Keisuke se quitó sus gafas y observó a su hija sin poder creer exactamente que veía. Su cabello era demasiado claro, rubio, lo que provocaba que se viera muy similar.
Era la imagen viva, casi reencarnada de Demiyah Tachikawa.
Su madre.
A su mente vino el recuerdo de las palabras de Tomoko.
"Si vieras a Damar ahora no dudarías que es tu hija"
"Es el vivo retrato de tu madre"
Literalmente de esta manera cualquier persona que conoció a Demiyah Tachikawa dudaría que ella es su nieta.
El recuerdo de las palabras de Rumiko vinieron a su mente y...¡No! No era posible que esa mujer le haya mentido ¿o si?
Observó al chico junto a ella, lo reconoció al instante era el hijo de Kousei, Kouji, era extraño verlo con cabello corto, pero sabía distinguirlo de su hermano gemelo.
El silencio verdaderamente era incómodo, Kouji observo a Keisuke y luego a Damar, no quería involucrarse, pero estaba claro que ninguno tenía intenciones de hablar.
Keisuke observó al chico junto a ella, lo reconoció al instante era el hijo de Kousei, Kouji, era extraño verlo con cabello corto, pero sabía distinguirlo de su hermano gemelo. Sin duda alguna, era incómoda esta situación, No esperaba encontrar a su hija fuera del internado junto al Minamoto, mucho menos besándose.
Damar literalmente sintió que el mundo dejaba de girar, que su alma se alejaba de su cuerpo, que su presión arterial bajaba a menos mil.
No esperaba ver a su "padre" en ese lugar.
—Damar.— El pronunció su nombre.
—Padre.— La chica habló entre dientes.
La tensión era palpable.
El hombre pasó su mirada por el chico junto a su hija— Joven Minamoto-Kimura.— No sabía exactamente que hijo de Kousei era y Kouji lo supo al instante, ya que, el padre de los Tachikawa desde siempre los llamó así a Koichi y a él porque no sabía distinguirlos.
—Señor Tachikawa.— Respondió el oji-azul.
Un segundo de silencio se hizo presente.
—Cuanto tiempo.— Exclamó Keisuke.
Kouji asintió.
—Lamento lo que sucedió con tu madre.— Habló Keisuke— Te doy mis condolencias.
Kouji simplemente bajó la mirada— Gracias.—Luego pasó su mirada por su acompañante quién todavía permanecía callada, con ganas de matar al hombre de anteojos oscuros.
—¿E? Joven Minamoto-Kimura ¿puedes dejarme solo con mi hija?
Kouji hizo una mueca sin saber que hacer, sabía que Damar no se sentía bien, no onstante, sabía que debía tener esta conversación con su padre.
La castaña se mordió el labio inferior, no quería que Kouji la dejara sola, sin embargo, la conversación que tendría con su padre no quería que fuese presenciada por él, ya que, no sería agradable.
Dirigió la mirada al chico y entendió su pregunta "¿Me voy?"
Damar asintió y Kouji entendió.
—Permiso.— Musitó el chico antes de voltear e irse.
Fue así como Keisuke quedó solo con su hija.
—Así que...¿Kouji o Koichi?— Nunca logró reconocerlos.
—Kouji.— Respondió Damar seriamente.
Así que, el hijo reconocido por Kousei, Kouji Minamoto. Aunque...
¿Su hija no estuvo antes con Koichi?
—¿Qué sucede entre ustedes?— Preguntó el hombre— ¿Es tu novio?
Damar sonrió con ironía—No creo que te interese.
Tal vez, en otro momento no, pero ahora más que nunca quería saber que ocurría en la vida de sus hijos.
Cada día se acercaba más su final.
Damar pasó su mirada por su padre y literalmente se sintió atrapada. Siempre creyó que cuando lo volviera a ver le gritaría unas cuantas verdades por engañar a su madre con Rumiko, por ser tan mal padre y por otras cosas más.
Gran error, porque en esos minutos apenas podía articular una palabra, se sentía pérdida sin -saber que hacer o decir.
Temía por lo que pudiera ocurrir a continuación, Keisuke no era una buena persona, al contrario, solo traía problemas.
—Dime ¿qué rayos estás haciendo aquí?
—Vine a verte...—Respondió Keisuke— A tus hermanos y a ti.
¿Qué?
—¿Y por qué?—Preguntó la castaña— ¿Vienes a darnos más problemas? ¿o a llevarnos lejos nuevamente sin previo aviso?
El hombre se mordió el labio inferior. No quería que así fuera, pero era lógico que su hija no lo recibiría tan dulcemente como él quería que lo recibiese. Lamentablemente él nunca fue cariñoso con ella. Sobre todo, luego de la muerte de Satoe, siempre intentó hacerla a un lado.
—Hija, no vine a hacer eso. Simplemente quise venir a ver como estaban.— Respondió Keisuke.
—Estamos bien, haciendo un buen uso de tu dinero.— Habló Damar— ¿Eso te interesa? ¿no? Que no malgastemos tu dinero.
—No, hija, claro que no.
¿Hija?
La castaña observó sorprendida a su padre, no recordaba la última vez que su padre la había llamado así, siempre la llamaba por su nombre o utilizaba el sustantivo "niña" para calificarla como persona "ignorante a la vida"
—¿Hija?—Preguntó Damar—¿Finalmente recordaste que soy tu hija?
El nudo del estómago de Keisuke subió a su garganta, por alguna razón sintió ganas de llorar. Desde que comenzó con sus quimioterapias todo en el se sensibilizó, en especial sus sentimientos. Escuchar a su hija hablarle con tanto odio era doloroso.
—Damar, y-yo entiendo que estés enojada conmigo, siempre he sido un mal padre y...
—¡Vaya! Hasta que al fin lo admites.—Musitó la castaña— Debería felicitarte por esto.
La ironía era algo difícil de aceptar para Keisuke, porque sus hijos habían heredado el buen ánimo de Satoe, sin embargo, que Damar actuara de esta forma era consecuencia de la poca atención que puso en ella todo este tiempo.
—Hija, no quiero que me felicites, al contrario, yo quiero acercarme a ti, porque...
—Porque quieres castigarme por todos los escándalos que hice en este lugar y me involucré ¿no?
—Damar, sé que no tuve buena reacción al decirle a Rumiko que te enviara a una clínica psiquiatrica, pero creí que era lo mejor para castigarte, pero sé que no estuvo bi...
—¿Lo mejor?—La chica interrumpió a su padre— Él que debería ir a una clínica psiquiátrica eres tú.— Apretó su puño— Y de paso llevarte a tu estúpida amante, Rumiko, contigo.
¿Qué?
Keisuke literalmente sintió como si un balde de agua fría cayera sobre su cabeza al escuchar la palabra "amante"
¿Cómo rayos supo eso?
—¿Q-qué dijiste?— Preguntó el hombre.
—Amante.—Respondió Damar— Rumiko es tu amante...
¡No! Esto no podía estar pasando.
—Te sorprende que lo sepa ¿no?
—¿E? Hi-hija, creo que te estás e-equivocando, yo...
—No me estoy equivocando sé muy bien que engañaste a mi madre con Rumiko cuando aún estaba con vida. — Contestó la castaña.
¡Rayos!
—Damar, eso no es verdad.—Respondió Keisuke.
—No es necesario que mientas.— Contestó la castaña— Mucho menos que me lo ocultes, porque ya muchas cosas has ocultado, es momento que todo salga a la luz ¡Y de una buena vez sé sincero conmigo!
El hombre Tachikawa se sintió completamente desconcertado y sorprendido, no esperaba que esta mentira fuera descubierta. Mucho menos ahora que más que nunca necesitaba a su familia, el apoyo de sus hijos y darles una buena impresión, para que no lo odiasen para siempre.
"de una buena vez sé sincero conmigo"
Esas palabras resonaron en su cabeza, lamentablemente sus hijos lo consideraban el peor monstruo de la vida y efectivamente nunca fue sincero, siempre intentó ocultar las cosas y por eso estaban en esta situación.
Suspiró.
—¿Có-Có...—Aclaró su garganta—¿Cómo lo supiste?
—No te importa saber cómo lo supe, lo importante es que ya sé tu mentira...—Musitó Damar— Tanto criticaste a Mimi por ser madre soltera y resulta que tú cometiste un acto peor al serle infiel a mi madre cuando aún estaba con vida.
Keisuke bajó la mirada.
Jamás lo pensó de esa manera. Pero sí tenía razón.
—Sé que es difícil de entender y nada justificará lo que hice, pero cuando ocurrió lo de Mimi yo pensé como padre.
—Evidentemente no, porque si fueras un verdadero padre no permitirías que sufriera como sufrió.— Respondió la castaña— Pero ¡Bueno! ¿Qué podemos esperar de ti como padre? Si como esposo fuiste ¡De lo peor! ¿Me escuchas? ¡De lo peor!
Keisuke cerró sus ojos totalmente adoloridos, esas palabras eran una aguja en su corazón, el odio que su hija de brindaba era un dolor insoportable para él.
—¡Vete de aquí! No quiero hablar contigo y no puedes obligarme.—Gritó las castaña antes de voltear e irse del lugar.
—Damar.—El Tachikawa llamó a su hija— Por favor, no te vayas...
Sin embargo, su hija no le prestó atención y continuó caminando.
Mientras tanto en la preparatoria todos los alumnos ingresaban dispuestos a comenzar
Rika y Takato se detuvieron en seco al ver que a las afueras de la preparatoria se encontraba cierto chico moreno de ojos azules.
La pelirroja hizo una mueca al reconocer al chico— Ryo ¿qué haces aquí?
—Hola Rika.— Respondió el Akiyama—Buenos días Takato.
¿Buenos días Takato?
Ese saludo sorprendió al chico, ya que, desde que comenzó a salir con la Nonaka, el Akiyama simplemente se encargaba en insultarlo y tratarlo mal por haberle quitado a "su chica"
—¿Qué haces aquí?— Preguntó nuevamente la pelirroja.
—Vine a verte.— Contestó el oji-azul.
—¿A verme?
Ryo asintió— Quería ver como estabas luego de ayer. Estaba preocupado por ti.
—¿E? N-no es necesario que te preocupes por mí.— Rika hizo una mueca.
—Claro que es nesario.—Contestó el chico— Además, necesito que mes des unos segundos para finalizar aquella conversación.
—¿Hablar conmigo?
Ryo asintió.
Takato dirigió una mirada a la pelirroja.
—¿E? Dame unos minutos con él.— Rogó la chica.
—¿Estás segura?
La pelirroja asintió.
—Está bien.— Fue así como el castaño se alejó del lugar.
La Nonaka dirigió hacia el chico de ojos azules y el silencio provocó que se sintiera un tanto incómoda.
—¿Cómo estás?— Preguntó Ryo— ¿Cómo te sientes?
—Bien...—Respondió Rika— Mejor.
Eso era bueno, al menos su semblante ya no era de tristeza como el de ayer.
—Que bien.—Musitó el chico— Estaba preocupado por ti, ya que no te volví a ver.
—¿Y sólo por eso viniste hasta acá?— Preguntó la pelirroja.
Ryo asintió— Si...—Suspiró— Y a la vez no.
Rika observó al chico un tanto confundida.
—En realidad...— El chico se apresuró a contestar— Vine a hablar contigo de algo muy importante.
La pelirroja alzó una ceja— ¿Qué ocurre ahora?— Preguntó— No me digas que vienes a traerme otra noticia de ese tipo.
—¿E? N-no, no es nada nuevo.— Respondió Ryo— Es algo relacionado con lo que ocurrió ayer, cuando recibiste aquel video.
Aquel video...
¡Un minuto!
—¿Cómo supiste que me enviaron un video?
—Porque...—Ryo bajó la mirada— Yo sé quién te lo envió.
—¿Qué?— Preguntó Rika sorprendida, no esperaba esa declaración—¿Quién fue?
El chico hizo una mueca y alzó la mirada— Y-yo...—Declaró—Yo te envié el video.
—¿Qué?— Preguntó la pelirroja sorprendida ante esto.
—Lo que escuchaste.— Contestó Ryo— Yo te lo envie...
Rika observó demasiado impresionada al chico, no obstante, la impresión no le duró mucho, Ryo era así, desde siempre.
—¿Por qué hiciste esto?—Preguntó la pelirroja—Eso no te correspondía.
—Sí, lo sé, no me correspondía y te pido por eso.— Se lamentó el castaño— Pero, no tuve opción, fue la única forma de hacer que me creyeras, ya que, no lo hiciste y no querías escuchar mis razones.
Sí, eso era verdad.
—¿Hace cuánto?
—¿Cuánto qué?—Preguntó Ryo.
—¿Hace cuánto lo sabes?
El oji-azul hizo una mueca, Rika jamás le perdonaría esto— Hace bastante tiempo.
—¿Cuánto exactamente?
—No sabría decirte, pero lo sé hace bastante.— Contestó el oji-azul— Pero, como era egoísta preferí callar y así salirme con la mía cuando necesitaba algún favor.
—¿Cómo lo supiste?— Preguntó Rika— ¿Mi madre te lo dijo?
—No ¿cómo crees?— Cuestionó Ryo— Si no fue capaz de decirtelo a ti, menos a mí.
—Entonces ¿cómo lo sabes?
—Lo sé, porque mi madre, quién conoce a la tuya hace mucho tiempo, me lo dijo.— Respondió el chico.
—¿Y por qué no me lo dijiste antes?
—Por las razones que ya te dije, yo era egoísta, solo pensaba en mí y en mi bienestar, pensé que si guardaba este secreto podría usarlo a mi favor. Sin embargo, ahora todo ha cambiado para mí.—Contestó Ryo.
—¿Por qué serás expulsado del Internado?
—No, no es por eso.— Musitó el Akiyama—Créeme, era mucho más valioso guardar el secreto que decirlo, porque todo apuntaría a mi si salía a la luz, porque tu madre sabía que yo conocía el secreto.
—Entonces ¿por qué lo dijiste?
—Porque...—Ryo suspiró triste— Me di cuenta que tú no merecías vivir como yo, engañado toda una vida, desconociendo la verdad de tu padre a causa de tu madre.
El silencio se hizo presente en el lugar, solo una brisa suave se hizo presente azotando unas hojas contra el suelo.
Rika verdaderamente no sabía que decir o responder con respecto a esto.
—Sé que nada justificará mis acciones, que te haya mentido o dicho la verdad de esta forma, pero yo no podía quedarme más tiempo callado.—Respondió el oji-azul— No quería que continuaras engañada, mucho menos sufrieras por la ausencia de un padre que nunca se interesó, pero en especial...—Bajó la mirada— Mucho menos que ignoraras la verdad de Kouji y Koichi sabiendo todo el cariño que les tienes.
Rika también bajó la mirada ante las palabras de Akiyama. Por alguna razón desde ayer sentía diferente al chico, su mirada era distinta, sus palabras, todo en él sonaba y se veía sincero.
¿Por qué?
—Ry-ryo, yo...
—Por favor, no digas algo.—El castaño la interrumpió— Sé que debes estar confundida con esto y sé que esto no es excusa para que me perdones todo lo malo que te he hecho, incluso es factible que te enojes conmigo por haberte dicho la verdad de este modo, sin embargo...—Alzó la mirada— Quiero que sepas que verdaderamente estoy dispuesto a cambiar.— Comentó— Siempre te declaré mi amor, pero tenías razón cuando decías que con mis actitudes y mentiras no lo demostraba. Sin embargo, estoy dispuesto a cambiar esto. Aunque...—Suspiró— Sé que no repararé todo el daño causado hacia ti y los demás.
La pelirroja se mordió el labio inferior al sentir la mirada del chico sobre ella, por alguna razón se sentía débil.
—Sin embargo, espero que ahora sabiendo esto puedas ser feliz.— Habló Ryo— Sé que es difícil, porque supiste que tu madre te engañó toda la vida, pero ahora tienes a tus hermanos y espero que puedas tener una vida mucho mejor que yo.—Suspiró— Y que tengas una vida normal, reparando todos los daños que causé en ella llevándote por caminos malos.
Siempre se arrepentiría de haber llamado la atención de Rika utilizando algo tan nefasto como las drogas.
—¿Tienes algo más que decirme?—Preguntó la pelirroja, no porque se sintiera enojada o porque quisiera deshacerse de él, sino porque se sentía demasiado extraña al escuchar esas palabras— Debo volver a clases.
—No.— Respondió el castaño— Yo también debo regresar a clases.— Sacó su mochila— Pero antes...— Abrió el cierre y sacó una bolsa café— Toma.
Rika observó esto.
¿Acaso eran sustancias?
—Ryo, ya te dije que no volveré a consumir eso...
—¡Hey! Tranquila, no es un paquete con drogas o algo así.—Musitó el chico antes de tomar la mano derecha que Rika alzarla y depositar la bolsa sobre ella.
—Entonces ¿Qué es?
—Un postre, hoy vi que en el menú había ciruelas encurtidas.—Habló el oji-azul— Y como tú eres alérgica supuse que no comerías entonces te traje esto...—Contestó—¡Y por cierto! No tiene ninguna sustancia, es cien por ciento natural. Espero que te guste.— Fue lo único que dijo antes de alejarse de la pelirroja.
Rika observó la bolsa sorprendida, por unos momentos dudó en abrirla, sin embargo, lo hizo para descartar cualquier duda.
Grande fue sorpresa al ver que trataba de un galletón de avena con chipas de chocolates.
Su postre favorito
Mimi observó su móvil mientras caminaba a la salida del Internado. Era sorprendente y confuso, su hermana le envió más de mil mensajes, Además, tenía muchas llamadas pérdidas de su parte.
Fue así como abrió su número de contacto y le devolvió la llamada.
Literalmente, su hermana no se demoró ni 3 segundos en contestar.
—¿Hola?
—¡Mimi al fin me respondes!— Exclamó Damar molesta—¿Por qué no contestabas?
—Disculpa, no estaba atenta a mi móvil, Sora tuvo una pequeña discusión con Taichi y estuve atenta a ella hasta asegurarme que estuviera relajada.— Contestó Mimi— Pero, dime ¿por qué me llamas? ¿Ocurrió algo?
—Sí, algo muy terrible.
Esto preocupó a la mayor.
—Hey ¿qué sucedió? ¿Fue grave?
—¡Sí! Muy...—Contestó la menor—Verás, ahora recién me pasó algo horrible.— Respondió Damar—Ten cuidado, Mimi, vete luego a la universidad o mejor ven a mi preparatoria.
—¿Por qué? ¿Qué te sucede?— Preguntó la castaña.
—Nuestro padre...
—¿Qué ocurre con él?— Preguntó Mimi.
—Está en el internado.— Contestó Damar.
¿Qué?
Y como si lo hubiese invocado a través de móvil.
Mimi no alcanzó a dar más de tres pasos cuando delante suyo apareció cierto hombre de cabello oscuro y anteojos a quién reconoció al instante.
¡Oh no!
Él era su padre.
Keisuke Tachikawa.
—Mimi.— El hombre pronunció su nombre.
—Aún no entiendo, porque continuamos hablando de la banda.— Musitó cierto chico de cabello gris bastante molesto a sus ex compañeros de banda— Acordamos en dejarla, porque cada quién tenía sus propios planes, no nos tolerábamos y ustedesno tenían tiempo para "perder" ¿no? ¿Por qué insisten en ella?
—Créeme esto no es algo que quiera hacer.— Musitó Yamato— Como bien tú dijiste decidimos dejar la banda de lado porque ninguno tenía mas tiempo que perder.— Sobre todo él— Pero la disquera nos puso contra la espada y la pared.
Kouji se cruzo de brazos—Si no cumplioms con el conntrato nos demandarán y es probable que tengamos que pagar una gran cantidad de dinero...
—Podemos pagar el dinero.
—Ojalá fuera así de simples. Mencionamos el tema del dinero como mínimo, ya que sí disquera quiere nos pueden meter a prisión.— Finalizó Kiriha.
—No creo que lo hagan.—Musitó Ryouma.
—Lo decía en el contrato.
—Bu-bueno ¿no podemos simplemente hablar con ellos y llegar a un consenso?
—Ya lo hice.— Musitó Yamato— Kiriha también lo hizo, pero nada, la disquera no está dispuesta a dar su brazo a torser.
¡Rayos!
La disquera al contratarlos presupuestó una cantidad de dinero que quería recuperar y eso era entendible, no obstante, a ninguno le gustaba la idea de continuar.
—Lamentablemente, ninguno de nosotros está bien en estos momentos, cada uno está pasando en sus propios proyectos, eso es claro.— Comentó Yamato— Pero, necesitamos acabar con este contraro, pronto.
—¿Acabar? ¿Sabes? Tú deberías ser el más alegre por seguir ganando con esta banda. Ahora más que nunca necesitaras dinero Ishida ¿no? Para cuidar de tu bastarda.—Ryouma se burló de Yamato.
Esto enfureció a mil al rubio.
—¡No metas a mi hija en esto!—Apretó su puño.
—Solo decía...—Se burló el oji-verde.
—¡Hey! Ryouma.— Kouji regañó al peligris— No le hables así, no estamos aquí para discutir, está bien que no tengamos buena relación, que estemos hartos de tener que sacar esta maldita banda hacia adelante, pero no nos queda de otra.
—Lamentablemente...—Musitó Kiriha— El Minamoto tiene razón. Mientras no estemos libre de ese contrato no podremos hacer nada.— Sobre todo él, Ryouma tenía a sus padres que le pagaría todo, sin embargo, él tenía dinero para su negocio y sobrevivir, no podía perderlo en una demanda.
—¿Cuánto tiempo le queda a ese contrato?
—Medio año.— Respondió Yamato— Llegando Diciembre nos libramos de él.
Aun quedaba tiempo, más de seis meses para que llegara fin de año, así que, tenían dos caminos: pagar la demanda contra la disquera o continuar con la banda.
—Si en caso supuesto quisieramos continuar con la banda ¿tendríamos con continuar con el idiota Akiyama?—Preguntó kiriha, quién definitivamente no quería tener que compartir tiempo con él.
—Con Ryo es diferente.— Contestó el rubio Ishida— Como todos saben, él tiene un contrato diferente luego de haber dejado tantas presentaciones de lado. Probablemente la disquera también hablará con él, no obstante, nosotros al menos tenemos que continuar habiendo cuatro de nosotros podemos finalizar con todo a fin de año.
—¿Es un trato?— Preguntó Yamato.
Kouji asintió— Trato.
Kiriha también— Trato.
—Trato.—Finalizó Ryouma.
—Kousei ¿qué haces aquí?—Rumiko se sorprendió al ver que su oficina apareció el hombre Minamoto.
—¿Qué no es obvio? Vengo a hablar contigo, traidora.— Respondió el hombre.
—¿Traidora?— Preguntó Rumiko— Al parecer ya sabes todo.
—¿Esperabas que no?
Era obvio que en algún minuto lo iba a saber, no obstante, esperaba que fuera en mucho tiempo más, no ahora.
—¡Como siempre! Tu haciendo las cosas mal.
—¿Yo?— Preguntó Rumiko.
Kousei asintió—Por tu culpa ahora todos saben la verdad de Rika.
—¿Mi culpa? ¡Claro que no es mi culpa!— Exclamó la Nonaka—Alguien le envió un video a Rika de nosotros discutiendo, yo no fui responsable de eso.
—¡Claro que sí! Debiste encargarte de ser más cauteloza.
—¿Yo? Tú también apareces en ese video.— Contestó Rumiko— Además, aunque no existiera ese video alguien le dijo a Koichi que eran hermanos ¿no? De cualquier modo lo iban a saber.
—¿Sabes quién les mostró esos malditos examen de adn?
—No.— Respondió Rumiko— No me dijo.
¡Rayos!
Pensó Kousei.
—¡Cómo sea! Cuando él vino a hablar contigo debiste negar todo.
—Él vino a preguntarme y me puso en aprietos, no tuve opción más que decirle.
—¡Bueno, debiste ser más inteligente y convencerlo!—Exclamó el Minamoto— Ahora todos van a saber de esto ¡Debes buscar una forma de solucionar esto!
—¿Yo?— Preguntó la rubia— Tú también la responsabilidad de encontrarle una solución a esto.
—Claro que no, tú fuiste la culpable de todo.
—¡No lo fui!—Respondió Rumiko.
—Sí lo fuiste.— Contestó Kousei—¡Ahora nuestra imagen será arruinada! ¡Me has decepcionado! Pensé que con el tiempo en verdad madurarías serías más inteligente, pero me equivoqué, ahora todo lo que acordamos ocultar salió a la luz y yo no estoy dispuesto a perder.
—¿A qué te refieres?
—¡Nuestro trato se acabó!— Musitó el Minamoto— Así que, ve arreglando tus cosas y buscando trabajo, porque de aquí vas a salir rápidamente.
—¿Salir?— Cuestionó Rumiko— ¡Olvídalo! Tú no vas a sacarme de aquí.
—Claro que sí.— Respondió el castaño.
La mejor forma de acabar con todo sería arruinando a la Nonaka, si ella caía en desgracia sería obvio que la culpa de esta niña bastarda era suya.
—Claro que no.—Respondió la rubia— Recuerda yo sé muchas cosas de tus negocios y de ti. Tengo muchas pruebas que a la policía y a todos les gustaría ver.
—Fácilmente puedo librarme de ellas.— Contestó el castaño.
—No y tengo muchas pruebas de eso.— Musitó Rumiko antes de sacar una carpeta de su escritorio— Tan solo mira esto.— La dejó en la mesa aquel objeto y abrió la portada.
—¿Qué es eso?
—Un respaldo de todas tus transacciones. — Respondió la rubia—Firmas, contratos, mensajes por las redes sociales, correos electrónicos y todo con los demás involucrados. Dime ¿enserio creías que sería tan tonta en influir sin respaldarme?
¡Oh no!
Esto no era bueno.
—No, esto no puede ser.— Kousei tomó la carpeta entre sus manos.
—Y estas no son las únicas copias.— Musitó Rumiko—Siempre dije que no te dejaría esto tan fácil. Si algún día me traicionabas, también te arruinaría.
—¿Y de qué te sirve? Sí caigo yo, también caes tú, recuerda que tus firmas también están ahí.— Habló Kousei.
—Sí, están, pero si tú caes, no me da miedo quedarme en el infierno con tal de conseguirlo.— Respondió Rumiko.
—¿Por qué estás tan estresada?— Kiriha le preguntó a nueva "amiga" Nene, quién se encontraba desde la mañana con cara de pocos amigos.
Se separaron para sus clases correspondientes y ahora que estaban descansando antes de entrar continuaba pensativa.
—No estoy estresada, estoy ¡enojada!— Exclamó la castaña.
—Hey ¿por qué tan histérica?
—Ayer tuve una discusión.—Respondió la Amano.
—¿De nuevo?— Preguntó el rubio—Eso no es novedad.
—Ja, ja, muy gracioso.— Ironizó la chica.
Kiriha rodó los ojos—Ya, dime ¿por qué estás así?
—Por esa chica, mejor dicho esa serpiente, reptil, mosca muerta e hipócrita ex de Thomas.
—¿Qué?—Preguntó el oji-azul— ¿Qué pasó con ella?
—Quiso meter cizaña entre Yamato y Mimi enviándoles un mensaje anónimo.— Habló la chica de ojos morados— Y me culpó.
—¿Te culpó de enviar el anónimo?
—¡Sí! Me culpó.— Exclamó la chica Amano— Y Mimi le creyó, como era de esperarse.
Sí, era obvio.
—Entonces, discutimos ¡Y fue horrible! Porque esa estúpida rubia le mintió en la cara ¿Frente a mí! Sin siquiera titubear.
¡Vaya! Como era de esperarse Nanami continuaba siendo esa serpiente venenosa que fingía ser algo que verdaderamente no era.
—Por eso estoy enfadada desde ayer. Me enfada que me culpe.— Habló Nene.
—¿Por qué?
Mimi y ella no eran amigas ¿por qué le afectaba?
—Porque soy inocente.— Respondió la castaña— Lo que menos quiero es tener problemas, luego de todo lo que hice y ahora aparece esta chica que me está culpando de cosas que no hice. Esto ya es personal.—Musitó—¡Y peor! No sé por qué ¡Yo nunca le hice algo a esa chica!
—Bueno, ella quería una salida fácil y lamentablemente te tomó la presa fácil.—Comentó el rubio—Sabe que Mimi, sus amigos y hermanos jamás creerían en ti luego de todo lo que ocurrió, y además...
—¿Además?
—Eres amiga de Thomas.— Respondió Kiriha.
—¿Eso que tiene que ver?— Preguntó Nene.
—Muchas cosas.—Contestó el oji-azul— Verás, esa chica le hace la vida imposible a las personas que se relacionan con ese chico, ya que lo odia, sobre todo a sus amigas, ya que es super celosa, está despechada.
¡Genial! No esperaba eso.
Ahora tenía que pagar el precio por tener un amigo mujeriego e infiel.
—¡Cómo sea! No dejaré que esto se quede así.—Exclamó Nene antes de tomar su móvil y teclear.
—¿Qué estás haciendo?
—Enviándole un mensaje a Thomas.
—¿Por qué?
—Porque él puede ayudarme.
Kiriha rodó los ojos— Verdaderamente no sé porque perderás el tiempo en eso.— Musitó—¿Sabes? En vez de concentrarte en ese tema sin importancia deberíamos hacer algo más divertido...—Rápidamente le quitó el móvil.
Nene alzó la mirada y el rubio acercó su rostro al de ella. La castaña sonrió de lado con ironía— Pues claro...— Acarició sus labios y luego lo empujó suavemente del pecho— ¡Que no!
El rubio rodó los ojos—¿Por qué no? ¿No quieres divertirte?
—Claro que quiero divertirme, pero podemos hacer otras cosas para eso.— Ella misma se propuso no ser la misma de antes y se haría valor.
—¿Cómo qué?
—Practicar Taekwondo.— Respondió Nene
—¡Olvídalo!— Exclamó Kiriha.
—¿Qué? ¿No quieres que tu hermosa y delicada cara sea destrozada? —Preguntó la castaña.
El chico rodó los ojos—Claro que no, es simplemente que no lucho con mujeres.
Luego del susto del otro día, no quería que algo así sucediera en verdad.
—¿Sabes qué? Mejor voy a la cafetería, pronto comenzará mi próxima clase y quiero llegar a la hora.— Musitó Nene antes de tomar su móvil y tomar su bolso para luego de levantarse del lugar— Luego nos vemos.
—Está bien, pero por favor, cambia de tema y deja eso de Nanami con Mimi de lado.— Comentó el rubio.
Claro que no, Nanami se metió con ella, no dejaría esto como si nada.
—Adiós.— Musitó la castaña antes de alejarse.
Kiriha pasó su mirada por la chica, al principio no le dio importancia, sin embargo, se dio el privilegio de contemplar cada lugar de...
¡Un minuto!
Sin querer, divisó en su falda rosa una mancha roja ¿Acaso eso era?...
¡Rayos!
Rápidamente se acercó a la chica y la abrazó por la espalda.
En otro minuto (si hubiese tenido una chaqueta) se la hubiera quitado para cubrirla, pero no tenía una.
—¿Q-qué sucede?— Preguntó Nene sorprendida ante esta acción del rubio y volteo su mirada— ¡Ya te dije que no quiero divertirme de esta forma!
—No es por eso que estoy haciendo esto.— Respondió el rubio.
Y menos mal que la chica lo había rechazado, no quería encontrarse con esta sorpresa en ese tipo de situación.
—Entonces ¿por qué me abrazas?
—P-porque...—Inevitable fue para el rubio sonrojarse ante lo que iba a decir— Tienes una falda demasiado clara y...
—¿Y?
Kiriha hizo una mueca y se acercó a su oído— Creo que estás en tus fechas.
—¿Mis fechas?—Cuestionó la castaña— ¿De qué?
—D-de...—El chico tragó saliva— Tu período.
¿Qué?
¡Oh no! ¡Rayos!
—¡Esto no puede ser!— Exclamó la chica alarmada.
—¿Tú que haces aquí?—Mimi le preguntó a su padre.
—Vine a verlos.— Respondió el hombre— A tus hermanos...—Sonrió de lado— Y a ti.
¿A ella? ¡Oh no!
Keisuke se acercó a ella.
—¿Y por qué?—Preguntó la castaña secamente.
—¿Por qué?— Esta pregunta sorprendió a Keisuke— Porque son mis hijos y me preocupo por uste...
—¡Ay no es necesario que mientas!— Mimi lo interrumpió— No vienes porque estés preocupado, estoy segura que otra razón aquí ¿cierto?
El hombre observó a su hija con cierta tristeza, era horrible para él saber que sus hijos no creyesen que él se preocupaba por ellos.
—¿Qué otra razón tendría?
—Muchas.—Respondió Mimi—Dime ¿Vienes a arruinarme la vida de nuevo?
—¿Arruinarte la vida?— Preguntó Keisuke— Mimi, yo jamás he querido hacer eso.
—¿No?—Preguntó la castaña— Tú bien sabes que lo hiciste.
—¿Te refieres al tema de tu embarazo? ¿no?—Cuestionó el mayor.
—¿A qué otro?—Cuestionó Mimi.
El hombre hizo una mueca y bajó la mirada— Hija, yo...
—¡No me llames hija!— Gritó la castaña enfadada.
Él no merecía llamarla así.
—¿Por qué me tratas así?— Preguntó Keisuke triste.
—¿Enserio eres tan descarado de preguntar?— Mimi se cruzó de brazos enfurecida—¡Ya dime! ¿Por qué estás aquí?
Keisuke suspiró— Ya dije, vine a ver como están ustedes, mis hijos.
—¿Ver como estamos?—Cuestionó la oji-miel— ¿Te acordaste que tenías hijos finalmente?
El hombre de cabello oscuro alzó la mirada— Mimi, yo siempre me acuerdo de ustedes.
—¡Si! ¿Cómo no?—Rió con ironía la joven— ¡Sé sincero de una buena vez y dime! ¿Qué rayos haces aquí?— Preguntó—¿Viniste a causarme más dolor, cierto?
¿Dolor?
No, no quería causarle eso a sus hijos. Ellos eran la devoción de su vida, el único recuerdo que tenía de Satoe.
—Hi...—Se detuvo— Mimi.— Corrigió— Yo no vengo por eso, al contrario, simplemente quiero ayudarte.
—¿Ayudarme?
—Sí.—Respondió el hombre— Sé que no has estado bien el último tiempo, porque...—Alzó la mirada— Sé que tu hija está viva y...
¿Qué?
La castaña abrió los ojos totalmente sorprendida ante esto.
¡Oh no!
—¿Cómo lo supiste?— Preguntó la castaña.
—Porque, leí un artículo.— Respondió Keisuke— Y porque Rumiko comentó que tenían problemas. Por eso, quise venir a hablar contigo y yo...
—¿Y quieres traernos más? ¿no?— Interrumpió Mimi.
—¿Qué? No, hija, yo quiero ayu...
—¡No!— Gritó la castaña— ¡No te quiero escuchar! Tú solo me traes problemas y tristezas.— Habló— De seguro tienes muchas preguntas con respecto a mi hija y mi embarazo, de cómo rayos la mantuve con vida.
Keisuke asintió.
—Pero no perderé tiempo explicándote las cosas.— Contestó Mimi— Porque no lo mereces, ya que por tu culpa todo está pasando ¡Por tu culpa estoy sufriendo! Así que, no vengas a llamarme hija, intentar ser mi padre o peor...—Apretó su puño— Tomar decisiones por mi.
Esto último hacia mención a lo que ocurrió con su embarazo, al llevarla a una clínica, luego al aislarla y a querer dar su hija en adopción.
Y Keisuke lo entendió al instante.
—Mimi, por favor...
—¡Mimi nada!— Gritó la castaña— Hazme un favor y vete.
—Hija, no...
—¡Vete!— Gritó la castaña.
Keisuke Tachikawa era el ser más despreciable en su vida, no lo quería volver a ver, por su culpa perdió a Natsumi, no pudo estar con Yamato cuando quedó embarazada, tuvo que ocultar todo a sus amigos y conocidos. Por culpa de ese ogro su vida se arruinó ¡No lo quería volver a ver!
Kiriha tragó saliva totalmente nervioso al leer frente a él un letrero que decía "Pasillo 11: Toallas sanitarias, pañales, toallas húmedas" Verdaderamente no estaba seguro de lo que haría a continuación.
¿Qué haría?
Comprar toallas sanitarias...¡Sí! Toallas sanitarias de mujer...Para Nene.
Luego de aquel bochornoso episodio en la Universidad, la castaña corrió al baño para ocultar aquello que estaba en su falda y...Lo mandó a comprar toallas sanitarias. Con mucho pesar aceptó en venir hasta aquí para auxiliar a su "amiga" para que no viviera un bochornoso momento.
Cerca de la universidad había un minimarket donde vendía diferentes cosas: Comida, congelados, artículos de baño, higiene, entre otros.
Y aquí estaba...Sí, aquí estaba. Y...
¡Rayos!
Cerca de él había unas chicas que él conocía.
Rápidamente volteo hacia un estante con desodorantes y diversas cosas de limpieza para hombres.
Fue así como espero que aquellas chicas se alejasen. Luego de unos minutos de esperar aquellas personas se alejaron y él rápidamente caminó hacia el lugar.
¡Rayos!
Pensó al ver toda la variedad.
¿Cuál debía escoger?
Rápidamente sacó su móvil y tecleo un mensaje a la castaña.
(De: Kiriha)
Hay muchas toallas sanitarias ¿cuál debo escoger?
A los pocos segundos la chica respondió.
(De: Nene)
Cualquiera sirve.
Kiriha hizo una mueca.
(De: Kiriha)
¡Se más específica!
(De: Nene)
"Busca las toallas con alas"
¿Alas?
¿Acaso quería salir a volar?
¿Qué onda?
Kiriha hizo una mueca y observó las opciones, efectivamente había unas con alas, no obstante, había muchas de diferentes tipos, tamaños, colores, difícil de escoger.
¿Cuál era la más adecuada? ¡Ni idea! Lo importante era salir rápido de esto.
Fue así donde rápidamente echó a la canasta una de cada una, observando a todos lados que no viniese ningún conocido.
¡Bip, bip!
Nuevamente su móvil sonó y lo revisó.
(De: Nene)
"Recuerda la falda"
¡Rayos! No solo tendría que comprar estas cosas, sino una prenda de ropa para ella.
Rápidamente caminó a un lugar donde había unas prendas de ropa en oferta. Observó todo, no habían faldas, ni shorts, solamente unos pantalones anchos que evidentemente la castaña no aceptaría, pero tendría que aceptar, porque no quedaba de otra.
Izumi se dejó caer sobre su cama mientras masajeaba su cien, le dolía mucho la cabeza, sentía una resaca horrible luego de la nooche antterior y esta solo parecía aumentar ¡Era terrible!
Despues del desayuno no tuvo ánimos de ir a la universidad. Lo único que quería hacer era descansar.
¡Toc, toc!
La puerta de su departamento sonó.
¡Rayos! ¿Quién era?
Fue así como se levantó de su lugar y caminó hacia la puerta para abrir. Grande fue su sorpresa al ver de quién trataba.
—¿Tk?
—Hola sorella.
La rubia obseró impresionada a su hermano menor— Hola. ¿Qué haces aquí?
—Vine a verte.
—¿No deberías estar en clases?
—Debería, pero no fui.— Contestó el oji-azul.
—¿No?— Preguntó Izumi.
—¿Por qué?
—Porque esta mañana no te vi muy bien.— Comentó Takeru— Te vi triste y me preocupé. Nanami me dijo que te habías sentido mal luego de desayunar y preferiste no ir a la Universidad.
—¿E?— La chica bajó la mirada— No te preocupes, no es nada grave, es simplemente un leve dolor de cabeza.
—Pues a mi me parece que no.—Musitó el chico— Últimamente te he visto muy triste.
—¿Triste?— Cuestionó la chica— Pero ¿qué tonterías dices?
—No es una tontería, es verdad, te he visto muy triste últimamente, hermanita.— Habló Takeru— ¿Qué te sucede hermanita?
—Nada.— Contestó Izumi con la mirada baja.
—¿Estás segura?
La rubia asintió sin alzar la mirada.
Tk hizo una mueca y llevó una mano al mentón de su hermana para alzar su mirada— Tus ojos están enrojecidos ¿Segura que estás bien?
—Sí, estoy segura.
—No pareces sincera...—Musitó el menor.
—¡Ya te dije que sí!— Contestó la oji-verde un tanto molesta.
—Pues no lo parece.
—¡Sí no vas a creerme entonces, déjame! ¿Sí?— Gritó Izumi y se alejó de su hermano.
Takeru alzó las cejas sorprendido— Hermana ¿Por qué me hablas así?
—Por...—La oji-verde tuvo intenciones de gritar nuevamente, sin embargo, se detuvo al percatarse que estaba en frente de su hermano, Tk, no de un extraño, no de su madre, mucho menos de un culpable de la miserable vida que estaba viviendo.
Suspiró.
—Discúlpame hermano.— Respondió Izumi— No quería hablarte así.
El oji-azul hizo una mueca— Tú por lo general me hablas bien, eres amorosa y tranquila.— Musitó— Si me hablaste así es porque tengo razón y no estás bien.
Sí, eso era verdad. Siempre intentaba ser pasiva con su hermano menor.
Esta actitud lo dejaba en evidencia.
—Es simplemente que la Universidad y todos los problemas con los Tachikawa me tienen un tanto colapsada.—Contestó la chica.
—¿Segura?
La oji-verde asintió— Segura.
—¿No será por tu nueva relación con ese chico?
¿Ese chico? ¿Con eso se refería a Jp?
Sí, en gran parte sí, pero no podía decirlo. Debía mentir.
—No, no es por eso.
—¿Segura?
La rubia asintió— Sí.— Respondió— Junpei me quiere de verdad y es buen chico. No me hace daño.
—Eso espero.— Comentó Takeru— Porque, no quiero verte sufrir de nuevo.
—Tranquilo, no sufriré.
—¿Segura que te sientes bien a su lado? ¡No me mientas!
—No te estoy mintiendo.
Lamentablemente sí lo hacía, pero no quería decirle a Takeru lo que sucedía en su vida. No quería que se involucrara en esto que era de Natsuko y ella, porque si lo hacia, probablemente se desilucionaría más de ella y no quería eso. Prefería que su hermano viviera en un burbuja sin saber más.
—¡Y ya! Dejemos de hablar de mi.—Exclamó Izumi— Y mejor hablemos de ti. Dime ¿cómo te ha ido en la preparatoria?
—Bastante bien.—Respondió el oji-azul— He subido mis calificaciones este último tiempo.
—Que bueno ¿y en el equipo basquetbal?
—También, la verdad es que no hemos tenido muchos entrenamientos, pero se viene pronto la temporada del campeonato primaveral, así que, nos comenzaremos a preparar para eso.
—¿Y cómo vas en tu relación con Hikari?
—Mejorando de apoco.—Contestó Takeru— Como sabes, hace un tiempo tuvimos una discusión, pero todo ha mejorado últimamente.
—Me alegra escuchar eso.
—Incluso, mañana es nuestro aniversario, cumplimos dos meses de novios.— Musitó el rubio.
—¿Enserio?
El oji-azul asintió— Sí.
—¿Y tienes planeado algo especial?
—Muchas cosas.— Respondió el rubio— Entre ellas una cita super romántica como le gusta a ella en un restaurante parisino. Con comida Francesa, música y decoración.
—¡Wow! Genial.
Takeru asintió— Sí, lo es, pero...
—¿Pero?— Preguntó la oji-verde.
—Me falta lo más importante.— Respondió el rubio— Una joya de regalo.
—¿Joya?— Cuestionó la chica— ¿Por qué quieres darle una joya?
—Porque he visto que muchos chicos le regalan joyas a sus novias hoy en día señal de amor.
—¿Y por qué no la has comprado?
—Porque, yo no sé mucho de eso.— Comentó el oji-azul— Quería pedirte ayuda, hermana, ya que tú sabes de eso.— Musitó— ¿Podrías ayudarme?
—¡Pues claro!— Exclamó Zoe—¡Yo te ayudaré a escoger la joya! Tengo una amiga que tiene una tienda super exclusiva.— Comentó antes de sacar su móvil y abrir su instagram para pedir a una cuenta de fiar un ramo hermoso, sin embargo, frente a ella apareció una publicación de su cuñada, Hikari. En esa imagen aparecía ella junto a Takuya en un ¿concierto?
Alzó una ceja sorprendida ante esto.
—Takeru ¿Qué esto?— Zoe le mostró la publicación.
—Es una salida que tuvieron hace unos días, a un concierto.— Contestó Takeru.
—¿Y fueron solos?
Tk asintió.
—Mm...—Murmuró la oji-verde intentando fingir que no le importaba— ¿Q-qué ocurre entre Hikari y Takuya?
Takeru alzó una ceja sorprendido— ¿Entre ellos?
—Últimamente los he visto muy cercanos ¿sabes?— Comentó Izumi— Incluso en el internado hablan mucho de eso. Actúan como si fueran los mejores amigos.
Sí, algunos comentarios se escuchaban en el internado. Y Daisuke lo paró en seco fuera de la preparatoria al día siguiente del concierto, porque los vio juntos en ese lugar.
—Son solamente amigos, nada más.— Respondió Takeru— Salen juntos, comen juntos y demás por eso mismo, son amigos.
Y nada más.
¡Un minuto!
La bolsa era enorme.
La castaña observó confundida esto y revisó su contenido. Efectivamente el rubio le compró toallas sanitarias ¡Pero! De mil tipos diferentes ¡Eran demasiadas!
Rápidamente sacó su móvil y tecleo.
(De: Nene) ¿Te compraste la tienda completa?
(De: Kiriha) No, simplemente no sabía cual debía comprar y preferí comprar muchas
(De: Nene) Tengo para un año ¿sabes?
(De: Kiriha) Sí y espero que te duren porque ¡olvida que volveré a pasar esta vergüenza!
¡Qué exagerado! Pensó la castaña.
Keisuke caminó en dirección hacia la Universidad de su hijo Takuya. Sí, iba por su tercer round con el último de sus hijos, la persona que siempre quiso entrenar para ser como él y que terminó siendo algo totalmente contrario, pero muy similar a Satoe, con buenos valores. Ojalá aquellos modales se reflejaran ahora, y no actuara como sus hermanas, quienes ardían en llamas.
Se detuvo unos segundos para respirar profundo, apenas lidiaba con su existencia, cada vez estaba más débil y hacer esfuerzos pequeños como este que requerían energías.
Respiró profundo y continuó caminando durante 10 minutos hasta que llegó al edificio. Iba llegando a la entrada de este cuando frente a él apareció cierto joven rubio de ojos azules, piel pálida, aparentemente de 19 años, quién al ver a Keisuke se detuvo en seco frente a él.
¡Un minuto!
Keisuke observó al chico ¿él no era el hijo de Hiroaki, Yamato Ishida?...
¿Y padre de la hija de Mimi?
Yamato reconoció al instante al padre de los Tachikawa. Primeramente, se sorprendió ante esto, ya que no esperaba verlo frente a frente—Señor Tachikawa.
—Yamato Ishida.— Keisuke pronunció su nombre—Tanto tiempo...
Sí, bastante.
Yamato no respondió, literalmente no sabía que decir.
Keisuke extendió la mano para saludarlo.
El oji-azul observó esto y no se dispuso a responder el gesto.
—¿Qué hace aquí? Señor Tachikawa.— Preguntó el rubio bastante serio.
Keisuke notó al instante la molestia en la voz del chico y la expresión de su rostro.
¡Oh no!
Al parecer su tercer round no sería con Takuya, sino con el que pudo haber sido su...¿yerno?
Bueno, era el padre de su...¿nieta?
¡Rayos! Recién era consciente de todo el lío que armó por querer alejar a Mimi de su hija.
—Vine a ver a mis hijos.— Respondió Keisuke.
—¿Ver a sus hijos?— Preguntó el rubio— ¿O traer más problemas?
El Tachikawa hizo una mueca—¿Por qué me hablas así?
—¿Qué no es obvio?— Respondió Yamato— ¿Cómo voy a saludarlo sabiendo que usted también ayudó a Mimi a ocultarme a mi hija?
Keisuke se mordió el labio inferior ante esto, evidentemente el Ishida no estaba feliz al saber esto— Yamato, y-yo sé que debe estar enojado.
—¿Enojado?— Preguntó el rubio y rio— ¡Estoy furioso! Con usted y toda su familia.
¿Qué?
—En especial con Mimi, que fue egoísta y me apartó de mi hija.—Habló Yamato— Pero ¡Bueno! Ella quería cuidar su imagen, así que, no me sorprende que haya dado a mi hija en adopción para que ustedes mantuvieran su estatus de familia "perfecta"
El hombre Tachikawa observó totalmente desconcertado al Ishida, no entendía nada.
¿De qué rayos le estaba hablando ese chico?
¿Acaso se perdió de algo?
—Joven Ishida, disculpa, pero creo que no te estoy entendiendo.
—¿Qué no está entendiendo?—Preguntó Yamato— ¿Acaso soy claro al momento de expresar mi desprecio hacia usted y toda su calaña? Verdaderamente no lo vale.
—¡Perdón! Joven, está bien que estés enojado con mi familia por ocultarte a tu hija, pero no eres quién para insultarnos de este modo.
—¿Y qué quiere que haga? Si ahora usted vino de seguro a molestar y ayudar a sus hijos.— Habló el rubio— Pero no se preocupe, porque en verdad esto no se quedará así.— Esto fue lo último que dijo antes de voltear e irse.
Keisuke literalmente quedó marcando ocupada, sin entender nada, sin comprender lo que le había dicho ese chico. Sí, sabía que estaba enojado porque le ocultaron a su hija, pero ¿por qué se iba en contra de Mimi? ¡Él era el culpable de todo! Pero, al parecer su furia iba mucho más allá.
¡Cómo sea! Su problema era principalmente con sus hijos y esa era su prioridad. Luego solucionaría todos los problemas que le provocó a Mimi.
Kouji caminó en dirección al internado.
Llevaba varios minutos intentando comunicarse con Damar, luego de que esta le envió un mensaje explicándole que estaba enfadada por su conversación con Keisuke y que quería verlo.
No iba ni cerca cuando se encontró con Takuya, quién venía en dirección contraria.
—Kouji.— El chico pronunció su nombre.
—Takuya ¿Has visto a Damar?
—No.— Respondió Takuya— Justo la ando buscando.— Musitó— Y no solo a ella, sino también a Mimi ¿la has visto?
—No.— Contestó Kouji preocupado por lo que pudiese hacer su chica, después de todo, últimamente actuaba de manera muy impulsiva. No quería que nuevamente se involucrara en problemas.
¡Esto no era bueno!
Pensó el moreno preocupado, Mimi le envió un mensaje diciéndole que estaba ¡Muy! enojada por la llegada de su padre, él le preguntó dónde estaba y cuando ella respondió, lamentablemente se quedó sin batería, su móvil se apagó. Así que, preocupado fue a buscarla al Internado.
—¿Vas al internado?— Preguntó el moreno.
El pelinegro asintió— Supongo que Damar no tuvo ánimos para ir a clases.
—Bueno, entonces vamos.— Comentó Takuya— Supongo que Mimi debe estar en las mismas.
Mimi tecleo su móvil mientras caminaba a la Universidad
(De: Damar)
¿Dónde estás?
(De: Mimi)
Caminando hacia la Universidad.
(De: Damar)
¿Por qué?
(De: Mimi)
Porque no soporté quedarme en el internado, si lo hacía nuestro padre continuaría insistiendo en hablar conmigo.
(De: Damar)
Estoy cerca, iré para allá.
(De: Mimi)
Bueno sis.
Fue así como la oji-miel se detuvo para esperar a su hermana, mientras tecleaba un mensaje a Takuya que no le respondía.
...
—Debo felicitarte.
—¿Felicitarme?
—Por el regreso de tu padre.
¿Qué?
Esto sorprendió a Mimi.
—¿Có-cómo sabes que regresó?— Preguntó la chica.
—Porque me lo encontré.
¡Oh no! ¡Eso no no! Todo menos eso, ni en sus peores pesadillas se imaginó eso.
—¿Y-y por qué me felicitarías por eso?— Cuestionó la castaña.
—¿Acaso no es obvio?— Preguntó Yamato.
Mimi alzó una ceja sin entender.
—Trajiste a tu padre para que los auxilie ¡Wow! Ahora de seguro logran salirse con la suya, ganando el juicio contra Alice y alejando a Natsumi de todo, en especial de mí y mi familia.
Pero ¿qué rayos?
—Perdón...—Una voz se hizo presente en lugar y frente a ellos apareció la hermana menor de Mimi— ¿Qué tontería estás hablando Ishida?
Yamato rodó los ojos— No te metas en nuestros asuntos, niña.
—Disculpa, verdaderamente no quiere hacerlo.— Comentó Damar— Pero ¡debo hacerlo! Ya que actúas como estúpido ofendiendo a Mimi.
—¿Ofendiendo?— Preguntó el rubio— Solo me estoy defendiendo.
—¿Defendiendo?— Rió la menor con ironía— ¡Vaya! Parece que no sabes el significado de esa palabra o en qué momentos se utiliza, porque está claro que ahora no estás haciendo eso.
Mimi hizo una mueca y se acercó a hermana— Princess, por favor, vamonos de aquí, no discutamos con él.
—Como siempre, escapando de los problemas ¿no Mimi?— Musitó Yamato.
—No es escapar del problema como cobarde...—Habló la oji-miel—¡Es para evitar que continues actuando como idiota!
—¿Idiota?— Cuestionó el rubio— ¿No fue eso lo que querías lograr? Convertirme en un completo idiota e ignorante al ocultarme a Natsumi.
—Pero ¿qué rayos?— Exclamó Damar— ¿Continuarás con lo mismo?
—Todo el tiempo, jamás les perdonaré todo lo que me hicieron.— Musitó el oji-azul.
—¡Cómo tan resentido!— Gritó la menor enojada.
—No es de resentido, es simplemente ser justo.
—¿Justo?— La hermana de Mimi apretó su puño intentando calmar su ira, pero estaba siendo imposible.
Justo en ese minuto al lugar llegaron Kouji y Takuya.
—¿Qué ocurre aquí?— Preguntó el moreno.
—Genial, lo que faltaba.— Musitó Yamato.
—Nada, nosotras ya nos íbamos.— Mimi jaló a su hermana del brazo.
—No.— Contestó la oji-ámbar y soltó del agarre de su hermana.
—Damar, basta.
—No Mimi, no voy a parar, él que debería parar es Yamato.— Dirigió su mirada hacia Takuya— Él te está hablando mal y culpando por la llegada de nuestro como si fuera nuestra culpa, porque según él usaremos eso a nuestro favor.
—Solo dije la verdad.— Musitó el rubio— ¿Acaso no sacaran provecho de esto?
—¡Claro que no!— Exclamó Damar.
—¡Claro que sí!— Gritó Yamato.
—Hablas sin saber, Ishida, intenta mantener la calma.— Habló Kouji posaba su mano en el hombro derecho de su casi-novia para que se calmara.
—No me sorprende que tú lo digas, porque estás de su lado ¿no?— Comentó el rubio.
—Esto no es un tema de lados, es tema de lógica.
—¿Lógica?— Yamato río— Sí fuera por lógica, me apoyarías a mi ¿cómo tan ciego?
—¡No soy ciego!— Respondió Kouji.
—Simplemente está actuando con la prudencia que te falta.— Comentó Takuya.
El Ishida río con ironía— ¡Vaya prudencia!
El Minamoto rodó los ojos— Piensa lo que quieras.— Fue así como tomó el brazo de su chica— Damar, vamos, no discutas con él ¿sí?
—Él es quién comenzó esto.—Musitó Damar— Yo simplemente quiero que de una buena vez deje de ser así.
Esto ofendió a Yamato.
—¿Sabes? En vez de estar preocupada por Mimi y yo, deberías preocuparte por ti niña, no vaya a ser que le hagas a Kouji lo mismo que Mimi me hizo a mí.
¿Qué?
—¿Qué estupidez hablas Ishida?—Preguntó Damar ofendida.
Kouji posicionó su otra mano en el hombro izquierdo de la castaña, literalmente su ira estaba a mil, eso no era bueno.
—¿Te falta un tornillo o qué?— Cuestionó Takuya— Ya estás comenzando a hablar cosas sin sentido.
—¡Yamato ya basta!— Exclamó Mimi y luego volteo hacia sus hermanos— Nosotros también, mejor vamos.
—¿Por qué quieres irnos?— Preguntó Damar— ¿No le dirás nada?
—Dejaré que continue pensando lo que quiera.— Respondió Mimi— Finalmente, él ya no significa nada para mí.
—Puede ser que no, pero no puedo dejar que te hable así.— Habló la menor.
—Damar, dijimos que intentaríamos llevar la fiesta en paz.—Musitó la oji-miel.
—¡Y lo hemos hecho! Sus hermanos y él son los que arruinan todo ¡Se dan con el derecho de insultarte!— Musitó la oji-ámbar.
—Ustedes iniciaron todo esto, al darse el derecho de tomar decisiones solo por su cuenta.
Takuya apretó su puño, estaba callado, pero eso no quitaba que sintiera la misma furia que su hermana menor. Yamato hace mucho tocó el límite y hoy más que nunca necesitaban estar bien, para poder resolver este nuevo problema se les aproximaba con la llegada de Keisuke.
—¿Cómo eres tan egoísta Yamato?— Preguntó Damar enojada.
Kouji hizo una mueca, su chica literalmente estaba echando chispas por todos lados, menos mal no le gustaba la violencia, al momento que hubiese sido otra persona probablemente lo hubiese golpeado.
—Damar, vamos.— El chico posó sus manos sobre los hombros de la castaña y la volteo hacia la dirección contraria para alejarse.
La menor simplemente rodó los ojos y obedeció a regañadientes.
—Verdaderamente ustedes no lo valen.—Musitó Yamato furioso— Lamento que mi hija esté emparentada con personas como ustedes.
Ese comentario fue literalmente la gota que rebalsó el vaso para Takuya.
¿Cómo rayos se atrevía hablar así?
—¡Ya cállate Yamato!— El moreno alzó la voz y se acercó a él para tomarlo de la camisa—Y deja de hablar tonterías.
—Suéltame.
—¡No! No te soltaré ¡No tienes el derecho de hablarnos así!
—Claro que sí. Ustedes se lo merecen.
—¡No! No lo merecemos, mucho menos Mimi ¡Luego de todo lo que sufrió!— Gritó Takuya—¡Mi padre llevó a Mimi contra su voluntad a una clínica para que abortara!— Declaró— Cuando vio que no podía nos llevó lejos de este lugar, nos aisló de todo el mundo, contra su voluntad la tuvo lejos de todo ocultando su embarazo. Porque quería dar a su bebé en adopción contra su voluntad.— Apretó su puño— ¿Escuchaste? ¡Contra su voluntad! Fue entonces cuando Mimi no encontró más remedio que hacerla pasar por muerte y darle su hija a Alice. Todo por culpa de nuestro padre y ahora ella está destrozada, porque sabe que todo se acabó ¿escuchaste? ¡Todo se acabó! Pero tú eres egoísta y solo piensas en ti, en tus sentimientos, en tu enojo y nada más ¡Eres de lo peor!
Literalmente, Mimi quedó sin palabras ante la declaración de su hermano, solo quería llorar, llorar y llorar.
Finalmente, Yamato supo la verdad que no quería oír.
Siento que cada personaje tiene una característica en particular: Mimi por intentar cuidar a aquellos que ama deja que la lastimen. Hikari es muy inocente, Taichi es bueno para meterse en problemas, Sora es orgullosa, por eso no perdona a Taichi tan fácilmente aunque debe hacerlo por su hijo, Damar sufre de ansiedad y le cuesta manejar sus impulsos, a Izumi le ocurre algo similar, además es muy insegura con ella, por eso no sabe tomar buenas decisiones. Así sucesivamente.
Ya veremos como todos los problemas se solucionaran.
Respuesta a comentarios:
mimato bombon kou: Que bueno que te gustara el momento donde Takuya defendió a Hikari jiji Esta pareja de a poco la armo y pues...Catherine es odiosa, sin duda. Ya veremos como Yamato sobrellevará sus celos jsjsjs Y pues, sí, ojalá acepte el consejo de Tk, sobre todo ahora. Sí, Mimi aconsejó a Taichi, ella ya vivió esto y sabe como son las cosas, entonces buscará apoyarlos.
Adrit126: Holi jsjsjs si, todos quisimos defender a Hikari de la serpiente de Catherine, lamentablemente Sora está dolida por lo que ocurrió y es entendible, además está embarazada, todo aumentó en ella cuando se trata a hormonas, es inexperta, habrá que ver como madura en este sentido. Para otras cosas Sora ha sido bastante madura, sin embargo, este momento es nuevo en vida, ya veremos como evoluciona. Sobre Nanami es dificil ya que ella les hizo creer a todos que lo de Yamato pasó y todos creen ciegamente en ella, incluso la persona más desconfiada de esta historia. Sí, Yamato no es bueno para mimi en estos moentos, ojalá se redima.
