El hombre lombriz y Mittermeyer
No entendía porque no le respondía sus mensajes, desde que le informo sobre su misión a Tokyo esperaba que ella le pidiera que al finalizar su trabajo fueran a turistear juntos, pero...nada absolutamente nada cuestionándose ¿algo malo le habrá pasado? ¿estaría bien?
-Si no te terminas ese helado pronto se te derretirá. – la voz seria de su compañero hizo que volteara a verlo. – De verdad esperas con ansias ese mensaje o llamada, ¿no es así? – el hombre enarco una ceja al no entender logrando estresar aún más a su amigo. – No has dejado de observar tu teléfono en todo el tiempo ni siquiera en la reunión con los peces gordos.
Gojou abrió desmesuradamente sus ojos ante las palabras de Nanami y estaba seguro de que el rubio entendía sus expresiones aun portando su venda oscura. Cosa que lo asusto fue mostrarse tan interesado por un mensaje de alguien que en poco tiempo comenzó a ser importante para él tanto que ni siquiera trataba de ocultar sus emociones.
-De que hablas Nanami, solamente me encuentro rastreando un pedido de dulces. – se carcajeo. – Sabes perfecto que interesarnos en alguien está prohibido para nosotros o bueno eso siempre me recalcas cada vez que tengo una aventura.
Los ojos de Nanami se mantuvieron fijos en Gojou, no conocía al hechicero a la perfección como Shoko o Getou-san, pero de algo estaba seguro y es que cuando algo o alguien le interesaba al hechicero más fuerte se preocupaba de sobre manera por eso no creía su patética excusa de los dulces, pero si el hombre no quería decirle que pasaba tampoco lo obligaría.
:
:
-La verdad es que todos están actuando de forma muy extraña estos días. – decía triste una joven de cabello cian mientras caminaba en las transitadas calles de Tokyo después de su misión.
La misión había sido un éxito una maldición de grado tres era lo máximo que solían darle a ella, probablemente sea porque no tiene un ritual o un dominio como algunos de sus compañeros, pero vamos incluso Mechamaru ha tenido misiones con maldiciones de primer grado. Suspiro derrotada al recordar la actitud extraña que ha tenido su amigo estos días, sabía que cuando ingreso a este mundo de hechicería sería difícil adaptarse a este y más en entablar una amistad por eso mismo no se acercaba más a sus compañeros porque sabía que el día en que uno faltaría sería demasiado doloroso.
-Probablemente sea más difícil para él por su marioneta. – estaba segura de eso, pero justo cuando iba cruzando la calle se topó con quien menos se imaginaba. - ¿Itadori-kun?
El pelirrosado iba a disculpase con la persona que se tropezó con él, pero fue grande su sorpresa en encontrarse con una estudiante de Kyoto y exceptuando a Todou la única que lo trato como persona.
-¡Ah! Miwa ¿Cómo estás? Lo siento ¿te lastimaste? – la ayudo a levantarse ganándose un gracias por parte de ella. – Que casualidad que estes en Tokyo, ¿viniste a una misión?
Cuestiono el chico porque no veía que la joven portara su katana, incluso no vestía ese uniforme tan formal sino un vestido floreado haciéndola ver más bonita de lo que era.
-Si. – dijo feliz mientras caminaban para no estorbar. – Recién termine una misión de una maldición de tercer grado. – rio nerviosa al decir que aun siendo de segundo año no podía avanzar en cambio escucho que el chico frente a ella se enfrentó a una maldición de grado especial.
-¡WOW! ¡Que emocionante Miwa! – exclamo emocionado y es que todo lo referente a la hechicería le fascinaba sin importar si fuera algo simple o difícil. – Me imagino que eres muy fuerte al mandarte sola a exorcizar maldiciones.
Kasumi sonrió ante la amabilidad del chico y es que había escuchado por Todou que el joven era demasiado bueno, todo lo contrario, al Rey de las Maldiciones que albergaba dentro de él. Poco a poco ambos fueron contando sobre sus últimas misiones e incluso cosas de su vida personal haciendo más amena la conversación.
-Entonces tu naciste en Tokyo, Miwa. – la joven asintió.
-Si, pero mi familia se mudó al poco tiempo de haber nacido a Kyoto lo cual entiendo perfecto la vida aquí es demasiado cara. – rio. – Ademas tengo que hacerme responsable de dos hermanos.
La forma en que Miwa hablaba de sus hermanos hizo que Itadori sintiera un poco de envidia, pero también reconocía que la joven frente a él era demasiado responsable tanto o más que Nanami-san o Fushiguro.
-Eres alguien admirable Miwa. – dijo sin más haciendo que las mejillas de ella se sonrojaran.
-No creo que sea para tanto. – rio divertida ante lo dicho por Yuuji. – Tu también eres un hechicero muy fuerte Itadori-kun y eso que apenas llevas unos meses en la escuela. Me imagino que tu familia debe extrañarte mucho.
El joven se detuvo abruptamente al escuchar eso, pensando en su abuelo y en la promesa que aún le debía.
-Mi única familia era mi abuelo y murió el mismo día en que ingerí el dedo de Sukuna. – Kasumi al escuchar eso se sintió mal por él chico. – Se que tus compañeros no confían en mi por Sukuna y es entendible por qué deseaban matarme ese día.
Miwa agacho la mirada recordando como el director sin miramientos les había ordenado asesinar a Itadori ya que significaba una amenaza dentro de la hechicería, pero... ¿realmente era peligroso el joven frente a ella? A su punto de vista no, Itadori Yuuji era una víctima del destino y como este lo fue orillando a tener una conexión con Ryomen Sukuna.
-Sobre eso. – tartamudeo un poco Kasumi. – Quiero discúlpame la verdad no quería lastimarte ni siquiera matarte, pero Gakuganji-sama nos lo ordeno y...
La risa de Itadori la interrumpió.
-No tienes de que disculparte, Miwa. – respondió feliz. – Incluso ya lo olvidé, sabes ahora que estoy hablando contigo sé que eres demasiado responsable a tu edad, eres inteligente, tienes grandes capacidades con la espada y eres bonita. Cualquier chico estaría orgulloso de ser tu novio.
Inevitablemente cierto hechicero vino a la mente Kasumi haciendo que sus mejillas se sonrojaran, entonces recordó que no había respondido el mensaje de...
-Miwa ¿te gustaría ir al cine conmigo? – la chica parpadeo desconcertada. – No lo tomes como una cita, sino que... invite a Kugisaki, pero me dijo que no quería ver esa película conmigo.
La forma en que las mejillas de Itadori se sonrojaron al mencionar a su compañera hicieron entender a Miwa que al chico le interesaba más de la cuenta y que si le dolió el rechazo a esa salida de cine.
-De acuerdo está bien, Itadori-kun. Creo que me caería bien ir al cine y distraerme un poco. – al ver como el rostro de Itadori se iluminaba como lo solían hacer sus hermanos y Go...
-Miwa, ¿creo que te hable alguien? – Kasumi rápido saco su celular mirando el numero de la persona que últimamente inundaba sus pensamientos. - ¿Mittermeyer? ¿es tu novio?
El rostro de Kasumi se tornó más rojo si eso era posible, ¿Qué le diría a Itadori-kun? Fíjate que es Gojou-sensei, pero para que nadie se entere que nos reunimos afuera del Colegio le puse ese apodo y también estoy enamorada de él.
-E-es un amigo muy especial. – no era mentira. – Le dije que después hablábamos, pero déjame le escribo y le digo que estoy bien.
-Okey. – respondió feliz Yuuji. – Por mientras iré a comprar las entradas para la película.
Itadori iba feliz a comprar las entradas de la película, pero la llamada de Kugisaki lo desconcertó y sin dudarlo le respondió.
:
:
Estaba aburrido en la sala de profesores de la Preparatoria, Nanami se había tenido que retirar porque le surgió un trabajo de última hora haciéndolo reír al recordar su rostro ante "las horas extra", cosa que entendía perfecto. Recordó cuando su compañero se retiró momentáneamente en el mundo de la hechicería para vivir como una persona normal, cuestionándose ¿él podría un día hacer eso?
-No claro que no podría. – sonrió ante tal descabellada idea, sin embargo, tenía envidia de que al menos Nanami pudo vivir tranquilo sin todo lo relacionado a la hechicería. – Es una lástima, aunque trabajar todo el día en una oficina tampoco es lo mío.
Arrugo el entrecejo al imaginarse sentado por horas, pero posiblemente exista un oficio en el que no se necesite trabajar todo el día y encerrado en una oficina. Sus pensamientos fueron interrumpidos ante un mensaje y sin ser consciente de sus acciones rápido lo miro, sonriendo al ver el nombre de quien estuvo pensando todo el día.
-"Lo siento por no responder, pero apenas tome un respiro después de la misión". – se imaginaba a Kasumi repitiendo una y otra vez lo siento para no sentirse mal. – "¿Qué tal estuvo tu reunión de hoy?
-"Aburrida como siempre, esos viejos sí que se esmeran en estresarme". – rodo los ojos al recordar las ideas arcaicas de los peces gordos. – "¿Aun estas en Tokyo? Podemos vernos para turistear y que conozcas unas pastelerías deliciosas"
Las mejillas de Kasumi se colorearon ante la petición de Gojou-san y por más que deseara aceptarla reconocía que no podía dejar plantado a Itadori, no sería justo para el chico. Así que con todo el dolor del mundo respondió...
-"Lo siento, me encuentro muy cansada".
En cambio, Gojou ya se imaginaba los postres que compartiría con la chica, y es que desde hace tiempo no se sentía tan vivo que cuando conoció a Miwa-chan. Pero al leer el siguiente mensaje se congelo, ¿acaso es la primera vez que alguien lo rechaza?, hizo un puchero y es que no deseaba terminar la tarde de este día solo. Sin embargo, la llamada entrante de Megumi lo desconcertó así que a regañadientes respondió.
-Si Megumi, ¿Qué sucede? – respondió sin su tono juguetón, cosa que hasta incluso el pelinegro detecto mirando su teléfono extraño. – Bueno, Megumi ¿estás ahí?
-Si, solo le informaba que Ijichi nos dejó en Tokyo y probablemente nos tardemos. – Gojou no entendía la necesidad del chico en informarle todo incluso pensó que si le contara la primera vez que folle. – Estamos esperando Kugisaki, una chica llamada Ozawa y yo a Itadori, pero al parecer llegara tarde porque vera una película demasiado tonta con Miwa-senpai.
-Bueno es normal que se tarden son adolescentes y... ¿Qué dices? – pregunto consternado mientras se levantaba de su cómodo sillón. - ¿Yuuji tiene una cita con Kasumi?
Fushiguro enarco una ceja ante la forma tan informal en que su mentor se refería a la estudiante de Kyoto, pero de inmediato lo descarto ya que conociéndolo solo lo dijo por impulso.
-Si, Kugisaki le marco para encontrarnos, pero él respondió que no podía porque entraría a ver la película del hombre lombriz con Miwa-senpai y...
-¡Esto es el colmo! ¿Cómo se atreve Itadori en hacernos esto? Andando Fushiguro iremos a ver esa estúpida película, andando Ozawa.
Gojou escucho atentamente la rabieta de su alumna y cuando le cuestiono a Megumi sobre el cine donde se encontraban los otros dos de inmediato supo donde era.
-Nos vemos luego Megumi. – solo respondió eso mientras colgaba, su molestia era palpable. – Con que estabas muy cansada, ¿no es así, Kasumi? ¿Quién en su sano juicio va a ver una película de romance tan mala?
Entonces eso fue lo que cayó como agua de balde fría para él, esa tonta película era de romance bueno tenía partes demasiado grotescas como los experimentos humanos y todo eso, pero el bobo romance de dos adolescentes en donde la chica aceptaba al joven con ese aspecto demasiado feo hizo que Satoru conectara a Kasumi e Itadori como esos protagonistas, aunque claro su alumno no era feo, pero Sukuna era por así decirlo la lombriz.
-Creo que es hora de darle una lección a Kasumi-chan, que decir mentiras es muy malo. – soltó divertido mientras se dirigía a su armario, ya que al parecer su tarde será demasiado larga e interesante.
:
:
Kasumi miraba preocupada su celular, ya que desde su último mensaje con Gojou-san este no volvió a responderle seguramente se enojó o tenía cosas más importantes que hacer que hablar con una mocosa como ella.
-¿Quieres irte? – pregunto Itadori mientras le entregaba su refresco y unos dulces. – No tienes que hacer esto, sé que la película es demasiado... ¿mala?
La joven miro sin entender al joven, pensando que seguramente ella parecía más interesada en irse que en permanecer con el cosa que no era cierto, ya que comenzaba a apreciar al chico.
-No es mala, el hombre lombriz es la película favorita de mi hermano menor. – cosa que era cierta. – Pero creo que no vi la última película por estar en misiones, así que espero no perderme al verla.
Los ojos cafés de Itadori se iluminaron al escucharla.
-Verdad que es buena. – dijo feliz mientras se dirigían a la sala. – Esta película no me llamaba la atención, pero Jumpei me hablo de ella y...
Se mantuvo callado al recordar al joven que prometió proteger, pero las circunstancias o más bien la maldición conocida como Mahito se lo impidió. Su cambio de actitud fue percibido por Miwa que al verlo afectado se atrevió a preguntar.
-Jumpei, ¿era un amigo tuyo?
-Si, pero murió y no pude hacer nada por él. – apretó los puños. – Por eso cuando regrese a la escuela en ese intercambio decidí que me convertiría en hechicero y protegería cuanta vida pudiera.
Por las palabras del chico Kasumi entendió que posiblemente ese chico llamado Jumpei había muerto por algo relacionado a la hechicería, viniendo a ella cuando ingreso a la escuela.
-Creo que ese intercambio entre las escuelas nos ayudó de una forma u otra a cada uno de nosotros. – ahora la mirada de Itadori estaba fija en ella. – Sabes cuando ingrese a la escuela de hechicería me daba miedo hacerme cercana a mis compañeros y considerarlos mis amigos, porque sé que el día en que faltan será muy doloroso su partida.
-Cierto. – recordó cuando volvió a ver a Fushiguro y Kugisaki más cuando esta se encontraba llorando al verlo. – Es un dolor demasiado fuerte, por eso la idea de Gojou-sensei en sorprenderlos me parecía divertida.
La joven miro sorprendida al pelirrosado recordando que ella no noto demasiado al chico ya que estaba absorta contemplando el obsequio de Gojou-san.
-¿Fue idea de Gojou-sensei? – Yuuji asintió feliz.
-¡Si! – respondió eufórico ganándose unas malas miradas de las otras personas que estaban en la sala. – Lo siento. – se disculpó avergonzado. – Pero si Gojou-sensei me dijo que, si aparecía así Fushiguro y Kugisaki estarían felices, pero al parecer fue todo lo contrario, ya que ellos se sintieron traicionados al no decirles que estaba vivo.
Yuuji comenzó a comer de sus palomitas de maíz mientras recordaba los cambios que su vida ha sufrido en este tiempo.
-Gojou-sensei es lo más cercano que he tenido a un padre o hermano mayor. – sonrío. – Gracias a él mi ejecución ha sido pospuesta, pero sé que al ingerir todos los dedos de Sukuna moriré a manos de él. – Miwa sintió pena por Yuuji. – No por nada Gojou-sensei es el hechicero más fuerte, ¿no es así?
-Si. – las mejillas de Kasumi se sonrojaron. – Gojou-sensei es alguien sumamente fuerte y excepcional incluso me regalo una selfie. – dijo alegre.
Sin embargo, la chica recordó que ese era un secreto que tenía con el hechicero más fuerte, porque si esa información se divulgaba probablemente se darían malos entendidos, pero la risa de Itadori le advirtió que él no pensaba eso.
-¡VEZ ÉL ES GENIAL! Un día deberíamos salir todos los estudiantes con los profesores para distraernos, aunque tal parece que a tu sensei no le agrada mucho Gojou-sensei.
Una risa nerviosa apareció en Miwa, ya que no solo a su sensei parecía no agradarle el sensei de Tokyo sino que la mayoría de sus amigos parecía desagradarles un poco la forma de ser de Gojou-san cosa que ella no entendía. A su parecer el hombre se esforzaba para que la Preparatoria de Hechicería fuera normal.
-Según Kugisaki algo debió pasar entre ellos para que Utahime-sensei lo trate así. – comento sin importancia Yuuji mientras comía un poco de sus palomitas, pero tal comentario afecto a Miwa.
-Mis compañeras también piensan lo mismo. – respondió triste al imaginarse un escenario con ambos en aspecto romántico, pero era claro Utahime-sensei y Gojou-san se complementaban.
Ademas Utahime-sensei era ya toda una mujer y no una niña asustadiza cada vez que Gojou-san deseaba abrazarla o sus comentarios subidos de tono.
-¿En serio? Yo pienso que ellos son así y que tu sensei lo odia por otra razón, pero no necesariamente tiene que ser romántica. – Ademas no me imagino a Gojou-sensei con una mujer como ella. – se rio.
-¿Por qué lo dices? – pregunto dudosa Kasumi.
-Porque a Gojou-sensei le gustan las personas de aspecto amable y con características peculiares. – miro atento a la chica. – No conozco a Utahime-sensei, pero su aspecto es demasiado serio y su apariencia es demasiado normal.
-Pero es fuerte, muy bonita y sobre todo son casi de la misma edad.
Yuuji enarco una ceja ante lo dicho por Kasumi.
-Puede que eso sea cierto, pero no creo que sean cosas que atraigan la atención de Gojou-sensei, además yo me lo imagino con alguien responsable, cariñosa, inteligente, con características más peculiares como tu flequillo o color de cabello incluso me atrevería a decir que a Gojou-sensei le gustan las chicas más jóvenes.
Tan concentrados se encontraban ambos jóvenes que no se percataron en una persona que estuvo todo el tiempo detrás de ellos y pudo escuchar atentamente de todo lo que hablaban, mostrando su rostro una sonrisa de oreja a oreja. Cuando las luces se apagaron sabía que era su señal de retirarse de ahí, sino deseaba ser encontrado por las otras tres personas que ingresaban al lugar, aunque…la parte trasera del cine estaba sola entonces una peculiar idea apareció en su mente.
-¡Ahí están! – dijo Kugisaki ingresando con Fushiguro y Ozawa. – Andando.
La chica se encamino rápido a la pareja mientras echaba humo por las orejas, cosa que fastidio a Megumi, pero se detuvo al ver que esa chica no los seguía.
-¿Por qué no vienes? Acaso no querías ver a Itadori nuevamente. – Ozawa dio un paso hacia atrás ante la pregunta del chico, entendido Megumi que fue muy brusco. – Si deseas hablar con Itadori este es el momento, él nunca se dará cuenta de tus sentimientos sino eres clara.
-Pero si Itadori está aquí con esa chica, debe significar algo ¿no? – los ojos de Ozawa estaban fijos en la pareja que se sorprendió al ver como de pronto llegaba Nobara para colocarse en el asiento que era de Kasumi. – Ademas es muy bonita.
-Miwa-senpai es muy bonita eso es obvio. – respondió sin ningún tapujo Megumi. – Pero no creo que sea el tipo ideal de Itadori. – los ojos azules de Fushiguro miraron con atención a Kugisaki. – Andando sino comenzaran a gritar y eso es un dolor de cabeza.
Miwa vio como sus compañeros de primer año se integraban con Yuuji incluso el chico se sorprendió de encontrarse con una joven demasiado alta y que al parecer tenía un interés amoroso por el chico. Sonrió al verlos, pero de pronto un nuevo mensaje apareció.
-"Ven a la parte trasera de la sala". – leyó mientras sus mejillas se sonrojaban, acaso él...estaba aquí y como si sus pensamientos fueran leídos. – "Si estoy aquí y sino vienes Kasumi-chan me obligaras a ir por ti".
-Creo que iré por más dulces. – hablo Kasumi al ver como Nobara discutía con Yuuji.
-Yo te acompaño Miwa-chan. – intervino el joven, pero al ver como Kugisaki lo estaba mirando entendió que era mejor permanecer al lado de ella. – Bueno... mejor te esperamos aquí.
La chica asintió fue alejándose poco a poco de los jóvenes, pero al ver que no tenía su atención fue al otro extremo del cine para que no la vieran dirigiéndose a la parte trasera de la sala, sintiendo como sus mejillas adquirían más color y su corazón latía cada vez más rápido. Se detuvo al ver a la única figura en esa zona, Gojou-san se encontraba sentando con su pierna media cruzada, uno de sus brazos estaba extendido en un asiento y su rostro se mantenía serio mientras observaba la pantalla que se encontraban proyectando la película. No sabía su estado de ánimo ya que unos lentes oscuros topaban sus ojos y poco a poco su mirada distinguió que portaba la misma ropa que en el partido de beisbol.
-No piensas acercarte, Kasumi o ¿te encuentras demasiado "cansada"? – Miwa abrió la boca, pero no salía ningún sonido. – Anda acércate que no muerdo.
Por primera vez Kasumi sintió un miedo la voz del hombre tanto que incluso llego a estremecerla más porque no le había dirigido ninguna mirada, así que lentamente fue acercándose al asiento más cercano al peliblanco, pero justo cuando iba hacerlo Gojou la tomo del brazo sentándola en su regazo mientras el abría sus piernas para colocarla en medio de ellas tomándola de la cintura y hundir su mentón en el espacio de su cuello.
-Dime Kasumi-chan. – la voz ronca de él erizo su piel, provocando que Satoru sonriera complacido. - ¿Por qué no me dijiste que vendrías a una cita con Yuuji?
-Pero no es una cita. – se justificó ella rápido. – Me encontré por accidente con Itadori-kun y...- un pequeño gemido salió de sus labios al sentir como Gojou fue besando y lamiendo su cuello. – Gojou-san por favor...no...
-Continua hasta que sea creíble tus palabras para mí. – detuvo sus labios a la comisura de sus labios y de poco a poco fue subiendo el vestido. – Dime, ¿es más interesante venir a ver el hombre lombriz que a mí?
Kasumi por instinto cerro sus piernas, ya que sentía su cuerpo muy caliente e inevitablemente su gemido se escapo de sus labios y rápidamente ella tapo su boca.
-Es que nadie quiso acompañarlo. – miro de reojo al hombre el cual sonreía por las expresiones de la chica. – Por favor...Gojou-san...
-¿Aun continuaras hablándome así? – de pronto una de las manos de Gojou se encontraba dentro de su vestido muy cerca de sus bragas. – Desearía saber que tengo que hacer para que me hables de tu, Kasumi-chan.
La joven se encontraba sumamente nerviosa y es que por más que su "relación" con Gojou había avanzado aun no era capaz de tutearlo ni siquiera en sus citas anteriores o cuando se besaban.
-Satoru-san. – respondió rápido antes de que el peliblanco ingresara uno de sus dedos dentro de su ropa interior. – Yo me encontré con Itadori-kun, estuvimos platicando y de pronto me dio pena ver que ni Kugisaki-san ni Fushiguro-san querían ver esa película.
-Los entiendo, es malísima. – dijo divertido el hombre, pero al ver como Kasumi arrugaba el entrecejo se arrepintió. - ¿Acaso te gusta este tipo de películas?
-Son entretenidas, además es la película favorita de mi hermanito.
Nota mental hacer que los hermanos Miwa junto a Kasumi salieran mas o por lo menos tuvieran mejores películas favoritas. Sin embargo, lo que fascino a Satoru fue la forma dulce en que ella dijo su nombre.
-De acuerdo, no discutiré por el momento sobre películas horribles. – soltó. – Porque mejor vamos a un lugar mucho mas divertido.
Pero justo cuando la joven iba a responderle escucharon como el guardia de seguridad comenzó a gritar, Kasumi cerro los ojos pensando que se dirigía a ellos sin embargo sintió como rápidamente Gojou la colocaba en la otra silla acomodando su ropa.
-¡ES SUFICIENTE! ¡RETIRENSE DE LA SALA INTERRUMPEN LA PELICULA! – les reclamo a los cuatro jóvenes.
Los cuales tuvieron diferentes reacciones: Itadori junto a Nobara se quejaron, aunque la chica mas exaltada, Ozawa junto a Fushiguro se avergonzaron y Kasumi se sumergió en su asiento. Gojou se rio estrepitosamente provocando que sus estudiante junto a la chica desconocida voltearan a verlo y ahora todos eran expulsados de la sala.
:
:
Ya cuando se encontraban fuera del cine el que decidió romper el silencio incomodo fue...
-Creo que es momento de irme. – dijo Ozawa colocándose enfrente de todos. – Me dio gusto volverte a ver Itadori. – para Gojou no paso desapercibido el sonrojo de la chica por su alumno. – Y de conocerlos a ustedes.
Antes de que Itadori se ofreciera a encaminarla a la estación mas cercana se fue corriendo, dejando consternado al joven.
-Por lo que veo Ozawa siendo la misma chica extraña que antes. – pero su comentario provoco un golpe en su nuca proporcionado por...- ¿Por qué hiciste eso Kugisaki?
Pregunto enojado, pero decidió no preguntar mas ya que su amiga se encontraba demasiado enojada.
-Por cierto, ¿Qué hace hacia aquí, Gojou-sensei? – cuestiono Megumi mirándolo suspicazmente junto a Miwa. – Pensé que se quedaría viendo una película o haría otra cosa.
Para el sensei no paso desapercibido la indirecta que Megumi le trataba de decir, pero dejaría que la imaginación de este volara a final de cuentas no creía que Megumi lo traicionaría.
-Digamos que estaba aburrido y cuando me dijiste que irían a ver el hombre mosca.
-Lombriz. – corrigió Itadori rápidamente.
-Si eso, bueno pues decidí que mejor manera de pasar mi día libre que con mis alumnos favoritos. – dijo feliz. – Ademas justo cuando iba a comprar golosinas me encontré con Miwa-chan.
Ahora todas las miradas estaban puestas en la chica quien simplemente dijo que por accidente se encontró a Gojou-sensei en el snack y lo invito a ver la película.
-Lamento que no hayas podido ver la película Miwa-chan. – Itadori tomo las manos de ella delicadamente. – Mira para recompensarte ¿Por qué no vamos a cenar? Incluso puedes invitar a ese amigo especial con el cual hablaste antes de entrar al cine.
Si antes Kasumi no deseaba desaparecer ahora sí, ya que todos la miraban de forma diferente, pero sobre todo Gojou-san no podía borrar esa sonrisa burlesca al escuchar eso.
-¡QUE GRAN IDEA YUUJI! – exclamo eufórico mientras juntaba sus manos de forma divertida. – Iremos a un restaurante de comida extranjera que está aquí cerca y después a una pastelería.
Nadie había objetado porque seguramente el Sensei se encargaría de los gastos, Kasumi sonrió al ver como el trio de primer ingreso de Tokio interactúa tanto que comenzó a sentir un poco de envidia, pero un mensaje en su celular la saco de sus observaciones y al ver de quien se trataba se sonrojo.
— "Si te sientas al lado de Yuuji terminare tu castigo de esta tarde". - desorientada Miwa levanto su mirada observando como Gojou-Sensei les abría la puerta a los demás quedando solamente ellos a las fueras de ese restaurante. - Gojou-Sensei…
¿Que pasa Kasumi? - pregunto co inocencia. - ¿Acaso estas hablando con tu amigo?
La joven asintió con la cabeza en sus mejillas sonrojadas que incrementaron de color al ver como el mentor quedaba frente a ella y agachándose divertido solo dijo.
Creo que es mejor responderle con la verdad a Mittermeyer. - dijo en voz baja a su oído. - A final de cuentas él es un hombre un poco rencoroso en lo suyo. - le dio un rápido beso en su mejilla e incorporándose deseando carcajearse ante el rostro extremadamente rojo de Kasumi.
¡MIWAA-CHAN! - llego Yuuji tomando su mano para jalarla hacia el restaurante. - Andando te sentaras conmigo.
Ver el desconcierto de Kasumi, la felicidad de Yuuji, las posibles sospechas de Megumi y los celos que compartía con Nobara hacia la extraña relación de Yuuji con Miwa lo transportaron a su adolescencia deseando que estos momentos con sus alumnos perduraran y que nunca les arrebataran la juventud e inocencia dentro de la hechicería.
Notas de autor: Este es el penúltimo capítulo de Stories GoMi, este capítulo no quise hacerlo tan largo aunque no niego que si me hubiera gustado más dinámicas de Miwa con Yuuji teniendo de antemano a Gojo pero lamentablemente regrese a mi rutina de trabajo demasiado absorbente tanto que procurare en actualizar lo mas pronto posible pero lo dudo. Además también incluí al sujeto que dijo Miwa que le atraían siendo claramente Gojou.
Muchas gracias por todo su apoyo y perdonen por una que otra falta ortografica. Espero que se encuentren bien.
Saludos TheOtherDestiny :)
