31. La Navidad de las Hadas II
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Disclaimer: Los personajes que se desmiembran o cambian de personalidad a lo largo de la historia pertenecen a la obra del célebre Mangaka Hiro Mashima. Este Fanfiction está basado en una serie derivada y secuela de su Manga principal Fairy Tail, llamada Fairy Tail: 100 Years Quest. Contiene varios hechos canónicos dentro de la obra. No obstante, varios personajes, personalidades, habilidades y escenarios puede que estén fuera de este.
NOTA: Este capítulo funciona como una secuela espiritual de "Fairy Tail OVA 9: La navidad de las hadas" y a su vez retoma elementos vistos en "Fairy Tail OVA 7: El castigo de las hadas". Al igual que estas, este escrito presenta alto contenido erótico. Se recomienda discreción.
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Reino de Minstrel, 21 de diciembre, año X792
Según muchos expertos literatos, la sorpresa y la incertidumbre son elementos indispensables de una buena aventura. Natsu y Happy lo han corroborado muchas veces, incluso cuando la mayoría de sus viajes no les habían llevado fuera de las fronteras de Fiore. Ahora más que nunca, en esta particular expedición de un año, si de algo estaban seguros, es que con Ophis no se "aburrirían".
Tres meses y medio han transcurrido desde la partida, tres meses en los que han descubierto un poco de los planes del dragón y sus motivos. Tres meses en los que Ophis ha cambiado progresivamente el plan de batalla, desde un sigiloso movimiento casi exclusivamente terrestre a un sorpresivo desplazamiento aéreo mucho más veloz…
«… ¡Maldición, nos está dejando atrás de nuevo!… » protestó Happy mientras intentaba seguirle el paso, o mejor dicho el vuelo, a Ophis. Natsu era transportado por su amigo con el libro dorado en el cinturón. Gracias a dicho aparato, ahora llevar el equipaje ya no era incómodo.
—Parece que su ala funciona igual de bien que antes…—comentó Natsu, con el viento rompiendo contra su cara.
Tras recobrar el fragmento correspondiente a la constelación de Scutum, Ophis había recobrado la plena capacidad de volar, con la membrana perdida en la batalla con Samael creciendo de nuevo. El dragón hacía gala de su libertad aérea recuperada y en muchas ocasiones se daba el lujo de elevarse incluso por encima de las nubes, desapareciendo entre los cumulonimbus a más de 3000 metros de altitud, cosa que no podía hacer Happy por la falta de oxígeno que sufriría Natsu a tales altitudes. Hace muchos años había descubierto esto por las malas, arriesgando la vida…
«… Espera un momento… Esto me parece conocido… ¡Estamos volviendo a la cordillera del norte! »
Happy se desconcertó al darse cuenta que ya había pasado antes por allí. Hacía un día espléndido y gracias a ello el Exceed pudo distinguir a la perfección: ¡Estaban sobrevolando una región muy cercana a la ciudad de Jor!
El Exceed no comprendía las cambiantes decisiones de Ophis, pues en los inicios del viaje, la niña dragón había procedido con un sigilo casi paranoico, obligándolos a recorrer estos mismos campos a pié, prohibiendo el vuelo. ¡Ahora literalmente estaban haciendo el mismo camino de regreso al triple de la velocidad de ese entonces!
Happy se percató de esto cuando volvieron a ver bosques debajo de ellos. Durante la batalla con Hyrum y Samael habían quedado atrapados en una zona conocida como "El último bosque", que marcaba el final de dicho bioma en el reino de Minstrel y desde entonces sólo habían visto praderas, valles y tundra. Si bien no estaban sobrevolando la zona mencionada, era evidente que estaban en algún punto más oriental de dicha zona boscosa, protegida por la cordillera del norte, muy cercana a las costas de los países de Stella y Joya…
«… ¡Tanto esfuerzo para nada! Si hubiésemos viajado volando como hacemos ahora, incluso podríamos haber evitado la batalla con Samael… ¡Me ahogo con mi rabia!… » Happy pensó furioso.
… BEEP-BEEP-BEEP…
Pronto los magos empezaron a oír el molesto pitido del libro de Ither que Natsu portaba. Ophis también lo advirtió y se acercó a ellos…
—¡Es un fragmento! Y está muy cerca…—anunció Ophis emocionada.
«… ¡Wow! Eso fué rápido… ¡Han pasado apenas tres días desde el último!… »
El grupo desvió su vuelo en la dirección señalada por el libro dorado. Un bosque desconocido en el que nunca habían estado. Minstrel era un país casi 5 veces más grande que Fiore y Natsu empezaba a notarlo.
La pradera terminaba de golpe y la entrada se notaba por enormes árboles…
—Vamos a entrar…—ordenó Ophis, al encontrarse a las puertas del bosque. La niña dragón le arrebató el libro a Natsu.
La sombra solitaria del dragón entró en el bosque seguida por Natsu y Happy.
El bosque está vez era mucho más denso que lo acostumbrado y los troncos tan altos que llegaban a proyectar sombras enormes en suelo. Así mismo, la vida silvestre era abundante...
—Es gracioso, por mucho tiempo me quejé que estaba cansado de ver bosque, pero ahora se siente muy tranquilo volver…
Ophis no decía nada mientras caminaba por delante de ellos con el insistente "Beep" que emitía el libro.
«… me pregunto qué pasará esta vez, ya que nunca antes habíamos abierto un fragmento durante el día… » Happy dudó.
La mala suerte o el destino habían hecho que todas las ocasiones anteriores, la noche acompañara la liberación de los poderes del dragón, no siempre con luna llena, pero siempre en la oscuridad, oscuridad que Ophis rompía al hacer brillar la luna con su color identitario.
… BEEP…
El ruido del libro se detuvo y la luz de la gema se apagó.
—Estamos cerca… anunció Ophis.
Se metieron por un sendero oscuro, dónde las copas de los árboles eran tan densas que ocultaban la luz del sol. A Natsu le recordó bastante al bosque donde les tocó pelear con el demonio Vor'goruk, por lo que se puso algo tenso, delatado por su piel de gallina...
—… ¡Ungh!—Ophis se hincó al suelo e hizo una muñeca de dolor—La maldición… ya afecta mi cuerpo…
«… ¡Ya casi llegamos!... »
Los síntomas de la proximidad del orbe se manifiestaron en el debilitado cuerpo de Ophis, que empezó a despedir humo según lo sentenciado por la maldición que protegía los fragmentos de su alma.
—¡¿Qué me están mirando?!... garhg!—Ophis se quejó—¡Muévanse!...
Natsu puso una sonrisa canalla y antes que Ophis pudiera responder, la subió en sus hombros y empezó a llevarla como solía hacer con Wendy.
—… ¡Bájame ahora o te arrepentirás de las consecuencias!—Ophis bramó furiosa. Debilitada por la maldición, no podía oponer resistencia a medida que se acercaban al orbe y la maldición se fortalecía—¡Esto es indignante, bájame!...
Happy se reía mentalmente con mucha prudencia, dudando que Ophis se hubiese ablandado lo suficiente con ellos para dejar pasar esto.
«… Ay, Natsu, yo no me hago responsable por lo que ella te haga después… »
Al poco tiempo—y con Ophis ya dejando de berrear—llegaron al punto más sombrío.
… ¡Flat-flat-flat!...
Vieron sorprendidos como una bandada de pájaros huyó despavorida de un rincón, junto a todos los animales. Natsu bajó a Ophis de sus hombros y tras intercambiar una mirada cómplice con ella, se acercó al sitio. Escondido entre las sombras, se topó con un tronco extremadamente grueso, el de un árbol muerto y ya sin ramas. En el centro del tronco había un boquete que formaba una suerte de gruta…
¡Natsu metió su mano en ella y de allí sacó el premio!: Un orbe blanco, completamente intacto y sin rajaduras, con la serpiente tallada en la superficie.
Natsu se giró a mirar a Ophis y ella, adolorida, le ordenó abrirlo:
—¡¿Qué esperas, tonto?!
—Esto...—Happy corrió a darle sus gafas negras para protegerse de la luna morada.
Al hacer presión sobre la esfera, apareció el símbolo de la constelación de Reticulum…
«… parece que la navidad se le adelantó a Ophis, ¡Dos fragmentos en menos de una semana!... »
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Magnolia, diciembre 23, año X792…
Querida mamá…
Empiezo disculpándome por el largo tiempo que ha transcurrido desde mi última carta. ¡Han pasado tantas cosas que no sé ni por dónde empezar!
He cambiado de trabajo temporalmente. Las condiciones del medio han confabulado para arruinarme: Mucha competencia y escasez de Jewels. Es extraño, pero los denarios con los que ahora nos pagan… ¡Es como si valieran cada vez menos por la diferencia en la cotización con el Jewel!
Odio admitirlo, pero con el equipo disuelto, mis posibilidades de tomar un trabajo lucrativo se han reducido considerablemente. Esto me ha afectado un poco… quiero decir ¿Significa eso que después de todo este tiempo sigo siendo débil como al principio? Ese pensamiento no me deja en paz…
La situación en el país tampoco está bien. En el desfile del 20 de diciembre, la reina fue abucheada por la multitud y prácticamente la corretearon fuera de la ciudad. Fue algo muy impactante que dejó una profunda impresión de debilidad de la reina. Puedo dar fe de ello porque trabajo en el ámbito periodístico. Los Zachistas y los republicanos ganan cada vez más poder… suena descabellado, ¿Pero realmente es posible? ¿Fiore puede convertirse en una república democrática a la usanza de la república que precedió al viejo imperio?
La idea me acaricia bastante, ¿A quién no le suena lindo el que su opinión se exprese a través de un voto?. Sin embargo, la historia de cómo terminó la antigua república nos presenta paralelismos aterradores, especialmente con la figura de Zash Caine… ¿Y si la república sólo es un pretexto para que Zash Caine se convierta en el próximo emperador?... Es una pena que a la mayoría no le interese aprender del pasado. He llegado a pensar que la mayoría de quienes le apoyan ni siquiera entienden las consignas del movimiento. Es triste...
… Por otro lado, la luna morada regresó. ¡Y dos veces en menos de una semana!. La segunda fue justo después de que Gajeel regresara de su viaje. Está vez, todos pudimos verlo, y confirmamos nuestras sospechas: No sólo afecta a Gajeel, sino a todos los dragón-slayers. No nos dimos cuenta en un inicio porque resulta que Wendy nos lo estuvo ocultando todo este tiempo. El maestro la reprendió por eso y ahora los tres están confinados a la enfermería, bajo la celosa observación de Porlyusica.
Los síntomas varían entre los tres: A Wendy sólo se le ponen los ojos morados y tras fatigarse un momento, cae en un profundo sueño del que no despierta hasta el día siguiente. Los síntomas de Laxus son los menos graves, y por eso mismo en un principio se confundieron con un simple resfriado o indigestión; a él no se le ponen los ojos morados y sólo sufre de mareos, debilidad e insomnio. Porlyusica cree que es porque es un dragón-slayer de segunda generación.
El que se lleva la peor parte es Gajeel, que a parte de los ojos morados sufre de fiebre intensa, calambres y pesadillas. Me preocupa mucho que a Natsu le esté pasando lo mismo y sin nadie que lo ayude. ¡Esa tal Ophis me da muy mala espina!... Gajeel tiene un poco de suerte lidiando con eso, porque Levy-chan lo atiende como una esposa devota… Levy-chan. Todavía me siento un poco asqueada de la conexión que esos dos ahora tienen… ¡Ups, se supone que no debo decir nada, incluso a tí!. Levy-chan me confesó un secreto que comparte con Gajeel y prometí no decirle nada a nadie… Lo siento, mamá…
Los últimos días no he dejado de pensar en Natsu y Happy. ¿Estarán bien? ¿Seguirán sanos?. Van a pasar una navidad muy solitaria por mi culpa… ¡¿Cómo permití que mis amigos hicieran ese sacrificio por mí?!
Acuario no deja de decirme que es por causa de la bufanda de Natsu, que he empezado a llevar esta semana. Dice que esa cosa está maldita y me hace sentir culpa. Lo dice porque la otra noche tuve un sueño feo mientras dormía con ella… ¡Hace mucho frío pero no hay ni rastro de nieve todavía!
No te aburro con más detalles porque debo ir a "trabajar" ahora. Si. Tomé otro pequeño "trabajo" extra para poder sortear mis gastos de fin de año, dado que no me pagarán hasta fin de mes. ¡Estoy más que segura que los chicos invadirán mi habitación para nochebuena y no quiero pasar vergüenza por tener la despensa vacía y nada que ofrecerles esa noche!. Ya imaginarás de qué se trata… por favor no me juzgues, que estoy segura tú también fuiste jóven.
Con amor, Lucy…
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Magnolia, diciembre 23, año X792…
En vísperas de navidad, el espíritu de unión fraternal no es el único que abunda, pues la festividad, a pesar de no contar con connotaciones religiosas desde hace mucho tiempo en el reino de Fiore, genera otro tipo de movimiento, uno monetario y de consumo: Juguetes, adornos y regalos se riegan por los escaparates, listos para tentar a niños y adultos. Un contrapunto donde se une el deseo de agasajar a los seres queridos con la codicia de quienes producen dichos bienes.
También hay otro tipo de regalos, con los que la conocida revista, el Sorcerer Magazine, agasaja a sus ávidos lectores sedientos de saber los chismes más interesantes de la escena mágica y sus principales protagonistas. Lucy Heartfilia, maga de espíritus estelares lo sabía mejor que nadie, pues ahora, como tantas otras veces, se encuentra colaborando con ellos…
—... Levanta un poco más el codo—le dijo el fotógrafo.
—Um, ¿Así?...
—¡Eso es, Lucy-chan!—la elogió el fotógrafo—Lo captas muy rápido. A veces olvidamos las tantas veces que ya has aparecido en la revista…
Como era su costumbre, Lucy había recaído en su carrera de modelo amateur cuando el efectivo empezó a escasear en su cartera. En estos últimos tiempos, empezaba a sentirse incómoda de tener que recurrir a esto para mantenerse, una especie de pudor recién descubierto. Esta nueva cara de pena e inocencia que hacía le daba un toque especial a las fotos, muy diferente a la cara de "estoy muy orgullosa de mi atractivo", la cual según los fotógrafos, era exagerada y poco natural…
—Muy bien, cambiemos de pose. Por favor, lleva tus manos atrás de la cabeza y… ¡Eso, justo así!—el fotógrafo volvió a elogiar como la chica adivinó lo que le pedía antes de terminar su frase.
Lucy colocó sus piernas en "X", con una más adelantada. Sus manos las llevó a la nuca y contorneó su cuerpo ligeramente para acentuar las curvas de su pecho y trasero, causándose un pequeño dolor de espalda por el desequilibrio de ambas masas de carne.
Para la ocasión, a Lucy le había tocado modelar un mini bikini rojo tipo Santa Claus, con las partes felpudas blancas en la parte superior de cada pieza y pequeños pompones blancos en los tirantes. La chica estaba dentro de una caja de regalo gigante con la tapa a un lado, haciendo el ademán de ser "un regalo recién abierto". Como cereza del pastel, llevaba un gorro navideño coronando su cabello suelto rubio...
—Excelente, Lucy-chan. ¡Ahora vamos con la última pose!—anunció el fotógrafo mientras cargaba un rollo nuevo.
—¡Glubs!—Lucy tragó nerviosamente. Debido a que Jason ya no trabajaba con las modelos por su nuevo puesto directivo, Lucy no se sintió demasiado confiada para continuar.—d-d-de acuerdo…—
Por experiencia previa, Lucy sabía que la última tanda de fotos sería la más "picante". Si no confiara en la profesionalidad del personal del estudio, seguramente no hubiese aceptado tal petición. La seriedad y nulo coqueteo que nadie le hacía le transmitieron la seguridad suficiente para posar:
Según lo acordado en el contrato, la chica se dió vuelta para dar la espalda a los fotógrafos y desató los tirantes de la parte superior del mini bikini, desnudando su espalda para la cámara. Se envolvió los pechos con sus brazos para cubrirse y haciendo esfuerzo sobrehumano para superar la vergüenza, giró su cuello para mirar a la cámara desde atrás, anunciando que estaba lista…
—Muy bien, todos listos—ordenó el fotógrafo principal—¡Sólo habrá una toma, así que tiene que salirnos bien a la primera!... en 3, 2, 1…
🌀Fiuuuu… Flash-Flash…📷
«… ¡Kyaaaa!… » Un viento mágico sopló desde la caja hacia arriba y Lucy contuvo un chillido mientras la cámara disparaba una ráfaga para capturar muchas tomas de su rostro sonrojado y apenado. Según lo planeado, había una Lácryma de magia de viento oculta en la caja y justo debajo de sus piernas. Cuando ésta se activó, el viento elevó ligeramente los tirantes sueltos del bikini junto a su cabello.
El efecto buscado con toda esta parafernalia era capturar una imagen como si ella saltara de una caja navideña sólo para que se le caigan los tirantes del bikini. Para contribuir al efecto, Lucy se paró en un pie y enseñó también la planta de éste a la cámara. El objetivo se cumplió y todo en las instantáneas logradas era muy erótico: Su espalda desnuda y la comisura de su trasero sobresaliendo un poco de la parte blanca de la tanga hacían un contraste muy perverso al combinarse con su rostro inocente y avergonzado.
—¡Perfecto!—anunció el fotógrafo tras culminar—Eso es todo por hoy, señores. ¡Todos tomen un descanso!
Inmediatamente, un asistente le alcanzó a Lucy una bata larga para que se cubriera, seguido de una bandeja con un té relajante…
—¡Uff!—Lucy suspiró de alivio al terminar por fin su trabajo.
—Fué un gran trabajo, Lucy-chan—el fotógrafo la felicitó—¡Verdad que ha pasado mucho tiempo desde tu última sesión con nosotros!
—Sólo han pasado un par de meses…—Lucy le corrigió mientras una gota de sudor recorría su sien, producto de la incomodidad.
—A nuestros lectores les encanta verte—replicó el hombre—Sin embargo…—el hombre puso un gesto de decepción—¡Hubiera sido aún mejor si hubieses aceptado la propuesta un día antes y no a última hora, pues así hubieras salido junto a Mirajane Strauss en algunas fotos!—dijo el hombre con emoción—Muchos lectores nos han comentado que les encantaría volver a verlas juntas en una sesión…
—Es que fué justo eso, lo decidí a último momento…—admitió Lucy con pena—Espere, ¿Mira-san también estuvo aquí?—Lucy preguntó con curiosidad.
—Así es. Ella nos colaboró ayer con la lencería navideña—contestó el hombre—A pesar de que ella es más constante que tú con esto, me apena que ambas mantengan su carrera de modelaje únicamente en el terreno amateur…
—Somos más magas que modelos—replicó Lucy con una sonrisa.
«… o al menos intentamos serlo… »
—Jenny Realight de Blue Pegasus también es maga y eso no le ha impedido ser Miss Fiore los últimos 5 años—justificó el hombre—¡Estoy seguro que la superarían por mucho si ustedes dos se pusieran serias con esto!
—Acepto los elogios, pero al igual que Mira-san, paso…—replicó Lucy con amabilidad—Más bien, ¿Me dejaría ver algunas fotos de Mira-san? Me da curiosidad…
El fotógrafo aceptó su pedido y a la rubia se le permitió revisar el álbum de pre-producción del día anterior. Se puso roja al ver las atrevidas poses de su compañera y la sensualidad que ponía en los gestos de su cara. A ella no le salía nada bien intentar poner "rostro sensual" pero a Mirajane le sentaba muy maduro y natural…
—Ups… esto es…—Lucy se mostró muy avergonzada con la última toma, donde Mirajane aparecía completamente desnuda salvo por unas sandalias de piso y únicamente cubriendo sus vergüenzas con las manos…
—... También pensé en ofrecerte un poco más de paga por hacer un desnudo integral, pero recordé que ya lo rechazaste en el pasado…
—Me alegra que lo recuerden—comentó Lucy.
—¿Al menos nos dejarías usar esta última tanda de fotos que te tomamos en la nueva revista "Sorcerer" que se lanzará el próximo mes?—le propuso el hombre—Por supuesto que te pagaremos bien por ello, ¡Y en Jewels!.
La rubia se sintió muy tentada por la oferta de ganar en moneda internacional y con prudencia se apresuró a responder:
—¿Qué revista es esa?—Lucy dudó.
—¡El "Adult Sorcerer Magazine"!—replicó el fotógrafo, dejando de lado su profesionalismo con una mirada morbosa.
—¡Kyaaaa!—chilló Lucy con vergüenza—¡DEFINITIVAMENTE NO!
Sintiéndose ofendida por la propuesta y haciendo énfasis en que no daba su consentimiento para que las fotos fueran publicadas en la nueva revista, Lucy se apresuró a cobrar su pago y salir de allí inmediatamente.
«… ¡Ni en mi peor necesidad accedería a salir en una revista para caballeros!… »
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Por la tarde, tras marcar tarjeta en el periódico, Lucy se ocupó de hacer sus compras navideñas, previendo de que el día 24 no podría hacerlo porque seguramente Fairy Tail requeriría de su ayuda para ultimar detalles antes de la nochebuena. Si bien actualmente no ejercía como maga, se sentía con la responsabilidad de colaborarles.
La chica anticipó también que a lo mejor, la reunión nocturna se haría en su habitación, conociendo a sus intrusivos amigos que tenían la costumbre de disponer de su vivienda para los festejos, como ya había ocurrido dos navidades atrás. Por esto, Lucy se surtió de roscas, galletas y bebida para llenar su despensa y no quedar en evidencia. Su orgullo le impedía mostrar a sus conocidos su precaria situación económica, por lo que se gastó de forma irresponsable buena parte de lo ganado con su trabajo de modelaje erótico…
«… Esa sesión fotográfica no se sintió para nada bien... »
Lucy se encontró sorpresivamente avergonzada e inconforme por el resultado de dicho trabajo. No tenía demasiado sentido ponerse así porque en el pasado había protagonizado sesiones mucho peores, llegando incluso a ser atacada por pulpos, para deleite de los pervertidos que compraban la revista sólo por dicha sección. Desde muy jóven se había sentido muy orgullosa y confiada de su atractivo físico, no dudando de apelar a él para conseguir algunas ventajas, como cuando consiguió una rebaja por la llave de Plue… Mirando al pasado, la chica no pudo evitar sentirse un poco asqueada de sí misma por su comportamiento pasado.
«… ¿Qué pasa conmigo? ¡¿En qué estaba pensando?!… »
La chica volvía a casa con sus compras y sus pensamientos culposos divagando en su cabeza, que inevitablemente estos convergieron hacia Natsu…
Natsu… Sucedió un fenómeno curioso desde hace un par de días, cuando empezó a llevar la bufanda de Natsu en su cuello por el clima cada vez más frío. Era como si ahora tuviera cerca de ella una parte de Natsu recordándole su culpa, pero a la vez haciéndole sentir menos sola por lo fuerte que era la esencia del jóven en la prenda. Estas dos emociones tan contradictorias eran análogas a su particular situación sentimental con él: No había tenido tiempo de establecer un límite claro con Natsu tras su resolución de cortar con el enamoramiento.
Durante el viaje a Giltena, Lucy había sufrido una gran decepción amorosa con Natsu, al encontrarse con la ignorancia e indecisión por parte del jóven. Le dolió muchísimo en ese instante, pero tuvo que aceptar que Natsu no la veía de esa manera, tal vez incluso nunca veía a ninguna mujer de esa manera. Dicho en palabras de Acuario:
"Tú quieres ver un hombre en él, cuando sólo es un niño"
«… En aquel momento, Acuario dijo que la distancia hace el desamor, pero esto no era lo que yo quería, ¡No de esta manera!… »
Lucy ocultó la mitad del rostro en la bufanda de escamas al sentir una helada brisa…
—¡Mami-mami, mira!... ¡Es nieve!
Un niño llamó la atención de su madre y todos los que caminaban por aquellas frías calles se detuvieron. Aunque primero tímida, una constante y copiosa lluvia de copos de nieve cayeron sobre la ciudad de Magnolia. La blanca capa cubrió techos y aceras. Los niños que todavía estaban despiertos abrieron las ventanas de las casas con gran alegría y sus madres se apresuraron a intentar detenerlos.
Lucy subió la mirada también y se quedó maravillada con el evento climático. Extendió las manos y dejó caer algunos copos en ellas, para luego cerrarlas amorosamente y dejarlos derretirse entre sus dedos. La chica soltó un suspiro y un halo hizo visible su aliento…
No había visto nieve en Magnolia desde la víspera de los exámenes clase "S" del año X784. Este año las nieves invernales se retrasaron tanto que ya todos habían perdido la esperanza de una blanca navidad, literalmente la blanca bendición se hizo esperar hasta un día antes de los festejos.
«… ¡Es un milagro de Navidad!… »
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Magnolia, diciembre 24, año X792…
Érase una vez concretamente en los días mejores del año, la víspera de Navidad, el día de Nochebuena en que el famoso gremio de magos Fairy Tail, estaba muy atareado trabajando en la catedral. El tiempo era frío, desapacible y cortante; además, con niebla. Se podía oír el ruido de la gente en el patio de fuera y en la plaza que daba a la puerta principal del edificio, caminando de un lado a otro con jadeos, palmeándose el pecho y pateando el suelo para entrar en calor…
—¡Uff-uff!... ¡No recordaba que esto fuera tan esforzado!—Levy se quejó en voz baja.
—Ánimo, Levy-chan. Ya nos falta poco…—Le dijo Lucy con una sonrisa mientras igualmente repasaba el gran cepillo con detergente por el piso de la catedral.
Como era costumbre, Makarov ponía a disposición de la ciudad la ayuda de su gremio para los trabajos de mantenimiento y decoración navideña de la catedral, así como la preparación de varios miles de pequeños presentes para los niños de la ciudad, que Mirajane y Lisanna repartían en forma de bolsas con galletas…
—Aquí tienes, ¡Feliz navidad!—dijo una entusiasta Lisanna mientras le alcanzaba las golosinas a los expectantes infantes.
—Sé que digo esto cada año, pero en esta ocasión, tuvimos que hacer muchísimos más…—comentó Mirajane, ya no sonriente, sino más bien preocupada.
Al mirar a la larga cola que hacían los infantes para recibir sus regalos, Mirajane se encontró que detrás de las sonrisas expectantes de muchos, habían cuerpos hambreados y desnutridos. Incluso vió que muchas madres les cambiaban de chaqueta a sus hijos para que pudiesen volverse a formar y recibir dos veces…
—¿Mira-nee?—Lisanna le despertó de su trance—¿Todo bien?
—¡¿Uh?!—la hermana mayor se sobresaltó, para luego agitar la cabeza—Si… todo bien.
Mirajane tuvo un amargo retorno al pasado cuando se vió reflejada así misma en los rostros de esas criaturas, cuando sus padres acaban de morir y ella, como hermana mayor, se veía obligada a hasta robar para alimentar a sus hermanos menores siendo apenas una niña no mucho mayor que ellos…
«… ¡No volveré a hacerlo!… No puedo… no puedo volver a permitir que otro infante dependa al completo de mí… » Mirajane puso de nuevo la sonrisa maternal falsa en su cara y siguió con su tarea.
Ciertamente el golpe económico de Joya hacia Fiore se hizo sentir en los últimos meses del año X792, con un aumento del costo de vida y una gran llegada de migrantes al quinto distrito, barridos de las zonas más empobrecidas de la nación…
"... ¡¿5000 por una sola barra de pan?! ¡Es un robo!… "
Así mismo, el clima no era particularmente bueno ese día: Los relojes de la ciudad acababan de dar las tres de la tarde, pero ya casi había oscurecido; no había habido luz en todo el día y las velas brillaban en las ventanas de los edificios como manchas rojizas en la espesa atmósfera parda. Bajó la niebla y fluyó por todas las junturas, resquicios, ojos de cerradura, y en el exterior era tan densa que, aunque el patio era de los más estrechos, las casas de enfrente no eran más que sombras. Al ver como caía desmayadamente la sucia nube oscureciendo todo, se hubiera pensado que la Naturaleza vivía cerca y estaba elaborando cerveza a gran escala…
Lo que la noche anterior se mostró como un milagro de navidad en forma de nevada tardía, ahora se había convertido en un frente frío que deprimía aún más a la ciudad.
Sin embargo, a pesar de estas duras condiciones, la navidad supo prevalecer y su magia ablandar los corazones de ciudadanos convertidos en acérrimos rivales políticos durante los meses previos. Prueba de ello era que bajo el mismo techo de la catedral, ahora trabajan juntos tanto Zachistas como partidarios de la reina; reconocidos militantes republicanos y fanáticos monárquicos habían hecho una breve pero sentida tregua de navidad…
—¡Otokooo! (¡Hombre!)—Elfman Strauss presumía su fuerza al levantar en pié el gigantesco árbol de navidad a las puertas de la catedral.
—¡Elfman, deja de exagerar y guarda tu energía! ¡Este año tienes muchas más cosas que mover!—Makarov le regañó.
El anciano maestro dirigía los trabajos apoyado en su bastón bajo la celosa vigilancia de Porlyusica, quien le asistía en esta labor…
—¡Cana, escupe eso ahora!—Makarov gritó furibundo—¡¿Qué parte de no beber antes de las 7 fué la que no entendiste?!
—¡Spruuut!—Cana se atragantó con el licor asustada por el grito, causando la risa de los demás—¡coff-coff! ¡Sólo era una probadita para motivar el espíritu!—se quejó la mujer mientras volvía a ocultar la petaca de whisky en su chaqueta. El frío era tal que incluso la libertina joven no pudo aguantar estar únicamente con el bikini cubriendo su torso y optó por usar un abrigo.
Este año Makarov no pudo darse el lujo de entregarse al vicio junto a Cana, no sólo por su demacrada salud, sinó porque la falta de personal hacía necesario poner a trabajar a todo el mundo. Además de las ausencias de Natsu, Juvia y Gray, el gremio estaba sufriendo una permanente sangría de miembros, pues la crisis les obligaba a buscar mejores empleos y otros pocos afortunados se daban el lujo de vivir cómodamente fruto de sus negocios especulativos con las acciones de la compañía de los mares del norte.
De manera que para la fuerza bruta sólo se contaba con Erza, Elfman y Gajeel. Éste último había quedado como único encargado de trabajar en la gigantesca campana de bronce de la catedral mientras Erza se movía como comodín por todas partes, impulsando a todos…
—... ¡Natsu, Gray, dejen de pelear mientras limpian la campana! ¡La van a romper como la última vez!—regañó una molesta Erza.
—¿Con quién hablas, Erza?—Un confundido Gajeel se asomó desde detrás de la campana y con una ceja levantada le replicó a Erza.
—... ¡Oh, la costumbre!… se me olvidó que ellos no están aquí…—Erza se sonrojó al admitir su error…
Una burlona Charle se rió de la equivocación de Erza mientras flotaba cerca de la ventana.
—¡Ji-ji-ji!
—Charle, no te burles—le reprimió Wendy.
—Ella debe extrañarlos también, es natural siendo compañeros tan cercanos…—dijo Panther Lily en forma sabia al haberlo visto también.
—... ¡Ustedes, trabajen más rápido!—Un inesperado reclamo de Erza llegó a oídos de los 3 mencionados. La mujer se había descolgado de la pared y los sorprendió—¡Esos adornos no se van a colgar solos!
—¡Si, Erza-san!—Wendy aceptó la órden y aceleró su labor.
—Entendido—Lily fué más frío y firme.
Para organizar los trabajos de manera más eficiente, se dispuso que Wendy y los voladores Exceed colocaran los adornos en el árbol a toda velocidad, empleando a los demás miembros para otras tareas. Este año la pequeña Asuka no podría ayudar con el árbol, por considerarse una pérdida de tiempo el vigilar que la niña no se cayera. Ya la recompensarían con el honor de colocar la estrella al final…
—Por cierto, Erza-san—Wendy le habló—¡Ese atuendo te queda muy lindo!
—¡Gracias!—Erza batió su cabello con vanidad al tocar tierra.
La pelirroja llevaba su tradicional atuendo de navidad, su mini vestido rojo de hombros descubiertos y largas botas de tacón.
«… Así que… ¡La navidad ya está aquí!… » reflexionó Erza al mirar al cielo.
El dedicarse por completo a los preparativos le ayudaba a Erza a despejar la mente y no pensar en las cosas que le pesaban, en aquellas personas que preferían mantenerse lejos de ella cuando bien podrían estar cerca si así lo quisieran…
En tierra, Lucy y Levy seguían esforzándose para dejar brillando el piso. Mientras Elfman movía las estatuas y las bancas, ellas aprovechaban para cepillar debajo con mucho esmero. Pronto sus escobas y el agua de detergente se ensuciaron a tal punto que hubo necesidad de cambiarlas, por lo que ambas amigas se quedaron solas en la lavandería del edificio a recargar sus implementos de limpieza:
—... Lu-chan, parece, que este año hay mucho más trabajo que la última vez—Levy comentó—¡No recuerdo que esto fuera tan agotador!—Desde hacía días que Levy estaba inusualmente débil y cansada…
—Quizá sólo estamos "fuera de práctica"—Lucy replicó—no olvides que el año pasado no hubo festejo porque el gremio estaba separado.
El primer año había ocurrido el incidente del exámen clase S y el recordar muchos otros eventos desafortunados del pasado llevaron a que Lucy llegara a una triste conclusión:
—... Es muy triste si lo piensas, porque ahora que me he dado cuenta, Natsu, Happy & yo sólo hemos pasado juntos una sola navidad desde que nos conocemos…—comentó Lucy en forma depresiva—¡Y tuvo que ser esa que Erza abusó de nosotros con su "juego del maestro"!—Lucy tuvo escalofríos de sólo recordar.
«… Y no me tocó con Natsu ni una sola vez… » Lucy pensó en secreto.
—Oh, Lu-chan, no te desanimes—Levy le habló con ternura—Aunque no haya sido más de una vez, cuando los encuentros son predestinados, las contadas ocasiones pueden hacerse tan especiales que nos afectan tanto o más que las muchas que hemos pasado con otras personas…—Levy habló en forma filosófica.
—No lo sé...
—Miranos a Gajeel y a mí, por ejemplo—Levy habló—Tuvimos un comienzo muy malo, pero en el corto tiempo que trabajamos juntos en el consejo mágico nos hicimos tan cercanos como nunca llegué a serlo con Jet y Droy… sé que a ellos les dolería mucho escuchar esto, pero la verdad es que en todos los años que conozco a esos dos nunca llegué a sentir nada más que una bonita amistad… y luego llegó Gajeel y puso todo mi mundo de cabeza…—Levy sonrió enamorada mientras bajaba la cabeza.
Lucy todavía se sentía todavía un poco incómoda junto a Levy después de saber su secreto, sobre esa extraña conexión sobrenatural que ahora tenían ella y Gajeel…
—Estoy de acuerdo en que sin duda es algo muy "especial" lo que pasa entre Gajeel y tú…—Lucy intentó ser lo más amable posible para no ofender a Levy a pesar de que se oponía a todo el asunto de la marca y el vínculo mágico que ahora unía a ambos esposos.
Desde que Levy se lo confesó, no dejaba de repasar en su cabeza una y otra vez situaciones del pasado donde pudiera descubrir cuándo y cómo había ocurrido el "evento", el momento del contagio. Al repensar varias situaciones, descubrió con sorpresa que hasta el tonto de Natsu lo había notado mucho antes que ella:
"Toda la maldita casa huele a Gajeel"
"Levy ahora apesta a Gajeel. ¿No te dás cuenta, Luce?"
Estuvo allí desde el principio, en cada ocasión que Gajeel se llevaba a Levy a un rincón para darse placer de forma casi compulsiva, el cómo ambos parecían encerrarse en su propio mundo sin importarles si alguien los veía…
Se regañó a sí misma por no haber hecho caso a las advertencias de Natsu cuando éste le dijo que algo raro pasaba. Entendió por fin que cuando Natsu intentó convencerle de que "una magia rara" rodeaba a los esposos durante la ceremonia de casamiento no estaba jugando ni molestando. Era algo real y con consecuencias devastadoras: A su criterio, Levy ahora estaba presa de Gajeel no sólo de cuerpo, sinó también… ¿De alma?...
—... ¿No te molesta?—preguntó Lucy con un dejo de protesta. Al ver la cara de Levy de no comprender se acercó un poco más a ella e insistió:—¿No te molesta saber que tus emociones ya no son tuyas?—Levy se quedó con el rostro en blanco, sus brazos sobre sus muslos—... Dices que Gajeel puede ver en tu cabeza, y que a veces las cosas que él siente o piensa se meten en tu mente sin que te des cuenta. Entonces ya no sabrías si lo que estás pensando es realmente lo que estás pensando o es lo que él está pensando… lo que él quiere que tú pienses…
La enrevesada pregunta se hizo con tal fuerza que Lucy retrocedió un poco al creer que la había ofendido. Era claramente una provocación resentida por parte de Lucy. Sin embargo, lejos de enojarse, Levy respondió alegre y pragmática:
—La verdad es que no me molesta en lo absoluto—respondió Levy feliz, Lucy alzó la cabeza para observarla con asombro—Pero comprendo que pienses eso. Gajeel también pensaba que me había hecho un mal y demoró mucho en dejar de sentirse culpable… —ahora ella miraba el vacío, tal vez recordando muchas situaciones que ha vivido con su ahora esposo… se veía muy hermosa de esa forma, con la mirada nublada en sus pensamientos…
«… ¡Por esto mismo es que no lo entiendo! ¡Literalmente hace una semana estabas enojada con él y no hizo falta mucho para que te cambiara de opinión!… » pensó Lucy.
—Si te hace tan feliz, me alegro por ti Levy-chan… supongo… —Lucy no pudo ocultar el descreimiento en su voz.
—Sé que a pesar de cómo se dieron las cosas, ambos estábamos destinados a estar juntos, Lu-chan—su voz estaba cargada de sentimientos—... Yo no puedo dejar de admirar y maravillarme ante todos los cambios que se han generado entre nosotros… este tipo de conexión… esa sensación de que le perteneces a alguien—sus ojos ahora brillaban ante sus propias palabras y nuevamente se vio pérdida en sus pensamientos…
«… Santo dios, ¿Alguna vez yo me veré así?... » Lucy se asustó un poco al ver a su amiga hablar como poseída por sus sentimientos. En muchas novelas románticas había leído sobre situaciones que en el ideal se deberían sentir como el cielo mismo, pero al ver algo como eso hacerse realidad en Levy, se arrepintió profundamente al entender las implicaciones de esta clase de amor "de cuento de hadas".
«… Algunas fantasías es mejor dejarlas en la cabeza… »
—... y además, acá entre nos—esta vez Levy apagó su voz y sonó muy seria—funciona muy bien como un seguro…
—¿Un "Seguro"?—Lucy dudó.
—Algo que nos obligue a luchar por nuestra relación si hay problemas en lugar de sólo tomar la salida rápida y abandonar—Levy explicó—¿Si te digo algo, prometes no decírselo a Gajeel?
—Promesa.
—¡Por favor, porque mira lo difícil que es para mí ahora mentirle a él!…—confesó Levy.
—Te lo juro por mi madre, ¡pero por favor habla de una vez!
—Bien… ufff—Levy dió un profundo suspiro—... Cuando tuvimos esa pelea, llegué a pensar en dejarlo todo y… divorcio…
Lucy levantó una ceja con asombro. Levy hablaba con mucha culpa, como si sintiese que hubiera hecho algo muy malo.
—¿Tan fea fué esa discusión?—Lucy preguntó.
—Todo fue una suma de cosas y esa pelea fue sólo la cúspide. Algo muy desgastante—Levy dijo triste—Fué tan desgastante que pensé lo fácil que sería exigirle el divorcio con solo firmar un papel… ¡y luego me sentí horrible!—Levy se tocó el pecho—No sé si es por la conexión, pero literalmente me dolía pensar esas cosas, y viéndolo en retrospectiva, creo que fue para bien. Me convenció de no tomar la salida rápida y luchar por lo nuestro. Y creo firmemente que él se sintió igual a pesar de la distancia, porque cuando regresó, se mostró muy abierto a llegar a un acuerdo para que ambos estuviéramos felices…
—No te ofendas, Levy-chan, pero eso suena a que le das la razón a los viejos que no estaban de acuerdo con que nosotras…
—¡No!, definitivamente no es eso—Levy la interrumpió—No estoy diciendo que se deba volver a prohibir el divorcio, sólo digo que ahora que es tan fácil, ha hecho que las personas dejen de intentar luchar por algo que vale la pena… ¿Acaso los que nos precedieron no lucharon también por preservar su ideal del amor ante los matrimonios arreglados que les imponían sus padres?—Levy argumentó—Tú no estuviste cuando los padres de Romeo se separaron… Fue algo muy triste, y reconociendo el desastre que es Macao, aún así creo que podían haber luchado un poco más, por el bien de Romeo…
Levy suspiró ensoñadora, se notaba que ella era profundamente feliz y eso hizo replantearse algunas cosas a Lucy. Había olvidado que su amiga era tan letrada y culta como ella y por ende, muy buena para debatir y defender sus creencias, tanto que Lucy por fin dejó de mirarla con lástima por lo que le había pasado y pudo sentirse genuinamente feliz por ella, aunque no estuviese de acuerdo con la actitud de Gajeel…
—... De acuerdo, Levy-chan… intentaré tener la mente un poco más abierta…
Habiéndole ganado la discusión, Levy posó su mirada en ella con firmeza y le dijo:
—¿Sabes qué es lo mejor de todo eso?—Levy le cogió la mano a Lucy y le apretó levemente—Que esa persona te pertenece para siempre…—La motivación y la seguridad que irradiaba de ella, esa confianza que la pequeña maga había carecido antes ahora se notaba en cada gesto, convencieron a su amiga de que esa conexión no era algo malo ni enfermizo…
«… El que deba desaparecer el "yo" para que haya un "nosotros", me parece un precio justo a pagar si con ello obtienes un amor real y eterno, algo único que solo contadas personas tienen el privilegio de ser parte… » Levy creyó que tal vez eso último era demasiado para Lucy, por lo que se lo guardó para sí.
—¿Y bien? En cuanto a ustedes… —Levy le habló a su amiga en tono inquisitivo y pícaro—¿Ya has pensado que va a suceder cuando Natsu regrese?
A pesar de no haberse molestado por los cuestionamientos de Lucy, Levy sí se tomó personal la provocación de Lucy y escogió cobrársela al interrogarla sobre sus asuntos con Natsu así como ella había hecho primero con Gajeel…
—... T-todavía faltan como 8 meses para que eso suceda…—Lucy respondió con timidez y encogiendo los hombros.
—¿Tan segura estás de que será exactamente esa cantidad de tiempo?
«… ¡Ups!, creo que hablé de más… » Lucy recordó que Levy no sabía que Natsu estaba con Ophis.
—Meses más, meses menos…—Lucy rectificó.
—Me sorprendió mucho cuando me dijiste que te habías rendido con él…—dijo Levy con decepción.
Lucy se mordió el labio y bajó la cabeza.
—No me rendí…—Lucy musitó en voz baja—sólo me cansé… me cansé de esperar por algo que no va a pasar…
—¿Sólo "esperar"? Creo que deberías hacer algo más que sólo eso… uno de los dos tiene que dar el primer paso.
—Lo hice—Lucy replicó con fuerza—Y no pasó nada…
«… ¡Lu-chan, ¿no me digas qué?!… » Levy tenía un rostro de estupefacción.
Lucy no le había contado sobre lo ocurrido en su viaje a Giltena, hasta ahora. Ante la cada vez más sonrojada cara de su amiga, la rubia se lo relató todo: El cómo ella había creído que Natsu se estaba acercando como algo más que un amigo y el cómo ella lo había malinterpretado todo, siendo humillada en el proceso…
—¡¿Lo besaste?!—Levy exclamó escandalizada—¡¿De verdad lo hiciste?!
—¡Baja la voz!—Lucy chilló sonrojada—... SI, lo intenté… ¡Me muero de vergüenza de sólo acordarme!
—Y-y… ¡¿Él no hizo nada?!—Levy chilló incrédula.
—No… sólo se evadió e hizo como si nada pasara—Lucy hizo un puchero—¡Me humilló con su indiferencia!—una cómica lagrimilla de orgullo herido se asomó por su ojo.
Levy negaba con la cabeza y sus manos se movían en todas direcciones junto a los cambiantes gestos de su cara, que no terminaban de entender cómo Natsu podía ser tan despistado y tonto al no corresponder las muestras de afecto, y por tanto, los sentimientos de su amiga.
«… ¡Natsu, eres un idiota, ¿No te dás cuenta que la estás perdiendo?!… » Levy despotricaba contra el dragon-slayer de fuego.
Levy se decepcionó profundamente de Natsu y por cómo Lucy contó su versión de la historia, lo hizo parecer un cobarde y un tonto frente a Levy. Aún así la peliazul no desistió en su intención de seguir de alcahueta para Natsu:
—Piénsalo bien, Lu-chan—Levy le insistió—Estará lejos un largo tiempo. Podría madurar y darse cuenta de algunas cosas…—Levy dijo casi en tono de súplica.
«… ¡Esto es justo lo que dije hace rato, Lu-chan!, es tan fácil rendirse hoy en día y nadie lucha por construir con sus seres amados… »
—Será muy bueno para él si cambia para bien en algún aspecto, pero ya no me hago ilusiones. No espero que cambie…
—¡¿Por qué no?!—Levy protestó.
—Porque ya he pasado por esto. Cuando volvió después de casi un año desaparecido, no tardó ni un solo día en demostrarme que no había cambiado en nada, ¡Ni siquiera se disculpó por largarse sin siquiera decir adiós!—Lucy se quejó—Y pensándolo bien ¿No sería mejor si no cambia?. La verdad es que extraño mucho a mis mejores amigos, y si algo he aprendido en este tiempo, es que aprecio demasiado nuestra amistad como para arruinarla…
Lo que Lucy decía sonaba muy razonable e incluso Levy lo tuvo que reconocer.
—Entonces, ¿Se lo vas a explicar así cuando regrese? ¿Le vas a decir todo esto mismo?
—No—Lucy negó con la cabeza—No creo que sea necesario. Francamente ni siquiera sé si él va a entenderlo o a importarle… él mismo me ha dicho que lo que más le gustaría es que nuestra amistad se mantenga así como está…—Lucy sonrió al tomarse con humor el penoso prospecto.
—¿Hasta cuándo?—Levy le cuestionó—¿Qué pasará cuándo aparezca alguien más en tu vida, si es que llega a aparecer?
—Cuando ese día llegue, él tendrá que aceptarlo—Lucy habló con pesar. Secretamente deseaba que ese día nunca llegara.
—¿Y cómo crees que va a tomárselo?—Levy replicó con ironía—¿Como Jet y Droy cuando yo me casé?
—Esperemos que él sea más maduro para ese entonces…
La puerta de la lavandería se abrió de golpe y Cana Alberona entró de golpe:
—¡Así que aquí estaban!—una malhumorada Cana alzó la voz. La sobriedad que Makarov le impuso la tenía muy irritable—El maestro las ha estado buscando un rato largo. ¡El piso no va a terminar de limpiarse solo!
—¡Mil disculpas, Cana!—Lucy se apresuró a justificarse—nos distrajimos mientras buscábamos detergente. ¡Iremos a terminar de inmediato!
—¡Buff, eso espero!—dijo Cana con voz áspera.
—Vamos, Cana, ¿Por qué no aprovechas para tomar un trago aquí? Guardaremos tu secreto…—Levy la tentó a sabiendas de que el maestro le había impuesto una prohibición.
—No puedo, ¡El maestro me quitó todo hace un momento!—Cana protestó con un puchero en su cara y los ojos rojos, afectada por la abstinencia.
Lucy y Levy se rieron dentro sus bocas por la lástima que le tenían a Cana en ese momento. Cogieron sus implementos de limpieza y se dispusieron a regresar al trabajo.
Antes de salir por la puerta, Lucy vió extrañada como los pasos de Levy se hacían más y más lentos y cómo ésta se inclinaba a la derecha…
—¿Levy-chan?... ¡Levy-chan!
La chica se desvaneció en el suelo, desmayada. Lucy y Cana corrieron a asistirla, subiéndole la cabeza y buscando abanicarle aire…
—¡Ve por Porlyusica!—Lucy le ordenó a Cana, mientras ella verificaba que su amiga tuviera respiración y pulso.
«… ¡Levy-chan, resiste!… ¡¿Qué fué lo que te pasó?!... »
…
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…
Durante las horas siguientes, los trabajos en la catedral se aceleraron más. Cómo los más revoltosos estaban fuera de la ciudad (y nadie rompió nada importante), todo estaba prácticamente concluido para antes de las seis de la tarde.
Las luces del árbol fueron encendidas y los ciudadanos pudieron reunirse a su alrededor para cantar y abrazarse antes de ir a celebrar en privado a sus casas.
Los miembros de Fairy Tail también decidieron aprovechar el tiempo ganado para retirarse al edificio del gremio y hacer una pequeña celebración colectiva antes de que cada uno de los miembros se fuera a pasar la noche en privado con sus familias.
—¡Beban-beban-beban!...—balbuceó Cana mientras vaciaba chorros y chorros de alcohol en su garganta—glu-glu-glu.
Cana finalmente pudo beber su ansiado elixir a dos manos, con Makarov relamiéndose la lengua al ser ahora él quien no podía beber por la prohibición de Porlyusica como medida preventiva para salvaguardar su menguante salud.
La cantidad de magos reunidos no igualaba las mejores épocas del gremio, la situación del país no favorecía para ello. Sin embargo, se podría decir que la esencia todavía estaba allí:
Max bebiendo y riendo con Vijeeter, Nab bailando de forma graciosa y Erza intimidado a Wendy con una conversación incómoda, o al menos eso parecía por la cara de la pequeña y los reclamos de Charle…
"... ¡Erza, ella todavía es muy jóven para esas cosas!... "
Elfman y Evergreen estaban muy acaramelados en un rincón.
Lucy compartía con Mirajane y Lisanna, con la que apenas intercambiaba palabras. La hermana mayor tenía que sacarles las palabras con tirabuzón para que ambas hablaran de algo. Si bien ya no parecía haber rencor, la convivencia todavía era incómoda.
Lucy hubiera preferido la compañía de Levy, quien aún no regresaba de la enfermería. Su pretensión era vana, pues de estar sana, Levy seguramente se mantendría cerca de Gajeel...
—Levy-chan se está tardando mucho en volver… ¿Seguro que todo está bien?—Lucy preguntó con preocupación.
—A pesar de que ya despertó, Porlyusica dijo que quería revisarla mejor, sólo por si acaso—respondió una sonriente Mirajane mientras alternaba su bebida con un poco de pastel.
—Más bien, a mi me preocupa que Laxus no llegue antes de la hora de intercambiar presentes...—comentó Lisanna.
—A propósito, ¿Dónde estuvo todo el día?—Lucy cuestionó—no nos ayudó con la preparación de la catedral. ¡Digo, la vez pasada tampoco lo hizo!, pero este año el Raijinshu si está en la ciudad para la celebración…
—… Fue a reemplazar al maestro en las reuniones de clausura de año que organiza el Consejo Mágico—explicó Mirajane—Es una obligación importante y el maestro no está en condiciones de viajar ahora…
Lucy no pudo evitar torcer su cara un poco al notar que cada vez se hacía más evidente que Makarov empezaba a delegar funciones administrativas a su nieto. A pesar de que Laxus se había reformado, todavía quedaba un dejo de temor y resentimiento en algunos miembros, incluida Lucy, que no se tomó nada bien los grotescos intentos de galanteo que el dragón-slayer de rayo le hizo en sus primeras semanas en Fairy Tail hace tantos años (junto a todas las demás, por supuesto).
Cómo si hubiesen llamado al diablo con sus dichos, Laxus entró por la puerta. El hombre tenía una expresión de agotamiento en su cara y unas grandes ojeras.
Laxus se incorporó a los festejos y aprovechó de acercarse a su abuelo para informarle de manera rápida.
El dragón-slayer de rayo parecía haber descubierto el secreto para ser elegido como el heredero del gremio: Dejar de exigirlo como un derecho y empezar a demostrar capacidad y solvencia para manejarlo.
—Ya casi es hora de intercambiar presentes… ¡y luego a celebrar en privado!...—Mirajane y Lisanna le lanzaron una mirada un poco acosadora a Lucy.
La rubia lo entendió o creyó entenderlo de inmediato:
«… De acuerdo, ésta es la parte donde anuncian que la continuación de la fiesta será en mi habitación… ¡Esta vez estoy lista y no me atraparán desprevenida!… » pensó Lucy con una expresión de seguridad en el rostro.
Se había gastado casi todo lo ganado con su último trabajo de modelo pero había comprado bebida y comida suficiente para la ocasión. Estaba más que lista, habiendo protegido también sus objetos personales dentro la habitación….
—Lucy, ¿nos acompañarás está noche en la fiesta que daremos?. ¡Será en nuestra casa!—Lisanna le habló con entusiasmo.
—¿Eh?...
—Si. Este año decidimos hacerla nosotros. Nos dimos cuenta que hemos abusado mucho de su hospitalidad y que así no molestaremos a los otros inquilinos de la casa donde vives…—añadió Mirajane, con una sonrisa maternal.
Lucy se quedó en blanco y la expresión se le cayó al suelo…
«…. ¡Aaaaaaaaah!... ¡Me lo gasté todo para esto ¿Y ahora qué voy a hacer?!... »
La cara que puso la rubia debió ser tan deprimente y pálida que las hermanas Strauss tuvieron que hacerle sentar para que no se desmayara.
Lucy les contó su dilema y Mirajane comenzó a pensar en una solución...
—… vaya chica, que mala suerte. ¡Nos hubieras preguntado primero!
—¡¿Y ahora qué voy a hacer con todo lo que compré?!—Lucy se lamentaba.
—Mmm… Hagamos una cosa, Lucy—propuso Mirajane en forma pensativa—¿Qué te parece si te compramos todo lo que preparaste? Así recuperas un poco de efectivo y la comida no se desperdicia…
Lucy inicialmente tuvo toda la intención de aceptar, pero pronto se llenó de vergüenza al recordar la deuda que tenía con Mirajane y que hasta ahora no pagaba…
—Yo… no creo que pueda aceptar…—titubeó la rubia.
—Lisanna, ¿Puedes ir a recoger la mesa 4?—súbitamente Mirajane cambió de tema y buscó deshacerse de su hermana. Sabía que Lucy se avergonzaba mucho de que el asunto de sus deudas se hiciera público…
Mirajane le hizo señas a Lucy para ir a hablar en privado en la cocina, lo que la rubia estuvo de acuerdo y se apresuró a seguirla:
—¿Qué te parece si te condono parte de la deuda que tenemos a cambio?—Mirajane le propuso—¿Así dirías que sí?
—¡Definitivamente no merezco tanta amabilidad, Mira-san!... ¡sob-sob!—Lucy se deshacía en reverencias de agradecimiento y sollozando.
—Ya-ya, sabes que nunca te dejaría en problemas. ¡Sólo trata de gastar mejor el dinero a partir de ahora!, ¿de acuerdo?—le recomendó Mirajane—pensé que tu última sesión de fotos te ayudaría a mejorar un poco tu situación...
—¡Por supuesto que lo haré!... espera, ¡¿Viste mis fotos en la revista?!—cuestionó Lucy con temor.
—Claro que las vimos—Mira le sonrió—Elfman y yo estamos de acuerdo en que el estilo navideño para el bikini te sienta mucho mejor que a mi, je-je.
—¡Kyyyya!—Lucy hizo el ademán de cubrirse el pecho mientras buscaba ocultar su rostro.
—Ara-ara, ¿Qué pasa, Lucy?—Mirajane siguió molestándola con una actitud picante—Creí que te gustaba presumir tu atractivo…
La rubia sonrió de forma irónica y depresiva, bajando la cabeza.
—Claro que sí, pero… no sé. Últimamente ya no me siento tan animada para hacerlo—confesó Lucy.
—¿Algo cambió?
—No, pero...—Lucy hizo una pausa y mordió su labio—… pero desde que me uní al gremio, siempre quise estar a la altura de ustedes, ¡ser más que sólo una cara bonita!… y por eso me pone mal el que habiendo pasado ya tanto tiempo desde eso, todavía gane más dinero por cosas como está que por trabajar como maga...
—Oh, vamos chica—Mirajane la animó—Sabes que a pesar de eso tú nivel sigue siendo muy superior al de un mago promedio de los tantos otros gremios ¿Verdad?. No es tu culpa que la mayoría de la gente de aquí sean prácticamente monstruos...
—... gracias por el intento, pero no me ayuda mucho...—dijo Lucy apenada—Necesito probarme a mí misma que puedo seguir adelante sin tener que recurrir a que me tomen fotos sin ropa por unos cuantos miles de Jewels.
—Oh, así que las que nos divertimos haciendo eso por dinero somos unas…—Mirajane frunció el ceño.
—¡No-no-no!—Lucy se apresuró a rectificar moviendo sus manos en negación—No quise ofenderte, Mira-san. Tú ya eres muy fuerte y no tienes nada que probar, yo en cambio…
—¿Por eso tomaste ese trabajo mal pagado en el periódico?
—Así es. El año pasado trabajé en el Sorcerer con Jason-senpai y me dí cuenta que me ayudó demasiado… Ahora quiero lograrlo sola…
—De acuerdo, Lucy, te entiendo. Solo trata de matarte de hambre sólo por orgullo, ¿De acuerdo?—Mirajane le habló preocupada.
—Trataré…—dijo Lucy resuelta y firme—pero a partir de ahora, me gustaría modelar sólo por diversión y no por necesidad, ¡Así como tú!
Mirajane cambió su expresión sería por una sonrisa de ojos cerrados y se dirigió a una mesa cerca de la estufa, donde guardaba los recetarios.
—Mmm, siendo así—Mirajane buscó unos papeles en un cajón—Dime, Lucy ¿No te gustaría explotar tu atractivo físico una última vez?—le dijo mirajane con un tono seductor.
—¿Uh?—Lucy levantó una ceja, dudosa—¿Qué tienes en mente?
—Hablo de esto...
Mirajane le alcanzó un panfleto publicitario con un ominoso anuncio. Lucy abrió ambos ojos al leer.
—¿El concurso de Miss Fiore X793?—Lucy dudó con el ceño fruncido.
—Ajá—Mirajane cantó—estoy segura que aún sin ganar, alcanzarías cómodamente el podio junto a mí...—Mirajane se permitió ser un poco vanidosa.
—¿Vas a participar, Mira-san?
—¡Por supuesto! Desde que regresamos de Tenrou, Jenny no me ha dejado de fastidiar—se refirió a su rival de Blue Pegasus con una expresión de desafío.
—Oh, si. Ella ha ganado el concurso los últimos 5 años.
—Pero el año que viene, ella cumple veintiséis y ahora nosotras somos más jóvenes y lozanas que ella… ¡Está en desventaja y lo sabe!—Mirajne sonrió con maldad—Por eso, a diferencia de otros años, no me ha enviado su tradicional carta de desafío por correo. Y contigo compitiendo también, ¡Ni siquiera la dejaremos quedar entre las tres primeras!
Mirajane tenía una expresión diabólica en su rostro, desafiante y de malicia guardada de mucho tiempo. ¡La demonio Mira!
«… ¡A veces me das miedo, Mira-san!... » pensó Lucy.
—No lo sé, ¿Valdrá la pena el esfuerzo de prepararme para la competencia?—dudó Lucy—No estoy en mi mejor forma ahora mismo…
Con la mano la rubia repasó su costado y su vientre. Ciertamente su abdomen no estaba todo lo firme que podría estar y tampoco se sentía muy conforme con el tamaño de su trasero. Si bien era suficiente para modelar, no alcanzaba para una competición tan reñida como el Miss Fiore.
—… la competencia será muy dura, contra modelos profesionales de todo el país—Lucy argumentó—¡Tendría que desvivirme entrenando gimnasia a partir de ahora y por ende, dejar de trabajar sólo para preparar mi cuerpo!... no sé si me compensa, ni siquiera es seguro que voy a ganar algo…
—¿Ya leíste de cuánto será el premio para los primeros tres lugares?—Mirajane la volvió a tentar.
—No creo que sea tanto...
—Míralo tú misma en el panfleto.
Lucy observó con más detalle y casi se le desencaja la mandíbula al ver tantos ceros…
—¡¿En serio?!—Lucy saltó emocionada—¿La corona puede permitirse gastar tanto sólo para un concurso de belleza?
—El premio es tan alto porque quien financia el evento es la Corporación Junelle—explicó Mirajane
«… Uh, es la empresa que compró la compañía de papá cuando quebró… » Lucy reflexionó con algo de nostalgia.
—¿Sabes qué? Lo pensaré...—respondió Lucy. El dinero tuvo un efecto sedante en la rubia.
—¡Muy bien, Lucy! Si decides participar, que gane la mejor…
Mirajane le extendió la mano y ambas acordaron una sana rivalidad...
—¡Levy ya regresó!—Laki entró de golpe a la cocina—¡Y dice que tiene un anuncio importante!
«… ¿Levy-chan?... » Lucy se sorprendió.
Ella y Mirajane intercambiaron miradas cómplices y a toda prisa salieron de la cocina detrás de la maga de madera.
…
—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
…
Minutos después…
El salón principal del gremio se congregó de gente alrededor de Gajeel y Levy, que se cogían de las manos y de tanto en tanto intercambiaban miraditas traviesas, impacientando a todos los presentes, que esperaban la noticia…
"¡Ya digan la noticia!"
"¿Estás enferma, Levy?"
"¡Qué alguien apresure a Lucy para que venga de una vez y podamos oírlo!"...
Las protestas se debían a qué Levy insistía en que quería que su mejor amiga y confidente esté presente para la ocasión…
—¡Ya estoy aquí!—agitada, Lucy se abrió paso entre la multitud—¡Levy-chan, ¿Estás bien?!
—Si, Lu-chan, ¡Mejor que nunca!—Levy le respondió con alegría. Su rostro brillaba de felicidad y el de Gajeel estaba lleno de orgullo y vanidad.
—¿Entonces… ? ¿qué ocurre?—Lucy replicó dudosa.
Levy entonces levantó su mano libre y con ella empezó a repasar su vientre…
—sob-sob… ¡Estoy embarazada!...—tras sollozar un momento, Levy rompió de emoción—¡Voy a ser madre!
—¡Gihee!—Gajeel también levantó el puño en señal de triunfo.
Todos se quedaron con la boca abierta unos segundos para luego empezarán a vitorear con mucha fuerza:
—¡Esto hay que celebrarlo!—Makarov gritó alegre, casi atragantándose.
—¡Es un milagro de navidad!
Haciendo crecer aún más el espíritu festivo, ya no sólo por la fecha sino por la feliz noticia, todos los presentes se acercaron a felicitar a la pareja de esposos.
"¿Cuánto tiempo tienes, Levy?"
"¡Debe ser muy emocionante ser madre tan jóven!"
"¿Ya pensaron en un nombre?"
Quizá el único comentario fuera de lugar que Levy recibió por parte de las chicas fue de parte de Cana, que volvió a hacer gala de su masculina y grosera forma de comportarse:
"Y dime, Levy, ¿De qué tamaño era el fierrote que te comiste, jeje"
En la misma sintonía indecorosa estuvieron los comentarios que Gajeel recibió de los varones, pero lejos de ofenderle, solo hicieron que el ego se le inflara hasta las nubes y a estás alturas se sentía como una especie de semental…
"¡Felicidades por preñar a Levy, je-je"
"¡Parece que es cierto eso que dicen que con paciencia y saliva el elefante se metió a la hormiga!"
"Disfruta todo lo que puedas en estos meses, campeón, porque cuando nazca la criatura, ¡No volverás a tocar a Levy por un largo, largo tiempo!"
Los festejos se intensificaron, con Lucy finalmente pudiendo acercarse a su mejor amiga. Mirajane aprovechó entonces para ultimar detalles de la actividad que clausuraría la celebración en el gremio: El intercambio de presentes o mejor conocido como "Amigo secreto".
Ayudada por su hermana menor, Mirajane acomodó los paquetes, notando algo inusual:
—Oye, Lisanna—Mira observó—Parece que aquí faltan algunos presentes. ¿Lograste traer el tuyo a tiempo?
—¿Eh?
—Te ví recorrer tiendas la última semana y nunca trajiste nada… ¿Todo bien?
—E-eh… ¡Si!—Lisanna fué torpe al responder. Mirajane la notó sospechosamente nerviosa.
—De acuerdo…—Mirajane respondió no muy convencida.
En un lugar apartado, Makarov se juntó con Max Alors y Vijeeter Ecor. Ambos le tenían una mala noticia…
—¿Dónde lo encontraron?—Makarov cuestionó alarmado—¡¿Seguros que está vivo?!
—Si. Lo está—respondió Max—Nos lo encontramos tirado en un callejón, muy ebrio y golpeado. Creo que los prestamistas lo encontraron antes que nosotros y bueno… usted sabe cómo funciona esto. Ellos no son como un banco. Si no les pagas, reza porque no te encuentren.
«… ¡Ay Warren, ya tengo suficientes problemas como para que tú también empieces!… » Makarov pensó frustrado.
—¿Cómo está?—Makarov volvió a preguntar.
—Wendy ya lo revisó y está estable. Lo dejamos durmiendo en la habitación de Max, ¡Y nos deshicimos de todo el alcohol a su alcance!—dijo Vijeeter.
—¿Pueden encargarse de él por esta semana?—Makarov solicitó—si está así de mal, lo mejor será tenerlo vigilado. Haré que Mirajane revisé las cuentas, a ver si podemos ayudarlo con sus deudas…
—Si, claaaro—Max habló muy sarcástico—Porque me encantaría pasar la nochebuena encerrado vigilando a un ebrio en lugar de ir a la fiesta de Mira-san…
—Pero Max…—Vijeeter se sorprendió de la negativa.
Makarov estuvo a punto de regañarlo por su egoísmo, pero Max rectificó:
—... No dije que no—Max replicó con desgano—Si, admito que ya tenía planes, pero he compartido demasiadas cosas con ese sujeto como para dejarlo tirado ahora… ¡Pero para año nuevo alguien más tendrá que hacerse cargo!
—Se los encargo, muchachos—el maestro pidió con humildad—veré si podemos hospedarlo en la enfermería mientras se recompone.
—¡Será una navidad como en los viejos tiempos, Max!—Vijeeter si parecía un poco entusiasta—Tú, yo y Warren…
—Supongo que será algo lindo hacerlo a la antigua…—Max levantó un poco su ánimo.
Makarov quedó más tranquilo al dejar el asunto de Warren temporalmente resuelto. Poco antes de las ocho de la noche, llegó el momento de intercambiar presentes y cada quien, salvo uno, recogió el suyo directamente del árbol. Para clausurar una noche casi perfecta, el gremio se juntó una última vez para una foto grupal completa…
—¡Si, he estado esperando éste momento toda la noche!—chilló Erza haciendo un gesto infantil al preparar el temporizador de la cámara antes de volver a su sitio…—Merry… ¡Christmas!
—¡Merry Christmas!
Todos vitorearon una última vez antes de despedirse y aquellos que asistirían a la fiesta de Mirajane la siguieron a casa. Tristes o alegres, ricos o pobres, el espíritu navideño no sólo se apoderó de los miembros de Fairy Tail, toda Magnolia pudo permitirse aunque sea unos días de paz y armonía. Era lo mínimo que se merecía considerando los tumultuosos tiempos que se avecinaban.
…
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Reino de Minstrel, 24 de diciembre, año X792…
El cambio de clima para la época no fué sorpresivo para Natsu y Happy, que ya habiendo pasado la última navidad solos en la isla Tenroujima, no les resultó para nada extraña la ausencia de nieve y frío. A pesar de ello, Natsu se tocaba repetidamente el cuello, al sentir la ausencia de su bufanda, la cual ahora yacía en el cuello de Lucy. Al estar situada en una zona horaria distinta, Minstrel tenía un clima templado y tranquilo para estas fechas, no demasiado frío ni demasiado caliente. Eso sí, con abundantes lluvias. El año anterior no pasaron la navidad en casa por el viaje de entrenamiento y el año anterior a ese (mejor dicho, el año más otros siete), en el exámen de clase "S"…
Siempre les pareció curiosa la elección de fechas que el maestro hacía para los exámenes de clase "S". 15 de diciembre, regresando apenas a tiempo para preparar las festividades de fin de año. Justo el primer año de Lucy en el gremio había coincidido con el primer año en que Natsu calificaba para participar en el exámen y a la vez aquel sería el último año que éste mismo se desarrollaría. ¿Buena o mala fortuna que la rubia trajo al lugar?
Sin embargo, a medida de que transcurrían las horas de aquel veinticuatro de diciembre, los pensamientos de Natsu y Happy se llenaban de preocupación al notar que la nochebuena se venía encima pero Ophis no mostraba intención alguna de celebrar. Simplemente era un día cualquiera, viajando y buscando…
«… ¿Se lo dices tú o se lo digo yo?… » Mientras andaban detrás de ella, Happy miró a Natsu con severidad y luego señalando a Ophis, esperando que como era habitual, el dragon-slayer de fuego tomara la iniciativa para demandar un cambio en los planes…
—¿Qué les pasa a ustedes dos?—Ophis se les adelantó y habló primero, sin girarse a verlos pero deteniéndose en seco—Están raros desde hace rato…
—Hoy es nochebuena, y mañana navidad—Natsu habló seguro de sí mismo—Se supone que eres la "jefa" o algo así… ¿Cuáles son los planes para celebrar esta noche?
Ophis se dió vuelta para encararlo y con una cara de aburrimiento, respondió:
—¿Navidad?—Ophis dudó—¿Esa cosa todavía se celebra?
Natsu y Happy torcieron sus caras de impresión al oír a Ophis decir semejante cosa de la fiesta. Eran casi las siete de la noche y se sintieron muy apresurados de alcanzar a preparar algo, por pequeño que fuera…
—¿A qué te refieres con "todavía"?—Natsu le increpó—¡Por supuesto que la celebramos! ¿Por qué no la celebraríamos? ¡Merry Christmas! ¡Feliz Navidad!... 🔥¡Fssss!🔥
Natsu sopló fuego de su boca e hizo un torpe intento de formar una corona navideña hecha de llamas.
—¡Aye!—Happy lo secundó y chilló entusiasmado—¡Feliz Navidad!
Ophis no se impresionó por todo aquello y mantuvo su postura escéptica y descreída:
—Era una celebración religiosa, y cómo esa fé ya no existe, entonces no habría razón de que la fiesta siga…—replicó Ophis con tranquilidad.
—No tiene nada que ver con la religión…—Happy habló confundido—¿O sí lo tiene?...
El dragón comprendió entonces que estaba muy "desactualizado" de la realidad del mundo, algo natural tras tanto tiempo encerrado en la Lacryma prisión…
—¡Oh, ya veo!. No lo sabía… Ha pasado mucho tiempo, y la última vez que la ví todavía era religiosa. Religiosa hipócrita, pero religiosa al fin y al cabo…—comentó Ophis—¡Sí que ha pasado tiempo!. 19 milenios desde que me encerraron y otros mil años antes de…—Ophis hizo una pausa—antes de eso…
La expresión tranquila del dragón dió esperanza a los muchachos, por lo que siguieron intentando convencerla:
—¿No dijiste que antes eras un fantasma?—Happy preguntó—¿No viste nunca cómo la celebramos ahora? ¿Qué hacías por estas fechas para no saber nada de la navidad que nosotros festejamos?
—Déjame ver?… Regresaba de vuelta a la Lacryma con mi cuerpo, pues no había nada de interesante que ver por esas fechas. Navidad… ¡Bah!—escupió Ophis con mal humor—¡Tonterías!
—¿Navidad una tontería, Ophis? ¡Seguro que no lo dices en serio!…—Natsu alzó la voz, incrédulo de que ella hubiera dicho semejante cosa—¡Yo te digo, Feliz Navidad!
—... Sí que lo digo—Ophis confirmó su opinión—¿Feliz Navidad? ¿Qué derecho tienes a ser feliz? ¿Qué motivos tienen ustedes dos para estar felices? Están atrapados conmigo por el resto del año…
—Vamos, vamos—le respondió Happy cordialmente—¿Qué derecho tienes tú a estar triste? ¿Qué motivos tienes para sentirte miserable?
—¿Cómo no me voy a enfadar—respondió Ophis—si vivo en un mundo desesperante como éste? ¡"Feliz Navidad"! ¡Y dale con "Feliz Navidad"! ¿Qué son las navidades sino el momento para un pobre de pagar cuentas atrasadas sin tener dinero; el momento de que un mortal se da cuenta de que es un año más viejo y ni una hora más rico?; ¡Y PARA MÍ! ¡El momento de darme cuenta que ya han pasado casi 4 meses desde que empezamos a viajar y apenas hemos recobrado cuatro de mis fragmentos y que ahora ME FALTA UN MALDITO BRAZO!—Ophis agitó su muñón.
Pese a su característica indiferencia y frialdad, esta vez Ophis transmitía una clara amargura y disconformidad en sus palabras. Poco a poco sus emociones salían a la superficie…
—... Pero a pesar de todo eso—Happy le habló en forma esperanzadora—Obtuvimos dos de tus fragmentos en apenas dos semanas y ahora que tienes el libro, todo será muy rápido a partir de ahora…
—jum… supongo que hay un poco de verdad en lo que acabas de decir…—replicó una pensativa Ophis.
El argumento ciertamente era muy válido, por lo que Ophis bajó el tono y su nivel hostilidad por un breve momento que Happy aprovechó para hacer una propuesta...
—Siendo que es Navidad, me preguntaba si podríamos tener una cena especial esta noche y quizá mañana tomar un día de descanso...
Ophis de indemediato mostró su oposición y volvió a berrear con mal humor:
—Te diré qué es la navidad, ¡Es solo otro día de trabajo! y al mequetrefe que crea otra cosa, ¡Deberían meterlo en aceite hirviendo!—protestó Ophis agitando el puño de su único brazo.
La amenaza no fue suficiente para intimidarlos y así siguieron insistiendo:
—... Pero Ophis, Navidad es época para dar, ¡para estar con nuestros amigos!—Natsu alzó su voz de nuevo.
—¿Eso?... ¡Bah, tonterías!—Ophis se mantuvo inflexible—tus amigos no están aquí. Sólo están ustedes dos…
Aquello hizo entristecer de inmediato a ambos, pues la niña dragón les recordó lo solos y lo lejos que estaban de casa. Ophis jamás se había preocupado por herir los sentimientos de nadie y así no sintió nada de lástima por ellos.
—¿Al menos puedes dejarnos tener una cena de navidad esta noche?—Happy propuso, ya con desánimo.
—Por favor...—Natsu lo secundó.
—Umm… Supongo que por "cena especial" te refieres a un pavo relleno, con castañas…—Ophis cuestionó con una ceja levantada y pensándolo.
—Por supuesto—Natsu asintió.
—¿También con tartas de limón y nuez?—Ophis volvió a nombrar.
—¡Aye!—Happy chilló emocionado.
A Natsu se le hacía un hueco en el estómago y empezaba a salivar con alevosía al oír listar tantos manjares que no probaba hacía mucho tiempo. Lo que más extrañaba de celebrar navidad con los chicos del gremio era la abundante y deliciosa comida que tenía a disposición.
—¿Dulces, frutas y pasteles?—Ophis siguió tentando a sus paladares.
—¡Si, sí, sí!—respondieron los magos a coro, relamiéndose.
—¡¿Están locos?!—Ophis exclamó enojada, rompiéndoles la ilusión—¡No vamos a gastar dinero en esas cosas!
Fue una gran desilusión para su hambre el escuchar tajante negativa justo después de haber sido tentados con la larga lista de alimentos, haciendo que ambos asomaran una lagrimilla por sus respectivos ojos derechos. Ophis era capaz de ser cruel sin darse cuenta.
—¡Jum!, no había necesidad de ser tan mala...—protestó Natsu con un puchero en su cara y su estómago protestando en forma de retorcijones.
—No es maldad—Ophis replicó—no pueden obligarme a celebrar algo que no quiero…
—Nadie te obliga a participar—Happy argumentó—sólo te estamos pidiendo que nos dejes tiempo para celebrar nosotros… por favor—suplicó.
—Ni siquiera va a costarte nada—Natsu habló—No tienes que darnos dinero ¡Déjanos conseguir algo especial de comer por nosotros mismos!
«… Y aunque sea medio día libre mañana… » Happy temió preguntar.
—Mmm…, ¿así que quieres una cena y un día libre?…—Ophis hizo el ademán de estar decidiendo ante las desesperadas miradas de ambos magos—supongo que sí, podría ser…
Natsu y Happy gesticularon unas enormes sonrisas antes de que la niña dragón terminara de hablar.
—... Pero así como te dejaré el día libre mañana, me lo pagarás después…—Ophis anunció.
—¿Eh?
—El contrato es muy claro, ustedes me pertenecen por todo un año. Así que ahora, como tendrán el día libre mañana, ese día lo añadiremos a su condena. Regresarán a sus patéticas vidas no en un año, sino en un año y un día. ¿Aceptan?—Ophis habló clara e inflexible.
—Si.—el jóven respondió de inmediato y con seguridad—Acepto.
—¿Natsu?—Happy lo miró con duda—¿Estás seguro?
—Sólo será un día más. ¡No hay problema!
—Muy bien, hagamos el trato entonces…—Ophis se remangó la camisa con los dientes y enseñó su marca del contrato. EL tatuaje empezó a brillar…
—¡Glubs!—Happy tragó nervioso al saber lo que le esperaba—¿Es necesario hacerlo siempre así?
—Un acuerdo es un contrato—Ophis se mostró inflexible—Me gusta tener las cosas claras, escritas en piedra, o en este caso, en piel…
Ambos tuvieron que resignarse al doloroso proceso de modificar la marca para "actualizar" el contrato. Esta vez Ophis tuvo que hacerlo uno por uno, dado que ya sólo le quedaba un único brazo. Natsu se lo tomó con filosofía y se aguantó las molestias sólo para pasar de una vez a buscar la cena.
Sus opciones no eran especialmente abundantes, más aún cuando eran forasteros en una tierra extraña y no conocían la fauna del lugar. A pesar de estar rodeados nuevamente de bosque, no encontraron ni pavos ni faisanes, por lo que inicialmente tuvieron que conformarse con carne de conejo corriente. Dotados apenas de los miserables 500 Jewels "propios" que les quedaban, no podían permitirse comprar algo decente. Sin embargo, su particular "milagro de navidad" les llegó en forma de una gigantesca y regordeta ave, que divisaron encaramada en la copa de un árbol. Tan regordete era el monstruoso pollo que doblaba la rama cada vez que se movía…
Natsu se relamía la lengua de sólo verlo:
—Ven aquí, pajarito-pajarito-pajarito…
Con un certero golpe, Natsu cogió al ave y tuvo el cuidado de no quemarla para no arruinar la cena. Navidad era de las pocas fechas en la que el jóven se esforzaba genuinamente por no arruinar nada, aunque por supuesto no siempre lo conseguía, siendo prueba fehaciente de ello la destrucción de la campana de la catedral pocos años antes…
Al mismo tiempo, Happy consiguió muchos frutos y bayas comestibles y empleó también los escasos restos de comida y cualquier cosa parecida a una especia que les quedara en la mochila de viaje.
Quedaba únicamente pendiente el asunto de los presentes, y dado que 500 miserables Jewels no alcanzaban para dos obsequios, optaron por decidirlo de manera salomónica y sortearse quien de los dos se los gastaría en un presente propio…
—¡Piedra, papel o tijeras!...
Resultó ganador Happy y optaron por ir al pueblo más cercano a conseguir algo para agasajar al Exceed. Ophis, reticente a cualquier contacto innecesario con humanos, optó por quedarse a esperar en el campamento y por supuesto que no les dió ni un sólo centavo de todas las riquezas y tesoros que habían conseguido en la última etapa de su aventura.
Durante su estancia en el poblado, Natsu llamó mucho la atención por el estado de sus ropas. Aquellos finos vestidos que Ophis le había dado para entrar a la biblioteca de Jor ahora estaban todos roídos; sus pantalones con las rodillas ya descubiertas y la camisa de seda hecha girones. Más parecía un vagabundo que había recogido de la basura las ropas desechadas por un rico. Pero la peor parte se la llevaban los zapatos de Natsu, que para desentonar aún más la vestimenta, usaba unas sandalias improvisadas a partir de los trozos de cuero de aquellas botas que Ophis le había comprado, también en Jor…
Happy corrió con mucha suerte al encontrar, entre las cosas de un vendedor callejero, una interesante tarjeta de su juego favorito de coleccionables. El que el comerciante aceptara los 500 Jewels por él preciado objeto les hizo dudar de la procedencia del mismo, pero decidieron hacer oídos sordos y apelar a las malas enseñanzas de Ophis…
«… ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón… »
Al alejarse del pueblo, Natsu se tropezó y su zapato acabó de destruirse, causando unas cuantas burlas entre los residentes. Lejos de molestarse por ello, el joven se puso de pié, se deshizo de los ya inútiles trozos de cuero quemado y siguió de largo descalzo, luciendo ahora completamente como un vagabundo.
Happy se sintió un poco culpable porque con esos 500 Jewels, habrían conseguido unas sandalias para Natsu…
—¿Qué le pasó a tus zapatos?—Ophis cuestionó al verlo aparecer descalzo.
—Se rompieron… de nuevo.
—Ya has cambiado como 10 pares desde que empezamos.
—Es que se queman, je-je—Natsu bromeó.
—Le pasa muuuy seguido—Happy explicó—por eso nunca usa zapatos cerrados. Siempre se queman y acaban deshaciéndose. No vale la pena cambiar de calzados completos cada vez ya que las sandalias son más baratas de reemplazar…
—¿Dices que sus propios poderes lo causan? ¿No se supone que un mago experimentado sabe proteger su espacio personal de la acción de su propia magia?—Ophis criticó—Si eso es verdad, significa que su nivel de control de su magia es muy mediocre…
—Es más difícil—Natsu se justificó—El fuego se esparce por todas partes cuando peleo. No se puede evitar.
—Excusas—Ophis respondió—apuesto a que los otros dragon-slayers que conoces no tienen este problema—Ophis hablaba con algo de razón. Si bien el viento, el metal, la luz, las sombras o el veneno no eran comparables a las incontrolables llamas, nunca había visto la ropa de Cobra corroerse por el veneno o la ropa de Laxus siquiera oler un poco a chamuscado por quemaduras de tipo eléctrico…
—No seas tan dura con él. Tú también usas llamas y debes entenderlo…—Happy intervino.
—Yo no tengo ese problema. Significa que eres un mediocre—Ophis criticó nuevamente a Natsu.
—... habló el dragón manco…—Natsu devolvió la agresión con una burla y una sonrisa canalla.
—NO ME PROVOQUES…—Ophis escupió en forma amenazante. Chocó miradas con el joven y se molestó aún más al ver que éste ya no se asustaba y mantenía la sonrisita burlona.
«… Estás acabando con mi paciencia, Dragneel… »
—¡oosh!... ¿Ya tienen todo listo?—Ophis cambió de tema con mal humor.
—Casi…
Asaron el intento de pavo y sobre una gigantesca y plana piedra que Natsu consiguió a la fuerza, armaron su improvisada cena de navidad. Al mismo tiempo, usaron unas rocas más pequeñas como asientos, que Natsu se tomó la molestia de fundir para darles forma.
Terminaron justo a tiempo, cerca de las once de la noche. Soplaba una suave brisa y no había una sola nube en el cielo, dejándoles ver las estrellas.
—¿Nos acompañas?—Natsu invitó a Ophis a sentarse, para disgusto de Happy.
—Creí haberte dicho que no quería participar—el dragón se excusó, quedándose en su rincón pero todavía dándoles la cara. Ella vigilaba celosamente el fardo con su brazo amputado envuelto—Celebren ustedes solos y no se preocupen por mí…
La cara de Natsu delató su decepción por el rechazo, pero no por ello le arruinaron el ambiente festivo. Antes de empezar a comer, sacó un objeto de su bolsillo y lo depositó en el asiento-roca de su derecha, que yacía vacío…
—¿Por qué haces eso?—Ophis le cuestionó.
—Creí que no ibas a participar—Happy respondió.
—Y no lo voy a hacer—dijo Ophis—pero eso me es extraño ¿Por qué colocas eso ahí? ¿Es parte del rito?.
El objeto en cuestión se trataba del reloj dorado de Lucy, aquel que Natsu portaba como amuleto en lugar de su bufanda, la cual le había dejado a Lucy con la promesa de regresar.
—Para tener algo de Lucy aquí—respondió el jóven—aunque ella no esté aquí, de cierta forma la llevamos con nosotros gracias al reloj…
—De esa manera es como si ella nos protegiera desde la distancia—Happy complementó—Y la bufanda de Natsu la protege a ella.
—¿Jum?—Ophis levantó una ceja—encuentro ese sistema ineficiente e inequitativo. Una bufanda de escamas de dragón auténticas no es comparable a un simple reloj, por más de oro que sea. La única protegida es ella y tú solo tienes un trozo metal que te dice la hora… sin protección mágica ni nada… no entiendo…
—Funciona para mí—Natsu replicó.
—Si eso es verdad, ¿por qué te tocas siempre el cuello como si la buscaras?—Ophis preguntó.
—Es cierto… me siento un poco desnudo sin la bufanda. La he llevado desde que puedo recordar, je-je—Natsu admitió riendo.
—Ustedes, los humanos de este tiempo, este mundo que han creado es extraño en verdad. Muy diferente a los anteriores que he visto… Navidades no religiosas…
—¿Cómo era la navidad antes?—Happy preguntó.
—Primero era una fiesta religiosa para conmemorar el solsticio de invierno, en los países donde era invierno en esa fecha. Luego esa religión decayó y otra nueva religión mundial fijó su fiesta a esa fecha para opacar a la fiesta original. Luego volvió a pasar lo mismo una tercera vez y todo perdió su significado—dijo Ophis con desdén—decían que se trataba de caridad, generosidad y otras cosas cursis, pero en la práctica, sólo se centraban en los ritos religiosos y no cumplían el mensaje. No es que me importe, ya que creo que la caridad sólo es una excusa para que los débiles no tengan que seguir lo natural de la ley del más fuerte… —Ophis volvió a demostrar su desprecio por los pequeños—Sin embargo, la última vez que la ví, sólo se trataba de esperar recibir los mejores obsequios… Superficial, cosa que tampoco me molesta. Lo que me molesta es la hipocresía. ¡Si sólo te importan los regalos, entonces haz una fiesta sólo para eso y no digas que quieres hacer lo que tu crees que es el bien!…
Natsu como siempre no quiso saber nada de explicaciones complicadas y simplemente se limitó a decir lo que él sentía respecto de la fiesta:
—Mira, yo no sé si entiendo lo mismo que todos los demás acerca de la navidad—Natsu habló—pero yo he aprendido que se trata de compartir con las personas que son queridas para tí. Para estar con tus amigos que también son tu familia. Estar juntos y estar agradecido de tenerlos…
—Y mostrarles con obsequios lo mucho que los quieres—Happy completó—No tiene que ser el mejor obsequio del mundo. El objetivo es que la persona entienda lo mucho que lo aprecias o lo agradecido que estás con él.
«… Es algo muy útil para personas como Erza y Natsu, que no son buenos con las palabras… » Happy pensó.
—Bueno, al menos eso se oye más coherente…—Ophis replicó.
El mensaje caló en Ophis y se quedó masticando las palabras de Natsu y Happy. Por su parte, lo que Natsu y Happy masticaban era la humilde pero aún así deliciosa cena que habían preparado. La magia de la navidad y el gran compañerismo entre ellos hizo que el pájaro mal cocinado supiera a manjar y las bayas amargas a dulces y galletas.
«… Entonces, ¿Todo se trata de agradecimiento?… si es así, eso significa que estoy en desventaja… » pensó Ophis.
—¡Feliz Navidad, Happy!—Natsu lo abrazó.
—¡Feliz Navidad, Natsu! ¡Espero que sigamos juntos muchos años más!—El Exceed le correspondió el gesto.
Tras cenar, se suponía que era el momento de intercambiar presentes, pero dado que sólo había uno, Ophis supuso que dicho rito no se desarrollaría. Por eso fué una gran sorpresa cuando Natsu sacó uno extra de su mochila y se lo entregó a Ophis:
—¿Uh? ¿Qué es esto?—Ophis reaccionó sorprendida cuando Natsu le extendió el delgado y envuelto paquete.
—Es un presente. Para tí, de parte de nosotros dos…—le dijo Natsu con una sonrisa honesta.
—A mi ni me veas. Yo no estaba de acuerdo…—Happy se apresuró a contradecirlo.
Ophis entrecerró los ojos un momento y rechazó el regalo de inmediato.
—No lo quiero.
—¿Por qué no?
—Sé lo que intentas. No va a funcionar…—replicó Ophis con gran desconfianza.
—¿Qué es lo que estoy intentando?
—No vas a chantajearme con eso. Y aún si te funcionara, ¡apuesto que tu presente es tan pobre que no te debería ni medio día de trabajo!…—escupió Ophis con desdén.
—No te entiendo. Los regalos no son chantaje. ¿Por qué piensas eso?—Natsu le habló.
—Porque al hacerle un regalo a alguien, lo condicionas para que te deba algo a futuro o confíe en tí si es lo suficientemente tonto. Es la forma de manipulación más antigua que existe. ¡No lo harás conmigo!—dijo Ophis.
—Tienes unas ideas tan extrañas y retorcidas—Happy le respondió—No creo que ni la mitad de las personas regale cosas con motivos tan siniestros como esos…
—Yo lo hice contigo—Ophis miró a Natsu.
—¿Eh?...
—Cuando nos conocimos, y salvé tu vida. Con ello pagué lo que hiciste por mí al liberarme…
—Pero eso fue una buena acción. De hecho, fuiste bastante generosa al no solamente salvarme, sino que también resolviste nuestra búsqueda…
—No lo fué. Yo lo esperaba—Ophis admitió—Sabía que estarían en peligro al navegar en mar abierto. Fue una estupidez de su parte, pero salió mejor de lo que esperaba…—dijo en forma siniestra—Caíste al agua y así te quedaste solo conmigo y pude ofrecerte un regalo diferente…
—¡La llave de Acuario!
—Así es. Y funcionó de maravilla. Sabía que aceptarías el intercambio pero no estaba segura si serías lo bastante tonto para invocarme de vuelta...
La expresión de Natsu se cayó ante la triste revelación y en Happy se incrementaron la desconfianza y sospechas hacia Ophis.
«… Natsu, ¡¿Qué otra prueba necesitas de lo mala que ella es?!... »
—... No tienes que dar nada a cambio. Este sí es un regalo desinteresado de nosotros para tí...—a pesar de la decepción, Natsu insistía tontamente en seguir intentando ablandarla.
—Mentiroso—Ophis escupió—Quieres comprometerme para pedirme algo en el futuro, ¡Igual que yo hice contigo!...
«… ¡ja!, el ladrón cree que todos son de su condición… » se burló Happy en su cabeza.
—… ¡Cómo si no estuviera ya lo suficientemente endeudada contigo!—Ophis continuó. Sus palabras arrastraban una gran frustración—Yo, la gran Ophis, no puede evitar deberle su vida a un maldito mocoso como tú… grrrr...
Aquel berrinche confundió a ambos amigos:
—¿De qué hablas? ¿Acaso te refieres a cuando te rescatamos de Samael?. Eso ya no nos lo debes. Teníamos un acuerdo...—Happy le hizo notar—A cambio de salvarte tú nos prometiste que ya no matarías a nadie a partir de ese momento… ¿No te parece bien? Creo que fue una ganga para tí...
—¡Exactamente! Es un acuerdo demasiado ventajoso y ahora cada vez que los veo a la cara me siento como si les debiera algo. ¡Maldición!—Ophis renegó.
«… Oh, así que se trata de eso… »
—No es verdad—Natsu le sonrió con confianza—Eso para nosotros ya está pagado y no tienes de qué preocuparte…
—Mmm...—Ophis dudó y frunció el ceño. La niña dragón buscó cualquier rastro de mentira en las palabras de ambos, pero dado que no podía leer sentimientos, lo tenía muy difícil—... Bien…
Ophis cogió el obsequio con desconfianza ante la expectante mirada de Natsu. Al retirar el envoltorio descubrió un portaretratos…
—¿De dónde sacaste esto?—Ophis torció su cara de confusión.
Allí había un retrato enmarcado de los tres: Natsu, Ophis y Happy…
—En Jor—Natsu replicó—mientras tú investigabas y yo me aburría. No estaba planeado para esta ocasión, pero resultó perfecto como regalo…
Efectivamente, había momentos en los que Natsu dejaba la sala privada de la biblioteca y vagaba por los alrededores. Ophis reconoció las ropas que llevaba en esa ocasión. A pesar de notarse trazos muy básicos, se notaba el uso de magia para colorear y sus rostros eran lo bastante nítidos. Lo habría hecho alguien con un poco menos de talento de Reedus…
—¿De dónde sacaste el dinero para pagarle al que hizo esto?
—No lo pagué con dinero. Le hice un favor…—Natsu respondió—Happy dijo que lo mejor sería escoger algo "conservador" como recuerdo de nuestro viaje…
—¿No que no tenías nada que ver con esto?—Ophis miró a Happy.
—¡No era para esto!—el Exceed se justificó sonrojado—era para tener un recuerdo del viaje…
Ophis se quedó viendo unos momentos el cuadro. Parecía inusualmente interesada al verse representada junto a ellos dos…
«… Um, es algo insignificante, con poco valor. Él tenía razón, o al menos es coherente con lo que dice: No tiene que ser algo ostentoso… aunque no sé si esto sea una muestra de "agradecimiento"... » Ophis reflexionó.
—Supongo que podría conservarlo—dijo Ophis en voz baja. Natsu sonrió ligeramente—... y supongo que también quieres que te dé un regalo a cambio…
—No tienes qué. Ya te lo dije.
—Claro que lo tengo—Ophis replicó altiva—Mantengo mi posición: Sigo pensando que no quiero deberte NADA.
—En serio, no tienes que dar nada a cambio…
—¡Tú no me dices qué hacer!... grrr…—Ophis gruñó.
—Bien, bien… como digas, je-je—Natsu rió suavemente.
Ophis se agarró la barbilla en señal reflexiva mientras se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas. ¿Pensaba qué iba a dar a cambio?
Natsu ahora le dirigió una mirada triunfal a Happy que claramente decía "te lo dije". El Exceed se había opuesto a la idea de regalarle algo por el temor que la malhumorada niña dragón se enfureciera con ellos y les revocara el permiso de celebrar…
—Lo tengo…—Ophis se puso de pié a la vez que anunciaba.
—¿En serio?—Happy se sorprendió por la rapidez—A esta hora no hay tiendas abiertas…
—Silencio…—Ophis le lanzó una mirada severa—necesito concentrarme para hacer esto…
«… ¿Eh? ¿Qué es lo que piensa hacer?… » Happy dudó. Natsu se mantuvo a la expectativa.
Ophis se levantó el saco y luego la camisa, haciendo un dobladillo y dejando descubierto su vientre. Natsu y Happy intercambiaron miradas de confusión. Ella volvió a sorprenderlos al transformar su mano, la única que tenía, en una mano dragón. Las escamas oscuras y moradas reemplazaron su piel y garras afiladas y brillantes cual acero las uñas infantiles. Así mismo, un aura morada empezó a brillar en ella…
¡Con sus garras, Ophis se pellizcó a sí misma en el vientre!
¡Slash!
—¡¿Qué haces?!—Natsu exclamó.
Sus garras agarraron su piel y al hacer contacto, la piel de su vientre también se empezó a transformar en escamas, de un color mucho más oscuro que las de su mano, completamente negras y sin rastros de morado. Ophis empezó a pelar como si se tratase de un plátano… Los cueros se separaban dejando la capa más nueva y vulnerable de su piel expuesta. Prácticamente estaba forzando la propia muda de su piel de reptil… La expresión de la cara de Ophis empezó a temblar al aguantarse el dolor.
—¡Grrrr!—Ophis gruñía pero seguía tirando y arrancándose su propio pellejo.
«… ¡Ugh, que asco!. Parece una serpiente mudando de piel… » Happy contuvo la náusea.
Cuando Ophis hubo sacado una cantidad del largo de su antebrazo, pequeños destellos eléctricos empezaron a rodear a Ophis y extrañamente la afectaron, causándole ahora sí, notorio dolor y piernas temblorosas…
—¿Estás bien?—Natsu preguntó.
—grrr… Si. Es un efecto secundario de la maldición…—Ophis explicó pero Natsu no entendió a qué se refería—Ahora, quédate quieto ahí…
Ophis soltó la tira de piel y ahora extendió su mano cubierta de aura brillante hacia Natsu. ¡La tira de piel de dragón del vientre de Ophis se separó y se dirigió a Natsu!
✨¡Flush!✨
La piel desprendida flotaba en el aire y en un segundo envolvió los pies descalzos de Natsu, dividiéndose en cada pié y enroscándose cual serpiente negra y asustando al jóven…
—¡¿Qué me estás haciendo?!—Natsu levantó un pié.
—Quieto ahí. Valdrá la pena…—dijo Ophis fríamente.
Natsu se tranquilizó al no sentir más que un inofensivo cosquilleo. Happy también observaba sorprendido.
«… ¡Esa cosa está viva!… » Aquella magia desconcertó mucho al Exceed, no sólo por lo repugnante, sino también porque la pequeña tira que Ophis se arrancó, al separarse se había estirado mágicamente a varias veces su tamaño original hasta poder rodear con varias vueltas los pies de Natsu.
Finalmente Ophis empezó a recitar un conjuro oscuro en una lengua perdida. Decía los versos con una voz de sonido siseante, similar al que hace una serpiente…
Luego, las pieles empezaron a tomar forma a los pies de Natsu y para cuando se detuvieron, Natsu se encontró calzando unas negras botas de cuero…
—Estas son… ¡Acaso son!—Natsu no salía de la impresión.
—Si, así es—ya recuperada, Ophis abrió la boca. Aún más asombrados se quedaron al ver que la piel que Ophis arrancó de su vientre volvió a ser cubierta por escamas negras nuevas…
—¡Tú piel volvió a crecer!—Happy exclamó.
—Eso no es lo importante—Ophis replicó y ahora se dirigió a Natsu—Estas deberían bastarte para el resto de tus días…
—Estas botas, están hechas de tus escamas ¿Verdad?—dijo Natsu todavía asombrado.
—Correcto. Al igual que tu vieja bufanda. Pero a diferencia de las escamas de dragón convencionales, las mías no pierden su color al desprenderse de mi cuerpo, porque para empezar, no se supone que se desprendan…—Ophis explicó—Ya tienes experiencia con este tipo de prendas, así que ya debes saber que el hecho de que estén desprendidas de mi cuerpo no significa que ya no tengan efectos mágicos…
—Si… la bufanda de igneel también es un poco mágica—dijo Happy al recordar cómo la bufanda era inusualmente resistente al desgaste y cómo había protegido a Natsu de la magia negra de Ankhseram en el pasado.
—Estas son mucho mejores—Ophis dijo con vanidad—Ofrecen una protección superior y gran durabilidad. Debería ser más que suficiente para resistir los daños causados por la falta de control de tu fuego en las plantas de tus pies… como dije, deberían durarte el resto de tu vida…
—Eso lo veo… mmm…—Natsu empezó a dar pequeños saltos y a presionar sus pies contra el suelo, probando el ajuste.
—y… ¿cómo se sienten?—Happy preguntó curioso.
—¡Cómo si hubiera nacido para usarlas!... ¡Ja-hya!...—Natsu empezó a ensayar patadas en el aire para probar la comodidad. Luego encendió fuego a propósito en sus pies y dió un brinco para hacer una prueba más dura:...—¡Karyū no Kagitsume!
🔥¡Crash!🔥
Natsu estrelló su talón contra el suelo y una estela de fuego ardiente con él. El zapato no sufrió ni un rasguño…
—¡Excelente!—Natsu celebró—Creo que mi problema de zapatos acaba de solucionarse para siempre…—el jóven no dejaba de elogiar su nueva adquisición. No era para menos, pues eran inusualmente cómodas y al igual que la bufanda, permitían a su piel respirar y transpirar a través de ellas perfectamente.
—Muy bien. ¡A partir de ahora, no quiero más excusas de que no necesitas pausar la marcha por falta de zapatos como varias veces has hecho hasta ahora!…—Ophis anunció en tono de amenaza.
Pronto Ophis quiso recuperar su semblante autoritario y frío, pero no sirvió para que Natsu disminuyera su entusiasmo y agradecimiento con ella por el regalo recibido.
—Gracias por esto. ¡Significa mucho!—Natsu le dijo a Ophis con gran respeto.
—No fué gran cosa, igual que cortarme una uña—Ophis minimizó con un gesto de desdén—... Ni lo menciones… JAMÁS—Ophis frunció el ceño.
Si bien Natsu se dejó convencer y distraer con el obsequio, Happy si dudó de las intenciones que Ophis tendría para hacerlo. Claramente su regalo era muy superior al retrato de Natsu, por más que ella quisiera minimizarlo. Siguiendo sus propias reflexiones previas, ¿Ophis lo habría hecho para hacerlo sentir que ahora le debía algo? No tenía sentido hacerlo, porque de hecho, ella los tenía como suyos por el resto del año. Quizá en realidad lo hiciera para sanar su propio orgullo de dragón herido por haber sido salvada de Samael por Natsu…
Quedaba una tercera opción, que Happy daba por imposible… Que Ophis se hubiera contagiado de la festividad:
« … Definitivamente no, ¡Ella jamás tendría algo parecido al espíritu navideño!… »
…
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…
Magnolia, Nochebuena, año X792…
La nochebuena continuó en casa de la familia Strauss, con todo el espacio y comida de sobra que había prometido Mirajane a cambio de liberar la habitación de Lucy de dicha carga.
Cuando Mirajane ofreció la casa para la fiesta con tan poca anticipación, muchos dudaban que pudiese tener el lugar listo en tan poco tiempo. ¡No se podía creer la rapidez con que los hermanos Strauss se pusieron manos a la obra! palearon la nieve de la entrada y quedó listo en un minuto. Se apartaron todos los muebles como si se desechasen de la vida pública para siempre. El suelo se barrió y fregó. Se adornaron las lámparas y se amontonó combustible para la chimenea junto al hogar, y el almacén se convirtió en un salón de baile tan acogedor, caliente, seco y brillante como uno desearía ver en una noche de invierno.
A la fiesta llegó uno de los miembros del gremio que era violinista aficionado, con un libro de partituras y se encaramó al excelso pupitre convirtiéndolo en escenario, y al afinar sonaba como un dolor de estómago. Mirajane lo acompañó con su guitarra, sólida y consistente, toda sonrisas. Entraron todos los invitados, exceptuando aquellos con familias propias y aquellos que guardaban a Warren.
Entraron las señoritas con sus mejores galas, radiantes y adorables, Lucy destacando entre ellas. Entraron los magos varones jóvenes cuyos corazones quizá en el pasado ellas habían roto. Entró Laki Olietta, maga de madera junto a las residentes de Fairy Hills. Entró Evergreen, rápidamente dirigiéndose a los brazos de su querido Elfman. Todos entraron, uno tras otro. Algunos tímidamente, otros descaradamente; unos con gracia, otros desmañados; unos tirando, otros empujando. De una a otra forma, entraron todos. La cantidad de parejas todavía era baja como para organizar un verdadero baile de navidad, pero Makarov y los miembros más mayores del gremio ya presentían un próximo periodo de transición que diera lugar a la próxima generación, siendo Levy la primera en quedar encinta.
Bastante atrasado, llegó también Erik, el hombre conocido como Cobra. Kinana lo esperó ansiosa por media fiesta hasta que su novio venció la vergüenza y la incomodidad de mostrarse ante sus viejos enemigos. Para su sorpresa, lo recibieron con los brazos abiertos.
«… Ahora veo por qué Gajeel pudo enderezar tan pronto su camino. Con sujetos como estos, no es difícil sentirse como en casa… » entendió el hombre al fin mientras se dejaba consentir por su Kinana.
Durante la primera parte de la fiesta, Gajeel permitió a su esposa acercarse muy íntimamente a sus viejas amigas, formándose un trío de conversación inusual: Lucy, Lisanna y Levy.
La conversación se acabó dirigiendo, inesperadamente para Lucy, hacia tiempos mucho más simples, tiempos en los que ella aún no era miembro del gremio, a los lejanos tiempos de la niñez que Levy y Lisanna habían compartido con Natsu…
—¿Así que Natsu era tan travieso desde pequeño?—Lucy comentó.
—¿Tú qué creías? jajaja—se reía Levy.
—Cada navidad le regalaban un nuevo par de calzados, pero no llegaban ni a febrero—Lisanna comentó.
Fuera por el alcohol o por la nostalgia, o por la suma de ambos, Lucy Heartfilia empezó a sentirse especialmente afectada cuando Lisanna hablaba insistentemente de Natsu y del pasado que compartía con él…
"... Una vez, nos perdimos juntos en el bosque, yo tenía 12… "
"... Él siempre fué muy gracioso y ocurrente… "
"... Todos se quejaban de lo salvaje y desordenado que era, pero a mí no me molestaba… "
"... A él le encantaba lo que yo le cocinaba… "
"... Quise proponerle que fuéramos equipo, pero Mira-nee se opuso… Ella creía que él no era lo bastante responsable para cuidarme… "
Levy se percató de ello y quiso pensar que Lisanna no lo hacía con mala intención. Intentó cambiar el tema de conversación varias veces pero Lisanna insistía en volver al pasado. Al igual que Lucy, ella también ya estaba un poco afectada por la bebida, delatada por sus mejillas coloradas. Sólo Levy se mantenía obligadamente sobria por el embarazo…
Así pues, Lucy tuvo que aguantarse escuchar todo lo "maravillosa" que era la vida antes que ella apareciera. Escuchar aquello la hacía sentir como la "equivocada", pues precisamente todos esos defectos que habían hecho que ella se decepcionara de Natsu, Lisanna declaraba en voz alta estar dispuesta a aguantarlos y consentirlos. Desde siempre le había criticado a Natsu sus defectos de forma abierta, y aunque fuera con buenas intenciones, sin darse cuenta, Lucy estaba provocando inseguridades al antes confiado muchacho.
Lo peor de todo era que cuando Natsu asumió una actitud complaciente con ella durante la búsqueda de Acuario y durante los días previos a su viaje a Joya, no hizo más que irritarla de manera incomprensible. Irónicamente, al querer hacer precisamente lo que ella quería, Natsu acababa dándole un vergonzoso y visceral sentimiento de aversión.
«… ¡Ni yo misma me entiendo!... » renegó Lucy para sus adentros.
—Lucy, ¿Te sientes bien?... estás pálida…—Lisanna preguntó.
—Si… estoy bien…—dijo Lucy en un patético intento de subir de nuevo su cara. Tenía una expresión demacrada y de profunda derrota.
«… Entonces… ¿Natsu no tiene nada de malo y yo soy la del problema?… »
—¿Te sientes un poco decepcionada de que tu "amigo secreto" olvidara poner tu regalo bajo el árbol?—Lisanna preguntó en forma misteriosa y con un gesto sospechoso.
Ciertamente fue un pequeño golpe a su ánimo el saber que aquel que se suponía su "amigo secreto" había olvidado su obsequio. En un grupo tan numeroso, era difícil identificar a la persona. Sin embargo, Lucy aprovechó la situación para callarle la boca a Lisanna y que ésta dejara de hablar de Natsu y Happy, ya que la menor de los Strauss no parecía darse cuenta que la estaba poniendo mal con su insistencia en el tema:
—No, lo del regalo es lo de menos. Creo que sólo estoy un poco nostálgica…—Lucy musitó con educación.
—Oh, disculpa. No me dí cuenta que te molestaba que Natsu y Happy prefirieran hacer este viaje de entrenamiento y no regresar para las fiestas de fin de año… a mi también me entristece…—Lisanna se disculpó. Se hizo a la desentendida pues no podía confesar que también sabía el verdadero destino de sus mejores amigos.
A pesar de que Lucy tuvo éxito en cambiar el tema de conversación para el resto de la noche, el daño ya estaba hecho: Una profunda sensación de amargura respecto a su relación con Natsu se mantuvo en sus pensamientos por largo tiempo…
«… ¿Cómo no me dí cuenta antes? Natsu y yo somos demasiado diferentes. Fui una tonta al querer cambiarlo a mi gusto… ¡No soy adecuada para él!… » Lucy se deprimió. Aún más por sentir que no merecía llevar la preciada bufanda de Natsu en su cuello.
Lucy no era la única en pasar un mal rato, pues cierta pelirroja también acabó perdiendo su entusiasmo navideño.
Tras estar encima de Wendy por casi media fiesta, Erza se quedó sola en la improvisada barra, ya vaciando su tercera botella de cerveza y no conseguía el resultado deseado. Estaba mareada, si, pero no se sentía ni alegre ni valiente. A donde quiera que miraba a su alrededor, sólo veía parejas acarameladas haciendo de las suyas: Elfman con Evergreen, Kinana con Erik, y finalmente Gajeel separó a Levy de Lucy y Lisanna para tenerla a solas.
Su amargura aumentaba porque el ver esas imágenes de parejas felices le recordaba a cierto bribón que le lastimaba el corazón desde hacía mucho. Pensó que las fiestas de fin de año le ayudarían a alejar sus pensamientos de Jellal mejor de lo que lo estaba haciendo el exceso de trabajo, pero se descubrió amargamente equivocada. Fuera por lo poco que últimamente pasaba en el gremio que casi nadie se le acercaba para conversar o algo. Cana no era una opción, ya que con lo ebria que estaba a esas alturas, cualquier esperanza de tener con ella una conversación interesante, o mínimamente un rato agradable era una quimera. Erza todavía no estaba tan desesperada para llegar a eso. Todavía…
—Mrrr… grrrr… ¡Oigan, dejen de estar tan románticos!—Protestó Erza entre gruñidos—¡Para acabar con esto, jugaremos el "juego del maestro del gremio"!...
Erza amenazó en voz alta pero todo en balde. Nadie le hizo el menor caso o no escucharon, y los que sí la escucharon prefirieron hacerse a los locos, pues habían oído de parte de Lucy y Gray las terribles historias de las cosas que Erza les hacía a sus amigos en esos juegos…
«… ¡Dios mío, ¿por qué nadie me contesta?!… »
Volvió a llevarse la bebida a la boca pero se frustró al notar que la botella ya estaba vacía…
—¡Dame otra!—Erza gruñó a Lisanna, que estaba descargando más bebida detrás de la barra.
—Erza, vas a ponerte burra demasiado pronto si sigues bebiendo así…
—No me digas qué hacer…
Pronto las nueve de la noche dieron paso a las diez y luego a las once. Los magos menos bulliciosos y aquellos que tenían familias propias, como Bisca y Alzack, optaron por retirarse. Mirajane y Lisanna tomaban posiciones a ambos lados de la puerta y fueron dando la mano a todos, uno por uno, a medida que salían, y al mismo tiempo les desearon Felices Navidades.
El ambiente fué decayendo al quedarse sólo los más jóvenes y con energías para seguir celebrando.
—beban-beban… ¡Hic!—Cana, ya completamente ebria, promovía el descontrol—¿Qué ocurre, Levy? ¡Hic!... no te he visto tomar nada más que asiento…—Se acercó peligrosamente a Levy pero antes que Cana siquiera pudiera acercar la botella a sus labios, Gajeel se puso entre ambas
—¡Ella no volverá a probar una gota de alcohol en su estado actual!—bramó el dragón-slayer de hierro.
El pequeño escándalo llamó la atención y Levy se colocó detrás de su marido, un poco sonrojada pero su media sonrisita delató que aquella actitud protectora no le molestó.
—Aguafiestas…—Cana hizo un puchero mientras apartaba la vista.
Aquello fué la señal de partida para los recién casados y tras agradecer a Mirajane su hospitalidad, Levy se despidió de Lucy, no sin antes proponerle acompañarla a su casa…
—¿Estás segura que vas a quedarte, Lu-chan?—Levy casi le suplicó—No creo que sea una gran idea…—dijo al mirar quienes restaban: Cana, Mirajane, Wendy, Lisanna y Erza, con un aura de amargura y ganas de desahogarse que daban miedo—Es más, creo que también deberíamos llevarnos a Wendy…
—Estaré bien. No he bebido tanto, y estamos en casa de Mira-san… creo estaremos seguras. Además, somos todas chicas. ¿Qué podría malir sal?... ¡Quiero decir, salir mal!... ups…
Levy entrecerró los ojos al ver a Lucy entorpecer su hablar.
—Sólo cuida bien a Wendy, ¿Quieres?...
—¡Por supuesto!—Lucy asintió intentando parecer sobria.
Ni bien se quedaron sólo las seis (contando a Charle), Erza quiso imponerse. Sacó el vaso con los palillos preparados y con la cara más diabólica que pudo gesticular, anunció sus intenciones:
—¡Ahora no hay escapatoria! ¡Jugaremos el "juego del maestro del gremio"!... je-je-je…—Erza rió—Y si la última vez te parecí dura, Lucy, ¡Este año descenderemos a un nuevo nivel!—Erza amenazó a la rubia.
—¡Glubs!—Lucy tragó nerviosamente mientras Wendy se refugiaba tras ella. Instintivamente Wendy buscó protección en la que parecía la más racional y sobria.
[¿Qué ocurre, pequeña Wendy?]—Irene Belserion le habló en su cabeza—[Creí que te sentías más cómoda con mi hija…]
«… ¡Sí, pero esta no es la Erza-san que yo conozco y admiro!… » Wendy reconoció que le temía mucho a Erza en ese estado.
Justo cuando Erza empezó a acercar sus manos inquietas al busto indefenso de Lucy, una mano la cogió con fuerza de la muñeca:
—¿Y quién dice… ¡Hic!... que tú vas a decidir lo que se hará? ¡Hic!...—entre hipos de ebriedad, Cana desafió a Erza abiertamente.
—¡Jugaremos el "juego del maestro" y las avergonzaré como no se imaginan!—Erza bramó en forma autoritaria, señalando a Lucy y Lisanna.
—¡Por supuesto que no! ¡Hic!...—Cana replicó con igual fuerza.
«… ¡Bien dicho, Cana!… » Lucy se adelantó al creer que Cana las estaba defendiendo.
—... Beberemos hasta caer, ¡Y la primera en caer, la echaremos desnuda a la calle! ¡Hic!...—Cana reveló su verdadera intención.
«… ¡Dios mío!… » Lucy se aterró al oír que la idea de Cana era aún peor.
Lucy buscó en Lisanna algo de apoyo y vió como la joven también se paralizó ante las amenazas con el rostro colorado y llevándose las manos a la boca.
Erza y Cana se chocaron de frente y antes que pudieran agredirse, Mirajane intervino en forma diplomática:
—Ara-ara, no tienen porqué pelear, chicas. ¡Podemos hacer ambas cosas: "Juegos de beber"!... ya veremos luego qué haremos con la primera en caer, je-je…
Wendy, Lisanna y Lucy se pusieron aún más nerviosas al ver que Mirajane también parecía unirse al juego. A pesar de su rostro dulce de ojos cerrados, el aura de Mirajane era atemorizante, ¡La demonio Mira con ganas de festejar!
—Mi-mira-nee—Lisanna tartamudeó—¿No sería mejor ser prudentes?... ¿Dónde está Elf-nichan?
—Fue a dejar a Evergreen a su casa… no creo que vuelva hasta que sea de mañana… así que tenemos toda la noche para nosotras, je-je-je…
«… ¡Glubs!… »
Y así, el mal presentido "After-party" se desarrolló de la manera esperada: Cana se lanzó directo a Lucy para hacerla beber…
—¡Vamos! ¡Toma! ¡Hic!... ¡Esta es la juventud!—le dijo Cana, rodéandole el cuello con un brazo mientras con el otro le llenaba el vaso con licor puro.
—Desde la vestimenta te ves bastante animada…—comentó Lucy con ironía al ver el bikini de temática navideña que apenas cubría el torso de Cana.
—¡Y tú bastante aburrida! ¡Hic!—Cana insistió—¡Abre la boca de una vez!...
—N-no creo que sea buena idea, podría manchar mi ropa si me pongo mal…—Lucy quiso evadirse.
—¿Por qué no te sueltas un poco? ¡No te has quitado esa cosa desde hace días!—señaló la bufanda de Natsu en su cuello—¡Yo te ayudo!
—De-déjame, Cana… ugh…
La mujer borracha la forzó con su fuerza superior, sujetándole la muñeca y desenrollando la bufanda de su cuello.
—¡Atrapa esto, Lisanna!—dijo Cana mientras se la arrojaba—No querrás que esa preciada prenda se manche con licor o vino, ¿Verdad?—Ahora le dijo a Lucy en un tono claramente manipulador.
Lucy comprendió que no tenía muchas opciones de resistirse y optó por ceder, eso sí, sin dejar de intentar retrasar los avances de Cana lo mejor posible…
—¡Por favor, Lisanna, guárdala bien!—le dijo Lucy, mientras Cana la seguía forzando y envolviendo entre sus ebrias garras.
—¡Mhj!—Lisanna asintió con firmeza y haciéndole un gesto de confianza a Lucy.
Lisanna tuvo el cuidado de colocarla en un perchero cercano a la puerta. Por supuesto que la guardaría con celo, pues sabía lo que significaba para Natsu. Es más, se sentía muy envidiosa de que su mejor amigo se la hubiera confiado a Lucy en lugar de a ella…
Así como Cana se enfocó en molestar a Lucy, Erza se "encargó" de Lisanna con un brazo, y con el otro guarneció a Wendy. Erza todavía estaba lo suficientemente consciente como para evitar que Wendy bebiera, al menos por ahora. Charle no tuvo tanta suerte, pues debido a su pequeño cuerpo de Exceed, unos pocos tragos fueron suficientes para tirarla al suelo, ya sea porque no tuvo el cuidado de mantener su forma humana o porque ya había bebido un poco durante la primera parte de la fiesta. Wendy se quedó sin su defensora….
—¡Apuesto que tú toleras mejor el alcohol que Lucy!—Erza dijo a Lisanna—¡Estamos de celebración! ¡Bebe-bebe! ¡Hic!...—Erza ya soltaba sus primeros hipos de borracha.
«… Erza-san, ¡Me asustas!… ¡Irene-san, ¿Por qué estás tan callada?!… » Wendy pensó temerosa, intentando pasar lo más desapercibida posible.
—Mira-nee…—Lisanna quiso buscar protección en su hermana mayor, pero vió con terror que ella también se unía al brindis.
—Ara-ara, ¿No vas a enseñarle a Erza lo ruda que es nuestra familia, Liss?
«… Uh-oh… »
Las cosas ya pintaban mal y según Cana, apenas era el calentamiento antes de jugar. Tras media hora, la mejor bebedora de Fairy Tail se acercó a Erza con una tambaleante Lucy detrás de ella. Cana había tenido éxito al ya estar a medio camino de embriagar y doblegar a Lucy, por lo que decidió que ya era momento de empezar "los juegos".
—¡Muy bien!—Cana exclamó—¡Hora de jugar y beber!—Erza sacó una baraja de cartas y unos dados.
—¡Si... jugar! ¡Divertido!—Lucy ya se tambaleaba y soltaba sus primeras incoherencias.
—¡Y no creas que por estar tan calladita te vas a librar de esto, pequeña Wendy! ¡Hic!—Cana la señaló con tono pícaro.
—¡Alejate de ella, alcohólica desvergonzada! ¡Mujer vulgar!—Erza insultó a Cana. Quizá no era el mejor argumento estando ella en estado similar—¿No ves que es una niña pequeña? ¡Hic!.
Mirajane sólo observaba mientras se reía al ver que Erza estaba sentada con las piernas abiertas y enseñando la ropa interior sin darse cuenta por su vestido navideño que no dejaba mucho a la imaginación. Hubiera querido tomarle una fotografía para su posterior humillación.
—¿De qué hablas? ¡No te hagas a la digna ahora, marimacho!—Cana respondió el insulto de Erza—¡Hipócrita! ¿Crees que no me enteré lo que ya le hicieron a Wendy cuando fueron a las aguas termales y durante la navidad pasada? ¡La embriagaron hasta que se desmayó! ¿Qué diferencia hace ahora, que incluso es más mayor que esas veces?
—Cana-san, ¡por favor no lo digas en voz alta!—Wendy chilló muy avergonzada y con las mejillas coloradas.
—¡Hoy no le voy a fallar!—Erza bramó—Más aún porque esta será la última vez que pueda protegerla como a una niña… ¡sniff-sniff!—Erza inexplicablemente empezó a lagrimear y sollozar.
«… ¡Erza-san, por favor no se los digas!… Irene-san ¿Dónde estás?… » Wendy rezó mientras llamaba a la madre de Erza que no le decía nada desde hacía rato.
—¿Eerh?—Lucy dudó balbuceante—¿De qué hablas Erza? ¿Acaso me perdí de alg… de algo… ¡Hic!—Lucy soltó también su primer hipo de borracha.
—Si, Erza. Dinos…—Cana sonrió con curiosidad.
—Ara-ara, Erza ¿Tienes un secreto de Wendy?—Mirajane se unió mientras traía del cuello a Lisanna, quien al igual que Lucy con Cana al inicio, intentaba soltarse de su agarre y alejar sus labios de la botella que Mriajane quería encajarle.
«… ¡Ungh!, ¡Mira-nee, déjame en paz!… »
—¡Wendy cumple quince el próximo año! ¡Buahh!—Erza lloró graciosamente mientras abrazaba a Wendy.
Todas levantaron las cejas de impresión.
—¡¿De verdad?!—Cana dijo impresionada y mareada—Siempre creía que nunca crecías… ¡No tenía idea de tu verdadera edad, Wendy!
—Ara-ara, que interesante—Mirajane comentó sin soltar a Lisanna—¿Cómo lo saben, Erza? Sabíamos que ellos en realidad vienen de hace cuatrocientos años, por lo que es difícil de calcular con exactitud…
—Vamos Wendy, dinos… ¡porfis! ¡Hic!—Cana fingió inocencia.
—Eee-este, yo, ah…—Wendy tartamudeó—... Yo recibí una carta de Anna-sensei… llevó escribiéndome correspondencia con ella por meses, y por lo que he visto en mis sueños de la luna morada, ambas pudimos recordar mi fecha de nacimiento… ajam… mi cumpleaños es el 27 de febrero…
Wendy se mostró tímidamente feliz al decírselo a sus amigas, sin importar el penoso estado etílico que tenían en ese momento. Era un gran paso simbólico para ella el poder recordar esa fecha, pues era el primer paso para reconciliarse con su pasado y poder mirar al futuro que ahora era su hogar.
Incluso Mirajane se impresionó y dejó en paz a su hermana, quien también no salía de su asombro.
«… ¡Wow!, Wendy, siempre te vimos tan inocente que nunca nos pusimos a pensar que tan mayor eras en realidad… » reflexionó Lisanna.
—¡Faltan apenas tres meses! ¡Hic!—Lucy ahora chilló sonrojada.
—¡Eso significa que ya casi eres toda una mujer!... ¡Awww, que ternura!—Cana ronroneó—¡Y por eso con más razón, ahora vas a acompañarnos!
—No lo sé…—Erza quiso pensarlo. La cara de alcohólica que ahora tenía no ayudaba a eso.
Wendy empezó a temblar porque ya sabía lo que le esperaba. ¡Igual que en las aguas termales y en la navidad pasada!
—Oh, por favor… si querías protegerla no la hubieras dejado beber con trece años en las aguas termales y con catorce la navidad pasada… ¡En realidad ella es mucho mayor que nosotras! ¡Hic!—Cana seguía insistiendo—¡Cuatrocientos años mayor para ser exacta!
—¡¿Esho es shierto?!—Lucy se escandalizó sin motivo—¡Esh verdhad! ¡Dishcúlpeme shi le he faltado al reshpeto en el pasado, Wendy-sama! ¡Hic-hic!—Lucy se postró al suelo para venerarla cómicamente.
—¡¿Lucy-san, tú también?!—Wendy volvió a asustarse cuando la voz de Lucy se hizo notoriamente torpe, nasal y siseante. Su resistencia al alcohol era tan patética que era la más ebria (sin contar a Charle) siendo la que menos había bebido…
—¡Sniff-sniff! ¡Wendy-samaaa!—Erza imitó el gesto de Lucy.
Cana ya estaba por llenar su vaso con alcohol puro pero Mirajane se le adelantó con una mezcla mucho más amigable:
—Mejor te damos algo suave. ¿Te parece, Wendy?—Mirajane le sonrió con confianza mientras le ofrecía un vaso muy diluido con soda que le preparó Lisanna. A pesar de la embriaguez de Mirajane, las anfitrionas y dueñas de casa eran lo suficientemente responsables para no fulminar a la joven dragon-slayer con una bebida demasiado fuerte.
Wendy dudó un momento pero luego se puso seria. Las anteriores dos ocasiones también había cedido de la misma manera: La promesa de sentirse "mayor y más madura".
—De acuerdo…—Wendy sostuvo el vaso con ambas manos.
—¡Genial!—celebró Cana—¡A jugar-a jugar!
El primer juego inició y Cana extendió las cartas en la mesa. Dejó que todas vieran los números un momento y luego las volcó boca abajo. Un juego de memoria. Quien se equivocaba, debía beber. Ya estando ebrias, le sería difícil acertar y con lo nerviosa que estaba, Wendy también era propensa a fallar.
Para la ocasión, Cana preparó una mezcla mortal a la que se refirió macabramente como "lamatariñones". Wendy fué la única que se libró de esto, pues sólo se le dejaron tomar de su vaso, del cuál daba sorbitos cada vez que se equivocaba…
—¡JA! ¡Te equivocaste, ahora toma!—Cana se burlaba de cada error cometido.
Lucy fué la primera víctima y las demás, que ya conocían esta preparación, miraron con expectación. La rubia no quería sentirse "menos Fairy Tail" que ellas y sin ninguna experiencia previa tuvo que vaciar la burbujeante mezcla en su garganta. Se sintió tan corrosiva que la chica creyó que su esófago se derretía en tiempo real…
—... ¡Uuugh!... Mhe dueleen lash entrañas… ¡Hiaa-hiaa!...—¡Lucy hizo un ruido muy parecido al rebuzno de un asno y se desplomó de espaldas contra el suelo!
La rubia tenía los ojos volcados hacia atrás y echaba espuma por la boca.
—¡Lucy, ¿estás bien?!—Lisanna fue la única que se agachó a verla. Wendy se quedó paralizada de miedo al ver esa reacción. Erza y las demás levantaron una ceja, les pareció muy extraño verla caer con un solo trago…
«… ¡Ay Cana, te excediste esta vez!. A diferencia de nosotras que llevamos años aguantándote, es la primera vez que Lucy prueba esa porquería venenosa que preparas… » Lisanna protestó de pensamiento mientras le limpiaba la boca y acomodaba a Lucy en el sofá para que pudiera dormir tranquila.
—¡Oh, sí, recuerdo mi primera vez! ¡Supéralo, Lucy, jajaja!—Erza rió con un aire de superioridad.
Con Lucy fuera de combate, Cana continuó su juego. Se respiraba un aire de competitividad muy al estilo Fairy Tail que incluso Wendy honró.
—¡Merry Christmas!...
…
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…
El juego de Cana fué mucho más breve de lo esperado y un par de tragos de aquella mortal mezcla fueron más que suficientes para hincar al suelo al resto de las participantes, más no desmayarlas. Haciendo gala de una resistencia superior, Mirajane y Erza se mantuvieron conscientes, ante la sorpresa de Cana, que temía perder su título como la mejor bebedora del gremio…
La famosa suerte de Lucy pareció trasladarse a Lisanna, quien tuvo tal fortuna que no se equivocó y no tuvo que beber el mejunje venenoso de Cana ni una sola vez, constituyéndose ganadora del juego, no por habilidad sino por suerte.
—¿Qué están haciendo? ¡Traigan más bebida!—Erza gritó—¡Más bebida!
Mirajane también estaba sentada junto a Erza, con el vestido subido hasta la cintura y el trasero contra el suelo.
—... justo cómo en los viejos tiempos, ¡Hic! ¿Verdad, Erza?...—dijo Mira, mucho menos ebria.
—¡Cállate y trae más bebida! ¡Mala anfitriona!
Lucy seguía durmiendo de vientre contra el sofá. Charle también dormía en una almohada cercana… Muy mareada, Wendy se arrastraba por el suelo como un pequeño gusanito mientras intentaba buscar su zapato perdido.
«… No es justo ¡Se supone que yo gané!… »
A pesar de ser la "ganadora" y al ser la única sobria, Lisanna se vió obligada a despachar a las últimas invitadas y velar porque llegaran a salvo a casa. No pudo convencer a Cana ni a Erza de quedarse a dormir por su seguridad…
—Espera-espera, Cana, ¡No puedes salir así!—La menor de los Strauss la detuvo—¡Tu pantalón está desabrochado y se te ve un seno!.
Lisanna le subió el cierre del pantalón y le acomodó el top para luego prestarle un abrigo para cubrir su torso.
—... Grashas por thu hospitalidad, mhe la pashé de maravillaa—Cana agradeció mientras se tambaleaba y se sostenía de la puerta—¡Y Lushy fue la primera en caer! ¡Debesh esharla deshnuda a la ca… a la casheee!—la mujer balbuceó con dificultad.
—Si-si, Cana, lo que digas—respondió Lisanna siguiéndole el juego—Sé que tienes mucha experiencia con esto pero, ¡Por favor cuídate!
Tras deshacerse de Cana, ahora quiso proceder con Erza, con una dificultad mayor…
—¡Por favor, Erza! ¡Coopera conmigo!—suplicó Lisanna.
—¡NHO! ¡Trae másh bebida o no me voy!... ¡Hic-hic!
—¡Bien, entonces quédate a dormir!
—¡No, porque… porque… ¿em?—Erza no podía ni hablar—¡Traigan mash bebida!...
Erza se revolcaba y sacudía mientras Lisanna intentaba arrastrarla, ya sea a la habitación o a la puerta. Erza no se movía ni un centímetro. Con una fuerza bruta igual a la de Natsu, Erza era imposible de controlar para alguien como Lisanna por sí sola…
—¡Mira-nee, ayúdame por favor!
—Ahí voy… ¡Hic!
Mirajane se puso de pié, pero al dar el primer paso se tropezó y se torció el tobillo horriblemente, al caer con todo su peso con la articulación mal doblada…
¡Plaf!...
—¡Mira-nee!
—Eshtoy bien, eshtoy bien… —perdido todo el recato, Mirajane se volvió a sentar sobre su trasero y una a una se quitó sus sandalias de plataforma con torpeza, para luego intentar pararse de nuevo—estoy… ugh… ¡Blug!—Mirajane contuvo una arcada con las manos mientras se arrodillaba—creo que no puedo ayudarte ahora… lo siento…—Mirajane se disculpó mientras le daba la espalda y empezaba a gatear a uno de los dos baños de la casa.
«… Uy, eso le va a doler mañana… » pensó Lisanna al ver su lesión de tobillo.
—¡JELLAAAAL!—Erza gritó en brazos de Lisanna—¡Vuelve aquí y hazte responsable!... ¡Jellaaaal!
—¡Quédate quieta!—Lisanna se enojó porque Erza la empezaba a lastimar con su gran fuerza.
—¡Suéltame, déjame… tengo que ir!...—Erza berreó como un infante.
—¡Olvídalo!
—¡Dejaste que la alcohólica vulgar se fuera!... ¡No es justo!
—¡Para Cana, estos son gajes del oficio, es peligroso que tú salgas en ese estado!—Lisanna intentó razonar con ella.
—¡Tengo que ir! ¡TENGO QUE IR!... buaaah—Erza empezó a llorar.
—¡¿De qué rayos hablas?!
—¡Jellal! ¡Debo ir a buscarlo!.. sob-sob…
«… Oh, así que de eso se trata… » Lisanna entendió al fin.
Mientras Lisanna seguía batallando con Erza, giró la vista para encontrarse con una visión extraña: Wendy pasó súbitamente de estar gateando mareada en el suelo a ponerse de pié y dirigirse al pasillo con la rigidez de un robot…
La pequeña entró al otro baño con un paso más firme de lo esperado. Al mirar su reflejo, ¡Una sonrisa malvada delató que no se trataba de Wendy sino de Irene Belserion!
Aprovechando el estado de embriaguez de la joven, la bruja dragón se apoderó de su cuerpo en el momento en el que Wendy se durmió la borrachera…
—Mmm, en verdad que tienes un lindo cutis...—comentó Irene mientras daba pellizcos a su piel.
La bruja no perdió la ocasión para interactuar con el mundo material por medio del cuerpo de Wendy. Era casi un año desde que ya no tenía cuerpo propio…
—... Que simpáticos limones, je-je...—dijo Irene mientras se amasaba el busto con los dedos, quizá demasiado fuerte, pues se arañó un pezón sin querer...—¡Kyaa!... —Irene soltó un chillido, que inmediatamente tapó llevándose las manos a la boca.
«… wow, creo que tú cuerpo está un poco sensible. Debe ser el alcohol que corre por tus venas… ¡si no tengo cuidado, me va afectar también, ya que tengo el control ahora!… » Reflexionó la bruja.
—... Y por otro lado, ¿Qué pasa con esta voz tan tierna y chillosa?… je-je… A ver… uno, dos, tres, ¿probando?… ¡Kyaaa!, ¡Hai!... Awww… ¡Monísima!—Irene prosiguió a jugar con la voz de Wendy haciendo toda clase de sonidos, la cual no le dejaba de encantar.
«… Según tus recuerdos, la Wendy de Edolas se supone es lo opuesto a ti. Siendo así, siento decirte, pequeña Wendy, que probablemente no vayas a crecer más… » Reflexionó Irene.
¡Slap!
—... Pero, debo decir a tu favor que tienes mucho potencial aquí abajo…—concluyó la bruja tras azotar el trasero de Wendy.
Irene se dió cuenta que ahora tenía el cuerpo de Wendy a disposición, aunque sea por unas horas, hasta que la joven despertara con resaca. Unas pocas horas en las que podía volver a vivir como humana por primera vez en mucho tiempo. Sabores que nuevamente podría probar, y la emocionante sensación de vulnerabilidad…
« … ¡Esto será divertido!… »
"Wendy", se incorporó nuevamente a la sala, donde Lisanna seguía peleando con Erza…
—Voy a irme, Lisanna-san…—Irene imitó lo mejor que pudo la forma de hablar de Wendy—¿Te puedo encargar a la gata… ¡Quiero decir a Sharuru!?
—¡¿Wendy?!—Lisanna se asustó—¿Estás bien? ¡Hace un momento no te podías ni parar!...
La menor de los Strauss no podía creer la milagrosa recuperación de Wendy. Incluso la pequeña se veía recién peinada y arreglada.
—Es que de verdad hay algo que quiero hacer esta noche… ¡Voy a estar bien!
—Supongo…—respondió Lisanna algo dudosa.
Antes que "Wendy" saliera por la puerta, Erza empezó a hacer escándalo de nuevo:
—¡WENDYYY!—Erza chilló—¡Ayúdame! ¡Esha no enthiendeee…!... ¡JELLAL-L-L!. Tengo frío…
El verla en un estado tan patético y lastimero, hizo nacer algo en la bruja dragón. Aquel sentimiento reprimido que en el pasado le obligó a salvarla de ella misma…
"Wendy" se acercó a la pelirroja con una luz brillante y verduzca en su mano. Las dos mujeres mayores se asustaron, en especial Erza, que se comportó igual que un perro acorralado, erizandose por completo y haciéndose pelota en el suelo. Irene abrazó a su hija y ante la atónita mirada de Lisanna, empezó a tararear una canción de cuna en un lenguaje que Lisanna no pudo entender...
Tara-rara…
Ya bebé, duérmete,
con amor te arrullare…
Tiempo tiempo corre más
lento por el cielo vas
¡duerme ya!, cascabel
eres dulce, como miel…
Al crecer tu jugaras,
nuestro amor siempre tendrás.
ya duerme y pronto soñaras… ah…
En todo momento, Wendy usó la magia en su palma mientras sostenía con ella la cabeza de Erza, como si quisiera hurgar en su cerebro. Debió ser así, pues ella también empezó a tararear el último verso de la canción, esta vez en el idioma común:
—… Ya bebé duérmete
yo también, te arrullaré…
tu no quieres que ...
Sin papá y mamá yo esté…
Erza se quedó en un estado de aturdimiento y enajenación, aunque no completamente dormida pero mucho más fácil de manejar…
—¡Wow, Wendy!—Lisanna la elogió—eso fue increíble…
« … En verdad que a ratos pareces demasiado madura para tu edad… » reflexionó Lisanna sin imaginar que en realidad se trataba de Irene.
—¿Quieres que te ayude a llevarla de vuelta a su casa, Lisanna-san?—a Irene le enfermaba ese modo tan formal y tímido que tenía Wendy para expresarse, pero de momento no tenía más que seguir el juego.
—¡Por favor!...—suplicó Lisanna—Espera, ¿Segura que estás bien?
—Si, lo estoy…
Lisanna aceptó la propuesta y antes de irse fue a echar un ojo a su hermana, que ya llevaba un buen rato en el baño…
—Mira-nee, ¿Todo bien?
—¡Hic!... Si…—respondió la hermana mayor, todavía algo aturdida y recargada en la puerta de la habitación. Mirajane luego se lanzó a Lisanna y la cogió del cuello.
—¡Ugh!, Mira-nee, ¡Me asfixias!
—Lo shiento, me puse muy nerviosa, ¡Es porque te quielo mushoo! ¡Hic!—Mira respondió mareada mientras la seguía abrazando torpemente—es por eso que me pone triste que sigas enojada con Lucy…
—¡¿De qué rayos hablas?!—Lisanna se irritó.
—Vamos, hermanita, yo te quiero mucho y sabes que puedes contarme todo… ¿Tú eras la amiga secreta de Lucy que olvidó su regalo de navidad, cierto? ¡Hic!
—¡Osh!, Mira-nee, ¿Podemos hablar de eso después?—protestó Lisanna mientras se libraba del agarre de su hermana mayor. Sintiéndose muy ofendida por la pregunta, regresó con Erza y Wendy.
No era la única frustrada. Irene también renegaba de su debilidad con su propia hija, por la cual estaba renunciando a sus pocas horas de libertad.
« … ¡Maldición, Erza! espero que esto valga la pena y dejes de llorar por ese imbécil… »
…
—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
…
…
—¡Hic!... ¿eh? ¿Dónde estoy?...
¡Plaf!
Lucy rodó por el sofá de Mirajane y acabó de panza contra el suelo. No sintió el dolor del golpe, dado lo ebria que estaba…
—¿Uh?... ¡Hic!...—la rubia tenía las mejillas sonrojadas, una sonrisa boba y la falda desordenada, muy arriba en sus piernas—¡Qué divertida fiesta!... ¡Hic!... ¿Dónde están todos?...
Se encontró completamente sola en la habitación sin poder contener el hipo. Quiso mirar al reloj pero su vista le falló, el mareo le hacía ver borroso y cuádruple, y por más que la chica insistía en frotarse los ojos, no podía enfocar nada.
—... Todos se fueron… ¡Hic!... me abandonaron… ¿Por qué todos me abandonan?... sniff-sniff… ¡buaaaah!—Lucy empezó a sollozar.
El alcohol hizo su efecto desinhibidor y todos aquellos sentimientos que alborotaban la cabeza de Lucy salieron a la luz: tristeza, nostalgia y muchos otros…
—... sob-sob…—secó sus lágrimas—¡Brrrr!... te-tengo frío…—al igual que Erza, sintió ser cortada por el aire y una vez más tuvo el impulso de desmayarse. Vestida únicamente con una falda corta de gala y una blusa escotada, el mínimo cambio de temperatura era muy difícil de soportar. Al tocarse el cuello, sintió más que nunca la falta de la bufanda de Natsu…—¿Do-dónde está?... ¡No puede ser! ¿Acaso la perdí?... ¡Natsu me va a matar!...
Lucy buscó con desesperación la prenda. Estaba tan ida que no recordaba habérsela dado a Lisanna. Con mucho esfuerzo la chica se puso de pié y con la torpeza de un chimpancé, andó jorobada y tambaleante mientras vadeaba con las manos, buscando la bufanda. Por primera vez en toda la noche, la suerte le sonrió y sus dedos sintieron las fibras entrelazadas con las escamas de dragón descoloridas, la textura la reconoció de inmediato y la cogió con ambas manos… Lucy perdió el equilibrio de la emoción, y se resbaló al suelo, cosa extraña, la bufanda no se salió de su sitio, como si estuviera suspendida en el aire y dejando a Lucy colgada, ya que no la soltó al caer…
—... ¿Eeeh? ¿Quién es?... ¡Hic!... ¿Acaso alguien está usando la bufanda de Natsu?... ¿Quién está frente a mí?...
Lucy estaba muy confundida, creyendo estar jalando el cuello de alguien… La bufanda seguía suspendida, a una altura unos cinco centímetros más arriba de su propio cuello. Más o menos lo que Natsu le ganaba en estatura…
—... ¿Na-na… Natsu?—preguntó temerosa y avergonzada. Volvió a perder el equilibrio al intentar pararse y su cara se estrelló contra la bufanda. Otra vez la borrachera le impidió sentir dolor y no podía distinguir entre golpear la pared dura y el pecho de… ¿Natsu?. El tener su nariz contra una parte de la bufanda la terminó de confundir y se emocionó tanto que sus ojos volvieron a lagrimear, esta vez a ríos…—¡NatsuuuU!... ¡Volviste! ¡Volviste a mí!... sob-sob… —entre lágrimas, Lucy se lanzó a abrazarlo—¡No sabes cuanto te he extrañado!... ¡Estuve esperando! ¡Hic! ¡Todos los días!... ¡Y ahora estás aquí!—Lucy seguía feliz. La misma volatilidad de sus emociones le hizo sentir que algo no andaba bien. "Natsu" no le decía nada…—¿Por qué no me dices nada? ¡¿No te alegras de verme?!... ¡Por favor háblame! sniff-sniff—fútilmente, ella se seguía frotando contra la bufanda—... yo… ¡Tú tenías razón! ¡No quiero que las cosas cambien nunca más! ¡Quiero que las cosas sigan así como estaban antes y que seamos amigos para siempre!, ¡JUNTOS PARA SIEMPRE!...—declaró entre sollozos—sob-sob… ¿Por qué no me dices nada?...—Lucy estrujó la bufanda con gran frustración—¿Acaso estás juzgándome? ¡Hic!—Lucy ahora cayó sobre su trasero al piso y la bufanda cayó con ella—¡Por favor, no me juzgues!... ¡Lo siento!... ¡Lo siento de verdad! ¡Todo fue mi culpa, nunca debí ir a ese viaje!... sniff-sniff… ¡buaaahh!—Lucy sollozaba en el piso, llena de vergüenza mientras abrazaba la bufanda a su rostro.
Al levantar su cabeza, vió una nueva figura justo frente a ella. Su visión borrosa no le permitía ver qué o quién era… alguien alto, vistiendo ropas color vino… ¿Un hombre? ¿una mujer?.
«… Ah, Lucy. Sabía que en el fondo lo extrañabas mucho… »
Mirajane Strauss llegó a esa conclusión tras ver todo el bochornoso espectáculo mientras se recargaba en la pared. ¡Lucy abrazando y hablándole al perchero en el que Lisanna había colgado la bufanda de Natsu!
La dueña de casa también sufría los desmanes de la borrachera pero lo llevaba mucho mejor que Lucy. Al verla en ese estado Ansioso, inicialmente Mirajane decidió dejarla y esperar a que terminara y luego Lucy se volviera a dormir. Varios minutos después la escuchó gemir aún con más fuerza y eso hizo a la anfitriona reconsiderar su postura… Algo muy oscuro e intenso empezó a nacer en la demonio Mira cuando una vez más, Lucy cambió sus emociones producto el alcohol y el tan inoportuno sentimiento faltante de demostrar finalmente salió a la luz…
—¡Purr-purr!... ¡Natsu, ya no estés enojado conmigo!—balbuceó Lucy tras ronronear como gato—¡Ya te dije que lo siento! ¡Hazme ronronear como siempre lo haces!—pidió con risitas lujuriosas.
No consiguió nada con ello, pues le estaba hablando a un perchero y no se daba cuenta. Por ello, y al no recibir ninguna respuesta, Lucy hizo lo acostumbrado en estas situaciones y saltó sobre "Natsu", con tanta torpeza que se cayó de espaldas con el perchero encima de ella. Lucy no perdió el tiempo y cruzó sus piernas desnudas alrededor de la parte media del mueble y sus brazos en la "cabeza de Natsu"... Ella creía firmemente que tenía a Natsu atrapado por la espalda.
—... ¡Mentí!, jijiji—Lucy rió como tonta—dije que quería que las cosas no cambien, pero ahora sí van a cambiar… ¡Hic! ¡Ahora no tienes escapatoria!... ¡Purr-purr!—Lucy volvió a ronronear mientras frotaba su cadera contra el perchero—Ahora me vas a hacer ronronear hasta el final… ¡Me vas a hacer ronronear hasta que pongas gatitos en mi interior!
Los calores que empezaban a nacer en el pecho de Mirajane explotaron por completo con las últimas declaraciones de la rubia, haciendo que la conocida vena sádica de Mirajane aflorara. Tanto su propio estado de embriaguez como su debilidad por el llanto también contribuyó y al igual que le pasaba con Natsu de niños, ahora, en ese justo momento, en Lucy también le parecía "lindo"...
«… ¡Esto es genial, Lucy! ¡Así estás irresistible!… Como le dije a Erza tantas veces, ¡será mejor que te detengas antes de que pase algo indecente!… » Mientras lo pensaba, Mirajane se relamió los labios mientras imaginaba toda clase de escenarios con Lucy y ella, fusta en mano.
Lucy seguía insistiendo con el perchero, pero un ruido, un brillo, y un repentino poder mágico le hicieron detenerse y sentarse de nuevo, soltando al pobre mueble… Se frotó los ojos una última vez y logró enfocar, ¡Vió al mismísimo Natsu Dragneel parado frente a ella!
—¡Ay, Natsu! ¡Hic! ¿En qué momento te libraste de mí y te pusiste de pié?... —Lucy exclamó incrédula al ver el perchero en el piso.
"Natsu" tenía un rostro fuerte y sin emoción alguna, una mirada que transmitía una seguridad e imponía una autoridad que el verdadero Natsu no tenía. Mirajane hizo gala de su dominio de la magia de transformación y le lanzó a Lucy una sonrisa canalla y malvada.
—... jo, así que eres muy hábil, Natsu ¡Hic!—Lucy balbuceó—¡Pues no te servirá, porque yo no me voy a detener esta noche!...
Lucy tenía toda la intención de volver a brincar sobre "Natsu" y tirarlo al suelo, pero se topó de frente con esa expresión fuerte y autoritaria que Mirajane gesticuló con su rostro. Sintió un inexplicable temor pero no fué suficiente para desanimarla, ¡Lucy saltó sobre él pero fué detenida por los hombros!
«… ¿eeh?… »
Mirajane tampoco sentía el dolor en su tobillo producto del alcohol y sostuvo a Lucy con facilidad, igual que a un gatito cogido del cuello e imitando a la perfección la fuerza bruta que Lucy conocía en el verdadero Natsu, convenciéndola definitivamente que era él...
—Na-natsu, yo…—Lucy tartamudeó.
—Devuélveme mi bufanda, Lucy—dijo "Natsu", con voz seria y grave.
Lucy sintió una extraña punzada al escuchar el masculino tono que Mirajane le impuso a la voz. Como si se tratase de una órden, Lucy quiso moverse, pero se detuvo al estar todavía agarrada por "Natsu". La rubia se sonrojó mucho y bajó la cabeza de vergüenza. "Natsu", la depositó en el suelo con mucha delicadeza y ni bien éste la soltó, Lucy cogió la bufanda, se postró de rodillas y se la ofreció con ambas manos…
Mirajane tardó en cogerla y esos breves momentos bastaron para hacer que Lucy rezara para que "Natsu" no se molestara por el maltrato e indiferencia hacia su prenda más preciada.
Finalmente "Natsu" cogió la bufanda de sus manos teniendo el cuidado de no permitir que su piel rozara con la de ella, como si le negara el contacto físico a manera de reprimenda, a entender de la confundida Lucy.
—Gracias, Lucy, la has cuidado bien—respondió Natsu con seriedad mientras se la enrollaba al cuello—Has sido una buena niña…
Lucy se sonrojó aún más si cabía y asintió con la cabeza, haciendo reverencia.
—¡Ha-hai!... ¡Gracias!—Lucy respondió aturdida.
Lucy parecía haber caído en un extraño estado de alteración, como si la hubiesen hipnotizado y aquel pequeño elogio fue suficiente para dejarla con ganas de más, ansiosa de complacer.
Mirajane volvió a sonreír con malicia y puso nerviosa a Lucy incluso antes de abrir la boca.
—... Sin embargo, sobre lo que dijiste antes, tienes razón, Lucy—sentenció "Natsu"—cometiste un error, pero no debes mortificarte por ello. ¡Acepto tus disculpas!
—¡Gracias, de verdad! sniff-sniff—dijo Lucy casi llorando. Le dolió mucho el que se lo recordara.
—Sin embargo—Mirajane usó la voz de Natsu para imprimir un tono de amenaza—Es justo reconocer que mereces un castigo por ello, ¿Verdad?
—¿C-castigo?—Lucy habló temerosa…
—Ven aquí—le ordenó Natsu, mientras se sentaba en el sofá en el que previamente ella dormía. Mirajane escaneó el lugar con la vista y encontró un cepillo para el cabello, del que se apoderó rápidamente.
—E-este… yo.. no se si…
—¿No tengo razón, Lucy?—Mirajane preguntó de manera suave pero volvió a apelar a su aire siniestro y autoritario, de forma que causó aún más confusión en Lucy, que no sabía si sentirse aliviada o temerosa del anuncio.
—¡Por supuesto que tienes razón! ¡Hic!—asintió con hipo—pero… ¿Ahora?...
—No te preocupes, no será grave. Ya pensaremos en algo… ven aquí mientras tanto, tienes el cabello algo desordenado, ¿no te parece?—dijo "Natsu" en tono conciliador y amable.
Lucy dudó un momento, pues a pesar de su ebriedad, podía recordar a la perfección que algo como esto no era del dominio de Natsu. Únicamente le confiaba su cabello a Cáncer pero… ¿Qué tan mal podría salir?
Cuando Lucy obedeció y se sentó en el suelo, ofreciendo su cabeza, "Natsu" tomó el cepillo, puso una mano en su espalda y la empujó un poco para atraerla a él…
—No tienes que quedarte en el suelo, no estoy tan enojado…—Mirajane le dijo, imitando a Natsu. Él se sentó abriendo las piernas y tomó a Lucy de la cadera y la levantó hacia él para que se sentara a entre sus piernas y dándole la espalda. La hizo sentar en él como su padre había hecho pocas veces con Lucy…
Para su sorpresa, "Natsu" actuó con bastante habilidad y le daba suaves masajes a su cuero cabelludo mientras le cepillaba el cabello. Mirajane no tardó mucho en terminar su trabajo y, al finalizar, reposó el cepillo, posando delicadamente las manos sobre sus hombros al descubierto…
—¡Glubs!—Lucy tragó nerviosamente.
Luego, "Natsu" la sorprendió al subir su mano derecha desde el punto donde la estaba tocando por la espalda hacia su cuello y luego, hacia sus labios. Usó su dedo índice para trazar círculos en ellos, cómo si fuera una señal.
Fue muy confuso para ella, pues no le dió más instrucciones. Ni siquiera compartían contacto visual ya que Mirajane le hacía todo esto desde la espalda, cosa que Lucy agradecía por lo vergonzoso que era. Resultó realmente sorprendente cómo Lucy cambió la lujuria eufórica y desvergonzada con la que tumbó el perchero al suelo por una de tipo diferente, una mucho más profunda y sombría, donde ella no podía tener el control que estaba acostumbrada a tener, por lo que siempre buscaba reprimir esta parte de sí misma que le avergonzaba muchísimo. El alcohol había hecho posible esta liberación…
—¡Hic!—Lucy tuvo un último hipo de borracha que le hizo acelerar su decisión de qué hacer, al darse cuenta que Natsu podía perder la paciencia en cualquier momento. Un impulso primitivo le hizo atrapar el dedo de Natsu con los labios, no siendo difícil ya que el jóven había dejado de moverlo casi por completo.
—Buena chica…—le susurró "Natsu" al oído, de una manera tan sensual que le dió un pequeño escalofrío.
Lucy pasó de besar la punta a cubrir todo el largo con su boca, y de a poco Mirajane empezó a sentir que ella succionaba, sintiendo también el interior de la boca de Lucy, húmedo, blando y esponjoso.
«… ¿Qué estoy haciendo? ¡Hic!… »
Mirajane retiró el dedo de su boca bruscamente con un "pop", sorprendiéndola de nuevo. Lucy se avergonzó aún más de sí misma al darse cuenta lo que estaba haciendo. ¿Sería mareo por la bebida?. Fuere lo que fuere, le impedía desobedecer y se sentía envuelta por una nube cálida y flotante…
—Muy bien, Lucy—concluyó Mirajane con voz tranquila—¿Ya has pensado en el castigo que te mereces?.
Los hombros de Lucy se pusieron tensos. "Natsu" le habló entre el cabello respirando a su espalda de manera muy intimidante—Si no dices nada, yo si tengo una buena idea…
—¿Q-qué tienes en mente?—Lucy preguntó temblorosa. La borrachera volvió a envalentonarla y quiso salir de ese estado de indefensión—... ¡Terminemos con esto de una vez! Lo que más deseo es que podamos volver a ser lo que éramos… ¡Hic!—Lucy recuperó algo de firmeza entre hipos de ebriedad.
Lucy se puso de pie y se dió la vuelta. Sonriendo con maldad, "Natsu" también se levantó y aprovechando que era más alto que ella, le tomó las manos y las juntó de las muñecas.
—¿Estás segura?—le preguntó "Natsu" todavía sonriendo. Hablarle de consentimiento era un chiste por el estado de ebriedad de ambas.
—Si. Lo que desees…—le dijo ella, con entusiasmo en los ojos.
Mirajane se arriesgó e hizo su movimiento: Usando sus manos, la jaló hacia ella y con destreza la acomodó para que quedara boca abajo sobre sus piernas. Como si se tratara de una muñeca, Mirajane maniobró su cuerpo para que su torso estuviera recargado sobre el sillón y sus nalgas estuvieran justo en frente a ella… Se hizo de tal manera que Lucy pudiera reconocer la amenaza de inmediato, pues estaba segura de que la rubia había atestiguado el castigo de Erza tras perder contra el equipo B en los grandes juegos mágicos. "Natsu" hizo una pausa para observar con atención la reacción de Lucy… Ella no hizo nada para liberarse, es más, ¡Lucy movía los pies con emoción!
—¿Cuántos azotes te mereces?—pregunto al aire. Mirajane trató de fingir que no estaba un poco asombrada y excitada por el cambio radical de actitud de Lucy.
Mirajane quiso imitar el efecto que tendría el calor del fuego dragón de Natsu e improvisó algo con su magia en la palma de su mano. Colocó una mano sobre el punto donde la espalda termina y comienza la curva de las nalgas. Con la otra mano, tomó la orilla de la falda de Lucy y la arremangó; la llevó hasta dejarla debajo de su otra mano dejando todo el trasero en forma de corazón de Lucy descubierto.
A Mirajane le calentó aún más cómo la piel de gallina de Lucy aparecía por el efecto de la magia en su mano. Notó las piernas sin vello, delatando lo mucho que Lucy se había preparado para la fiesta; notó también cómo las carnes se distribuían de forma muy natural y armoniosa…
«… No estoy para nada envidiosa, pero sí sorprendida, chica. Parece que tengo una nueva competencia… » Mirajane reflexionó guiada por su propia vanidad.
—Serán cincuenta—Mirajane hizo sonar la voz de Natsu mucho más ronca y sin esperar una respuesta de Lucy, calentó su palma y azotó a Lucy en la nalga izquierda—Te quiero escuchar contar…
¡SLAP!
La clave estuvo en el sonido. En el sonido y en el hecho de que ella no lo esperaba, o al menos esperaba que "Natsu" no hablara en serio. Totalmente inesperado, le dolió, aunque no demasiado. Sin embargo, Mirajane no midió su fuerza y le dió un segundo azote tan fuerte que retumbó en la habitación. El shock y la quemazón casi hacen a Lucy desmayarse…
—¡Aaagh!...—Lucy dió un grito ahogado mientras se tensaba por completo.
—¿No me oíste?—dijo "Natsu" con voz amenazante pero tranquila—Vas a contar cada uno, y si te equivocas, comenzaremos desde cero…
¡SLAP!
Mirajane la sorprendió con un nuevo golpe, igual de fuerte que el anterior, que dejó sin aire a Lucy…
—¡Aaagh!, digo.. ¡U-uno!—chilló Lucy. "Natsu" la sintió apretar las nalgas y levantar un poco más los pies.
Con rapidez y más fuerza, la azotó tres veces seguidas.
—¡Dos!... ¡tres!, ¡cuatro!—chilló Lucy igual de rápido. Sus pies se retorcieron, sus piernas hicieron fuerza para abrirse un poco pero "Natsu" la detuvo. Lucy levantó más el trasero y para Mirajane aquello era lo mejor, le dejaba en mejor posición para azotarla.
—Mantén juntas las piernas…—le ordenó "Natsu".
Le siguió pegando fuerte, muchas veces. Apenas pudo mantener la cuenta porque también estaba concentrada en aguantar los golpes, minimizar los sollozos y contener al máximo los temblores mientras los estruendosos azotes llovían sobre su culo candente. Lucy estaba mareada, pues no tenía tiempo de aspirar suficiente aire entre azote y azote.
Al principio el aire salía violentamente de sus pulmones con cada arremetida y solo podía pensar en lo mucho que le dolía. Aguantó las oleadas de dolor lo mejor que pudo y mágicamente, una especie de alivio apareció y la sensación cambió de repente. Todavía le dolía, pero el escozor se transformaba en un dolor placentero durante los segundos posteriores al impacto, y cuando la adrenalina empezó a fluir por las venas de Lucy, hasta el dolor de los golpes iniciales se diluyó súbitamente con el calor del desconocido placer que estaba obteniendo…
—¡Ve-veinte!—Lucy exclamó con un tono que no era precisamente de puro dolor.
Mirajane dudó ante aquello pero no le dijo nada, observó las reacciones de su cuerpo mientras hacía una pausa y le dió un momento para que se calmara. "Natsu" también necesitaba calmarse; se había emocionado tanto con la primera parte de la azotaina que casi olvidó observar si la pobre Lucy ya había tenido suficiente.
Las piernas de Lucy temblaban como gelatina, y sobre sus propios muslos podía sentir el vientre tenso de Lucy, tenía los hombros firmes y la cabeza escondida entre sus greñas rubias. Mirajane casi podía oler el sudor de su víctima e hizo un gran esfuerzo por contener su propia excitación… pero pronto sintió en sus propios muslos el goteo de la entrepierna húmeda de Lucy. Al mirar hacia abajo y con la luz de la lámpara podía ver el brillo del líquido que comenzaba a empapar los gruesos muslos de Lucy…
Mirajane puso una sonrisa diabólica en la cara de Natsu cuando también sintió que Lucy empezaba a jadear por la espera… sus mejillas sonrojadas y una disimulada sonrisa perversa asomaron por el cabello de la rubia…
—¿Así que te divierte, Lucy?—dijo Mirajane en tono de amenaza—Creo que no estoy siendo lo bastante duro…
¡SLAP-SLAP-SLAP!
Mirajane volvió a azotarla, ésta vez aún más fuerte que antes. No había golpe que no doliera, y la sensación que dejaban los azotes previos era abrasadora, una capa de dolor sobre otra capa de dolor. Mirajane la azotaba a un ritmo regular, y el corazón de ambas latía ahora prácticamente al compás de los azotes. Mirajane también sentía mariposas en su propia entrepierna…
—¡Treinta!... ¡Treinta y uno!...—de entre sus labios el número salió con un gemido demasiado obsceno.
Mirajane observó como descaradamente ahora Lucy frotaba sus muslos entre sí. El corazón le latía a mil y su cuerpo ya estaba acercándose a un orgasmo cuya potencia temía pero a la vez ansiaba. Mirajane notó esto cuando se aproximaban al número cincuenta y forzó las cosas, bajando la intensidad de los últimos cuatro golpes…
«… Creo que mejor nos detenemos ahora… » pensó Mirajane.
—¡¿Ci-Cincuenta?!... ahj-ahj-ahj… —Lucy terminó de contar. Su respiración seguía agitada a pesar de que Mirajane dejó de pegarle. Lucy sintió un golpe de calor en todo su cuerpo pero no logró correrse. La rubia apretó los puños de insatisfacción al sentirse negada justo en el borde…
—Lo hiciste muy bien, Lucy—le dijo "Natsu" de forma tranquila y con una sonrisa benévola—Ahora podemos volver a ser lo que éramos antes…
«… ¿Y nada más?… ¿Incluso después de esto?... » Lucy se guardó el pensamiento.
En aquel momento se dió una pequeña batalla interna dentro Lucy. La sensación de insatisfacción y ganas de correrse contra la culpa y el deseo de redimirse ante Natsu y sus amigos. Este último salió victorioso y la rubia tuvo que tragarse toda la excitación acumulada para responder adecuadamente.
—¡Gra-gracias!... —Lucy balbuceó con la cara sonrojada, ojos llorosos y baba en los labios—¡Significa mucho para mí…—Lucy lo abrazó con fuerza y "Natsu" le correspondió el abrazo. Mirajane también tuvo que cortar con su propia excitación para poder consolar a Lucy.
«… Lo siento, Lucy, pero no estoy tan borracha como para robarles ese momento tan íntimo a Natsu y a tí… Me temo que hoy tendrás que irte a dormir mojada, insatisfecha y lloriqueando… ¡En verdad me sorprendiste! realmente no conoces a una persona hasta que realmente la conoces… » reflexionó Mriajane, todavía con el disfraz de Natsu.
Lo siguiente que hizo, fue recostar la cabeza de Lucy en su regazo, mientras le daba inocentes caricias para ayudarle a bajar la excitación y provocarle el sueño. Lucy ronroneó cual gato durante todo el proceso y éste tuvo éxito: A los pocos minutos, la rubia quedó efectivamente dormida.
Fue justo a tiempo para Mirajane, pues no pudo mantener la transformación por más tiempo y volvió a su forma habitual, sentada contra el suelo y casi desplomándose allí mismo…
—¡uuuuf!... creo que me excedí…—comentó Mirajane mientras se abanicaba con las manos para bajarse sus propios calores y se quitaba del cuello la bufanda de Natsu.
Mirajane se puso de pié olvidando la lesión en su tobillo y tapó a Lucy con una manta después de volver a acomodarla boca abajo en el sofá. Se aseguró de taparle bien el trasero, cubriendo su desastre pero sin el cuidado de volver a acomodarle la falda…
—¡Hic!... y aquí nada pasó…—comentó Mirajane ingenuamente.
¡Plaf!
Mirajane se cayó de bruces al dar el primer paso. Su tobillo volvió a fallarle.
—¡Ugh!—la mayor de los Strauss obtuvo su karma instantáneo y a manera de un cangrejo, se movió a gatas por el suelo…
Al mismo tiempo, y cuando ya estaba a pocos metros del pasillo, Lisanna y Wendy entraron por la puerta, habiendo regresado de dejar a Erza en su hogar…
—¡¿Mira-nee?!—Lisanna se sorprendió—¿No fuiste a tu cama?
—Mira-san ¿Te sientes bien?—Irene Belserion seguía controlando a Wendy.
—Discúlpame, hermanita ¡Hic!—se excusó Mirajane—es que no puedo caminar…
Lisanna recargó a su hermana en su hombro y suplicó a Wendy:
—¡Por favor!, ya sé que te he pedido mucho esta noche, pero, ¿Podrías quedarte a dormir aquí?—le rogó a Wendy—No sé si podré con las tres (Charle incluída). Además, creo que Mira-nee y su tobillo van a necesitarte mañana.
—¡Por supuesto, Lisanna-san! "Tú sabes que me gusta ayudar a los demás"—Irene dijo con tono de falsedad, ya no pudiendo aguantar la frustración.
[... ¡Demonios! ahí van mis pocas horas de libertad antes de que Wendy despierte… ] maldijo la bruja en sus pensamientos.
Lisanna se llevó a su hermana a la habitación, dejando sola a Wendy en la sala con Lucy y Charle dormidas. La gata se durmió tan profundamente que fue completamente ajena al encuentro entre Mira y Lucy. Sin embargo, las pistas estaban todavía allí, pues ni bien entró a la casa, los sentidos aumentados de dragón de "Wendy" sintieron la peste almizclada y el penetrante olor a sudor femenino…
—¿Jo?...—Irene se acercó a la durmiente Lucy al seguir el olor. Le levantó la cobija con la que Mirajane la había tapado y se encontró con una imagen surrealista:
El trasero de Lucy lleno de moretones y marcas de golpes que ya estaban pasando de rojas a verdes y moradas. Algunas eran tan feas que si Mirajane se hubiese pasado solo un poco más, serían laceraciones en toda regla. Las inocentes bragas blancas que Lucy llevaba hacían contraste con las huellas de la perversa actividad a la que había sido sometida…
[… ¡Wow!, parece que alguien se divirtió mucho mientras no estábamos… ¡Jajajaja!, no vas a poder sentarte en una semana, rubia… ] Irene se burló.
"Wendy" le dió la espalda, pero tras dar unos pocos pasos, giró la cabeza para mirar de nuevo a Lucy. Reflexionó unos pocos instantes y tras dar un bufido inicial, caminó de vuelta a ella…
—¡Buff!, de acuerdo. ¡Pero sólo porque me das un poco de pena, rubia!...
✨Flush✨
Irene usó la magia de curación de Wendy para sanar un poco el trasero de Lucy. No lo dejaría como nuevo, pero retiraría las marcas más fuertes, lo bastante para que Lucy no sospechara nada al día siguiente. La bruja usó con más precisión y maestría los poderes de Wendy para curar solamente la capa más externa de la piel pero dejando el daño interno y el color en un bello tono sonrojado. No la sanó por completo sólo por tener el gusto de verla sufrir al sentarse los próximos días y disfrutar de la cara de confusión que la rubia tendría al no entender qué le pasaba…
Irene dejó a Lucy en el sofá y entró en la habitación vacía de Elfman que Lisanna le había ofrecido. Se quitó las sandalias y recostó el cuerpo de Wendy bajo las cobijas.
«… Feliz navidad, pequeña Wendy… »
…
… CONTINUARÁ…
—•○•—
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NOTAS DEL CAP
¡Buenas noches a todos! Después de algunos retrasos, aquí les traigo el especial de navidad prometido.
En cuanto al motivo de tanto retraso, tristemente la respuesta es la habitual: demasiado contenido para un solo capítulo. Para este caso particular, tenemos casi 30 000 palabras, es decir, ¡El equivalente a 3 capítulos normales!. Al ser un especial de navidad, necesariamente debe ser un solo cap por más largo que sea…
En cuanto al contenido, intenté hacer lo más equilibrado posible y darle la posibilidad a la mayoría de personajes de tener su momento. Siento que Gray y su grupo hayan sido perjudicados por esto, pero de haberlos incluido, el especial habría sido demasiado largo. El tema del NaLu fué complicado de resolver… ¡Tenía que haber si o si!. Ya de plano hacer un monólogo de cómo esos dos se extrañan sería repetitivo y triste (Hasta yo me aburro de tener que escribir tanto sobre hacer miserable a Lucy), así que se me ocurrió una solución incluyendo a Mirajane en el proceso… Sobre ese aspecto de Mirajane, a las pruebas me remito: La OVA 7, "El castigo de las hadas", donde el equipo B de Laxus hace de las suyas contra el equipo A de Erza…
Como habrán podido notar, se trata de un homenaje a la OVA 9 de aquel especial de navidad ¿Canónico o no canónico?. Aunque yo lo trato acá como si realmente hubiese pasado, ya de por sí les adelanto que haciendo números, dicha fiesta de navidad no tendría que haber ocurrido y aquí lo explico: El propio manga ubica los exámenes clase S en fecha 15 de diciembre del X784, por lo que la navidad de ese año la pasaron atrapados en Tenrou. La navidad del X791 el gremio ya estaba disuelto. Incluso si consideramos eso, significa que la separación del gremio en realidad no duró un año, sinó d meses (dando un espacio d meses para que ocurran todas las sagas entre tártaros y los grandes juegos mágicos, en especial considerando que Mashima ya canonizó las sagas de relleno del anime). Siendo así, de hecho, ¡La OVA 9 podría fácilmente ocurrir en el año X792 en lugar de mi propio especial XD!
Adelanté el embarazo de Levy para que el nacimiento coincidiera con el regreso de Natsu y Happy, y también como un contrapunto interesante a la manera de cómo se está tratando el tema en el manga de 100 years quest… ¡Literal ya llevan 3 dragones vencidos y a Levy nunca le crece la panza XD!
Otro tema peliagudo es el de la edad de Wendy… recuerdo que en una nota anterior, no recuerdo bien si en este o el anterior volúmen, escribí una pequeña crítica al tema de cómo Mashima maneja sus marcas de tiempo… Ahora, tres años después desde que empecé a escribir, la mayoría de las wikis han cerrado el debate respecto a esto y me veo obligado a reconsiderar mi postura expresada en dicho escrito, por lo que después de este cap añadiré otra nota… No les hago muchos spoiler, pero les adelanto que si se cumple que Wendy tenía 12 años al momento de unirse al gremio, resulta que a la pobre le pasó algo peor que a Gohan de dragon ball…
PD: Finalmente, y después de muchos retrasos, la nueva figura de Rebecca fué lanzada. ¡No puedo esperar por la mía!
¡Espero que nos veamos pronto!
