Ella despertó, el sol se estaba poniendo, y ella... estaba extrañamente cómoda. No pensó bien durante los primeros segundos de porqué lo primero que veía al despertar era la puesta de sol, y porque estaba durmiendo en una azotea, y cuando lo hizo, rápidamente recordó todo lo sucedido.

Cuando se dió cuenta del material del que estaba hecha la cama sobre la que ella dormía, su corazón se calentó, y un sonrojo apareció en sus mejillas. lo amaba tanto...Tanto que se levantó de un salto, y lo encontró, sentado en la cornisa, mirando a la nada.

—Hey... Gracias por salvarme, yo…— Las palabras se atragantaron cuando ella lo vió ponerse de pie, y mirarla a los ojos.

El sentimiento fue tan... extraño y placentero al mismo tiempo. Sintió una suerte de placer morboso al sentirse así: Pequeña y desprotegida ante Peter. Lo único que quería en esos momentos era abrir sus brazos y recibir toda la protección de Peter, una que había detestado, y que ahora anhelaba, una que sabía que no merecía.

—No me agradezcas, te dije que cualquier cosa que fuese sobre esto, yo te ayudaría— Palabras secas, palabras profesionales, una relación de colegas, nada más.

Cierta decepción se plasmó en el semblante de la pelirroja, quién simple y sencillamente no aguantó, y habló.

—¿P-podemos hablar... Bien?— La angustia en su voz era desesperante, ella lo sabía, una angustia que ella misma sentía.

—¿No lo estamos haciendo? Spider-Man y Jackpot tienen una pequeña charla de superhéroes, lo de todos los días.— Comentó con un deje de sarcasmo en la voz. —Te recomiendo siempre, cuando se trate de electro, intentar…— Ella sabía que Peter le estaba dando algún consejo de utilidad, pero ella lo único que escuchaba era las palabras dichas anteriormente por él, un claro "hubiera preferido no haberte conocido", una y otra vez, y ella no soportó.

—Te amo— Escupió, sin más, sin poder aguantar más esa verdad. —Y- y desde que yo me alejé de tí… mí vida ha Sido un completo infierno…— Las lágrimas parecían volver a amenazar el rostro de La pelirroja. —V-vacia, sin nada de valor... Todo tan falso…— Ella miró hacia el lado, aún con su máscara, era clara la incomodidad de Peter ante las palabras de ella. —P-peter…— Ella parecía que en cualquier momento estaba a punto de colapsar. —D-dejame estar a tú lado, Aunque sea sólo siendo una cosa para ti...— Ella sonaba completamente desesperada y rota por dentro, y Peter lo entendía. Él también se había sentido así cientos de veces.

—No… Eso no sería justo para ninguno de los dos…— Contestó Peter. —Yo necesito estar lejos de tí, necesito sanarme de todo lo que ha sucedido. Y tú… MJ, jamás has sido así, jamás te has arrastrado.— Peter no sabía que más decir, estaba a la expectativa de que haría la pelirroja. Ella suspiró, y miró a Peter directamente a los ojos de la máscara.

—Para irte con Black Cat… ¿No?— Había un peligroso deje de celos en sus palabras, un deje de cierta ira incluso.

—Eh…— Quería decir tantas cosas en ese momento... ¡Tantas cosas que quería que salieran de su pecho con una furia imposible de frenar! Pero que no lo harían, porque él la respetaba, y no podía hacerle lo que por su cabeza pasaba. —N-No... Ella me ha dejado hace algún tiempo, su postura es…— ¿Por qué le estaba contando eso a MJ? Se dió la vuelta, y Suspiró. —Nada que te deba importar, en realidad.—

Pero la suerte ya estaba echada, y Mary Jane estaba saltando de la alegría. Peter, su Peter, estaba sólo, y ella... Estaba cerca. Casi llegó a sentirse cómo una cazadora, una que estaba esperando el momento indicado para saltar y hacer su movimiento.

—Nos vemos, a menos que tengas una urgencia de Jackpot— Dijo él, preparándose para saltar al vacío y hacer lo que debía hacer.

—En realidad... No se cómo bajar de este edificio, así que… ¿Puedes ayudarme?— Había una pequeña parte de ella que anhelaba el momento como ningúna más. Spidey únicamente suspiró, negó con la cabeza, y la tomó en brazos.

Él no podía decir que recordaba algo del camino, solamente siguió las indicaciones de MJ Limitándose a dejarla en dónde ella había pedido, e irse lo más rápido posible del sitio.

MJ entró en casa, y ese día pareció que había sido un completo éxito para ella. Esa arpía del Inframundo ya no estaba para interrumpir lo que para ella sería su regreso triunfal a su lugar prometido, a su sitio destinado. Claro que todavía tendría que lidiar con algunas cosas, pero había esperanza, había una pequeña oportunidad para regresar todo a cómo era antes...

Peter por su lado estaba confundido, y no tenía a nadie con quién hablar acerca de todo lo que le pasaba. El sacrificio que había hecho había sido tan grande que había sacrificado hasta sus amistades más profundas para salvar a MJ, y las cosas habían salido... Cómo habían salido. Estaba sólo, completamente sólo, no tenía a nadie. Únicamente tenía a la ciudad… y eso no era suficiente. Pensó por un momento que hablar con JJ podría arreglar un poco sus penas, hablar seriamente, pero no quería aburrirle con sus dramas. Miró hacia los cielos, se preguntó ¿Desde cuándo las cosas habían empezado a ir tan mal? Pensó en ella, en Gwen... Ella estaría totalmente decepcionada de lo que Peter era ahora, una sombra, una cáscara de lo que era actualmente.

Se dejó caer en picado hacia el suelo, evitando su mortal caída en el último segundo, siendo catapultado hacia arriba una vez más, saliendo cómo bala de cañón hacia el resto de edificios, cayendo en un callejón, que aprovechó para cambiarse y volver caminando a casa. Cuándo llegó a casa, sintió la presencia de alguien... Era nada más y nada menos que la gata negra, que estaba sentada en el sofá, con una copa de vino, mirando con expectativa la tele.

—Llegas tarde, arañita.— Comentó con un deje de burla en su voz, lo que hizo que Peter únicamente frunciera el ceño.

—No me encuentro con el suficiente ánimo para lidiar con tus juegos, Cat.— Comentario que la hirió más de lo que ella hubiera querido admitir. Peter cerró la puerta detrás suyo, y se acercó a ella.

—¡Hey! Hace algunas semanas estábamos tan bien... ¿Por que tan distante?— Cuestionó la gata.

—¿Quizá porque jugaste con mis emociones en un momento bajo en vida?— Se quejó Peter, a lo que ella Suspiró.

—Sí, todavía no entiendo porqué te dije esas cosas...— Murmuró , antes de suspirar y mirar a los ojos al hombre araña. —solamente... Jesús, me siento tan pequeña al lado de ella... Tú todavía la añoras... Pero no importa, quería saber cómo estabas solamente...— confesó, a lo que Peter, dejándose caer en el sofá contrario, Suspiró.

—Con ganas de ir a hacerle compañía a Mephisto en el infierno, o a Ben... Quizá él sea mi verdugo personal, sería lo mejor que podría suceder...— No podía dejar de pensar en su hermano, cosa que Black Cat solamente negó con la cabeza.

—Ugh, vendré mañana, pero... Peter, deja de decir tonterías…— Comentó en un tono lleno de desaprobación. —Las tonterías déjamelas a mí— Dijo Cat, acercándose a Peter. Ella se despidió con un rápido beso en sus labios, que dejó atónito al chico de Queens, y salió por la ventana, no sin antes dejar su copa de vino en la mesita de centro.

Después de unos minutos, Peter se fue a la cama, cerrando sus ojos y durmiendo instantáneamente.


¡Wooo!

Capítulo doble, ¿que tal? Quizá está siendo un poco pesimista la historia, pero... quién sabe, tal vez comience a tener un tinte algo más esperanzador. vaya a saber uno.

Agradecezco a los silenciosos seguidores de esta historia.

¡hasta otra!