Capítulo 21

En otra vida, te volvería a encontrar.

¡Buena lectura!

Dos semanas después de la ceremonia de condecoración Leon pudo quitarse el cabestrillo y empezar a entrenar con normalidad, y después de una semana más estaba listo para volver a la acción.

Había hablado con Claire y Chris sobre la oferta que le habían hecho de unirse al equipo STARS, Chris le había dicho que sus habilidades y carácter compensaba su falta de experiencia, y le había contado que Rebecca prácticamente se había unido al equipo saliendo de la universidad y sin mayor entrenamiento táctico, de modo que tenía unos puntos de ventaja, pero a Leon seguía pareciéndole una decisión difícil de tomar.

Claire, igual que sus padres le habían dicho que ellos lo apoyaban sin importar el camino que tomara, siempre que fuera honorable y lo hiciera sentir feliz, pero fue su abuelo quien terminó por ayudarlo a decidir.

-Recuerdo que cuando eras un niño te gustaba ir a jugar al parque que estaba frente a la comisaría en Racoon -le dijo mientras hablaban por teléfono el día que recibieron las fotografías de la ceremonia que les envió. -creo que ya no se encuentra en el mismo lugar, pero el parque era lo que menos te importaba, lo que realmente te gustaba era ir a ver a los oficiales entrar y salir de la comisaría. Le decías a tu abuela que algún día serías policía y ayudarías a los necesitados. Lo decías con fuego en la mirada, a pesar de tu corta edad. Leon, cuando veo estas fotografías veo al pequeño determinado y valiente que juró a sus cuatro años que sería oficial de la ley y protegería al prójimo, lo veo y pienso que este honor y la oportunidad de ser miembro de un equipo de élite te los dieron porque ya estás cumpliendo con tu promesa de entonces. Estoy muy orgulloso de ti hijo.

Leon sintió que esa era la motivación que le hacía falta, y al día siguiente había ido a hablar con el ahora Capitán Burton y había aceptado gustoso la oferta de ser parte de los STARS.

Chris le había dicho que lo primero que debían hacer juntos era investigar algo sobre la mujer que había tratado de sacarle información sobre sus investigaciones, pero Leon no había vuelto a ver a Ada después de que se había despedido de él.

Antes de que le dieran de alta la mujer lo había visitado en el hospital. Le había dicho que ya había tenido noticias de su novio, que no estaba desaparecido, sino que había ido a un lugar llamado Caliban Cove, a continuar con su investigación.

Ada había sido muy hermética cuando Leon había tratado de sugerir su relación con los anónimos que Chris había recibido, y había desviado la conversación hacia su valentía y lo mucho que Claire debía significar para él.

-Es una chica muy afortunada -le dijo antes de inclinarse sobre él para darle un beso en la mejilla y finalmente salir de su habitación.

No sabían nada más de ella, además de su nombre, pero ni siquiera estaban seguros de que ese fuera su nombre real. Así que su búsqueda sería complicada.

Ese día, sin embargo, había quedado en reunirse con el resto de los STARS.

Oficialmente iniciaría sus labores como miembro del equipo el lunes, pero ese fin de semana se iban a reunir en un parque a las afueras de Racoon City a celebrar el cumpleaños de Rebecca Chambers.

Leon se sentía muy feliz de ser incluido en ese tipo de actividades, pero a la vez, la perspectiva de reunirse con Chris Redfield y todo su equipo de amigos no dejaba de ponerlo nervioso.

El rubio subía por las escaleras del edificio del apartamento de los Redfield para ir a recoger a su novia. La chica obviamente también estaba invitada, al ser amiga de Rebecca y de todos los demás agentes, y Leon tenía que llevarla porque Chris y Jill estaban de servicio e iban a llegar directamente a la celebración.

Claire abrió la puerta y le sonrió a Leon alegremente.

-Hola amor -le dijo dando un pequeño brinco y luego de enroscarle los brazos alrededor de su cuello lo besó.

Leon sonrió sorprendido y le devolvió el abrazo y el beso. Algunas veces Leon todavía pensaba que la burbuja se iba a romper en cualquier momento, porque no creía tener tanta suerte, o ser tan buen hombre como para tener a esa pelirroja colgada del cuello llamándole "amor" y besándolo con tanta intensidad. Claire era la mujer perfecta, y a diferencia de lo que Ada le había dicho, el joven policía pensaba que él era el afortunado. Irons había tenido razón en una cosa, en muy poco tiempo Leon había conseguido ser parte de una pequeña pero increíble familia. Lo que le recordaba. Chris le había pedido un favor.

-Buenos días Red -le dijo antes de quedar deslumbrado por la vista que tenía enfrente -Luces preciosa -Añadió dando un par de pasos hacia atrás para contemplarla mejor.

Claire tenía puesto un vestido… ¡Un vestido! era blanco con un estampado de tupidas pequeñísimas flores rojas. Leon no notó como el rostro de su novia se teñía por completo de rojo pues se encontraba concentrado contemplando el atuendo. Era un vestido de día, hasta unos centímetros arriba de la rodilla, no tenía mangas, en vez de eso un par de tirantes delgados lo mantenían en su lugar, dejando descubiertos los hombros de Claire.

El joven policía tuvo que hacer un esfuerzo por arrancar los ojos de donde estaban y respiró profundo para poder hablar.

Claire lo veía con una sonrisa tímida y las mejillas enrojecidas.

-Fue un obsequio de Kathy -le dijo alisando la falda del vestido con las manos -se siente muy extraño -añadió riendo tímidamente -no es mi estilo

-Tal vez no… pero te ves perfecta, como siempre -le dijo él reduciendo el espacio entre ellos y tomándole el rostro para besarla otra vez. Claire se dejó guiar esta vez, mientras el beso se profundizó. Leon sintió las manos de la chica enredarse en su cabello y su cuerpo presionado contra el suyo. Sus manos viajaron hacia la cintura de Claire colocándose a cada lado y suspiró cuando la sintió estremecerse con un escalofrío.

El joven tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para separarse de ella riendo un poco por el puchero de Claire cuando lo hizo.

-Perdona bonita -pero tenemos que irnos ya, no queremos llegar tarde, además, tu hermano me pidió de favor que pasara recogiendo por su habitación la mochila de Jill, dice que la preparó con un cambio de ropa para ambos, pero la olvidaron.

Claire lo vio curiosa antes de hablar.

-¿Por qué no me lo pidió a mi?

-Dice que estuvo llamando pero no le contestaste -le dijo mientras caminaba por el pasillo hacia el cuarto de Chris

-Claro… y ahora confía plenamente en su nuevo compañero STARS ¿no? -le dijo con tono juguetón haciéndolo reír.

-Te dije que tengo encanto natural Claire -le respondió sonriendo mientras salía de la habitación con una mochila en la mano -nadie puede resistirse -añadió guiñando un ojo, provocando que a Claire se le volvieran a teñir las mejillas.

-Bien… andando -le dijo tratando de ocultar su gesto y caminando hacia la sala de estar para tomar su chaqueta de mezclilla roja.

Claire podía sentir la mirada de Leon en su espalda mientras ella cerraba la puerta. Era un error, según ella, haberse puesto ese vestido tan extraño. La última vez que había usado un vestido, todavía vivía con sus abuelos, y había hecho todo lo posible por ensuciarlo pronto para que le permitieran ir a ponerse su overall favorito de mezclilla.

Pero la mirada que Leon le había dado cuando se dio cuenta de su atuendo valía la pena el que estuviera sintiéndose tan incómoda, eso, y que parecía que era incapaz de dejar de verla de la misma manera.

Claire había notado un patrón últimamente con Leon, y era la costumbre que había adquirido de separarse bruscamente de ella, cada vez que los besos estaban volviéndose más intensos y buscar una excusa para distraerse por un momento. Pero la manera en la que la había besado hacía un instante, le gritaba a Claire que la idea del vestido no había sido tan mala después de todo.

No quería ser aguafiestas, pero en serio se sentía ansiosa de regresar de la celebración y pasar un rato a solas en el apartamento de Leon.

Chris se había vuelto un poco menos intransigente en cuanto a ella pasando tiempo en el apartamento de Leon, en especial luego de que lo dieron de alta del hospital, y ella había puesto como excusa que quería ayudarlo con las tareas que se le dificultaban por su brazo herido. Pero ahora que Leon se había recuperado, seguian pasando tiempo juntos allí.

No que hicieran algo inapropiado, ni por asomo: veían películas, cocinaban juntos, habían re decorado un poco el apartamento y solían conversar mucho.

A Claire le parecía que Leon era un caballero en todo el sentido de la palabra, la respetaba y sería incapaz de intentar algo inapropiado con ella, y no era que Claire fuera descarada, pero todo el asunto estaba empezando a frustrarla un poco, solo un poco.

La más joven de los Redfield estaba segura de que Leon era el indicado, se imaginaba una vida con él, una vida en serio, en la que pudieran compartir sus sueños y metas, y trabajar juntos para cumplirlas. El mismo Leon le había dicho que la consideraba la chica de sus sueños, con quien quería estar tanto tiempo como ella se lo permitiera. De modo que estaba segura de que no solo ella se sentía ansiosa por el siguiente paso en su relación, porque él también se sentía así, pero Claire había decidido ser paciente, y dejar que las cosas sucedieran en el tiempo correcto, sin presiones.

Sin embargo eso no significaba que no le gustara presionar un poco los límites, como en ese momento por ejemplo, en el que Leon le abría la puerta del Jeep para que ella pudiera entrar, y al hacerlo, la falda de su vestido se había subido un poco, ofreciéndole a Leon una generosa vista de sus piernas. Las mejillas encendidas del rubio la hicieron sonreír con satisfacción y reírse un poco después de que él cerró la puerta y se encaminó hacia el asiento del piloto.

Claire estaba consciente, por las mismas palabras del rubio, del efecto que tenían sus piernas en él, y ese conocimiento no solo le divertía, también le hacía sentir mariposas enloquecidas en el estómago.

-¿Pasa algo? -La voz de Leon la sacó de sus pensamientos y se dio cuenta entonces, de que no había dicho nada desde que salieron del apartamento.

-No pasa nada mi amor -le dijo disfrutando de cómo las mejillas de Leon aun se sonrojaban un poco cada vez que lo llamaba con sobrenombre cariñoso. -solo estaba pensando en algunas cosas que debo hacer esta semana… Extrañaré tenerte para mi todo el tiempo ahora que empiezas a trabajar otra vez -le dijo mientras se colocaba el cinturón.

Tenían que pasar recogiendo el pastel y algunas otras cosas que Kathy les había pedido, de modo que cuando llegaron, la mayoría de STARS ya estaban allí. La familia de Barry y la de Enrico también estaban presentes, y Forest había llevado a su nueva novia, el resto habían llegado solos. A Claire siempre le había sorprendido cómo un grupo de personas tan diferentes entre sí, habían formado vínculos tan profundos, al punto de considerarse una familia.

Otra cosa que le sorprendía era lo bien que todos se llevaban ya con Leon. De acuerdo con lo que le habían contado, Richard Aiken sería trasladado al equipo Alfa, y Leon tomaría su lugar en el equipo Bravo, de modo que no estaría en el mismo equipo que Chris. A Leon le agradaban mucho sus nuevos compañeros, y no era fácil que lo amedrentaran incluso después de que todos, excepto Chris, habían empezado a llamarle "cuñado"

Chris y Jill llegaron poco después, Leon le arrojó sus llaves al hermano de Claire para que pudiera ir por sus cosas a su Jeep, pues Kathy ya los tenía ocupados arreglando todo para que estuviera listo cuando Rebecca llegara.

Era algo genial ver la complicidad que parecía estarse formando entre Chris y Leon. El rubio no tenía hermanos, y Claire sabía que había empezado a considerar a Chris como una figura de "hermano mayor" y aunque su hermano quisiera negarlo, Claire sabía que a Chis le agradaba Leon, hasta le había llegado a tomar aprecio.

Rebecca llegó poco después, con Richard; Claire sabía, por las veces que había platicado con Rebecca, que ella se sentía atraída por Richard, y sabía también, porque Chris se lo había dicho, que Richard también se sentía atraído por Rebecca, de modo que se habían convertido en los nuevos Jill y Chris, todos sabían que se gustaban y solo estaban esperando que sacaran las cabezas de bajo la tierra y decidieran estar juntos.

-Fue una lástima que ninguno de ustedes pudiera participar este año -dijo Kathy mientras repartía el pastel, estaba conversando con Jill sobre los oficiales que habían ganado las competencias del torneo ese año. Había sido la primera vez en mucho tiempo en la que ninguno de los STARS había sido campeón de distintos eventos.

-Lo que es una lástima en serio es que Chris no se hubiera enfrentado a Kennedy en la competencia de tiro como tanto estaba esperándolo -dijo Joseph dándole un bocado a su pastel. Chris lo volteó a ver con mirada asesina pero él pareció inadvertido y continuó -ya hasta habíamos hecho una apuesta, yo le había apostado a Leon. El joven policía soltó una pequeña risa ante eso último.

-¿En serio lo estabas esperando Chris? -le preguntó inocente la esposa de Enrico

-Lo que sucede querida -empezó Enrico a explicarle con paciencia es que a Chris le caía mal Leon, y estaba esperando el torneo para tener una excusa para darle una paliza -añadió como si fuera el tema más casual -Chris tenía la cara roja como un tomate, y los demás se limitaban a seguir comiendo su pastel evitando a toda costa reírse.

-Ohh… supongo que los celos de hermano mayor te estaban atacando, así como los celos de papá te atacaron a ti cuando Erin llevó a Pablo a la casa -le contestó su esposa, de la manera más despreocupada provocando que fuera Enrico quien torciera el gesto.

-Pero ¿saben que? Esta vez fue Forest quien habló -deberíamos hacer una competencia para que el buen Chris se desahogue por completo antes de que Kennedy empiece a trabajar con nosotros. ¿Oye jefe, tienes las salvas de práctica en la camioneta no?

Por supuesto que no se habían hecho del rogar. En un santiamén, los STARS habían armado un pequeño campo de tiro, y cargado sus armas con las salvas de práctica que Barry llevaba. A Claire le pareció un poco tonto que quisieran organizar una competencia de tiro en medio de la celebración del cumpleaños de Rebecca, pero la misma doctora parecía entusiasmada con la idea y quería participar.

-Richard me ha estado ayudando a practicar, y creo que he mejorado un poco… tal vez no estoy al nivel de tu hermano y Leon, pero será divertido -le había dicho con su típica sonrisa en el rostro.

Estos hombres estaban siendo una mala influencia para la joven médico.

-Tu también vas a participar ¿no?- Le preguntó Jill mientras se colocaba los guantes.

Claire lo dudó por un momento, pero se encontró con la mirada curiosa de León, a la que Jill respondió

-Tu chica sabe disparar muy bien, su hermano le ha enseñado, y sinceramente es buena. -le dijo antes de empezar a caminar hacia donde Chris estaba

-Me gustaría ver eso -le dijo el rubio dando un par de pasos hacia ella.

Nadie hubiera apostado que Claire fuera a ganar, tal vez la habían subestimado porque era la única civil que estaba participando en su pequeño torneo improvisado, pero si no se la habían tomado en serio, el resultado les había dado un baño de humildad.

Habían organizado el torneo a la suerte, en parejas, y se fueron eliminando uno a uno, hasta que quedaron solo Chris, Leon y Claire, y para sorpresa de todos, fue la pelirroja quien acertó más veces en la última ronda, y por ende, fue la ganadora.

La sonrisa de satisfacción que le adornaba el rostro mientras se conducían de regreso a casa hacía que Leon sonriera también de vuelta, su premio había sido llevarse el resto del pastel en un hermético que Kathy había llevado y al que Claire se aferraba con orgullo, eso y el placer de restregarles a Su hermano y a Leon que les habia ganado a los dos.

Chris se había reído, pero no pudo ocultar que su orgullo había resultado un poco herido. Por su parte, Leon encontraba arrebatadoramente sexy la imagen de Claire, con su vestido de florecitas rojas, sujetando un arma con expresión seria y concentrada.

Solo recordarla le hacía sentir cálidas las entrañas.

La celebración y su posterior torneo les había llevado la mayor parte del día, pues el sol estaba empezando a bajar cuando al fin decidieron que era hora de volver a casa. Barry y Kathy tuvieron que llevar a las niñas cargando a su auto, pues habían pasado todo el rato correteando y jugando y estaban exhaustas.

Chris y Jill se habían despedido de todos y partieron hacia el apartamento de la chica, Leon escuchó cuando Chris le dijo a su hermana que pasarían la noche allá, terminando de empacar las cosas de Jill.

Los agentes habían decidido hacía un par de semanas que Jill se mudaría al apartamento de Chris. Después de todo ya pasaba mucho tiempo en él, y no tenía ninguna lógica que siguiera pagando renta en un apartamento en el que casi nunca estaba.

Leon condujo despacio hasta llegar a sus edificios de apartamentos y metió el Jeep al estacionamiento.

-¿Vemos una película? -le preguntó Claire cuando estacionó

-Claro que sí, no es mi intención dejarte sola desde ahora -le dijo él bajando del Jeep y caminando para abrirle la puerta. -¿Mi apartamento o el tuyo? -le preguntó casualmente, y no pudo evitar notar las mejillas rosadas de Claire.

-La verdad, quisiera quitarme este vestido -le dijo la chica provocando que él abriera los ojos con sorpresa y sus propias mejillas se sintieran cálidas, a lo que Claire respondió de la misma manera -¡No, no! digo que, quisiera cambiarme, pasar todo el día con esta ropa ya me cansó… no me refería a otra cosa -le dijo al fin riéndose nerviosamente -lo que quería decir era que podemos ir a mi apartamento, y así puedo cambiarme.

Leon se rió por su corto arrebato de torpeza antes de empezar a caminar con Claire de la mano hacia el ascensor.

-Me parece, pero yo también quiero cambiarme, mi chaqueta huele a pólvora y a humo de la parrilla, ¿que tal si me acompañas, me cambio de ropa y luego nos vamos a tu apartamento?

Claire asintió, pero Leon no dejaba de sentir que estaba nerviosa. Estaba mucho más silenciosa que de costumbre y sus manos jugaban insistentemente con los botones de su chaqueta.

-¿Pasa algo Claire? -le preguntó cuando la puerta del ascensor se abrió y empezaron a caminar por el pasillo. Claire no le contestó, solo negó con la cabeza. Leon sujetó el hermético de Kathy con el pastel de Claire con una sola mano mientras abría la puerta de su apartamento y se hizo a un lado para dejar entrar a la chica antes que él. Claire tardó un par de segundos en empezar a caminar hacia adentro.

Leon puso las cosas que llevaba en la mesa de centro en la sala de estar.

-Siéntate un momento Red, no tardo -le dijo a su novia dándole un corto beso en los labios antes de desaparecer por el pasillo para su habitación. Claire asintió viendo a Leon caminar hacia su habitación.

El rubio se dirigió rápido a su armario despojándose de su chaqueta y la playera que llevaba, antes de quitarse los pantalones pensó que no sería mala idea darse una ducha rápida, pero no quería hacer esperar a Claire demasiado tiempo. Escogió una playera limpia, unos pantalones deportivos y la sudadera ligera que Claire le había obsequiado.

Cuando aún estaba en el hospital, Claire le había dicho que la sudadera azul que llevaba la había comprado para él, cosa que le pareció muy dulce, pero como se había arruinado durante la redada, le había conseguido otra en Racoon, y la había llevado a bordar con su nombre. Leon se quedó observando por un momento el pequeño detalle del nombre en la sudadera. Era algo tan sencillo, pero a la vez tan significativo.

Claire, esa chica que había entrado en su vida de la manera más singular y menos esperada, se había convertido en una parte esencial de cada uno de sus días. No pasaba uno solo de ellos sin alegrarse por tener la oportunidad de convivir con esa alegre, determinada y espectacular mujer, y también sin quedar deslumbrado por sus ojos, su cabello, su sonrisa, su figura…

El joven policía sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos de su mente y llevándose la sudadera en la mano se encaminó hacia la sala.

Claire estaba sentada en su sofá cambiando de canales de manera distraída y cuando Leon entró, lo volteó a ver y sus ojos se iluminaron.

-Tu podrías vestirte con harapos y aún así parecerías un modelo. -le dijo sonriéndole con picardía. Leon sonrió aliviado al ver que la pelirroja ya se había relajado.

-Mira quien habla -le dijo tendiéndole una mano y dándole un ligero tirón para ponerla de pié -trajes de motociclista, chaquetas de cuero, vestidos de día, no hay nada que te quede mal -le dijo sujetándola contra él con un brazo envuelto en la cintura.

Claire lo interrumpió estrellando sus labios contra los del rubio en un beso mucho más desesperado que de costumbre. Leon respondió de la misma manera, después de todo, verla con ese vestido le había provocado desear besarla durante todo el día.

La chica le enroscó sus brazos alrededor del cuello dándole un leve empujón que lo hizo caer sentado en el sofá, con Claire sobre él. Sus labios se separaron cuando ella empezó a besarlo en la mandíbula, haciéndole hervir el cuerpo.

Leon deslizó una mano hacia arriba por la espalda de Claire, y sintió como la tela del vestido terminaba llegando a sus hombros descubiertos. La pelirroja se estremeció al sentir la mano de Leon sobre su piel. El rubio bajó la otra mano para colocarla sobre la pierna derecha de Claire y se sorprendió de súbito al sentir que la falda de su vestido se había subido casi hasta la cintura de la chica.

Claire pareció darse cuenta de su sobresalto porque se separó levemente de él quedando sentada sobre sus rodillas y arreglándose la falda del vestido para cubrirse un poco. Sus mejillas estaban completamente rojas y sus labios húmedos y levemente inflamados.

-Lo siento -le dijo mientras se levantaba y se acomodaba a un lado suyo en el sofá, con expresión frustrada y triste

-No tienes que -le respondió él sintiéndose levemente culpable por la manera en la que Claire bajaba la mirada -yo también había estado queriendo besarte todo el día -añadió levantándole el rostro con un dedo bajo la barbilla. -Deberíamos irnos ¿no?, se está poniendo frío y tu querías cambiarte de ropa. -Claire asintió aún con la mirada un poco triste antes de ponerse de pie y tomar ponerse la chaqueta

-Tienes razón, está haciendo algo de frío -le dijo tomando el hermético de la mesa y caminando a la puerta.

Leon suspiró antes de seguirla a través de la puerta y por el pasillo hacia el ascensor.

Él sabía bien que Claire estaba empezando a frustrarse por su actitud puritana cada vez que los besos se ponían intensos entre ellos, y para ser sinceros él había empezado a frustrarse también. Definitivamente no era que no quisiera más; todo, pero absolutamente todo en Claire lo provocaba a querer más. Pero el punto era, que Claire era lo más increíble que le había pasado en la vida. Era la chica de sus sueños, la mujer perfecta, y definitivamente no quería echarlo todo a perder por apresurar las cosas.

El problema era que quizá Claire estaba empezando a pensar que él no quería nada más con ella, y estaba tán equivocada.

Mientras bajaban del ascensor y caminaban hacia el edificio contiguo Leon recordó algo que Chris le dijo mientras estaba en el hospital.

Claire había tenido que ir a las oficinas de la ONG para hacer el papeleo correspondiente de modo que no le suspendieran la pasantía por sus faltas luego de que la habían mantenido retenida contra su voluntad, las personas encargadas de la organización habían sido muy comprensivas, pero también necesitaban solventar algunas formalidades.

De modo que Claire le había pedido a Chris que le hiciera compañía esa mañana a Leon, aprovechando que el mayor tenía el día libre. Chris a regañadientes había aceptado a pesar de que Leon les había insistido que no era necesario.

-¿Tu familia no vino al hospital? -le preguntó casual mientras ambos fingían ver la televisión que estaba en la habitación

-Yo les pedí que no lo hicieran -le respondió Leon -mis padres son personas algo mayores, y el viaje hasta aquí es muy cansado, les aseguré que estaba bien luego de la cirugía y mi madre me hizo prometerle que la llamaría todas las noches hasta que saliera del hospital, igual está muy tranquila de saber que Claire ha estado aquí conmigo todos los días.

-Ya veo… tus padres saben que tu y Claire son… que Claire es tu… -Chis pareció enredarse con sus propias palabras, asi que Leon se adelantó a contestar

-Lo saben, si -le dijo con una sonrisa en el rostro -Mi madre había insistido mucho en que me consiguiera una novia desde que cumplí diecinueve, de modo que se puso muy contenta cuando le conté sobre Claire, después de todo es una chica grandiosa.

Chris se rió un poco ante su declaración.

-Ya veo -repitió -creo que a mis papás también les hubiera agradado ver que Claire estaba con alguien como tú. -le dijo aparentemente sin pensar, porque inmediatamente se sonrojó un poco y se enderezó en la silla.

-Gracias Chris -le dijo sonriendo

Luego de un breve silencio Chris empezó a hablar otra vez, sin despegar la mirada del televisor.

-¿Sabes? Creo que nunca había conocido oficialmente a ningún novio de Claire, tampoco que haya tenido muchos -le dijo antes de soltar una pequeña carcajada que sorprendió a Leon -Pero recuerdo a un niño al que le dí el susto de su vida cuando éramos pequeños-añadió antes de comenzar con su relato -estábamos saliendo de la escuela, no creo que Claire tuviera más de seis o siete años… había un mocoso, creo que se llamaba Timmy o Jimmy… el caso es que era un maldito, yo lo había visto tirándole del cabello a las niñas y amenazando a los niños para quitarles el dinero del almuerzo, y ese día cuando salí para ir a buscar a mi hermana e irnos a casa el maldito mocoso la tenía de la mano y ella estaba riéndose con él. No recuerdo exáctamente lo que le dije, y tampoco recuerdo si le grité o se lo dije amablemente, pero el niño salió corriendo y llorando y nunca más le volvió a hablar a Claire -dijo riéndose y volteando al fin a verlo -mamá me regañó a más no poder, porque Claire había llegado llorando de rabia a casa, pero mi padre decidió que era un buen momento para hablar conmigo… era como si mi viejo supiera que no le quedaba mucho tiempo con nosotros -dijo con un dejo de nostalgia en la mirada -el punto es que me dijo que aunque no aprobaba lo que había hecho, lo entendía, porque aunque Claire era muy pequeña aún, él mismo no podía tolerar la idea de que algún día un chico se ganaría su corazón, pero que ambos teníamos que considerar que Claire era una niña inteligente y crecería para ser una mujer brillante, y tomaría buenas decisiones respecto a la persona que sería su pareja, y que si, de hecho, íbamos a sentir que ningún sujeto era lo suficientemente bueno para ella… hasta que uno lo fuera.-terminó con una auténtica sonrisa en el rostro. -No se lo que la vida les traiga a ti y a mi hermana, pero sé que son un buen equipo y tomarán las decisiones correctas, eres un buen hombre Leon.

-¿Por qué sonríes? -Claire lo trajo de vuelta a la realidad mientras abría la puerta de su apartamento

-Solo estoy feliz de estar aquí contigo -le dijo él dándole un tierno beso en la mejilla antes de entrar al apartamento. La chica le sonrió sinceramente con un brillo en los ojos.

-Voy a cambiarme -le dijo, dejando el hermético en el refrigerador y desapareciendo por el pasillo hacia su habitación

-Leon caminó hacia la sala de estar y unos minutos después Claire apareció por el pasillo con una playera floja y short

-¡Mucho mejor! -anunció con una sonrisa y se dejó caer en el sofá, pero luego de solo un instante se levantó de nuevo y lo volteó a ver con una sonrisa -¿Sabes qué deberíamos hacer?

-Dime

-Ir a la terraza -ante la mirada confusa de Leon la pequeña Redfield continuó explicándole -¿Recuerdas que cuando acabamos de conocernos te dije que desde la terraza se ven unos atardeceres muy bonitos? Pues si subimos ahora alcanzaremos a ver el atardecer… ¡Vamos! -Le dijo dirigiéndose a la puerta sin esperar su respuesta y Leon la siguió contento por su entusiasmo.

En efecto, al llegar a la terraza se encontraron con un cielo pintado de naranja y rosado y el sol escondiéndose entre las lejanas montañas. Claire se acercó a la orilla de la terraza haciéndole recordar la noche en la que se dieron su primer beso, justo en ese lugar. Leon se acercó a ella y la abrazó por detrás colocando la barbilla sobre la cabeza de la chica, ella se relajó contra su pecho y la sintió suspirar.

-Aquí fue donde nos besamos la primera vez -le dijo ella en un susurro como si le hubiera leído la mente. -pensé que estaba soñando ese día, tu me gustaste casi desde que nos conocimos, y desde siempre tuve la sensación de que nuestros caminos estaban destinados a encontrarse, cada experiencia que he vivido contigo se siente como una pieza de rompecabezas cayendo en su lugar -añadió suspirando de nuevo, con un dejo de melancolía.

-Te amo Claire, lo digo en serio -espetó él dándole la vuelta despacio para poder verla de frente, y suspiró antes de hablar de nuevo -escucha, se que te he hecho sentir un poco frustrada por mi actitud últimamente -le dijo tomándola obviamente por sorpresa porque la chica abrió los ojos como platos y se sonrojó -no quiero que pienses que no te quiero de esa forma -continuó deslizando una mano por su espalda, hasta llegar a su cintura e inclinándose para darle un beso tan lento y profundo que la dejó sin aliento, y luego continuó hablándole casi en un susurro -yo también sentí, desde el día que nos conocimos una conexión casi inexplicable contigo, como si te conociera desde hace mucho tiempo -le dijo volviendo a darle un corto beso- supe que sería afortunado si pudiera estar cerca de ti, y ser parte de tu vida, aunque solo fuéramos amigos, o vecinos, o conocidos… pero tuve la suerte de que me aceptaras como algo más, y no podría estar más agradecido con la vida por eso -esta vez fue ella quien se puso de puntitas para darle un beso antes de dejarlo seguir hablando -se que somos jóvenes, y que tenemos muchas cosas por delante, sobre todo tu Claire, aún debes terminar la universidad, y escoger tu propio camino, y se que seré afortunado si decides que yo sea parte de ese camino… pero sea cual sea el futuro que nos espera, tienes que saber que yo siempre estaré aqui esperando por ti… porque aunque fuera en una vida muy diferente de esta, se que nos volveríamos a encontrar. -terminó volviendo a besarla de la manera más dulce, pero también intensa, robándole el aliento.

Tan concentrados estaban los dos en su labor que no se dieron cuenta de que la pesada puerta roja de la terraza se había deslizado lentamente con el viento, y de súbito dió un golpe contra el marco cerrándose.

Claire y Leon voltearon hacia la puerta aún envueltos en un apretado abrazo, y luego voltearon a verse entre sí. Tenían las mejillas encendidas, los labios adormecidos y el cabello alborotado. Ambos empezaron a reírse al darse cuenta de su situación.

Leon caminó hacia la puerta solo para descubrir que en efecto se había cerrado.

-Golpear será inútil - le dijo Claire aún riéndose un poco -descubrí que incluso desde el último nivel, no se escucha nada de lo que sucede aquí en la terraza… Creo que tendremos que saltar -le dijo señalándole con la mano la terraza del otro edificio -no sería la primera vez que lo hacemos -le dijo con humor, a lo que el rubio contestó con una pequeña risa, pero luego asintió

-Tienes razón, pero debemos tener cuidado… y luego, mientras caminaban al centro de la terraza para darse impulso le puso una mano en la espalda baja haciéndola estremecerse. -¿cerraste bien el apartamento? -le preguntó dejándola un poco desconcertada, pero igual le contestó

-Si, aquí tengo las llaves -le dijo metiéndose la mano en el bolsillo de la sudadera -¿Por qué?

Leon pareció dudar un poco antes de volver a hablar

-Solo pensé que… quizá… que quizá querrías quedarte esta noche conmigo -le dijo por fin con el rostro enrojecido

Claire tuvo que darse una palmada mentalmente por el gesto sorprendido que sintió que se le formaba en el rostro.

-No tienes que, solo, pensé que ya que vamos a volver a mi edificio… tú misma dijiste que es más cómodo ver películas en mi sala de estar, y además Chris no está, y cuando está con Jill ya tampoco llama por teléfono porque a Jill ya le desconectaron la línea y… -Claire le cortó la perorata con un corto beso en los labios dándose cuenta de lo nervioso que estaba

-Si quiero -le dijo con la mirada más coqueta que pudo conjurar, y funcionó, a juzgar por la mirada que le devolvió Leon.

Claire suspiró antes de voltearse hacia la terraza de Leon y esperó que las piernas de gelatina que sentía en ese momento no la hicieran caerse al vacío, porque realmente prefería la perspectiva de pasar la noche en el apartamento de Leon que embarrada en el asfalto a veinte metros más abajo de donde estaban.

-¡Vamos! -le dijo a Leon antes de empezar a correr, y en un santiamén ambos habían aterrizado del otro lado.

Mientras subían al ascensor Claire sentía un leve temblor en todo el cuerpo y el rostro ardiendo, pero todo el nerviosismo pareció disiparse cuando Leon la tomó de la mano en un movimiento natural.

El ascensor llegó al piso de Leon y juntos caminaron por el pasillo hacia la puerta del apartamento y juntos atravesaron el portal, como si fuera algo que siempre habían hecho, y algo que siempre iban a hacer.

Lo que le había dicho en la terraza era muy cierto, todo era tan natural con él, cada cosa, era de hecho como una pieza nueva cayendo en su lugar. Ella lo amaba con locura, y estaba segura de que él se sentía igual, y tal vez, lo que dijo Leon tenía sentido en realidad, quizá esa familiaridad que siempre había sentido con él era producto a que en otra vida se habían conocido y de hecho estaban destinados a estar juntos, y fuera en esta o en otra vida, siempre se volverían a encontrar.

Fin.

¡Terminamos!

Estos años he tenido este fic pendiente como una comezón en mi cabeza, jaja.

Sabía hacia donde quería llevarlo, y cómo quería que terminara todo, pero por una razón o por otra no podía hacerme continuar.

Estoy consciente de que quizá muchos de los que habían empezado a leer esto no lo vayan a terminar, y me siento muy mal por eso, pero también, me siento muy satisfecha de al fin haber terminado con esta historia.

Ahora que volví a escribir, se me ocurren muchos escenarios para continuar desde aquí, pero creo que la historia principal debe tener un cierre, y este es el cierre que siempre le quise dar… puede que después siga escribiendo más dentro de este AU, creo que eso sería divertido.

¡Gracias a quienes leyeron todo este fic, y quienes dejaron reviews y quienes lo marcaron como favorito y lo siguieron

!Un abrazo!