Un nuevo día se hacía presente para todo el universo 6, el Torneo de la Fuerza había terminado y aunque habían perdido, y por ende debían de ser eliminados de la existencia, gracias al deseo que pidió Número 17 fue que todos pudieron volver a existir sin problemas.

Se puede observar en un gran planeta de color rojo claro con leves manchas negras, dicho planeta era el Planeta Salada, el hogar de los Saiyajin en ese universo y el equivalente al Planeta Vegeta del universo 7.

Se ve a un joven de baja estatura, cabello de estilo alto y espigado con un solo mechón colgando, sus ojos eran pequeños, pero tenían grandes pupilas negras, llevaba un traje similar a los gladiadores que tenían correas amarillas, enchapado de Plata, un color púrpura bajo pieza y un traje azul debajo ajustado. También llevaba brazaletes de color marrón, un cinturón del mismo color y zapatos de color púrpura con suela gris caminando por un lugar lleno de montañas.

Aquel Saiyajin era Cabba, uno de los elegidos por el Dios de la Destrucción de su universo Champa para que participara en el Torneo de la Fuerza.

Éste se encontraba buscando a otras Saiyans conocidas como Caulifla y Kale, dado a que estos habían quedado en encontrarse hay mismo para poder entrenar y así hacer que Kale pueda controlar de mejor forma el poder tan descomunal que ésta tenía, pero esta vez no habían llegado lo que confundió y extraño a Cabba.

Casi siempre ellas eran las primeras en llegar a los entrenamientos y Caulifla siempre lo molestaba por llegar tarde, solo que esta vez parecía ser diferente, Cabba se sentó en una roca y simplemente se quedó ahí esperando a que estas llegaran para poder seguir entrenando y mejorando por si en el futuro volvía a ocurrir un Torneo similar al anterior.

Conforme fue pasando el tiempo Cabba no lograba sentir la presencia su Ki ni lograba escuchar la voz de Caulifla, lo cual empezó a preocupar al joven Saiyajin, ya que no era normal que tardaran tanto en llegar por lo que se levantó de la roca y comenzó a volar para empezar a buscarlas, no sabiendo que la montaña rocosa que tenía detrás estaba ocultando los cuerpos de ambas Saiyajins.

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Podemos ver cómo Caulifla y Kale se encontraba en aquel lugar donde siempre entrenaban con Cabba, como era de costumbre fueron las primeras en llegar y se dedicaron a esperarlo mientras hablaban entre sí.

- Perdón... si no me hubiera descontrolado en aquel momento... tal vez hubiéramos tenido más oportunidad de ganar -dijo Kale de forma tímida y nerviosa al recordar cómo perdió el control en el Torneo y por ello Caulifla tuvo que usar los Pendientes Potara-

Caulifla se encontraba recostada en una parte lisa de la montaña, al momento de escuchar lo que Kale dijo giró su cabeza, solo para soltar una suave risa y luego dedicarle una sonrisa.

- No te culpes por ello, la culpa fue mía por no haberte cuidado bien -le respondió mientras colocaba sus brazos detrás de su cabeza y cerraba sus ojos- Pero con más entrenamiento lograremos evitar revivir esa situación

Kale soltó un leve resoplido mientras bajo la cabeza y se apoyaba en la montaña, aunque Caulifla tratara de animarla diciéndole que no era su culpa, ella dentro de si no pensaba lo mismo, si hubiese logrado controlar todo su poder destructivo es posible que hubiese más oportunidad de vencer a Son Gohan, aunque en esos momentos de nada servía seguir pensando en eso, habían perdido y tenían que aceptarlo.

En eso las dos sintieron una ligera y fría brisa que tocó sus rostros haciendo que Kale levantara su cabeza y que Caulifla abriera sus ojos de golpe y se levantara, miraron a todos lados dado a que sus sentidos les estaban avisando que algo raro había en el ambiente, en eso se empezó escuchar unos pasos a su derecha llamando su atención.

Viendo como un hombre se hacía presente, su cráneo era de color morado y su rostro de un lila claro, tenía ojos rojos y era alto, además de poseer una armadura de color gris oscuro con los brazos verde cerceta, tenía un cinturón gris claro con una placa de oro en el centro, zapatos que tenían el mismo color que su armadura con la única diferencia de que una parte de la punta era de color negro claro y las suelas de un gris claro.

Aquel que estaba enfrente de las Saiyajins era Hit El Infalible o más conocido como el Asesino Legendario.

- Oh eras tú, ¿cómo estás Hit? -habló Caulifla más tranquila-

Sin embargo, Hit no respondió lo que extraño a ambas mujeres y antes de que alguna de estas pudiera hablar o decir algo, Hit utilizó su Salto Temporal yendo hacia Caulifla dándole un puñetazo cargado con Ki justó en el pecho, más específicamente, en la zona del corazón causando que éste se detuviera por el golpe.

Cuando el tiempo volvió a fluir con normalidad, Kale solo pudo ver cómo Caulifla caía al suelo con la mirada completamente perdida y se aterró más cuando vio como un pequeño hilo de sangre empezaba a salir de su boca, antes de que pudiera reaccionar Hit apareció enfrente de ella y le agarro del cuello levantándola mientras lo apretaba.

- Q-Q-Que haces? -preguntó con dificultad mientras tomaba la mano de Hit y trataba de liberarse-

- Lo lamentó Kale, son negocios -respondió con una voz fría y cortante-

- C-Creó que he-éramos amigos

- No mezcló emociones o sentimientos en el trabajo, ya deberías saberlo -dijo con una cara inexpresiva y mirándola fijamente a los ojos- No me odien por esto

Seguido de eso y antes de Kale pudiera activar su forma de Súper Saiyan, Hit le torció el cuello matándola al instante, se giró viendo el cadáver de Caulifla y soltó un suspiro, no se sintió triste ni mal consigo mismo en ningún segundo, pues ellos nunca llegaron a tener una relación más profunda, solo fueron compañeros en un torneo, aun así, empezó a pensar en que hacer con los cuerpos.

Normalmente no se preocuparía por esto y se iría tranquilo sabiendo que su trabajo ya había sido completado, pero sabía que si dejaba sus cuerpos expuestos al planeta, es posible que buscaran venganza o no, aun así no iba a correr el riesgo de tener que luchar contra todo un planeta solo porque si, por lo que agarro el cuerpo de Caulifla y fue detrás de la montaña rocosa donde antes se encuentran esperando a Cabba, hizo un agujero con una onda de Ki, colocó ambos cuerpos y luego cubrió el agujero.

Al momento de terminar se le quedó viendo por unos segundos mientras cerraba los ojos y pensaba en una forma de mostrarle respeto a los compañeros que tuvo en el Torneo, pero no encontraba ninguna forma así que se rindió y se fue volando de ahí dejando atrás al planeta y los cuerpos.

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Caulifla se despertó adolorida mientras agarraba su cabeza y pensaba en que había pasado, cuando en eso le llegó el recuerdo de Hit y apretó los dientes con ira mientras apretaba su mano derecha con fuerza, no podía creer que había sido asesinada por ese maldito, pero su ira fue reemplazada por culpa, dado a que recordó que también estaba Kale y no había que ser un genio para saber lo que seguramente habría hecho Hit después de matarlas.

Se levantó solo para escuchar una voz a su derecha, fue corriendo para ver quién era llevándose la sorpresa de que era Kale.

-¡Col rizada! -Fue donde ella y la ayudo a levantarse-

- Caulifla... ¿D-D-Donde estamos? -preguntó mirando a todos lados nerviosa-

Caulifla al escuchar eso miro con más atención el lugar donde se encontraban, no parecía ser un cielo ni tampoco un infierno, solo había muchos cuadros de diferentes colores girando constantemente, unos eran negros con líneas grises, otros azules con líneas negras, etc.

- No tengo ni idea, pero no te alejes mucho de mi -comentó sería mientras miraba a todos lados- Tenemos que encontrar la salida

- No creo que puedan -dijo una voz que le produjo un escalofrío a ambas mujeres-

Los cuadros dejaron de girar y empezaron a fusionarse entre sí dejando ver a un extraño ser de un tamaño colosal, tenía una extraña máscara blanca y en la parte superior era de un color celeste con un extraño símbolo en él, en la parte inferior tenía dos líneas a los lados simulando una tétrica y extraña sonrisa, dos pequeños agujeros simulando ser sus ojos y en la pared donde debería estar la nariz había otro extraño símbolo de color rojo.

El ser tenía una especie de armadura que tenía diversos colores, en sus hombros y en la parte trasera tenía incrustadas unas gemas rojas muy grandes, los brazos de la armadura tenían un color similar al cobre con varias gemas moradas más pequeñas alrededor del antebrazo y tenía unos guantes metálicos de color lila con garras con una pequeña gema roja en la parte superior de la mano.

Tenía unos cuernos gigantes doblados a los lados de color rojo medio oscuro en la parte trasera y en la parte delantera eran de un color similar al hierro sin fundir, además de poseer una enorme capa que tenía diferentes colores y varias estrellas.

Caulifla y Kale al estar enfrente de aquel extraño ser empezaron a temblar de miedo, podían sentir el inmenso poder que venía de él, dejando en ridículo el poder de los Dioses de la Destrucción e incluso del propio Zeno-sama.

Aún con el corazón en la garganta, Caulifla trató de calmarse un poco, aunque eventualmente era difícil ya que la presión que ejercía aquel ser era demasiado.

- P-P-Puedo saber q-q-quién eres? -preguntó sin dejar de temblar y tartamudeó, era como si las palabras tuvieran miedo de salir-

- No se asusten tanto, no vengo a hacerles ningún daño -respondió con una voz que parecía tener un eco natural- Y respondiendo a tu pregunta, Soy un Autor, uno de miles. Siendo el encargado de cuidar ciertos universos

- T-Tu... -No podía hablar del todo bien, tenía miedo y aunque ese ser no pareciera ser agresivo, su apariencia, su poder y la presión que ejercía no ayudaba a calmar la situación-

- ¿Quieren saber por qué están aquí? -preguntó aquel ser y solo pudo recibir un "Si" con la cabeza de ambas chicas- Digamos que les daré una segunda vida, pero no será en el universo que ustedes conocen o conocieron

Al escuchar eso Caulifla y Kale sudaron frío, no entendían porque estaba pasando esto, ¿no iban a volver a su universo?

- P-P-Porque no podemos volver a nuestro universo? -preguntó esta vez Kale sin dejar de temblar y estando oculta detrás de Caulifla-

- Debido a que es probable que fueran nuevamente asesinadas por ese hombre conocido como Hit. ¿Desean experimentar otra vez la muerte? -mencionó mientras bajaba sus brazos-

Cuando mencionó aquel nombre ambas bajaron la cabeza, sabían muy bien a qué se dedicaba Hit y nada les podía asegurar su seguridad, fueron unas ingenuas al confiar en él, aun así, tenían una pregunta.

- Tengo una pregunta -dijo Caulifla un poco más calmada, ganando la atención del Autor- ¿Podemos saber quién nos quería muertas?

- Solo puedo decirles que un miembro de su planeta -respondió sin más- Solo por si acaso, no fue Cabba

Al recibir aquella respuesta sólo pudieron tener más preguntas, no había muchos Saiyajins en su planeta y tampoco los conocían a todos, luego de unos segundos las dos soltaron un suspiro pesado, daba igual si ahora empezaban a pensar sobre quién era el culpable, en esos momentos no estaban vivas, eso acompañado a lo que había dicho anteriormente el Autor, si volvían a la vida, nada les aseguraba que podrían vivir tranquilamente.

- E-Entonces... ¿a dónde iremos ahora? -preguntó Kale viéndolo-

El Autor se movió ligeramente generando un extraño ruido de huesos quebrándoselas que incomodó a las chicas, este con su mano derecha levantó su capa mientras en ésta se podía ver como los colores y estrellas empezaban a girar rápidamente para luego mostrar miles de multiversos infinitos con múltiples e infinitos nombres.

- Ustedes decidieran eso, escojan el multiverso donde empezarán una nueva vida -comentó mientras acercaba su capa más hacia ellas- Tómense todo el tiempo que quieran, no hay ninguna prisa

Caulifla y Kale se acercaron un poco nerviosas a la capa y le preguntaron a qué se refería a eso de multiverso a lo que el Autor les explicó sin ningún problema.

Una vez entendieron de que una todo esto. Se pusieron a ver diferentes multiversos para encontrar el adecuado para ellas, había demasiados, tantos que les terminó generando un pequeño dolor de cabeza, haciendo que el Autor les dijera que no se sobre esforzarán tanto, nadie las estaba presionando para que eligieran rápido.

Luego de tomar un pequeño descanso siguieron siendo los multiversos, habitan tantos nombres que nunca habían escuchado o conocido como Bleach, One Piece, Naruto, Mario, entre muchos otros.

Mientras Caulifla miraba los multiversos de la izquierda, Kale empezó a ver los de la derecha y se quedó mirando uno fijamente, algo en ella le estaba diciendo que ese era el indicado y lo terminó tocando sin pensar haciendo que la capa mostrara como los demás multiversos desaparecían dejando paso al multiverso que había elegido y en el proceso terminó asustado a Caulifla.

- Parece... -dijo recuperando el aliento- Ya elegiste uno... me hubiera avisado -le reclamó un poco molesta-

- Pe-Perdón... pero algo en mi me decía que lo hiciera -dijo tímidamente-

Ambas giraron la cabeza viendo el nombre del multiverso que había elegido Kale el cual se llamaba High School DxD

- Parece que ya eligieron uno -comentó viendo el multiverso- Antes de elegir el universo al que irán, tienen que hacer algo antes

- ¿Qué cosa? -preguntó Kale-

- Les daré unas cosas a cambio de unos recuerdos suyos, me parece un trato Justo

- ¡¿Cómo que nos quitarás algunos recuerdos?! -exclamó Caulifla molesta-

- No creo que algunos de ellos te sean de gran ayuda en ese nuevo universo al que iras ¿o si? -le preguntó con una gran calma-

Ante aquello Caulifla solo pudo bajar la cabeza, él tenía razón, estaba a punto de ir a un universo completamente nuevo para ella, el cual desconocía y parte de sus recuerdos solo servirían para entristecerla.

- Q-Que nos darás a cambio de ellos? -le preguntó-

- Bueno, podrán usar sus transformaciones sin sufrir un desgaste de energía, les daré nuevas transformaciones que no podrían desbloquear por ustedes mismas y por si llegaran a tener complicaciones en algún momento -levando el dedo índice de su mano derecha y en su punta se generó un círculo morado con rayos rojos- Podrán usar estos

Aquel círculo fue flotando hacia las chicas y se quedó enfrente suya, Kale la tomó haciendo que ésta explotara como una burbuja de jabón y cayera en sus manos unos pendientes, Caulifla se acercó para verlos mejor y se sorprendió.

- ¡¿Los pendientes Potara?! -exclamó asombrada, pero giró la cabeza para ver al Autor- ¿Hay algún truco en todo esto?

- El único truco sería que me ofrezcan algunos de sus recuerdos, yo no soy alguien avaricioso y tampoco creo que puedan darme la gran cosa, más bien estoy haciendo esto para ayudarlas

- ¿Por qué nos estás ayudando? -preguntó Kale-

- Digamos que estoy aburrido de ver siempre la misma historia, quiero ver algo más original si fuera posible -respondió confundiendo a ambas- No lo entenderían, ¿tenemos un trato?

Caulifla y Kale se miraron entre ellas y retrocedieron unos pasos para después discutir, aquel Autor no parecía tener malas intenciones y más bien les estaba dado demasiado a cambio de muy poco, dar parte de tus recuerdos, los cuales no llegarías a utilizar o que no fueran necesarios por tanto poder eran una oferta demasiado genial e increíble para ser verdad, cuando terminaron de discutir volvieron y miraron fijamente al Autor, quien giró levemente su cabeza a la derecha al sentir sus miradas.

- ¿Terminaron su conversación? -preguntó viéndolas-

- Si... aceptó el trato con una condición -habló Caulifla-

- ¿Podría saber cuál sería esa famosa condición?

- No queremos que nos borres... los recuerdos importantes para nosotras -habló Kale-

El Autor se les quedó mirando unos segundos analizando las palabras dichas por ambas Saiyajins, quienes se pusieron nerviosas al notar aquel silencio sepulcral y empezaron a tener que lo hayan hecho enojar, empezando a arrepentirse de haberle impuesto tal condición, sus corazones empezaron a salir con rapidez por la ansiedad que estaban sintiendo en esos momentos solo para escuchar una suave risa venir del Autor.

- Ya esperaba que me pidieran algo como eso, está bien -respondió divertido al verlas tan nerviosas- Acepto su dichoso trato, no se preocupen

Al recibir aquella respuesta suspiran aliviadas.

- ¿Ahora qué? -preguntó Caulifla-

El Autor giró su cabeza con dirección a su capa, ambas entendieron al instante lo que están diciendo, se acercaron a la capa mirando los infinitos universos que existían y Caulifla terminó tocando uno que tenía el número 102539676

- Interesante -dijo viéndolas- Creí que irían a un universo antiguo, no uno nuevo. Bueno qué más da

En el momento en el que Caulifla y Kale giraron sus cabezas para ver al Autor éste con dos dedos tocó sus frentes quitándoles los recuerdos que no iban a utilizar en ese nuevo universo para después pasarle los poderes que les había prometido.

Antes de que pudieran decir o hacer algo ambas fueron absorbidas por la capa llevándolas al universo que habían escogido.

- Me muero de ganas de ver las nuevas aventuras que estás dos vivirán -dijo soltando su capa-

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Podemos ver a Caulifla y a Kale en el suelo, la primera en levantarse fue la segunda, podía sentir un dolor de cabeza extraño mientras podía sentir una brisa golpear su cuerpo causándole un escalofrío, mismo que también sintió Caulifla obligándola a levantarse.

- Donde... ¿dónde nos mandó ese tipo? -preguntó mientras acariciaba la parte trasera de su cabeza-

Las dos vieron que se encontraban en un extraño parque con árboles, un camino pavimentado con algunas bancas para sentarse y una fuente, de levantaron para empezar a explorar aquel extraño lugar, era la primera vez que veían algo como eso, luego de un rato también notaron algunos edificios raros que nunca habían visto antes.

- Espero no nos encontremos algún peligro

Y como si el destino la hubiera escuchado sintieron que alguien las estaba observando, se giraron viendo a un hombre debajo de una lámpara mirándolas fijamente, el hombre tenía el cabello corto y era de color azul oscuro, vestía una camisa sin mangas de color negra con un extraño logotipo en el pecho de color rojo, tenía unos pantalones largos de color gris y unos zapatos negros con la suela del mismo color.

No necesitaron verlo por más tiempo para descubrir que algo había mal en él, por lo que Caulifla se puso en posición para atacar.

- Es extraño -comentó el hombre quien se acercó un poco a estas y extendió su mano hacia estas- No detectó señales de aura de un amo o de un compañero, ni siquiera hay un símbolo mágico en ellas

Estás al escuchar aquello se quedaron confundidas, ¿mágica? ¿Amo? ¿Símbolo mágico? Sabían que estaban en un universo totalmente diferente al que conocían, pero parecía que era mucho más diferente de lo que esperaban.

En eso ven como detrás del hombre salían un par de alas negras similares a las de un cuervo, este se inclinó un poco al frente mientras levantan su mano derecha haciendo aparecer una lanza de luz en esta.

- Eso significa que debo concluir que son un desperdicio -sonrió con malicia- En ese caso, tengo permitido matarlas sin consecuencias

Al terminar de decir eso lanzó la lanza de luz, la cual fue fácilmente esquivada por ambas, desgraciadamente como si el hombre hubiera esperado eso había preparado otra lanza de luz la cual arrojó y ésta terminó atravesando el hombro derecho de Caulifla provocando que ésta gritara del dolor.

- Maldito desgraciado -lo maldijo mientras veía la herida su hombro- No me esperaba esto.

- ¡Caulifla! ¿Estas bien? -preguntó Kale preocupada mientras la veía-

- ¡Cuidado! -le gritó esta-

Caulifla empujó a Kale evitando que a ésta le diera una lanza de luz, pero terminó haciendo ir su brazo fuera atravesado por arriba.

- Veo que son muy resistentes -comentó el hombre con una sonrisa- Pero de nada servirá

Caulifla lo miraba con mucho odio mientras apretaba sus dientes con fuerza, vio como éste nuevamente le arrojó otra lanza de luz y antes de que pudiera hacer algo, pudo ver como la lanza se había detenido a escasos centímetros de su rostro, miró hacia adelante viendo a un joven chico quien había agarrado la lanza.

- Retrocedan, yo me encargaré de el -respondió aquel joven mientras aplastaba la lanza- Busquen un lugar para ocultarse

Dijo mientras invocaba una extraña cosa parecía a un guante de color rojo con una cena verde en el centro que cubrió casi toda su mano izquierda, exceptuando los dedos.

Aquel joven fue corriendo hacia el hombre con alas mientras Kale salió de su trance para ir a ayudar a Caulifla, lo bueno era que sus heridas no eran tan mortales, fueron hacia un árbol cercano y se escondieron detrás de él, solo que se asomaron para ver la pelea, Caulifla se sintió molesta por la situación, pocas veces había sido lastimas y herida como ahora, de no haber sido por aquel joven quien sabe que hubiera pasado, se maldijo a sí misma por haber bajado la guardia, en un combate nunca debe se bajarla y ella hizo eso.

En eso vieron como el hombre terminaba escapando volando del lugar, el chico se giró viéndolas y fue donde estas, Caulifla se puso a la defensiva al verlo, pero en eso vio como el rasco parte de su ropa dejándolas confundidas, este uso eso para cubrir la herida del brazo y saco un pañuelo de su bolsillo para cubrir la herida del hombro, causando que Caulifla gimiera levemente por el dolor.

- Menos mal llegue a tiempo -dijo el joven suspirando aliviado-

- ¿Por qué haces esto? Y más importante... ¿quién eres? -le preguntó Caulifla estando seria y un poco confundida-

- ¿Por qué lo hago? Bueno... supongo que cualquiera haría lo mismo al ver a alguien herido -respondió con una sonrisa nerviosa- Me llamó Hyoudou Issei, un gusto

Ambas se le quedaron viendo raro, era pocas veces en las que alguien hacía algo así por ellas.

- Gracias por ayudarnos, me llamó Caulifla y ella es Kale -se presentó-

- Eh... Hola -dijo Kale nerviosa-

- Tienen nombres muy únicos -comentó viéndolas, ganándose una mirada de ambas que lo puso nervioso- Perdonen si las incomode

- ¿Incomodar? No lo hiciste -respondió Kale- ¿Por qué nos incomodarías?

- Eeeeh, ¿crees poder moverte? -cambio el tema viendo a Caulifla-

- Podré moverme bien, pero me arde y duele demasiado los brazos -dijo haciendo una mueca de dolor-

Issei se le quedó viendo por unos segundos y analizó las heridas que tenía, no parecía tener problemas para en las piernas, pero tal vez no podría moverse bien a causa del dolor de sus brazos, por lo que solo tuvo una idea.

- De una vez me disculpo por adelantado -dijo jurando sus manos por encima de su cabeza- Por favor no me golpee luego -dijo nervioso-

Caulifla y Kale giraron levemente sus cabezas con una expresión de conducción en su rostro, cuando en eso Issei agarró por Caulifla por sus hombros y rodillas para después alzarla provocando que ésta y Kale se sorprendieran.

- ¿Qué estás haciendo? -le preguntó Caulifla-

- Te llevaré a mi casa para tratar tus heridas -le respondió-

- Pe-Pero no tiene heridas en los pies -respondió Kale-

- Lo sé, pero es posible que no pueda moverse mucho a causa del dolor -le respondió y al notar la mirada de Caulifla miró a otro lado sonrojado- L-Luego puedes golpearle si quieres

Caulifla no pudo evitar reírse un poco al ver lo nervioso que estaba Issei y le dio más risa que dijera eso último, aunque no entendía por qué estaba sonrojado.

- Luego no te arrepientas chico -bromeó Caulifla con una sonrisa-

Issei empezó a caminar mientras era seguido por Kale, quien al notar lo rígido y nervioso que estaba Issei también se rio un poco, ambas no entendían porque había dicho eso de dejarse golpear, si no estaba haciendo nada malo.

- "Me preguntó qué pasará ahora en adelante" -pensaron las dos al unísono-

Caulifla se acomodó en el pecho de Issei haciendo que éste se pusiera más rígido y nervioso.

- "No se siente tan mal ser llevada así" -pensó mientras cerraba los ojos-

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Damos comienzo a esta nueva historia, espero les guste y la apoyen para poder seguirla.