A las siete y media va a llegar ahí, ropa y libro en brazo, sonriendo un poco... mandándole el mensaje de "por favor, ¿puedes dejarme pasar?"
"Ugh! ¿Ya estás aquí? ¡Es muy pronto!"
"Lo sé, he venido antes por la ropa."
"Vale, vale, espera." No tardarán en hacerle pasar.
Ahí va, nervioso claramente, muy peinado, perfumado Y... con un merengue. Silbando un poco por el pasillo, sonriendo y saludando a todo mundo, a ver dónde lo van a sentar esta vez.
No puede llevar merengue cada diaaaa.
Pues... sí que puede, Puedes no comerlo, pero él ha llevado tan sonrientito
Uf... vale, vale, que lo dejen pasar a su despacho.
No nos hagas uff así, Luxemburgo. Llega, le sonríe, se sonroja y.. se sienta
—Hello!
Luxemburgo sonríe, pero no le mira ni deja de teclear.
—¿Ocupado aún? Vale, vale... me siento aquí calladito sin hablar.
Asiente.
—Tengo un problema... con la ropa ahora, que acabes te digo.
—Mmm?
—Te he traído merengue si quieres —se recarga un poco más, en la silla, saca su libro y la verdad es que en momentos como este extraña los cincuentas cuando había alcohol y cigarrillos en todas las oficinas.
—¿Por qué no preparas un poco de café y nos los comemos?
—Buena idea, vale —le sonríe, levantándose. Luxemburgo le sonríe de vuelta.
Temo que estás a punto de enterarte de otro problema de Gales... Se tarda un... rato en... traerte una taza de... algo. Algo que definitivamente no es café como lo conocemos.
—Está bien esto, porque vamos a un restaurante de esos de mini platos.
—Ohh, ¿de verdad? Debí traer más cena, ¿cómo no me dijiste antes? —pone la taza sobre el escritorio y se recarga en él, sonriendo de lado. Nota los tulipanes y se sonroja, aunque sonríe un poco.
—Bueno es... algo común —acaba de escribir lo que escribía, guardándolo.
—Tomaré nota para futura referencia —sonríe un poco, aún recargado en el escritorio, poniendo el merengue al lado de la taza de Luxemburgo, en la bolsita. Él toma la tacita de... brebaje.
—Entonces... ¿me decías que has tenido un problema?
—Vincent —Gales le da un traguito a su té—. Y tú ropa.
—¿Qué ha pasado?
—No me ha dicho cuál era el atuendo de temporada. Así que he traído lo que creo que te puede venir bien.
—¿No sabes lo que es la ropa de temporada?
—Sí sé. No sé cuál es la que corresponde a esta —mira la tacita en sus manos, nervioso, sonrojándose un poco.
—¿Cómo no vas a saberlo? —prueba el café y... la cara de asco inmediata, inevitable.
—P-Pues porque... no tengo ni idea si se usa el malva o el azul cielo... —traga saliva.
—¿Qué has hecho aquí dentro? —pregunta mirando la tacita.
—C-Coffee? —le mira, porque lo ha intentado, de verdad.
—¿Con la capsula vieja?
—Hice de... polvito.
—¿De qué?
—De café en polvo.
—Ni siquiera sabía que había café de polvo —parpadea.
—¿E-Está horrible?
—Uhm... digamos que...
—Te... haré otro —Gales se lo quita.
—Non, non, tranquilo.
—Es... solo que no suelo hacer café —esto solo no pasa con el té, no importa el método de preparación de café.
—No pasa nada, en serio —se ríe un poco y creo que se lo va a echar a los tulipanes.
Noooo está calienteeeeeee. Los vas a mataaaaaar
—Te lo intercambio —Gales baja su té y se lo acerca.
—¿El tuyo no es de... polvito?
—Es té. El té... me sale bien —le sonríe.
—¿Seguro?
—Pruébalo
—A ver.
Es una de las pocas cosas que pueden hacer, no se la quites. Igualmente, Gales se sonroja un poquito por el asunto del besito indirecto.
Luxemburgo toma la taza para probarlo y... sí bueno, es té que no le gusta tanto pero al menos no sabe cómo si le hubiera puesto sal o algo.
—¿Mejor?
—Oui. Merci
Gales le sonríe un poco más, tomando la taza de Luxemburgo y dándole un trago. La verdad, le sabe a café.
—Alors... ¿qué has traído?
—¿Cosas con las que pensé te verías... Ehm... un poco... guapo? —se va a la silla en la que ha puesto las camisas y el pantalón y la bolsa con los zapatos.
—Veamos.
Debe ser un desastre. Saca las cosas de una bolsa.
Luxemburgo arruga la nariz y Gales le mira, agobiado, porque, venga, sí ha... intentado.
—Puedo ir a tu casa por otra cosa... creo que aún hay tiempo.
—No, no... Esto es una... combinación rara pero... uhm...
Gales se revuelve.
—Creo que con los pantalones que llevo no queda mal.
—Ehm... ¿Con estos no se ve bien entonces? Son casi idénticos a los que traes.
—Pero si no se parecen en nada.
—Son pantalones. Yo le pregunté a Vincent, me dijo que... Ugh.
—Aja?
—Nothing, que eligiera yo. Supongo que disto bastante de ser Mónaco.
—Bah, no te tortures —le sonríe y Gales sonríe de vuelta.
—Además con esos ojos nadie en su sano juicio vería tu ropa, nunca.
Luxemburgo se sonroja y mueve un poco la cabeza para que el flequillo le tape el que tiene que ir cubierto
—Así no tiene el mismo efecto, lo confieso —se ríe un poco, sonrojándose también.
El flamenco se encoge de hombros y se ríe.
—¿Sabes qué creo? —se le acerca un poco otra vez, dando la vuelta al escritorio.
—Quoi?
—Que todo este asunto de que los pantalones no combinan es... justamente para no tener que desnudarte.
—Vaya, lo has descubierto—se ríe.
—Obviamente.
—Igualmente, eso no cambia nada.
—Si no vas a desnudarte... no creas que lo me he dado cuenta que van dos veces que sacas pretextos para impedirlo —le mira y se sonroja un poco porque no sabe que puede querer decir...quizás de verdad es que no le gusta.
—¡Dos veces! ¿Cuál fue la otra?
—Ehm... —Gales se sonroja porque fue cuando Inglaterra y Francia se estaban besando y el traía su... polo. Él le mira esperando que le diga—. Bueno, el otro día que traías mi polo.
—Aja...
—Que estaban England y France... comiéndose descaradamente en la mesa del comedor.
—Ya...
—Y... Ehm... bueno, es igual —Gales se pasa la mano por el pelo. Luxemburgo se ríe otra vez, porque la incomodidad. Absoluta incomodidad.
—Así que me... acusas, pero luego no eres capaz de llevar el caso hasta el final —se levanta.
—¿Yo? Pues... no voy a f-forzarte.
—Tan considerado.
O sea... en serio, luego no te quejes si te besa. Gales le mira de reojo con eso.
Luxemburgo sonríe e inclina un poco la cabeza, el británico da un paso hacia él y levanta las manos. El flamenco mira una, luego la otra y luego a los ojos.
Y es que... Gales traga saliva, empezando a desabotonarle la camisa.
Luxemburgo levanta las cejas pero no le detiene y Gales levanta la cara y le mira a los ojos también, y... la torpeza para desabotonar, ríe está nervioooosooooo.
Suavemente, le pone las manos en las caderas y le acerca hacia sí, el británico traga saliva y se humedece los labios, peleando un poco menos activamente con el botón. Siente que el tiempo se ralentiza...
Se acerca a su oído para susurrarle algo. La verdad Gales piensa que se acerca a darle un beso, cerrando los ojos y poniendo un poco los labios en posición
—¿Y tus comentarios agudos, Mr. Sassy?
Ugh, le gusta ser bloody Mr. Sassy. Abre los ojos suavemente, sin esperar palabras en vez de beso, pero sonríe con ese nombre. Luxemburgo le mira de reojito.
—T-Tú me haces ser bastante Mr. Stupid a ratos —susurra y se acerca para besarle él.
La verdad, el flamenco levanta las cejas sin haberse esperado eso. Se queda paralizado y se separa con suavidad.
Y es que es obvio para Gales casi inmediatamente que... hay algo que va mal.
Y suena el teléfono de Luxemburgo... Que le mira un instante antes de ir por él.
Es que si hay algo que son los británicos, es expresivos con la cara y la mirada. La verdad, si hay toda una intensidad con la que le mira, porque no se ha... quitado violentamente, pero tampoco le ha besado en lo absoluto de vuelta.
Luxemburgo no le mira, respondiendo al teléfono, llevándoselo al oído. Es Mónaco.
—Allò? —pregunta casi sin voz, quitándose la camisa él solo, dándole la espalda a Gales.
El británico aprieta los ojos, arrepentido, nervioso y hasta temblando un poco. Es... es que todo hacía parecer que el también... quería, si le estaba casi abrazando y le... Ugh. ¡Es imbécil!
—Allò, ya estamos llegando. Voy con Sey y con el chico. ¿Ya estás?
—Oui, oui. Me estoy vistiendo — Sí, quería... pero... no.
Gales aprieta otra vez los ojos, pensando que... es que qué esperabas. Joder. Si hasta su novia viene por él en un minuto. Mierda, mierda. MIERDA. Quizás debía ir al baño o a... cualquier sitio y darle espacio. Sale casi corriendo. Mónaco sonríe al teléfono y Luxemburgo le mira de reojo cuando sale.
—Merci, mon amour. Ahora te veo.
—Oui. He tenido algunos problemas con la ropa y he tenido que improvisar, no seas muy mala.
—Ohh... Ugh, bueno, vale... ¿Quieres que pasemos a casa a que te cambies? Es buena hora —es que la acabas de poner de buenas al decirle que ya casi estás.
—Mejor decídelo tú cuando llegues.
—Empiezo a temer el desastre. ¿Ha venido el hermano del chico de Sey? —Mónaco se ríe.
—Eh... oui, oui, está... fuera, no sé dónde ha ido.
—Uff... bueno más vale que no haya que esperarle a él también. Búscale. Ahora te veo.
—Hasta ahora.
Mónaco le cuelga y Luxemburgo acaba de vestirse viendo a ver si Gales vuelve, pero básicamente sentándose a ver qué tareas le quedan por hacer. Gales... se toma unos minutos, la verdad, antes de tocar la puerta de la oficina.
—Mmm?
—Ehm... —abre la puerta, sin mirarle—, estaba... fui a... agua.
Luxemburgo le mira y se sonroja un poco. Gales se aclara la garganta.
—Creo que... deberíamos hablar de esto.
El británico aprieta los ojos porque hablar de cosas... suele darle terror.
—Pero no ahora porque están de camino
El británico se guarda las manos en los bolsillos y asiente un poquito.
—For what is worth... —susurra mirándose los pies. Luxemburgo le mira—. I'm not sorry.
Luxemburgo traga saliva. La verdad, Gales suda profusamente con esa declaración.
—Uhm... no creo que esa sea una buena idea.
—O-Oh... —susurra, tragando saliva y repentinamente no está tan seguro de querer ir a verte besuquearte con tu chica después de que acabas de decirle esto.
—Pero... probablemente es mi culpa, así que... lo siento —aprieta los ojos.
Y es que... entre el beso de anoche y esto, si... se había hecho la idea de que esto no iba tan mal. Gales se sonroja más y niega.
—N-No creo, e-estas cosas suelen ser mi culpa —murmura rascándose la frente —. C-Creo que ahora si lo siento un poco.
—Ya lo... ya lo hablaremos, ¿vale?
Gales suspira, sintiéndose del todo imbécil. Vaya forma de echarlo a perder todo como siempre.
—Yes, no pasa nada... —sonríe un poco, derrotado, tratando de parecer cínico y se pasa otra vez la mano por el pelo—. Solo... bueno, quizás tengo que aprender a ir por el mundo otra vez como una persona normal. No me hagas mucho caso.
—¿Pero alguna vez has sido una persona normal?
Gales se ríe.
—Cuando era chiquito... antes de caérmele a mi mamá y que me pasaran un montón de desgracias con mis hermanos...
—Ah, claro, culpa de la familia.
Gales le sonríe otra vez, mirándole de reojito y es que... se sonroja otra vez.
—¿Podrías... no contarle a Eire lo que acaba de pasar, please? De hecho, tampoco a Sey... De hecho si pudieras no contarle nunca a... n-nadie...
—No pensaba mencionarlo, no —le mira.
—Y... Y ojalá no me lo tomes muy a mal y-yo solo pensé que tú... —se muerde el labio y aprieta los ojos—, o-ojalá no quieras dejar de s-ser amigos.
—Lo hablamos en otro momento, en serio.
—Vale, vale... —se mira los pies otra vez.
Luxemburgo se vuelve al ordenador y Gales suspiiiiiiira de nuevo, apretando los ojos y sacando mejor su libro.
El flamenco levanta la vista un instante y se muerde el labio. Gales intenta concentrarse.
—Cymru, entiendo que... ahora mismo estas muy vulnerable emocionalmente y no quieres sentir el dolor de la relación rota pero esto no... yo no soy la persona.
—Esto no tiene que ver con mi dolor ni mi relación con Galia. Quizás no fuera el momento para empezar algo, pero... —responde cerrando los ojos—. P-Pero puedo entender que tú no quieras ser... nada.
—Yo entiendo que tu sientas que no tiene nada que ver pero... yo tengo pareja y tú... necesitas superar esto.
Gales le mira unos segundos y suspira profundamente, sin saber qué es lo más grave de esas dos cosas...
—S-Si yo ya hubiera superado esto... que eventualmente lo haré...
—Dudo que sigas interesado para entonces.
Gales hace un poco los ojos en blanco.
—Y de todos modos yo seguiré teniendo novia, así que... —suspira.
—Ya... que tú no eres homosexual, es verdad...
Luxemburgo le mira con eso.
—Y que nada de esto te gusta, ni te atrae, ni te... hace sentir nada, porque tienes novia y yo soy un hombre del todo confundido. Está bien.
—Quoi?
—Que tampoco te lo compro, la verdad. Tampoco me parece que esto no sea nada, ni que tu estés tan bien, ni que yo estuviera tan bien como para que esto... no pueda ni siquiera considerarse en el futuro.
El flamenco aprieta los ojos.
—No sé, que derecho tengo yo a hacerte pensar que tu chica no es buena idea, siendo que me conoces hace... nada...
—Mira, yo no sé... no sé qué va a pasar en el futuro y sea lo que sea... me parece que ahora mismo es un poco prematuro hablar de nada.
Gales suspira otra vez y le mira, volviéndose a pasar una mano por el pelo.
Él también le mira, un poco triste porque... bueno, hasta aquí la diversión, ya está, ya le ha rechazado con todas las letras y abiertamente. Ha sido bonito mientras ha durado. Con eso te quedas... un par de bromas recurrentes, tus videos, una canción y los tulipanes... mientras duren.
—Y-Y... ¿a-aun quieres ser mi a-amigo?
Asiente. En fin... Gales se humedece los labios otra vez y se levanta.
—Pon... la canción, esa.
—Quoi?
—Ponla, please...
—¿Qué canción?
—La canción que vamos a bailar ahora mismo —le da la vuelta al escritorio.
—Non, non... si'l vous plait, non.
—Solo es un baile... please, te prometo que no voy a... hacer nada que no debería, no voy a besarte, no voy a tocarte, solo... baila conmigo.
—Deja que se desvanezca con dignidad —pide negando con la cabeza.
—Es que no quiero que se desvanezca... —se muerde el labio, de pie, mirándole—. Quiero bailar y hacerte reír y hacer todas las... shite, todas las tonterías que hemos estado haciendo últimamente. Me encantaría no sentirme culpable por Galia o Mónaco, pero… bloody hell, Lux. No podemos... no podemos solo...
Le mira, suplicante y Gales suspira profundamente porque es aquí donde nunca ha sabido... parar.
—Alright... —se guarda otra vez las manos en los bolsillos.
—Pardón...
—No tienes que pedir perdón por no querer —replica porque esto lo ha vivido un millón de veces en su vida. Seguramente lo hubiera vivido también con Galia si ella no hubiera sido... cómo era —. Estaré afuera.
Luxemburgo traga saliva porque no es que no quiera, pero... no está bien.
Gales sale de su oficina, sin saber qué hacer. Se recarga en la puerta, mirando el techo. Esto... no era como Francia. Era más como... Seychelles. Como adultos. Y ahora tenía que... ir a verle a él, con la novia. Y quizás a que Sey le picara un poco... y con Irlanda, que por más que no se enterara de nada... mierda. Y... es que le había rechazado con perfecta claridad. Con sus muy bonitos modos y su muy suave forma de hacer las cosas. no debía haberle mandado tulipanes, ni debía haberle... intentado besar y empujado y empujado... y empujado.
Luxemburgo mira el ordenador y ni ganas tiene de ver si quedan mails o algo por hacer. Echa la cabeza atrás y se tapa la cara con las manos, deseando que Mónaco y los otros lleguen ya y con la misma intensidad, que llamen y digan que no vienen. La parte buena es que ahora no... no había peligro.
