Como todos sus compañeros, Yuko escucho la melodía que se tocaba al finalizar las clases, señal de que había llegado el tan esperado fin de semana y poder disfrutar sus planes, incluida ella, el día que tanto había esperado toda la semana había llegado: !Viaje al parque con Kaku-chan¡

Acomodando sus cosas con calma, sonreía en pensar en la divertida tarde que le esperaba hoy con sus dos personitas favoritas en su habitual ritual semanal, la última vez se reunieron, un domingo, Kakucho les informo que se acercaba el festival deportivo de su escuela y según los maestros, podría salir más temprano, entusiasmando a Kakucho por poder verlos entre semana.

"No me interesa los entrenamientos de mi salón, prefiero estar en el parque con ustedes"-Decía Kakucho en los columpios igual que Takemichi.

"Aww eso es muy lindo de tu parte Kaku-chan ~"-Dijo Yuko empujándolo desde atrás. Kakucho replico para ser silenciado por la risita de Yuko por su cara sonrojada.

Takemichi seguía columpiándose sin notar los pucheros que hacia su amigo: "¿Podemos ir a tu festival? Tenemos que ir apoyarte Kaku-chan"-Dijo más que un pedido, como un hecho.

Kakucho miro a otro lado apenado, pero con un destello de esperanza: "Bu..bueno...tal vez, si tienen tiempo"

Yuko detuvo su columpio por las cadenas, inclinándose sobre la cabeza de Kakucho: "Claro que iremos, siempre tendremos tiempo para ti Kaku-chan"-Yuko sonrió. Kakucho lo miro sorprendido para después asentir con una sonrisa ligera.

"Muy bien, está decidido, iremos a darte mucho apoyo para que ganes todos los juegos"-Dijo Yuko levantado la mano al cielo

"Sii"-Lo imito Takemichi, cayéndose del columpio por no sujetarse, asustando a los dos que corrieron a su auxilio.

Yuko suspiro feliz al recordar cómo, después de vendar a Takemichi, se prometieron visitarlo en su festival escolar, aun que faltaba dos semanas Takemichi y ella ya estaban preparándose, su hermano ahorrando para un "premio" para la inminente victoria de su amigo.

"Kaku-chan ganara"-Le dijo Takemichi en el desayuno después de que Yuko le preguntara por qué no gastaba su mesada en puzzles.

"Suenas muy confiado"-Contesto Yuko sin negar lo dicho.

Takemichi se cruzó de brazos: "Claro que sí, Kaku-chan es muuuy fuerte, el definitivamente ganara"-Finalizo mirándola con esos ojos azules brillantes.

Yuko no soporto la ternura de la situación, revolviéndole el cabello: "Tienes razón, Kakucho definitivamente ganara"-Y los dos sonrieron como solo los Hanagaki podían.

Mientras que Yuko se encargaría de toda la comida y bebidas que consumirían, encantada por hacer lo que más le gusta, se preparaba comprando revistas de cocina enfocadas para los niños, investigaba que platillos podrían disfrutar más en una tarde calurosa después de correr todo un maratón. Yuko recordaba como disfrutaba los festivales escolares, pero sobre todo la comida casera que le hacia su mamá.

"Mamá"-Pensó bajando su sonrisa. Su cara cambio a una melancólica, recordó cómo no ha visitado su tumba desde que llego a su nueva casa.

Yuko sintió como sus ojos le picaban, sacudió su cabeza, golpeándose las mejillas.

"No es momento de tristeza Yuko, después darás tus respetos, pero hoy debes ir con los niños"-Sonrió con melancolía- "Ella estaría orgullosa"

Ya más calmada, salió de la escuela medio vacía, deteniéndose en la entrada, después de unos momentos se escuchó el ruido de un motor, inconscientemente Yuko sonrió, asociando el sonido a felicidad, aunque no lo supiera.

Shinichiro iba llegando en su Babu a recoger a Yuko y llevarla a su casa como todos los días de clases. Se saludaron con la mano, Shinichiro la ayudo a subir y Yuko se sujetó con fuerza al torso del chico, despejando hacia su destino como normalmente lo hacen.

Casi siempre se mantiene en silencio cuando viajan, más que nada porque no se escucha lo que dicen por el viento chocando contra ellos, pero gracias a la tranquila tarde, Shinichiro manejaba despacio permitiéndole hablar con claridad.

"Sabes, mis hermanos van a tener un festival pronto"-Dijo Shinichiro

"¿Oh?"

"Si, es el primer festival de Emma con nosotros y quiero que todo sea especial"-Se detienen en un semáforo, aprovechando para liberar sus manos y rascarse el cuello.

"Si yo pensaba que...si tu...bueno si tienes tiempo..."-Yuko vio como Shinichiro se ponía más nervioso, desalojando su agarre en el hombre, le masajeo el hombro confortándolo.

"Tranquilo, respira, puedes decirme lo que quieras"

Shinichiro la miro, con esos ojos gatunos que tiene, suspirando al final, relajando su postura.

"Mph, tienes razón"-Abrió los ojos- "En realidad quería pedirte ayuda para preparar comida para su festival, sabes que no soy tan bueno y no conozco más comida que ellos puedan comer ese día ¿Me ayudarías?"

Yuko se tapó la boca con la mano: "!Oh¡ me encantaría pero también tengo que preparar la comida para otro festival"

Shinichiro se desinflo, desanimado: "Ya veo "-Pero se para derecho, mirándola con duda: "¿Takemichi también tiene un festival escolar?"

"En realidad no, su amigo nos invitó y quiero prepararle algo lindo"-Yuko le dijo

"Oh, el niño de la cicatriz de la otra vez ¿no?"

"Si, es el"-Yuko cerro los ojos con un gesto de concentración. Abriendo los ojos súbitamente- "!Eso es¡ Puedes venir conmigo a mi casa y los dos podemos preparar la comida de cada quien"

"Pero el festival es en dos semanas"-Shinichiro le dijo preocupado

"Igual que el de Kakucho"-Le tranquilazo.

Shinichiro se veía más entusiasmado: "Excelente, cuanto contigo"

Yuko aplaudo feliz, contagiando a Shinichiro. El semáforo por fin cambio a verde y arrancaron. El sonido inconfundible del motor estruendoso resonó en todo el vecindario, pero tenían suerte de que los vecinos estuvieran acostumbrados a este punto.

"¿Puedes decirme que llevar? Estoy realmente perdido"-Shinichiro rio recargado en su moto.

Yuko, ya debajo, se tocó la barbilla pensativa: "Bueno, vamos a preparar mucha comida, sería mejor si te hago una lista"

Haciendo un gesto con la cabeza para adentrarse en la morada; Subiendo al cuarto de la chica, sentados en la mesita del piso, Yuko le mostro todas las revistas que había estado usando para sacar muchas notas. Hojas de colores llenaban la mesita, con tachones, dibujos de comida y muchos textos subrayados.

"Vaya, se nota que te tomas enserio la comida"-Shinichiro tomaba las notas con ojos muy abiertos.

Yuko saco el pecho con orgullo: "Claro, es lo más importante"

Shinichiro da un ruido de asentimiento, sus ojos se posaron en una revista con colores llamativos, tomándola empezando a hojearla sin verdadero interés, hasta que llega a cierta página.

"!Esto es¡"-Grito asustando a Yuko.

"¿Qué cosa?"-Yuko pregunto mirándolo asustada. Shinichiro solo reía sin apartar la mirada de la revista.

"Esto, aquí"-Le empuja la revista en la cara-" Necesito que me ayudes a prepararlo, es perfecto"-Shinichiro sonreía mostrando todos los dientes.

Yuko lo empujo molesta, arrebatándole la revista pudo ver a que se refería Shinichiro. Solo con una mirada, compartió el entusiasmo de su amigo.

"Es perfecto, a tus hermanos les encantara"-Yuko bajo la revista y miro a Shinichiro sonriendo.

"Jum, claro que sí, un buen Onii-chan sabe lo que les gustara a sus hermanitos"-Shinichiro se rasco la nariz con orgullo.

Yuko aplaudía contenta:" Y no es tan difícil de preparar"-Dijo mientras anotaba mentalmente lo que necesitaría.

"Lo único que tendrías que hacer tu es eso"-Le apunto con el dedo. Shinichiro miraba y asentía relajado.

"No hay problema, déjamelo en mis manos"-Se golpeaba el pecho encima de su uniforme.

"Bueno capitán"-Dijo Yuko burlona- "Entonces ayúdame a elegir algo con tus poderes de hermano mayor"

"Un placer ayudar Onee-chan"

Resoplando, Yuko lo empujo riendo: "No me digas así, suena raro"

Los dos reían haciendo una lluvia de ideas, unas más complicadas (por parte de Yuko) y otros muy aburridos (según la propia Yuko para molestia de Shinichiro) pero la suerte estaba de su lado, gracias a 3 revistas, un montón de post-it en una libreta escolar que sobraba asentaron todas las ideas, titulando la libreta:

Kyūkyoku no reshipi*

Yuko soltó un suspiro, tirándose sobre sobre su cama: "Uf, terminamos"

Shinichiro imitándola, igual se hecho: "Te dije que mis poderes de hermano mayor ayudarían"-Shinichiro hablaba abrazando la felpuda alfombra.

Viendo como el cuerpo masculino se relajaba más y más, al punto de empezar el sonido de un ronquido, Yuko le aventó su almohada en la cabeza.

"¡No te duermas!"

Shinichiro gruño molesto: "Déjame dormir, tuve una reunión de emergencia anoche"

"Eso es raro ¿Paso algo?"-Levanto los brazos en defensa- "Si no quieres decirlo está bien"

Pero a Shinichiro no le tomo importancia: "No te preocupes, solo una reunión sobre unos tontos que está causando problemas en nuestro territorio"

"!¿Que?¡"-Se paro escandalizada- "¿Tendrán una pelea?"

Pero Shinichiro rio de la preocupación de Yuko: "No sería la gran cosa, es una nueva pandilla, no tiene tantos integrantes, de seguro se asustarán y se irán"-Hablaba negando con la mano, tranquilo.

Pero eso no calmo a Yuko y la sensación de inquietud que se asentaba en su estómago. Yuko tenía una cara muy obvia para que Shinichiro la notara.

"Oye Yuko, todo estará bien, no son peligrosos, fácilmente los Black Dragons los derrotaran"-Le dijo sentándose junto a ella en la cama.

Yuko suspiro, mirándolo: "Estoy preocupada por ti, no por los Black Dragons, Shin"

Shinichiro abrió los ojos de golpe; estirando la mano, masajeo su espalda igual cuando reconfortaba sus hermanitos.

"Aww ~ es lindo tu preocupación, pero no me pasara nada grave, tengo a los chicos conmigo"- Pero eso la no la calmaba del todo.

Shinichiro la abrazo por los hombros: "Y aunque no lo creas soy bastante temido entre todos los bastardos, casi siempre son habladores y nunca hacen nada, relájate Yuko-chan"-Este le guiño el ojo coqueto.

Yuko soltó una risa en la cara tonta que hacia Shinichiro y por un momento decidió olvidar su preocupación, Shinichiro tenía razón además que el no conoce cómo funciona el mundo de las pandillas, sería mejor hacerle caso.

Pero eso no impide que una pequeña parte de ella se carcoma con miedo.

Shinichiro viendo que su plan funciono, sacudía suavemente donde tenía agarrada a Yuko pero sin querer soltarla de su medio abrazo.

"Ah~ Huele muy bien ~" - Pensaba Shinichiro. Al estar tan cerca de una mujer pudo oler el fino aroma que emanaba Yuko igual al que había olido en su almohada.

Yuko no se asustó al ver como las fosas nasales de Shinichiro se abrían y cerraban casi encima de ella con los ojos cerrados ni como la acercaba hacia el con el brazo sobre su hombro, apretando su cuero con el de él. No, lo que pensaba era que ella olía mal y Shin no sabía cómo decírselo.

Entonces ¿Por qué se sentía caliente de la cara?

"Shin ¿Qué..?"-Pero no llego a terminar, alguien azoto abriendo su puerta.

"Onee-chan Ya llegué, vi la moto de Aniki ¡¿Se quedará a cenar?!"-Hablaba Takemichi aun cargando su Randoseru* emocionado de ver a su Aniki.

El estruendo despertó a Shinihciro de su ensoñación hormonal, dejando de olfatear a su amiga, avergonzándose solo y agradeciendo mentalmente la interrupción de Takemichi antes que "se enterara Yuko".

H..Hola Take-chan"-Saludo nervioso Shinichiro.

A Takemichi le habían enseñado en la escuela que no podía invitar a una niña a su cuarto y estar solos, cuando preguntaba el porqué, siempre evadían la pregunta diciendo "son cosas de adultos" dejándolo siempre confundido, pero al final (después de tanta insistencia por parte de los que lo explican de que lo sabría más adelante) seguía la regla, nada de niñas en cuartos solos. Pero ahora veía como su hermana, una adulta (a sus ojos) y estaba encerrada en su cuarto con un chico, con la puerta cerrada y sobre todo...

!Estaban abrazándose encima de la cama¡

"Oh, perdón por interrumpir, continúen"-Takemichi evitaba la mirada, cerrando la puerta. Los dos adolescentes se miraron, percatando la situación en la fueron vistos y de inmediato poniéndose nerviosos.

"O..oye Pero !¿Qué haces?¡ regresa"-Decía Shinichiro saltando hasta la otra esquina de la cama, tomando la máxima distancia entre Yuko y el.

"!No es lo que piensas¡ No estábamos haciendo nada raro"- Yuko exclamaba con exalto en su voz.

Takemichi, sin terminar de cerrar la puerta, los miro desde la apertura de la puerta.

"Pero debo dejarlo solos porque van a hacer cosas de chicos grandes y yo no debo ver"-Respondía sin realmente mirarlos, escondido por la puerta.

"!¿De dónde sacaste esas ideas?¡"

"De Oba-san*"

Yuko solo se sobaba la sien, aun no tenía el placer de conocer a la familia, pero si la madre de Takemichi actuaba como loca, ya podía imaginarse como era esa tía al decirle esas cosas a un niño de 5 años.

"Takemichi no deberías decir eso en primer lugar, además debes tocar antes de entrar a cualquier cuarto"-Le decía suavemente Yuko, masajeándose la cabeza.

El niño asentía, pero aun confundido. Shinichiro palmeaba su espalda.

"Puedes confiar en tu increíble Aniki que no pasó nada que tu inocente mente pueda creer pensar"-Le pico frente juguetón.

Yuko lo pico con su codo: "Tampoco exageres"

"Vamos Yuko, no debes preocuparte tanto ¿Qué podría imaginar un niño de 5 años?"

Yuko abrió la boca para replicar, pero cerro abruptamente. Shinichiro sonrió victorioso, riendo entre dientes.

"Bueno, como sea, ya terminamos por hoy, ya mañana pasas por aquí y vamos a comprar las cosas"-Yuko se levantó seguida por Shinichiro, que asentía a todo lo dicho.

"Okay ~ Ja ne"- Shinichiro dijo saliendo del cuarto hacia los dos.

"Ja ne ~"- Respondieron los Hanagaki. Takemichi con más entusiasmo movía la mano, mientras que la fémina de la familia lo acompañaba hacia la puerta.

Y con eso termino el primer día del Kyūkyoku no reshipi...

Mansanku Sano era un hombre de costumbres y rutinas.

Claro que su edad influía su avanzada edad en repetir acciones, pero mucho antes de eso, aun cuando su querida Akiko vivía y su estúpido hijo aún se comportaba como un hombre, el siempre hacia su rutina mañanera y hoy no sería la excepción.

Primero se estiraba, aun a su edad seguía siendo un maestro en las artes marciales, no podía permitirse perder su elasticidad. En segundo, iba al baño a prepararse para poder cambiarse con su ropa habitual. En tercero, rezaba al altar frente las fotos de su quería Akiko, su tonto hijo Makoto y su nuera Sakurako, quien soporto hasta el final a su hijo, rezando para que siguieran cuidando a sus hijos y no los dejen tocar la desgracia que han tenido que presenciar.

Pero sabía que las rutinas no podían repetirse, pues aun cuando su hijo vivió toda la vida bajo su techo, nunca repitió lo mismo que él, e igual que la genética, sus nietos tenían las suyas. Emma aún era nueva en la casa y empezaba abrirse con ellos, pero aún tenía la costumbre de levantarse temprano para preparar el arroz en la máquina, en su intento de ayudar en la casa.

Aunque no eran necesariamente "mañanero", Manjiro tenía que cargar su toalla vieja cuando desayunaba, siempre debía tenerle cerca hasta que termina, para después esconderla en su armario para "cuidarla".

Pero el más complicado siempre fue su primer nieto, Shinichiro, el flojo que nunca se podía despertar del todo y cuando le tocaba hacer el desayuno quemaba los huevos por cabecear somnoliento, y después de comer salir a fumar, aun sin lavarse los dientes antes.

Y cuál fue su sorpresa, al salir del baño y encontrarse en la cocina a Shinichiro despierto, tomando café y preparando huevos perfectos. !¿Acaso olía a colonia?¡

Shinichiro volteo curioso y al verlo sonrió: "Oh, Ohayô Ojiisan"

Mansaku frunció el ceño, pero igual saludo: "Ohayô Shinichiro"-Se sentó en el comedor. El joven solo asintió en reconocimiento y siguió moviendo la comida.

El más viejo solo veía todo sin dar crédito, su nieto más flojo, ganándole a Manjiro, estaba madrugando y preparando el desayuno como si fuera algo normal en él, algo estaba pasándole.

Mansaku tosió contra su puño: "Ejem, veo que hoy estas más...motivado que otros días"

El respondió sin mirarlo: "Mmm ¿Eso crees? Yo me siento normal"

"!Esto para nada es normal¡"-Gritaba mentalmente.

Cambiando su enfoque, solo lo dejo, enfocado en analizarlo. Lo más importante es que hoy no uso ese tonto peinado que siempre usa, dejando respirar su cabello sin todo ese gel. Su aroma era más agradable que su normal aroma a aliento matutino y a cigarros, por ende, se bañó y lavo antes de todo, eso es preocupante.

El sonido de unos pasitos anunciaba a Emma, lo alegro para que fuera su cómplice en esto, un punto femenino ayudaría en todo este revuelo.

"Ohayô Ojiisan"-Saludo Emma contenta, aun sin notar a su hermano mayor.

Emma dio un brinco cuando la voz rasposa de Shinchiro hablo: "¿No me saludaras Emma? Eso duele"-Dijo juguetón tocándose el pecho.

"!Ahh¡ Oniichan !Estas despierto¡"-Exclamo sorprendida Emma.

"Claro que lo estoy, no actúes tan sorprendida"-Dijo con una gota de sudor por su reacción.

"Pero nunca estas despierto a esta hora"-Exagero Emma mirándolo con los ojos muy abiertos.

"Ah, es por esto"-Levanto su café- "Realmente me ayudo, ahora siéntate, el desayuno esta casi terminado"

"Pero.."

Shinichiro la interrumpió, negando con la mano, relajado: "No te preocupes Emma, ya preparé el arroz, descansa junto al abuelo"

Conmocionada, la pequeña Emma solo pudo sentarse en la mesa sin quitar la confusión de su cara.

"Abuelo ¿Está bien Oniichan? Está actuando raro"-Susurro Emma a su abuelo

"Realmente no estoy seguro, pero algo pasa"-Respondió de igual manera, tan inmerso que ni un vistazo le dio a su periódico.

Y antes que pudieran seguir, Shinichiro interrumpió alzando la voz: "Emma ¿podrías despertar a Manjiro? Voy a preparar él te"

"Si"-Se levanto corriendo hacia el cuarto de su otro hermano.

Manjiro Sano dormía profundamente, abrazando su toalla favorita, su aroma lo relajaba lo suficiente para dormir otras 2 horas más, pero fue interrumpido por el grito de su nueva hermana.

"!Mikey¡ !Despierta ya¡ Algo raro le pasa a Shin-niichan"-Azoto el shoji* despertando a media casa o en este caso, el.

Mikey gimió cansado, tapándose con su sabana hasta la cabeza: "Mm ¿Emma? Déjame dormir"

Pero Emma no le importo y le arrebato las sábanas de un jalón: "Noo, despierta ahora, debes ayudarme"

Mikey sin abrir los ojos, giro sobre sí mismo, dándole la espalda a Emma: "Eso es normal, Niichan es muy raro"

"!Pero esta despierto¡"-Grito Emma alzando los brazos.

Eso fue el detonante para que Mikey se le quitara el sueño de golpe: "!¿Que?¡"

Emma solo ante el shock de su hermano: "Si, ven a ver, está cocinando el desayuno"-agito los brazos- "Y lo está haciendo bien"

Con eso, Mikey se quitó las sábanas de su Futon, parándose, pero sin soltar su toalla vieja.

"Eso rebasa el límite de rareza de Oniichan, debemos llegar al fondo de esto"-Sentencio Mikey, Emma solo asentía con entusiasmo.

Y con la rapidez que solo se tiene de niño, los dos hermanos se fueron corriendo a la cocina, siendo recibidos por la imagen de su hermano mayor sirviendo el desayuno en la mesa.

"Oh, Mikey despertaste bastante rápido, es raro para ti"-Comento el mayor sirviendo él té en vasos.

"No eres quien para decirme raro hermano"-Dijo Mikey con tono acusador

"¿Eh?"

"Si, nunca te despiertas temprano y mucho menos hueles tan bien"-Respondió Emma apuntándolo con el dedo, Mieky asentía con los brazos cruzados.

Una flecha imaginaria se clavó en la espalda de Shinichiro con la palabra apestoso en ella.

"Los niños sí que pueden ser crueles"-Pensó con cascadas en los ojos.

Recuperándose de su tristeza, los apunto con el dedo enojado: "!Eso es mentira¡ todos los días me arreglo y siempre les cocino"

"Si, pero nunca te cepillas bien los dientes y hueles a cigarro"-Una fecha se clavó en su espalda

"Además de siempre quemar el desayuno porque te estas durmiendo"-Otra flecha clavándose en su costado.

Un aura negra cubrió a Shinichiro, deprimido en su silla, llorando que sus adorables hermanos lo trataran de patético.

El abuelo levanto la voz: "!Suficiente¡ Emma, Manjiro dejen a Shinichiro en paz y siéntense a comer"-Sentencio el más viejo.

"Abuelo"-Lo miraba con esperanza el mayor

"Pero tiene un punto Shinichiro"-y volvió su aura deprimente- "Tiene razón en que estas actuando muy extraño esta mañana ¿Algo que quieras decir?"-Pregunto con una ceja arqueada.

Shinichiro sentía las miradas de tres personas en él, no entendía su interés por su actitud, él no estaba actuando diferente, bueno, claro que hoy no ignoro su alarma y para despertarse se bañó temprano y como le ayudo pensó en preparar temprano el desayuno.

Pero no era la gran cosa para que todos los miembros de su familia lo miraran como si fuera un alíen, solo quería terminar sus pendientes antes de ir con Yuko.

Yuko...

Solo pensar en decirles la razón lo llenaba de una vergüenza extraña, aun no habla de su nueva amistad, no era su estilo ventilar con quien hablaba, pero imaginarse las burlas que le harían sus hermanos se burlaría de que tendría otro rechazo por ir con una chica a una cita y como su abuelo le advertiría de no pasarse de "listo" para no tener que cuidar más niños, que vergüenza.

"¿Shinichiro?"

El sonido de su nombre lo alerto que aún no había respondido nada, nervioso hablo lo primero que se le ocurrió: "Eh, pues... iba a salir con Takeomi y los demás a pasear por ahí"

Pero no parecía buena excusa para todos, un poco para Emma, pero es porque ella no había pasado mucho tiempo con ellos para entender que el nunca madrugaba, ni para la escuela.

"Mmm ¿Estás seguro? Nunca se ven tan temprano y mucho menos te arreglas tanto para verlos"-Seguía insistiendo Mansaku.

"S..si, es que...iremos a ver una película que solo sale a esta hora"-Tosió falsamente- "Pero comamos, me muero de hambre"

Shinichiro empezó a escarbar en su arroz, llenado se la boca con comida para desviar el tema. Su familia no se veía muy convencida por eso, pero era un hecho que tenían hambre y el aroma de los huevos bien preparados les abrió el apetito.

Después de terminar y varias salvadas por parte de Shinichiro para desviar el tema, terminaron, ofreciéndose Emma para lavar los platos.

"¿Estas segura? Puedo quedarse a lavarlos"

Pero Emma negó, agitando su cola de caballo: "No, está bien, yo los lavare porque no pude preparar el arroz"-Levanto la mano cuando vio a Shinichiro reclamar de que no era su obligación

"No me importa, los lavare y tú puedes salir para ver esa película"-Sonrió Emma inocentemente. Shinichiro se sentía mal por mentirle a alguien tan adorable como su hermanita, pero era demasiado tarde para la verdad.

Revolvió el cabello de Emma sonriendo: "Gracias Emma, prometo que te lo compensare"

Pasando por la puerta de salida de la cocina, su abuelo, sin levantar la mirada de su periódico le recordó regresar temprano y más le valía, no herido.

"Hablo en serio, te quiero antes de las 10:00 pm"-Sentencio el patriarca de la familia.

Shinichiro rio entre dientes, los dos sabían que nunca cumplía con eso: "Lo que digas abuelo"

"Jum los jóvenes de estos días, groseros"-Murmuraba Mansaku fingiendo enojo a su nieto.

Y de pronto, enredándose entre sus largas piernas, Mikey se metió casi derribando a su hermano mayor.

"!Mikey¡ Me vas hacer caer"

Pero el rubio lo ignoro, concentrándose en aferrarse a su pierna derecha, como un koala.

"Llévame hermano, quiero ir contigo al cine"-Exigió Mikey, más que un pedido fue una orden.

"Lo siento Mikey, pero no puedo llevarte, la próxima te llevare a Emma y a ti al cine ¿si?"-Dijo Shinichiro intentando zafarse del agarre del menor

A Mikey no contento con esa respuesta, inflo sus mejillas enfadado: "Pero siempre me llevas ¿Ahora porque no?"

Lo que ignoraban los dos, era el espectado en su conversación, Mansaku Sano conocía a sus nietos como la palma de su mano y sabia cuando Shinichiro mentía, algo raro pues no le molestaba hablar sobre sus salidas pandilleras, debía ser algo fuerte para no decirlo.

"¿Eh?, bueno es que es una película con restricción de edad y no podrías verlo" -Dijo en un intento de desviar el tema.

Mikey saco el pecho: "Eso no importa, soy muy fuerte, poder soportar una tonta película"

"Sabes que no funcionan las cosas así, ahora suéltame"-Pero Mikey se aferraba con más fuerza, sin ganas de soltarlo

Mikey frunció el ceño: "Estas actuando raro desde la mañana, tú nunca te comportas tan raro, dime a dónde vas y te suelto"

"Mierda"-Pensó Shinichiro preocupado- "Maldita sea, porque tengo hermanos tan listos"

Shinichiro se agacho hasta quedar a la altura de Mikey, con suavidad lo tomo por sus brazos y lo soltó para pararlo; ojos oscuros como la tinta se miraron fijamente.

Shinichiro lo tomo del hombro: "Escucha Manjiro aun no te puedo explicar a donde voy, pero solo te puedo decir que es una sorpresa para Emma y para ti"

"¿Qué tipo de sorpresa?"-Los oscuros ojos de Mikey brillaron con emoción.

"Si te la cuento no sería sorpresa"-Rio entre diente- "¿No confías en tu increíble hermano mayor?"

Mikey lo miraba con sus grandes ojos oscuros, asintió la cabeza con emoción suprimida, Shinichiro suspiro internamente por la incapacidad de compresión emocional de su pequeño hermano de solo 5 años; debían trabajar en eso después, primero tenía una cita de compras que hacer.

Levantando su larga mano le revolvió el cabello a Mikey, quien lo acepto como un gatito bebe.

"Entonces ten paciencia Manjiro, confía en mi"-Se paro en toda su altura- "Bueno, ya me voy, nos vemos en la cena"-Grito para todos en la casa.

"!Adiós/vete con cuidado/adios Nii-san"¡-Contestaron todos al unisonó, solo escuchándose el sonido de la puerta cerrarse.

Cuando Shinichiro vio la casa Hanagaki cerca, sonó más fuerte su motor, una costumbre que tenía por Takemichi, para siempre supiera que era él. Y poco tardo abrir la puerta una bola con grandes ojos azules muy feliz en la entrada.

"Aniki estas aquí"-Takemichi salto agarrándose del torso de Shinichiro.

"Wua, tranquilo amiguito, no queremos que te caigas"- Takemichi reía - "¿Esta Yuko en su cuarto?"-Pregunto bajándolo

"Está en la sala viendo la tele, te estaba esperando desde temprano"

"¿En serio?"-Se peino su copete, esta halagado de hacer esperar a una chica por primera vez en su vida.

"Si, te olvidaste de llevarte tu lista y le preocupaba que no trajeras suficiente dinero para comprar todo"-Rompió las ilusiones de Shinichiro.

Y con ese comentario se desinflo: "Oh, con qué era eso eh ~"-Su aura deprimente volvió y lo envolvió.

Takemichi, sin saber sobre su actitud, le daba palmadas en la espalda con apoyo: "Ya, ya ~"

La puerta es abierta otra vez y de ella sale Yuko vestida de forma casual, con sus pantalones de tallo alto y una blusa verde, parecía lista para salir; cargando con ella, una bolsa de tela.

"Llegaste a tiempo, pensé que tardarías más"-Dijo cerrando la puerta con llave.

"Oi, ¿Porque todos piensan que soy tan irresponsable"

Pero Yuko reía calmada: "Jajaja bromeo, te gustara el mercado a donde iremos, siempre tiene ofertas en las frutas y verduras"-Contaba agarrando la mano de Takemichi.

Los adolescentes caminaban a paso lento por las tranquilas calles del barrio, mientras Yuko sostenía la mano de Takemichi e inconscientemente Shinichiro sostenía la otra, un habito que tenía gracias a sus paseos con Emma y Mikey.

Takemichi estaba en las nubes, daba brincos agitando los brazos, se aferraba con toda la fuerza de sus regordetes puños las manos suaves de su hermana y los larguiruchos de Shinichiro; era como tener otra vez una mamá y un papá.

Shin miro hacia abajo, Takemichi tenía sonrisa demasiado contenta para solo un simple paseo.

"¿Porque tan alegre hombrecito? ¿Feliz de comprar?"-Shinichiro pregunto burlón.

Takemichi negaba con su cabeza, alborotando sus rizos oscuros: "Nop, no te diré nada, es un secreto"-Dijo en un intento de sonar misterioso.

"¿Oh? Ahora le guardas secretos a tu Oneechan"-Se metió Yuko, con voz triste muy fingida.

Takeimichi lo miro angustiado, negando con su cabeza y vocecitas apresuradas diciendo: !Nunca haría eso Onee¡

Obviamente los mayores no pudieron aguantar las ganas de reír, no era su culpa que Takemichi pareciera un gatito bebe asustado.

Takemichi se detuvo, molesto hincho sus mejillas regordetas: "Que malos son conmigo"

"Ya ya, perdónanos, pero te veías tan lindo ahí"-Decía Yuko picándole la mejilla con su dedo.

"No soy lindo"-Murmuraba con las mejillas rosadas y el ceño fruncido. Yuko gorjea enternecida de tener un hermanito tan adorable.

Shinichiro miraba al dúo sin soltar la mano de Takemichi, no conocía este lado amoroso de Yuko, y lo fácil que le salía con su hermano, miro como sus labios creaban arrugas a los lados de su gran sonrisa y como se acomodaba el pelo con su mano libre, pero lo que lo hizo tropezar fue la suavidad en el que sostenía la manita de Takemichi, parecía un gesto...bastante maternal.

!Bumb¡

El sonido de campanas los alerto que se encontraba en su destino, el mercado del barrio les dio la bienvenida, con miles de productos para ser escogidos y una media cantidad de gente haciendo sus compras.

Takemichi soltó el fuerte agarre que tenía en los dos adolescentes para salir disparado hacia los pasillos.

"!Take, no te sueltes¡"-Grito Yuko pero fue ignorada brutalmente por el niño.

"Déjalo, la tienda no es tan grande"-Shinichiro le coloco la mano en la espalda.

Yuko suspiro derrotada: "Y sé que ira al pasillo de dulces así que no se moverá de ahí"

Giro su cabeza hacia Shinichiro: "¿Vamos?"

"Lidera el camino"

Los dos rieron, adentrándose en el área fresca de las verduras; Shinichiro estaba algo perdido, él no se encargaba de comprar la despensa, eso lo hace su abuelo, más que nada porque le coqueteo a la cajera y lo cacheteo frente a todos, sobra decir que no ha vuelto otra vez.

Pero a diferencia suya, parecía que Yuko estaba en su área segura, saludado a una anciana que regaba las verduras.

"Ohayo Obasan"

"Ohayo Yuko-chan, que raro verte hoy"-Respondió la anciana recargando su mejilla en su palma.

Yuko solto una risita: "Si, me salió unos planes y necesito comprar más cosas"

Y antes que pudiera contestarle, la anciana noto a Shinichiro a lado de Yuko mirando sin interés unos tomates.

La anciana toma del hombro a Yuko, acercándola a su altura: "Yuko-chan ¿Ese chico es tu novio?"-Pregunto con voz emocionada.

"!¿Eh?¡ N..no, se equivoca es solo mi..."

"Tiene un peinado algo raro, pero no es feo, tienes buen gusto Yuko-chan"-Le guiño el ojo con complicidad.

Yuko solo atino a ponerse roja, sabía que la abuela solo se burlaba, pero no sabía cómo reaccionar.

"Bueno, es deber de una vieja darles espacio a los jóvenes"-Se despidió la anciana riendo contenta, dándole una mirada que no entendía Yuko.

Shinichiro dejo de picar los tomates cuando vio a la viejita que platicaba con Yuko, dándole un guiño que no supo entender.

"Oye no debemos comprar esos tomates, no salieron bue...¿Estas bien?"

Yuko estaba toda nerviosa, sujetando sus pantalones con las manos sudadas y la cara rosa, no pensaba que las burlas de tener novio le afectaran tanto.

"¿Eh? Si, estoy algo...acalorada"-Respondió agitando sus manos, riendo exageradamente.

Shinichiro encarno una ceja, pero se encogió los hombros sin tomarle importancia. Yuko lo toma del brazo, dejándose arrastrar.

"Pero vamos, antes que nos ganen las cosas buenas"

"O..oi !Espera¡"

Las compras fueron una experiencia para Yuko y Shinichiro, desde Yuko gruñéndole como un perro rabioso a unos escolares por una oferta en las fresas, hasta Takemichi que se tiro al suelo como estrella de mar para no irse sin un dulce, siendo arrastrado por su hermana mientras Shinichiro reía.

Pero lo mejor de la tarde fue cuando Shinichiro coqueteaba con la cajera y como vio a Yuko cargar un niño que parecía ser su hijo y este alzando los bracitos hacia Shinichiro para que lo cargara, como si fuera su padre; Yuko rio fuerte cuando la cajera lo abofeteo gritándole DESCARADO y ¿FRENTE A SU MUJER?

Cabe decir que fue la mejor ida de compras que hayan presenciado todos, pero aun con sus dignidades caídas, no sentían remordimientos, mientras caminaban con Shinichiro cargando las bolsas y Yuko cargando en sus brazos a Takemichi recordaban con risas los ya hecho.

"Ah, estoy agotada"-Se quejaba Yuko abriendo la puerta con su llave.

"Me hubieras dejado cargar algunas Shinichiro, me siento mal de dejártelo todo"

"No te molestes, soy fuerte por algo soy el comandante"

Yuko rio mientras sacaba las cosas, pero Takemichi que se había soltado del agarre de su hermana escucho.

"!¿Eres el comandante?¡ Sugoi"

"Hai es más, deja te cuento la vez que pelamos contra..."

Y así paso el tiempo, entre anécdotas algo exageradas por parte de Shinichiro, los Oh y los Guau de Takemichi, y los comentarios sarcásticos de Yuko mientras los dos preparan la comida y las cenas para los tres.

Takemichi pensó que su casa no se había sentido tan cálida en una cena, no solo por él, la sonrisa de Yuko se vio más cálida que de costumbre y deseo que su casa siempre se sintiera igual.

Los fuegos artificiales estallaron en el cielo claro, los gritos y decoraciones de papel decoraban toda su escuela, Kakucho no le gustaba los festivales escolares, igual que Izana, ver tantas familias le recordaba lo que había perdido y su rey nunca estaba de buen humor al ver a las madres de su grado.

"¿A dónde vamos?"-Pregunta Kakucho. Izana lo tiene sujeto por la muñeca y lo arrastraba en los pasillos vacíos de la escuela.

"¿A dónde más? Vamos a escaparnos de esta estupidez"-Respondió Izana sin mirarlo. -Respondió Izana sin mirarlo-Respondió Izana sin mirarlo.

Kakucho abrió los ojos e intentaba zafarse: "!No¡"

"¡¿Ja?¡ Desde cuando un peo le da órdenes a su rey"-Dijo Izana enojado apretando el agarre que tiene sobre el menor.

Kakucho ignoro el dolor que le corría para mirar a los pozos morados de Izana; el mayor solo atino a encarnar una ceja, no es normal que su peón sea tan atrevido contra él.

"¿Y? ¿No vas a hablar y solo te quedaras parado como idiota?"-Hablo con dureza el peli blanco.

Kakucho no pudo sostener la mirada tan fría de Izana, prefiriendo ver el piso como si fuera algo interesante, sabia como se lo tomaría su amigo, pero era mejor que se lo dijera el que se enterara solo.

"Bu..bueno, es que...van a venir alguien a verme y le pensé que sería bueno que participáramos esta vez"-Dijo nervioso Kakucho sin levantar la mirada.

Se asentó un frio silencio, Kakucho sintió un sudor frio recordar como un cuchillo afilado su nuca, Izana estaba inusualmente callado, demasiado callado y Kakucho lo conoce lo suficiente para saber que eso no es normal.

"¿Que?"-Dijo tan bajo que sonó como un susurro. Kakuch solo tembló.

"¿Acaso piensas abandonarme? !¿A mi?¡ !¿Tu rey?¡"-Con cada palabra alzaba más la voz, mirándolo con unos ojos de locura.

"Jamás te abandonaría"

"!Entonces porque dejas entrar a un extraño a nuestra vida y sin consultarme¡"

"Los conozco, uno de ellos es amigo mío y su hermana se ofreció a venir con comida"-Kakucho estaba sudando de los nervios, intentando calmar la ira de Izana, pero no sirvió de nada al escuchar su kryptonita: un adulto.

Izana se estiro como un depredador hace cuando saltará encima de su ciervo, pero Kakucho nunca sabrá qué habría pasado si la maestra encargada de su grupo no hubiera llegado arrástralos a fuera; solo toca esperar que todo salga bien con los Hanagaki y su rey.

Takemichi arrastra con sus dos manos a Yuko para caminar más rápido, Takemichi estaba desesperado por agarrar un lugar lejos de la gente pero que fuera cómodo.

"A Kaku-chan no le gusta que la gente lo mire"- Respondió Takemichi con mucha calma.

Se enterneció, su hermano era un buen amigo y en una parte de su mente se enfureció pensando lo que tendría que a ver soportado Kakucho solo por verse diferente; sujetando la canasta en una mano y con la otra arrastrando a su hermano, corrió hacia un árbol algo alejado de las mantas de los demás, ella quiere que Kakucho guarde en su corazón bellos recuerdos este festival, todo niño merece recordad con alegría su infancia.

"Estoy muy emocionado, ya quiero que salga Kaku-chan"-Rebotaba en su lugar

Yuko reía pasándole la manta a Takemichi: "Yo también, no pude comer de la emoción"

Takemichi miro toda la comida que su hermana preparo, era cajas y cajas muy llenas.

"¿No crees que exageraste con la cantidad?"-Pregunto con una gota de sudor rodando su nuca.

Yuko negó con una sonrisa: "No, mi instinto me dijo que llevara mucho"

"Mi hermana es rara"

Y el sonido de los altavoces asustaron a los hermanos, las voces hablando que iniciaría el festival con un baile por parte de los primeros años, mientras los demás niños pueden ir con sus familias y presenciar el espectáculo, cosa que buscaban hacer.

"¿Crees que nos pueda encontrar aquí Kakucho?"

"Si, además traje mi capa como bandera"-Agito el pedazo de tela rojo como un listón- "Con esto nos encontrara amas rápido"

"Takemichi... !Eres un genio¡"-Extendió la mano- "Dámelo, soy más alta y nos vera desde muy lejos"-Dijeron emocionados; los hermanos comparten una misma neurona.

Izana seguía a Kakucho con una fingida calma que los dos huérfanos sabían que era una farsa, solo quería identificar a los han llenado con tonterías la mente de su peón, debían entender su lugar igual que él.

"Que no encuentre a Take ni a su hermana"-Suplicaba a los cielos Kakucho, su plan de fingir que no habían llegado se truncó cuando los dos giraron su mirada a dos locos agitando un palo atado a una sábana roja y gritando su nombre.

Kakucho se golpeó la frente, claro, esos dos idiotas no conocen la palabra discreción.

Takemichi encontró con la mirada a la persona que buscaba, emocionado empujo el brazo de Yuko para que girara su mirada, pero mientras saludaba a su querido amigo se fijó en el chico plateado que lo miraba con una furia que lo asusto.

Pero por suerte Yuko no se fijó en como su hermano se encogía sobre sí mismo o como Kakucho se miraba nervioso, ni como el chico mayor los miraba con dagas hacia ellos; estaba claro que ella no es buena leyendo el ambiente.

"Kaku-chan"-Exclamo feliz agitando los brazos- "Que bueno que te encontramos ¿Te gusta este lugar? Es alejado y tranquilo, perfecto para comer"

Yuko se percató de Izana, no podía aportar la mirada de él, resaltaba como pulgar adolorido su descendencia extranjera, pero ver sus ojos morados la hizo recordar.

"¡Eres Izana¡"-Alzo la voz sorprendida, apuntándolo con el dedo.

"¿Eh?"-Exclamaron todos igual de confundidos.

Yuko ignoro sus reacciones y se apuntó así misma: "¿Me recuerdas? Soy la linda señorita que conociste la otra vez con Shinichiro"-Dijo contenta.

Izana venia con intenciones de correrlos por intentar alejarlo de Kakucho pero no pensó que la mujer lo conociera y menos a su hermano Shinichiro. Cerro los ojos y recordó esos ojos azules y donde los había visto antes, pero nada venia su mente.

Yuko debió a verse dado cuenta porque le dijo que no pasaba nada y que se sentara con ellos de igual manera, antes que la gritara que se metiera en sus asuntos el sonido de la música y las voces infantiles interrumpieron la ira de Izana.

"Vamos vengan sentarse y tomar algo, no quiero que se deshidraten"-Dijo Yuko sacando un termo helado. Y sin mucho escándalo, se sentaron.

Izana intento sentarse a la esquina más lejos del grupo, pero aceptando el vaso con agua helada. La mujer no intento acercarlo ni tocarlo cosa que agradeció mentalmente, ningún adulto no respetaba sus límites, al menos, pensó, que esta mujer no era tan terrible pero aún no le agrada.

"Entonces...¿También participaras?"-Pregunto Yuko sentada en medio de Takemichi y Kakucho.

"Si"-Respondió sin muchas ganas Izana, sin mirarla realmente.

Pero no lo noto la aludida: "Eso es fabuloso, entonces también te apoyaremos cuando participes"-Sonrió tomando de los hombros a Takemichi sin notar sus nervios.

Izana resoplo, Kakucho solo atinaba a mirar nervioso entre él y Takemichi, quien le respondía la mirada igual de tensa, pero todo ignorado por la mayor del grupo que solo aplaudía al ritmo de la canción infantil.

"¿Invitaste a Shinichiro a venir? Seria lindo estar todos juntos"-Dijo Yuko en un intento de iniciar conversación.

Izana se tensó y bajo los hombros con decepción: "No, dijo que tenía cosas que hacer"-Susurro.

Yuko frunció el ceño con molestia.

"Eres un imbécil Shin"-Pensó viendo como el pobre niño aguantaba su tristeza, rodeado de familias unidas el peso cayo más fuerte. Izana, Kakucho, Takemichi y ella conocían el dolor de sentirse abandonado, al menos Kakucho y Takemichi la tenían a ella, pero Izana solo tenía a Shinichiro y este lo dejaba sin darle importancia a eventos donde Izana podía vivir su sueño de amor familiar.

Lo peor, ella sabe de esos "asuntos" que lo tenían tan ocupados. Mikey tenía su propio festival y otra vez Yuko presencio como Shinichiro tenía esa obvia preferencia, al menos no le dijo a Izana que prefería ir con su hermano biológico que a su festival.

Imbécil.

"Bueno"-Empezó acercándose más a Izana- "Entonces él se perderá una deliciosa comida y el espectáculo de ustedes ganado todo"-Grito emocionada mirándolo alegre.

Kakucho vio la oportunidad y entro: "Si, puedes demostrarle a Shinichiro lo que se perdió con todas las medallas que ganaras"

Izana parecía contemplarlo, para arrematar se metió Takemichi.

"Podemos pasarle fotos, Yuko-nee trajo una cámara"-Enseño la cámara portátil roja. Izana se veía más entusiasmado con la idea, relajando un poco su postura.

Yuko se animó: "¡Decidido, el equipo rojo va a ganar todo"-"!Si¡-Gritaron Takemichi y Kakucho.

Se acerco sigilosa hacia Izana y le susurro: "No te preocupes por Shin, le diré que como recompensa por ganar debe pasar todo un día contigo"

Y con eso Izana pudo sonreírle por primera vez, aflojando las barreras que tenía, aunque sea un poco.

Shinichiro era un estúpido.

Eso es lo que pensaba en el momento donde fue rodeado por el grupo que había ignorado por no ser un problema; pensó en Yuko y como le repetía que no debía tomárselo a la ligera, aunque fuera una pandilla pequeña.

Y ahora estaba aquí, solo, cargando la hielera con la comida y con 15 chicos uniformados listos para vencer al capitán de su "nuevo territorio", y todo esto a 30 minutos de que inicie el festival de sus hermanos.

"Deberías rendirte y ahorrarte la derrota Sano"-Grito burlesco el que pensaba que era el líder de todos ellos.

"Ja, hablas como si tuvieras oportunidad"-Respondió tranquilo Shinichiro. Los pandilleros no le agradaron su actitud.

"!Bastardo¡"-Gritaron todos listos para golpearlo.

Shinichiro suspiro por dentro, sabía que esto le dolería, pero nada que no pudiera ganar, solo esperaba llegar a tiempo al festival.

"!Vamos bastardos¡"-Dio el grito que inicio la pelea.

Mansaku sintió que una vena le palpitaba al ver llegar a su nieto más grande tarde, herido y aun con una sonrisa de no pasa nada.

La misma sonrisa que tenía su padre.

"!Shinichiro¡"-Le grito a su nieto sentándose en la manta junto a él.

"No tienes que gritar abuelo"-Hace una mueca rascándose la oreja.

Mansaku apretó su puño y con fuerza golpeo su cabeza.

"Auch ¿Qué te pasa abuelo? ¿No ves que estoy herido?"-Se quejaba Shinichiro sobándose el golpe, con cascadas en sus ojos de dolor.

"Ahora no importa, al menos dime que si trajiste algo para comer"

"Ja, no solo es comida, es la mejor comida que verán tus ojos abuelo"-Abre emocionado la hielera con la comida- "Contempla, mi arduo trabajo"

El abuelo Sano se acercó poco impresionando, pero al fijarse mejor en la comida sus ojos se abrieron y su expresión se suavizo a una cara sorprendida.

"Entonces esto era lo que hacías a escondidas"

Shinichiro rio nervioso: "Si, quería que fuera una sorpresa para ustedes"

"Y sí que lo es, pero eso no explica quién te ayudo"

El mayor sudaba evitando la mirada de su abuelo, pero el viejo no se dejaba engañar.

"Deja de hacerte tonto Shinichiro y habla antes que te quite tu motocicleta por un mes"

"!No puedes hacer eso¡"-Se quejo Shinichiro

"No eres el único que sabe cómo desmontar una motocicleta"-Responde tranquilo.

Shinichiro suspiro derrotado, girando su cabeza a todos lados asegurando que sus hermanos no estaban cerca.

"Una chica me ayudo"-Dijo en voz baja, apenado.

Mansaku levanto su ceja izquierda, incrédulo de su propio nieto.

"Es verdad, una amiga mía me ayudo"-Replico, pero Mansaku no quitaba su cara.

"No intentes engañarme, soy viejo no senil"-Se cruzo de brazos, poco impresionado.

"Es verdad"-Replico molesto- "La acabo de conocer por eso no la he mencionado"

El más viejo lo miró fijamente poniendo nervioso a Shinichiro, pero antes que Mansaku pudiera abrir la boda, el sonido de una pistola los hizo cambiar su atención a la pista de relevos, donde el tema principal era Mikey llegando a la menta en menos de 10 minutos.

"!Y el ganador es Sano Manjiro de la clase 3-C¡"-Se escucho por los altavoces. Shinichiro se paró y grito el nombre de su hermano, aprovechando la distracción, sajando el tema.

Mikey miraba aburrido la medalla que le colocaron por llegar primero, cuando escucho los gritos de su hermano mayor feliz de su victoria.

"!Si¡ !Eres el mejor¡"-Grito su hermano ignorando las miradas nerviosas de las madres a su lado por usar su uniforme de pandilla.

Ya sentados todos juntos, Emma y el bebían con desesperación te helado, refrescando sus gargantas.

"No tomen todo el termo, no tendrán apetito"-Los reprendió su abuelo.

Shinichiro acomodaba las distintas cajas de diversos tamaños frente a todos.

"Espero que tengan mucha hambre"-Hablo con orgullo, cautivando a todos con la impresionante de comida amontones, verduras frescas aun con agua brillando su frescura y con un aroma de lo más apetitoso.

"!Guau¡ Hermano esto se ve de revista"-Emma hablo emocionada tomando el primer bocado, gimiendo de felicidad por lo fresco que era su comida casera.

Shinichiro saco el pecho con orgullo, hasta su estoico abuelo estaba contento comiendo una albóndiga con salsa casera, su plan había sido éxito...bueno, aún faltaba una cosa más.

Mikey se tomó el tiempo para elegir algo que tuviera todo lo que le gustara, pero antes que pudiera alzar alguno, su hermano le paso una caja verde.

"Esto es para ti Manjiro"

"Gracias"

"Tiene todo lo que te gusta así que espero que quede vaco ¿Okay?"

Mikey asintió contento, abriendo la tapa con rapidez y cuando abrió la tapa, una mano larga le mostro una banderita de color azul rey con una M en mayúscula en medio.

"Pensé darte un premio por ganar"-Sujeto entre sus dedos, girando el palito, palmeado su cabeza paternalmente.

Lo coloco encima de la carne. Mikey miro a su hermano sonreír con los ojos cerrados y como un rayo de sol ilumino su alrededor.

"Cada victoria que tengas te celebrare con una banderita"

Shinichiro dio un sorbo a su bebida, sonriendo apenado: "Jejeje bueno, tal vez no quieras hacer algo tan inmaduro"

"No"

"¿Eh?"-Vio a su hermanito mirar con brillo en sus oscuros ojos la banderita como si fuera un gran tesoro.

"No me molesta, quiero una banderita"

El mayor sonrió y lo abrazo por los hombros: "Entonces es una promesa Manjiro"

Y para Mikey todo el día pareció más brillante, con ganas de sacarle muchas sonrisas a su hermano y que su mano volviera a darle más banderitas en sus comidas.

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