La tarde siguiente, Elizabeth se vistió con un exquisito vestido rojo claro con bordados dorados que resaltaba el color de su cabello y ojos. Se miró en el espejo y le costó reconocer la imagen de esa mujer sofisticada, atractiva y elegante.

Isabella nunca había visto a su madre con un vestido tan hermoso y estaba embelesada. "Mami, te ves bonita, pareces una princesa. ¡Papá, mira a mami! ¿Vas a bailar con ella?"

Darcy asintió y besó tiernamente la mano de Elizabeth.

"Gracias, Bella. Sí, voy a bailar varias veces con tu papá. Debes prometerme que ahora te vas a dormir."

Isabella asintió y, como de costumbre, abrazó a Elizabeth y luego a Darcy.

Darcy le dio a su amada esposa una cadena de oro con un colgante de rubí y le susurró al oído: "Isabella tiene razón, estas muy hermosa". La besó suavemente, "Estoy deseando que termine esta noche y estemos a solas..."

Media hora más tarde, Elizabeth entró en el salón de baile de los Matlock del brazo de su orgulloso marido.

El salón de baile estaba adornado con una variedad de flores y adornos que Lady Matlock había preparado exclusivamente para esa noche, y había alrededor de cien personas.

La mayoría de las personas tenían mucha curiosidad por conocer a la nueva Sra. Darcy y le pidieron a Lady Matlock para que hiciera las presentaciones y así, antes de que comenzara la primera pieza de la noche, ya le había presentado a Elizabeth a las principales familias de la sociedad y sutilmente señaló qué dama era amable y cuál era una arpía.

De los parientes de Elizabeth, los únicos que Lady Matlock había a regañadientes invitado al baile fueron los Gardiner. Desafortunadamente, las principales familias de la alta sociedad eran muy clasistas y despreciaban mezclarse con comerciantes. Elizabeth no estaba de acuerdo con ellos, pero tuvo que resignarse a la situación, especialmente porque era una invitada en la casa de los Matlock.

Como estaba previsto, Elizabeth abrió el baile con Darcy. Mientras bailaban el primer set, la mente de Darcy viajó a hace varios años en Netherfield...

"Estás muy serio, señor Darcy. ¿No estás disfrutando de mi compañía esta noche?

Darcy sonrió levemente, "Sabes que nada podría estar más lejos de la verdad. Estaba recordando la última vez que tuve el privilegio de bailar contigo. ¡Ojalá hubiera actuado diferente! Quizás nuestra vida hubiera sido tan diferente…"

"No pienses en lo que podría haber sido. Deberías seguir mi filosofía y reemplazar aquel baile que no fue muy cordial con el de esta noche." En voz muy baja y con una sonrisa traviesa añadió: "Quizás mientras bailamos, podemos hablar de libros o del tamaño del salón de baile."

Darcy se rió de buena gana y muchos de los que bailaban cerca comentaron que nunca habían visto al señor Darcy sonríer y ríe de esa manera.

Durante un breve intervalo entre piezas de baile, Lady Matlock le presentó a Elizabeth a otras dos damas. Intercambiaron brevemente algunas palabras, antes que Lord Matlock viniera a buscarla para bailar las siguientes dos piezas. Una de las damas la invitó a una fiesta en su casa en tres días.

Mientras Elizabeth bailaba con Lord Matlock, Darcy bailaba con Lady Matlock. La gran dama estaba muy satisfecha con el desempeño y aceptación de Elizabeth y por eso, en voz muy baja, le dijo su sobrino: "Todo va mejor de lo que esperaba. Reconozco que Elizabeth tiene un especial carisma, y además es guapa e inteligente. Escuché que Lady María le dijo a Lady Sophia que Elizabeth es encantadora y Lady Diane la invitó a su próxima fiesta".

Darcy asintió, "Me alegro que todo vaya bien".

"Hasta ahora, la gran mayoría de los comentarios y conversaciones han sido positivos, pero este es sólo el primer paso para que sea aceptada…"

Elizabeth bailó el cuarto set con Richard y ambos disfrutaron la experiencia ya que tenían un sentido del humor similar. Darcy no bailó ese set, ya que se encontró con algunos conocidos que no veía en años y decidió conversar con ellos.

Sólo durante la cena Elizabeth tuvo la oportunidad de hablar unos minutos con su queridos tía y tío Gardiner.

"¿Estám disfrutando el baile? Sólo desearía poder pasar más tiempo con ustedes." Elizabeth suspiró.

"Lizzy, lo entendemos. Es importante que conozcas a estas personas. Son parte del mundo al que ahora perteneces. Estamos muy orgullosos de tí", dijo con sentimiento la señora Gardiner.

"No tía, soy yo la que estoy orgullosa que ustedes son mi tía y mi tío…"

La otra persona que despertó mucho interés esa noche fue Sir Richard. Debido a su nueva situación financiera, muchas mujeres ahora lo consideraban un marido deseable. Lady Matlock deseaba que su hijo se casara, y por ello, le presentó a varias mujeres jóvenes que habían hecho su debut unos años antes, pero ninguno de ellas le interesó.

En un momento de la noche tuvo la desgracia de encontrarse cara a cara con su primer amor, y daba la impresión que no era feliz en su matrimonio. Para evitar ser grosero y no llamar la atención, tuvo que tolerar que ella le tocara el brazo y le sugiriera que se encontraran a solas para 'charlar' sobre viejos tiempos. Todavía estaba molesto por la conversación tan desagradable cuando su ex cuando su antiguo general se acercó a saludarlo.

"Sir Richard, qué bueno verlo de nuevo. Felicitaciones por su ascenso y título de caballero. Hombres como usted son lo que se necesita en el Ejército de Su Majestad para defender nuestra Reino."

"General Platt, me alegro de verlo de nuevo. Pensé que todavía estaba en el continente".

"No, me retiré recientemente. Ya tengo más de sesenta años, mi vista y mi oído no son lo que eran y me cuesta montar a caballo. Me gustaría presentarle a mi hija mayor, la Sra. Harper. Probablemente conoció a su marido, el coronel Harper. Como ya sabe, lamentablemente murió en combate hace casi tres años".

Richard miró a la señora Harper, recordó que la había conocido hacía varios años cuando ella había hecho su debut en sociedad. En aquel entonces estaba interesado en la señorita Crawley y no le había prestado atención. Por cortesía, la invitó a bailar. No tenía forma de saberlo, pero esa fue una de las decisiones más importante que tomó en toda su vida...