Capítulo 23

El día siguiente llegó antes de que me diera cuenta. Esa noche había dormido profundamente, por lo que había descansado bien y se me había pasado en un suspiro. Eso era una buena señal, iría completamente listo al gimnasio.

Cuando terminé con mis ejercicios matutinos me di una ducha y bajé a desayunar con una sonrisa. Por algún motivo, hoy me había levantado contento. Me sentía lleno de energía y tenía ganas de llegar al gimnasio cuanto antes. Por ese motivo, tardé poco en devorar la comida y poner rumbo a mi destino.

Cuando llegué al gimnasio Pokémon me encontré con un edificio prácticamente igual a los otros. Al parecer, debían seguir esa norma con su aspecto externo. Supongo que sería para facilitar su localización a los entrenadores.

Al entrar al edificio me encontré un paisaje que bien podría ser el de una central eléctrica. Había decenas de torres eléctricas que iban desde las que eran un poco más pequeñas que yo hasta las que tenían el triple de mi altura.

Las paredes eran de metal, pero curiosamente el suelo era negro. Al dar un paso me llevé un pequeño susto cuando unas chispas de color rosa salieron desde mi pie y se dispersaron por el suelo. No parecía ser electricidad real, era como si el suelo fuese una pantalla digital que respondía al tacto de las pisadas.

Una vez superada la impresión inicial, avancé por el pasillo y pude observar que había todo tipo de Pokémon eléctricos en unos recintos con paredes de vidrio transparente. El interior de dichos habitáculos tenía hierba, arbustos y otros elementos que conformaban un diminuto hábitat natural. En la parte superior de los mismos había una especie de antena.

Mientras pensaba en qué función podría tener eso me percaté de que uno de los recintos estaba vacío. Al acercarme más me di cuenta de que estaba equivocado. Sí que había un Pokémon allí.

Acurrucado en una esquina se encontraba un pequeño Shinx. La criatura debió notar mi presencia, puesto que alzó la cabeza y miró en todas direcciones hasta dar conmigo. Me llevé una pequeña sorpresa al notar que tenía tres marcas verticales sobre su ojo izquierdo, probablemente hechas por unas garras.

En cuanto sus ojos amarillos se posaron sobre mí, su ceño se frunció y empezó a gruñir mientras me enseñaba los dientes. Una chispa salió desde su cuerpo e impactó contra el cristal que tenía frente a mí. Del susto, di un paso atrás y choqué contra algo.

-Auch… ten más cuidado.- escuché decir a alguien detrás de mí.

Al girarme me encontré con una joven algo mayor que yo. Tenía un largo pelo rubio platino, el cual tenía recogido en dos coletas que se doblaban en zigzag y formaban un rayo. Vestía una camiseta de tirantes negras y unas mallas del mismo color con dos líneas blancas verticales por el exterior de sus piernas. Sobre eso llevaba un abrigo amarillo de aspecto mullido. También me percaté de que tenía unos auriculares azul eléctrico sobre su cabeza. Por último, dos orbes azules me miraban bajo un ceño fruncido.

-Disculpa, ese Shinx me asustó con ese repentino ataque.- me excusé algo avergonzado. Ella miró detrás de mí.

-Ah, ya entiendo. Ese Pokémon es bastante desconfiado debido a malas experiencias que ha tenido. No se lo tengas en cuenta.- me explicó la mujer con una sonrisa algo triste. Parecía sentirse mal por el pequeño Shinx.

-Ya veo, lamento oír eso.- respondí mirando de nuevo al Pokémon. Probablemente esas marcas en su rostro tenían alguna relación con esas malas experiencias.

-¿Y qué haces aquí? ¿Eres un retador?- preguntó la de cabello rubio mirándome con una sonrisa divertida. Algo me decía que también le gustaba combatir.

-Así es. Mi nombre es Eric, y tú debes ser Lena, la nueva líder de gimnasio.- dije recordando la interesante información que había encontrado la otra noche.

-Así es. Mi abuelo, Erico, se retiró hace poco. Desde entonces, yo he tomado el mando del gimnasio.- respondió ella con orgullo.

-¿Y qué es este lugar?- pregunté mirando a mi alrededor. No recordaba nada de esto en los videojuegos.

-Me alegra que lo preguntes. Aquí adoptamos a Pokémon eléctricos que han sido abandonados o tienen algún otro problema. Este tipo de Pokémon desprende de manera natural energía eléctrica en pequeñas cantidades. Nosotros recogemos esa energía y la aprovechamos para alimentar a la ciudad.- explicó Lena mientras señalaba la antena en el techo. Ahora entendía para qué servía.

-Ya veo. Cuidáis de los Pokémon y también beneficiáis a la ciudad, todo son ventajas.- dije llevándome una mano a la barbilla. Lo cierto es que habían tenido una buena idea con todo esto.

-Veo que lo has pillado. Pero dejando eso a un lado, sígueme.- me indicó mientras echaba a andar. Por su mirada supe que tenía tantas ganas de iniciar el desafío como yo, así que la seguí con una sonrisa.

Caminamos un poco por las instalaciones hasta llegar a una recepción muy similar a las anteriores. La mujer que estaba detrás del mostrador parecía estar ordenando su cabello sin mucho éxito, puesto que este volvía a desordenarse. Al darse cuenta de que estábamos allí, se puso seria rápidamente.

-Veo que la electricidad estática te sigue afectando.- bromeó Lena con una sonrisa. La recepcionista la miró con el ceño fruncido.

-Si lo sabes ya podrías hacer algo para arreglarlo.- se quejó la mujer.

-Bueno, bueno, ya intentaré algo. Por el momento, mejor atiende a nuestro retador.- pidió la líder con una sonrisa amistosa. Eso pareció hacer reaccionar a la recepcionista, que me miró avergonzada.

-Disculpa todo esto. Por favor, firma este documento y entrégame tu tarjeta de entrenador.- pidió intentando sonar profesional. Yo contuve una sonrisa y procedí a hacer lo indicado.

-Con esto ya hemos terminado el registro. Puedes empezar el reto.- me indicó la mujer mientras una puerta cercana se abría.

-Te espero en el campo de batalla principal. No me hagas esperar.- la sonrisa desafiante que Lena me dirigía encendió mi vena competitiva.

-Estaré allí antes de que tú llegues.- dije devolviéndole el gesto. No me gustaba sonar prepotente, pero cuando alguien despertaba mi lado competitivo no podía evitarlo.

Ella se alejó del lugar y yo atravesé la puerta para iniciar el desafío. Solo tuve que caminar un poco antes de llegar a un campo de batalla bastante común, como había sucedido en los otros gimnasios. Un hombre con aspecto de operario eléctrico ya estaba esperándome en el otro extremo del campo.

-Será mejor que traigas alguna medicina contra la parálisis, o vas a salir electrocutado de este combate.- bromeó el hombre con una sonrisa. Yo se la devolví, aunque no porque me pareciese gracioso. Ese comentario parecía muy propio de alguno de los videojuegos de Pokémon.

Cuando el árbitro explicó las reglas y dio la señal, ambos lanzamos a nuestros Pokémon. Mi rival decidió usar a un Magnemite, mientras que yo lancé a Kai. Sonreí al darme cuenta de que tenía la ventaja de tipo, pero no por eso me confiaría.

-Vamos allá, usa Corpulencia.- le indiqué a mi compañero.

-De eso nada, golpéalo con Impactrueno.- ordenó el operario.

Mi compañero era más veloz y empezó a rodear su cuerpo con un aura que fortalecía sus músculos. Sin embargo, permanecer quieto hizo que recibiera el ataque eléctrico, lo que lo dejó algo dañado.

-Bien aguantado. Ahora usa Palmeo.- animé a mi Pokémon con una sonrisa.

-Usa Supersónico.- dijo el hombre mordiendo su labio inferior. Sabía que si mi ataque conectaba sería un gran problema para él.

Aunque Magnemite empezó a emitir ondas contra Kai, este era demasiado veloz para el Pokémon metálico. Pronto llegó hasta su objetivo y le dio un poderoso golpe con la palma de su pata. Se escuchó un fuerte ruido metálico y Magnemite salió volando hacia atrás.

-¿Estás bien?- preguntó el hombre a su Pokémon, que apenas pudo levantarse y empezar a levitar. El operario debió decidir que eso había sido suficiente.

-Me retiro del combate, mi Pokémon está bastante dañado.- le dijo al árbitro, que asintió y alzó la bandera en mi dirección, dándome la victoria.

La verdad es que había sido un combate sencillo, pero no podía culpar a mi rival. Su Pokémon había recibido un poderoso ataque contra el que era débil y, por si fuera poco, Kai estaba fortalecido. Era mejor retirarlo antes de que acabara peor, puesto que lo tendría casi imposible para ganar.

Tras despedirme del operario, puse rumbo hacia el escenario principal. Mientras caminaba por el túnel fui mentalizándome para las cámaras y luces que me esperaban. Estaba empezando a acostumbrarme, pero aún era incómodo.

Tal y como predije, al salir del pasillo me encontré ante un campo de batalla rodeado por cámaras y luces de colores. El suelo del campo y las paredes eran negros, y algunas chispas de colores los recorrían. Casi parecía un escenario sacado de algún videojuego.

-Veo que has llegado hasta aquí, no esperaba menos. Estoy ansiosa por comprobar tu fuerza, ¿empezamos?- preguntó Lena desde el otro extremo. Una sonrisa emocionada surcaba su rostro.

-Claro, vamos allá.- respondí devolviéndole el gesto y colocándome en mi lugar.

-Vamos a dar inicio al combate entre la líder Lena y el aspirante Eric. Será un combate de tres contra tres y solo el aspirante puede sustituir. Ganará quien consiga debilitar a todos los Pokémon de su oponente, o si el rival se rinde.- ambos asentimos a las palabras del árbitro, nos eran de sobra conocidas.

Cuando el hombre dio la señal, ambos lanzamos a nuestros Pokémon al campo de batalla. Por mi parte, decidí iniciar con Bianca, mientras que del lado de Lena salió un Pokémon que me sorprendió un poco.

-Chinchou, usa Onda voltio.- ordenó la líder. El pequeño Pokémon acuático reunió energía y lanzó una descarga que lo cubría como si de una cúpula se tratase, expandiéndose en todas direcciones.

Me vi obligado a tomar una decisión rápida, y decidí regresar a Bianca a su Pokeball y sacar a Spike. Mi compañero recibió el ataque eléctrico sin inmutarse demasiado, pues era poco efectivo contra él.

-Vaya, tienes un Pokémon muy problemático ahí.- comentó la líder mordiéndose el labio inferior. Eso me hizo sonreír, ella también era consciente de que lo tendría difícil contra mi Ferroseed.

-Es mi turno, usa Giro bola.- le ordené a mi compañero.

-No lo dejes hacer lo que quiera. Usa Rayo confuso.- contraatacó la rubia.

Spike empezó a rodar por el campo a gran velocidad, lo que hacía que Chinchou lo tuviera complicado para acertar con sus ataques. Aunque los dos Pokémon eran lentos, el mío tenía ventaja gracias a su capacidad para rodar.

Spike consiguió golpear a su rival con Giro bola, pero no fue muy efectivo debido a la compatibilidad de tipos. Sin embargo, mi objetivo solo era aturdirlo un poco para poder terminar este combate con otro ataque.

-Ahora usa Drenadoras.- dije queriendo aprovechar la cercanía entre ambos y que Chinchou se estaba recuperando del golpe.

-Oh no… ¡Esquívalo!- la respuesta de Lena fue rápida, pero ya era demasiado tarde.

Spike se detuvo y lanzó varias semillas hacia su enemigo, las cuales lo alcanzaron y rodearon con enredaderas. Ahora mi victoria estaba asegurada, solo tenía que seguir con la estrategia.

-Tsk… no lo dejes irse tan fácil. Usa Onda trueno.- ordenó la líder.

Su Pokémon reaccionó rápidamente y lanzó una pequeña descarga a Spike, la cual lo dejó paralizado. Eso era un pequeño contratiempo, pero seguíamos teniendo la ventaja.

-Spike, usa Giro bola para moverte y lanza Energibola.- decidí tomar distancia y atacar desde lejos, dejando así que las Drenadoras desgastaran al Pokémon de Lena y evitando que Spike reciba daño.

El combate se desarrolló como yo esperaba. Chinchou no era capaz de acertar la mayoría de sus ataques, aunque Onda Voltio siempre golpeaba. Sin embargo, el daño era tan escaso que Spike se recuperaba con las Drenadoras. Además de eso, los Energibola ayudaban a acelerar la derrota de nuestro oponente.

-Chinchou no puede continuar.- anunció el árbitro cuando el Pokémon acuático cayó debilitado poco después. Lena lo regresó a su cápsula con un chasquido molesto de su lengua.

-Tienes una estrategia interesante con ese Pokémon, pero no voy a perder tan fácilmente.- dijo la rubia mientras tomaba otra esfera y la lanzaba al campo.

Cuando el brillo blanquecino se disipó, un pequeño Pokémon de colores negro, blanco y amarillo nos miraba desde el suelo. Se trataba de un Emolga, un Pokémon de tipo eléctrico y volador que siempre me había parecido bastante interesante.

-Spike, usa Giro Bola.- le indiqué a mi Pokémon.

-Ahora vas a conocer el verdadero poder de los Pokémon eléctricos. Emolga, usa Acróbata.- ordenó Lena con unas sonrisa confiada.

Ambos Pokémon empezaron a moverse al mismo tiempo, lanzándose hacia el otro. Esperaba que Emolga fuese más rápido, pero quedé sorprendido cuando el pequeño roedor se envolvió en un brillo blanco y se movió tan rápido que costaba seguirle la pista. Spike recibió una embestida desde un lateral que lo hizo rebotar varias veces por el campo de batalla.

-Tenemos que recuperarnos. Usa Drenadoras.- ordené un poco preocupado. Las defensas de mi amigo eran buenas, pero no aguantaría otros dos ataques como ese.

-De eso nada. Emolga, Doble equipo y Acróbata.- dijo Lena rápidamente. Parece que ya esperaba ese ataque.

El roedor creó varias copias de sí mismo, lo que hizo que las semillas que lanzó Spike solo alcanzaran a los falsos Emolga. Entonces, los clones desaparecieron y el verdadero se lanzó como un relámpago contra Spike, dándole otro duro golpe que lo hizo rodar por el campo.

-Maldición, es demasiado rápido.- me quejé entre dientes mientras apretaba el puño con fuerza. Tenía que pensar en algo para salir de esta.

-Spike, usa Giro bola para embestirlo.- decidí rápidamente. Al ser un ataque que se hacía más fuerte cuanto más rápido fuera el enemigo, era nuestra mejor opción para causar daño. Cuando Emolga estuviera aturdido podría usar Drenadoras.

Spike hizo lo indicado y comenzó a rodar a toda velocidad hacia Emolga, pero Lena no parecía preocupada. Eso me produjo mala espina, ella debía saber cómo funciona este ataque y el daño que le causaría.

-No eres el único que puede aprovechar la velocidad de los adversarios. Emolga, usa Electrobola.- indicó la líder con una sonrisa confiada. Eso me hizo abrir los ojos de la impresión, pero era tarde.

El pequeño roedor cargó una esfera de energía eléctrica y la lanzó contra Spike, que colisionó de frente contra ella. La fuerte explosión que se produjo me hizo temer por el estado de mi compañero, al cual vi salir rodando en mi dirección de entre la nube de humo. Estaba inconsciente.

-Buen trabajo, descansa.- le dije tras tomarlo en brazos, para después ingresarlo en su Pokeball.

La situación ahora era un poco preocupante. Su Pokémon tenía una velocidad enorme, y ninguno de mis amigos era lo bastante rápido para poder enfrentarlo. Tendría que recurrir a algún tipo de estrategia si quería superar este obstáculo.

-Es tu turno.- dije lanzando de nuevo a Bianca al campo de batalla. Ella era mi mejor opción para vencer a ese Emolga.

-Vamos a empezar fuerte. Usa Hoja mágica.- le indiqué a mi compañera.

Ella usó sus poderes para crear decenas de afiladas hojas que tenían un brillo rosáceo a su alrededor. Los proyectiles salieron despedidos hacia su rival a gran velocidad.

-Emolga, usa Acróbata para esquivarlos y atacar.- ordenó Lena con el ceño fruncido. Los dos sabíamos que eso no funcionaría del todo bien.

El pequeño roedor se rodeó de un brillo blanco y empezó a moverse rápidamente por el aire. Sus ágiles movimientos le permitían esquivar la mayoría de hojas, aunque otras sí que lo impactaron. Además, como yo había planeado, Bianca podía dirigir mentalmente las hojas para que persiguieran a su enemigo y así poder acorralarlo.

-Doble equipo.- le dije a mi amiga cuando Emolga se lanzó en picado sobre ella.

Recientemente me vi obligado a tomar una difícil decisión. Teletransporte era útil para esquivar, pero si tus enemigos ya sabían tu estrategia podían prepararse fácilmente contra ella. Por ello, decidí que Bianca tenía que aprender a esquivar como los demás miembros de mi equipo. Para ayudarla en esta transición, sustituí Teletransporte por Doble equipo.

Mi amiga creó varias copias de ella misma, haciendo que el roedor pasara a través de una de las copias y no sufriera ningún daño. Suspiré aliviado al ver que esto estaba funcionando. El daño de Hoja mágica era leve, pero con perseverancia lograríamos la victoria.

-Vaya, eso es una sorpresa. En tus anteriores combates vi cómo usabas Teletransporte para huir, pero parece que has cambiado de método. Aún así, no te va a funcionar conmigo. Emolga, usa Onda voltio.- ordenó Lena con una sonrisa confiada.

Me temía que esa sería su respuesta. Como Onda voltio golpea en todas direcciones, Doble equipo no serviría de nada. Por tanto, decidí que lo mejor sería contraatacar y causar daño también.

-Bianca, ataca con Confusión.- dije aprovechando que mi rival estaba ocupado.

Ambos Pokémon cargaron sus ataques y los lanzaron al mismo tiempo. La onda psíquica golpeó al roedor primero y lo mandó al suelo, pero la descarga eléctrica también alcanzó a mi amiga. Por suerte, ella no parecía haber recibido un gran daño.

-No lo dejes descansar. Ataca con Hoja mágica.- debíamos aprovechar la ocasión para tomar ventaja, por lo que empecé a presionar.

-Bloquealo con Onda voltio.- respondió Lena rápidamente.

Aquella orden me sorprendió. Emolga volvió a lanzar su ataque eléctrico, el cual colisionó con el de Bianca y ambos se anularon. Aunque había considerado esa opción, no esperaba que Lena la usara. Ella parecía tener un estilo más agresivo, pero supongo que podía adaptarse.

-En ese caso, Confusión.- dije notando que Emolga parecía estar agotando sus fuerzas. No me extrañaba, estaba peleando con bastante energía.

-Esquiva con Acróbata.- le indicó Lena con expresión algo preocupada.

Sin embargo, Emolga no fue lo bastante rápido y acabó recibiendo el golpe. El roedor voló hacia atrás y cayó inconsciente a los pies de la líder, que rápidamente lo tomó en brazos. Tras unas palabras de agradecimiento, lo devolvió a su Pokeball.

-Eres un duro rival, Eric. Pero no creas que has ganado, aún me queda mi último y confiable Pokémon.- la sonrisa de Lena me puso en tensión. Parecía muy segura del poder de su último Pokémon.

La líder lanzó una Pokeball al aire, la cual se abrió con un destello blanco. Una pequeña figura amarilla apareció en la arena, y no tardé ni un segundo en reconocer al, probablemente, Pokémon más mítico de la saga.

-¡Pika!- exclamó el Pikachu con energía mientras me dirigía una fiera mirada.

Me quedé sorprendido de que esa fuera su última opción. Si bien Pikachu es muy famoso, la realidad es que sus estadísticas no son muy buenas. De hecho, son incluso mediocres. Sin embargo, cuando noté una esfera amarilla que colgaba de su cuello empecé a entenderlo todo.

–Este combate se va a poner más difícil.- dije mirando a la líder con una sonrisa tensa, mientras que ella parecía tranquila, incluso divertida.

-Pikachu, Ataque rápido.- ordenó sin perder tiempo.

-Doble equipo.- respondí al instante.

Bianca es débil a los ataques físicos, y si bien las defensas de Pikachu son bajas, gracias al objeto que llevaba, la Bolaluminosa, el poder de sus ataques era increíble ahora mismo. Tenía que impedir que alcanzara a Bianca y esperar mi oportunidad de atacar.

El roedor se rodeó de un brillo blanco y corrió hacia mi amiga como un destello. Ella apenas tuvo tiempo de crear las copias, pero lo logró justo antes de ser golpeada. Sin embargo, lejos de rendirse, Pikachu siguió embistiendo a todas las copias a gran velocidad. Finalmente, su ataque golpeó a mi compañera y la lanzó al suelo.

-Deténlo con Hoja mágica.- ordené mordiéndome el labio inferior. Ese sería el mejor movimiento para ralentizarlo y obligarlo a estar a la defensiva.

-Acaba con Cola férrea.- dijo Lena mostrando una sonrisa triunfante. Aquello me dejó sin palabras.

Lejos de esquivar el ataque de Bianca, el Pikachu se lanzó de lleno contra ella mientras su cola adquiría un brillo metálico. Las hojas lo golpeaban, pero él soportó el daño y siguió adelante. Cuando llegó hasta mi amiga, saltó hacia ella y le dio un poderoso golpe en el pecho que la mandó volando hacia mí. Por suerte, pude atraparla en el aire, pero de la fuerza caí sentado en el suelo.

-Bianca, ¿estás bien?- dije tomando el rostro de mi amiga para observarla con preocupación. Los ataques de tipo acero eran peligrosos para ella, y ese había sido fuerte.

Ella me miró con dificultad a través de sus ojos ligeramente entreabiertos. Instintivamente, Resonancia despertó y me conecté con mi compañera. Pude sentir dolor y agotamiento, pero también tristeza.

"Siento… haber perdido…" la dulce voz de mi amiga llegó hasta mí, y sus palabras se me clavaron en el alma como puñales.

"Lo has hecho genial, estoy orgulloso de ti. Descansa." le dije con suavidad mientras le sonreía. Ella cerró los ojos, tras lo cual la devolví a su Pokeball.

-Eric, ¿está todo bien?- la voz de Lena llegó a mis oídos. Al alzar la mirada, noté que me observaba preocupada. Supongo que era normal, debía ser extraño que me quedara varios segundos observando a Bianca sin decir nada. Me tragué mi dolor y me levanté.

-Sí, todo bien. Sigamos.- dije tomando mi última Pokeball. Gael no era una opción, y entre mis dos compañeros restantes, había uno que tenía más posibilidades de ganar esta pelea.

Lancé la esfera y Blaze se manifestó en la arena lanzando un poderoso rugido. La llama de su cola ardía con fuerza, lo que mostraba que su espíritu de lucha ya estaba encendido.

-En ese caso… Pikachu, Ataque rápido.- ordenó la rubia.

-Blaze, Pantalla de humo.- dije con un plan ya en mente. Si ese Pikachu era más rápido que mi Pokémon, entonces obstaculizaría su visión.

Para cuando Pikachu llegó hasta mi compañero, este ya había empezado a expulsar humo y se ocultaba en él. Ambos perdimos a nuestros Pokémon de vista, pero eso no me preocupaba.

-Pikachu, Onda voltio.- ya me esperaba esa orden. Era el ataque más natural si no podías ver a tu adversario.

-Furia dragón.- respondí sin dudar.

El ataque eléctrico se dejó entrever a través de humo, y yo sabía que habría golpeado a Blaze. Pero eso también había desvelado su posición, y mi Pokémon no tardó en lanzar sus llamas azules que debieron golpear al roedor, pues se escuchó un grito de dolor entre el humo.

-¡Pikachu, sal de ahí!- exclamó la líder con preocupación.

El Pokémon eléctrico salió rápidamente del humo, aunque se le veía dañado y chamuscado. Su respiración agitada y su aspecto me indicaban que había recibido bastante daño. Puede que su poder de ataque fuese enorme, pero sus defensas no.

-No podemos dejar que tomen ventaja. Pikachu, usa Onda voltio y mantente alejado.- indicó la rubia.

Ya me esperaba esa estrategia. Pretendía usar la velocidad de Pikachu para atacar a Blaze desde lejos, pero no se lo pondría tan fácil. Usaría el mismo plan que ella usó contra mí anteriormente.

-Blaze, deténlo con Furia dragón.- ordené sintiendo satisfacción al ver la sorpresa en Lena.

Los ataques de nuestros Pokémon colisionaron, anulándose entre sí. Pero ninguno de los dos detuvo su ataque, intentando presionar al otro. Esto parecía haberse convertido en una batalla de resistencia.

-Blaze, avanza hacia él.- ordené con decisión. Confiaba en la fuerza de mi amigo.

Mi Charmeleon empezó a caminar hacia su rival sin disminuir la fuerza de su ataque, pues si lo hacía recibiría la descarga. Poco a poco, la distancia entre ambos se cerraba y el choque de ataques se hacía más intenso.

-¡Ahora, usa Retribución!- exclamé señalando hacia Pikachu.

-¡Ataca con Cola férrea!- respondió Lena.

Nuestros compañeros dejaron de lanzar sus ataques para crear los nuevos. Blaze se lanzó contra Pikachu con el puño rodeado de energía, mientras que este saltó contra mi amigo con su cola recubierta de un brillo metálico.

Los dos impactaron su ataque contra el rostro del otro al mismo tiempo, siendo lanzados hacia atrás por la fuerza del golpe y quedando tendidos en el suelo. Por varios segundos, solo pude quedarme paralizado y expectante del resultado… hasta que Blaze se incorporó con dificultad.

-Pikachu no puede continuar. El ganador es Eric.- anunció el árbitro levantando la bandera a mi favor.

La tensión en mi cuerpo quedó reemplazada por un gran alivio. Solo entonces corrí hasta Blaze y le di un fuerte abrazo. Mi amigo se quejó un poco, pero me devolvió el gesto con una sonrisa feliz.

-Ha sido un gran combate. Me gusta avasallar a mis rivales con mi poder de ataque y mi velocidad, pero tú has sabido contraatacar. Es un orgullo entregarte esta medalla y la MT Voltio cruel.- dijo Lena acercándose a mí con una medalla en la mano.

-Gracias. Ha sido un combate duro.- tras estrechar la mano de la líder, tomé mi recompensa con una sonrisa emocionada. Ya tenía tres medallas en mi poder.

-Aunque es algo extraño. Esperaba la MT Onda voltio.- comenté con algo de curiosidad.

-Esa MT la daba mi abuelo, pero la nueva lista de MTs ya no la incluye. Yo la sigo usando en su honor, pero entrego una MT distinta a los entrenadores.- explicó la rubia con una sonrisa.

-Entiendo… bueno, será mejor que vaya al Centro Pokémon para que mis amigos descansen.- dije guardando mis premios y dirigiéndome a la salida.

-Espera, te acompaño. Quiero comentarte un asunto.- la rubia se colocó a mi lado y caminó a mi ritmo. Eso despertó mi curiosidad, pero decidí esperar a que ella decidiera contarme lo que quería.

Cuando ya estábamos en la sala principal donde estaban los cubículos con los Pokémon, Lena se detuvo frente al lugar donde vivía ese Shinx tan… enérgico. El Pokémon se percató de nuestra presencia y empezó a gruñirnos ligeramente.

–Parece que no le caemos bien.- comenté mientras miraba al pequeño tipo eléctrico.

-Así es, y me gustaría que tú hicieras algo al respecto.- al escuchar esas palabras de la líder no pude evitar mirarla con incredulidad, solo para ver que ella me sonreía de forma traviesa.


Hola a todos/as!

Creo que esto ya es habitual, pero lamento mi tardanza al publicar este capítulo. La vida no me permite escribir tanto como me gustaría.

Pero bueno, dejemos las lamentaciones. Eric ya tiene tres medallas, lo que significa que está próximo a la mitad de su aventura. Aunque, por supuesto, todavía queda muchísimo por descubrir ;)

Como siempre, os animo a que dejéis vuestros comentarios para saber qué os está pareciendo la historia y para aclarar dudas que podría resolver de inmediato o en otro especial curiosidades.

Y hablando de especiales, la historia casi tiene las 5000 lecturas. Como celebración, voy a realizar un sorteo para crear un personaje que aparecerá en mi historia. Para participar hay que darle "Me gusta" a la historia y dejar un comentario indicando las características del personaje que queréis crear. Debe ser un entrenador/a y necesito que me deis su descripción o el enlace a una imagen, así como los seis Pokémon que usaría.

Sin más, un abrazo, nos leemos ^^