil de hacer.
—B-kun, ¿dónde estás?
Los dedos de L se detuvieron frente al botón de reproducción del aparato. Su voz había sonado más melancólica de lo que él mismo hubiese esperado. Ni él ni Watari sabían nada de B desde la última vez, los medios yacían ajenos a un ataque misterioso o alguna locura que sólo pudo ocurrírsele a Beyond Birthday, no creía que alguien como él pudiera estar tan fuera de mira una vez en libertad. ¿Debería preocuparse? Agitó la cabeza suavemente ya que no era conveniente pensarlo ahora, ya tenía suficiente con visualizarlo durante sueños. Es sólo que no entendía cuan frágil e íntima había sido su convivencia desde el momento que se le confesó, no es algo que se esperaría de un hombre tan peligroso. Lawliet no olvidaba esos momentos en los que Beyond dormía a su lado mientras él sólo lo observaba gozar de un básico privilegio biológico que ya no conseguía obtener él hasta que había cruzado el límite.
Ese rostro pacifico con párpados cerrados, labios entreabiertos y poros expandiéndose y contrayéndose rítmicamente al igual que sus pulmones con una respiración profunda. En serio se había enamorado de su compañía, de su mera presencia. Por ello es que las horas en su ausencia le estaban haciendo tanto daño, los pensamientos paranoicos le herían al punto que se sentía perder el control, convenciéndolo cada vez sobre tratar de investigar personalmente su paradero aunque otra parte de su ser (entre lo que resaltaba su dignidad) le impedía moverse impulsivamente como ya había hecho cuando se conocieron.
— ¿Cuándo vas a volver? —le preguntó al silencio aún si supiese que era inútil hacerlo. Su soledad no le iba a responder a menos que sufriera algún trastorno grave como la esquizofrenia.
Y el silencio de la habitación que ocupaba confirmó sus pensamientos lógicos. Ojalá pudiese atrapar a Kira de una vez para ser capaz de permitirse el capricho como lo fue permitirle ocupar su mismo espacio, pero su valioso informante llamado Naomi Misora no les ayudaría a resolver el caso a menos que mejorara su estado, causado por el aparente ataque de un ladrón en su hogar, el cual causó lesiones graves en su cerebro. En el presente seguía prestando atención a su progreso después de que lograron localizarla en un hospital general, había enviado a Watari para interrogarla pero aunque ella seguía insistiendo que necesitaba contactarse con él para transmitirle su valiosa información, no respondía preguntas y repetía los mismos diálogos una y otra vez, sin mencionar que se negaba recibir visitas de extraños o de otra manera sufría ataques de pánico. Watari había conseguido saber por medio de una enfermera que sí que conversaba con un visitante frecuente no familiar; presumiblemente un amigo.
Pensarlo conmocionó a L de pronto.
Sabía que no poseía bases pero, Misora iba acompañada por un hombre espeluznante según le informaron los recepcionistas al agente Aizawa, el cual se comportó de una manera preocupante de la nada, ¿sería posible que se tratara de B? Ya le había mencionado antes que le atraía el poder de Kira. ¿Y si quería capturarlo por sí mismo? No sería descabellado imaginar un escenario así teniendo en cuenta que desconocía el origen de su propio poder. Kira se hubiese deshecho de Misora de enterarse que poseía información valiosa respecto a él, Beyond no podría matarla a menos que su fecha de muerte fuese óptima para las circunstancias. El mejor detective del mundo no pretendía acumular suposiciones ajenas al caso que traía entre manos, pero tenía un mal presentimiento y hacía mucho que sus espontaneas corazonadas no le generaba una sensación tan desagradable.
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A pesar de todo el revuelo generado por las deidades que buscaban obtener el orden universal, la vida de la ciudad continuaba su curso sin demasiados cambios, los habitantes seguían sus rutinas, dejándose caer en un espiral que no cesaría nunca aunque durmiesen; algunos tan atentos a las noticias sin poder evitar crear teorías al respecto. Sin embargo, poco a poco comenzaban a darse cuenta de que algo tan grande (como el intercambio de mensajes entre Kira y su admirador a través de la TV) se estaba filtrando al ojo público. Comenzó como un rumor oscuro entre los jóvenes estudiantes tras la repentina desaparición de cierta idol anunciada en los espectáculos menores trasmitidos en canales de poca audiencia, cruzando por foros y finalmente en páginas exclusivas de videos. Un proceso lento que obtuvo cada vez más fama a medida que pasaban los días, horrorizando a una porción de las masas, registrado en la red por el nombre «Ejecución de Pimpim-san por Antichrist», mismo que se creyó como una broma de muy mal gusto el día de su estreno noches después de su inexplicable desaparición.
El filme en cuestión comenzó a ser compartido, acompañado de comentarios fanáticos indignados con las imágenes y exigiendo justicia para la indefensa muchacha que se mostraba en la cámara, siendo o no la idol por la cual fue nombrado de tal manera. La censura del video no fue realizada de inmediato, por lo que circuló por la red tal cual fue publicada hasta que dejó de ser material underground, pasando por los filtros de la seguridad cibernética, siendo borrada y publicada de nuevo en diferentes perfiles falsos masivamente. Cada vez más personas sabían de la existencia del video en cuestión, cruzando de ser una leyenda sin bases al ser recortada en situaciones específicas, entretenimiento retorcido para los amantes del gore y finalmente una realidad que inspiró largos artículos dedicados a las sangrientas escenas en periódicos y blogs de internet.
Frases como «Asqueroso», «Esto no puede ser real… ¡es enfermizo!», «Nuestro Señor Kira, ¡no permitas que este asesino continúe vivo» eran cada vez más frecuentes entre los usuarios.
Muchos no podían creerse siquiera que el video fuese genuino y continuase en línea a pesar de que comenzó a penalizarse cualquier clase de contenido referente, pues era casi imposible combatir los errores de cancelación que de pronto comenzaron a rodear el archivo. El misterioso caso del presunto video snuff creció al punto que unas cuantas televisivas se permitieron hablar de ello con obvias restricciones, tratando de analizar un mensaje que claramente retaba al afamado dios que se decía purgar el mundo de escorias. El sujeto enmascarado que aparecía en pantalla martirizando a la joven perfectamente inmovilizada en el suelo mientras era grabada en ángulos degradantes parecía ser el autor directo, y aquello no hacía más que incrementar el odio tanto como el morbo de las masas. Y esto pronto llamó la atención de cierta modelo que al ver el desarrollo de dicho video, apretó con fuerza el móvil; ella reconocía a la persona que estaba siendo torturada en las imágenes y no podía si no asquearse por la osadía de aquel personaje para incluso insultar el trabajo divino de su idolatrado dios mientras el shinigami blanco a su lado agitaba las alas a sus espaldas en el solitario camerino.
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La vida de un universitario japonés no era sencilla y Light sabía que no podía descuidar sus notas mientras impartía el juicio de Kira, y esa noche mientras volvía a casa altas horas de la noche en taxi se sentía especialmente agotado. Desde que fue invitado formar parte del grupo de investigación para simular el papel de Kira enviando un mensaje de respuesta a la aparición del Segundo Kira y que éste mordiera el anzuelo que el equipo le había lanzado para capturarlo, le provocó mucha repulsión, pues había hablado con demasiada facilidad sobre los ojos de shinigami en la nueva cinta. Ryuga –como L se había hecho llamar para rondar la universidad– se había espantado por la mera posibilidad de que estas criaturas en verdad existiesen. Pero aunque había conseguido desviar la verdad con unas cuantas palabras, L había afirmado que tenía algo importante que contarles a todos los presentes a raíz de la situación actual. A Light se le revolvía el estómago sólo de recordarlo.
—Mi hermano es capaz de ver el nombre y tiempo de vida en una persona. —Esta información no tardó provocar conmoción en el grupo entero, incluido Light, cuyo cuerpo se hizo frío ya que ni siquiera tenía conocimiento sobre el recién mencionado individuo, y por lo que veía todos eran conscientes de ello excepto él—. Sé que debe sonar extraño pero fue gracias a eso que sospeché sobre la veracidad de la existencia de Kira, aunque él no sabe dónde obtuvo ese poder… aparentemente lo posee de nacimiento.
—Un detalle tan importante, ¿cómo no lo habías dicho antes, Ryuzaki? —renegó Matsuda.
—He de admitir que no lo habría contado ahora de no ser por este último mensaje del Segundo Kira, a mi hermano no le gusta hablar al respecto. Probablemente se enoje conmigo en cuanto se entere de que he soltado su secreto con ustedes. Pero es mucho mejor que lo agreguemos a la investigación ahora que nunca. ¿Por qué sería importante un detalle tan trivial como el tema de "los ojos" para ambos Kira? ¿Deberíamos considerarlo una palabra clave como esta aparente alusión al shinigami para poder investigarlos?
—Sería lo apropiado —aportó Souichiro—. Hemos decidido no intervenir ahora que comienzan a intercambiar referencias que sólo ellos entenderían pero no sería mala idea tener en cuenta estas palabras clave para futuras pistas.
—"Ojos" y "Shinigami" —repitió L dibujando en sus labios una sonrisa cruda—. Será interesante.
Light suspiró exasperado, jamás contó con este giro de circunstancias. Ya había sido demasiado que L se le plantara enfrente revelando su identidad y apariencia para llevar a cabo un enfrentamiento más directo, pero ahora que poseía cierta información sobre el trato de los ojos, no dejaba de ser una amenaza; realmente no importaba que fuese incierta o poco exacta. Era probable que al principio hubiese jugado demasiado y por eso sus propias tretas se estuvieran volviendo en su contra actualmente pero no tenía caso lamentarse por lo ya hecho, sólo le quedaba trabajar con lo que obtuvo a cambio. ¿Cómo sería el hermano de L? De acuerdo a lo que le había contado Ryuk, sólo alguien con una Death Note era capaz de tener contacto con un shinigami, que un humano poseyera la habilidad de los ojos sin haber efectuado el trato ni tener conocimiento de la existencia de las Death Note se trataba de un suceso anormal, casi aislado. Necesitaba averiguar más sobre el hermano de L y dilucidar qué tanto conocimiento al respecto poseía en verdad, pero también necesitaba encontrar al Falso Kira que amenazaba con ser un total estúpido capaz de entregar los secretos de ambos en bandeja de oro. En verdad que ser Kira estaba tornándose demasiado estresante en este punto. Llegado a su destino, bajó del vehículo y pagó al conductor. Una vez en su habitación encendió el computador todavía pensando en su siguiente plan de acción, debía hacer algo con todo esto y rápido.
—Parece que las cosas se están retorciendo cada día más, ¿eh, Light? —se burló el shinigami que lo acompañaba masticando una manzana que el joven le había entregado siquiera encerrarse en la completa oscuridad—. ¿No tienes alguna pregunta que hacerme?
—Da igual lo que te pregunte ahora, dudo que sepas algo útil.
— ¿Oh?
—No tenías idea que fuera posible que un humano sin Death Note fuera capaz de verte, es imposible que tengas conocimiento sobre el caso de alguien que haya nacido con los ojos de shinigami.
Ryuk se rascó la puntiaguda melena con un gemido pensativo; el humano lo había atrapado. Entonces sus propias palabras alertaron a Light sobre un detalle a considerar al instante, su cerebro siendo golpeado con la memoria de aquel sujeto andrajoso al que se habían encontrado en la estación de policía junto a la informante que más tarde sería enviada al hospital general. No podía ser coincidencia, aunque no lo había visto tan bien como le hubiese gustado en aquel momento debido a lo esquivos que ambos se comportaron cuando trató brindarles su ayuda, lo cierto es que poseía cierta similitud a L. ¿Podría tratarse del misterioso hermano de su némesis? Siendo así, tendría mucho con qué abordar a Ryuga Hideki mientras fingían ser buenos compañeros durante los horarios del campus. Sería una charla insustancial en apariencia, si eran cordiales en mayor medida no debía ser la gran cosa querer indagar un poco en su vida familiar, aunque conociendo a L tendría que guiar la conversación con todo el cuidado que pudiese reunir. Pero L apenas asistía a la escuela, ¿habría alguna manera de convencerlo para que se pasara por allá de vez en cuando y así profundizar su convivencia? Necesitaría ponerlo a prueba.
Abrió sus páginas recurrentes de la red para ejercer anotaciones de nombres criminales, topándose instantáneamente con una aglomeración insana de post sobre un mismo acontecimiento, lo cual lo sorprendió.
Hacía tiempo que no entraba en estos foros, así que le intrigó que todos los usuarios se hubiesen obsesionado con un solo material, ya que las imágenes de periódico con casos de criminales cotidianos quedaban opacados por un video plagado de insultos y suplicas en los citados hacia Kira para asesinarlo cuanto antes. Sin dar crédito a lo que veía, conectó los audífonos y dio click al botón de play, encontrándose con la escena de una mujer con poca ropa retorciéndose y gimiendo aterrorizada en el suelo de un salón, completamente inmovilizada. Todo a su alrededor estaba muy oscuro, así que no había manera de determinar la zona exacta en que yacía. Lo que vino después hizo al corazón de Light palpitar, pues la silueta de un hombre corpulento (o al menos con ropas holgadas), con un costal blanco cubriendo su cabeza por completo se coló en la pantalla, sosteniendo lo que parecía clavos y un martillo.
—Pimpim de Tokio, 17 años —habló de pronto una voz distorsionada mientras el sujeto se colocaba en cuclillas delante de la joven que se agitó desesperada siquiera enterarse de su cercanía—. Idol de gran peso los últimos años, amada y admirada por jóvenes y adultos en igual medida, nunca hizo daño a nadie, no de gravedad, así que se trata de una inocente que no se merece el trato que estás a punto de presenciar.
Anticipando lo que sucedería, el cuerpo entero de Light se tensó como una reacción natural incitada por la adrenalina pero no apartó la mirada mientras el sujeto capturaba a la muchacha para enterrarle el primer clavo sin ningún remordimiento en el dorso de uno de sus pies, haciendo lo mismo con sus manos amarradas y encintadas de manera conveniente para mancillarla justo en el centro. Ryuk se asomó intrigado por lo que había sumergido la atención del humano, mostrándose también impresionado por las imágenes.
— ¿Eso es real? —quiso saber pero Light no se molestó en responder, comenzando arder en ira por el filme tan grotesco y sin sentido que estaba viendo.
— ¿No es correcto? No, no lo es. Pero para algunos esta es la manera en que logran sentirse vivos, ¿lo sabías? Algo un poco como tú, aunque ligeramente diferente. No sienten remordimiento de herir a los débiles, y en su lugar disfrutan del sufrimiento que puede otorgarles la carne viva. Se dice que aquel que una vez prueba la sangre ya no puede recomponerse. Debo estar de acuerdo, y es por eso que no le temo a morir de un ataque al corazón. Sería el castigo más piadoso que un torturador como yo podría pedir.
— ¿Piadoso? —repitió Light con rencor, pues era más que evidente que el asesino en la pantalla se estaba dirigiendo a él; a Kira.
—Seguramente en estos momentos piensas que no eres piadoso, que sólo haces justicia purgando criminales viles que no merecen vivir, justo como yo. Pero, ¿no es eso acaso una falacia? ¿No merecemos sufrir por nuestros actos? Mi victima agonizó hasta la muerte, ¿no merece venganza? En mi opinión, tu justicia no es satisfactoria, sólo matas… no tomas en cuenta lo que sienten aquellos cercanos a la víctima, como los padres de Pimpim-san. Ellos desearían tenerme en sus manos para proyectar en mi cuerpo cada una de las torturas que su hija ha sufrido antes de morir.
El joven Yagami frunció el entrecejo. ¿Estaba cuestionando sus métodos a la vez que lo comparaba con él? ¿Quién era este asesino? ¿Cómo se atrevía a retarlo por este medio tan privado? No había sido tan directo como L que lo desafió por televisión, más bien estaba siendo dsicerto (ya que se comunicaba con él a través de terceros) pero conservaba la misma arrogancia del detective.
—No me importa la justicia que pretendes impartir en el mundo —decía la voz distorsionada, grabada y sobrepuesta en las grotescas imágenes—. Puedo aceptar que quieras limpiarlo de inmundicia… pero eso no sería divertido. Bajo el yugo de la pacifica monotonía encontramos un aburrimiento tan hondo que podríamos matar al primero que se nos ponga enfrente. Un mundo sin crímenes y delincuentes sería imposible, ya que cuando la mente siniestra primigenia desaparece, renace una nueva. Sin alguien a quien perseguir, odiar o culpar, las personas dejarían de agradecer la paz que poseen y entregarían su vida al caos. Harían del más mínimo problema una catástrofe mortal. Kira, sabes que no podrás gobernar un mundo sin escorias, no puedes deshacerte de nosotros, pero sobre todo no podrás deshacerte de ti mismo.
El tipo anónimo abandonó el cuerpo mutilado para caminar hacia la cámara que lo había estado filmando para enfocar el resultado de su arduo trabajo, exhibiendo la traumatizante escena de una persona que parecía estar luchando por atrapar sus últimas bocanadas de aliento. Ryuk empezó a reír cruelmente con las palabras del tipo, consiguiendo que la sangre de Light hirviera.
— Kira, ¿crees que es malvado lo que he hecho? Espera a ver lo que haré si no me matas para entonces. Mutilaré tantos inocentes como vida me quede. Cuando te encuentre lastimaré a tus seres queridos, esos que dudo sepan de tu falsa tarea mesiánica. De cualquier forma te estaré esperando, yo junto a toda mi legión de anarquistas desalmados. Haz tu movimiento… aunque preferiría que te entregaras a mí. Deja de jugar con L y enfréntate a un anticristo de verdad.
De ese modo fue como el video terminó, dejando al joven Yagami en silencio, uno que parecía incrementar la densidad de la oscuridad rodeándolos, mucho más de la que el shinigami causaba con su sobrecogedora presencia.
—Parece ser que Kira ha obtenido un gran número de admiradores, ¿eh, Light? —se mofó el shinigami, sus ojos carmines brillando con intensidad, sumamente entretenido con el estilo de aquel nuevo enemigo. Las manos del universitario se volvieron puños. Una molestia más se había sumado a su lista de adversarios pero no dejaría que ni uno solo arruinara sus planes, pues pasara lo que pasara al final él obtendría la victoria y sería el dios del nuevo mundo. Pasearía por encima de los cadáveres de todos sus detractores: L, la policía e incluso este nuevo opositor del paraíso prometido que planeaba construir.
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Una sensación espectral se anidó en su esófago, haciéndole sentir como si hubiese estado más muerto que de costumbre, adolorido de una forma que no conseguía describir con palabras. Le ardían las plantas de los pies por percibir calor, le picaban los dedos por sujetar el frío comunicador que se encontraba a unos metros en el suelo con él, entonces marcar el número con el que sabía podría comunicarse con Watari y de ese modo compartir unas palabras con L. Estaba luchando contra sus deseos como nunca antes. Casi azota la nuca cuando se dejó caer en ese espacio para fingir que era un cadáver como en los viejos tiempos. Recuerda que Misora lo había mirado con una mueca de desagrado total, le sorprendía cómo no lo pateó ahí donde estaba para poner a prueba su actuación, pues si era bueno se mantendría estático frente al dolor que lo atacaría desde sus músculos o de lo contrario se hubiese doblado para arruinar su postura.
— ¿Cómo estará ella? Hace tanto que no la visito, los amigos no se abandonan. ¿Será prudente? Jeevas dijo que le pareció ver a un anciano entrar y salir del cuarto donde está internada —pensó en voz alta. Quizás debería preguntarle a Matt sobre ello para verificarlo pero recordó que el pobre había quedado muy afectado por lo de la idol, así que BB lo había dejado irse mientras se recuperaba—. ¿Vería el video? Estúpido, le advertí que no lo hiciera.
Le dirigió un rápido vistazo al comunicador y devolvió la mirada al techo, estiró el brazo como si quisiera desperezarse por el sueño pero atrapó su muñeca con el otro en un acto reflejo, devolviéndolo así a su pecho. No, no debía dejarse llevar, necesitaba mantenerse apartado de L si quería conservarse fresco para su codiciado enfrentamiento con Kira. El video donde actuaba se había hecho viral en este punto, después de todo estaba al pendiente de las emisoras y paginas donde hablaban de él; sólo sería cuestión de tiempo para que Kira comenzara a investigarlo. El comunicador vibró de un momento a otro y él lo miró con intriga ya que no sabía que podía recibir llamadas también. Como un felino se lanzó hacia este y admiró unos instantes la luz roja que parpadeaba en la punta de la antena, finalmente respondiendo.
— ¿B-kun? —El corazón de Beyond saltó a la altura de su garganta cuando esa voz extrañamente ansiosa habló a través de la bocina. No podía con su felicidad, tanto que no encontró su propia voz ese lapso de tiempo, aparentemente el suficiente para impacientar a Lawliet—. ¿Estás ahí, B-kun?
— ¿Me extrañas? —inquirió de golpe, los sentimientos amontonándose en su pecho sin alivio.
—…Sin duda una manera singular de hacerme saber que estás escuchando. ¿Puedo preguntar por qué te has estado manteniendo en silencio por tanto tiempo? Me preocupa que no des señal de vida, especialmente porque no quiero que te involucres en un crimen como los que sueles llevar a cabo. Estoy arrepintiéndome de darte la libertad.
—Niichan, yo… te extraño.
—B-kun…
—Todos los días estoy pensando en llamarte. Todo el tiempo quiero despertar en tu cama. Ya he roto cosas porque quisiera estar donde el señor y tú están. No es divertido cuando no los molesto. Quisiera tener el poder de transformarme en sus objetos más preciados y deslizarme hacia al suelo para hacerme añicos y así causarles tanta intriga que se vean obligados a recoger mis partes.
—Pues ven a visitarnos.
—No.
— ¿Por qué no?
—Ya consumieron mi mente, no puedo… no puedo dejar que consuman mis huesos también.
—Nadie te va a consumir, B-kun. Si tú quieres sólo ven a dormir y regresa a la libertad al día siguiente.
—Cuando te veo cerca no quiero alejarme. Además tienes que estar rodeado de esos agentes… y su presencia me molesta, te quitan tiempo conmigo. ¡Quiero matarlos!
— ¿Qué estás diciendo, B-kun? No digas eso o tendré que encerrarte otra vez.
—L… —Beyond tembló mientras volvía a dejarse caer en el suelo, embelesado por ese tono rasposo y obstinadamente sin emociones. Podía imaginarlo sobre un sillón o sobre la cama en esa posición tan suya, sosteniendo el comunicador curvando los dedos desde arriba junto a su eterna expresión estoica—. No puedo creer que tenga el derecho de escuchar tu voz sin esos montones de filtros, soy el huérfano más afortunado de mi generación en Wammy's House.
—Creí que habías dicho que lo odiabas.
—Para nada… ya no tanto. Ha cambiado un poco cuando pude alcanzarte.
—B-kun, debes venir, he… he revelado tu secreto.
— ¿Qué?
—Sobre tu poder como villano, mi equipo lo sabe, y mi sospechoso de Kira también. —La confesión sorprendió tanto a Birthday que no pudo hacer más que levantarse de nuevo y permanecer en silencio, esperando por el resto de la explicación—. Sé que no debí hacerlo pero… ocurrió algo, no sé si te enteraste de ello. Por eso no tuve más opción que compartir esta información sobre ti.
—Iré contigo… —confirmó—, pero todavía no. ¿Puedes esperar?
— ¿Qué puede ser tan importante para que deba esperarte, B-kun?
— ¿Celoso? —Las pupilas de Birthday brillaron con la posibilidad expuesta, escuchó a Lawliet emitir un sonido que no se asemejaba a nada sencillo de identificar, así que lo ignoró.
—Estoy tratando de adivinar si estás haciendo algo en mi contra otra vez, B-kun. No eres de fiar.
—Si hiciera algo mientras estoy lejos de ti, sería asegurar tu supervivencia, L. Eres mío, solo mío. Tu vida me pertenece sólo a mí, por favor grábate eso.
—Creo que estás yendo demasiado lejos con esto, B-kun. No es correcto adueñarte de otra persona. Soy consciente de que acepté algunos de tus extraños avances pero…
—Tú te adueñaste de mí también —le interrumpió abruptamente, no podía evitar estar molesto y alterado por escucharlo hablar, después de todo había expuesto un asunto delicado sobre su persona que no podía ignorar, además siempre que percibía su alma tan cerca a la suya generaba esta reacción por todo su cuerpo, como si su sangre exigiera volver a mezclarse.
—Eso no es cierto. Todo lo que hago es asegurarme que no estás ocasionando problemas.
—No, siempre fui tuyo —declaró tajante—. Era Backup en el orfanato, tu segundo posible sucesor, tu imitador, tu copia. Tu verdadero némesis. Hoy día también soy tu hermano. Tuyo, de nadie más. ¿Entiendes? Por eso tengo el derecho de que seas mío. Y si no lo admites ahora, por mucho que me duela hacerlo, no iré a verte otra vez.
— ¿Cuándo aprendiste a usar la manipulación emocional? —Fue todo lo que se le ocurrió a Lawliet preguntar luego de tan apasionadas palabras. Beyond sonrió enloquecido.
—Sabes que soy capaz de cumplirlo, Niichan. Me conoces. Y ya me demostraste que no puedes dejar de pensar en mí tampoco, así como yo no dejo de recordarte en cada cosa que hago.
—B-kun… eres persistente. —Unos momentos el silencio alimentó la línea abierta de comunicación entre los dos hasta que el joven detective se animó retomar la palabra—. ¿Prometes mantenerte a salvo y no cometer delitos mientras ocurre nuestro reencuentro?
—…Si —dijo comprendiendo a la perfección que ya había roto su palabra sin siquiera haberla hecho.
—Bien… y por cierto, respondiendo a tu anterior pregunta… si, te extraño. Buenas noches.
Seguido de aquello Lawliet cortó la llamada, probablemente demasiado tímido para esperar por obtener la contestación que Beyond estuvo obligado a tragarse, soltando el aparato nuevamente en el suelo y sintiéndose flotar sobre el reducido espacio, su mente repitiendo una y otra vez el nombre de L, ahogado en la dicha y la remembranza de velos rotos, revueltos sobre un charco de sangre espesa similar a la que había quedado de su última actuación como asesino. Ahí se imaginó a Lawliet recostado con las rodillas pegadas a su pecho durmiendo profundamente, a donde él acudiría para abrazarlo desde la espalda con impropia delicadeza, sin importarle mancharse con esa inmundicia que guiaba su sendero. Dos figuras gemelas adhiriéndose a la absoluta. Beyond siempre fue consciente de que glorioso era morir sobre bascosidad junto a él.
