En el momento que Lincoln le estaba hablando, Clyde se estaba preguntando muchas cosas, sus palabras no habían sido escogidas con cuidado y había expresado lo primero que pensó, no tenía otra forma de decirlo, era su pensamiento más puro y entre más lo analizaba, era el más egoísta.
En el momento que Lincoln pronuncio las palabras finales mientras daba termino a su relación de amistad, casi como si fuese una clave de desactivación, su cerebro se apagó, entregándose al dolor de la situación y no importo cuando le hablasen sus padres con el fin de calmarlo, lo único que resonaba en su cabeza era la expresión molesta de su amigo mientras le rechazaba, y con eso en mente, sin literalmente nada más en mente, termino encerrándose en su cuarto.
El padre de su amigo se lo había advertido hace poco tiempo, realmente se había esforzado por analizar toda esa situación y no quería lastimar a Lincoln, quería mantener esa amistad que tanto apreciaba, por algo era su mejor amigo desde hace tanto tiempo, y durante su tiempo de encierro se concentro en pensar como volver a hablarle, pedirle que volvieran a ser amigos, aunque también hubieron momentos donde pensó en mandarlo al diablo, momentos donde su mente se llenaba de ira por lo que había hecho y era incapaz de comprenderlo, esa dualidad se mantuvo los primeros días mientras hacía oídos sordos a las palabras de sus padres.
Las llamadas comenzaban a acumularse, se aseguro de ir al baño cuando nadie estaba en casa, hasta que cierto día una idea surgió en su cabeza, una que pensó era el impulso que buscaba: "¿Él también debe estar sufriendo como yo, nuestra amistad era importante después de todo".
Era una morbosa motivación, pensar que ambos la estaban pasando mal y una reconciliación los ayudaría por partes iguales por lo que busco en redes sociales a su amigo, no era alguien que publicaba demasiadas cosas pero si sus hermanas, podría hacerle un pequeño seguimiento de esa forma y tomar la suficiente confianza para intentar llamarle, pero para su sorpresa ni siquiera necesito de buscar a las hermanas, el mismo Lincoln había estado un tiempo publicando cosas, más de las que él recordaba y recientes, de esa misma semana, la fotografía de un paisaje lindo con una pareja de ancianos, otra fotografía de unas ardillas en un árbol, una de él… alegre, reunido con gente que no conocía.
Lincoln no estaba sufriendo, ese fue su pensamiento.
Solamente él era quien estaba sufriendo por toda esa situación.
Era como si realmente le odiase, quizás, desde hace algún tiempo.
Quizás… incluso desde antes del incidente.
Quizás era la razón por la que su comunicación disminuyo tanto, por la que intento desechar los gustos que compartían, quizás siempre estuvo esperando una situación así para poder sacarlo de su vida y dejarlo como el malo de todo el asunto.
Entre más lo pensaba más se sentía en pánico, más le costaba respirar, más sentía que solo quería gritar y llorar amargamente por lo que creía que era una amistad realmente era una pantalla para quién sabe qué. O tal vez… realmente él lo había arruinado, tal vez Lincoln realmente lo había intentado todo primero y él fue quien no supo responderle.
Su mente era una batalla encarnizada entre dos frentes totalmente opuestos, intento llenar su cabeza con videojuegos y videos, algo que mantuviese su cabeza ocupada de esos pensamientos, si no podía estar en paz, al menos tendría que estar lo suficientemente distraído de la realidad.
Pero el viernes de esa semana, después de tanta insistencia, decidió ver los mensajes de quién no se había rendido en toda la semana, Zach.
Sus palabras sobre que Lincoln quería reunirse con ellos calaron profundo en su mente, ¿Realmente podía odiarlo al punto de fingir que no existe y sacarlo del grupo? ¿Realmente ya no significaba nada para él?
Ni siquiera los videojuegos o los videos lograron calmar las voces en su cabeza esa noche, tampoco logro conciliar el sueño, sentía que el oxigeno le faltaba, que la habitación se hacía cada vez más pequeña, cuando escuchaba las palabras de su padre no podía entender su mensaje y estaba seguro de que hablaban de cómo era una molestia y una perdida de dinero, se sentía inútil, una carga, una basura de persona que no servía.
En algún punto sintió que era suficiente, ni siquiera podía confiar en su propia mente, ni en los demás, fue cuando se dirigió a su escritorio y tomo las tijeras…
Horas después
Howard observaba a Clyde durmiendo en una camilla, para su suerte no había sido un daño grave físicamente hablando, posiblemente al momento de iniciar se desmayase al ver la sangre y eso evitase que penetrara más profundo, no sabía como reaccionaría al despertar y prefería estar seguro de que hubiese profesionales cerca, esto ya había escapado por completo de lo que él y su esposo eran capaces de controlar y no lograba encontrar una explicación lógica.
Lo de Lincoln había sido algo duro, pero era parte de la vida, él mismo tuvo que dejar varias grandes amistades cuando comprendió su orientación sexual, algunas que le dolieron en lo más profundo de su alma, además, en vez de maltratarlo mentalmente fue directo, algo que apreciaba y solo se lamentaba que las cosas se diesen así.
Pero si tenía que pensar en una verdadera responsabilidad era él mismo, no supo actuar cuando era debido, no lograba vislumbrar en que parte de su crianza termino provocando que el pensamiento del muchacho le arrinconase a esa opción, ¿Su actitud tal vez? ¿Su permisividad? ¿Su pasividad? Todos los libros de paternidad que leyó cuando conoció a Harold y a un Clyde de pocos meses, simplemente no lograba entenderlo, ¿Cuál era su error? ¿Qué fue lo que hizo durante todos esos años en que creyó que estaba convirtiendo a su muchachito especial en un hombre de bien?
No había más culpables que él y eso le carcomía, tomar la mano de Clyde solo le dañaba más, pero no podía alejarse, no en ese momento, no le importaba que Harold necesitase descansar o le recomendase que se turnaran, no se iba a separar hasta que su hijo abriera los ojos.
Paso una buena cantidad de minutos así, aferrándose con fuerza a la mano de su hijo hasta que este finalmente comenzara a lentamente a abrir sus ojos, pudiendo notar finalmente la silueta del hombre.
- ¿Papá?
- Clyde. - Su voz era mucho más fría de lo que alguna vez el muchacho le había escuchado hablar.
Clyde dirigió su mirada, fijándose en el brazo donde sentía una incomoda y desagradable sensación donde pudo observar como su muñeca estaba vendada.
- No fue algo muy profundo, los profesionales que te vieron dijeron que te desmayaste quizás por ver tu propia sangre, pero no corriste peligro, adicionalmente la tijera no tenía demasiado filo.
- Papá, yo…
- Dime Clyde, ¿Por qué? Yo… quiero entenderlo, ¿Por qué recurrir a esto? ¿Qué te orillo a tomar una decisión así? Eres tan joven, tienes tantas cosas por las que vivir, ¿Acaso tu padre y yo te hemos hecho tanto daño que esta era tu única escapatoria?
- No, no papá, no es su culpa, yo…
- ¿Entonces por qué? ¿Por lo de tu amiguito? ¿Es tan importante ese niño que no te importo dejarnos solos a tu padre y a mi solo por las cosas que te dijo?
- No papá, esto no… es por tu culpa…
- ¡¿Entonces por qué lo hiciste?! Hemos intentado darte todo lo que hemos podido y que te convertiría en un buen muchacho, en alguien feliz y saludable, ¿Acaso te provocamos tanto daño sin darnos cuenta de que el menor problema te lleva a… esto?
- ¡No! Snif.
Ya con lágrimas en sus ojos, el pelirrojo se aferro con fuerza a los hombros del niño, incapaz de seguir reteniendo sus propias emociones.
- ¡¿Entonces Clyde?!
- ¡Yo no lo sé! ¡Sentí que ya nada tenía sentido, solo eso, no lo pensé demasiado!
Ambos se mantuvieron un momento aun llorando frente al otro, momento en el que Howard se separó del pequeño y volvió a apoyarse en su asiento.
- Desde que los conocí a ti y a Harold me prometí que sería un buen marido y padre, nunca te obligue a llamarme papá por esa misma razón y siempre agradecí que lo hicieras, creía que darte tu espacio en estas cosas era lo mejor y solo intervenir cuando tu salud estuviese directamente comprometida cuando entraste en la secundaria al ser un chico en crecimiento, pero creo que me equivoque terriblemente.
- Papá, tú no…
- No Clyde, me di cuenta de que no me estaba tomando tu crianza seriamente, y eso es algo que debo cambiar aunque me odies en el futuro.
En ese momento, casa Loud
Lincoln se encontraba encerrado en su habitación, decir que estaba molesto sería rebajar la cólera que sentía en esos momentos y principal razón por la que se había encerrado, no quería decir o hacerle alguna tontería a alguna de sus hermanas mientras seguía así de enojado.
Incluso cuando buscaba reformar su vida, buscar sus verdaderas amistades, ¿Por qué McBride tenía que seguir entrometiéndose? ¿Por qué su sombra tenía que seguir molestándolo? ¿Acaso no podía pasar un agradable día con los chicos sin que metiera sus narices y lo arruinase todo? En ese punto ni siquiera le importaba lo que Zach les había dicho por teléfono ni como le culpo a él por lo que el moreno había hecho, de hecho eso era lo que más le molestaba, como ese enano le culpaba y escupía insultos mientras le decía si estaba feliz de orillarlo a ese estado, como todo el animo que había intentado crear durante el día se arruino en ese momento ante toda la situación.
Él fue claro y directo, no iba a dar rodeos ni quería alargar demasiado la situación, eso es más que el acto desleal que le hizo el muchacho de romperle el brazo, ¿Acaso no importaba lo que él pensara o sintiera? Tampoco fue sencillo para él pero era lo mejor para mejorar y sanar, arrancar el problema de raíz, eso fue todo lo que hizo, ¿Por qué sería su culpa que él tomase esa decisión? ¿Por qué tenía que seguir entorpeciéndolo tanto?
Y lo peor.
Ver como Stella y Liam lo observaban, como… si él fuese el villano.
- Maldita sea.
Incapaz de controlarse dio una fuerte patada a la cesto de basura, fastidiado.
Había vuelto a casa por inercia, ni siquiera quería estar allí, pensando como su familia debería estar fuera escuchándolo y pensando en decirle más palabras para hacerlo sentir bien, estaba completamente harto de eso, de la lastima, de la incomodidad, de McBride, de quienes llamaba amigos, solo tenía ganas de gritar pero termino por controlarse lo suficiente para tirarse en su cama y contemplar su, reducido, mundo.
- Todo esto por un estúpido partido.
No hallaba otro punto, otro recuerdo desde el que recordase que las cosas habían ido solo cuesta abajo y miro su uniforme del equipo perfectamente doblado, esperando a que su brazo se recuperase para usarlo y volver a las practicas, se levanto con furia y al tomarlo pensaba lanzarlo con fuerza por la pequeña ventana de la habitación, sosteniéndolo mientras su brazo dudaba, sus dientes crujían por la presión con la que estaba apretando su mandíbula hasta que finalmente su brazo cedió y dejo la ropa en su lugar, exhalando con fuerza.
- Esto no esta funcionando, alejarme no lo hizo, acercarme tampoco, ¿Qué carajos tengo que hacer?
Dicho eso tomo alguna cosas y las puso en una mochila al igual que se colocó una gorra, colgándose la mochila abrió la puerta solo para ver como al hacerlo caían Lynn, Lola y Leni al piso, las cuales estaban apoyadas sobre está intentando escuchar.
- H..Hey Lincoln, ¿Qué curioso no? - Dijo avergonzada Lola.
- See, que curioso, yo estaba… entrenando tacleadas y justo me pegue a tu puerta. - Dijo Lynn evitando mirarle.
- Yo creía que estábamos intentando escuchar para ver cuando se calmara. - Dijo confundida Leni.
- (Simultáneamente) Uh.
- (Serio) Técnicamente le dije a mamá que regresaría tarde y aun quedan varias horas de luz, volveré para la hora de cenar.
- Lincoln, creo que lo mejor sería…
- Quiero salir, estoy sinceramente harto de los consejos por un tiempo.
Las tres al verlo tan serio dieron un paso al costado para abrirle paso, para su suerte no se encontró con ningún otro familiar camino hacía la salida y, esperaba, no hacerlo en un buen rato.
No tenía un destino fijo, simplemente quería caminar, despejar su mente o al menos intentarlo, por lo que deambulo por Royal Woods y termino dirigiéndose al parque donde quería llevar al grupo antes de aquella llamada de Zach que le arruino la tarde, era un lugar agradable y precioso, cercano al sector rural de Royal Woods y con sectores de bosque nativo bien preservados, y el solo ambiente del lugar provocaba una sensación de calma, esa era la idea que tenía y quería mostrarles, ese era el plan...
- Sigh, no sé para qué me moleste en venir aquí.
Termino deteniendo su caminar, internarse en el lugar ya no le parecía agradable, no al menos en su situación, decidiendo simplemente sentarse en la acera, al costado de la calle por la que transitaba.
Salió sin rumbo, sin objetivo, quizás solo no quería estar en su casa, suspirando mientras tomaba una piedra a su lado.
- Supongo que las cosas no podían salir del todo bien, quizás por eso Lynn se aparto de sus amigas de la primaria en primera instancia, quizás debí haberle hecho caso.
Pensó en simplemente lanzarla sin importar qué, tal como aquella caminata sin sentido una acción de igual condición para finiquitarla le pareció hasta poético por lo que levanto su brazo y lo curvo para ganar toda la potencia posible, pero aquello le permitió levantar la mirada lo suficiente para notar a la distancia a un chico de cabello naranja en bicicleta que se acercaba.
- ¿Liam? Cierto, él vive por esta zona.
No quería entrar en contacto con él, no después del desagradable momento que había pasado horas atrás con la llamada de Zach, pero en el momento que Liam noto a Lincoln este si enfilo su trayectoria hacia la de Lincoln, el peliblanco no quería hablar con él, pensó en fingir que lo llamaban sus padres para decirle que estaban por ir a buscarlo o ser más directo y simplemente decirle que siguiese su camino, era evidente que no había salido a buscarlo y tenía otras cosas que hacer, pero mientras aun deliberaba, el granjero termino por llegar a su lado y detener su bicicleta, justo frente a Lincoln.
- Hola.
- (Serio) Hola Liam.
- ¿Al final decidiste visitar el parque por tu cuenta?
- ¿Qué? ¿Ahora tú también te vas a quejar de que estoy aquí y no lamentándome por McBride?
- No, no era mi intención, solo que en el momento que Zach lo dijo fue… demonios, ni cuando tuvimos que sacrificar a Federica porque ya estaba mayor fue tan impactante, Clyde es de esos que no te los imaginas así, es más como un peluche de esos que ponen en las vitrinas y que sabes jamás se dañaran.
- ¿Fue impactante?
- Creo que no tendría otra forma de decirlo y después de pensarlo, también creo que Zach exagero un poco, te conozco lo suficiente para saber que lo que sea que hayan conversado entre ustedes, no lo dijiste con la intención de dañarlo tanto.
- No me pareció eso cuando te alejaste corriendo.
- Oye, todo esto es nuevo para mí, siempre he sido más de vivir en la granja y de corretear por ahí, saben que si no fuera porque me obligan ni siquiera me molestaría en ir a la escuela, estás cosas como atentar contra ti o dilemas de la cabeza no son mi fuerte, se que fue cobarde de mi parte huir, ¿Pero que me quedaba? Esa era tú pelea con Zach, tú eres el que alejo a Clyde, - El animo del muchacho decayó, apoyando su cuerpo en el manubrio de su bicicleta. - Disfrutaba de la tranquilidad que teníamos, pero ahora pareciese que todos se odian entre todos.
- Eso no… tiene porque ser así.
- ¿Tú crees? Tu pelea con Clyde es algo que nos guste o no ya escalo a nivel del grupo, todo esto es un desastre más grande que el que hace Virginia cada que intento bañarla, ustedes y sus estúpidas rencillas solo hacen que todo sea molestia y agresividad.
- ¿Entonces que quieres que haga? ¿Qué me arrastre frente a McBride pidiendo perdón y finja que no me hizo nada?
- Ese es tu maldito problema, llevas todo el rato diciendo McBride esto, McBride lo otro, el cuatro ojos también todo el tiempo decía Lincoln esto, Lincoln lo otro, tantas ganas tenían de discutir que ahora dividieron a Zach y Rusty, no soy tan idiota para no notar que Stella está a una discusión de largarse del grupo y no volver a hablarnos y yo solo soy un maldito cobarde que no se atreve a detener a nadie.
- Liam, eso que dices…
- Maldita sea, ¿Quieres que te diga algo? Incluso yo me estoy cuestionando porque seguimos juntándonos, los amigos no se tratan así, al menos si quedara algo se hubieran insultado pero hubieran intentado arreglar sus diferencias de alguna forma, ya ni siquiera me importa si empezó Clyde o tú, ambos se comportan igual y ya estoy harto, si tengo que sufrir por la escuela lo último que quiero es sufrir por mis compañeros.
- Liam…
- ¡¿Qué?!
- No quería molestarlos a ustedes con mi problema, por eso dije lo que dije esta mañana.
- ¿Y de que sirve ahora? La leche ya se derramo, no puedes simplemente recogerla del piso.
- Oye, en ningún momento pensé o siquiera deseé que todo esto pasara, yo solamente quería que Clyde… - Su ánimo decayó ante esa palabra. - Yo solo quise incluirlo en mi vida luego de que nos separamos por todo lo de la escuela y nuestras vidas personales, pero cada vez que intentaba acercarme a él todo se volvía más complicado, terminé herido y todo lo que escuchaba de él o sobre él me ponía en una situación más difícil.
- ¿Y por qué no simplemente terminaste con todo de una buena vez?
- Eso fue lo que hice, fui a su casa y en su cara le dije que todo acabo, ya estaba cansado de toda esta pelea y de todos los problemas, tampoco quería seguir distanciado de ustedes, pero pareciese que entre más intento acercarme, más los estoy arrastrando a este problema.
En ese momento simplemente lanzo la piedra que había estado apretando con fuerza todo ese tiempo, desviando finalmente la mirada del chico campirano.
- Creo que tengo un talento para provocarle problemas a mis cercanos.
- ¿Ya sacaste todo lo que tenias atorado en el pecho?
- Un poco.
- ¿Y lo habías conversado con alguien antes?
- Intente con Rusty… pero se ponía a insultar a McBride y prefería no terminar.
En ese momento el muchacho se bajo de la bicicleta, sentándose al lado de Lincoln.
- Sabes que no soy bueno con las palabras.
- Ni lo dudes, ¿No recuerdas que nos hicimos amigos porque te equivocaste en tercer grado durante una presentación en la pizarra y terminaste escupiéndole en la cara por error a McBride? Todo por no poder decir paralelepípedo.
- Esa palabra esta maldita amigo, y al menos eso hace más fáciles las cosas, si hemos sido amigos por tanto es porque, o al menos creía, que podíamos contar entre nosotros en las buenas y en las malas aun con nuestros defectos, varios se burlan de donde vivo o como me expreso, pero ustedes no solo nunca me hicieron sentir un extraño, demostraron agrado en ello, las tonterías que nos hacíamos quedaban en eso, en que podíamos aceptarnos y darnos otra oportunidad, por lo que me dijiste tienes serios problemas con Clyde y no debería meterme en lo que sea que sean ahora, pero piénsalo hombre, si tanto hablan y hablan del otro, ¿No sigues en el fondo pensando en él como tu cercano?
- ¿Después de todo lo que me hizo?
- ¿Sabes la cantidad de veces que Virginia me ha pateado? Muchas, y no por eso estamos procesando su carne todavía.
- Es diferente, es un animal.
- Es parte de mi familia prácticamente, lo mismo con los regaños de mamá o las bromas de mi hermanita.
- Nuevamente, no es lo mismo, son familia.
- ¿No que eran hermanos de otra madre?
Lincoln quiso replicar, pero no podía negar que Liam tenía un punto.
- Tal vez no sepa mucho como comportarme en estas cosas, pero si reconozco que tienes cosas pendientes con él y hasta que no las resuelvas realmente, todo esto seguirá yéndose al demonio.
- Dile eso a Zach.
- Y también a Rusty, a ambos se les soltó la canica de la cabeza.
En aquel segundo momento de silencio, Liam aprovecho para levantarse y volver a su bicicleta, una vez estuvo preparado en ella rompió el silencio.
- Aun tengo que ir a comprar unas cosas para la cena y creo que si sigo demorándome mamá me asesinara.
- ¿Te… importa si te acompaño?
- ¿Y eso?
- Creo… que me hace falta un poco de tu sabiduría en mi vida, eso y que realmente quisiera conversar con mi amigo.
- ¿Después de todo esto sigues pensando que te veo como mi amigo?
- (Indeciso) ¿Sí?
- Jo, al diablo, donde comen cuatro comen cinco, si soportas el estilo Hunnicutt pensaré en avisarle a mamá.
- ¡Ja! Ya deberías saber que el estilo Loud es demasiado salvaje como para perder contra ti.
Lincoln tardó un poco en levantarse y colocarse la mochila para subirse en los apoyos traseros de la bicicleta de Liam, pero este espero pacientemente, sentía que se habían dicho las cosas a la cara sin rodeos ni quejas, no hubo apoyo ni odio ni lastima en su contra, el chico iba a su ritmo y eso era algo que apreciaba enormemente, además de darse cuenta de que había algo de verdad en las palabras de su amigo.
Tenía cosas que resolver, quizás con más gente de la que esperaba, pero entre más lo pensaba, más necesario era.
- Lincoln. - Dijo Liam sin bajar la velocidad de su pedaleo, pero en su voz pudo detectar algo de nerviosismo. - ¿Crees que todo vuelva a ser como antes?
- Si te soy sincero, lo dudo mucho. - Liam asintió, decaído. - Pero no creo que sea algo malo.
- ¿Por qué lo dices?
- Si algo note con todo esto, es que había cosas que estábamos haciendo mal, yo no he sido el mejor amigo y siempre antepuse demasiado a Clyde, casi siempre nos centrábamos en las tonterías que yo quería hacer y tú, Zach y Rusty solo asentían, ya sea nos volvamos a reunir o no, estoy seguro de que son cosas que debemos mejorar todos, después de todo, una amistad es algo que requiere esfuerzo y cuando peor se ven las cosas es cuando realmente una amistad se ve.
- ¿Todos debemos esforzarnos entonces eh?
- Yep.
El resto del viaje fue rápido y relativamente silencioso, pero era lo que ambos necesitaban en ese momento.
Era el momento donde ambos habían comenzado a comprender mejor aquel concepto tan abstracto como lo era la amistad.
