Continuación de Tiara De Flores.
Una Charla En La Carretera.
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Albus jamás imaginó que se subiría a un "auto".
Pero ahí estaba sentado en el asiento del copiloto, mientras Lottie iba "manejando" dicho artefacto.
¿Cómo habían llegado a esa situación?
Ah sí, ya se recordó.
Matt había olvidado su traje para la boda en la boutique, estaba de servicio en la comisaría así que él no podía pasar a recogerlo, por lo que había explicado Lottie que por el día ya que era, no había cobertura para enviar el traje hasta el domicilio del novio así que la única opción viable era ir a la boutique.
Por la urgencia del momento, Matt le prestó a Lottie "eso" que era enorme, consideraba que a lo mucho podían estar 5 muggles dentro de él.
Aunque su familia aparentaba ser muggles la realidad era que en su casa detrás de esa fachada seguían siendo magos, eran los únicos del vecindario, solían usar solo la red de polvos flu para entrar y salir de aquel lugar.
Y ahora iban transportándose en eso. No entendía como los muggles podían irse en eso. Lottie le explicó que tomarían cierta "carretera" llamada algo que no recordó con plenitud, le dijo que se pusiera el "cinturón de seguridad" emprendiendo el mini viaje.
Estaba seguro que ahora el había sentido lo que ella sintió el día que se subió a su escoba.
¿Esta cosa solo iba a avanzar o iba a volar?
–¿Al? ¿Sucede algo? Te veo un poco nervioso.
–Es que nunca me había subido a uno de estos. – Respondió con sinceridad colocó su mano sobre su cabeza tratando de evitar que ella notara que en realidad estaba temblando del miedo.
–¿Ustedes cómo se movilizan?
–Por la red de polvos flu, en escobas y en dragones.
–¿Los Dragones son reales? – Lo observó con asombro debía reconocer que habían cosas del mundo mágico que no le gustaba saber que eran reales.
Ojalá ahí no existieran las arañas hablantes, o se desmayaría.
Albus sabía que los dos habían vivido diferentes experiencias, quizás debían hablar para que dejara de temer.
–Pues si al igual que los elfos, los centauros y otras criaturas.
–Ya veo. Insisto en que te pasa algo. No te preocupes manejaré despacio, para que no te asustes. De todas maneras no es mi auto, es el de Matt, si le pasa algo Matt es capaz de matarme.
–¿Por qué Matt te mataría?
–Porque le costó mucho obtener el auto, por eso solo el lo maneja, pero como está trabajando no pudo ir por su traje, llevo el recibo para que me lo entreguen. Aún me parece que fue ayer cuando éramos apenas unos niños que jugábamos durante el verano. –Sonrió con nostalgia al recordar los buenos tiempos.
–¿Siempre han tenido una buena relación?
–Si, Matt y yo nos hemos llevado bien, aunque a mi "Pequeñín" le gusta decir que se siente mayor, pero no lo es. Lo amo a pesar de todo, se casará, hará su propia familia.
– Y yo quiero que nosotros hagamos nuestra propia familia. – Albus pensó mientras sentía que el miedo de la carretera iba disminuyendo. – Si, se ve que ustedes son muy unidos. ¿Solo este auto usan ustedes para transportarse?
–No, hay taxis, autobuses, el tren y algunos tienen motocicletas. Muy pronto llegaremos a la boutique, quizás un día podríamos comprar un auto, podríamos ir a algunos de los poblados que conocí mientras estudiaba. Incluso ir a la montaña. – Lottie sonrió sin dejar de ver el camino.
Albus sintió que su corazón latió con fuerza dentro de su pecho, el "quizás" le hacía saber que Lottie lo estaba contemplando en sus planes para el futuro, que estarían juntos.
Siempre había sido un soñador, junto a su Lottie lo era más.
–Llegamos, solo voy a estacionarme.
Anteriormente ya había estado en otra boutique con Lottie pero este lugar era diferente, estaban varios modelos en exhibición, vestidos de novia, trajes de gala sin capa, otras prendas que no logró identificar.
Según había entendido acá solo vendían lo necesario para vestirse para una boda. Se sonrojó pensando que un día el también se casaría, imaginó que Lottie se pondría alguno de esos vestidos, y que con ellos estarían los que apoyaban su relación y su futuro.
–Buenas tardes, vengo a Recoger un encargo a nombre de Matt Elwes. – Le dijo a la señorita de la Recepción.
–¿Trae el Recibo?
–Si, es este.
–Gracias, en un momento le hago entrega.
Aunque era algo sencillo por hacer, Lottie sabía que para Albus todo esto era un mundo nuevo, porque el había vivido en medio de la magia, que su familia solo tenía la fachada frente a su casa. El debía aprender mucho de su mundo, ella debía aprender mucho de la magia.
Eran de dos mundos diferentes, pero ella ya no estaba segura de quererse alejar de él, la conversación le hizo darse cuenta de que quería estar con Albus, aunque hablaron más del auto de Matt que de otra cosa.
Ahora a ella le hacía ilusión que volvieran a transitar la carretera pero no de regreso a casa, si no las carreteras para conocer lugares nuevos, o volver a lugares donde ya habían estado.
Recibió el traje de su hermano revisó que fuera el indicado y lo guardaron con sumo cuidado, sintió sus ojos llenarse de lágrimas, el sentimiento de emoción por la nueva etapa que le esperaba a Matt fue la que hizo que casi llorara.
Algo le decía que iba a llorar de felicidad el día del evento.
–¿Nos vamos? – Le preguntó a Albus mientras estiraba su mano para que el la tomara.
–Si, vámonos. – Albus la tomó mientras ella llevaba el traje hacia el auto acomodándolo con sumo cuidado en el asiento trasero del mismo.
Así salieron de la boutique debían tomar la carretera para volver a casa, y quizás volverían a tocar algún tema en particular, Albus aún debía saber cuál era el color favorito de Lottie.
Lottie aun quería saber cuál era el postre favorito de Albus.
Aun tenían mucho que conversar.
