Hola a todos:
Dejo el onceavo oneshot, el cual se podría decir que es la continuación del capítulo cinco de éste mismo fanfic. Como ya mencioné, me gusta imaginar a Sísifo con la guerrera Failinis, que salió en el Gaiden de Leo. Pero aquí ambos están en un universo alternativo.
Atención: Todos los personajes de Saint Seiya y Saint Seiya: The Lost Canvas, pertenecen a Masami Kurumada y Shiori Teshirogi respectivamente. La historia es de mi autoría personal, la cual solamente escribí por diversión.
Día 11: Una charla en la carretera
[Sísifo x Failinis]
Universo alternativo, novios, declaración, sonrojos.
Ya había pasado medio año desde que Sísifo conoció a Failinis esa tarde que acompañó a su sobrino. La hermana mayor de Conner había resultado ser una hermosa joven que lo cautivó desde el primer momento que la vio. Y no pasó más de una semana cuando ambos empezaron a encontrarse de manera "casual", hasta llegar al punto de invitarse un café.
Después, aquellos encuentros aumentaron hasta convertirse en salidas amistosas, ya fuese a comer o al cine. Al paso de los meses, fue demasiado obvio para todos que ambos sentían una atracción mutua, pero ninguno parecía querer dar el primer paso y declararse. Hasta que cierto día, se presentó una curiosa oportunidad.
—¿Por fin lo harás? — preguntó Conner a su hermana mayor. —Vamos Failinis, no seas cobarde, Regulus ya me lo confirmó, le agradas mucho al señor Sísifo. —
La mujer la miró con una ceja levantada, haciendo una leve sonrisa, mientras picaba algunas verduras para la comida.
—¿Y por qué tú y Regulus andan de metiches?, deberían ocuparse de la escuela y sus deberes, no andar fisgoneando en nuestra relación. —
—¿Qué tiene de malo?, sólo queremos ayudar— habló la adolescente. —Regulus me dijo que su tío Sísifo es muy penoso y no encuentra la manera de cómo pedirte ser su novia, entonces, hazlo tú. —
Failinis se sonrojó, soltando una risita nerviosa.
También deseaba dar ese nuevo paso en su relación con el guapo hombre, sin embargo, no estaba segura de ser ella la que se declarase. No tenía nada de malo, eran tiempos modernos y el que una mujer tomara la iniciativa ya era común. No obstante, había algo de cierto en lo mencionado por su hermana: Sísifo era un hombre caballeroso y educado, pero, se ponía ligeramente nervioso cerca de ella.
Eso no fue impedimento para que su convivencia como amigos se fortaleciera. Sin embargo, la atracción física y emocional, estaba ahí, aumentando con el paso de los días. Así que era tiempo de hacer algo al respecto, quizás debía ser ella la que le pidiese ser su novio.
—¿Y cómo sugieres que haga eso? — quiso saber Failinis.
—¡Fácil, tengan una charla en la carretera! — propuso Conner emocionada. —Lo vi en una película romántica, él y ella van al teatro y de regreso en el coche, ¡Se declaran sus sentimientos y se hacen novios! —
Su hermana inclinó la cabeza de lado, haciendo un gesto de desconcierto. A veces los jóvenes no comprenden que las cosas de adultos no son tan sencillas. Pero no se le hizo mala idea, podría funcionar, Sísifo tenía auto y ella una gran lista de compras para llenar la despensa. No era necesario ir a un lugar romántico previamente, sino que el regreso, fuera el momento exacto para ponerse tiernos.
—Bien, supongo que podría intentarlo— aceptó la guapa rubia. —Pero más te vale no decirle nada a Regulus, no quiero que Sísifo se entere de mis intenciones. —
—¡Yo te guardo el secreto! — asintió Conner, más emocionada que su propia hermana.
…
Al día siguiente.
—Muchas gracias por acompañarme Sísifo, eres muy amable— comentó Failinis, entregándole la última bolsa de compras, para que la acomodara en la cajuela de su automóvil.
—De nada, no hay problema— respondió el hombre con una sonrisa amable. —Me dijo Regulus que tu coche estaba en el taller, así que no podía dejar que vinieras sola por tu despensa, que según veo, es mucho, así que un taxi te hubiera cobrado demasiado. —
La joven le dio la razón, hubiera sido un poco caro pagar dicho servicio de transporte. Momentos después, abordaron y emprendieron el regreso a la casa de Failinis, permaneciendo en silencio por un rato.
—¿Te importa si pongo música? — preguntó él de la nada.
—Yo preferiría que conversáramos, quiero decirte algo— propuso ella, con sutil nerviosismo.
—Por supuesto, a decir verdad, yo también deseo hablar contigo— Sísifo la miró de reojo.
—Perfecto, comienza tú. —
El hombre negó con un movimiento de cabeza y Failinis pudo ver que tragaba saliva con inquietud. Seguramente era algo importante lo que deseaba decir, pero no se atrevía. Esto la hizo sonreír, porque intuía de qué se trataba.
—Por favor, tú primero, lo mío puede esperar— se expresó caballeroso.
La mujer tomó una gran bocanada de aire para agarrar valor. No tenía caso darle tantas vueltas al asunto. Sólo esperaba que Sísifo no reaccionara de forma inesperada, a veces los hombres eran raros.
—Sísifo, ¿Quieres ser mi novio? — soltó la pregunta sin precaución, fuerte y claro.
El hombre abrió los ojos en grande al escucharla, volteó a mirarla e intentó decir algo, pero se quedó con la boca abierta. Failinis sonrió, mientras se sonrojaba notoriamente, cubriéndose la cara con ambas manos.
Entonces, notó que él estacionaba el automóvil a la orilla de la carretera. Antes de que pudiera decir o hacer algo, sintió sus cálidas manos descubriéndole el rostro. Failinis se topó con su galante sonrisa y una expresión de felicidad.
—Me has robado las palabras de la boca— dijo él, dando un pequeño beso en las manos de ella. —Sí, quiero ser tu novio, Failinis. —
Ella se ruborizó incluso más, tratando de recuperar la voz que de pronto se le fue.
—Oye, de casualidad, tu hermana te mencionó una película sobre una charla en la carretera y… — continuó hablando él, sin dejar de sonreírle.
—Sí, lo hizo— contestó la joven rápidamente, rodando los ojos. —No me digas, Regulus también te habló de ella y te propuso que te me declararas de esa manera. —
Sísifo asintió, riéndose de lo divertido de la situación, su sobrino y Conner eran unos chiquillos bastante metiches. Failinis también empezó a reír, acercándose despacio a él. No hubo necesidad de decir algo más, quedaba en claro que ambos habían tenido el mismo deseo: Formalizar su relación e iniciar un noviazgo.
Aquel beso fue el primero de muchos más.
Continuará...
Gracias por leer.
