Recuperando a Neji

Capítulo 6

But I know that I'll make it out alive if I quit calling you my lover and move on


Ino

Antes

Lo amaba. De verdad lo amaba. Pero cinco meses atrás se había prometido que no volvería a estar con Neji Hyuga. No podía. Tenía que darse más valor a si misma. No merecía la manera que la había tratado, la manera que la había descartado como si fuera nada, como saltó a la oportunidad de deshacerse de ella. Lo quería, de ser por ella, regresaría con él. Pero su vida ya no era suya propia. Ya no podía dejarse guiar por sentimientos, no cuando otro ser dependería de ella. Lo que de verdad le había cambiado su perspectiva era el bebé creciendo dentro de ella. Prefería que no tuviese padre a que tuviese un padre que le rechazaría, o que de estar en su vida sería de una manera intermitente, sin que le prioritize. Su vínculo con su bebé ya era tan fuerte que sabía que nunca le permitirá a nadie hacerle daño. Ni siquiera a el amor de su vida.

Esta postura había sido fácil de mantener cuando, después de deshacer su equipo, ellos no tenían ningún contacto. Desde esa terrible tarde cuando Neji le confesó las noticias de su compromiso, solo lo había visto de lejos una vez. Su corazón se había estrujado tanto al verlo. En cinco meses había sido diligente en evitar el área de la aldea donde se ubicaba el complejo Hyuga. Declinaba cualquier salida que su grupo de amigos propusiera si sabía que él estaría ahí. Había tomado un rol de más liderazgo en Tortura e Interrogación, aprendiendo de su padre quien pronto planeaba en retirarse. Esto y el hospital fue lo que la mantuvo alejada de misiones en las que pudiesen coincidir, y también ayudaba con proteger a su bebé, ya que la ponía fuera del peligro que pudiese encontrar fuera de Konoha.

Las primeras semanas de embarazo aún albergó esperanza de que algún día él tocaría a su puerta. De que la buscaría, le daría algún tipo de explicación, incluso fantaseó que se disculparía y le pediría que estuviesen juntos. Pero cuando pasó su primer trimestre sin ni siquiera una palabra suya, aceptó que Neji la había borrado de su vida. Pensó que su corazón ya no se podía romper más, cuando una mañana tres semanas antes de que se desatará la batalla en Konoha, lo vio saliendo del hospital, lo había visto a lo lejos. Aún así sus miradas se encontraron, por veinte segundos pensó que se diriigiria hacía ella - maldita esperanza, pasándole nuevamente una mala jugada - pero Neji se dio la vuelta y se marchó. Efectivamente pisoteando los añicos del corazón que le quedaban. Se preguntó a sí misma si hubiese hecho la diferencia que ella no estuviese usando un jutsu de distracción para esconder su embarazo. ¿Habría Neji acortado la distancia entre ellos al verla cargar en su vientre a su bebé? Fue ahí cuando todo cambió. Neji no la quería. Si necesitaba un embarazo para que viniese a ella, no había ninguna esperanza. El alto peligro de las misiones que embarcaban juntos los había empujado a su unión pasional, y mientras ella se había enamorado, para él había sido solo una salida para su estrés, un desahogo sexual. Ino Yamanaka como persona no había significado nada para Neji Hyuga. Un embarazo no iba a conectarlo mágicamente a ella. No podía exponer a la criatura dentro suyo a tanta frialdad y desprecio. No, era mejor que él nunca supiera.

Esa misma tarde se había reunido con su primo Fu* para discutir el futuro del clan Yamanaka después de que su padre dejase el rol de líder. Naturalmente, Ino era la heredera al mando. Su vida entera se había entrenado para esa posición. Le dolía el tener que rechazarla pero el bienestar de su bebé venía primero. Había decidido que su mejor opción era buscar hogar en otra aldea, al menos hasta que su hijo o hija fuese de edad suficiente para regresar a la academia, años después de que el matrimonio de Neji se hubiese consumado y producido hijos, lo cual le prohibiría reconocer a cualquier hijo fuera de su matrimonio. Pero el clan Yamanaka necesitaría un líder en el intermedio. Sabía que si hablaba con su padre, Inoichi la convencería de quedarse. Como cabeza de un clan podía establecer medidas que protegiesen a su futuro nieto. Pero Ino no podía imaginar la vergüenza de confesar a su padre de su condición. Él esperaba más de ella. Inventaría alguna excusa para salir de Konoha, pero primero necesitaba asegurarse de que su primo estaría dispuesto a asumir el liderazgo.

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Fu

Antes

Fu Yamanaka había resentido a su tío y prima prácticamente toda su vida. Su padre había sido el segundo hijo de Inose Yamanaka. Después de la muerte de su abuelo, su primogénito, Inoichi, había asumido el cargo. Lo cual había causado tensiones entre hermanos. Era tradición que el cargo pasaba el primogénito del líder. Sin embargo, también se debía tomar en consideración la siguiente generación. Si el primogénito no tenía descendientes o solo había engendrado hijas y otro de los hermanos menores había producido un hijo varón, el liderazgo pasaba a ese hermano. En ese entonces la esposa de Inoichi estaba embarazada. Fu tenía 5 y era el primer nieto varón de Inose. Tanto Fu como su padre asumieron que el liderazgo pasaría a su lado de la familia. Pero Inoichi disputó que al no saberse el sexo de su hijo en camino, era injusto otorgar el liderazgo a sus hermano menor prematuramente. Propuso que esperaran al nacimiento del bebé un par de meses después. Fue entonces que el Hokage de aquella época intervino y declaró que el clan no podía quedar sin liderazgo. Decretó que el patrimonio era de Inoichi, e incluso después de que Ino, una hija, naciese no revocó su decisión.

Cuando Hiashi Hyuga falló en producir un heredero varón y ajustó las leyes para el beneficio de sus hijas, el resto de los clanes que solo reconocían a varones como herederos lo imitaron. Si los conservadores Hyuga cambiaban, el resto también podía. Fu, que a sus 12 años ya era un chunin y había sido entrenado para asumir liderazgo después de su tío, se sintió ultrajado al enterarse de que su pequeña y hembra prima Ino había usurpado su título.

Por años ese resentimiento creció dentro de él. Se distanció considerablemente del resto del clan, solo asistiendo reuniones sumamente importantes o si era ordenado de él personalmente por su tío Inoichi. Por eso le sorprendió, aunque con regocijo perverso, la visita de su prima. Ino siempre lo había admirado. Desde niña lo perseguía para aprender tácticas y secretos del clan. Fu admitía que veía el potencial en ella, pero no quitaba el hecho de su género. Konoha nunca había tenido una Hokage. Las mujeres no eran buenas líderes. ¿Por qué sería buena idea dentro de los clanes?

Siempre había pretendido cariño, a pesar de mantener su distancia. Por eso sabía que Ino lo estimaba y consideraba que eran iguales, familia. Que ilusa. Escuchó con falsa paciencia el relato de Ino, una historia sin sentido de cómo debía dejar la aldea por un tiempo. Fu sospechaba que algo de mayor severidad estaba detrás de la repentina decisión de su prima pero no indagó. Sentía la dicha de saber que algo que siempre le perteneció regresaría a él. Con su afirmativa, Ino y él acordaron que en un mes tramitarían el cambio de sucesión frente al clan y el consejo de Konoha.

Sin embargo, aquel acuerdo nunca llegó a convertirse en oficial, ya que dos semanas después de su trato verbal, el caos llegó a Konoha y la maldita cerda desistió de su partida y por ende tampoco de su liderazgo. Pero Fu no perdería lo que era suyo, no una segunda vez.

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Neji

Presente

Despertó de golpe. Miró el reloj despertador en su mesa de noche.

5:17 am

No podía respirar. El peso de las memorias que acaba de recuperar era asfixiante. Ino estaba presente en cada rincón de su mente. Las memorias de ella inundaban y desbordan los surcos y fisuras de su cerebro. No solo recuerdos, también lo llenaban todo las sensaciones, sentimientos y emociones que ella le hacía sentir. La noche anterior, se había acostado con la noción que la mayor parte de sus memorias habían regresado, que reconoció todas las caras que vio al regresar a casa, incluyendo a su prometida de un par de meses atrás, Haromi; recordaba cómo había odiado a su tío por la muerte de su padre y como ese odio había cambiado después de descubrir la verdadera historia; recordaba como su relación con sus primas se había convertido en una de obligación servil a una de familia . Recordaba los momentos antes de lo que había estado seguro sería su inminente muerte, podía recordar con doloroso detalle las estacas que lo atravesaron de pecho a espalda. Eventos cruciales de su vida y su casi muerte. Recordaba minúsculos detalles de cómo en su apartamento le gustaba mantener la temperatura a punto ambiental, incluso en el invierno; como prefería el té de jazmín al verde; como tenía que ducharse antes de irse a la cama… era inverosímil creer que un mes atrás su mente había sido una página en blanco. Si le molestaba no poder recordar quien era la mujer que titulaba sus memorias más íntimas, pero pensó que era una pequeña parte del rompecabezas que se le escapaba. La pieza única que completa las novecientas noventa y nueve ya encajadas. Que equivocado había estado. La magnitud de la importancia de Ino, el grado en el que estaba arraigada en su psiquis era inmensurable. Su ser había estado vacío, y ahora estaba lleno. O no, era como si hubiese estado viviendo en grises y ahora estaba a color.

Era maravilloso y vigorizante. Como cada neurona y célula de su cuerpo se activaba. No tenía otra manera de describirlo más que amor. Amaba an Ino. No como había amado a su padre. No como amaba a sus amigos y familiares. La amaba más que a si mismo. No pudo disfrutar de ese sentimiento porque en un abrir y cerrar de ojos las consecuencias de sus acciones le cayeron como un balde de agua helada seguido por una tonelada de bloques de cemento. El dolor físico que había sentido al casi morir palidecía en comparación con la comprensión de lo que le había hecho a la mujer más preciada en su vida . De como la había alejado, de cómo la había lastimado y humillado. Respondió la milenaria pregunta de que si era mejor haber amado y perdido que no haber amado nunca. La respuesta era no, no era mejor. Haberla amado y perdido se sentía como si hubiesen arrancado una parte de él sin anestesia y sin manera de sanarlo. Que él hubiese sido el culpable de esta pérdida lo intensificaba aún más.

Ino, que lo había amado incondicionalmente, que era paciente, que lloraba por él con los recuerdos de haber sido sellado, que lo hacía sonreír cuando nadie más podía lograrlo, que lo hacía sentir en paz, seguro, feliz… libre. Que le había dado todo sin esperar nada. Que dejaba notas al fondo del morral que llevaba en misiones y le alegraban el día al encontrarlas cuando llegaba a casa. Que cuando lo besaba hacia el mundo desaparecer. Que cuando gemía su nombre algo dentro de él estallaba y sentía que más afortunado no podía ser. La mujer que después de todo el dolor que le había causado había estado a su lado un mes entero, ayudándolo a sanar. Le debía tener su vida de vuelta. Le debía haber aprendido el significado de vivir. Y la había alejado, descartado como si nada. Por orgullo de mantener la apariencia que creía necesitaba, por conformarse a un sistema que nunca se había preocupado por él, y si era honesto consigo mismo, por su cobardía. Porque amarla lo había intimidado tanto que prefirió sacarla de su vida a enfrentar el miedo que sentía de perderla algún día. Podría haber trabajado duro para convertirse en alguien merecedor de ella, sin embargo se escudó con su excusa de falta de potestad dentro de la Rama Secundaria. Él muchos años atrás había aprendido la lección de que tenía las riendas de su propio destino, y había decidido soltarlas.

Por cinco meses sepultó lo que sentía por ella, la había tratado de borrar mucho antes de su episodio amnésico. La había visto marchitarse ante su confesión y no hizo nada. Es mejor así se había convencido aquella tarde. Que lo suyo nunca iría a funcionar en el mundo real, y en vez de tener que salir lastimado cuando lo inevitable ocurrirse mejor adelantarse. El compromiso a Haromi le había caído en su regazo como la herramienta perfecta para desarmar su imposible relación. Y quizás así no saldré herido. No te puede doler perder algo a lo que no te has aferrado. Ino es fuerte, se había dicho para justificar el lastimarla, me superará eventualmente. Los meses que siguieron pretendió que no existía para aplacar el ardor que escocia su pecho si en un desliz de juicio pensaba en ella.

Había sido fácil, vivían en partes distintas de la ciudad, su equipo había sido disuelto, había sido promovido a ANBU lo cual lo mantuvo ocupado y alejado de la aldea. La había visto una vez, a lo lejos, sintió como sus grandes ojos aguamarina buscaban en la dureza de su rostro algún indicio de arrepentimiento o de añoranza, casi le imploraban llenos de esperanza. Y de nuevo como el cobarde que era se demostró frío, con fuerza inhumana cortó el contacto visual al darle la espalda y marcharse en dirección contraria.

Irónicamente el dolor de perderla al que tanto había temido y querido evitar, era exactamente lo que había traído con sus acciones. Recordó el momento que pensó sería su último respiro y reconoció con pesadez que lo último que había cruzado su mente al su torso ser atravesado era poder librarse del sufrimiento que era no vivir sin ella. Entendía porque había tardado tanto en recordarla. Su mente como mecanismo de defensa buscaba protegerlo de las memorias más dolorosas, tal como Ino había dicho al principio de sus sesiones. Y aquí estaba una vez más, con el corazón en carne viva. Pero la vida le había dado una segunda oportunidad. Después de ver a Ino casi a diario por treinta días, había comprendido lo injusto que había sido. Ino era fuerte, pero él en su crueldad la había dominado, quebrado. La máscara de profesionalismo que la Yamanaka se ponía no podía ocultar la pena detrás de sus ojos. Quizás él no tener sus memorias de ella de regreso lo había convertido en un juez imparcial, antes no había querido aceptar el daño que había infringido a la única mujer que había amado. Pero sin sus sentimientos nublando lo que claramente estaba al frente suyo, reconoció el suplicio que la había obligado a vivir. Ahora, tomaba responsabilidad. Se asqueaba de sí mismo. Siempre se dijo que ella merecía más que él, y era cierto. Pero ahora estaba determinado en convertiste en ese alguien digno de ella, estaba dispuesto a intentarlo, a tratar de enmendar lo roto, a ponerla primero. Ahora sabía que nada se comparaba al dolor de no tenerla, y nada le daba más miedo que aquello.

Además, ya no se trataba solo de ellos. Sus ojos no le habían fallado en su última sesión de tratamiento. Ino estaba embarazada. Llevaba dentro suyo a su hijo o hija. No quería explorar la magnitud de lo que significaría para él ser padre, le asustaba. Pero su cobardía ya lo había robado de mucho, y ahondó en la posibilidad. Le emocionaba, le llenaba de orgullo. Era una manifestación del amor que él e Ino habían vivido. Quería hacer todo lo posible para ser el mejor hombre y padre que su bebé merecía. Quería estar presente, protegerle, nunca hacerle dudar de su amor y compromiso. Su mente se llenó de manitas regordetas jaloneando su largo cabello, de primeras palabras y pasos, de enseñarle como usar su byakugan, de cabellos castaños y ojos verdeazulados. Como una extremidad fantasma sentía la presencia de su futuro. Y jamás se perdonaría si también había arruinado eso.

Tenía que recuperar a Ino.

——

Kakashi

Presente

La aldea se encontraba en un momento vulnerable. Un mes después de la última batalla. Había sido sangrienta. Las guerras intra-naciones siempre lo eran. Konoha había salido vencedora, y aunque parecía que lentamente la vida regresaba a una semejanza de normalidad, sabía que no podían bajar sus defensas.

Revisó el expediente del progreso médico de Neji Hyuga, complacido con su pronta recuperación empezó a redactar una nueva posición para él en su nuevo plan de protección de la aldea. Estaba impresionado con las habilidades de Ino Yamanaka, era una lástima las noticias de su embarazo. Ella y Hyuga habían sido uno de sus mejores equipos y su colaboración le vendría bien a Konoha. Pero ya pensaría en otro compañero para Hyuga.

Miró los papeles que Tsunade había mandado. Ino tenía cinco meses de embarazo. Buscó entre sus documentos la disolución del equipo Hyuga-Yamanaka. Cinco meses atrás… Kakashi no creía en coincidencias. Revisó nuevamente el expediente médico de Neji, concentrándose en las técnicas que Ino había usado. La kunoichi había adaptado una técnica del genjutsu de su clan. En sus notas aclaraba que para el tratamiento de Hyuga había acelerado el proceso de amaestramiento de aquella técnica. Kakashi rascó su barbilla. Sabía que Ino era determinada, pero ¿habría hecho esto por cualquier persona o lo hizo porque Neji significaba algo más para ella? Era importante llegar al fondo de esto, no por mera curiosidad, pero por las implicaciones, favorables y no favorables, de la posible mezcla de estas dos líneas sanguíneas.

Su antigua pupila, y ahora amante, seguro sabría de esto. Ino era su mejor amiga. Estaba a punto de mandar a buscarla. Cuando un ruido estruendoso capturó su atención. Una explosión. La destrucción que siguió a la bomba, arrasó con sus alrededores y el resto de la aldea quedó cubierta en un espeso humo. Pero desde su torre Kakashi podía ver cuál había sido el blanco del atentado. El edificio de la Fuerza rzs de de Tortura e Interrogación.

El embarazo de Ino quedó en el olvidó del las prioridades del Hokage. La seguridad de la aldea estaba en peligro, una vez más.


Hola! Wao me sorprende - y honra- que tantos de ustedes todavía sigan por aquí y leyendo mis historias. Este capítulo va dedicado a todos ustedes fieles lectores, mis amigos que comparten el amor por esta pareja :)

*Fu: como mencioné antes este es un UA. No es exactamente como se dio en el canon, aunque me he inspirado en algunas escenas. En esta historia utilice el personaje de Fu porque necesitaba un Yamanaka pero su historia es la que escribí aquí.

también si no quedó muy claro el capítulo anterior es un flashback, por eso ahora agregó el antes (de la pérdida de memoria de Neji/batalla) y presente.

y un último recordatorio que en el capítulo 2 cambié a Tsunade de Hokage a directora médica y Kakashi de Hokage.

Y si, leve, KakaSaku xq soy shameless ;)

Disfruten!!