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Cuándo entré a mi casa, sentí el ambiente realmente pesado, cómo si yo comenzará a ser un desconocido para aquél lugar, no me sentía bienvenido, casi cómo si no perteneciera ahí, la sensación amarga que me dejó aquél depravado, había acabado conmigo, al menos eso fue lo qué traté de hacerme creer, pero fue inútil...

Saqué del bolsillo del abrigo de aquél tipo, las llaves de la cafetería, dispuesto a ponerlas sobre la mesa, escuché un ruido y pude apreciar qué se trataba de mí madre, estaba extrañado ya qué a está hora ella debía estar en la cafetería... sería difícil darle una explicación..

- Hola mami, y-yo estaba ... - En aquél momento mi madre se acercó a mí, con una mirada de decepción y luego me abofeteó, de la nada pude sentir aquél golpe cargado con despreció, tenía miedo de pensar la razón, quería permitirme pensar que podría se cualquier otra cosa, menos aquello... no creía ser capaz de enfrentarla una vez más y acabar cómo el culpable...

- ¡Lárgate!, ¡Lárgate de aquí!, ¡No quiero volver a verte!, ¡¿Cómo pudiste hacer algo así?!, ¡Qué repugnante! - Ella me tomó del brazo y me sacó nuevamente de la casa, empujandome afuera y cerrando la puerta, no me dejó vacilar tan siquiera, eso me hizo entender.

Tal vez el y yo no éramos muy diferentes después de todos, si me resistía me lastimaba, pero el es casi tan repulsivo cómo lo podría llegar a ser yo, sólo que a diferencia mía, yo no encajó en mí entorno, ni me mezcló con la gente normal, simplemente dejó qué los problemas me afecten y muestren que tan insípido puedo ser...

Aprendí a no creer en las promesas, mucho menos en la palabra de alguien qué pretendía saber, qué era lo mejor para mí... yo no era suficiente para nadie, era una caja de sorpresas de la cuál sacaban y sacaban cosas, pero de recibir, eso nunca pasaría, perdí personas en mí entorno cuándo más las necesitaba m, sin decirse, que no supe de que se trataba, el verdadero apoyo..

No seguí insistiendo a mí madre, era claro que tenia más por lo que luchar ahora qué les había arruinado la vida, incluso sigo siendo egoísta en esté momento, pensando únicamente en lo que me adolece a mí, retiré mí rostro de la puerta para dejar de escuchar a mí madre llorar, ya le había dado muchos dolores de cabeza.

Tal vez si quería despedirme, debería comenzar por los lugares en los qué tal vez, fuí feliz en algún momento de mí vida, antes de buscarme cada problema... ahí permanecía, enfrente de aquélla casa..

Golpeé y afortunadamente me abrió bebé, ella se hizo a un lado para dejarme pasar, quería un lugar para llorar, pero ella no me transmitía más la seguridad de hacer algo cómo eso, muchas cosas habían cambiado entré nosotros e incluso ella, se volvió distante, hasta aquella amistad, había arruinado.

- Tweek... ¿Qué hiciste?, Ahora estás en todas partes... - Ella dijo en un tono serio, cómo señalándome para darle una explicación miéntras se cruzaba de brazos, le creí, juró qué creí en su forma de sobrellevar las cosas.

- El, Craig m-me demandó ir con el, prometió que lo haría p-por las buenas, pero n-no esperó ni un minuto para p-poder a-arruinarme -Ella jadeó, casi demostrando el mismo dolor qué estaba sintiendo, luego se aproximó a abrazarme y aunque las heridas aún perpetraran mí cuerpo, la ensoñación de un abrazo sincero, era lo qué necesitaba, aunque estuviera lejos de ser así..

- Perdóname...por haberte metido en ésto... perdoname - Ella me apretó con más fuerza pero yo no entendía a qué se refería, luego me miró miéntras negaba con lágrimas en los ojos - Escucha, no tienes opción, escapa de aquí, aunque sea con ese tipo, desafortunadamente ya no tienes lugar aquí - Yo simplemente me solté de su agarré y la miré..

- ¿De qué hablas?, ¿P-por qué me dices eso?... - Ella negó y luego la sostuve de los brazos - ¡Bebé! - Luego de gritarle, ella acabó por respirar de forma agitada, casi mostrandose alterada por lo ocurrido..

- A veces suelo llevar amigos, para qué ellos tengan sexo,no fuiste el único... pero nunca pensé que ésto te podría pasar a ti, creí que sería algo de momento y sólo se olvidaría de ti, cómo de todos los demás... ¡Oh, por favor perdóname! - La solté y me alejé, ésto... era lo último qué quería escuchar, la verdad qué me golpeaba en la cara y no me daba cuenta pesé a las constantes señales...

Ésto era cómo haber sentido un puñal en el corazón, sentí ésto cómo la peor traición... tal vez, las personas que siempre demostraron compasión por mí, eran lo más de falsas..

- Por qué... ¿N-nunca me lo d-dijiste? - Retrocedí y ella trató de acercarse a mí , pero continúe alejandola - No te a-acerques a mí... Nunca más, si ésto iba terminar así, al menos hubiera deseado qué no me h-hicieras creer que era tú amigo... no sabes cómo me duele ésto - Miéntras me aproximaba al umbral de la puerta, sentí sus pasos pisar mis talones antes de salir..

- ¡Tweek, por favor!, ¡Ésto es sólo un error!, ¡Prometo no volverte a dejar - La escuché gritar, pero en lo único que pensé fue en salir de todo lugar qué me demostrará lo imbécil qué había sido, quería correr y correr...

Sentí el mundo sobre mí, cómo si todas las personas me mirarán y juzgarán, ahora era cómo estar completamente perdido, sin opción, si era cierto qué mí intimidad había llegado a las computadoras, pequeños teléfono y pantallas grandes, estaba más jodido de lo qué quería creer, ya no valía continuar con está resistencia...

Me escondí detrás de un callejón, no quería qué me miraran en la calle, cuán criatura extraña y miéntras sentía qué mí alma se iba, saqué mi teléfono y marqué aquél número...

- Ya tomé una d-decision... Ven a... b-buscarme... -

Así se sentía quedarse sin voz, sin opciones, pesé a todo me seguía refugiando en charcos densos de lodo, con un corazón vacío qué simplemente no tenía escapatoria... más guardar esperanza dónde era claro qué nunca la habría.

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