Peter se quedó congelado ante la petición de MJ. sintió como si hubieran pasado horas y horas mientras él se quedaba allí, mirándola tras esa petición…

Él no era hipócrita, no pensaba el mentir y ocultar la verdad con un dedo, quizá esas palabras eran las que más había anhelado escuchar en toda su vida, quizá era lo que él más había deseado escuchar jamás en toda su existencia, pero había algo que se sentía mal con eso… ¿Era lo correcto eso? ¿Era lo mejor para los dos? La miró, la vió destrozada frente a él, mientras ella hacía las cosas que jamás pensó verla hacer. Rogar, arrastrarse, y él por una parte lo entendía. Ella se la había jugado con un último movimiento, un movimiento maestro por el cuál ella esperaba, o recuperar su vida, o empezar a recuperarla. Y en esos instantes él sólo pudo hacer una cosa ¿Que debía hacer con todo eso? Claramente había aún algo que, cómo si fuese por arte del puro magnetismo, la atraía hacia ella, era una polilla yendo a la luz, una luz que hacía poco le había tendido la mayor trampa de la historia…

—Yo...— Peter calculó bien sus palabras, pensó bien en que decir. La emoción que sentía era indescriptible, su corazón latía con fuerza, los pelos de su brazo estaban completamente erizados, y sus emociones estaban a flor de piel. Mary Jane por su parte, lo miró con alta expectativa, con tanta que llegaba a comunicar con sus hermosos ojos color esmeralda. Unos ojos con los que le estaba prometiendo el cielo y la tierra. —Yo…— Mary Jane para ese momento se levantó, y logró encarar a Peter, cara a cara, ya no era una simple cachorrita abandonada, no. Ahora era una reina que estaba reclamando su merecido lugar al lado de su rey, y eso se vió en la determinación con la que ella lo miró a los ojos.

—Tienes tus dudas, lo sé… Te prometo que todo quedará claro…— Con una voz dulce cómo la miel le habló ella, llegando a posar, quizá con osadía, su mano derecha en la mejilla de Peter. —Solo... Ven, vamos a comer algo Peter y…— Se quedó en silencio ante la mirada de este, una mirada llena de lágrimas de absoluta ira. —Y…— No pudo seguir más, pues comenzó a sentirse genuinamente perturbada y asustada de la mirada que su amado estaba dedicándole. No era nada el amor al que ella estaba mal acostumbrada por Peter.

—No.— Peter tembló, y dió un paso hacia atrás, removiendo con algo de violencia la mano de ella de su mejilla, algo que él pudo ver cómo le afectó. —¡No!— Peter la miró con algo que no sería capaz de admitir jamás, y ella con algo que no quiso asumir cómo verdad, y siguió hablando. —¿¡Cómo puedes pretender que te siga después de lo que me has hecho!? ¡A veces pienso que mí vida sería mejor si jamás te hubiera conocido! ¡Huh! la lotería, si claro…— Y negándose a ver a la pelorroja, se dió la vuelta, y lentamente se fue, hasta desaparecer de la vista de Watson.

Ella sintió cómo todo el mundo a su alrededor se derrimbaba, pasaron varios minutos, hasta que ella optó por hacer lo propio. Recoger su dignidad, e irse a derrumbarse al único sitio dónde podía ir. Su pequeño y propio departamento. Estando allí, ella lo único que atinó a hacer fue envolverse en una manta, mientras lloraba, y añoraba a Peter, a su héroe, a su salvador... Aún así, guardó algo de espacio para la esperanza. ¿quien dijo que el salvador siempre llegaba al momento? quizá había que dejarlo obrar, dejar cocinar al cheff. "Sólo espero que esta receta no tarde tanto tiempo..." y en ese instante se dió cuenta de que tal vez ella no era la indicada para exigir paso del tiempo...

Peter por su parte se sentía escoria, se sentía morir. Estando en su departamento él comenzó a llorar, comenzó a desesperarse. ¿¡por que diablos le había dicho que no!? ¡No lo entendía! ¡si eso era lo que tanto había deseado!... a quién engañaba, él... Se sentía genuinamente traicionado por ella. incluso llegó a cuestionarse sí aún existía amor para ella en su corazón, o si sólo existía resentimiento y pesar.

Algunas horas habían pasado, y el castaño se encontraba en la ducha, una que había llenado de agua, un gasto que en su vida pensó que sería capaz de hacer, ahora estaba haciéndolo. Necesitaba un momento para relajarse, para genuinamente relajarse y poner sus sentimientos y pensamientos en orden. Una vez todo estuviera en su sitio, tendría que pasar a la siguiente etapa... Confrontar eso con la realidad, y eso implicaba... escuchar cómo Mary Jane le había olvidado y reemplazado, y cómo ella se dió cuenta de cómo eso era un error. Definitivamente no sería lo más agradable que le hubiera pasado en la vida, pero así debía ser.

Por su parte, la pelirroja estaba acostada sobre su cama, llorando, incapaz de no murmurar algo que no sea el nombre de su amado. No se dió cuenta de cuanto tiempo estuvo en la cama, cuánto tiempo durmió, y en qué momento se hizo de día, pero aún sabiendo, ella decidió que ese día no se levantaría. Y tampoco el día siguiente, ni el qué siguió... ¿por qué? porqué para ella no valía la pena poner un pie fuera de la cama si no era para recuperar a Peter, si no tenía nada en mente para luchar, y luchar de forma incondicional, incluso si es que eso le tomaba toda la vida. No pensaba en cometer el mismo error.

¿Y que había con Peter? Nada, no había mucho que él pudiera hacer en esos momentos, él tenía algo más que hacer que seguir lamentándose por lo que había pasado. sólo... debía preocuparse por el hoy y el mañana, o eso quería hacerse creer.


Pues y hasta aquí, otro capítulo más de una pequeña saga de escritura que está siendo más divertida de escribir de lo que yo pude haber reputado en un primer momento.

Debo decir que claramente mí motivación es hacer un desahogo, cómo muchos otros acá, de lo que es la horrible escritura del run actual. Si bien, no creo estar haciendo un buen trabajo, es uno sincero... Espero que esto les esté gustando

¡hasta otra!