Una práctica sobre hielo
Summary: La clase de Reki y Langa ha decidido llevar a los jóvenes estudiantes de paseo a una pista de hielo. Por ello, Langa le ofrece a Rekki enseñarle a patinar sobre el gélido hielo de la misma manera en que el pelirrojo le ayudó cuando iniciaba el skate. Pero enseñar cosas que sabes hacer no es algo que cualquier persona pueda hacer.
Contenido: Yaoi, oneshot, romance, fluff, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics".
Pareja: Renga (Reki x Langa)
Disclaimer:
Hikari: Mi cerebro se secó para hacer el título de este fanfic, sorry. Ya saben que SK8 no me pertenece, la obra original fue producida bajo el estudio Bones, por lo que este escrito es únicamente por entretenimiento y sin fines de lucro.
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#Flufftober2023, 13 – Patinando sobre hielo
-No te preocupes Reki- decía Langa, mientras veía la considerable inquietud de su compañero, quien estaba sentado en el lugar al lado al suyo dentro del autobús- Eres un experto en la patineta, ya verás que no es tan diferente a patinar sobre hielo.
-Bueno, supongo que es verdad- respondía el pelirrojo, queriéndose ver más confiado ante las palabras de Langa- Aunque será mi primera vez patinando sobre hielo.
-No es tan complicado. No soy un experto, pero lo practiqué algunas veces cuando vivía en Canadá- levantaba la mirada, tratando de desempolvar algunos recuerdos del pasado- De pequeño, mis padres me llevaron varias veces a un lago congelado que había cerca de casa.
-Nunca he patinado sobre hielo, mucho menos ha visto un lago congelado- sonrió, tratando de ser considerado- ¿En Canadá es normal eso?
Ambos mantenían la agradable platica en los asientos traseros del autobús, ignorando los demás parloteos del resto de sus compañeros que también parecían desbordar de emoción ante el viaje escolar en el que se encontraban.
Debido a la falta de presupuesto de aquel año, la clase de Reki y Langa no podría salir a hacer turismo a otra ciudad, como era lo normal, sin embargo, se organizó lo suficiente para poder hacer una visita rápida a una pista de hielo cercana. El invierno apenas comenzaba y, aunque no hacia todavía el suficiente frío, los adornos navideños en casas, tiendas y calles hacían evidente que ya estaban en la época del año en que la gente suele emocionarse por las fiestas y el cercano fin de año.
En menos de una hora, el autobús llegó a su destino sin menor contratiempo. La mayoría de estudiantes saltaron afuera y, aun con la brisa invernal nada los detuvo hasta llegar a la recepción, donde comenzaban a pedir patines de su número y se enlistaban para llenar la pista que había sido reservada aquel día solo para ellos.
-Es imposible…- murmuraba Reki tratando de mantenerse erguido, antes de siquiera poner el primer pie sobre hielo- Si así es en tierra firme no quiero saber lo que es ahí adentro.
-Mas fácil… en el suelo no puedes deslizarte y por eso es difícil moverse- como si fuese algún profesional, Langa no dudó en dar pasos firmes hasta la pista. Durante los primeros centímetros, tuvo que hacer balanceo con sus manos mientras recordaba el sentimiento de deslizarse en el hielo.
-Tú me ayudaste mucho cuando empecé con la patineta, es mi turno para evitar que termines estampado en el hielo mientras aprendes a patinar- estiró su brazo y extendió su palma a Reki quien, un tanto temeroso, luego de intercalar miradas entre el ofrecimiento y el rostro confiado de Langa, suspiró con cierta resignación antes de también el entrar.
Sosteniendo con firmeza a su compañero, Langa comenzó a patinar de espaldas mientras ayudaba a Reki a deslizarse hacia el centro de la pista… Si, hacia ese lugar donde no existía ningún tipo de barda de donde sostenerse y territorio tal vez demasiado desconocido para un simple novato.
- ¡O-O-Oye! ¿¡Qué demonios hacemos?! ¿¡No estamos yendo demasiado rápido?!- preguntó Reki, no queriendo caer presa del pánico. Langa ladeó la cabeza confundido- ¡¿Es normal llevar a un novato al centro de la pista?! ¡¿JUSTO AL CENTRO DE LA PISTA?!
-Ah… no lo se. Supongo que sí. Todo es hielo, al fin y al cabo- Langa volteó a ver a los lados, aun sin comprender la razón de las expresiones de Reki.
O al menos así era hasta que notó que la mayoría de sus compañeros aún se encontraban cerca del perímetro inicial.
- ¿Fue mala idea?
- ¡No sé si es mala o no! ¡Pero definitivamente primero tienes que explicarme cómo mantener el equilibrio antes de traerme hasta aquí, tonto! - Langa veía el temblor en las rodillas inestables de Reki.
Mentiría si dijera que no le provocó cierta ternura verlo temblar de esa manera.
Soltó una risita involuntaria que tuvo que cubrir con la palma de su mano.
Olvidando que sostenía a Reki con esa misma.
- ¿¡AH!? ¿¡DE QUE TE RIES?, NO ME SUELTES SOLO PARA…! - queriendo discutir, Reki tal vez se movió de una manera muy abrupta, tanto que sintió como sus pies se deslizaban hacia atrás, dejando su cuerpo por delante y, en consecuencia, haciéndolo perder el equilibrio. Su torso se inclinó de tal modo que el choque de su rostro con el hielo era algo inminente.
O eso creía de no ser porque un fuerte jalón lo impulsó nuevamente hacia arriba, pero sin ser lo suficientemente fuerte, el mundo de Reki dio una vuelta sorpresiva y lo que terminó estampándose con el duro y frio hielo fue su espalda baja y trasero.
La parte superior de su cuerpo también había caído, pero algo más se encargó de amortiguar su caída.
- ¿Estás bien, Reki? - al levantar la vista, se percató que Langa había ocupado su propio peso para tratar de salvarlo, lo que terminó con que ambos terminaran cayendo. Su espalda estaba pegada al pecho de Langa quien estaba completamente tendido sobre el hielo.
-Tú te llevaste la peor parte- avergonzado, inmediatamente se incorporó. De haber querido también se hubiese levantado y tenderle una mano al otro, pero estaba claro que con su poca experiencia aquello era sencillamente imposible.
-Es mi culpa por traer a Reki a esta zona sin haberle enseñado lo básico antes- Langa también se irguió para sentarse, sobándose la parte trasera de su propia cabeza- Aunque ahora que lo pienso, Reki, eres realmente impresionante.
El pelirrojo ladeó la cabeza, sin saber a qué se refería exactamente Langa.
-Cuando me enseñaste a patinar, empezaste por lo básico. Aunque yo sepa deslizarme mejor en hielo, no se me ocurrió empezar por ahí. Saber enseñar algo que sabes no es tan simple como parece- la sonrisa tan sincera en Langa provocó que las mejillas de Reki se encendieran en un tenue color carmín, desviando levemente la mirada.
-Es sentido común tonto - se cubría parte del rostro con una de sus manos- No es que yo sea especial, es que tú eres demasiado denso y distraído- Langa se puso de pie y, con cuidado ayudó a que Reki también lo lograra, aun sin poder ver de frente a su amigo.
- ¿Tú crees? Aun así, ¡sigo creyendo que eres increíble! - con cuidado y lento, Langa comenzó el recorrido a la barda más cerca a ellos, sosteniendo de forma aún más fuerte los brazos de Reki, que aun sentía sus rodillas temblar.
Reki se mordió el labio inferior sin sentir la suficiente paciencia dentro de sí para seguir con aquella conversación.
Cuando llegaron a su destino suspiró con un poco de alivio al sentirse más seguro.
-Trataré de ir paso a paso, no soy bueno explicando, pero haré mi mayor esfuerzo.
-No eres bueno explicando, porque tu talento impide mucho de tu sentido común- se quejó Reki, viendo como Langa buscaba algo entre los bolsillos de su pantalón, encontrando una pequeña liga de cabello con unas figuritas de fruta para atarse su alborotada melena.
-No es cierto, yo solo…- no pudo terminar de hablar ya que, al momento de tratar de acomodar su cabello para atarlo, una punzada de dolor le hizo soltar un quejido. Con cuidado, Reki se acercó hacia él con clara expresión de preocupación- Creo que me hice un chichón en la caída.
Langa abrió con sorpresa sus ojos azules en el momento en que, sin previo aviso, Reki estiró su mano y se coló entre las hebras de su cabello, para alcanzarlo de manera delicada y suave. Otro pequeño dolor, pero muy diferente al primero, le llegó a manera de descarga eléctrica por todo su cuerpo, asentándose aún más en su estómago.
-Cierto, aquí se siente- bajó la mirada, sintiéndose extrañamente cohibido por tal casual acto- Lo de tu talento es un hecho, no puedes negarlo. En el skate, en el snowbording y en el patinaje sobre hielo- Langa parpadeó varias veces ante el regreso del último tema de conversación- Pero si yo puedo aprender rápido para evitar que tengas que volver a salvarme de una caída, haré lo mejor posible.
Sintió un terrible dolor en el pecho al ver la enorme sonrisa en el rostro de su amigo. Sin embargo, no era algo que lo doblara de dolor, era una sensación que describiría como punzadas silenciosas, y al mismo tiempo explosivas, que hacían que todo su cuerpo retumbara al unísono. Un nudo se formó en su garganta y una catastrófica ola de calor casi lo asfixia.
Mucho y al mismo tiempo nada.
Pero de alguna forma solo pudo pensar en lo bonita que era esa sonrisa.
-Así que apresúrate y enséñame rápido, antes de que termine el día- Reki estiró ambos brazos, esperando el agarre de Langa, quien parecía salir de aquel pequeño transe antes de sacudir su cabeza, terminar de acomodarse el cabello y, ahora si, finalmente tomar a su amigo que intentaba copiar la postura del más experimentado.
Si tan solo pudiese volver a ver esa bonita sonrisa una vez más…
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Hikari: Vamos avanzando en el mes y me lleno cada vez más de pánico al no tener todo escrito jajaja. En fin, muchísimas gracias por acompañarme un día más y espero leerlos otra vez muy pronto. ¡Bye bye-perowna!
