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Tras correr entré la nieve que atrapaba sus zapatos, esté acabó por resbalar, cayendo así, de cara entré la frialdad de está, quedando empapado entré el rocío de su cuerpo hirviendo y el hielo que lo frenaba, sin darle oportunidad de levantarse, cierto pelinegro se posó encima suyo y sujetó con fuerza sus muñecas, privandolo de cualquier movimiento innecesario para sus intenciones..
- ¡D-déjame en p-paz!, ¡Te odio!, ¡Te o-odio muchoooo!, ¡A-arruinaste m-mi v-vida! - Esté trato de dar patadas al azar, incluso resistirse a su agarré, pero el pelinegro parecía ni inmutarse, ni soltarlo, en su lugar conservaba aquél semblante reacio con el rubió.
- Escucha, cálmate... Shh. Shh. - El pelinegro intentó moderar su actitud, pero esté simplemente lloraba y lo miraba con rencor mientras enterraba sus uñas en los brazos de esté - Lo siento por lo que pasó, no creí que fuera a actuar así... pero no volverá a interponer entré nosotros, ¿No era lo qué querías? - Mencionó el pelinegro en lo qué el rubió simplemente negaba con la cabeza.
- No h-hay un nosotros, yo n-no q-quiero estar contigo... consiguete a alguien más, ¡Pero déjame en paz!!!, ¡Y-ya no p-puedo l-lidiar más c-con ésto, maldición!, ¡Te detesto tanto Craig!, tanto... - Esté trató nuevamente de resistirse, pero el pelinegro continuaba plasmandolo contra la fría nieve, miéntras que esté sollozaba, sintiendo morir por cómo está comenzaba a quemar su piel - Me das t-tanto asco... el asco qué t-te siento me hace sentir i-incluso más asco d-de mí... -
- Tweek, no eres nada sin mí, si te continúas negando, yo podría arruinar tú vida, no quieres eso... darle esa fama a tus padres, su cafetería, no son cualquier tipo de videos, incluso superan el asco qué me sientes, cariño.. - El rubió guardó silenció, ésto hizo creer al pelinegro que su actitud ya se había calmado y le dió la vuelta - Se que no lo dices enserio, es el afán del momento... - Sin dejarlo continuar, aquél rubió escupió en su rostro, con la esperanza de qué soltará sus muñecas y por qué ya no soportaba escucharlo hablar de forma tan deliberada.
El pelinegro suspiró, cómo tratando de transmitir que su paciencia había terminado, limpió su cara con la manga de su abrigo y agarró con fuerza de la muñeca de esté, para obligarlo a caminar, prácticamente arrastrándolo.
- ¡Sueltame, i-idiota! - Esté trató de soltarse del agarré del pelinegro, pero era realmente fuerte, esté trató de seguirle el pasó, pero aún así era muy brusco, juntos llegaron hasta la motocicleta..
- Vas a venir conmigo, si no te voy a joder y es enserio, todos sabrán qué eres un asqueroso homosexual, entiende de una maldita vez que nadie va a apoyarte, ni llorar tú muerte, estás perdido, no lo quisiste entender por las buenas, ahora será por las malas - El rubió agachó su mirada, sintiendo impotencia miéntras empuñaba su mano.. - Ahora sube, pero aquí adelante - El pelinegro le hizo espacio para obligarlo a subir ..
El rubió no sabía cómo actuar frente a está situación, su cabeza parecía estar de nuevo en blanco y el pelinegro le susurraba cosas qué realmente lo desmotivaban, miéntras iba en aquél aparato, se meditó en tal vez hacerlo estrellar, tal vez recuperar su vida.
Era cómo si entendiera, qué la única forma de qué lo dejará en paz, era morir juntos, por qué simplemente no lo hacía, ¿De qué tenía tanto miedo?..
Sabía que no era capaz de interponerse a algo, su cabeza comenzaba a irse y su cuerpo era inepto a la hora de actuar..
Luego de un rato en aquél aparato, esté sentía la cercanía del pelinegro, casi en su oreja aquella forzada respiración, pero lo único que podía sentir era un profundo asco, juntos llegaron a la casa del pelinegro, dentro de está, comenzó el verdadero infierno.
Esté tomó al rubió del cuello, prácticamente estragulandolo contra la pared, el rubió mantenía sus manos sobre las de esté, esté pudo tomar un poco de aire, luego de que esté cambiará de posición una de sus manos para despojarlo de sus pantalones.
Estos llegaron únicamente hasta abajo, junto a su ropa interior, fue obligado a darse la vuelta y posar sus manos contra la pared, miéntras se mantenía temblando su cara fue clavada contra la misma, en lo qué esté desabrochaba su pantalón, dispuesto a penetrarlo.
- ¡Mierda, cálmate! - El rubió gritó, trato de resistirse pero esté volvió a tomar sus manos para ponerlas contra la pared, el rubió lagrimeo mucho, hasta qué cierto pelinegro introdujo su pene de una sola estocada, dejando deslizar por su pene una gota de sangre proveniente de su trasero, esté continuó introduciendolo profundo, empujando en el interior del rubió miéntras que éste, demostraba sufrir mucho por los constantes sonidos de dolor qué transmitía..
Esté nunca acostumbraba a usar condón, prefería venirse dentro de aquél rubió, una vez más fue lo qué hizo, dejando caer en el suelo gotas blancas y rojas..
Sabía que ya nada estaba bien en su cuerpo, por qué esté le transmitía estar mal, tras encontrar ronchas rojas con pus en cada parte que el pelinegro perpetraba, se sentía enfermó y no en el ámbito mental, su físico aveces no daba para mal y todo el tiempo deseaba estar vomitando..
El rubió lloraba en voz baja por el profundo dolor qué sentía en su interior, incluso cuándo esté sacó su miembro, teniendo la esperanza de qué todo terminará en aquél momento, no fue así, sintió cómo lo arrastraba hasta una habitación de luces rojas con mucho plástico a sus alrededores.
El pelinegro lo empujó en un colchón, miéntras aquél rubió presenciaba cómo esté oprimía un botón y todas las grandes cámaras se encendían..
Esté comenzó a exhalar con fuerza miéntras movía su cabeza de lado a lado, retrocediendo para que no se le acercará...
El pelinegro también se arrimó a esté sobre el colchón, tomándolo de la pierna para arrastrarlo debajo suyo el rubió mandaba manotazos y por está razón, acabó poniéndolo boca a bajo para volver a penetrarlo.
El rubió escondió su rostro para no gritar de dolor, miéntras sentía cómo esté introducía su miembro, era desgarradora la forma en la que entraba y parecía recorrer toda su zona.
- Duele m-mucho, p-por favor Craig...lo siento tanto... - Esté sorbia los mocos mientras jadeaba, con la esperanza de qué se tranquilizara, ya que en aquél punto sentía poder quedar peor qué en el principio...
Aún así, no se detuvo pesé a la insistencia de esté, continuó con una ronda, luego otra, llegando a una tercera en dónde su orificio se encontraba llenó de aquél fluido blanco.
- Tranquilo, ésto es sólo trabajó, si te esfuerzas también puedes ganar mucho - Esté intentó besar al rubió, quién parecía no tener energía para seguir - No aprendes... - Esté lo levantó, haciendo que se sentará sobre sus piernas y rozando su miembro - Muévete, cómo sabes hacerlo - El rubió posó sus manos en sus hombros, introduciendolo una vez más, al ver qué esté tardaba mucho, lo hizo bajar con fuerza, hasta hacerlo erguir.
El rubió jadeó miéntras intentaba moverse, pero el dolor simplemente adormecia sus caderas, esté lo tomó del cabello para hundir sus labios en los suyos simplemente para qué dejará de llorar, pero optó por soltarlo una vez más, sin qué esté reaccionará de ninguna forma, está vez para tomar una caja, en dónde había un montón de juguetes sexuales..
- Siempre quise saber cómo se te verían esté tipo de cosas - El pelinegro sacó un palito largo, el cuál introdujo en el pene del rubió.
- ¡Agh!, ¡Sácalo!, ¡Sácalo! - A pesar de sus constantes gritos, el pelinegro lo ignoró, introduciendo esté cada vez más profundo, tras empujarlo con la palma de la mano, el rubió trató de sacárselo, pero el pelinegro no se lo permitió, esposado su mano en uno de los tubos de las cámaras, los cuales eran fijos al suelo, esté seguía gritando pero todo comenzaba a ponerse de color rojo, tal cómo la habitación que parecía no tener hora específica después de que el pelinegro se animará a tomar algunos dildos de gran tamaño, baño uno de éstos en vaselina para qué entrará más rápido dentro de su agujero, el cuál empujó miéntras que el rubió parecía haber rasgado gran parte del colchón, esté, si vacilar lo activó, miéntras que el rubió, lejos de poner una cara de satisfacción, parecía rendido, cómo si su cuerpo estuviera dispuesto a rechazar todo lo que entrará en su interior..
- Quiero saber cuánto aguantas, sólo así te voy a dejar descansar - Acarició su suave cabello rubió, el cuál había sido empapado por el sudor del mismo, una vez más le dió la vuelta, sacando aquél palito de la punta de su pene, quién consigo dejó escapar un hilo de secreción, el cuál no produjo alivió en el rubió, si no un jadeó de dolor..
Luego vinieron unas pinzas que puso en sus pezones, las cuales daban descargas eléctricas, el rubió estaba tan sometido qué no encontró forma de moverse, simplemente se sentía incapaz de emitir cualquier reacción y una vez más, vió aquello cómo su último suspiró.
Miéntras entraba en un estado de inconciencia que le repetía todo lo qué acontecía tiempo atrás, en un lore de desesperación al que se había estado sometiendo...
Deseaba que si así debía morir, que al menos en otra vida, hubiera podido librarse de todo lo que tuvo que vivir en está..
Poder ser al menos, un poquito feliz..
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